lunes, agosto 17, 2009

Sábado, 15 de agosto de 2009 DEL BARRANCO DE LOS CHORTALES A LA POZA CENTRAL Y CONTINUACIÓN POR EL BARRANCO DE LAS CHORRERAS Y CAÑÓN DEL RÍO VERDE


Tal y como habíamos quedado entre las nueve y nueve y media desayunamos en el bar El Capricho de Otivar a donde se llega desde la intrincada carretera de montaña que parte desde la localidad de Almuñecar capital turística de la costa tropical granadina. Dejando atrás Otivar continuamos ganado altura por la carretera hasta llegar a la entrada del polémico carril de la Cooperativa de Cázulas. Carril Privado que da acceso a varias fincas de vecinos de Otivar que desde 2003, tienen montado un negocio que consiste en cobrar 5 € por persona y coche. Además ya le tienen buscado todos los trucos anti picaresca habidos y por haber. Por ejemplo: nosotros éramos un grupo de 10 senderistas y había que dejar dos coches abajo del carril, en el final previsto de ruta, para una vez allí repartirnos los 10 entre los dos coches y ahorrarnos la caminata de 4,5 km. de insulso y polvoriento carril cuesta arriba. Pues bien de nada sirvió decirle que unos cuantos íbamos a hacer la subida a pie, ya que como el arte de la estafa, el abuso, la picaresca, la sinvergonzonería y la desidia de la Junta de Andalucía han ido en aumento en todo este tiempo, tienen respuestas para tod0os y te dicen, que da igual que los 10 salgamos en coche o andando, el peaje se paga por persona, vaya andando, en coche, moto, caballo, bicicleta o monopatín y ala delta si me apuras. En definitiva allí pagamos religiosamente 50 €, es decir 5€ por cada uno de los 10 senderistas que formábamos el grupo, no porque lo fuésemos a utilizar en ese momento, sino porque era la vía de escape mas lógica, si no queríamos desandar los 15 km. de ruta, convirtiéndolos en 30 km. Y encima, como un detalle marca de la casa, el tío que estaba allí con cara de cuatrero de película del oeste va y nos dice que como somos diez, no nos va a cobrar los tres coches que iban a bajar, es decir: los dos que se iban a quedar abajo mas el mío que los acompañó para traer arriba de vuelta a los dos conductores, que en este caso fueron Ruben “El Mariachi” y Eduardo “El Profeta del Tajo Gómer”, juntos regresamos de vuelta arriba, donde volvimos a reorganizarnos entre mi coche y el de Pepe de GRUME “El Funambulista del río Verde”. Si ya habíamos dejado dos coches en el final previsto de ruta, ahora tocaba seguir con los coches hasta el inicio de la misma.

De manera que seguimos por la mítica carretera de la Cabra Montes, sin duda una de las carreteras paisajísticas mas espectaculares la mitad sur peninsular, el paisaje es grandioso entre los picos del extremo oriental de Sierra Almijara y el sistema de barrancos de la cabecera del río Verde a nuestra izquierda y a la derecha la desconocida Sierra de Cázulas y las desconocidas sierras de transición entre Sierra Almijara y la Alpujarra Granadina, con cresterías espectaculares, que resultan toda una tentación para el amante del senderismo y la montaña con mil rincones inéditos por descubrir de los que muy poco hay escrito, pero esa ya es otra historia… El caso es que entre requiebro y requiebro con algún que otro comienzo de pista a ambos lados de la carretera llegamos al mítico puerto de la Cabra Montes, que le da nombre a esta mítica carretera. En dicho puerto nos esperaba nuestra compañera Magda, La Pimentonera de Águilas, también conocida como la Reina de Sierra Nevada, nominada los dos últimos años a Senderista Destacada 2008 y 2009 y que comienza a destacar como una de las grandes favoritas para alzarse con el prestigioso premio Senderista Destacada 2010. El caso es que Magda estaba allí porque la noche antes la había pasado en el Hostal Sierra Almijara de Jayena, que trasladado al Señor de los Anillos sería algo así como “La Taberna del Poni Pisador en la aldea de Bree”, un lugar tácticamente muy interesante, por tener a tiro de piedra el comienzo de numerosas rutas muy poco transitadas de Sierra Almijara como son: El Cerro Lopera, la Mesa de Fornes, Río Bacal o Grande de Jayena, Cacín, Salto del Caballo, Piedra Sillada o Navachica por el carril de la Resinera y por supuesto el río Cebollón que a la postre sería la opción que escogería para realizar el día siguiente.

