domingo, enero 25, 2009

Ascensión al tajo Gómer

18 pasos largos culminan con éxito la Ascensión al Tajo Gómer (1.129 m) "El Naranco de Bulnes andaluz"

Itinerario circular: Cortijo de Auta (aprox. 625 msnm-base del Gómer-Tobogán del Infierno-Cumbre-base del Gómer 1.129 msnm- cortijo de Fariña-cortijo del Cuartillo-arroyo de la Cueva-nacimiento del Borbollón-cortijo de Auta

Distancia: 8,7 km, Desnivel aprox: 504 m

Con la galerna del Cantábrico en todas las cabeceras de los informativos y gran parte del país en jaque por fuertes vientos y amenaza de lluvia, cualquier mortal hubiera pensado que era el día perfecto para quedarse en casa. Pero cuando un pasos largos está en la víspera de la conquista de una cumbre histórica, largamente esperada y recientemente pospuesta por dos veces, a la tercera, será capaz de morir en el intento, aunque esté por llegar la tormenta perfecta. Y es que mientras mayor sea el desafío para un pasos largos, mayor será su motivación, no importará la distancia a cubrir entre su casa y el punto de encuentro, donde volverá a encontrarse con sus hermanos de las montañas y es que en la gran familia de Pasos Largos, los nuevos se sienten como en casa desde el primer instante y los históricos aunque por circunstancia pasen largas temporadas sin venir, siempre son recordados y nombrados en nuestras efemérides por las mil y una aventuras vividas y compartidas, en tan buena compañía. Que no hay mejor terapia para un pasos largos que disfrutar de una buena ruta en compañía de sus amigos, donde todo el mundo aporta algo y cada uno a su manera le saca el máximo rendimiento a cada salida.

De manera que, bajo un cielo tenebroso, amenazante de tormenta nos dábamos cita en el puente del Olivar, a la entrada de Riogordo tal y como llegamos por la carretera que va de Casabermeja a Vélez Málaga. Las turbulentas aguas que bajaban con estrépito por el arroyo de La Cueva, teñidas de marrón por el barro, daban fe de la abundante lluvia caída en las horas previas. Al igual que la pista terriza por la que llegamos al punto de partida situado en el Cortijo de Auta, donde mas de un coche llegó culeando de lado a lado, por lo difícil que resultaba mantener la dirección, debido al barro acumulado en las ruedas y al mal estado del carril en algunos tramos, especialmente en la última bajada.

Desde el cortijo de Auta, echamos a andar en compañía de un pastor de la zona, atravesando el precario puentecillo que salva las aguas del recién nacido arroyo de La Cueva, continuando por una pista terriza por donde a cada paso dado íbamos acumulando cada vez mas barro en nuestras botas, y que en dirección noroeste discurre entre amplias extensiones de cultivo, acercándonos hacia los tajos del río Sábar, que conforme nos íbamos acercando aparecían mas imponentes y desafiantes. Despidiéndonos del pastor, pocos minutos después junto al corral donde se encontraban sus ovejas al abrigo de un curioso torcalillo que las protegía del fuerte viento norte que comenzaba a soplar cada vez con mas fuerza. Hicimos la aproximación hacia la base oeste del Tajo Gómer, tomando como referencia una especie de empinada pradera en forma de “V” que vemos a la izquierda, ojo, no confundir con la que se ve a la derecha y que aún siendo mas amplia, no nos ofrece ningún acceso seguro para iniciar la ascensión. Tras superar una empinada ladera esquivando todo el tiempo enormes ejemplares de retama, nos reagrupamos en la base y despidiéndonos de Guille y Maribel que desde un principio venían con la idea de llegar hasta la base y regresar tranquilamente hasta el punto de partida, iniciamos la ascensión tomando como referencia la rocosa vereda marcada por una flecha azul, de manera que por una vertiginosa repisa con bastante vuelo, transcurridos unos 200 m, llegamos a un punto donde la única continuidad posible era haciendo alpinismo puro y duro.

