martes, febrero 24, 2009

Sierra Prieta y Cabrilla

LOS 16 COLOSOS consiguen hacer el mítico doblete Sierra Prieta y Cabrilla desde Casarabonela:
sábado 21 de febrero 2009
Madrugón de fin de semana con ilusión por recargar pilas existenciales, cambiar la rutina diaria por una nueva experiencia, con los amigos, con la montaña, la naturaleza, las piernas doloridas y con la ruta propuesta, doble ascensión a Sierra Prieta y Sierra Cabrilla, doble, ya sabéis, “mariconadas, las precisas”.
La cita era a las 9,30 en un lugar de recogimiento, de paz, donde se encuentra la respuesta final (conocida), a la eterna pregunta ¿De donde venimos a donde vamos”, allí estábamos, en el cementerio. En este caso la última morada de los bonelenses o moriscos, lugar de privilegio, para los que solo van de visita, por las esplendidas vistas al valle del Guadalhorce. Gracias a la vida, este era nuestro caso el de los 16 colosos, sobrenombre en honor a la pareja anfitriona, Lourdes y Juan, Juan y Lourdes, los Colosos de Casarabonela, a los cuales no conocía, (me lo había perdido), magnifica gente, de verdad, no es un halago, es un sentimiento.
Que suerte estoy teniendo en mis aventureras propuestas sin conocer previamente las rutas, me lanzo al abismo y ahí que vienen los angeles a salvarme. Angeles con nombres y apellidos en la agenda de Pasoslargos.
Representación montañera de lujo, los mencionados “Colosos” Juan y Lourdes; Noel y su amigo (nuestro) Juan Diego de Alhaurín el Grande, Rei y Manuela “Senescales de la bahía” de Rota, "El artesano del GPS" Severo desde Algeciras, de la Línea, Juanlu “El farolillo rojo”, Rubén de Mijas, “La Dulce “ Celia Regina de Ojén; Juan Carlos y Paqui “La Reina Roja/del chocolate y El Portador del Anillo”, de Campanillas, y uno de sus perros que no me acuerdo como se llama y tampoco lo he contado como coloso, pero sé que el buen amigo no me lo tendrá en cuenta; del Rincón, Manolo “Supersónico”. Desde Sevilla, Fabiola hay es na de Nervión capital; y Magda “Pimentonera de Águilas” que nos esperaba en el carril, sin pretensión de ahorrase parte del trayecto, pero con problemas en el uso a voluntad propia, del espacio-tiempo.
Tras la fotico de salida, iniciamos la marcha por la senda de Jácara, -PR A-270, con un poco de retraso sobre el horario que teníamos previsto, y que con un margen de una hora de luz, teníamos que ir cumpliendo si no queríamos volver de noche. Que me perdonen los compañeros si las paraditas de respiro no fueron tan abundantes y duraderas como hubieran querido.
El ascenso a Sierra Prieta lo realizamos siguiendo la descripción de la ruta que el año 2006, realizó la expedición de compañeros, algunos de los cuales repetían en esta ocasión, comandada por nuestro estimado Juani, que no ha podido asistir por causas físicas, pero presente con su apoyo y en nuestras menciones. Ver crónica http://www.pasoslargos.com/comandopreston/prieta.htm
A buena marcha íbamos disfrutando del camino, la conversación, y con algún esfuerzo superando la pendiente y los distintos hitos, (calera, mirador. Llano Cristobal, Tajos del Naranjal, llano de La Morena, fuente de los Hornaos, y carril). Siempre dirigidos por el experto en la sierra, Juan, y marcando a la perfección el ritmo previsto, en punto, sin acumular retraso. Con esta tranquilidad, yo me limitaba a mantener en contacto visual a todo el grupo.
Una vez en el carril que une el Puerto de los Martinez con Jorox a la altura del llano Chacha unos metros en dirección contraria a cumbre y encuentro con Magda, saludos y abrazos y sin más dilación desvío por la senda a la izquierda hacia el puerto de la Maera. En el puerto la senda se divide siendo la de la de la derecha la que traigamos a la vuelta por el norte de Sierra Prieta, nosotros tomamos a la izquierda faldeando hacia Los Castillestes, (1250 m.), en este punto enfilamos a cumbre, y ”totieso parriba”, a un ritmo fuerte incluso recuperando tiempo, hasta llegar al punto geodésico, de Sierra Prieta 1518 m.
Hasta este punto, un solo pero, las nubes bajas que se concentraban en la sierra, nos impedían disfrutar del espectáculo natural y bajaban la temperatura haciéndonos tirar de chaquetones y pañuelos nasales. Breve parada en la cumbre para reponer fuerzas, fotos para dejar constancia del logro
Y a continuar, que allí no se podía hacer nada más.
La bajada hacia los dos collados y el cerro central, que unen Sierra Prieta con Sierra Cabrilla, divertida, divertida, empinada, con algunas pedreras y entretenidos destrepes de culo a tierra. Desde el primer puerto, cresteando por el cerro intermedio bajamos algunos metros hasta una alambrada, y desde allí breve subida al puerto de Los Amoladores o Mojón de los 4 términos. En este agradable punto decidimos parar a comer, con impresionantes vistas hacia ambas vertientes y para ayudar más a la bondad de la ruta, las nubes bajas habían desaparecido, perfecto. En cuanto al control horario, la bajada de Sierra Prieta resulta un poco más costosa de lo previsto, pero a esta altura, los deberes estaban medio hechos.
Desde el puerto iniciamos la subida a Sierra Cabrilla, con algo más de esfuerzo por el peso de los estómagos, pero es una subida agradable hasta la cumbre con afloramientos calizos y pastizal. La cumbre presenta una meseta con tres prominencias que las subimos para tener una panorámica completa, siendo la de más altura la última, 1506 m., donde procedemos al ritual de la foto.
Sin más dilación, la vuelta. Bajada de Sierra Cabrilla a buen ritmo hasta el puerto y desde allí a buscar la senda por la cara norte de Sierra Prieta, descendemos por senda zigzagueante a la sombra de umbría por donde encontramos en una zona de repoblación algún pinsapo que ha podido sobrevivir. Siguiendo la senda nos adentramos en un pinar de pinos larícios y carrasco hasta llegar de nuevo al puerto de la Marea. Ya desde aquí por el camino conocido a desandar lo subido por la mañana. Llegados al carril dos compañeros acompañan a Magda en el coche hasta Casarabonela y el resto seguimos por la senda de Jácara, disfrutando de las sombras del atardecer.
En total fueron 19 km. y 1300 m. de desnivel, no está mal, para una ruta no muy conocida y que bien merece la pena el esfuerzo.
Ya en los aparcamientos, un pequeño contratiempo con la batería del coche de Celia que puedo ser resuelta con algún trabajo y que impidió a algunos compañeros el cumplir con el rito del cafelico montañero. De todas formas los que quedamos fuimos generosamente invitados a todas las cervezas y comida que se nos antojo, por el magnate del Rincon, Manolo el Supersónico. Muchas gracias amigo. (Que se repita, quedó como un rey creo que por 7 €)
Gracias a todos, yo me lo pase mu bien.
Crónica: Ildefonso Ruis, El Vendaval del Moncayo