Al poco de unirse Magda a la caravana, dejamos a nuestra izquierda el comienzo del carril de Las Cabrerizas que en su parte mas baja íbamos a cruzar en un determinado punto de la ruta y donde a esa hora veíamos como se estaba organizando un grupo de barranquistas coordinados por la correspondiente empresa de turismo activo como suele ser habitual a esa hora de la mañana. Un par de kilómetros después llegábamos a un ensanche de cuneta que queda a la izquierda donde aparcamos los coches frente a un panel informativo con una propuesta de ruta, que coincidía parcialmente con la nuestra. Una vez preparados mochilas, bastones, gorras, cámaras, etc…Seguimos avanzando unos 100 m. por la carretera, dirección norte hasta situarnos frente al comienzo del sendero desde donde iba a partir la ruta, pero antes no desaprovechamos la oportunidad para hacernos la correspondiente foto de inicio de ruta con el espectacular telón de fondo del Alto de los Bojes, tal y como ya hiciéramos dos años antes, en una variante de esta misma ruta que hasta la Poza Central iba a ser exactamente la misma, pero retornando al mismo punto de inicio dando un rodeo por el embalse y el barranco de la cueva Funes.

Desde el inicio de este recorrido comienzas a disfrutar de la espectacularidad de las montañas que te rodean, pues a pesar de que nos encontramos rodeados por unas sierras que históricamente han estado muy castigadas por el fuego, la espectacularidad de sus crestas con algunos salientes y cresterías en forma de dientes de sierra, unidos a la profundidad de sus intrincados barrancos, flanqueados de vez en cuando por angostos desfiladeros, hace que nos sintamos unos auténticos privilegiados. Además como el punto de partida ya está muy alto de por sí, jugamos con la ventaja de comenzar viendo el paisaje desde arriba o casi al mismo nivel de las cumbres que tenemos frente a nosotros, como el Alto de los Bojes y del Humo a nuestra espalda, es decir al este, al norte, es decir a la derecha, el emblemático Cerro Lopera, que distinguiremos fácilmente por la casetilla blanca en su cumbre y frente a nosotros el Cerro de los Madroños. Los dos primeros kilómetros discurren faldeando la sierra con una sucesión de suaves toboganes con las consiguientes subidas y bajadas, que nos llevan hasta una espectacular balconada, a la que se accedimos la mayoría de compañeros por un pequeño ramal del sendero a nuestra izquierda. Se trata de un extraordinario balcón natural con paredes verticales a ambos lados que casi te hace sentir como si estuvieras volando, ni que decir tiene que las vistas desde aquí son sencillamente impresionantes.

De vuelta al sendero, rodeamos el mirador, pasando bajo su pared norte y oeste, y continuamos el descenso ya de forma mucho mas pronunciada, pasando junto a unas verticales paredes que quedan a nuestra derecha y a continuación tras un zig-zag de la senda, seguimos descendiendo esta vez con las paredes verticales a nuestra izquierda, hasta que tras un pequeño tobogán nos situamos en un collado que casi da vértigo y por donde parece imposible que la senda pueda seguir bajando, las vistas que se obtienen desde este punto sobre el “Barranco de Las Cabrerizas” son preciosas, pero la pregunta sigue siendo “cómo es posible que la senda nos lleve hasta allí abajo”, sin embargo, como por arte de magia, aparece ante nosotros una escalera excavada en la roca, que incluso nos brinda la ayuda de un pasamanos en aquellos tramos donde prácticamente se hace imprescindible, a veces los peldaños excavados en roca viva son tan altos que casi tenemos que destrepar la escalera, pero no hay ningún peligro si se hace despacio y con paciencia, ya que además cada recodo de esta intrincada escalera nos ofrece una nueva perspectiva de la famosa cascada le los “Cascada de los Árboles Petrificados” que recibe su nombre de la curiosas forma que le han ido dando a la roca, las “tobas carcarias” y los troncos de árboles que allí se han quedado encajados y casi petrificados a modo de fósiles, por la acción erosiva del agua, que por ella fluye la mayor parte del año. Nada mas bajar la escalera ya nos situamos al pie de la famosa cascada donde algunos aprovecharon para darse el primer baño o simplemente refrescarse un poco y otros, además de hacer lo propio en la cascada visitamos la pequeña pero preciosa cuevecilla, que se encuentra a unos 30 m. de la cascada tal y como la miramos de frente por un ramal de sendero perfectamente marcado, donde nos deleitamos con el desarrollado sistema de estalactitas y estalagmitas sobre las que no dejan de caer gotas de agua, que guardando el silencio necesario podemos escuchar de forma casi hipnótica, dándole al lugar mayor aire de misterio. Sin duda, el conjunto de la cueva, la cascada, el precioso barranco donde se encuentra y hasta la escalera que da acceso a este lugar, bien merecen una mención especial, dentro de la colección de lugares mágicos de Sierra Almijara.

