domingo, abril 20, 2008

P.R. G-79 Sendero del río Arenteiro (Ourense)

P.R.-G.79 Sendero del río Arenteiro: De O Carballiño a Pazos Arenteiro (Red de Sendeiros “Terras do Avia", Ourense).
Existe una comarca al noroeste de la provincia de de Ourense denominado “Terras do Avia” donde existe una maravillosa red de senderos que nos llevan por lugares verdaderamente mágicos y representativos del encanto de la Galicia interior con pueblos pequeñitos que son una auténtica joya del románico como “Pazos de Arenteiro”, monasterios como el de la localidad de “Leiro”, “Boborás” ó pueblos mas importantes como Ribadavia o Carballiño, de gran importancia en la industria vinícola, ganadera, paisajística y monumental.

Precisamente el sendero de pequeño recorrido: “PR-G79 Senda do río Arenteiro”, teóricamente comienza en la preciosa área recreativa que posee la localidad de “O Carballiño” a orillas del río Arenteiro, que es el gran protagonista de esta ruta. A esta área llegamos fácilmente saliendo de “O Carballiño” por la carretera nacional que se dirige a “Pontevedra”. Sin embargo, como en toda ruta lineal debemos prever que un taxi o alguien con quien quedemos previamente nos recoja al final de trayecto. O bien dejar nuestro coche en el final previsto de recorrido y llegar al inicio en otro transporte público o privado. En mi caso, al llegar a “Pazos de Arenteiro” llame a un taxi de la cercana localidad de “Leiro” y que por la razonable cantidad de 20 € me devolvió al aparcamiento del área recreativa de “O Carballiño” donde había dejado el coche, después de desayunar en el centro de esta localidad, que se halla situada en el extremo noroeste de la provincia de Ourense, atravesada por la cuenca del río Arenteiro.

“O Carballiño” (Ourense)
Esta zona estuvo habitada desde el Neolítico y fue durante la Edad Media, con el asentamiento de la orden monástica del Císter en Oseira, cuando comenzó el desarrollo económico de la comarca. Auténtico símbolo de “O Carballiño”, es el Templo de la Veracruz, que siempre me deja con la boca abierta, obra reciente del arquitecto Antonio Palacios, donde podemos apreciar la armónica fusión de trazas bizantinas, prerrománicas, románicas y góticas. Una auténtica joya arquitectónica infinitamente superior a la mayoría de los templos que se construyen hoy en día, bajo la etiqueta de arte moderno y diseño vanguardista, de muy dudoso sentido de la estética.

Otros puntos de interés son el yacimiento castreño de San Cibrán de Las, el Pazo de los Quiroga y Santa Baia de Banga, joya del románico que alberga hermosas pinturas murales policromadas (s. XVI).
Uno de los principales atractivos turísticos de O Carballiño es su condición de estación balnearia. Las aguas termales, conocidas desde época romana, tienen sus dos referentes principales en las Caldas de Partovia y el Gran Balneario. Por su parte, el río Arenteiro concentra grandes áreas de ocio como las playas fluviales del Cuco y la Piscifactoría o el Parque Municipal, donde comienza nuestra ruta a pie hasta “Pazos de Arenteiro” por el “PR-G79 Senda do río Arenteiro”.
Los alrededores del municipio poseen un alto valor ecológico y paisajístico, con abundantes manchas de bosque autóctono. En el sur del término municipal es posible contemplar el peculiar cultivo en terrazas de sus viñedos, que producen los apreciados vinos de Ribeiro. Por último, en el vecino municipio de San Cristovo de Cea se halla el Monasterio de Oseira (s. XII), de gran monumentalidad y altamente recomendable para visitar si disponemos de tiempo para ello.
PR-G79 Senda do río Arenteiro: De O Carballiño a Pazos Arenteiro (Red de Sendeiros “Terras do Avia”, Ourense).
La ruta parte del Parque Municipal do Carballiño,junto a la piscifactoría, donde ya nos encontraremos con unos paneles y balizas debidamente señalizadas, que nos irán indicando en todo momento nuestro recorrido, anunciándonos en muchas ocasiones, el hito ó la aldea/localidad siguiente que nos espera en el camino, así como distancia a la misma ó a la anterior que ya hemos dejado atrás, lo cual, nos viene muy bien si hacemos el recorrido en sentido contrario.