domingo, febrero 22, 2009

Grazalema-Benaocaz-Puerto de Don Fernando-Puerto del Boyar-Grazalema

José Antonio "Blackmountain" debuta con éxito como coordindor y guía en la Ruta Grazalema-Benaocaz-Puerto San Fernando-Salto del Cabrero-Puerto del Boyar-Grazalema
El Sabado 14 de Febrero, amanecio un espelndido dia sin viento y con vistas limpias, lo que presagiaba que seria un gran dia de ruta.
LLegue el primero y mientras me preparaba fueron llegando compañeros, Magda desde Sevilla pero sin Jaime que se quedo dormido, luego llego Juan Luis desde La Linea, Vicky y Juan Antonio desde Malaga, Francisco Jaime, Paco Leal, Antonio y una compañera que se nos agrega ultimamente desde Mijas, un reperesentante de Ronda participante de los 101 Km, El caiman de Puente Genil, con lo que conmigo, fuimos 11 Pasos Largos los que nos reuinimos para tal empresa.Ya que la Compañera Guillermina declinaba su presencia por problemas mecanicos en su coche y Fabiola dias antes tambien con mucho pesar, pues me consta por sus palabras. A las 10:20 am cuando nos disponiamos a partir aparecio de forma repentina el amigo Manuel que llegaba de Sevilla, que habia mantenido contacto via e-mail, y que ya no contaba con el dada la hora, pero que aparecio en el ultimo minuto, me sorprendio que no viniera equipado con los utiles de montaña a los que estamos acostumbrados pero al perguntarle si tenia que cambiarse de zapatillas o algo me, contesto que el siempre va asi, con chandal y zapatillas de deporte. Por lo que acto seguido de la foto de grupo, hice el comentario de ruta desde el pulpito natural de una roca e iniciamos la misma por el sendero que parte por el margen derecho de camping Tajo Rodillo.
Las sorpresas no acabaron ahí, ya que a unos metros tan solo del inicio una pareja que venia por libre desde Chiclana, nos pregunto si nos dirigiamos hacia el Reloj y si llevabamos guia, en fin, preguntas de todo tipo que me sorprendian ya que nuestra naturaleza las descarta por ser y somos una asociacion sin animo de lucro. En ese tiempo tambien se nos agrego una pareja de Murcia, concrertamente de Cartagena, con lo que pasamos de ser un grupo de 11 Pasos Largos a ser 11 mas 5 invitados, en total 16 senderistas. El inconveniente fue el tiempo, ya que la hora oficial se estaba demorando demasiado segun mis calculos, asi que partimos a la 10:30.
La compañera Magda comenzo liderando el grupo hasta la mitad de la subida a los llanos del Endrinal, llegando sobre las 11, lo que presagiaba que la ruta se nos haria mas larga en tiempo de lo calculado, debido al ritmo algo mas lento de lo esperado, asi pues minutos despues del reagrupamiento y las indicaciones de la zona, emprendimos la subida hasta el puerto de las Presillas, indicandoles a los invitados cual era el sendero que partia hacia el Simancon y el Reloj, a lo que encantados por nuestro buen ambiente, decidieron continuar con nosotros y dejar la subida para otro dia. LLegamos al puerto de las Presillas en buen tiempo pero con el retraso acumulado ya inevitable, pero que en ningun momento hizo que no nos detivieramos a disfrutar de las vistas de la sierra del Pinar, no sin antes comentar cual era el sendero que nos llevaria hasta el puerto del Boyar y recordar el paso de la Translibica y el camino a seguir hacia el Simancon.
Continuamos hacia el Dornajo y nos detuvimos a desayunar a la 12H en el punto mas alto de la ruta, justamente en la muralla de piedra aprovechando la ausencia de viento y las vistas de todo nuestro entorno, ya que el valle del Guadalquivir era impresionante, con sus extensas llanuras, sus embalses y sus pueblos perfectamente definidos desde nuestra privilegiada atalaya. Despues del descanso reanudamos la marcha hacia las ruinas de la Casa del Dornajo, en el cual recordamos la ruta con nuestro compañero de Ronda que realizamos con Reinaldo y señalamos la subida y el paso hacia la Charca Verde, lugar de referencia para los que bajen del Reloj, luego continuamos unos metros y algunos repusieron agua en la fuente de las tres pilas del Dornajo. A continuacion nos adentramos en un bosque de encinas y una bajada bastante escarpada con senderos bastantes deteriorados por el paso de ganado, que por fortuna como hacia algunos dias que no llovia este se encontraba bastante mejor de lo previsto, no siendo igual el sendero que nos conduciria hacia el cortijo habitado, por no ser utilizado frecuentemente y estando este bastante cubierto de aulagas, por lo que decidi pasar por una zona mas complicada por el barro y evitar pinchazos innecesarios, esto nos hizo retrasar aun mas el tiempo estimado, pero los compañeros le restaron importancia al asunto, quedando maravillados por la tranquilidad de la zona, la magnifica garganta por la que pasamos, los bosques de encinas y el buen dia con una temperatura ideal que siempre estuvo entre los 15º y 18º. Despues de pasar por el cortijo de Encinetas (habitado) nos volvimos a introducir en un bosque de encinas y alcornoques que nos llevo hacia el arroyo Pajaruco, donde se detuvo parte del grupo para deleitarse con las caidas de agua, con lo cual me tuve que volver ya