Así que recordando las indicaciones del pastor, que nunca había subido al Gómer diciendo que eso era cosa de locos, desándamos nuestros pasos y faldeando la empinada base nos dirigimos hacia la otra praderita un poco mas amplia, que se encuentra unos 200 m. dirección sur-sureste. Allí nos encontramos con una cuevecilla en las proximidades, pero ni una sola vía de acceso clara a pesar del espectacular intento de Manolo Supersónico, Rafa Flores, Javi “El Niño de la Tirolina” y el último fichaje. Descartada tan arriesgada y expuesta vía de acceso, volvimos a la primera praderita, bautizada ya como “Campamento base 1” con el convencimiento de que si allí nos habíamos encontrado una flecha azul tenía que ser por algo y efectivamente nada mas comenzar a andar por el lugar por donde habíamos pasado la primera vez, esta vez con mayor atención a cualquier indicación, nos percatamos de que a unos 30 m. de la primera flecha azul, nos habíamos saltado otra que quedaba a nuestra izquierda y que a pesar de llevarnos por una zona de trepada un tanto escarpada, rápidamente nos situaba en una cómoda repisa, donde el paso de las cabras y anteriores montañeros ya habían dejado su huella.

El primer tramo de ascensión una vez superada la pequeña trepada del inicio es bastante asequible hasta que llegamos a un pequeño puertecillo entre la pared del Alto de Gomer que tenemos a nuestra izquierda y otro peñoncillo con forma de colmillo a la derecha. Al llegar aquí bien justificada está la pausa para tomarnos un respiro, mientras echamos un buen trago recreándonos con la mirada ante tan impresionante paisaje y el espectacular tobogán por donde tenemos que ascender, viendo ya a nuestros compañeros de cabeza como hormigas por allí arriba, preguntándonos aquello de ¿por ahí hay que subir?. Tras una ligera bajada como para tomar impulso comienza este espectacular tramo de ascensión, donde intentamos buscar en todo momento algún tramo de hierba o roca firme, para evitar caminar por la abundante pedrera que ha proliferado por doquier. Paradójicamente, en este tramo el Dios Eolo, que soplaba cada vez con mas fuerza desde el norte, se convirtió en nuestro mejor aliado, ya que nos empujaba hacia arriba, si bien en algún momento hubo tales golpes de viento, que mas de un compañero fue al suelo. Como mi buen amigo Héctor, el Caimán de Puente Genil, que de no haber sido porque cuando cayó estaba en un ensanche del tobogán, no lo hubiera contado.

Las rampas se hacían tan duras que cada pocos pasos había que parar a tomar resuello, pero antes de darnos cuenta, llegamos al punto donde la misma trayectoria de la ladera por la que vamos ascendiendo con gran esfuerzo, nos obliga a ir girando dirección este, noroeste y siguiendo las flechas azules, volvemos a encontrarnos con nuevos tramos de trepada que de no ser porque se encuentran mas o menos escalonados con alguna que otra cornicabra a la que poder agarrarnos en caso de caída harían muy peligrosa esta ascensión en la que no obstante, conviene extremar todas las precauciones, mucho mas en las circunstancias en las que subimos nosotros, con un fuerte viento norte que al llegar a la cresta cimera, casi nos obligó a ir a gatas para no salir volando con un golpe de viento en nuestro desesperado intento por llegar al punto geodésico donde ya nos esperaban todos nuestros compañeros para hacernos la histórica foto de cumbre, donde además de los anteriormente mencionados nos agrupamos como una piña en plan portada de “Mortadela y Filemón”: José Antonio Luque “El Vigilante de la playa” con sus dos perras de agua, Salva “Abierto hasta el amanecer”, Jon Webster “El Huracán de Sheffield”, carlitos “El Poeta de las cumbres”, Paco Jaime “El Bolichero”, Mariana Raverta “La chica del Central Park”, Juan Carlos Bernal “El Motorista Fantasma”, Ilde “El Vendaval del Moncayo”, Juan Luis “El farolillo rojo”, Manolo “El Tritón de la Chorrera”, un servidor para contarlo y para recordaros que mención muy especial merecen nuestra encantadora amiga Celia “La Hechicera du Sao Paulo” por su espectacular ascensión a ritmo de samba y el incombustible Valentín “El regreso de Séneca” que a sus 74 años, se ha convertido en un todo un símbolo para los compañeros que hemos tenido la suerte de compartir alguna ruta con él por su jovialidad, su energía, su contagioso entusiasmo, su sabiduría y en definitiva por ser el abuelo que todos soñamos ser algún día, si alguna vez llegamos a su edad con tan magnífico estado de salud.


