domingo, diciembre 16, 2007

Pico del Convento

Sábado, 15 de diciembre de 2007

Buitreras del Gaitanejo y Pico del Convento

Esta claro que cada ruta tiene su encanto y siempre encontraremos mas de un motivo que justifiquen nuestra visita. Sin embargo, pocas rutas, ofrecen tantos alicientes como podemos encontrarnos en este entretenido itinerario, donde con un agradable paseo, asequible para toda la familia, podemos disfrutar de variados paisajes y grandiosas panorámicas dignas de una postal.

El primer hito lo tenemos a la vista, ya ants de bajarnosdel coche, tal y como estamos aparcando frente al restaurante el kiosco, con la casa del ingeniero (actual sede de la “Conferederación Hidrográfica del Sur”), al otro lado del recoleto tramo del pantano que tenemos a nuestros pies, donde una casita con terraza al mas puro estilo “Rivendel” se refleja sobre las aguas turquesas que tenemos ante nosotros.

A continuación tal y como nos ponemos a caminar por la carretera, en dirección al cercano “Restaurante El Mirador” nos encontramos con un tunelillo excavado en la arenisca, de menos de 2 m. de altura, que tras 150 m. de divertida travesía, nos conduce al otro lado de la montaña con vistas al “Embalse del Gaitanejo” donde quedan retenidas las aguas del río Guadalhorce.

Continuando la senda por un precioso pinar, dirección sureste, no tardaremos en enlazar con la pista que comienza en el “Restaurante El Mirador” y siguiendo dirección “este” rápidamente llegamos a una bifurcación, de manera que tomando el ramal que sale a la derecha, comenzamos la aproximación al pie del “Pico del Convento” cuya imponente silueta no tardamos en contemplar frente a nosotros. Sistemáticamente, volveremos a escuchar una y otra vez de la persona que nunca haya hecho anteriormente esta ruta, aquello de: “Pero, ¿cómo vamos a subir allí arriba?...¡eso es imposible!”, sin embargo las apariencias engañan.

Los prolongados zig-zags de la pista nos van aproximando suavemente a nuestro objetivo, hasta que llega un momento en que acaba la pista, en el punto donde a la derecha, por lo general, flanqueado por dos hitos de piedra, tenemos la senda que nos lleva hasta la misma cumbre del ya cercano “Pico del Convento”. Pero antes es recomendable, continuar por una senda, que sigue la misma trayectoria, del carril que acaba de finalizar, para llevarnos en dirección este, nordeste, por una escalonada senda de algo menos de 200 m. entre matorrales y rocas, hasta un pequeño pradito al borde del mismísimo “Desfiladero del Gaitanejo”, donde el vuelo casi omnipresente de los asiduos buitres hará las delicias de todos los excursionistas al tiempo que entenderemos el por qué se le conoce a ese lugar como “Mirador de Las Buitreras”.

Ni que decir tiene que nos encontramos ante una de las balconadas naturales mas impresionantes de toda la provincia, conviene extremar la precaución si se va con niños y en general por parte de todos aquellos amantes a fotografiarse al filo de lo imposible, dda la gran altitud y verticalidad de las paredes. Las vistas hacia el estrecho valle del Guadalhorce que tenemos a nuestros pies son impresionantes, así como de “Los tajos del Almorchón, la cara suroeste del Huma y al otro lado del valle, el segundo desfiladero, conocido como “Desfiladero de Los Gaitanes”, popularmente conocido como “Garganta del Chorro”, en la distancia vemos con perfecta nitidez el puente que va de una pared a la otra, así como la torre del “Contra Embalse de la Encantada” situado en la altiplanicie de “La mesa de Villaverde” a donde se accede por la misma carretera que nos lleva a las “ruinas de Bobastro”. Aunque es un lugar proclive al viento frío que nos impide recrearnos mucho tiempo en el paisaje, si tenemos la suerte de llegar en un momento de calma chicha, con temperatura asequible, como fue nuestro caso, podemos llegar a perder la noción del tiempo. Tal es la embriagadora belleza del espectacular paisaje que tenemos ante nosotros.

Casi con pereza y siempre ante la cercana presencia de numerosos buitres, nos despedimos de tan privilegiado mirador, desandando el ramal del sendero que nos había llevado hasta allí, para regresar al carril y desde allí mismo, tomar la anteriormente mencionada senda que nos lleva ante el cercano “Pico del Convento”, una senda bien marcada, que se abre paso por el mar de jara y romero que la circunda, donde el zumbido de las abejas, cuyas colmenas vimos a medio carril, nos acompañará hasta prácticamente la misma cima, a donde llegaremos en poco mas de quince minutos, de haber iniciado esta senda. El tramo final, se puede afrontar con una fácil trepada muy escalonada y asequible para cualquier persona ó bien, caminando con precaución por su parte derecha, tal y como tenemos el último tramo de roquedo ante nosotros. Una vez allí, todo el grupo incluidos nuestros jovencitos compañeros de aventura: Dani, Ana y Nacho. La temperatura mas que agradable con ausencia total de viento nos permitieron disfrutar de un almuerzo inolvidable en tan privilegiado mirador. Donde a las vistas anteriormente descritas en dirección este, se unieron al oeste: algunos tramos del “Pantano del Conde de Guadalhorce” por encima de los que asomaban: “El Castellón de Teba ó Peñarrubia”, con el pueblo de Teba, Almargen y Cañete La Real al fonfo, al sur: La Sierra de Las Aguas y Alcaparain con la imponente quilla del “Grajo” y al norte: El embalse del Gaitanejo a nuestros pies, las paredes de arenisca de “Cuevas Pardas”, con los bosquetes de pinos que la circundan y “La Laguna de Fuente de Piedra”.