que me preocupe dada la tardanza del resto. El amigo Antonio de Mijas tomo la delantera del grupo con ritmo decidido, pero obviando un desvia a la izquierda, el cual nos llevo a una alambrada que cerraba el paso haciendo imposible su continuacion desde alli, particularmente no me preocupe dado que la zona es identica por todas partes debido a su frondosidad ademas de estar bastante distraido por los comentarios y preguntas de los compañeros, pero estaba bastante confundido a medida que pasabamos por algunos lugares que no recordaba, por lo que al esuchar la voz de la cabeza de grupo, les pedi que se quedaran alli mientras buscaba el error, asi fue y despues de andar unos cientos de metros hacia atras me encontre el desvio que habia pasado inadvertido por encontrarse al bordear una piedra y tras la voz de llamada continuamos llegando a los pocos minutos a la verja que nos conduciria hasta Benaocaz ya sin perdida.
LLegamos a la parte alta de Benaocaz a las 3 pm, una hora y diez minutos mas de retraso de lo habitual, a lo que habia que sumarle la media hora de retraso en la salida, por lo que optamos en comer en el parque que hay en dicha zona al lado de un chozo que indica el inicio de ruta y descartamos en comer en el final del puerto de Don Fernando ya que se nos retrasaria en demasia el horario, siendo este el lugar idoneo para reponer fuerzas y valorar si alguien queria seguir o tomar el autobus que salia a Grazalema a las 3:30 pm, asi que al finalizar la comida los amigos que se nos agregaron de Cliclana optaron por tomar el bus y asi finalizar el dia de los enamorados con una buena ruta y no con un divorcio, ya que el compañero aunque queria continuar desistio en ultima instancia en favor de su compañera.
Reanudamos los 14 restantes a la 3:30 pm camino del puerto de Don Fernando, y ante nuestra sorpresa, la romeria con la que nos encontramos fue impresionante, gente de todas la edades y todas las condiciones, todo lo contrario de lo vivido en el tramo de Grazalema a Benaocaz, destacar la intervencion de algun compañero en ayuda y asistencia de personas que hacian la vuelta hacia Benaocaz y es que es la ruta mas comoda para ir al Salto del Cabrero, asi como un lugar de esparcimiento como son los llanos, el ritmo en esta subida y el paso de los llanos fue bastante mejor de lo esperado y aprovechando la espera de los ultimos compañeros nos hicimos algunas fotos en la calera que hay en el final de subida al puerto de Don Fernando y alli mismo decidir si haciamos la desviacion del Salto del Cabrero debido a la hora ya que eran la 16:15 cuando llegamos y cual fue mi sorpresa cuando al unisono todos dijeron ``ya que estomos aqui no vamos a irnos in visitarlo´´ asi que nos dirigimos hacia el mirador natural ya que esta era una de las atracciones del dia, pues nadie la habia contemplado antes, de hay mi asombro, lo espectacular de la falla y el inmenso cortao nos hizo deleitarnos y algunos ya se desesperaban dada la hora, a lo que les respondi que habia tiempo de sobra..
Continuamos ascendiendo de forma suave hacia el Boyar y tal y como estaba previsto nos encontramos con bastante barro por el sendero que nos lleva de vuelta, por lo que la mayoria nos pusimos las botas de buen ver, tras pasar una ultima cancela que nos indica que estamos en la finca privada ya en las cercanias del
cortijo de los Albarranes, se formo un grupo de cabeza que ya no veriamos hasta el regreso a Grazalema, debido al ritmo que impusieron, no les dejo ver lo mejor del dia, como comentamos los que nos quedamos, pues viendo la poca distancial, lofacil del terreno y las horas de sol que aun quedaban, disfrutamos como niños en el cortijo de los Albarranes, ya que las cabras que lo habitan nos dieron una bienvenida muy especial, ya que nos les causaba ningun temor nuestra presencia he incluso se dejaban acariciar, ademas de la impresianante camada de cabritas que invadian el lugar.
Desde el Cortijo la senda se convierte en camino por lo que dado lo ancho de la pista podemos entablar conversacion a la vez que disfrutamos de las vistas de la sierra del Pinar y el Salto del Cabrero con su impresionante falla, bañado todo ello con un impresionante colorido donado por unos de los atardeceres mas placenteros que yo recuerde, asi que los compañeros Paco Leal, Vicky, Juan Antonio, Alejandro y compañera
de Cartagena, Juan Luis y un servidor nos olvidamos del reloj y sin prisas pero sin pausa haciendo fotos en cada recodo del camino del Salto del Cabrero fuimos acercandonos a Grazalema, no sin antes llevarnos la ultima sorpresa del dia, al llegar al mirador justo antes del Camping, se nos descubrio un vista espectacular de la sierra de las nieves, totalmente despejada y con las ultimas luces del dia ya con el alumbrado de Grazalema encendido. Al llegar al aparcamiento y dada por finalizada la ruta, estaban esperandonos el resto de compañeros, los cuales estaban encantados con la ruta realizada, encomendandonos a proximas aventuras y con la experiencia vivida por mi parte, para tenerla en cuenta para proximas rutas.
Por José Antonio "Blackmountain", Fotografías: Paco Leal