Cuando abandonamos la cascada de los Árboles Petrificados tenemos la opción de ahorrarnos unos 500 m de sendero con algunos tramos de subida, o hacerlo de forma mucho más fácil, descendiendo por el carril que pasa a muy poca distancia de la cascada, pero nosotros volvimos a hacer bueno el lema de jamás cojas por carril, mientras haya sendero. De manera que únicamente atravesamos el carril de las Cabrerizas, en el punto donde nuestra senda confluía con el mismo, donde un panel estratégicamente situado, advierte de la Normativa para la práctica del Barranquismo, pues precisamente es este el lugar a donde llegan las empresas de turismo activo con sus 4x4 para iniciar los descensos con sus grupos. De hecho un poco mas abajo coincidimos con un pequeño grupo de barranquistas que habían partido de allí mismo minutos antes.

Una nueva sucesión de toboganes nos llevaría en el tramo siguiente a vadear varias veces el barranco de los Chortales, pasando por la cascada de baja procedente del embalse de Funes, hasta llegar a la confluencia entre el barranco de los Chortales y el de Los Madroñales donde las altas temperaturas del mediodía hacían muy recomendable el baño del que disfrutamos la gran mayoría antes de enfrentarnos al siguiente tramo con una empinadísima cuesta que aunque de poco menos de un kilómetro, es de una pendiente capaz de dejar sin resuello al mismísimo Manolo Supersónico, que por primera vez en nuestros últimos años de aventura, confesaba estar bajo de forma, eso sí, mientras nos pasaba de largo como un cohete, siendo el único capaz de aguantar el impresionante ritmo del Tritón de las Chorreras, que estrenaba bandera ese día. Una vez superada la fuerte pendiente, la maltrecha pista invadida aquí y allá por grandes bloques de piedra que han ido cayendo al camino arrastradas por las fuertes lluvias torrenciales que aquí se producen cada x años, comenzamos a faldear el cerro del Gitano, ya de forma bastante cómoda hasta llegar a una piedra que queda a la izquierda del camino a modo de atalaya donde nos encontramos a manolo Supersónico junto a Chukie, disfrutando de una de las panorámicas mas espectaculares del conjunto de barrancos de la cabecera del río Verde con el Haza del Quejigo al Este y la impresionante Loma de las Grajillas al sur y la divisoria de sendas que va hacia la crestería y hacia la Poza Central paralela al barranco del Lagarto a tiro de piedra. Precisamente por este último sendero realizamos un cómodo descenso hasta la denominada Poza Central donde disfrutamos de una memorable sesión de baños y almuerzo incluido. Con mención especial a la paradisíaca poza y cascada que se encuentra en el siguiente escalón aguas arriba, donde le hice un reportaje a Paco de GRUME “La Luciérnaga del Callejón Oscuro” y Magda “La Pimentonera de Águila” que no olvidarán fácilmente.