El descenso lo realizamos sin dificultad y sin prisas, pero sin pausas llegamos a la “Subestación Electrica del Gaitanejo” donde según se mire, comienza o termina “El Caminito del Rey”, encontrándonos con una puerta metálica recientemente instalada, dado que días antes, yo mismo había estado allí con un grupo de turistas alemanes, sin que existiera puerta alguna que impidiera el paso a los primeros metros del “Caminito del Rey” que unos 15 metros después ha sido destruido, al igual que en su otro extremo de “El Chorro” para evitar los muchos accidentes mortales que se produjeron antes de su cierre definitivo, dado el ruinoso estado en el que se encontraba. Se rumorea que hay un acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Ayto. de Ardales para su reforma, en lo que sería un gran atractivo turístico para toda la comarca, además de una versión del “Cares” a la andaluza, pero mucho me temo que todavía faltan muchos años para eso. A pesar de ello, mas de un compañero se las arregló para pasar al otro lado de la puerta y hacerse la foto soñada, nunca mejor dicho “al filo de lo imposible”.

Pero aún quedaban algunas postales mas del camino por recoger, la siguiente, por la senda que pasa por la orilla del pantano, ya con las últimas luces del día era “La Roseta” curiosa denominación para la no menos curiosa formación geológica en forma de gran arco al otro lado del pantano, formada según parece por el principal factor erosivo de toda esta zona, que no ha sido otro que el mismo cauce del río, que a través de millones de años, se ha ido abriendo paso, entre los elementos blandos de la areniscas que han dado lugar a las zonas mas anchas del valle, ó los mas estrechos, donde la dureza de las rocas, tan sólo ha permitido el paso a un estrecho tramo del río, horadando profundas gargantas. Así mismo, poco después la senda describe una prolongada curva a modo de herradura en lo que fue un antiguo meandro del río, donde nos encontramos con ruinas de antiguas viviendas rupestres, posterior refugio de pastores a partir de allí la senda comienza a subir de forma suave, con el pantano siempre a nuestra derecha, hasta que los pinos que nos flanquean, se abren lo suficiente para permitirnos ver el “Pico del Convento” al sureste, el último tramo de sendero es muy tendido y suave, pasando justo por delante del “La Presa de Gobantes” justo antes de llegar al corto y ancho túnel que sale justo al “Restaurante El Mirador” donde disfrutamos de una agradable merienda.

Antes de despedirnos nos hicimos la obligada foto en el cercano “Sillón del Rey” conmemorativo de la visita del Rey Alfonso XIII para la inauguración de lo que a principios de siglo fue la mayor obra de ingeniería hidráulica de todo el país. Y precisamente, para que el rey lo pudiera visitar en todo su conjunto se hizo el popularmente conocido “Caminito del Rey”.y con las cambiantes tonalidades de aquel atardecer de finales de otoño, flotando sobre las aguas del pantano, nos fuimos despidiendo hasta la próxima ruta, o hasta el próximo 2008.

Ascensión a La Cruz de Camarolos

sábado, 8 de diciembre de 2007

Ascensión a La Cruz de Camarolos, el encanto de una gran desconocida a cuyos pies nace el río Guadalmendina (Sierra de Camarolos, comarca nororiental de Málaga)

Cómo llegar: Para situarnos en el comienzo de esta ruta, debemos tomar como referencia el pueblo de “Villanueva del Rosario” que hasta no hace muchas décadas era una pedanía de “Archidona”, conocida como: “La Puebla de la Sauceda”. La forma mas fácil de llegar, la tenemos saliendo de la A-92 tal y como bajamos del “Puerto de las Pedrizas” dirección Granada (ó al contrario), tomando como referencia la antigua “MA-331”. Nada mas atravesar un pequeño puentecillo por el que llegamos a Villanueva del Rosario, hay que tomar la primera calle a la derecha y atravesar todo el pueblo, hasta que llegamos a un parque infantil con algunos paneles informativos y desde allí continuamos con los coches por una pista asfaltada que nos lleva hasta la ermita de La Virgen del Rosario (patrona del pueblo), frente a la cual hay un amplio aparcamiento que dado el alto número de participantes, resultó ser la plataforma perfecta para dejar allí los coches. Mientras llegaban los últimos compañeros la espesa niebla que cubría toda la hoya de Antequera hasta el “Puerto de Las Pedrizas”, se fue disipando y antes de dar el primer paso ya empezamos a maravillarnos con la espectacular panorámica que se puede disfrutar desde la ermita, situada en el llamado “Paraje natural del Hondonero” con el telón de fondo de la cara norte de la Sierra de Camarolos. Allí fue llegando una amplia comitiva de Ronda encabezada por el “Mago Gandalf”, así como míticos personajes de la costa como: “El Portador del Anillo”, “la Reina del Chocolate”, “La Dalia Negra”, “La Hormiga Atómica”, “El Elfo de la Malagueta”. Desde Córdoba: “El Caimán y La Sirenita de Puente Genil”, acompañados “Miss Córdoba”. Desde Sevilla: Felix “El Guapo”, Catherina y “El Profe”. Y de Madrid: Angeles y Diego de Madrid que por primera vez salían con Pasos largos al igual que: Estrella, Emilia, Emilia, Manni, Andrés y señora que venían de Chiclana, Cádiz.

Aunque estaba previsto ahorrarnos los 2,2 km de pista que nos faltaban hasta el teórico hito Nº 1 “El Llano del Hondonero” situado a unos 950 m. de altitud. A propuesta del “Portador del Anillo” echamos a andar desde la ermita bajo aquel cielo azul cristalino, dada la belleza del paisaje y el sano frescor de la mañana Una vez en el “Llano del Hondonero”: campo sembrado de cereales que queda a la derecha del camino, abandonamos la pista desde la que ya estábamos contemplando “El Chamizo Alto” frente a nosotros (dirección este) y comenzamos a caminar dirección suroeste, ante la atenta mirada de un impresionante peñón al noroeste, con magníficas paredes para la práctica de la escalada, se trata del lugar conocido como “El Nacimiento” que va a ser nuestra principal referencia visual en este primer tramo del camino.