Todavía dentro del parque fluvial de “O Carballiño” nos quedaremos maravillados por la grandiosidad de la peña granítica conocida como: “Pena dos Namorados” a la que podemos acceder por unas escalerillas esmeradamente preparadas y muy bien mantenidas para uso y disfrute de todos los visitantes de este precioso parque, donde también nos encontraremos con el camping municipal y una serie de bungalows, inspirados en los genuinos castros celtas, en perfecta armonía con el entorno que lo rodea, hasta el punto de hacernos sentir en un lugar idílico tipo “La Comarca” de donde parten: Frodo, Sam, Merryl y Pippin, a su encuentro con el “Mago Gandalf” en taberna del “Pony Pisador en la aldea de Bree”. Y para demostraros que a pesar de ser sevillano, no exagero en absoluto, sólo hace falta retomar la senda y abandonar el parque, caminando siempre junto al río Arenteiro, que vamos a cruzar por primera vez por un precioso puente con templete a la altura del molino conocido como “Muíño do Anxo” junto al interesante ecomuseo y el Parque Etnográfico do Arenteiro, donde ya nos despedimos definitivamente de las instalaciones del parque fluvial, por unas escaleras a modo de pasarelas instaladas estratégicamente para salvar unas escarpadas zonas rocosas que flanquean el río por la orilla por la que vamos ahora, hasta que volvemos a caminar por una empedrada senda donde incluso nos vamos a encontrar con algunas piedras de molienda, horadadas en el centro por el inconfundible orificio donde iba instalado el torno. Y en unos minutos llegaremos tocaremos un punto donde coincidimos con la carretera nacional que se dirige a Pontevedra, pero que abandonamos inmediatamente, tomando un puente por el que atravesaremos por segunda vez el río Arenteiro, que vamos a abandonar hasta llegar al lugar que nos marca la baliza de: “Ponterriza 2km.”.

Pasaremos ahora por caminos vecinales de tierra, que traviesan extensiones de aulaga, brezo, retama, pinos y eucaliptos, que se intercalan con pequeñas huertas de carácter familiar donde observamos plantaciones de maiz, viñas, tomateras, etc… Nada mas atravesar un puente de piedra, ya estamos en “Ponterriza”, pequeña aldea, que nos da la bienvenida con un pequeño horreo a la izquierda y un cruceiro a la derecha. La llegada a una aldea por pequeña que sea, siempre puede prestarse a confusión para continuar el camino correcto a la salida de la misma, pero en este caso las inconfundibles balizas amarillas y blancas de “P.R.” están muy bien señalizadas, encontrándonos así con la indicación: “Moldes 1,6 km.”, localidad a la que llegamos en poco mas de 20 minutos, por paisajes de prados típicamente gallegos, intercalados con algunos bosques de roble y algunas parcelas separadas por pequeños muretes de piedra, tras los cuales, nos miran pacíficamente las vacas que pastan tranquilamente la buena hierba del norte. Y así llegamos hasta la “Iglesia de San Mamede de Moldes” que prácticamente marca la mitad del recorrido, que vamos a dejar a nuestra derecha, para comenzar una ligera ascensión siguiendo la doble indicación: “Paradela” 900 m. y “Ponte do Castro” 2,5 km., llegando a la aldea en pocos minutos a través de un bosque de grandes pinos, intercalados con algún que otro roble, eucaliptos y helechos de gran altura.

Al llegar a “Paradela” nos encontramos con la doble indicación de “Ponte do Castro” 1,6 km. y “Cima de vila–Cabanelas” 3,2 km. ante nosotros tenemos un profundo valle por donde bajan las aguas del río Arenteiro al que llegaremos en permanente descenso a través de un tupido bosque de pinos, por una senda flanqueada de grandes helechos que nos llevará hasta el preciso puente medieval conocido como “Ponte do Castro” tras el cual nos espera la subida mas prolongada y larga del día, que aunque no coincida con la gráfica oficial, a mí se me antojó cercana a los 200 m. de desnivel, en a penas un kilómetro de distancia. Hasta que salimos a una carretera vecinal, que fue el único punto de posible confusión por no encontrarse allí ninguna señalización, pero tomando a mano derecha, se llega en poco mas de 10 minutos, a la tranquila aldea de “Cima de Vila”, a partir de aquí el resto del camino discurre en permanente descenso, a tan sólo 700 m. de distancia, se encuentra “Cabanela” aldea algo mayor que la anterior donde destaca su cementerio junto a la iglesia parroquial y las casas, orientadas al sur, difuminadas por la ladera, donde encontramos innumerables fuertecitos, asentados sobre bancales, a buen seguro labrados durante siglos de tradición y buen hacer.

Y en permanente y acusado descenso llegamos vamos acercándonos al ruidoso cauce del río Arenteiro, pasando junto a las ruinas del molino “Muiño do Arenteiro”, tras el cual atravesaremos un precioso puente de sillería de dos ojos, “Ponte de Pazos de Arenteiro” y siguiendo el cauce del río, llegamos por una preciosa pasarela de madera, con sus barandillas, meticulosamente preparadas, hasta el conocido “Pozo dos Fumes”, que hace referencia a una poza, sobre la que cae una estruendosa cascada entre unas rocas, por debajo de las cuales discurre el agua, como si hubiera desaparecido el río por arte de magia, saliendo de entre dichas rocas una permanente nube de vapor de agua, de donde le viene su denominación de “Fumes”. Ni que decir tiene, que este tramo del río, a tiro de piedra de la localidad de “Pazos de Arenteiro” resulta verdaderamente idílico y para darle un mayor toque de fantasía, alguien tuvo a bien la idea, de esculpir unas caras y figuras varias, sobre algunas grandes piedras del río, permaneciendo una parte esculpidas y el resto en bruto tal cual. De regreso al “Ponte de Pazos de Arenteiro” volvemos a cruzarlo, para entrar en el pueblo, ya que el tramo hasta el “Pozo dos Fumes”, es tan sólo un pequeño ramal de la ruta, sin salida, como complemento a la misma.

