domingo, diciembre 16, 2007

Pico del Convento

Sábado, 15 de diciembre de 2007

Buitreras del Gaitanejo y Pico del Convento

Esta claro que cada ruta tiene su encanto y siempre encontraremos mas de un motivo que justifiquen nuestra visita. Sin embargo, pocas rutas, ofrecen tantos alicientes como podemos encontrarnos en este entretenido itinerario, donde con un agradable paseo, asequible para toda la familia, podemos disfrutar de variados paisajes y grandiosas panorámicas dignas de una postal.

El primer hito lo tenemos a la vista, ya ants de bajarnosdel coche, tal y como estamos aparcando frente al restaurante el kiosco, con la casa del ingeniero (actual sede de la “Conferederación Hidrográfica del Sur”), al otro lado del recoleto tramo del pantano que tenemos a nuestros pies, donde una casita con terraza al mas puro estilo “Rivendel” se refleja sobre las aguas turquesas que tenemos ante nosotros.

A continuación tal y como nos ponemos a caminar por la carretera, en dirección al cercano “Restaurante El Mirador” nos encontramos con un tunelillo excavado en la arenisca, de menos de 2 m. de altura, que tras 150 m. de divertida travesía, nos conduce al otro lado de la montaña con vistas al “Embalse del Gaitanejo” donde quedan retenidas las aguas del río Guadalhorce.

Continuando la senda por un precioso pinar, dirección sureste, no tardaremos en enlazar con la pista que comienza en el “Restaurante El Mirador” y siguiendo dirección “este” rápidamente llegamos a una bifurcación, de manera que tomando el ramal que sale a la derecha, comenzamos la aproximación al pie del “Pico del Convento” cuya imponente silueta no tardamos en contemplar frente a nosotros. Sistemáticamente, volveremos a escuchar una y otra vez de la persona que nunca haya hecho anteriormente esta ruta, aquello de: “Pero, ¿cómo vamos a subir allí arriba?...¡eso es imposible!”, sin embargo las apariencias engañan.

Los prolongados zig-zags de la pista nos van aproximando suavemente a nuestro objetivo, hasta que llega un momento en que acaba la pista, en el punto donde a la derecha, por lo general, flanqueado por dos hitos de piedra, tenemos la senda que nos lleva hasta la misma cumbre del ya cercano “Pico del Convento”. Pero antes es recomendable, continuar por una senda, que sigue la misma trayectoria, del carril que acaba de finalizar, para llevarnos en dirección este, nordeste, por una escalonada senda de algo menos de 200 m. entre matorrales y rocas, hasta un pequeño pradito al borde del mismísimo “Desfiladero del Gaitanejo”, donde el vuelo casi omnipresente de los asiduos buitres hará las delicias de todos los excursionistas al tiempo que entenderemos el por qué se le conoce a ese lugar como “Mirador de Las Buitreras”.

Ni que decir tiene que nos encontramos ante una de las balconadas naturales mas impresionantes de toda la provincia, conviene extremar la precaución si se va con niños y en general por parte de todos aquellos amantes a fotografiarse al filo de lo imposible, dda la gran altitud y verticalidad de las paredes. Las vistas hacia el estrecho valle del Guadalhorce que tenemos a nuestros pies son impresionantes, así como de “Los tajos del Almorchón, la cara suroeste del Huma y al otro lado del valle, el segundo desfiladero, conocido como “Desfiladero de Los Gaitanes”, popularmente conocido como “Garganta del Chorro”, en la distancia vemos con perfecta nitidez el puente que va de una pared a la otra, así como la torre del “Contra Embalse de la Encantada” situado en la altiplanicie de “La mesa de Villaverde” a donde se accede por la misma carretera que nos lleva a las “ruinas de Bobastro”. Aunque es un lugar proclive al viento frío que nos impide recrearnos mucho tiempo en el paisaje, si tenemos la suerte de llegar en un momento de calma chicha, con temperatura asequible, como fue nuestro caso, podemos llegar a perder la noción del tiempo. Tal es la embriagadora belleza del espectacular paisaje que tenemos ante nosotros.