domingo, febrero 15, 2009

La Maroma desde El Alcázar

Viernes, 13 de febrero de 2009
Ascensión a La Maroma desde el Alcazar por el cortafuegos de la Fuente del Tío Pelegrán y el Barranco del Mojón y descenso por la pista de Los Castillones y el Cerro Torreones:

De las cinco ascensiones clásicas que existen para coronar esta gran montaña que es la Maroma y que en la inmensidad de sus laderas aglutina todo el conjunto de Sierra Tejeda, cada una tiene sus peculiaridades, con distintos perfiles y desniveles según el punto de partida que escojamos y dentro de cada una existen diversas alternativas para convertir algunos tramos en circulares, pudiendo así ascender por unas zonas y descender por otra, que suelen ser mas o menos paralelas, pero siempre diferentes. Y esta era la intención de los ocho amigos que nos juntamos en aquella inolvidable jornada del viernes 13 de febrero de 2009, encontrándonos puntualmente a las 9,30 am. en el Cortijo del Alcázar, a 5,5 km. de Alcaucín (ladera oeste de la Maroma): Juan Luis España “El Hombre tranquilo”, desde la Línea, Severo “El Artesano del GPS” y su joven yerno Manu desde Algeciras que debutaba en esta jornada con Pasos Largos, desde distintos puntos de la Costa del Sol: Manolo Supersonic, El Doctor Leal, José Antonio “El Vigilante de la Playa”, Salva “Abierto hasta el Amanecer”, el otro debutante Juan y un servidor encantado de contar con tan privilegiado grupo, a pesar del despiste de Jon “El Huracán de Sheffield” que con el piloto automático aparecía en aquellos momentos en el Cortijo del Robledal, desde donde un vez comprobado el error, comenzaba a mentalizarse para iniciar la ascensión en solitario y también con la pena de no contar con Magda “La Pimentonera de Águilas” que junto con el “Serpa Carmona” a punto estuvieron de venir juntos desde Sevilla, viendose obligados el día antes a tener que desistir de la aventura por motivos varios.

El acceso en nuestro vehículo a los pies del coloso, siempre resulta un espectáculo cualquiera que sea el punto de partida que escojamos para su ascensión, en el caso del Cortijo del Alcázar, desde que tomamos la pista de acceso al parque natural Sierras Tejeda-Alhama y Almijara, que nos encontramos nada mas entrar en Alcaucín a la izquierda, la panorámica que ya tenemos del impresionante boquete de Zafarraya iluminado por los primeros rayos de sol de la mañana al igual que su prolongación mostrándonos una privilegiada perspectiva del Arco Calizo Central hasta mas allá del puerto de las Pedrizas, ya de por sí justifica y recompensa la visita. Pero es que tal y como nos vamos adentrando por la pista y nos vamos acercando a la zona de acampada, los impresionantes tajos que flanquean el arroyo del Alcázar dejarán boquiabierto al visitante que por primera vez se adentra en estos parajes no pudiendo evitar hacer la parada de rigor para fotografiar tan grandioso y agreste paisaje desde el Mirador Miguel Álvarez. Al pasar junto a la zona de camping, chiringuito incluido, donde se anuncian “truchas frescas” nos deleitarán las cascadas que forman las escalonadas piscinas que han formado en el río del Alcázar bajando en estruendoso caudal. Llegando 500 m. mas arriba al cortijo del Alcázar, punto de partida de la ruta, con aparcamiento incluido y los típicos paneles descriptivos de la ruta que tenemos por delante, situados a la entrada del área recreativa que tenemos que atravesar pasando al pie de altísimos pinos para acceder a la pista por la que vamos a ir ganando altura. De seguir esta pista, sin desviarnos por ningún ramal, se llega sin ningún problema al primer nivómetro que coincide con el comienzo de la Cuesta de las Víboras, cubriendo así el primer tercio de ruta, que además coincide con la ruta tradicional. Sin embargo, nosotros decidimos dejar esta opción para el retorno, eligiendo la variante que nos encontramos conforme vamos subiendo por la pista principal y llegamos al tercer ramal que nos encontramos a la derecha, que conforme vamos avanzando se va estrechando hasta que al superar una cerrada curva de herradura a la derecha, nos lleva hasta el comienzo de una senda por la que comenzamos a ganar altura de forma muy directa, rápidamente cambiamos el bosque de pinos por una zona de matorral, cada vez mas pobre por donde vamos ascendiendo de una forma muy directa, sin ser concientes de que en realidad vamos por un cortafuegos, desde donde vamos viendo permanentemente a nuestra izquierda la pista anteriormente mencionada, coincidiendo exactamente el final de este tramo de ascensión, que sin duda, el mas duro de la ruta, con el final de la mencionada pista donde llegamos al primer nivómetro. Lugar de obligado reagrupamiento por lo estirado que suele llegar el grupo a este punto que coincide aproximadamente con el primer tercio de ruta, donde mas de uno suele llegar casi sin aliento. Es el peaje a pagar por ahorrarnos casi 2 km de pista por suave y progresiva ascensión, que la verdad también tienen su atractivo cuando pasamos al pie de las paredes del Cerro Torreones y los Castillones, que son un referente visual en los dos primeros tercios de ruta.