Pazos de Arenteiro (Concello de “Boborás”)
Al llegar a la pequeña localidad de “Pazos de Arenteiro” nos llamará la atención la espectacularidad de sus casas señoriales aún engalanadas por los escudos heráldicos esculpidos en granito. De repente nos encontraremos pasando junto a un cruceiro, casas de piedra con sus fuertecitos de viñedos y cuidados jardincitos con flores de mil colores. Donde aún se conservan, maltratados por el tiempo, algunos de los más bellos pazos gallegos, como el de Cervela, en la misma plaza de Pazos de Arenteiro.

Para entrar en esta localidad, declarada en 1985 monumento histórico-artístico y bien de interés cultural, hay que cruzar el río Arenteiro. Todavía se mantiene el puente del siglo XV, sobre cuyo arco mayor aparece grabada la cruz del Santo Sepulcro y el relieve de una figura que para unos es el constructor del puente y para otros un santo desconocido. El río, a su paso por Pazos de Arenteiro nos regala un paisaje precioso, discurriendo entre una vegetación exuberante, que con un caudal abundante, en este tramo final busca precipitadamente desaguarse en el Avia, donde desemboca en las proximidades de Leiro.

Pazos fue encomienda de los templarios y luego, al suprimirse esta orden, pasó a la de Jerusalén. Gozó de esplendor entre los siglos XVII y XIX, y su olvido comenzó con la "Desamortización de Mendizábal”, que en 1846 sacó a subasta monumentos y bienes eclesiásticos. Casi todos sus edificios son de piedra, de la llamada arquitectura popular gallega.

Una especie de sacristana, que sólo habla gallego, cuida la iglesia de San Salvador, patrón del lugar. Conserva una portada de un románico primitivo con capiteles de motivos florales y aves. El templo guarda un retablo renacentista con las imágenes de Nuestra Señora de los Ángeles, San Bartolomé, San Juan Bautista y un Ecce Homo. A la entrada, una curiosa cajita de madera para depositar las limosnas de ánimas con figuritas talladas en su parte superior. En el suelo, antiguas lapidas de difuntos, cuyos familiares tenían que pagar el derecho de estar allí, lo cual curiosamente se hacia en vino ( del siglo XVII se conserva el dato de que tenia que ser "medio cañado de vino tinto anual"). No hay que olvidar que estamos en la comarca del Ribeiro, zona de buenos vinos, como dice el refrán: "El vino de Beade, aunque sea como vinagre". Junto al ábside hay un cepillo de ánimas al que siempre acompaña alguna vela encendida o pequeños ramos de flores. El pedir por los difuntos está muy arraigado en el alma gallega.
En Pazos era costumbre que, cuando fallecía alguien, la campana de la iglesia tocara al amanecer, para recordar que todos debían rezar por el alma del difunto. Al lado de San Salvador, el palacio de la Encomienda (actual rectoral), con una interesante escalera de piedra y escudos de la orden de Malta. Algunas de las casas muestran puertas de madera carcomida, mientras la hierba y el musgo, alimentados por la lluvia, crece entre las piedras. La construcción más importante es el pazo de los Cervela, con un historiado escudo de piedra; también perteneció a esta familia la denominada casa de Arriba, en la parte alta del lugar.
Población (2007): 150 habitantes.
Accesos : a 38 kilómetros de Orense. Por la N-541 (desviándose a 26 kilómetros en O Carbaliño), o por la N-120 (desviándose a 23 kilómetros en Ribadavia ).
Alojamiento : en Leiro, Souto. Tfono. 988. 48 81 81. En O Carballiño, Arenteiro. Tfono. 988. 27 05 58, Baccus. Tfono. 988. 27 32 26, Esclavo. Tfono. 988.27 04 95 y Derby. Tfono. 988.27 00 43.
Gastronomía : en el bar del Puente y de Vila.
La mejor vista : desde el puente, antes de entrar.
Visitar : iglesia de San Salvador, con retablo renacentista; Casa Rectoral y una serie de casonas, muchas de ellas con escudos de los siglos XVIII y XIX, como la de los Cervela, Feijoo, Do Cantón y Doña Elisa; calle de Pazos y vista general del pueblo con el puente del siglo XV.

FICHA TÉCNICA DE LA RUTA:
PR-G79 Senda do río Arenteiro: De O Carballiño a Pazos Arenteiro (Red de Sendeiros “Terras do Avia”, Ourense).
.Longitud11,4 km.
Desnivel aproximado: 300 m.
DificultadBaja. Duración 4 horas. Conexiones Con los PR-G 76 y 77.Punto partida y llegadaParque de O Carballiño / Pazos de Arenteiro (El motivo principal de hacerlo en esta dirección es porque los casi 300 m. de desnivel de los que consta esta ruta se realizarían predominantemente en descenso, si bien hay un par de “toboganes”, especialmente el segundo, a la altura del km. 7, que se hace un poquito duro).
Hitos principales del recorrido:Parque do Carballiño, Pena dos Namorados, Muíño do Anxo, Ponterriza, Moldes, Paradela, Cima de Vila, Cabanelas e Pazos de Arenteiro. Material Recoméndase utilizar botas de montaña, xa que a ruta nalgunhas zonas próximas ao río discorre por paraxes húmidas. Servicios O Carballiño e Pazos de Arenteiro (junto al puente de entrada al pueblo).
Calificación según sistema M.I.D.E (Puntuaciones del 1 al 5)
Medio (severidad del medio natural): 1
Itinerario (dificultad de orientación en el itinerario): 2
Desplazamiento (dificultad del terreno por el que discurre): 3
Esfuerzo (cantidad de esfuerzo necesario, entre 3 y 6 horas): 3
Accesos O Carballiño é unha das principais vilas da provincia de Ourense. Para chegar a Pazos de Arenteiro, ver PR-G 76. Acceso en bicicleta Non apto. Acceso a cabalo Non apto. Cartografía I.G.N. 1:25.000 Nº 187-I Carballiño e 187-III Maside. Máis información Mancomunidad turística "Terras do Avia" Rúa Gabino Bugallal, 39. 32420 Leiro Tel.: 988 488 701 / Fax: 988 488 005Federación Galega de Montañismo Edificio das Federacións Deportivas Galegas Rúa Fotógrafo Luis Ksado, 17, of. 10. 36209 Vigo Tel.: 986 208 758 / Fax: 986 207 407 e-mail: info@fgmontanismo.com http://www.fgmontanismo.com/