Hay cumbres o parajes naturales de tal belleza que te hacen sentir un auténtico privilegiado, donde pierdes la noción del tiempo y te cuesta la misma vida abandonarlos, la Poza Central, denominada así porque sobre ella vienen a confluir varios barrancos, es un ejemplo perfecto de lugar paradisiaco. Pero al fin y al cabo nuestro paso es efímero, como efímera es nuestra vida de pobres mortales. Eso sí, antes de regresar o simplemente reanudar la marcha, debemos borrar toda huella y restos propios o ajenos de nuestra presencia allí, para dejárselo a los Dioses de las Montañas como se merece la madre Naturaleza. Pues bastante grande es ya la deuda que tenemos con el Planeta Tierra cada vez mas castigado y contaminado, en la mal llamada era del progreso y la prosperidad. Donde nuestros políticos y los gobernantes mas poderosos y que podrían reforzar mucho mas las leyes de protección a la Naturaleza y endurecer las penas de quienes atentan contra ellas, solo hablan de medio ambiente en época de elecciones. Y el resto de la legislatura como los cerdos, a comer del pesebre y atracar todo lo que se pueda no para servir al pueblo, sino para servirse de él, enriqueciéndose a ellos mismos, a sus familiares y a los que tienen a su alrededor. Y mientras tanto al medio ambiente que le den por culo, que produce muy poco dinero y muchos quebraderos de cabeza, total para cuando lo del cambio climático no tenga remedio yo ya no estaré aquí. Y eso es lo que hay señores: una mierda de gobierno tanto a nivel autonómico como nacional y una oposición sin un líder con dos cojones. Por eso en un mundo tan contaminado en todos los sentidos, no me cansaré de alabar jamás la increíble belleza y pureza de este conjunto de barrancos que forma la cabecera del río Verde y que es un auténtico vergel, un oasis, un regalo para los sentidos, en contrastes con las desoladas laderas de Sierra Almijara, desolada una y otra vez por enormes incendio que la han arrasado en las últimas décadas y sin embargo con una belleza infinita. Perdón corrijo, infinita, sería la belleza de la Naturaleza si el hombre no existiera sobre la faz de la Tierra. No obstante, para quienes aún tengan un mínimo de conciencia no está de mas recordar e inculcar a quien lo necesite, sea niño o adulto, que auténticos paraísos como el río Verde y otros parajes que podemos seguir manteniendo e incluso recuperar de nuestro entorno, podrán sobrevivir al paso del tiempo, mientra sigamos respetando, amando y cuidando la Naturaleza.

Si bien el conjunto de cascadas y saltos que se encuentra por encima de la “Poza Central” es un auténtico espectáculo y guinda del pastel para todos los grupos que vienen debidamente autorizados con empresas de turismo activo. El sendero que llega hasta a la “Poza Central”y por el cual iniciamos el descenso hasta la unión del barranco de las Chorreras con el del Nacimiento, se convierte en un parque temático del agua, que hace de este lugar un auténtico santuario para los amantes del senderismo o de la naturaleza en general. No es raro coincidir en este recóndito lugar con senderistas o barranquistas que llegan de cualquier punto de la geografía nacional o internacional. Para los senderistas, este tramo es una auténtica gozada, pues si bien se puede realizar en su totalidad por un divertido sendero que cuenta con cuatro puentes colgantes, dos miradores y hasta una era en el lugar mas insospechado. A lo largo del recorrido tenemos numerosas pozas con sus transparentes aguas de tonos turquesas donde podemos darnos unos baños memorables bajo el constante fluir de las cascadas y para los mas intrépidos: sesión de saltos desde distintas alturas según la profundidad de las pozas. No obstante, tengo que añadir que de la primera vez que vine en septiembre 2005, donde los puentes colgantes estaban en perfecto estado hasta hoy la cosa ha cambiado mucho y parece ser que el principal motivo fue la tremenda riada de septiembre de 2007. El caso es que de los cuatro puentes, sólo se mantienen en pie: el primero y el cuarto, tiene su lógica pues por ser los mas altos no llegaron a ser arrastrados por la corriente. Si bien el que está mas cerca de la Poza Central, ha perdido algunas tablas, se tambalea mas de la cuenta y las personas con vértigo lo pueden pasar fatal. No obstante, para habilitar los pasos por que sustituyen al segundo y tercer puente se han improvisado unos vados que con el oportuno equilibrio se pueden salvar sin mayores dificultades y si no se tiene inconveniente en caminar por el agua, ninguna dificultad. Además de las magníficas vistas que nos brinda el sendero en este tramo del barranco de Las Chorreras son las espectaculares paredes de los desfiladeros que lo flanquean y cuando estamos a ras de agua, una espectacular oquedad en su margen derecho, a modo de gran bóveda catredalicia, que es una auténtica Capilla Sixtina del fenómeno conocido como tobas calcáreas, que suelen producirse a raiz de los constantes rezumeros de agua, que la mayor parte del año, caen a lo largo de las verticales paredes que encajonan el barranco, dando lugar a unas formaciones con formas de estalactitas pegadas a las paredes de dichos desfiladeros, que por otra parte es un fenómeno muy frecuente en este tramo e incluso en el Cañón del río Verde aguas mas abajo como íbamos a tener la oportunidad de comprobar minutos después.