Una vez reagrupados y con el aliento recuperado tras echar mano al líquido elemento, afrontamos el segundo tramo de este entretenido itinerario por la mítica cuesta de las Víboras, se trata de un tramo en continuo zigzag donde no se ha escatimado en reforzar la senda con pequeños muros de piedra, allá donde el perfil del terreno lo ha requerido, disfrutando de una preciosa senda muy cómoda de realizar, parecida a la que va de Puerto Martínez al Grajo en la sierra Alcaparín, un curioso pino con su tronco retorcido de forma casi inverosímil, donde empezamos a pisar los primeros tramos de senda nevada, nos señala que ya queda poco para finalizar este tramo de zig-zags que caracterizan este tramo. Tras el cual llegamos a un altiplano por el que caminamos muy cómodamente donde volvimos a hacer una pausa para echar otro trago y colocarnos las polainas, pues todo lo que teníamos por delante estaba cubierto por un blanco manto de nieve. En suave ascensión continuamos la caminata bajo un radiante cielo azul, entre pequeñas encinas y quejigos dispersos, testimonio fiel del tipo de bosque que cubrió esta zona de la sierra en otros tiempos. La altiplanicie anterior la atravesamos en dirección sur, sureste, hasta que al llegar a un pequeño collado, giramos a la izquierda, este con la piramidal silueta del Cerro del Águilla a nuestra derecha, llegando poco después a la denominada Unión de Barrancos, donde esta preciosa ruta vuelve a ofrecernos dos alternativas: la tradicional que continúa recto para ir girando hacia la derecha, faldeando la cara este del Mojón de la Fuensanta, llegando al segundo nivómetro poco después de dejar atrás la fuente del Espino, todo ello señalado con las correspondientes balizas de madera, ó bien la que se dirige de forma mas directa a la cumbre que consiste en remontar el barranco del Mojón que tenemos a la derecha y que fue la opción que escogimos para ascender a través de un espectacular paisaje de nieve virgen que nos rodeaba por doquier, mientras íbamos dejando a nuestra derecha el piramidal cerro del Águila y a la izquierda el Mojón de la Fuensanta remontando el escalonado perfil del barranco suavizado por una nieve lo suficientemente dura, como para caminar cómodamente sin hundirnos.

Entre la euforia por la belleza del paisaje, el día radiante de sol, el buen ambiente de hermandad sendérica y el alegre ritmo que llevábamos llegamos a la plataforma de cumbre mas allá del segundo nivómetro que habíamos dejado unos 100 m. a nuestra izquierda, encontrándonos ya con las balizas que unen, el corto tramo que va de la Casa de la Nieve al punto geodésico de la Maroma. A penas quedaban 200 m. por cubrir para llegar al objetivo del que tan sólo nos separaba una pequeña lomita, que incluso en una ruta familiar sería insignificante. Pero aquí cometimos una novatada, y es que tras la imagen de postal de la que veníamos disfrutando durante toda la semana, con la cumbre de la Maroma completamente nevada, destacando por encima de la bahía de Málaga, se ocultaba una trampa, que a su vez era la explicación del por qué continuaba completamente nevada después de tres días de cielo azul e incluso con algo de calor y es que la cumbre la cumbre estaba congelada. Cada paso que dábamos, intentando remontar aquella suave y última pendiente, era un desafío, no tardamos en ponernos en fila india, con “Abierto hasta el Amanecer” y “El Doctor Leal” abriendo agujeros en el suelo para asentar cada paso, sobre los que los demás íbamos caminando clavando los talones con todas nuestras fuerzas pensando especialmente en preparar la bajada. Poner un pie fuera de allí suponía una caída por un tobogán de casi 200 m. o mas, si caías hacia la vertiente de los tajos del Sol. Cada paso avanzado era todo un ejercicio de pericia y concentración. Pero el suelo estaba cada vez mas duro y congelado, ya quedaban menos de 100m para el punto geodésico, hubo un momento de duda que a mas de uno hizo desistir, pero en el último instante sabedores de lo cerca que nos encontrábamos, casi patinando sobre hielo y guardando el equilibrío, paso a paso y en fila india para aprovecha la huella del compañero de delante llegamos al mítico punto geodésico de La Maroma (2.065 m). Encontrándonos con una espectacular imagen de su escalera completamente cubierta de nieve.

