martes, octubre 24, 2006

Domingo 22 de octubre de 2006

Subida al Monte Palomas por la Senda de Abarcuza ó “Jabarcuza”
(Extremo oriental Sierra de Mijas)

Aquel día teníamos previsto haber subido al teleférico que va desde Arroyo de la Miel al Cerro Calamorro, pero el día amaneció con todas las cumbres cubiertas en la Sierra de Mijas y no era plan de pagar el viaje para no ver nada. Así que decidimos dar un paseo por la senda de Jabarcuza, sin duda alguna una de las mas bonitas de esta sierra litoral. Para ello nos dirigimos hasta Alhaurín de la Torre y después de dejar atrás varias rotondas con fuentes, entre espectaculares mansiones, en los dominios del “Capitán Espada” (también conocido como “La Ardilla del Pinsapar”), llegamos a la venta “El Alemán” desde donde ya tomamos la calle que se dirige al pie de la Sierra, dejando el coche, en un pequeño solar que tenemos a la izquierda,(hito1, km 0, situado a unos 190 m. de altitud sobre el nivel del mar), mientras por la derecha vemos como baja el cauce del Arroyo Zambrano, casi siempre seco y que nos acompañará durante toda la ruta, hasta el “Puerto del Canuto”.

Los primeros 300 m. de este agradable paseo discurren por una senda recta y en paralelo a un olivar desde donde se puede disfrutar de una bonita perspectiva de la cara norte del Cerro Jabalcuzar. En pocos minutos nos encontramos ya rodeados de pinos y no tardamos en atravesar el arroyo, para situarnos, nada mas subir una corta pero empinada rampa, en la única planicie relativamente amplia de toda la ruta, donde nos encontramos con los restos de un par de rediles (hito 2, km. 1,5 a 280 m.de altitud). . Donde María y Luz Marina comentaron en el camino de vuelta, que aquel era un lugar ideal para quedarse con los niños, mientras los “locos de las montañas” seguíamos subiendo para hacer cumbre.

Pero es precisamente a partir de ahí donde comienza lo mas bonito de esta ruta que se abre paso por este barranco flanqueado por las paredes de la cara noroeste del Cerro Jabalcuzar y la cara sur de los Tomillares y Las Chorreras, un lugar lleno de encanto por donde discurre el Arroyo Zambrano que baja desde el Puerto del Canuto a través de un hermoso bosque de pinos, salpicado de palmitos, coscojas, esparragueras y algún que otro acebuche. A dos km de la salida y a unos 345 m. de altitud llegamos a una gran roca de mas de 4 m. de altura (hito 3), sin duda desprendida de una de las paredes que nos flanquean. La senda rodea esta gran roca que se interpone en nuestro camino y fue precisamente aquí, donde los niños, es decir: Fernando, Estela y Nacho, comenzaron a subir cada vez mas deprisa, hasta el punto de dejar definitivamente atrás a María y Luz Marina.

A partir de la “gran roca” (hito 3) la cómoda senda de tierra y hojarasca, que nos ha llevado hasta aquí, comienza a verse invadida de piedras y guijarros al tiempo que la pendiente parece ir en aumento progresivo a cada paso que damos. Siendo muy recomendable tomarse con calma este tramo del camino, donde una mirada atrás nos compensa de todo el esfuerzo que llevamos realizando, disfrutando de una privilegiada vista sobre Alhaurín de La Torre, parte del Valle del Guadalhorce y a nuestros pies todo el tramo del barranco que ya hemos dejado atrás, y a cada paso que damos las vistas se van ampliadando hasta que por fín llegamos a una pequeña planicie muy próxima al “Puerto del Canuto” (hito 4, km. 3 a unos 500 m. de altitud). En este lugar aprovechamos para descansar un buen rato, mientras los niños disfrutaban del “aquarius y cacahuetes” y José Miguel, daba buena cuenta de su bota de vino. Pero los minutos iban pasando y las féminas seguían sin dar señales de vida a pesar de dejarnos la voz en el intento y hasta una incursión montaña abajo.

Visto lo cual y dada la proximidad a la cumbre del “Monte Palomas” decidimos continuar con los niños correteando por delante. Al llegar al “Puerto del Canuto” cogimos la senda de la izquierda es decir la que tomaba dirección “este”, ya que aquí nos encontramos en una encrucijada donde es fácil despistarse:
1º) Hacia el Sur la senda que viene desde Torremolinos
2º) Hacia el Oeste la que va hacia el “Mirador del Lobo”, “Puerto de las Ovejas” o “Cerro Calamorro”
3º) Hacia el Norte la que traíamos nosotros desde Alhaurín el Grande (Senda Jabarcuza)
4º) Hacia el Este las Cumbres del Cerro Jabarcuza y Monte Palomas cuyo punto geodésico,(hito 5, km. 3,5, situado a 599 m.) coronaron los niños con asombrosa facilidad. Disfrutando de fantásticas vistas sobre Torremolinos, Málaga capital, con su bahía y su hoya hasta donde las nubes nos permitieron.

Tanto en la subida como en la bajada de este último tramo entre el “Puerto del Canuto” y la cumbre del “Monte Palomas”, nos paramos a contemplar las grandes zonas que se habían acotado en su día para el ganado hoy totalmente desaparecido de estos montes, allí permanecían como testigos mudos aquellos grandes corralones formados por pequeños muros de piedra en el “Llano de los Pajaritos” donde no hace tanto tiempo al igual que en todas las sierras de nuestra geografía, el ganado que lo ocupaba, cumplía una importantísima misión manteniendo limpio los montes de una forma tan tradicional y tan sana como era el pastoreo, así como otras labores agrícolas que se desarrollaban en el campo y que colaboraban en gran medida a la buena conservación, al mantenimiento y a la limpieza de los montes en una perfecta simbiosis entre hombre y naturaleaza.

Y es que, aunque obviamente el progreso ha traído cosas muy buenas, también ha traído otras muy malas que están deteriorando la naturaleza a marchas forzadas, por mas que nuestros corruptos políticos hablen de “desarrollo sostenido” algo que suena tan bonito en teoría, como tan falso en la práctica. Y como testigo mudo el “Calamorro” que en principio era nuestro objetivo para aquel día y que en aquellos momentos estaba parcialmente cubierto, por cierto, monte que dicho sea de paso están expoliando de forma salvaje e indiscriminada en su ladera sur donde las urbanizaciones que están construyendo ya están por encima del nivel de la autovía, algo impensable hasta hace poco. Eso sí, sin duda, hasta que la naturaleza diga aquí estoy yo y la montaña termine por destrozar todo lo que han construido sobre el terreno que le han robado, pagando como siempre, justos por pecadores.

Al llegar al “Puerto del Canuto” nos reagrupamos todos, iniciando el camino de vuelta cómodamente en poco mas de media hora, disfrutando de maravillosas vistas sobre Alhaurín de la Torre, entre grandes farallones rocosos y bajo la sombra de los pinos.

Crónica y fotos: Juan Ignacio Amador

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