Juan Mingolla Gallardo, Pasos Largos, el último bandolero

Juan Mingolla Gallardo, alias Pasos Largos :(nacido en El Burgo en 1870 y fallecido en Sierra Blanquilla el 18 de marzo de 1934) fue un bandolero andaluz, considerado el último que actuó en la Serranía de Ronda.
El apodo Pasos Largos lo hereda de su padre que lo recibió por su peculiar forma de andar. Su natural carácter taciturno se acentuó durante el servicio militar que presta en Cuba entre 1895 y 1898.
Al retornar a España recibe la noticia del fallecimiento de su hermano mayor, inmediatamente su hermano menor abandona el hogar familiar para casarse y, en 1901, fallece su madre. La desmembración de su familia, de la que es un gran amante, convierte a Pasos Largos en una persona cada vez más huraña e introvertida, y comienza a dedicarse a la caza furtiva, pasando la mayor parte del día en la sierra.
Se aficiona también al juego lo que hace que, además de perder todo el dinero que consigue, se involucre constantemente en riñas y peleas.
Denunciado por el guarda de la finca El Chopo como cazador furtivo, es detenido por la Guardia Civil y apaleado. Juan Migolla decide entonces vengarse y el 8 de mayo de 1916 tras localizar al hijo del denunciante le descarga dos balazos en la cabeza tras lo cual lo remata con la hoz que lleva éste "para que no sufra". Luego va a buscar al padre y con la misma hoz le da muerte. La saña con la que perpetra los asesinatos deja constancia del odio y la ira que dominan su personalidad.
Perseguido por la justicia huye y se refugia en una sierra que sus prácticas de caza furtiva hace que conozca a la perfección. Las cuevas de Clavelino, Lifa y Sopalmillos se convierten en sus refugios, y comienzan sus tropelías, hazañas y leyendas que lo presentan como un bandolero compasivo, noble y generoso.
Así se cuenta que en cierta ocasión sorprendió a dos guardias civiles a los que desarmó y dejó en libertad para que volvieran a Ronda y contaran lo sucedido. En el camino los alcanza un muchacho y les devuelve de su parte las armas "para que sus jefes no los castiguen".
Su especialidad es el secuestro, destacando entre ellos el de Diego Villarejo, un rico propietario de Cuevas del Becerro, del que obtiene 10.000 reales. Pero al ser la víctima un personaje influyente en la provincia malagueña, el suceso llegó a oídos de las más altas esferas del país que convierten su busca y captura en una cuestión prioritaria, acentuada por el hecho de que sus necesidades pecuniarias, derivadas de su afición al juego, le hace extorsionar y chantajear a los hacendados rondeños entre los que se encuentra el propio alcalde de Ronda, Juan Peinado Vallejo.
El 14 de agosto de 1916 es traicionado por la mujer de un cabrero en cuya cabaña encontraba Pasos Largos refugio de forma habitual. La Guardia Civil entabla con el bandolero un cruce de disparos que lo alcanzan y lo dejan malherido a pesar de lo cual consigue huir cayendo por un barranco donde permanece inconsciente durante varias horas. Cuando recobra el conocimiento sólo puede dirigirse a Ronda, al Café Sibajas, en la calle principal de la ciudad, donde jugaba a menudo. Allí decide entregarse y cuando las fuerzas de la autoridad lo detienen cuentan que la gente que allí estaba lo vitorearon y arroparon. Pasos Largos es condenado a cadena perpetua cumpliendo condena en el penal de Figueras donde se agrava la tuberculosis que había contraído durante su estancia en Cuba. Trasladado en 1932 al presidio del Puerto de Santa María logra ese mismo año la libertad al otorgarle el gobierno republicano un indulto debido a su buena conducta y a su estado de salud.
Cuando vuelve a Ronda es Diego Villarejo, aquél hacendado al que secuestró, el que le ofrece trabajo como guarda en una de sus fincas. El trabajo le dura poco ya que la libertad en la sierra es lo que más ansía. Vuelve así a la caza furtiva y a cometer pequeños robos que lo llevan en varias ocasiones a la cárcel municipal.
Cierto día roba una escopeta en el cortijo de Lifa y vuelve, con más de sesenta años, a la vida de bandolero en la sierra hasta que, el 18 de marzo de 1934, la Guardia Civil recibe informes que sitúan a Pasos Largos en la cueva de Solpalmillo, situada en Sierra Blanquilla, en el corazón de la Sierra de las Nieves. Fuerzas de la benemérita de Arriate, Igualeja, Serrato, El Burgo, y Cuevas del Becerro lo sitian y le invitan a que se rinda o si no lo matarán a lo que él responde: "Pos máteme". El tiroteó termina con Pasos Largos muerto por dos disparos, uno en el vientre y otro en el pecho.