Una vez que dejamos atrás el “Llano del Hondonero” continuamos caminando por una empinada pista forestal donde ya sólo se podría circular en “4x4”, pasando junto a una casa prefabricada pintada de verde y acercándonos a la base del mencionado peñón que ahora vemos cada vez mas cerca, estamos atravesando un bonito bosque de pinos salpicado de encinas a ambos lados del camino, para seguir subiendo hasta una zona propensa al barrizal donde sorteamos sin dificultad una cadena que impide el paso de vehículos. Seguimos subiendo un poquito mas y llegamos a un collado que da paso a un falso llano, que podríamos calificar de “planicie” (hito 2), nos encontramos a unos 1.150 m. de altitud rodeados de un paisaje calizo, salpicado de bosquecillos que representan la esencia de “Camarolos en estado puro”, desde aquí avanzando en dirección suroeste entramos en una especia de circo, donde comenzamos a encontrarnos aquí y allá con majuelos, rosales silvestres, arces y acebuches. Pronto dejaremos a nuestra izquierda un pequeño cortijo abandonado ubicado de forma inverosímil al pie de una de las impresionantes moles calizas que nos rodean. Y poco después nos topamos con la primera alambrada. Pero continuamos dirección suroeste, ascendiendo suavemente hacia la divisoria de aguas que tenemos en nuestra trayectoria, donde una picuda peña caliza nos sirve de referencia, aunque no lleguemos hasta ella.

Una vez en la divisoria de aguas nos encontramos en el punto clave de la ruta para no extraviarnos, ya que en este punto (hito 3), debemos pasar una alambrada que tenemos a nuestra izquierda. Pero ¡ojo!, al mismo tiempo a esta alambrada llega otra haciendo una “T” de tal manera que la finca que tenemos frente a nosotros de divide en dos y hay que escoger entre izquierda o derecha. pero entre el GPS del Duque de Juanar los conocimientos topográficos de rafa Ríos, la intuición del Maestro Gandalf y la Diosa Fortuna, que quiso enviarnos en ese momento a Juan, mas conocido como el “Profeta de Camarolos” (amigo del “Caimán de Puente Genil”) que casualmente pasaba por allí. Terminó de aclararnos la duda: indicándonos que había que atravesar la valla por la parte derecha, es decir, dejando a nuestro costado izquierdo la valla que divide la finca en dos. Y no al contrario, como yo había hecho cinco años en auqella excursión en solitario, bajo una densa niebla y amenaza inminente de tormenta, creyendo haber coronado “La Cruz de Camarolos”, cuando en realidad había ascendido al “Rodadero” jugándome el físico saltando de bloque en bloque, por rocas resbaladizas para evitar las profundas grietas.

Al poco de dejar atrás la valla, comenzamos a adentrarnos en el reino de la caliza, acompañados por el “Profeta de Camarolos” aunque la senda se iba difuminando y al principio parece haber varios ramales de senda, nosotros retomamos la dirección suroeste y empezamos la ascensión a Camarolos dejando a nuestra derecha una pequeña crestería que termina en las dos cumbres de “La Cruz de camarolos” que ya comenzamos a ver al fondo, la de la izquierda es donde se encuentra el punto geodésico al que llegarían poco después “Terremoto Carlitos” y Rafita “El coleccionista de Minerales” en singular disputa. Mientras tanto íbamos disfrutando del paisaje que nos rodeaba con el Chamizo Alto, que con sus 1.641 m de altitud, corona la Sierra del Jobo y a su vez de Camarolos, el Derrumbaero y el Piramidón en su vertiente nordeste y la vertical peña junto a Cerro Pelao en su vertiente oeste, a nuestra espalda. Se trata de una subida comodísima, ya que cada 100 m. ó menos las suaves rampas se van intercalando con pequeñas plazoletas a modo de praditos, salpicados de majuelos y pequeños quejigos y olmos. Y así llegamos hasta el último tramo de subida de “La Cruz de Camarolos” a cuyo punto geodésico (1.444 m.) accedimos tras superar un asequible canchal que no obstante, requiere de la ayuda de las manos para salvar algún escalón grande en algunos momentos y mantener el equilibrio en otros. Una vez arriba, bajo aquel cielo azul cristalino, salpicados de alargados lienzos de nubes aquí y allá pudimos disfrutar de magníficas vistas sobre Villanueva del Trabuco, parte de Archidona y su sierra mas allá y aún mas lejo, las míticas montañas de la sierra subbética cordobesa coronadas por La Tiñosa (techo de Córdoba), El Morrión y el Pico Cerezo, perfectamente nítidos al norte. Al sudeste “La Maroma” (techo de Málaga), imponente, con gran sensación de proximidad, Alcaucín sobre su falda oeste y Canillas sobre su falda sur, Periana dominando el pantano de “la Viñuela” y las blancas cumbres Sierra Nevada con el Mulhacén y el Veleta (techos de Granada y toda la Península) asomando por encima del Chamizo Alto, al sur la “Sierra de Mijas” y “Los Montes de Málaga” entre los que podemos ver el Mediterráneo y las cumbres del Rif ya en África y al oeste la prolongación del arco calizo central con la “Sierra del Co” en primer término, coronada por la mítica “Peña Negra”, “Sierra de Las Cabras”,Torcal con Villanueva de la Concepción a sus pies, yel “Camorro Alto” coronando la “Sierra Chimenea”, con “El Peñón de Algámitas” y “Cerro del Terril” (los techos de Sevilla) asomando por encima de un mar de nubes a su derecha y a la izquierda del Torcal la imponente silueta del Torrecilla coronando la “Sierra de Las Nieves”(el otro techo de Málaga) y mas allá casi en la misma trayectoria los dos techos de Cádiz, con los afilados perfiles del San Cristóbal y El Torreón en la Sierra de Los Pinos (“Parque natural Sierra de Grazalema”). Las sensaciones desde allí son difíciles de narrar pero trasladadas al pocker serían algo así como un “repocker de ases ó escalera de color”.