Una vez hecha la foto histórica en la mismísima cima puntiaguda del Gomer, 1.129 m. (hito 3), junto al pequeño buzón, que allí nos encontramos junto a una placa informativa, fuimos abandonando la cumbre sin demorarnos demasiado con las espectaculares vistas alrededor, recreándonos hacia el sureste con el tajo de Doñana 1.188 m, a la derecha del cual distinguiremos La Maroma con Periana en su trayectoria y el pico Vilo asomando por la izquierda, y al norte el tajo del Fraile, que es el mas alto con sus 1.222 m. Curiosamente el Gómer es el más bajo y estrecho de los tres con 1.129 m, sin embargo dada la espectacularidad de su pared norte, es el más emblemático. De manera que antes de darnos cuenta ya estábamos inmersos en plena sesión de destrepe de manera que al compañero de adelante sólo le veías la coronilla y al de atrás la suela de las botas. Hasta que por fin retornamos al tobogán diabólico donde la distancia entre la cabeza y la cola del grupo de hizo mas evidente, sin embargo, el fuerte viento norte que no dejaba de soplar, volvió a convertirse en aliado, pues teniéndolo ahora en contra, nos frenaba bastante por tan empinada bajada, lo que ayudaba mucho a fijar los pies en cada paso que dábamos, hasta que siguiendo exactamente el mismo camino de ascensión pero a la inversa con la referencia de las flechas azules, volvimos a reagruparnos en la praderita de la falda oeste, conocida ya como “Campamento base 1”.

Una vez finalizado el almuerzo de la mano experta del “Tritón de la Chorrera” llegamos en tiempo record a las ruinas del Cortijo de Fariña (hito 4) desde donde podemos disfrutar de la perspectiva mas espectacular del Tajo Gómer, costándonos aún mas trabajo asimilar el hecho de haber podido acceder a tan escarpada cumbre a penas una hora y media antes. Del cortijo de fariña, siguiendo la trayectoria noroeste llegamos en pocos minutos al nacimiento del Borbollón (hito 5) que atravesamos por un vado muy próximo a una cascada, tras la cual ya enlazamos con la pista por donde discurre la denominada ruta de la sierra que une las localidades de Alfarnatejo a la izquierda y Riogordo a la derecha hacia donde cogimos para llegar en poco mas de media hora al “Cortijo de Auta”, donde nos esperaban los coches en los que nos fuimos montando tal y como nos quitábamos el abundante barro de las botas y nos cambiábamos de calzado.

De allí partimos en caravana hacia el centro de Riogordo donde rematamos el fin de fiesta con unos refrescos y raciones por gentileza de José Antonio “El Vigilante d la Playa”, Paco Jaime “El Bolichero” y Carlitos “El Poeta de las cumbres” que precisamente allí volvió a deleitarnos con una nueva poesía de cosecha propia. Y entre risas, bromas y efemérides nos despedimos todos juntos con el insuperable buen sabor de boca que siempre dejan las rutas emblemáticas compartidas en tan grata compañía.

lunes, enero 19, 2009

Ascensión al Lucero desde el Cortijo del Daire

El pasado sábado 17 de enero 2009, una veintena larga de pasos largos, disfrutamos de lo lindo con LA RUTA SOÑADA: Ascensión al Lucero desde el Cortijo del Daire y descenso por la crestería de Los Civiles

El día 27 de enero hará dos años que el trío “Renault” de Sevilla, conocimos en la ruta de la Maroma, a una gente cojonuda que se hacían llamar Comando Preston, y pertenecían a la asociación Senderista Pasos Largos de Ronda. El Comandante nos rebautizó como Pepe, el Maki, Ignacio el Montaraz del Aneto y este que escribe, Ildefonso el Vendaval del Moncayo. Dos años ya sin perder contacto con el grupo de personas con los que hemos compartido tan buenos momentos.