Casi con pereza y siempre ante la cercana presencia de numerosos buitres, nos despedimos de tan privilegiado mirador, desandando el ramal del sendero que nos había llevado hasta allí, para regresar al carril y desde allí mismo, tomar la anteriormente mencionada senda que nos lleva ante el cercano “Pico del Convento”, una senda bien marcada, que se abre paso por el mar de jara y romero que la circunda, donde el zumbido de las abejas, cuyas colmenas vimos a medio carril, nos acompañará hasta prácticamente la misma cima, a donde llegaremos en poco mas de quince minutos, de haber iniciado esta senda. El tramo final, se puede afrontar con una fácil trepada muy escalonada y asequible para cualquier persona ó bien, caminando con precaución por su parte derecha, tal y como tenemos el último tramo de roquedo ante nosotros. Una vez allí, todo el grupo incluidos nuestros jovencitos compañeros de aventura: Dani, Ana y Nacho. La temperatura mas que agradable con ausencia total de viento nos permitieron disfrutar de un almuerzo inolvidable en tan privilegiado mirador. Donde a las vistas anteriormente descritas en dirección este, se unieron al oeste: algunos tramos del “Pantano del Conde de Guadalhorce” por encima de los que asomaban: “El Castellón de Teba ó Peñarrubia”, con el pueblo de Teba, Almargen y Cañete La Real al fonfo, al sur: La Sierra de Las Aguas y Alcaparain con la imponente quilla del “Grajo” y al norte: El embalse del Gaitanejo a nuestros pies, las paredes de arenisca de “Cuevas Pardas”, con los bosquetes de pinos que la circundan y “La Laguna de Fuente de Piedra”.

El descenso lo realizamos sin dificultad y sin prisas, pero sin pausas llegamos a la “Subestación Electrica del Gaitanejo” donde según se mire, comienza o termina “El Caminito del Rey”, encontrándonos con una puerta metálica recientemente instalada, dado que días antes, yo mismo había estado allí con un grupo de turistas alemanes, sin que existiera puerta alguna que impidiera el paso a los primeros metros del “Caminito del Rey” que unos 15 metros después ha sido destruido, al igual que en su otro extremo de “El Chorro” para evitar los muchos accidentes mortales que se produjeron antes de su cierre definitivo, dado el ruinoso estado en el que se encontraba. Se rumorea que hay un acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Ayto. de Ardales para su reforma, en lo que sería un gran atractivo turístico para toda la comarca, además de una versión del “Cares” a la andaluza, pero mucho me temo que todavía faltan muchos años para eso. A pesar de ello, mas de un compañero se las arregló para pasar al otro lado de la puerta y hacerse la foto soñada, nunca mejor dicho “al filo de lo imposible”.

Pero aún quedaban algunas postales mas del camino por recoger, la siguiente, por la senda que pasa por la orilla del pantano, ya con las últimas luces del día era “La Roseta” curiosa denominación para la no menos curiosa formación geológica en forma de gran arco al otro lado del pantano, formada según parece por el principal factor erosivo de toda esta zona, que no ha sido otro que el mismo cauce del río, que a través de millones de años, se ha ido abriendo paso, entre los elementos blandos de la areniscas que han dado lugar a las zonas mas anchas del valle, ó los mas estrechos, donde la dureza de las rocas, tan sólo ha permitido el paso a un estrecho tramo del río, horadando profundas gargantas. Así mismo, poco después la senda describe una prolongada curva a modo de herradura en lo que fue un antiguo meandro del río, donde nos encontramos con ruinas de antiguas viviendas rupestres, posterior refugio de pastores a partir de allí la senda comienza a subir de forma suave, con el pantano siempre a nuestra derecha, hasta que los pinos que nos flanquean, se abren lo suficiente para permitirnos ver el “Pico del Convento” al sureste, el último tramo de sendero es muy tendido y suave, pasando justo por delante del “La Presa de Gobantes” justo antes de llegar al corto y ancho túnel que sale justo al “Restaurante El Mirador” donde disfrutamos de una agradable merienda.

Antes de despedirnos nos hicimos la obligada foto en el cercano “Sillón del Rey” conmemorativo de la visita del Rey Alfonso XIII para la inauguración de lo que a principios de siglo fue la mayor obra de ingeniería hidráulica de todo el país. Y precisamente, para que el rey lo pudiera visitar en todo su conjunto se hizo el popularmente conocido “Caminito del Rey”.y con las cambiantes tonalidades de aquel atardecer de finales de otoño, flotando sobre las aguas del pantano, nos fuimos despidiendo hasta la próxima ruta, o hasta el próximo 2008.

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