Una vez hechas las fotos paisajísticas y la de grupo iniciamos el descenso hacia el prado en forma de corredor, que teníamos a nuestros pies situado en la cara sur de Camarolos, donde nace el río Guadalmedina. Con la sensación compartida de estar disfrutando de una de esas jornadas montañeras imposibles de olvidar, por la gratísima sorpresa que supuso para la mayoría la espectacularidad de la belleza de esta gran desconocida llamada “Sierra Camarolos”, que hasta la fecha no habían pisado muchos de los integrantes de esta expedición. Sin embargo, no hay que olvidar que descendiendo por un canchal no se puede bajar la guardia y toda precaución es poca y fue nuestra amiga “Maribel Picapiedra” de Ronda, quien cayo de espaldas y de cabeza (mas difícil todavía) dentro de una sima, aunque los testigos mas próximos afirman que no había sima, antes de la caída. Lo cierto y verdad es que cuando yo llegué, todavía tenía el cuerpo y la cabeza dentro y los pies por los que la estaban sacando fuera. Tras el silencio expectante para ver en que estado salía nos quedamos sorprendisos al ver que tan sólo se había hecho una pequeña brecha en la cabeza y tan sólo se encontraba algo mareada. Rápidamente la “Duquesa de Juanar” echó mano de su completo botiquín para cortar la hemorragia y todos los compañeros se ofrecieron para echar una mano, siendo llevada casi en parihuelas, por “Wendolyn Mari Paz”, “Rafa Márquez, “El Aristóles de la senda” y “Don Fernando el Diácono” ya con la estola puesta, por si había que hacer una última confesión antes de laextrema unción. Llegando en unos instantes al cercano prado, donde disfrutamos del almuerzo, al pie de la Cruz de Camarolos por su cara sur y a escasos metros de un espectacular nevero y del nacimiento del Guadalmedina, que el Duque de Juanar localizó de forma milimétrica con su GPS.

Sin embargo, mientras comía, yo sabía que nos dejábamos algo atrás, hasta que caí en la cuenta de que no nos habíamos asomado a la otra cumbre de “La Cruz de Camarolos”. Dada la proximidad a la que todavía nos encontrábamos no fueron pocos los compañeros que secundaron la idea, mientras el resto del grupo, daba por bueno haber coronado la cumbre oficial, terminando de almorzar de forma mas relajada. En poco mas de diez minutos ya estábamos en la cumbre norte de “La Cruz de Camarolos” (1.443 m.) que a diferencia de la sur (1.444m.) nos ofrece unas vistas espectaculares sobre “Villanueva del Rosario” y toda la comarca que la rodea. Fue en esta segunda subida, con mayor nitidez aún en la atmósfera, cuando fuimos plenamente consciente de que nos encontrábamos en un mirador absolutamente privilegiado desde donde se veían con claridad meridiana las dos cumbres mas altas de cinco provincias andaluzas, mas el Rif, a otro lado de las brillantes aguas del Mediterraneo donde se reflejaban los rayos del sol. Pero para no hacer esperar al resto de compañeros, iniciamos un rápido descenso por la cara suroeste de la cumbre sur (la del punto geodésico), a través de una preciosa senda muy vertical con enormes escalones calizos por donde había subido minutos antes Sean “El Canadiense Errante”.

Una vez reagrupados todos con el almuerzo ya finalizado y el viento frío en aumento, llegado era el momento de iniciar el camino de regreso, para ello siguiendo los consejos de “El Profeta de Camarolos” de manera que nos pusimos en marcha dirección este, llaneando a través del prado donde nos encontrábamos con el primer tramo de Guadalmedina, seco tras los últimos meses sin llover, a nuestra derecha, hasta el punto donde éste describe un brusco giro ala derecha (dierrección sur), excavando un profundo barranco y nosotros giramos a la izquierda, dirección nordeste, iniciando un suave faldeo para rodear el farallón rocoso que teníamos a nuestra izquierda donde nos llamó la atención la curiosa formación rocosa de “Las Tetas de Camarolos” por encima de las cuales pasaron cresteando: Sean “El Canadiense Errante” y Rafa Ríos “El Hombre que balizaba los caminos”, rodeando mas tarde el “Cerro Realengo” también a nuestra izquierda, por su cara sur y este, por las que fuimos salvando varias alambradas hasta llegar a una escalonada senda que nos devolvió a la altiplanicie, del primer tramo del camino, cerca de la casita bajo las paredes calizas, sobre las cuales recortaban su silueta un grupo de cabras montesas que andaban de forma majestuosa bajo la luz del atardecer.

Antes de darnos cuenta ya estábamos descendiendo por la pista que pasa a través del bosque de pinos y encinas, situado junto al impresionante peñón qur preside “El Llano del Hondonero” llegando todos juntos a la ermita unos 20 minutos después bajo espesas nubes que comenzaron a cubrir toda la sierra y a teñir de oscuro aquel atardecer, como si se tratara de unas grandes cortinas que se cerraban ante nosotros y las luces del escenario que ya comenzaban a apagarse tras la gran función que acabábamos de disfrutar.

Crónica: Juan I. Amador
Fotos: Rafa Flores, Fernando Jiménez, Juan A. Mena y Juan I. Amador
Video: Rafa Ríos "El hombre que valizaba los caminos"

viernes, diciembre 07, 2007

Ascensión a Cancha Armola

Ascensión a Cancha Armola (1.407 m.), desde la Venta “El rincón taurino” (980 m.) (Sierra del Oreganal)
sábado, 1 de diciembre de 2007

Desde antes de de las 9,30 am. empezamos a llegar la treintena de amigos que aquella histórica jornada nos dimos cita en la venta “El Rincón Taurino” (carretera San Pedro-Ronda), para subir a “Cancha Armola”. A punto estábamos ya, de echar a andar, mochilas y bastones en ristre, cuando hacía su entrada triunfal en el aparcamiento “Manolo Supersónico” haciendo honor a su nombre, al mas puro estilo “Starsky & Hush” tras haber mantenido una media de 173 km./h. desde el Rincón de la Victoria hasta el punto de encuentro.