Quince dias después de aquella efemérides, en mi retina quedaban grabadas las impresionantes fotos de la ruta que realizó “El Comando Preston” al Lucero y desde entonces quedo apuntada en la agenda nuestra recién iniciada afición montañera.

Con estos antecedentes, al inicio de temporada, propongo realizar dicha ruta como coordinador. Queda aceptada y asignada para el mes de Enero, concretándose para el día 17.

La fecha se iba acercando con cierta ansiedad por mi parte, dado que no conocíamos la ruta propuesta, nerviosismo por la responsabilidad y el deseo de que todo fuera bien. Me alivio de dicha ansiedad la confirmación de que dos grandes de los senderos andaluces, como Juani el comandante patrocinador de la ruta del 2007 y Seve, el artesano del GPS, iban a participar, - Seguro que todo saldría bien.

La intención era realizar la misma ruta prevista hacia dos años y que no se pudo completar en su tramo de vuelta por prudencia, dado que a pesar de localizar correctamente el inicio de la espectacular crestería de Los Civiles, el hecho de que se encontraran con un paso de grandes escalones excesivamente expuestos, que no venía especificado en nuestra guía de referencia “Disfrutar caminando por las Sierras Tejeda y Almijara”, nos hizo dudar de si nos encontrábamos en el camino correcto o no, con el sol invernal comenzando a caer y sin tiempo para rectificar si nos decidíamos a seguir para después tener que dar marcha atrás. Nos llevó a decantarnos por la prudente decisión de retomar el regreso desde la todavía cercana cabecera del arroyo Zarzadilla, punto de confluencia entre la senda de la crestería de los Civiles y la del Lomo del Daire, por donde habíamos realizado la ascensión y que fue por donde finalmente descendimos regresar. No obstante, a pesar de quedarse en una ruta lineal, resulto tan espectacular que jamás la olvidarán ninguno de los integrantes que participaron en aquella expedición.

Pero volviendo a este 17 de enero 2009, tal y como estaba previsto, nos encontramos en el Mirador de la Venta de Palma en Cómpeta, un grupo de, me permitiréis os llame, amigos, y con la agradable sorpresa por lo numeroso del mismo, en principio tan solo tenia confirmados 14 ó 15 compañeros, entre ellos algunas de las últimas incorporaciones a Pasos largos, que realizaban su primera salida con el grupo. Allí estaban además de los ya mencionados, Rafa Flowers, el Presi más reluciente de Ronda, acompañado por “el Padre Carras” (ver la película “El Exorcista”), “El Dunadain del Gorbeia”, “Manolo Supersónico”, "El Vigilante de la Playa", “Abierto hasta el amanecer”, “El Hombre que sabía demasiado”, “La Chica que mirba las Estrellas”, “La Locomotora de Alhaurín”, Jose Antonio "Black Montain", Celia "La Hechicera du Sao Paulo", "Darío El Magnífico", “El Elfo de la Malagueta”, Vicky la botánica, La Venus de Boticcelli, Paco Leal “El Tejón del Pico Mijas”, “El Indomable Jaime”, su sobrino Jesús “El Portaestandarte”, “El Capitán de Fragata” y su hijo Antonio “El Grumete de estribor”, ect., etc.

Contando a sus ovejitas como buen pastor, salían un total de 30 compañeros. Ojo, al pastor le falta una ovejita, una compañera nueva de Ronda que me había confirmado su asistencia y que llega justo sobre el silbato de salida. Compañera que posteriormente quedó rebautizada con el sobrenombre de Yolanda “la Turronera de Onil”.

Participación de verdadero lujo, deportivo y personal, pero de mucho mucho lujo, y no puedo decir más por que no estoy autorizado y tal vez haya una exclusiva pendiente de cerrar con los medios de comunicación.

A las 9.30 en punto salíamos en los coches en un raid por el carril hacia el cortijo del Daire, tal como esta descrito en la crónica del 2007 a la que me referiré en alguna ocasión más.