60 años después de la muerte de Juan Mingolla Gallardo, nace en Ronda la "Asociación Senderista Pasos Largos" considerada en la actualidad como una de las mas activas de todo el sur de España tal y como podéis comprobar en: http://www.pasoslargos.com/, sin duda alguna a fecha de hoy, su mayor activo es la riqueza y variedad del grupo humano que hoy forman los mas de 200 socios que la componen.
Ver videoclip de Pasos Largos:







sábado, abril 19, 2008

Parque Natural del Lago de Sanabria (Zamora)

Parque Natural del Lago de Sanabria (comarca noroccidental de Zamora)

El parque está situado al noroeste de la provincia de Zamora, dentro de la comarca natural de Sanabria en una zona montañosa configurada por las Sierras Segundera y Cabrera . La altitud del parque varia entre los 997 metros a que se encuentran las orillas del lago, hasta los 2.124 metros del pico mas alto que es Peña Trevinca, techo provincial compartido por Zamora y Ourense. Constituye un lugar magnifico donde estudiar la accion de los glaciares sobre el terreno, a traves de numerosos itinerarios a pie
Se trata de una zona montañosa con profundos valles, en la que se encuentran multitud de lagunas de origen glaciar. La más importante de ellas es el Lago de Sanabria. El Parque Natural del Lago de Sanabria ocupa una extension de 22.365 Has. y dentro de sus limites se encuentra el lago glaciar mas grande de la península ibérica (368,5 Has.), así como numerosas lagunas dispersas por la sierra y distintos vestigios del fenómeno glaciar: valles encajados, morrenas, caos, ... etc.
Un impresionante glaciar con lenguas de hielo de más de 20 kilómetros sirvió de origen al actual Lago de Sanabria. Hoy, sus 318 hectáreas de superficie y una profundidad que alcanza hasta 51 metros, le convierten en el mayor la Península Ibérica. Es por ello que el Parque constituye un lugar magnífico donde estudiar la acción de los glaciares sobre el terreno, a través de numerosos itinerarios a pie, a través de la interesante red de senderos que nos ofrece este espacio natural tan bello. Asi, además de caminar por las numerosas rutas que recorren la montañas, el gran lago y lagunas circundantes, en contacto directo con la naturaleza, se pueden visitar los pueblos situados dentro y fuera del parque, donde todavía es posible comprender como es la vida rural en estas tierras donde se funden los valles y las montañas, sobre los que se asientan sus pueblecitos con casas de piedra y sus tejados de pizarra.
Flora y fauna: La deiversidad de especies caracteriza a este ecosistema situado en el mismo limite entre la zona humeda y la templada. Bosques de robles coexisten con abedules y sauces, asi como acebos y tejos, entre grandes extensiones de matorral dobde predominan los helechos. Más de un 15% de las especies vegetales del parque son endémicas. Por otro lado, la abundancia de lagunas, manantiales y arroyos permite la existencia de turberas, una autentica rareza en estas latitudes.
Y aqui se cobija una variada fauna: corzo, gato montes, lobo, perdiz pardilla, aguila real, nutria, trucha ... son algunas de las numerosas especies que habitan este espacio natural, que cuenta con la proteccion actual desde 1978. (Foto del lobo cedida por Antonio Vázquez).

· El Centro de Interpretacion del Parque: Situado en el restaurado monasterio de San Martín de Castañar, edificio medieval que albergo a los monjes cistercienses, el centro acoge una exposición permanente destinada a dar a conocer los aspectos naturales, sociales y culturales del Parque. Cuenta para ello con maquetas, paneles explicativos, audiovisuales ... en los que se expone la historia geológica de la comarca, el glaciarismo, flora, fauna y ecosistemas del Parque, así como los usos humanos y las estrategias de conservación.
El Centro ofrece una vista privilegiada sobre el lago y esta abierto todos los días en verano y los sábados y domingos de invierno. El resto de la semana se reserva para grupos organizados, a los que se facilitan guías para recorrer la zona.
La Arquitectura popular sanabresa: constituye uno de los mas interesantes valores con que cuenta la comarca. Las casas estan construidas con los materiales de la zona y ofrecen caracteristicas peculiares que definen a la tradicional vivienda sanabresa, tales como los corredores de madera y algunos elementos decorativos de gran sencillez y belleza.
Los pueblos del Parque: casi todos las poblaciones que se encuentran dentro del Parque se sitúan alrededor del lago, fuente de riqueza indispensable. Así, San Martin de Castañeda conserva, además del magnifico monasterio cisterciense, los restos de las pesqueras y la "senda" que utilizaban los monjes para aprovechar la riqueza piscícola del lago y del río Tera. Vigo de Sanabria con sus dos barrios es un ejemplo de distribución espacial muy característico de la comarca.
Ya en la orilla Ribadelago viejo y su nueva réplica, construida tras la desaparición del pueblo al romperse una presa aguas arriba del Tera, son ejemplos de la actividad turística de la zona. Pedrazales, Galende o Trefacio son pueblos de gran belleza situados en los limites del parque, al igual que Sotillo de Sanabria y Porto.
Mercado del Puente es una localidad que toma su nombre del viejo puente del siglo XVIII que cruza sobre el río Tera. La existencia de un mercado semanal, celebrado todos los lunes -verdadero centro comercial de la zona-, hacen de este pueblo un importante punto de reunión de gente de los alrededores. Destaca en la villa el Santuario de Nuestra Señora, humilde ermita situada en los márgenes de río Tera, y un bello crucero que posee las tradicionales figuras del Crucificado y de la Virgen.