Tras las fotos de rigor en la cumbre, almorzamos junto a la sima de La Maroma, con unas vistas espectaculares con todo el litoral malagueño a nuestros pies, parcialmente cubierto por as nubes que se encontraban por debajo de nosotros. El brillo del sol sobre el mar era de una belleza poética, hacia el este sierra Almijara aparecía parcialmente nevada, al igual que la Contraviesa almeriense, además de sierra Nevada, sierra de Huetor y mas allá Sierra Mágina. Como dijo mas de un compañero, esto no lo cambio por el mejor restaurante del mundo, las vistas, la claridad de atmósfera, la ausencia de viento, la buena compañía, la increíble sensación de libertad y absoluto privilegio, entre un sin fin de buenas sensaciones nos hacían sentir en el paraíso. Pero el tiempo de permanencia en las cumbres, tiene su límite para todo mortal, de manera que una vez finalizado el almuerzo, a penas unas fotos mas para reconfirmar que aquello no era un sueño e iniciamos el descenso descendiendo por el mismo camino que habíamos marcado sobre el hielo. A poco de empezar el descenso, mas familiarizado ya con el medio que nos rodeaba, mas de unos cubrimos algunos toboganes tirándonos como niños cual gigante tobogán, destacando en esta modalidad el intrépido Manu y Salva “Abierto hasta el Amanecer”.

Al llegar al segundo nivómetro, que en nuestro camino de ascensión habíamos dejado unos 100m a nuestra izquierda, decidimos regresar por la balizada senda de la Fuente del Espino, pero a penas 200 m mas allá del comienzo, nos vimos atrapados en una trampa. Y es que a pesar de tener a la vista la parte superior de las balizas, al coincidir con la ladera este y norte del Mojón de la Fuensanta, ya se encontraba totalmente en sombra y la senda no sólo había quedado totalmente inmersa bajo la nieve, sino que además su trazado a modo de cornisa, se había perdido bajo una gruesa capa de nieve casi congelada, que no daba la mas mínima pista sobre la senda a pesar de tener las balizas a la vista y por lo tanto la senda aproximadamente localizada, era imposible avanzar sobre ella, pues la ladera, no solo se empinaba cada vez mas, sino que al menor paso en falso, la caída hacia el arroyo de los Tejos era de mas de 200 m. de empinadísimo tobogán, viéndonos obligados a retroceder sobre nuestros pasos, no sin esfuerzo, riesgo y dificultad hasta que por fin pisamos sobre tierra firme cuando regresamos al segundo nivómetro, situado en el Collado del Mojón desde el que se accedimos directamente al barranco del mismo nombre por el que habíamos realizado la ascensión que repetimos en sentido inverso para descender hasta la base de la cuesta de las Víboras, desde donde continuamos tal y como estaba previsto por la pista donde disfrutamos de la privilegiada estampa de numerosas cabras montesas haciendo honor a su nombre sobre las afiladas paredes de los Castillones, con un atardecer de postal sobre el pantano de la Viñuela, llegando a los coches estacionados junto al cortijo del Alcázar con los frontales encendidos y el ululeo de los cárabos recordándonos que habíamos rebasado de largo el tiempo estimado de ruta.

domingo, febrero 01, 2009

Del Tajo del Molino al Castillón de Teba

Viernes, 30 de enero de 2009
Del Tajo del Molino al Castillón de Teba
Si bien esta ruta estaba proyectada realizarse para el sábado 31 de enero, los oscuras predicciones meteorológicas que anunciaban todas las fuentes consultadas para aquel fin de semana, nos llevaron a adelantar un día esta ruta imprescindible para quienes gustan deleitarse con las maravillas que nos ofrece el “karst andaluz”. Teniendo además la suerte de encontrarnos con un radiante viernes de cielo azul y temperatura casi primaveral para despedir un mes de enero 2009 que había sido de los mas fríos y lluviosos en los últimos años.

Paradójicamente las mejor panorámica que podemos conseguir para recrearnos con los espectaculares pliegues y estratos inclinados, derivados de los esfuerzos horizontales del plegamiento y la fractura de las rocas sedimentarias emergidas del Mar de Thethys, fruto de la presión entre la placa tectónica Ibérica y la Africana, la podemos ver en toda su dimensión tal y como nos aproximamos a esta singular montaña denominada “Castillón de Teba o Peñarrubia” llegando desde Ardales dirección Campillos hasta situarnos justo a sus pies. Donde nos encontramos con el cruce de campillos y Antequera a la derecha y Teba a la izquierda, dirección esta última que seguimos hasta que a los 3,5 km. llegamos al puente que atraviesa el modesto arroyo de la Venta, bien antes ó bien después del puente nos encontramos con una pequeña explanada para dejar los coches. No está de mas recordar que en la primera explanada justo anesde llegar al puente donde estacionamos nuestros vehículos a pocos metros de las señales que anunciaban: Tajo del Molino & Punto de interés geológico, parte una pista que en poco mas de 200 m. nos sitúa en una especie de mirador pasarelas de madera incluidas en la pared derecha del tajo tal y como nos asomamos al mismo desde el puente, siendo utilizada con relativa frecuencia por los amantes de la escalada ó de la ornitología ya que para ambas especialidades, ó incluso la espeleo el Tajo del Molino es un auténtico santuario.