Media horita larga en llegar al cortijo y un ratito más en acomodar los vehículos en los huequecicos del carril. Total sobre las 10, 30, iniciábamos la marcha, siguiendo las indicaciones de la crónica de Juani del 2007.

Saliendo del “Cortijo del Daire afrontamos las primeras rampas, por un carril/cortafuegos próximo al Cortijo, llevando siempre a nuestra derecha el “Arroyo Magadillas”, hasta una pequeña caseta-fuente desde la que se extrae agua, en este punto un pequeño titubeo hasta que recordamos las indicaciones de la crónica y reanudamos la subida por la senda que sale a la izquierda y que a lo largo de mas de 100 m. nos hace caminar casi en sentido contrario, ganando altura suavemente, hacia el “Collado de los Hornillos” .

Confirmando el rumbo correcto, Seve, el artesano del GPS, en cabeza del grupo el Comandante, en cola el binomio Viki/Juan Antonio, acompasando las distintas marchas de velocidad de todos los participantes, con paradas de reagrupamiento breves, dado que era importante llevar un ritmo algo vivo para tener margen de luz, ante posibles despistes de navegación.

Pasado el “Collado de los Hornillos”, tomamos a la derecha abandonando la dirección noroeste, para ir por una senda en dirección nordeste, que nos hará atravesar los dos barrancos que forman la cabecera del “Arroyo Magadillas. Seguidamente, otra pendiente continua hasta el “Puerto del Daire” (km. 3,2 a 1.338 m.), una prolongada bajada y a volver a ganar altura por la senda en pronunciados zig-zags, hasta “El Lomo del Daire” (km. 4, a 1.365 m.).

Durante todo el trayecto disfrutando de unas maravillosas vistas, calificables en dos palabras, im presionantes.

Desde “El Lomo del Daire” siempre por senda bien marcada a la “Cabecera del Arroyo Zarzadilla”, punto clave de esta ruta, donde nos desviamos del camino que suponemos conduce a la “La Cresta de los Civiles” y que deberemos retomar a la vuelta. A partir de aquí hay que ascender por la barranquera sin senda hasta un punto intermedio de la senda que nos lleva desde el “Collado de la Perdiz” hasta la base del Lucero y que alcanzamos tras una dura ascensión, que cada uno hace como y por donde puede.

Hasta aquí y en lo que nos queda de ascensión a la cumbre del Raspón de los Moriscos o el Lucero, (km. 6,4 a 1.779 m. sobre el nivel del mar) siguiendo el guión previsto según la experiencia de la ruta del año 2007, a cuya literaria crónica remito para no extenderme más, eso sí con el camino helado y un frío en la umbría que congelaba la “moquita” realizamos la ascensión caminando sobre el manto de nieve aún asentado en la ladera de umbría del Lucerillo, por donde la senda zigzaguea en permanente ascensión llevándonos hasta la divisoria entre los dos montes que se encuentra en “El Collado de los Mosquitos” con unas vistas espectaculares de Sierra Almijara con el Cerro Cisne en primer plano y continuando en permanente ascensión hasta la cumbre con increíbles sensaciones alpinas e imágenes de postal en cualquier dirección donde posaras tu mirada, dignas de portada para cualquier tipo de revista o libro de montaña.

Una vez en la cumbre momento de compartir, panorámica, viandas, conversaciones, chistes y anécdotas, alguna de ellas no reproducible por escrito, dado lo expresivo de los gestos con que se escenifico su relato, acompañado de coro general de risas. A mis castos oídos, la verdad no le resultó nada graciosa la susodicha anécdota, que impresión se habrán llevado de nosotros los socios nuevos, seguro que no quieren volver más con esta chusma. J. Menos mal que Carlos “El Poeta de las Cumbres”, puso la nota de altura moral, y culta, en una emotiva y bella expresión oral de la composición poética que finalmente nos enteramos había sido escrita por él mismo, llevando por título A mi amigo Felix, un viejo lobo de mar”, aplaudida por el respetable publico.