Hecha la foto de rigor con el desafiante coloso al fondo, conectados ya los “walkies” de cabeza y cola, y descartada la opción tradicional de subir desde el camino que parte frente al “Cortijo de Las Aguzaderas” para evitar la imprevisible reacción de quien primero dispara y después pregunta. Iniciamos la caminata por el primer tramo de carretera que nos lleva hacia Cartajima, bajo el cielo azul radiante que fue la nota predominante de aquel otoño tan seco. Antes de llegar al cruce de Parauta abandonamos la carretera por su margen derecho, con el coloso calizo en todo momento, frente a nosotros. Dejando la cantera a nuestra derecha y la carretera cada vez mas abajo, a nuestra izquierda para realizar la aproximación hacia su base. De tal manera, que habiendo dejado ya detrás un primer tramo algo incómodo por la aulagas, descendimos por un suave tobogán hasta una zona de areniscas donde en unos instantes nos vimos rodeados de cazadores que con sus escopetas al hombro recortaban la silueta de los collados mas próximos. Hecho el primer reagrupamiento, fuimos ganando altura con bastante comodidad por una suave barranquera que ya nos dejó situados a media ladera.

El tránsito por el canchal de mas de 500 m. que nos separaba del farallón rocoso que ya se adivinaba en la zona de antecumbre se hizo sin prisas pero sin pausas, como les gusta caminar a nuestra compañera alemana “Saskia Walschburger” ó al Suizo “Gerhard Haupt” flamantes fichajes de Pasos Largos que también nos acompañaban en esta ocasión. No obstante, fue en este tramo donde se llegó a alcanzar la mayor la mayor diferencia tanto en tiempo como en distancia entre el grupo de “los escapados” y la cola del pelotón, desde donde nuestro compañero: Juan Manuel Payán (“El Topo”), nos informaba que se veía obligado a abandonar por lo complicada que se le estaba haciendo la subida a su novia Conchi “La de los ojos transparentes”, que no tuvo mejor ocurrencia que presentarse a la ruta en “zapatillas de tenis”. Sabia decisión la de retirarse a tiempo, porque las hostilidades del canchal no habían hecho mas que empezar.

Superando la pendiente constante por un terreno bastante pedregoso llegamos a una pequeña pradera donde realizamos la segunda parada de reagrupamiento, mientras el “Gran Maestro Gandalf” desplegaba un mapa de la zona para explicarle a sus discípulos el punto donde se encontraban y la continuación del itinerario.
Tal y como fuimos subiendo, el cielo se fue cubriendo de nubes, incluida la cercana cumbre, que está formada por un tremendo canchal a modo de meseta, en contraste con las verticales paredes que circundan sus caras sur y oeste. Así que aprovechando un clarito entre nube y nube, reanudamos la marcha para afrontar el último tramo de subida, que curiosamente es el mas suave en lo que a pendiente se refiere, pero el mas complicado en cuanto al tipo de suelo por ser siempre la cumbre la zona mas expuesta al proceso de karstificación, resultando un terreno muy agreste por la proliferación de rocas afiladas, casi siempre húmedas y resbaladizas por el paso de las nubes y la gran cantidad de grietas entre unas y otras. Lo cual no fue impedimento para que minutos antes que nosotros pasaran como una exhalación el grupo de escapados entre los que se encontraban: Rafa Ríos “El Pirata de la pata de palo”, “Andrés CSI”, “Geyperman Salvador” y “Mari Paz La Francesita” que se impuso ante todo pronóstico en un espectacular sprint, para tocar en primer lugar el rudimentario punto geodésico de este coloso calizo, coronado por una rudimentaria pirámide de pedruscos, a la que fuimos llegando poco a poco todo el grupo (1.407 m.). No siendo posible recrearnos demasiado con las vistas, ya que al estar rodeados por un mar de nubes bajas, a penas pudimos vislumbrar intermitentemente, la localidad de Ronda al norte, curiosamente soleada y la cara norte del piramidal “Cerro Malhacer” al sur, hacia donde nos pusimos a caminar sin demora para evitar enfriarnos con el persistente viento que arrastraba el mar de nubes bajo el que estábamos inmersos.

Al poco de iniciar el descenso hacia la piramidal silueta del “Malhacer” por una empinada ladera, donde pequeños tramos de hierba, nos facilitaron el caminar para poder apoyar los pies entre roca y roca, llegamos a una praderita ligeramente inclinada que girando un poco a la derecha (dirección oeste) nos dejó frente a la entrada de la curiosa “Cueva del Moro”, lugar idílico, resguardado del viento, donde disfrutamos de una apacible comida montañera, en la que una vez mas, reinó la camaradería y el buen humor entre los distintos compañeros de aventura con especial protagonismo para las lentejas y el chorizo ecológico de “Manolo Supersónico”.

Tras el apacible almuerzo, reanudamos la marcha atravesando la “Cueva del Moro” una curiosa cavidad a modo de túnel, de unos 20 m. de largo y casi 10 m. de ancho (en su interior), que atraviesa un farallón rocoso y que con su juego de luces, sombras y siluetas recortadas a la salida de la misma, hizo las delicias de los mas prestigiosos reporteros allí presentes, como: Manuela “La Dama de Hierro”, Patri “La Reportera del Huma”, Rafa Flores “El Mago Gandalf” ó Angel “El Montaraz de Navacerrada” a estos dos últimos pertenecen las fotos de esta crónica. A la salida de la cueva pudimos disfrutar de una panorámica espectacular de la interesantísima y desconocida “Sierra del Oreganal” coronada por el Cerro de Jarstepar (1.425 m.) que teníamos frente a nosotros, mientras íbamos descendiendo con los pies de lado y el freno de mano echado, por una empinada pradera salpicada de rocas procedentes de “derrumbaderos”, que nos llevó hasta el borde de una de las imponentes paredes verticales que flanquean la cara suroeste de “Cancha Armola” donde nos habían llevado nuestros pasos.

