sábado, noviembre 24, 2007

V Edición, Viaje a Chef Chauen, Noviembre 2007

Éxito de participación en la V Edición del Viaje a Chef Chauen por parte de nuestros compañeros de Pasos Largos:



Me despierta el cántico del mohaecin que desde lo alto de su alminar llama los fieles a la oración, poco han cambiado las cosas aqui. “Ala Adbar,
Ala Adbar” Ala es grande, Ala es grande y mahoma es su profeta”, es lo que desde altas horas de la madrugada y regidos por el tiempo lunar, despierta a la población que dormita en la noche de los tiempos. Amanece en Xahuen.
Tiempo pasará de esta aventura y estoy convencido que en la memoria de todos quedara el recuerdo de este inolvidable viaje.

Día 1, Jueves 1 de noviembre de 2007, día de todos los Santos
La temperatura es algo fresca en la mañana, los pronósticos del tiempo auguran buen tiempo aunque fuerte levante para los próximos días.
Son las cinco y media de la mañana cuando llego a la parada de autobús, protegidos bajo el edificio están ya esperando algunos compañeros con sus abultadas mochilas, nadie falta a esta primera cita, nos unimos con otros dos vehículos conducidos por nuestros amigos y compañeros Rafa Ríos y Salvador Moreno, que llevarán al resto del personal. Nos falta recoger a Rosa, Cristóbal, Magda y Arturo, que nos esperan en el puerto de Algeciras.
La carretera de San Pedro como era de prever nos recibe con las mismas curvas de siempre.
Llegamos al puerto de Algeciras a la hora prevista 7:30 h donde nos esperan el resto de la expedición, que cierra el grupo con un total de veintiún componentes.

Son prácticamente las ocho así que decidimos desayunar tranquilamente y coger el próximo barco de las nueve.
Listos los pasajes y listos para embarcar en un magnifico y llamativo barco de última generación que nos cruzara el estrecho en tan solo 35 minutos, recuerdo hace años, aquellos lentos barcos que podían tardar mas de hora y media.
Durante la travesía el mar esta algo movido, vemos algunos delfines, pero la travesía resulta tranquila, el sol se deja ver dando una pintoresca nota de color a las grises aguas.

El desembarco se hace de una manera rápida y ordenada y de un tirón nos plantamos en una gasolinera cercana, donde llenar los depósitos con el combustible mucho mas barato que en la península. Enfilamos nuestros coches hacia la frontera no sin antes atravesar esta histórica ciudad de Ceuta.
El cruce de la frontera es como siempre caótico, lleno de burocracia y de oportunistas dispuestos a ganarse unos dirham por nada y menos. Rafa Ríos, Salva Moreno y yo, nos encargamos de la documentación de los coches y de los pasaportes cada miembro. Una hora y media aproximadamente nos robará pasar esta aduana.
Muchos de los que nos acompañan no han estado nunca en Marruecos y él hecho de estar en un país diferente al nuestro en todos los sentidos y saber que estamos también en un continente diferente, Africa, hace que se viva esta experiencia de una forma más real.
Emprendemos camino y nada mas pasar el último control ya empezamos a observar el caos circulatorio, mujeres cargadas hasta más no poder la multitud se arremolina alrededor, de unos puestos ambulantes y mercedes taxis por todas partes.
El tiempo parece que se mantiene dejando vislumbrar de vez en cuando un paisaje inexplicablemente verde y lleno de contrastes. Al cabo de poco tiempo empezamos a ver la ciudad de Tetuan, ciudad que perteneció al protectorado de España hasta hace pocas décadas.
La circunvalación de esta ciudad nos evita atravesarla para así coger el desvío que nos lleva a nuestro destino. Hasta ahora la carretera ha sido buena, bien pavimentada y señalizada donde las ya conocidas rotondas lo invaden todo. Es a partir del cruce donde la carretera se estrecha y su sinuosidad la hace parecerse a cualquier carretera comarcal de nuestra querida Serranía.
Puestos improvisados al pie de la carretera y una chiquillería vendiendo madroños reclaman nuestra atención. Observamos como el viento de levante deja una corona de nubes en las montañas que corren paralelas a nuestra carretera. Han pasado ya casi nueve horas cuando vemos aparecer Xauen rodeadas de una orografía que aunque similar a la nuestra no deja por eso de sorprendernos.
Pese a la hora de menos de diferencia con este país no son nuestros relojes los que marcan las tres sino nuestros resentidos estómagos que piden algo de alimento.
Una tarde algo calurosa para esta época nos recibe. Después de dejar los vehículos y cargar con nuestras mochilas nos encaminamos hacia nuestro Hostal por unas tortuosas pero azuladas calles que nos recuerdan de forma explícita donde nos encontramos. Nos recibe el que ya será para todos nuestro amigo Ichann, simpático y siempre con una sonrisa. Esta pensión será nuestro hogar en los próximos cuatro dias. Humilde pero limpia, austera pero con lo mínimo para hacernos pasar buenos momentos y someros descansos al cuerpo fatigado que siempre agradecerá. Nos repartimos las habitaciones deseosos de comer así que salimos guiados por nuestro olfato al restaurante más cercano donde nos agasajaremos con un almuerzo por todo lo alto en un lugar de ambiente cálido y acogedor. Ese día tan solo nos dará para dar una vuelta por esta encantadora ciudad donde los primerizos saldrán encantados con la cantidad de sensaciones que les brindará. Tras una liviana cena, nos marchamos para la pensión y a descansar e intentar que también nuestra cabeza repose después de este ajetreado dia.