El descenso desde la cumbre lo realizamos por la única senda existente que es por la que todo el mundo sube al Lucero y que nos lleva hasta la base del Lucerillo a escasos 200 m. del Collado de la Perdiz, que se puede identificar por un pequeño grupo de pinos por el que se pasa si se viene de Puerto Blanquillo o la Fábrica de Luz (Canillas de Albaida). Una vez en la base del Lucerillo, se plantearon dos opciones, la prevista, bajar por el barranco hasta encontrar la senda que habíamos dejado para tomarla en dirección contraria, o crestear como las cabras hasta encontrar la senda en altura, que sabíamos existía por las fotos de satélite. Por referéndum popular a voz alzada quedó aprobada la opción arriesgada por la cresta, no se si por espíritu aventurero o por pereza de bajar lo que luego tendríamos que subir.

Todo a pedir de boca, tramo chulisimo de la muerte por la Cresta de los Civiles, con algunos pasos complicaditos al principio, tras los cuales nosvamos encontrando una sucesión de toboganes casi a la misma altura de la crestería que llevamos casi todo el tiempo a nuestra izquierda, permitiéndonos de vez en cuando recrearnos con espectaculares vistas de la cabecera del río Higuerón a nuestra izquierda con la silueta del Cerro Cisne a nuestra izquierda y la mayor parte del tiempo con las vistas a nuestra derecha, de las impresionantes vistas sobre los barrancos del Arroyo Zarpadilla, de la música con que las cantarinas aguas del arroyo nos deleitaban, ahora con el impresionante Lomo del Daire donde habíamos realizado la ascensión por la mañana, en el margen contrario del barranco, teniendo ante nosotros un paisaje grandioso y espectacular que se iba tiñendo de cambiantes colores, con las luces del atardecer, el reflejo del sol fulgurante sobre el azul-plúmbeo del mar Mediterráneo, bajo un cielo cenizo de nubes, dando lugar a una misteriosa niebla que en algunos tramos se nos acercaba curiosa, aportando un alo de misterio a una ruta de ensueño. ¿No me ha quedao un poco fino?.

Total, que cada uno cresteando y bajando a su ritmo por la senda que salvo en algunos tramos estaba muy bien marcada todo el recorrido. Realizamos el descenso como suele ser habitual en las vueltas, con el grupo muy desperdigado, hasta que en la parte baja del barranco nos reagrupamos al cruzar el Arroyo Zarpadilla. De allí al cortijo del Daire, un paseíllo por el carril, donde sobre las 6 de la tarde volvimos a coger los coches en dirección Venta de Palma para en este establecimiento hostelero despedirnos con el cafetito montañero.

Expectativas cumplidas al cien por cien, que ya es difícil, cuando se tienen las expectativas tan altas. Los ángeles nos acompañaron y puestos a pedir, teníamos que haber pedido el fin del hambre en el mundo, en un día mágico como el sábado, tal vez nos lo hubieran concedido.

Agradecimiento de corazón a todos los compañeros por su cooperación.Y dedicatoria especial para todos los compañeros que no pudieron realizar el descenso por la crestería de Los Civiles en 2007 y que no pudisteís compartir esta ruta con nosotros.Crónica: Ildefonso Ruiz “El Vendaval del Moncayo”.

lunes, enero 12, 2009

Circular Caucón-tajo de la Caina-Enamorados-Cañada Juanisco Huelva

Sábado, 10 de enero de 2009Puerto del Causón (Mirador de Luis Ceballos)-Tajo de la Caina-Peñón Enamorados-Peña del Cuco-Cañada de Juanisco Huelva (Parque natural Sierra de Las Nieves, sector Yunquera-Tolox).

Ese día estaba prevista la ascensión al Tajo Gómer, pero debido a la inestabilidad meteorológica que daban para ese día por la alta Axarquía, nos decantamos por una bonita ruta circular por el parque natural Sierra de Las Nieves.