Sin duda, nos encontrábamos ante el mayor desafío de la jornada: “Mari Luz Pies de Gato”, Reinaldo “El Senescal de la Bahía” Darío “El Magnífico” y Sean “El Canadiense Errante” hicieron un primer intento bajando por el centro del terraplén, pero a pesar de los pocos metros que les faltaba, para llegar a la otra pradera que se encontraba mas abajo, decidieron regresar sobre sus pasos, pensando en la excesiva dificultad del destrepe para otros compañeros. Descartada esta primera posibilidad, Rafa Flores, “El Mago Gandalf de la Serranía” optó por destrepar a través de la vertiginosa cornisa que teníamos a nuestra izquierda y de una forma verdaderamente mágica consiguió llegar abajo antes de que pudiéramos darnos cuenta, además de los compañeros anteriormente mencionados (que habían descartado la primera opción), siguieron sus pasos al filo de lo imposible, con un espectacular destrepe: Manuela “La Dama de Hierro”, Jesús “El hombre que construía los caminos” y “Manolo Supersónico” amante de las fuertes sensaciones cargadas de adrenalina.
Mientras el resto de los mortales esperaba desde arriba instrucciones del “Mago Gandalf” que buscaba sin descanso una zona mas asequible para que realizáramos el descenso: Cristina “La Dama Blanca”, “Mari Paz la Francesita” y “el que narra esta crónica” buscaban una tercera opción por el extremo derecho del terraplén (siempre en el sentido descendente), pero tras girar un primer tramo de pared por un inestable derrumbadero que parecía asequible, llegaron al límite de una vertiginosa cornisa aún mas peligrosa. Por lo que nos vimos obligados a regresar sobre nuestros pasos, uniéndonos al resto del grupo, que ya había conseguido descender por la zona central, a través de un escalonado destrepe que no estando exento de peligro, resultó ser lo mas asequible, para que todos los integrantes del grupo llegáramos al prado de abajo sanos y salvos, gracias a las instrucciones del “Mago Gandalf” y la inestimable ayuda de Fernando “El Duque de Juanar” y Ángel que haciendo honor a su nombre, nos echaron una mano en el tramo mas peligroso de destrepe, donde había que pasar por debajo de una alambrada, al filo de una pared de mas de 5 m. previos al pradito de abajo, donde ya nos esperaban el resto de compañeros animándonos entre bromas, vítores y aplausos.

Tras el celebrado reagrupamiento, reiniciamos la marcha rodeando la cumbre en el sentido de las agujas del reloj, mientras caminábamos muy cerca de la base de las paredes que circundan Cancha Armola, llegando a su cara norte, ó zona de umbría, con preciosas vistas sobre Ronda ó lo que es lo mismo: “La ciudad soñada” sobre el “Prado de La Moraleda” hacia el que fuimos descendiendo, sin dejar de rodear la cumbre, conforme las rocas de la zona de umbría se iban haciendo mas resbaladizas. Y así continuamos faldeando la ladera, esta vez con la esbelta silueta de “La Peineta de Sierra Hidalga” al nordeste, llegando por cuarta vez en la jornada a una alambrada, que en esta ocasión nos obligó a pasar al mas puro estilo “Steve McQueen”, mientras venían a mi mente los acordes del tema principal de “La Gran Evasión” (“Elmer Bernstein”).

De uno en uno fuimos haciendo el cuerpo a tierra para pasar bajo la reforzada alambrada, a partir de la cual intensificamos el ritmo de marcha facilitado por pequeñas sendas de cabras, que rodean la cara este de “Cancha Armola” por la que proseguimos faldeando hasta situarnos en un collado que ya daba vistas a la cercana cantera. La bajada desde allí a la misma hubiera sido rápida y sencilla, pero por tratarse de una propiedad privada, tuvimos que proseguir rodeando la montaña y al mismo tiempo la cantera, por una zona de denso matorral que le dio aún mayor épica a este último tramo de ruta. Regresando a la “Venta del Rincón Taurino” a eso de las 17,00 pm. donde nos despedimos con una merendola a lo grande y brindis incluido. Estando también presente, nuestros compañeros: Juanma “El Topo” y la debutante Conchi con un impresionante “tomate” provocado por un esguince de tobillo sufrido en el camino de regreso, poco después de abandonar a media subida, que le supuso, además de una “cédula” en el ambulatorio de “San Roque”, diez días de baja y escribir mil veces: “No volveré a subir Cancha Armola con zapatillas de tenis”.


Y así finalizaba esta inédita ruta circular de 11 kms. Con un desnivel acumulado de 795 m., habiendo empleado unas 7 horas, con paradas incluidas.
La guinda del pastel para aquella bonita jornada montañera, la pusieron las impresionantes tonalidades de rosa y naranja que fueron tiñendo uno de los atardeceres mas bellos que recuerdo haber visto en mucho tiempo, hasta el punto de que parecía como si los colores fueran cambiando en cada curva que íbamos trazando en nuestro descenso hacia San Pedro con el mediterráneo cada vez mas cerca.

Fotos: Ángel Romero y Rafa Flores
Datos técnicos: Reinaldo y Fernando
Crónica: Juan Ignacio Amador

sábado, noviembre 24, 2007

V Edición, Viaje a Chef Chauen, Noviembre 2007

Éxito de participación en la V Edición del Viaje a Chef Chauen por parte de nuestros compañeros de Pasos Largos:



Me despierta el cántico del mohaecin que desde lo alto de su alminar llama los fieles a la oración, poco han cambiado las cosas aqui. “Ala Adbar,
Ala Adbar” Ala es grande, Ala es grande y mahoma es su profeta”, es lo que desde altas horas de la madrugada y regidos por el tiempo lunar, despierta a la población que dormita en la noche de los tiempos. Amanece en Xahuen.
Tiempo pasará de esta aventura y estoy convencido que en la memoria de todos quedara el recuerdo de este inolvidable viaje.