En toda la zona podemos disfrutar de una deliciosa gastronomía, entre la que destaca: la trucha del lago y rios sanabreses, junto a las carnes de vacuno ("cuerdo") destacan por su calidad. Y por supuesto los celebres y finos "habones", que a pesar de sus sonoros efectos secundarios están de muerte, sólo por la fenomenal relación calidad/precio, almenos, de momento, merece la pena desviarse de la ruta y visitar este bello parque natural.

miércoles, abril 16, 2008

Ascensión al Trevenque


Sábado, 12 de abril de 2008
Ascensión al Trevenque desde “El Mirador de la Espartera”: Sin duda una de las jornadas montañeras mas memorables del año.

Tras una gloriosa semana de lluvias en las que no había parado de llover desde el lunes hasta la madrugada del viernes, por fín, amanecía un sábado resplandeciente con el sol alzándose ante nosotros camino de Granada, íbamos en “El Halcón Milenario “ piltado por José Antonio “Black Mountain”, con la inestimable compañía del “Elfo de la Malagueta”y Carlitos “El Poeta de Las Cumbres” que tatareaba el “Himno del Metropolitano” y el resto de canciones que salían del CD del “Atletico de Madrid + Joaquín Sabina” que se trae a cada ruta y con el que te amenaza de bajarse del coche (en marcha) si no se lo pones. Al llegar a la estratégica estación de “Servicio Los Abades” (nuestra parada oficial caminito de Granada), poco a poco, fueron llegando viejos amigos, recientes fichajes de la presente temporada como Ruben “El Vigía de Torrequebrada”, Salva “Abierto hasta el Amanecer”, José Antonio “El Vigilante de la Playa”, su joven primo, gran conocedor de Cazorla, algunas caras nuevas como “Juan del Puerto de Sta. María” e incluso antiguos veteranos de los primeros tiempos de “Pasos Largos”, como es el caso de Manolo “El Tritón de La Chorrera”, de la época en la que Rafa Flores lucía la misma melena que “Rosendo”.

Una vez desayunados, nos pusimos en marcha justamente a las 9,30 am. tal y como estaba previsto. Siguiendo las instrucciones que con milimétrica precisión nos había enviado días antes, nuestro flamante fichaje y corresponsal en Granada: Alejandro M. Luque “El Guardián de La Alambra”: circunvalamos dicha ciudad por la Ronda Sur, tomando posteriormente la salida de “La Zubia”, pueblo al que llegamos cinco minutos después de abandonar la autovía , cruzándolo su ascendente calle central hasta llegar a un desvío a la izquierda que lleva hasta “Cumbres Verdes” donde se encontraba nuestro teórico punto departida: el Hostal Restaurante conocido como: “La Fuente del Hervidero” (1.286 m., aprox.), donde ya nos esperaban en posici´ñon de firmes Rafael Sancho “El Capitán de Fragata” y “El AlférezDon Jesús”, junto con Jennifer de “Las Supernenas” acompañada por dos nuevos amigos y nuestros flamantes fichajes de Granada Alejandro y Esther “La Princesa Nazarí”. Antes de que instintivamente comenzaran a sacarse las mochilas de los maleteros, avisamos a los compañeros para que rápidamente volviéramos a los coches para ahorrarnos los mas de 500 m. que nos separaban del “Mirador de la Espartera”, ahorrándonos 500 m. de insulso carril y encontrándonos con un magnífico y amplio aparcamiento, donde se llevó a cabo el protocolo de saludos y presentaciones, despliegue de mochilas, bastones, cambio de calzado, algunas que otras polainas, reparto de mapas, foto de rigor, breve descrpción de la ruta y arenga de nuestro “Comandante”, tras la cual todos en marcha.