Día 2, Viernes 2 de noviembre de 2007
Los cánticos llamando a la oración nos desvelan de madrugada y ya pocos podrán conciliar el sueño. Así pues muchos de nosotros madrugamos y a las claras del día salimos en busca de alguna buena foto. El desayuno nos espera en la soleada terraza. El día amanece despejado.
A la hora acordada emprendemos la marcha, hemos decidido subir todo lo posible con los coches hasta donde podamos, y quitarnos así las mas de cuatro horas de caminata por un carril sin mucho valor, y así adelantar tiempo para poder aprovechar la jornada en el pinsapar.

Después de una hora aproximada nos situamos en una antesala donde ya podemos vislumbrar al fondo el maravilloso circo calizo cuajado de frondosas coníferas y que mas tarde confirmaremos ¡pinsapos!. A medida que avanzamos el paisaje se va haciendo mas agreste dejándonos contemplar tremendas gargantas que sirven de escape a las aguas torrenciales que de seguro caerán en esta zona cuando los húmedos vientos provenientes del Atlántico se acercan para enfriarse y descargar aquí toda su apreciada carga. Pequeños rebaños de menudas cabras domesticas se ven de vez en cuando acompañados de viejos pastores. Ya en el puerto la panorámica es espectacular con una visión casi general del Rif y al fondo el Mar de nubes que no nos abandonará, Estamos en el llamado puerto de las nieves que en Arabe la traducción es complejísima y casi intraducible. Desde aquí partimos hacia un próximo montículo donde se puede adivinar una panorámica general del valle, merece la pena, las vistas son espectaculares y la visión global que se tiene de esta parte del Rif, te dan idea de lo inmenso de esta cordillera del Norte de Africa. Después de comer algo, el grupo mas numeroso decide bajar tranquilamente por el tortuoso sendero hacia Xauen, otro grupo menos numeroso partimos hacia una de las cimas próximas, nuestra intención es llegar a un collado y desde ahí intentar hacer la cumbre sur, la mas alta de ambas. El sendero no es complicado y pronto llegamos al puerto, desde aquí dos compañeras se quedan esperando y el resto partimos, no sin antes cerciorarnos de la proximidad de la niebla que sube apresurada amenazando nuestro objetivo. Iniciada las primeras rampas y una vez casi bordeada la cumbre y a unos 200 metros de esta, vemos con temor que la niebla sube de forma peligrosa, ante lo peligroso del descenso, la prudencia se hace valer una vez mas y decidimos abortar el ataque a la cumbre y regresar, bajando hacia el collado. Una vez allí volvemos a los vehículos y regreso a Xauen, no sin antes detenernos en una pequeña casa de campesinos y ganaderos de estas montañas donde les agasajamos con ropa y zapatos que algunos de nosotros llevábamos en el coche con esa intención, las caras de sincera felicidad y agradecimiento, sobre todo por los niños nos hacen pensar en lo humilde y simple de sus vidas, nos regalan a todos unas hogazas de pan recién echo, en un horno de barro como antaño se realizaban por nuestras tierras. Nos despedimos de ellos. Bislama, Bislama, adiós, adiós……..