Sin embargo, la mayor decepción de esta ruta me la llevé al llegar al lugar conocido como la unión de los ríos, donde definitivamente el barranco del Nacimiento se une al de las Chorreras, considerándose este punto como el Nacimiento del río Verde y que en aquel septiembre de 2005 recuerdo como una idílica unión de ríos, donde el cauce se ensanchaba enormemente, al tiempo que el agua era muy poco profunda pero cristalina, convirtiéndose este en el primer punto de obligado contacto con el agua. Hoy totalmente desfigurado, hasta el punto que parece que unas grúas gigantescas han intentado obstaculizar el paso del río Nacimiento y para colmo el lugar afeado por la cercana represa, donde las aguas son retenidas y las cristalinas aguas del río Verde, comienzan a hacer honor a su nombre, no por los tonos turquesas, sino por el verdín que suele dar origen a las algas verdes de las aguas retenidas. No obstante, a partir de este punto, denominado unión de ríos hasta donde teníamos estacionados los vehículos en la zona baja del carril de la cooperativa de Cázulas, el río Verde, cuya música la seguimos escuchando todo el tiempo deja de ser el gran protagonista visual, ya que suele quedar muy encajonado al pie de las paredes que tenemos a nuestra izquierda y nos quedamos extasiados con la grandiosidad de las espectaculares paredes que flanquean el cañón que ha horadado el cauce del río Verde a lo largo de milenios. Me vienen a la mente grandes parques nacionales de montaña de nuestra geografía como Ordesa, Picos de Europa o Aigues Tortes y no consigo recordar una sola imagen con un cañón mas espectacular que el grandioso cañón del río Verde, que estamos recorriendo y que me obligan a ponerme de rodillas y dar gracias a Dios, porque a pesar de no poder disponer ni de vacaciones ni de medios económicos para poder disfrutar de tantos lugares como me gustaría visitar, tener este y otros muchos lugares realmente majestuosos a menos de dos horas de mi casa me hacen sentir un auténtico privilegiado. Tal vez uno de los principios fundamentales para conseguir la felicidad en esta vida y en todos sus órdenes sea saber valorar lo que se tiene y disfrutar de ello al máximo, sin obsesionarnos por lo que, de momento, no tenemos. Y por supuesto, tantos momentos mágicos e inolvidables, pequeños momentos de la vida cotidiana, o grandes aventuras compartidas con tan magníficos amigos, cosas que en definitiva no se pueden comprar con dinero, como la incalculable riqueza del patrimonio natural que por fortuna aún tenemos, a pesar de la pésima gestión de nuestros impresentables políticos.

Esta ruta está especialmente dedicada a nuestro ínclito amigo Valentín, que muy a su pesar no pudo venir, siguiendo las indicaciones del médico que le ha pedido 2 meses de reposo y que está llevandso a regañadientes con disciplina espartana. Tal es el énfasis con el que se entrega en primera linea de combate, en cada una de nuestras batallas, que al final el pie le ha pasado factura y al igual que Rafa Nadal tendrá que estar dos meses en el dique seco, aúnque pase lo que pase Valentín siempre será el número uno en la ATP de la montaña., como ya lo demuestra el constante crecimiento de su club de fans. Desde aquí nuestro mas fuerte abrazo y mejores deseos para tu pronta recuperación.

Juan Ignacio Amador Tobaja.

Tal y

1 comentario :

  1. Una vez más, disfrutando de tu crónica pierdo la noción de la hora en la que estoy, ya entrada la noche, porque leer tu análisis ecologísta, senderista, político y humano no hace más que originar otra vez el sentimiento de admiración que siempre me producís...
    El lugar es de ensueño. Gracias por mostrarlo, y me alegro montonazo que ustedes lo haya podido vivenciar...

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