Desde “El Mirador de La Espartera”, comienzo de esta preciosa ascensión donde las haya, tenemos como telón de fondo de frente y a nuestra derecha: los “Alayos de Dilar” también conocidos como “Los Atalayones”, que poco a poco van a ir quedando atrás, formando una afiladísima y vertiginosa crestería que sedujeron al “Mago Gandalf de la Serranía” cuando dos años antes realizó esta misma ruta, hasta tal punto de haberla incluido en el calendario oficial de salidas para la presente temporada. Teniendo finalmente que suspenderse por inclemencias meteorológicos. Convirtiéndose por tanto en una de las grandes candidatas para la próxima temporada 2008/9, donde nos esperan las afiladas aristas del “Corazón de la Sandia” (1.877m.) y “Los Castillejos” (1.979 m.) entre otros.
Aunque desde la misma salida se puede tomar directamente la mítica “Cuerda del Trevenque”, decidimos ir calentando motores poco a poco, por la cómoda pista que rodea toda la montaña, si bien se mantiene muy próxima a la cuerda, tocándola en algunos tramos. Poco antes de cubrir el primer kilometro del recorrido, tomamos como referencia para subir a la misma uno de los muchos barrancos que plagados de arenas dolomíticas, tiñen de blanco, las numerosas canaladuras que van cayendo a ambos lados de la cuerda, de tal manera que si mirásemos el recorrido desde arriba, la cuerda parecería, la espina dorsal de un dinosaurio gigante y los barrancos sus costillas, que casi de forma simétrica descienden hasta el río Dílar (al sur) ó hacia el Arroyo del Huenes a la izquierda (norte), que ya empezamos a ver a la izquierda, junto algunos tramos del la pista por donde discurre nuestro camino de vuelta. El tránsito por la mítica “Cuerda del Trevenque” resulta de lo mas divertido no ya sólo por sus espectaculares vistas, sino porque es un magnífico entrenamiento y a pesar de los 800 m. de desnivel que tiene esta ascensión, se hace muy llevadero, puesto que a pesar de ir predominantemente en subida, son numerosos los toboganes que tenemos que ir subiendo y bajando a modo de sucesión de jorobas, mientras vamos contemplando la majestuosa silueta piramidal del Trevenque, cada vez mas próxima y aparentemente inexpugnable, que en aquella mañana nos daba la bienvenida engalanada por un generoso manto de nieve, sobre el cual caminaríamos y casi treparíamos hasta la mismísima cumbre.

En cada pequeña parada de reagrupamiento o refrigerio, no paraban de sucederse comentarios de todo tipo por la belleza paisajística que nos rodeaba tales eran las palabras de “Rosa de Casarabonela”, “Don Fernando el Diácono”, “El Aristóteles de la Senda”, “El Guía del Desfiladero”, Jennifer críada en “Las Montañas Rocosas” e incluso nuestros nuevos compañeros de Granada. Conforme nos acercábamos al coloso las manchas de nieves, daban paso a un precioso manto blanco, sobre el cual el aire que respirábamos parecía aún mas limpio y puro. Una vez mas Chari “La Perla del Aljarafe”, a pesar de estar convaleciente de una reciente operación, llegaba a la conclusión de que no hay mejor terapia para el cuerpo y el alma, que una buena ruta de montaña en compañía de tan buena gente, con los grandes colosos de Sierra nevada completamente nevados y a nuestra espalda la vega de Granada con la siluetas de “La Maroma” (Sierra Tejeda) y la gran pirámide del Lucero, saludándonos desde “La Almijara”.
Llega un momento en el que los escarpados farallones rocosos que rematan la parte final de esta impresionante pirámide, se levantan tan próximos ante nosotros, que ya ni siquiera podemos ver la cima, es entonces cuando lógicamente la senda se empina mas, exigiéndonos un último esfuerzo que en nuestro caso fue a través de estrechos veredones nevados. El paso junto a un pino nevado parecía sacado de una postal navideña. Y por fín después de pasar por un estrechón rocoso, tras el cual giramos a la izquierda, nos encontramos con la sorpresa de hayarnos de repente junto a la cumbre del Trevenque (2.079 m.), que como era de esperar es muy pequeñita, estando a su vez dividida en dos plataformas a modo de terrazas entre las que nos repartimos los casi 30 Pasos largos que acudimos a tan memorable cita. Disfrutando todos juntos de unas vistas maravillosas 360º alrededor y sin una pizca de aire aprovechando para tomarnos un buen refrigerio y comer algo, en un magnífico ambiente de camaradería. Como curiosidad al igual que en nuestra última subida al Pico del Lucero (Sierra Almijara), en la terraza superior existe un pequeñito portal de Belén, protegido de forma estratégica en un recodo rocoso. Hubo hasta quien aprovechó para leer el periódico o escuchar una sesión de chistes de “Carlitos”. Hasta que un amenazante frente nuboso que se acercaba con premura por el sureste, nos hizo despertar del hechizo en el que siempre se cae tras conquistar una cumbre tan hermosa.

Los primeros metros de descenso coinciden con los últimos de ascensión, pero a escasos 15 m. de la cumbre, de la senda por la que hemos llegado parte otra aún mas clara que se dirige hacia la arista sureste. Pronto atravesamos la cabecera de una pequeña torrentera y a partir de aquí nuestra referencia es el pinar hacia el que iremos bajando en dirección sureste, ayudándonos en ocasiones de las manos y hasta el culo para bajar por pequeños embudos y estrechones arenosos, que con las debidas precauciones no tiene mayores dificultades, si bien, algunos tramos tienen tanta pendiente como el “kamikaze de un parque acuático”. Aún cuando la ladera comienza a suavizarse todavía parece que vamos esquiando entre tanta arena y dolomías desprendidas, hasta que por fin llegamos a la pista forestal, después de dejar atrás los primeros tramos del bosque de pinos que ya nos van a acompañar hasta prácticamente el final de la ruta, encontrándonos aquel día con un bonito manto de nieve a ambos lados del camino hasta poco antes de llegar al “La Cortijuela”, mientras íbamos rodeando el Trevenque, que siempre quedaba a nuestro costado izquierdo.





