Día 1, Jueves 1 de noviembre de 2007, día de todos los Santos
La temperatura es algo fresca en la mañana, los pronósticos del tiempo auguran buen tiempo aunque fuerte levante para los próximos días.
Son las cinco y media de la mañana cuando llego a la parada de autobús, protegidos bajo el edificio están ya esperando algunos compañeros con sus abultadas mochilas, nadie falta a esta primera cita, nos unimos con otros dos vehículos conducidos por nuestros amigos y compañeros Rafa Ríos y Salvador Moreno, que llevarán al resto del personal. Nos falta recoger a Rosa, Cristóbal, Magda y Arturo, que nos esperan en el puerto de Algeciras.
La carretera de San Pedro como era de prever nos recibe con las mismas curvas de siempre.
Llegamos al puerto de Algeciras a la hora prevista 7:30 h donde nos esperan el resto de la expedición, que cierra el grupo con un total de veintiún componentes.

Son prácticamente las ocho así que decidimos desayunar tranquilamente y coger el próximo barco de las nueve.
Listos los pasajes y listos para embarcar en un magnifico y llamativo barco de última generación que nos cruzara el estrecho en tan solo 35 minutos, recuerdo hace años, aquellos lentos barcos que podían tardar mas de hora y media.
Durante la travesía el mar esta algo movido, vemos algunos delfines, pero la travesía resulta tranquila, el sol se deja ver dando una pintoresca nota de color a las grises aguas.

El desembarco se hace de una manera rápida y ordenada y de un tirón nos plantamos en una gasolinera cercana, donde llenar los depósitos con el combustible mucho mas barato que en la península. Enfilamos nuestros coches hacia la frontera no sin antes atravesar esta histórica ciudad de Ceuta.
El cruce de la frontera es como siempre caótico, lleno de burocracia y de oportunistas dispuestos a ganarse unos dirham por nada y menos. Rafa Ríos, Salva Moreno y yo, nos encargamos de la documentación de los coches y de los pasaportes cada miembro. Una hora y media aproximadamente nos robará pasar esta aduana.
Muchos de los que nos acompañan no han estado nunca en Marruecos y él hecho de estar en un país diferente al nuestro en todos los sentidos y saber que estamos también en un continente diferente, Africa, hace que se viva esta experiencia de una forma más real.
Emprendemos camino y nada mas pasar el último control ya empezamos a observar el caos circulatorio, mujeres cargadas hasta más no poder la multitud se arremolina alrededor, de unos puestos ambulantes y mercedes taxis por todas partes.
El tiempo parece que se mantiene dejando vislumbrar de vez en cuando un paisaje inexplicablemente verde y lleno de contrastes. Al cabo de poco tiempo empezamos a ver la ciudad de Tetuan, ciudad que perteneció al protectorado de España hasta hace pocas décadas.
La circunvalación de esta ciudad nos evita atravesarla para así coger el desvío que nos lleva a nuestro destino. Hasta ahora la carretera ha sido buena, bien pavimentada y señalizada donde las ya conocidas rotondas lo invaden todo. Es a partir del cruce donde la carretera se estrecha y su sinuosidad la hace parecerse a cualquier carretera comarcal de nuestra querida Serranía.
Puestos improvisados al pie de la carretera y una chiquillería vendiendo madroños reclaman nuestra atención. Observamos como el viento de levante deja una corona de nubes en las montañas que corren paralelas a nuestra carretera. Han pasado ya casi nueve horas cuando vemos aparecer Xauen rodeadas de una orografía que aunque similar a la nuestra no deja por eso de sorprendernos.
Pese a la hora de menos de diferencia con este país no son nuestros relojes los que marcan las tres sino nuestros resentidos estómagos que piden algo de alimento.
Una tarde algo calurosa para esta época nos recibe. Después de dejar los vehículos y cargar con nuestras mochilas nos encaminamos hacia nuestro Hostal por unas tortuosas pero azuladas calles que nos recuerdan de forma explícita donde nos encontramos. Nos recibe el que ya será para todos nuestro amigo Ichann, simpático y siempre con una sonrisa. Esta pensión será nuestro hogar en los próximos cuatro dias. Humilde pero limpia, austera pero con lo mínimo para hacernos pasar buenos momentos y someros descansos al cuerpo fatigado que siempre agradecerá. Nos repartimos las habitaciones deseosos de comer así que salimos guiados por nuestro olfato al restaurante más cercano donde nos agasajaremos con un almuerzo por todo lo alto en un lugar de ambiente cálido y acogedor. Ese día tan solo nos dará para dar una vuelta por esta encantadora ciudad donde los primerizos saldrán encantados con la cantidad de sensaciones que les brindará. Tras una liviana cena, nos marchamos para la pensión y a descansar e intentar que también nuestra cabeza repose después de este ajetreado dia.


Día 2, Viernes 2 de noviembre de 2007
Los cánticos llamando a la oración nos desvelan de madrugada y ya pocos podrán conciliar el sueño. Así pues muchos de nosotros madrugamos y a las claras del día salimos en busca de alguna buena foto. El desayuno nos espera en la soleada terraza. El día amanece despejado.
A la hora acordada emprendemos la marcha, hemos decidido subir todo lo posible con los coches hasta donde podamos, y quitarnos así las mas de cuatro horas de caminata por un carril sin mucho valor, y así adelantar tiempo para poder aprovechar la jornada en el pinsapar.