Alrededor de una docena larga de compañeros nos dábamos cita en el Puerto del Causón, donde los 0º que hacía a las diez de la mañana certificaban la ola de frío que barría todo el país en aquellos días. Sin embargo la mañana nos recibía bajo un radiante cielo azul que hacía presagiar una jornada memorable. Algunos de los compañeros que acudíamos a la cita, ya habíamos estado alguna vez en el Tajo de La Caina o en el Peñón Enamorados, pero nunca habíamos cerrado el círculo por la Cañada de la Perra y esa era precisamente la gran novedad como aliciente principal de esta preciosa ruta circular.
Tomando como referencia la ruta Nº11 de la biblia de la Sierra de Las Nieves, escrita por el Gran Maestro Rafa Flores, también conocido como el Mago Gandalf de la Serranía, echábamos a andar por la senda que en dirección suroeste, se bifurca a la izquierda, descendiendo suavemente hacia el Hoyo de las Colmenas, mientras nos íbamos sumergiendo en un auténtico océano de pinsapos, conforme íbamos dejando atrás los boques de pinos que también abundan en la primera parte de esta bucólica ruta. Recreándonos así en uno de los bosques de pinsapos mas densos de todo el parque natural. Nada mas atravesar el arroyo Zarzalones, afrontamos la primera subida significativa de la jornada, que a pesar de su pronunciada pendiente, al discurrir por una ladera norte y al amparo de la espesa sombra de los pinsapos nos llevó sin a penas esfuerzo y sin sudar hasta la Era de Los Gamones, donde hicimos la primera parada de reagrupamiento, para que enlazara con nosotros el compañero Ruben, también conocido como el Bucanero de Torrequebrada, que había comenzado la ruta con 15 minutos de retraso, (agotado ya el tiempo de espera de cortesía).
Desde la Era de los Gamones, subimos a lo que se denomina el Mirador del Tajo de la Caina, que ya se encuentra a tiro de piedra, desde donde disfrutamos de una de las panorámicas mas bonitas de la zona oriental de la sierra de las Nieves con la Cañada de las Carnicerías a nuestros pies y el impresionante cordal que va de la Cola del Tejo, al mismísimo Torrecilla. Al poco de reanudar la marcha nos recreábamos asomándonos sobre el filo del vertiginoso Tajo de Añicle, donde al paisaje anteriormente descrito hay que añadir unas vistas mas abiertas en dirección oeste con el Cerro Chaparral en la trayectoria que va hacia el Torrecilla y otros picos, tajos y cresterías que si bien no aparecen especificados en los mapas topográficos son sencillamente impresionantes vistos desde esta magnífica atalaya, donde la verticalidad de los cortados contrasta con la docilidad del pequeño altiplano por el que accedemos a la Cañada de la Perra. Cuyo nombre podría deberse a “lo perra” que se hace esta subida en zig-zags por un terreno de infinitas lascas donde la senda pasa junto a un gran ejemplar de pinsapo candelabro conocido precisamente como el “pinsapo de la Perra” y en continua ascensión llegamos al ansiado Puerto de las Boas, donde nos encontramos algunas manchas de nieve.
Una vez superado el Puerto de Las Boas, esta agradecida ruta de perfil escalonado, volvía a darnos un respiro atravesando ahora una bonita meseta salpicada de fantasmagóricos quejigos, que bajo un cielo que se oscurecía repentinamente por un frente de nubes grises procedente del norte, podía recordar a un decorado digno del Señor de Los Anillos ó del gótico Tim Barton, enlazando así con la senda que va del Puerto del Oso al Peñón Enamorados, al que accedimos de forma directa y muy rápida tal y como los primeros copos de nieve comenzaron a hacer acto de presencia, siendo el momento de mayor intensidad de este amago de nevada, justo el instante en el que accedíamos a la cumbre, donde sin duda estábamos por debajo de los cero grados.