Desgraciadamente, nos encontramos cerrada el aula de la naturaleza que tienen a modo de “Jardín Botánico” donde teníamos previsto disfrutar de algunas de las especies mas emblemáticas del Parque Nacional de Sierra Nevada. No obstante, pasadas ya las tres de la tarde, el cortijo de “La Coretijuela” resultó, el lugar resultó idílico para disfrutar de un buen almuerzo junto a la fuente, que dicho sea de paso, traía poco agua, si bien, vino de maravilla para llenar las cantimploras y beber sin tener que dosificar. Mientras nos deleitábamos con la majestuosa silueta del “Trevenque” ante nosotros, sin a penas poder creer el lugar desde donde habíamos bajado en menos de una hora y como remate final, de sobre mesa, una poesía de “Miguel Hernández” recitada magistralmente por “Carlitos” titulada: “Hijo de la Sombra” y que decía así:
Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.

Forjado por el día, mi corazón que quema
lleva su gran pisada de sol adonde quieres,
con un solar impulso, con una luz suprema,
cumbre de las mañanas y los atardeceres.

Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoge,
incendia mi osamenta con un escalofrío.

El aire de la noche desordena tus pechos,
y desordena y vuelca los cuerpos con su choque.
Como una tempestad de enloquecidos lechos,
eclipsa las parejas, las hace un solo bloque.

La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.

Ya la sombra es el nido cerrado, incandescente,
la visible ceguera puesta sobre quien ama;
ya provoca el abrazo cerrado, ciegamente,
ya recoge en sus cuevas cuanto la luz derrama.

La sombra pide, exige seres que se entrelacen,
besos que la constelen de relámpagos largos,
bocas embravecidas, batidas, que atenacen,
arrullos que hagan música de sus mudos letargos.

Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.

El hijo está en la sombra que acumula luceros,
amor, tuétano, luna, claras oscuridades.
Brota de sus perezas y de sus agujeros,
y de sus solitarias y apagadas ciudades.

El hijo está en la sombra: de la sombra han surtido,
y a su origen infunden los astros una siembra,
un zumo lácteo, un flujo de cálido latido,
que ha de obligar sus huesos al sueño y a la hembra.

Moviendo está la sombra sus fuerzas siderales,
tendiendo está la sombra su constelada umbría,
volcando las parejas y haciéndolas nupciales.
Tú eres la noche, esposa. Yo soy el mediodía.

Finalizada la maravillosa poesía y la posterior ovación, los ya tradicionales ronquidos de Rafael Sancho, mas conocido como “El Lirón Careto” fueron la señal de que ya era la hora de iniciar el regreso, a pesar de que allí se estaba de maravilla. Reanudada la marcha sin prisa y saboreando la impresionante panorámica que desde gran parte del camino de vuelta vamos teniendo del majestuoso “Trevenque” fuimos descendiendo suavemente por una pista que discurre en paralelo al “Arroyo del Huenes”, en dirección oeste, de tal manera que este va quedando a nuestra izquierda entre nosotros y el Trevenque, que ahora vamos rodeando por el lado contrario, hasta que atravesamos el emblemático “Puente de Los Siete Ojos” a partir del cual el Huenes va a quedar a nuestra derecha, separándose paulatinamente de nosotros, quedando también a nuestra derecha unos bonitos farallones rocosos sobre el que nos encontramos dibujadas las inconfundibles siluetas de las tobas calcáreas, hasta que en menos de hora y media, desde que echáramos a andar desde “La Cortijuela” llegamos sin esfuerzo al “Mirador de La Espartera”, habiendo completado así los 13 km. de los que consta esta preciosa ruta circular tras 800 m. de desnivel.

Antes de la despedida la gran mayoría hicimos conjuntamente unos ejercicios de estiramiento, siempre recomendables antes y después de una larga caminata. Acordando también la mayoría, acercarnos a la cercana “Venta-Hostal” de “La Fuente del Hervidero” donde Carlitos, “El Poeta de Las Cumbres”, intentó hacer el milagrote los panes y los peces, para invitarnos a los 20 comensales que allí quedábamos, a una cerveza, café o refresco. Dejando muy claro que su intención era invitarnos a todos, porque el lunes 14 de abril era su cumpleaños, aunque sólo le quedaban 18 € en la cartera, llevándose las manos a la cabeza cuando el camarero le dijo que la cuenta ascendía a 25 €. ¡Menos mal!, que entre risas y bromas “Rosa de Casarabonela” le dejó el resto. Como detalle de agradecimiento, por tan magnífica ruta y buena acogida en el grupo, los amigos de “Jennifer” invitaron a la 2ª ronda y como colofón, “Carlitos” que estaba eufórico, tras haber conquistado la cumbre, después de una larga lesión nos recitó con gran énfasis otra poesía, en este caso de “Gerardo Diego” titulada: “Romance del Duero”, que dice así:

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.