Después de una hora aproximada nos situamos en una antesala donde ya podemos vislumbrar al fondo el maravilloso circo calizo cuajado de frondosas coníferas y que mas tarde confirmaremos ¡pinsapos!. A medida que avanzamos el paisaje se va haciendo mas agreste dejándonos contemplar tremendas gargantas que sirven de escape a las aguas torrenciales que de seguro caerán en esta zona cuando los húmedos vientos provenientes del Atlántico se acercan para enfriarse y descargar aquí toda su apreciada carga. Pequeños rebaños de menudas cabras domesticas se ven de vez en cuando acompañados de viejos pastores. Ya en el puerto la panorámica es espectacular con una visión casi general del Rif y al fondo el Mar de nubes que no nos abandonará, Estamos en el llamado puerto de las nieves que en Arabe la traducción es complejísima y casi intraducible. Desde aquí partimos hacia un próximo montículo donde se puede adivinar una panorámica general del valle, merece la pena, las vistas son espectaculares y la visión global que se tiene de esta parte del Rif, te dan idea de lo inmenso de esta cordillera del Norte de Africa. Después de comer algo, el grupo mas numeroso decide bajar tranquilamente por el tortuoso sendero hacia Xauen, otro grupo menos numeroso partimos hacia una de las cimas próximas, nuestra intención es llegar a un collado y desde ahí intentar hacer la cumbre sur, la mas alta de ambas. El sendero no es complicado y pronto llegamos al puerto, desde aquí dos compañeras se quedan esperando y el resto partimos, no sin antes cerciorarnos de la proximidad de la niebla que sube apresurada amenazando nuestro objetivo. Iniciada las primeras rampas y una vez casi bordeada la cumbre y a unos 200 metros de esta, vemos con temor que la niebla sube de forma peligrosa, ante lo peligroso del descenso, la prudencia se hace valer una vez mas y decidimos abortar el ataque a la cumbre y regresar, bajando hacia el collado. Una vez allí volvemos a los vehículos y regreso a Xauen, no sin antes detenernos en una pequeña casa de campesinos y ganaderos de estas montañas donde les agasajamos con ropa y zapatos que algunos de nosotros llevábamos en el coche con esa intención, las caras de sincera felicidad y agradecimiento, sobre todo por los niños nos hacen pensar en lo humilde y simple de sus vidas, nos regalan a todos unas hogazas de pan recién echo, en un horno de barro como antaño se realizaban por nuestras tierras. Nos despedimos de ellos. Bislama, Bislama, adiós, adiós……..

Día 3, Sábado 3 de noviembre de 2007
El día amanece nuevamente esplendido. Todos hemos descansado bien, salvo por la sinfonía de ronquidos que mas bien parece haber compartido habitación con el macho Alfa, espalda plateada. Para este día la idea es ir a la garganta de Quaziin y culminar en el Puente de Dios, por lo que desayunamos una hora antes. Tras el magnifico y ya conocido desayuno emprendemos la marcha primero en nuestros coches y esta vez si por unas estrechas y poco asfaltadas carreteras locales hasta el lugar de partida. Emprendemos la caminata y tras unos minutos comenzamos a subir por unas empinadas escaleras terrizas con sus peldaños apuntalados con troncos y estacas de madera, vamos ganando altura y aproximadamente a la hora de caminata llegamos a nuestro destino, nos quedamos todos gratamente sorprendidos al contemplar tan colosal arco de piedra que une ambas paredes de esta garganta, de aproximadamente 75 metros de altura y de una veintena de metros de ancho, el color rojizo de la piedra es mas llamativo aún por los rayos de sol que caen sobre él. Descargamos a discreción decenas de fotos. Como dice un dicho “la necesidad, da alas a la imaginación” así pues haciendo gala del ingenio marroquí nos encontramos un improvisado puesto de comida montado a la entrada del mismo arco, las estanterías modelo Ikea piedra, donde degustamos un buen té que nos pondrá las pilas a todos. Desde aquí un numeroso grupo decide regresar desandando el camino hasta el punto de partid y otros optamos por cruzar al otro lado de la garganta y seguir subiendo guiados por los consejos de algunos caminantes para ir a buscar la unión con otra garganta y tratar de localizar la gran cascada, otro atractivo de esta zona. Emprendemos la empinada y tortuosa vereda, que no para de subir. El camino se va haciendo cada vez más pendiente y como marchamos cada uno a su ritmo el grupo va haciendo el chicle, donde las fuerzas de cada uno van rindiendo tributo personal a la montaña.
Llegado un punto algunos compañeros deciden cortar y bajar por un sendero alternativo. Nosotros seguimos subiendo y subiendo, paramos de vez en cuando y sorprendidos miramos en al rededor las maravillosas panorámicas, paisajes que quedan inmortalizados en nuestras cámaras. Por el camino nos sorprende gustosamente el regalo que la naturaleza nos brinda con el rico sabor de los abundantes y rojos madroños, nuestra compañera Pilar es la primera sorprendida y no deja madroñal vivo. Después de casi una hora de subida ininterrumpida y viendo que el camino toma un rumbo diferente al que pensábamos y después de sopesar los pro y los contra, decidimos darnos la vuelta y regresar al punto de partida. Increíble la cantidad de personas que toman este camino que también les llevará a una aldea próxima.


Llegamos a Xauen, donde después de una sorteada ducha, saciaremos nuestro apetito con la esplendida comida Rifeña, en un restaurante típico y donde todos charlaremos sobre las vivencias de este bonito día.

Día 4, Domingo 4 de noviembre de 2007
Nos levantamos sabiendo que hoy nos marchamos. Tras hacer las últimas compras que por supuesto incluyen los deliciosos pasteles, emprendemos camino sobre la una y media de la tarde hacia la frontera. Al cruzar ya la aduana de Algeciras es donde a todos se nos queda esa sensación que te embarga cuando sabes que dejas algo que te ha colmado literalmente todos los sentidos.
En nuestra despedida es unánime el sentimiento de satisfacción por compartir esta inolvidable experiencia que quedará grabada para el resto de nuestras vidas.

A tod@s mis compañer@s de Aventura.