Procedentes de la costa llegábamos a la hora prevista: Carlitos El Poeta de las cumbres, convaleciente de una sobrecarga muscular, el explosivo Manolo Supersonic después de haber pulverizado un nuevo record del improvisado rally “Rincón de la Victoria-Teba”, el extraño caso de Manolo, El Tritón de la Chorrera una especie guía apache a la antigua usanza, además de un magnífico crítico de Cine, Miguel, El Hombre que sabía demasiado, que convierte cada salida en toda una experiencia para alimentar la eterna curiosidad del científico que posee la intuición de encontrar un minúsculo fósil de anmonite en los lugares mas recónditos donde a nadie se le ocurre mirar; Patri, La Chica que miraba las Estrellas, que aquel día nos hacía entrega para Pasos largos de un corto distribuido por su propia productora titulado “Borrados del mapa” ningún título mas apropiado para recordar lo que a muy poca distancia de allí había ocurrido. Dice así la contraportada del DVD: “En 1971, los vecinos de Peñarrubia ya saben que tienen que abandonar su pueblo debido a la inminente construcción del Embalse del Guadalteba. Peñarrubia desaparece como pueblo en 1973. Sus vecinos continúan sus vidas con mayor o menor fortuna, pero lejos de donde nacieron, la mayoría en Santa Rosalía, Málaga, siempre con el recuerdo de la tierra que les vio nacer y ahora cubierto por las aguas del embalse del Guadalteba. No olviden que un día les borraron del mapa”. Y para terminar de completar tan singular grupo de pintorescos personajes, nuestra sorpresa y alegría se vieron multiplicadas por tres cuando vimos aparecer mochila y bastones en ristre a tres componentes del Comité de sabios como son: Rafa Márquez, mas conocido como el Aristóteles de la senda, socio número 1 de P.L. viejo zorro curtido en mil y una aventuras por nuestras queridas montañas, El Padre Don Fernando El Diácono, otro magnífico compañero de aventura especialista en grandes rutas de hermandad sendérica y cerrando el trío de “serranitos”, como diría la Dulce Celia, Carlos Tapia, El Retratista de atardeceres y amaneceres, que en los últimos años viene realizando una magnífica labor desde el anonimato del entrenador de varios equipos de futrito de Ronda en lo referente a categorías: benjamines, alevines e infantiles, amén de retomar con gran entusiasmo la iniciativa de programar numerosas salidas para nuestras rutas familiares de los domingos y haberse convertido en muy poco tiempo no sólo uno de los mejores fotógrafos paisajísticos de P.L. donde tenemos la suerte de tener auténticos maestros como podéis comprobar entrando en nuestro foro, sino de toda Andalucía. Sin embargo, había cometido un error que otros muchos podrían cometer fácilmente y es que teniendo en cuenta que habíamos titulado esta ruta: Del Tajo del Molino al Castillón de Teba, teniendo el pueblo de Teba un castillo, denominado de la Estrella, dejó su coche allí en la creencia de que el castillo de Teba era el destino de nuestra ruta, para desde allí retomar su coche y llegar a tiempo para sus entrenamientos. Ahorrándose así el de vuelta en una ruta a priori lineal. Obviamente la sorpresa se la llevó cuando le informamos de que el objetivo era la cumbre del monte denominado Castillón de Teba, que curiosamente se encuentra equidistante del Tajo del Molino, pero en sentido contrario, motivo por el cual inconscientemente la ruta se convirtió para él en una especie de contrareloj en la que a penas hizo uso de su prestigiosa cámara.

Una vez aclarada la cuestión tuvimos a bien recordar no comenzar con demasiadas prisas, porque precisamente los dos grandes alicientes de esta ruta se encuentran al principio y al final, siendo el primero justo al principio: el mágico tránsito que supone atravesar este precioso desfiladero denominado el Tajo del Molino y las privilegiadas vistas que obtenemos desde la cumbre del Castillón de Teba ó Peñarrubia sobre el conjunto de los embalses. Desde el mismo puente a pie de carretera, bajamos por las escalonadas rocas, hasta situarnos en la intermitente senda que discurre por el margen dereceho del arroyo de la Venta, donde el pequeño cauce que posee en la actualidad contrasta con la impresionante acción erosiva que ha dado lugar a este gran corte en la sierra de Teba-Peñarrubia, formando este precioso desfiladero por el que discurre el primer kilómetro de esta interesantísima ruta desde el punto de vista geológico, pudiéndonos recrear a nuestro paso entre las paredes con una serie de fallas, diaclasas y cuevas colgadas de las paredes del tajo, en algunas de ellas se conservan importantes yacimientos arqueológicos, prehistóricos y algunos conjuntos de arte rupestre. Hoy en día, el río sigue erosionando este cañón kárstico, prueba de ello la tenemos en su lecho: la velocidad del agua del río forma un flujo turbulento, el agua gira en forma de remolinos en unos pozos, denominados marmitas de gigantes o pilancones, en cuyo interior suele haber varios cantos rodados que en su movimiento giratorio van desgastando y profundizando el lecho de este río. Que por desgracia en la actualidad se encuentra contaminado por las aguas fecales procedentes del t.m. de Campillos.

Pero ciñéndonos a la ruta en cuestión la senda que discurre por el margen derecho del arroyo, o el izquierdo según el sentido de nuestra marcha aguas arriba, hasta que a unos 200 m. mas allá de haber empezado a caminar junto a su cauce nos vemos obligados a cruzar por donde mejor podamos a la orilla de enfrente, convirtiéndose el salto de cada compañero en un momento de diversión, que le da un plus de aventura a esta ruta. Una vez en la orilla contraria seguimos remontando el cauce del río que ahora queda a nuestra izquierda, dejando también a nuestra izquierda las ruinas de un gran molino construido en el siglo XIX, que también servía de venta, precisamente de ahí les viene su actual denominación al río de la Venta y al tajo del Molino. Las grandes dimensiones de la estructura del antiguo molino nos hacen pensar que el caudal del río hace un siglo era mucho mayor, ó al menos lo suficientemente grande como para poder accionar las grandes piedras de molienda que aún hoy podemos ver, con las que se producía la harina. Vestigios de otra época no tan lejana en términos históricos. Con las chovas piquirrojas como testigo sobrevolando los tajos y algún que otro cernícalo ó primilla dejaremos atrás las colosales paredes abriéndose ante nosotros un dócil paisaje de campiña de ondulante perfil.