Día 3, Sábado 3 de noviembre de 2007
El día amanece nuevamente esplendido. Todos hemos descansado bien, salvo por la sinfonía de ronquidos que mas bien parece haber compartido habitación con el macho Alfa, espalda plateada. Para este día la idea es ir a la garganta de Quaziin y culminar en el Puente de Dios, por lo que desayunamos una hora antes. Tras el magnifico y ya conocido desayuno emprendemos la marcha primero en nuestros coches y esta vez si por unas estrechas y poco asfaltadas carreteras locales hasta el lugar de partida. Emprendemos la caminata y tras unos minutos comenzamos a subir por unas empinadas escaleras terrizas con sus peldaños apuntalados con troncos y estacas de madera, vamos ganando altura y aproximadamente a la hora de caminata llegamos a nuestro destino, nos quedamos todos gratamente sorprendidos al contemplar tan colosal arco de piedra que une ambas paredes de esta garganta, de aproximadamente 75 metros de altura y de una veintena de metros de ancho, el color rojizo de la piedra es mas llamativo aún por los rayos de sol que caen sobre él. Descargamos a discreción decenas de fotos. Como dice un dicho “la necesidad, da alas a la imaginación” así pues haciendo gala del ingenio marroquí nos encontramos un improvisado puesto de comida montado a la entrada del mismo arco, las estanterías modelo Ikea piedra, donde degustamos un buen té que nos pondrá las pilas a todos. Desde aquí un numeroso grupo decide regresar desandando el camino hasta el punto de partid y otros optamos por cruzar al otro lado de la garganta y seguir subiendo guiados por los consejos de algunos caminantes para ir a buscar la unión con otra garganta y tratar de localizar la gran cascada, otro atractivo de esta zona. Emprendemos la empinada y tortuosa vereda, que no para de subir. El camino se va haciendo cada vez más pendiente y como marchamos cada uno a su ritmo el grupo va haciendo el chicle, donde las fuerzas de cada uno van rindiendo tributo personal a la montaña.
Llegado un punto algunos compañeros deciden cortar y bajar por un sendero alternativo. Nosotros seguimos subiendo y subiendo, paramos de vez en cuando y sorprendidos miramos en al rededor las maravillosas panorámicas, paisajes que quedan inmortalizados en nuestras cámaras. Por el camino nos sorprende gustosamente el regalo que la naturaleza nos brinda con el rico sabor de los abundantes y rojos madroños, nuestra compañera Pilar es la primera sorprendida y no deja madroñal vivo. Después de casi una hora de subida ininterrumpida y viendo que el camino toma un rumbo diferente al que pensábamos y después de sopesar los pro y los contra, decidimos darnos la vuelta y regresar al punto de partida. Increíble la cantidad de personas que toman este camino que también les llevará a una aldea próxima.


Llegamos a Xauen, donde después de una sorteada ducha, saciaremos nuestro apetito con la esplendida comida Rifeña, en un restaurante típico y donde todos charlaremos sobre las vivencias de este bonito día.

Día 4, Domingo 4 de noviembre de 2007
Nos levantamos sabiendo que hoy nos marchamos. Tras hacer las últimas compras que por supuesto incluyen los deliciosos pasteles, emprendemos camino sobre la una y media de la tarde hacia la frontera. Al cruzar ya la aduana de Algeciras es donde a todos se nos queda esa sensación que te embarga cuando sabes que dejas algo que te ha colmado literalmente todos los sentidos.
En nuestra despedida es unánime el sentimiento de satisfacción por compartir esta inolvidable experiencia que quedará grabada para el resto de nuestras vidas.

A tod@s mis compañer@s de Aventura.

1 comentario :

  1. Me encantan las fotos de este artículo... Muy coloridas... ¿Quién las hizo?

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