Sin embargo, al poco de descender, dado que todavía no habían llegado los compañeros que iban en la cola del grupo y aprovechando que de forma repentina cesaba la nevada, decidimos almorzar al pie del Peñón Enamorados, donde nos encontramos con nuestro compañero Antonio Muñoz de Estepona que había llegado allí acompañado de su hijo haciendo una bonita variante por el Pinsapar de Cubero desde Puerto Saucillo. A penas pudimos prolongar el almuerzo mas de quince minutos, porque había algunos compañeros a los que literalmente ya se les empezaban a congelar los dedos. Así que, con las narices frías como tempanos y moqueando, reanudamos la marcha todos juntos pertrechados con todas las prendas de abrigo que teníamos a mano, atravesando de esta guisa los Ventiqueros, para continuar a buen ritmo en dirección Puerto Saucillo, disfrutando de bonitas vistas sobre el Peñón de Ronda, los Andenes de la Cuchara, el tajo de La Alberca y toda la zona norte del parque a nuestra izquierda y de frente hacia el este, en el sentido de la marcha, iluminadas por el sol cual estrellas apareciendo en tan grandioso escenario las imponentes moles de Sierra Prieta y Cabrilla, los grandes centinelas del valle del Guadalhorce, con la altiplanicie de Alcaparaín a modo de portaaviones asomando por la izquierda, rematada en su extremo norte por el tajo de la Canana, con su característica forma de quilla de barco, bajo la cual se encuentra Ardales, oculto desde esta posición.
Antes de darnos cuenta, conforme ya íbamos descendiendo en pronunciados zig-zags, por debajo de la línea de los 1.500, dejando a nuestra derecha el cerro y la pèña del Cuco, comenzábamos a adentrarnos en el reino de los pinsapos, senderistas privilegiados inmersos en un paisaje de fantasía, cuyo gran valor ecológico y paisajístico ha llevado a concederle a este privilegiado parque natural la categoría de “Reserva de la Biofera & Patrimonio de la Humanidad”. LLegando al lugar exacto donde hay que desviarse hacia el puerto del Caucón, que distinguimos fácilmente en la distancia allí abajo, todavía a lo lejos, con nuestros coches aparcados. Conviene hacer hincapié en el lugar exacto donde se encuentra el desvío hacia el Puerto del Caucón o Mirador de Luis Ceballos, ya que puede pasar fácilmente desapercibido y que como bien describe Rafa Flores, se encuentra exactamente en el punto donde la mítica senda de Puerto Saucillo a Enamorados por donde vamos descendiendo iguala la divisoria de aguas con la parte superior de la cañada de Juanisco Huelva que queda a nuestra derecha y por donde una estrecha, pero bien marcada senda muy poco transitada nos lleva en pronunciada bajada, pasando junto a una pequeña fuente que recibe el mismo nombre de la cañada. Y abriéndonos paso por esta entretenida senda que a veces queda casi cortada por la proliferación de los pinsapos que cada pocos pasos nos obligan a agacharnos para no engancharnos con sus ramas, alcanzamos la senda que parte en línea recta desde el Puerto del Caucón, veinte minutos después de haber dejado atrás dejar la mencionada fuente.
Completando de esta manera una bonita ruta circular que hicimos cómodamente en unas 6 horas, dándonos tiempo a disfrutar de la posterior tertulia montañera, disfrutando de un buen café, manzanillas e infusiones varias en el bar Sierra de las Nieves de Junquera.

Los asistentes a esta ruta fueron: desde Viznar, Granada: Ana Laca que como aspirante a Pasos Largos apunta muy buenas maneras, desde El Coronil, Sevilla llegaron: Gabriel Tejero y Ana Mª Jurado, desde Algeciras, Cádiz: Severo Gallardo Quirós “El artesano del GPS” y su esposa Esperanza, desde Benalmádena: Rubén “El Bucanero de Torrequebrada”, Miguel Ángel Santaella galiano y esposa, creadores de la prestigiosa web: http://www.rutasyviajes.net/principal.php , de Campanillas: Juan Carlos “El Portador del Anillo” y Paqui “La Reina de Chocolate”, del Viso del Alcor tres prestigiosos triatletas creadores de una famosa web de rutas en mountain bike y de Fuengirola: Paco Jaime “El Bolichero”, Ana Serrano “La Venus de Boticcelli”, Paco Leal “El Tejón del Pico Mijas”, Carlitos “El Poeta de las cumbres” y Juani “El Comandante” cuya mermada memoria le ha impedido narrar esta crónica mas detalladamente.

Crónica: Juan Ignacio Amador
Fotos: Doctor Leal y Juani