Siendo nuestra próxima referencia a seguir, la cañada que nos encontramos al dejar atrás el desfiladero nada mas girar a la derecha por la que vamos a ganar altura rápidamente valiéndonos de una sendita que discurre paralela a la misma y que al llegar a su zona mas alta, podemos abandonar, desviándonos un tanto a la derecha por un canchal que nos sitúa en la zona mas alta de la pared del desfiladero que hemos tenido en todo momento a nuestra derecha, pudiendo obtener una nueva perspectiva del mismo, así como de la inconfundible torre del castillo de la Estrella, parte del pueblo de Teba y la barriada que de forma dispersa se extiende hasta el mismo puente donde hemos estacionado los coches junto al puente.

Una vez recreada la vista desde este improvisado mirador sobre los tajos, sólo nos queda dirigir nuestros pasos por la loma, que en dirección predominantemente este, sureste nos va a llevar directamente hasta la misma cumbre del Castillón de Teba o Peñarrubia, sirviéndonos para ello de alguna que otra precaria senda marcada por el ganado de la zona, de manera que la pequeña cresta salpicada de pequeños lapiaces va quedando a nuestra derecha, mientras que nosotros vamos caminando por estas intermitentes sendas que en su ondulado perfil hacen muy cómodo nuestro caminar, mientras nos vamos recreando con as vistas de Campillos con sus lagunas lacustres, sorprendentemente cercanas a nuestra izquierda y poco después también a nuestra izquierda, dirección norte, la laguna de Fuente de Piedra con un magnífico aspecto tras las últimas lluvias caídas y además del pueblo que le da su nombre justo al otro lado de la misma.

También a nuestra izquierda durante prácticamente todo el recorrido a unos 2 km de distancia llevamos en paralelo a nosotros una pista terriza por donde se puede realizar perfectamente el camino de vuelta completando una bonita ruta circular. El caso es que unos kilómetros después de haber dejado atrás los tajos, llegaremos a un olivar tras el cual podemos entrever dos promontorios rocosos que se adivinan como la cumbre del Castillón de Teba. Planteándonos aquí ese típico momento de duda de cómo llegar a la cumbre por el camino mas fácil. Para ello debemos bordear el perímetro del olivar por su zona mas alta, de tal manera que éste va a quedar a nuestra izquierda y en continua pero suave ascensión, casi faldeando, vamos a ir rodeando las dos cumbres y los farallones rocosos que tenemos a nuestra derecha, de tal manera que llegará un momento en que empezaremos a ver a nuestra izquierda, dirección este, el embalse del Guadalhorce, y ya frente a nosotros salvando un desarrollado lapiaz, el vértice geodésico del Castillón junto al cual nos encontramos con una pequeña plataforma de paneles solares vigilados por cámara, y los vestigios arqueológicos de una antigua torre vigía. Pasado y futuro unidos en esta singular cumbre casi siempre sobrevolada por numerosos buitres, junto a los cuales podemos disfrutar de una vistas privilegiadas sobre el conjunto de los embalses del Guadalhorce, Guadalteba, mas cercano a nosotros y Conde del Guadalhorce. Desde su cumbre podemos distinguir la sierra de Alcaparaín con Ardales a sus pies, al sureste Sierra Blanquilla de Carratraca y Aguas, el pico del Convento, Sierra del Huma, Capilla ó incluso Chimenea y El Torcal, incluso las nieves de Sierra Nevada si es invierno, entre algún hueco que encontremos por la sierra de Camarolos. Al nordeste la subbética cordobesa, al norte la Laguna de Fuente de Piedra y al noroeste los techos de Sevilla que son el Peñón de Algámitas y la sierra del Cerril, asomando por encima de la localidad de Teba.

Pocas cumbres de tan sólo 725 m. sobre el nivel del mar dan tanto de sí, siendo una de esas privilegiadas atalayas que tanta pereza te da abandonar. Para no regresar por el mismo camino la mejor opción es desandar los últimos 300 m. por los que accedimos a la cumbre, hasta situarnos en la zona alta de un bosquete de pinos que bordeando por su margen derecho nos lleva hasta la pista terriza que de continuando en dirección oeste, obviamente ahora a la inversa, nos lleva de vuelta al tajo del Molino, por un dócil terreno de campiña. Sin embargo, nosotros una vez que llegamos a la zona baja del bosque de pinos, ascendimos por un pequeño camino en dirección oeste pasando entre dos promontorios rocosos tras los cuales llegamos a un gran cortijo, donde podríamos haber seguido por la pista, renunciando a la comodidad de la pista para regresar a la loma del camino de ida, retomando la ruta original a modo de entrenamiento, volviéndonos a deleitar con esta auténtica catedral geológica que es el Tajo del Molino, disfrutándolo aún mas con la luz del medio día, pues el sol iluminaba en algunos tramos las dos paredes al mismo tiempo.

Aprovechando que acabamos prontito nos acercamos hasta la localidad de Teba, para merendar y dar un paseo desde el centro del pueblo a las ruinas del castillo de la Estrella. Un par de horas antes nuestros compañeros Carlos Tapia, Rafa Márquez y Don Fernando habían finalizado al descender directamente desde la cumbre por el gran tobogán que desde la misma nos sitúa en el cruce de carretera Campillo-Teba-Ardales, donde los recogió Mari Paz. Siendo esta además una opción muy a tener en cuenta no ya sólo por ahorrarte el camino de vuelta, sino porque de esta manera te puedes ir recreando en los distintos estratos y los espectaculares pliegues de las fallas, que no se ven desde la cumbre y que tan sólo puedes disfrutar en todo su esplendor y grandiosidad bien desde la carretera o bien realizando a pie este tramo.