martes, febrero 28, 2012

Canillas de Aceituno-Sedella-Salares-Canillas de Albaida-Cómpeta

Travesía por los pueblos de la Alta Axarquía
Canillas de Aceituno-Sedella-Salares-Canillas de Albaida-Cómpeta
Entorno: Alta Axarquía (perímetro sur sierras Tejeda y oeste de sierra Almijara)
Punto de encuentro: A las 9.00 am (ya desayunados) en el hotel Balcón de Cómpeta (localidad de Cómpeta) desde donde una minibús nos llevó hasta Canillas de Aceituno, punto de partida de nuestra travesía.
Cómo llegar al punto de encuentro: Tal y como venimos por la N-340 de Málaga hacia Nerja-Motril, una vez que dejamos atrás Vélez-Málaga, tomamos la salida 277 a la altura del Algarrobo ó bien continuamos dirección Nerja y tomamos la salida 285 a la altura de Torrox. Distancia aprox. 21 ó 24 km (según la opción escogida). Desnivel acumulado subida: versión “turística”: 1.200 m, versión montañera: 1.600 m Punto de partida: Canillas del Aceituno
Punto mas elevado: Por el GR 242, 920 msnm, un poco después de dejar atrás el área recreativa de Sedella a medio camino entre Canillas de Aceituno y Sedella).
En la versión montañera, en las proximidades de la cueva de La carne por encima de la cabecera del río Almanchares. Tiempo aprox. 9 horas Nivel dificultad: Media-alta por la distancia y el desnivel acumulado con un perfil en diente de sierra intercalando subidas y bajadas con cada uno de los valles y cañadas que separan a cada pueblo.
Tipo suelo: 50% pista terriza, 35% sendero y caminos vecinales. 5 ó 15% carretera paisajística.
Tipo de recorrido: travesía Mapa: Mapa topográfico de Sierra Tejeda: por Miguel Ángel Torres Delgado. El recorrido lo podemos ver sobre escrito en el mapa adjunto con línea morada: trazo fino sendero, trazo grueso pista y trazo negro carretera o pista asfaltada. Fecha de realización y  meteorología: sábado 25 de febrero de 2012,  la temperatura oscilón entre los 10 y 15ºC al mediodía, cielos despejados y atmósfera cristalina para la fotografía paisajística con suave brisa de levante de 7 km/h.
18 Participantes: Juan Antonio Villalba “El Corsario de sierra Almijara”, Ilse “La Gacela de la Selva Negra”, Valentín “El Rey de la Montaña”,  Paco Jaime “El sabio de Hortaleza”,  Paco Leal”El Doctor Leal”, Auro “La Psicoanalísta”, Mariola, Guillermo, Ana “La Venus de Botticheli”, Ana “La Silenciosa” con su sobrina,  Eduardo Campos “El Padre Carras”, Paco Batista (de Santo Pítar), Jorge “Aterriza como puedas o El Hombre de las botas de hierro”, Paco Domínguez “El Reportero de las cumbres”, salvador Moreno “Geyperman”, Rafa Flores “El mago Gandalf de la Serranía” y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Por los pueblos de La Axarquía:
Si Algarve significa tierras de occidente, Axarquía significa tierras del oriente, en este caso al oriente del antiguo Reino de Málaga abarcando en la actualidad desde El Rincón de la Victoria hasta el paraje natural de los Acantilados de Maro por la línea de costa y limitando al norte con los Montes de Málaga y la línea de cumbres del parque natural de las sierras de Alhama, Tejeda y Almijara. Por orden alfabético los pueblos que forman esta comarca son: Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo, Almáchar, Árchez, Arenas, Benamargosa, Benamocarra, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Colmenar, Comares, Cómpeta, Cútar, El Borge, Frigiliana, Iznate, Macharaviaya, Moclinejo, Periana, Riogordo, Salares, Sayalonga, Sedella, Totalán y La Viñuela.
Aunque comparten muchos aspectos en común como su historia, sus viñedos, sus olivos o de un tiempo a esta parte los aguacates y otros frutos subtropicales. Al mismo tiempo, cada uno tiene sus particularidades por ejemplo: El Borge, con unos 1.200 habitantes es la capital de la pasa moscatel, Vélez, cabecera de la comarca cuenta con 53.000 habitantes y Nerja es el gran referente en cuanto al turismo de playa se refiere. En nuestro viaje por la Axarquía podemos seguir cinco rutas turísticas: La Ruta del Vino, La Ruta del Sol y Subtropical (aguacate), La Ruta Mudéjar, La Ruta de la Pasa y La Ruta del Aceite y de los Montes.
No es suficiente pasar por estos pueblos en nuestro coche hay que detenerse en Macharaviaya para saber de naipes o en Cómpeta y Totalán de vinos. De aceite en La Viñuela, Colmenar, Alfarnatejo ó Alfarnate. Apréciese como ejemplo Algarrobo, con testimonios arqueológicos que se remontan al calcolítico. Tienen un ambiente distinto unos de otros, con clarísimas reminiscencias moriscas tal y como podemos apreciar en el patrimonios artístico de: Torrox, Frigiliana, Arenas, Salares, Sedella, Archez, Almáchar, Vélez ó Comares. O en las plantaciones tropicales de Benamocarra, Iznate o Benamargosa. Sin embargo, establecen una relación de atractivos que impide marcharse de ellos como si tal cosa. En Moclinejo, Sedella, Canillas de Aceituno, Alcaucín, Cómpeta, Sayalonga ó Canillas de Albaida el prioritario, quizás, sea el de la Naturaleza.
En el triángulo compuesto por los términos de Torrox, Frigiliana y Nerja, las mas orientales de la provincia se fusionan a la perfección las tres modalidades principales de la actividad turística en Málaga: sol y playa, naturaleza y aventura, y monumentalidad, ofreciendo de éstos lo mejor de cada uno.
Nuestra travesía coincide con algunos de los pueblos que se encuentran dentro de la ruta mudéjar y en la ruta del vino, discurriendo a pie de monte de la vertiente sur Sierra Tejeda, a los pies del Parque Natural de Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara mas concretamente en la parte nororiental de la Axarquía. Con la omnipresente silueta de la Maroma como telón de fondo, además del cerro Malascamas y de Las Chapas. Los pueblos por los que pasamos se encuentran situados a una altura que oscila entre los 500 y 650 msnm, son pueblos de calles estrechas y empinadas impecablemente encaladas en ocasiones embellecidos con arcos moriscos que nos dejan rincones con especial embrujo.
Pasajes de la historia:
Al igual que ocurre en la mayor parte de la geografía andaluza los tartesos, fenicios, cartagineses y romanos fueron los primeros ocupantes e incluso fundadores de algunas de las poblaciones que hoy han llegado hasta nosotros. Sin embargo al igual que ocurre en el Valle del Genal y otras comarcas de la provincia de Málaga su aptrimonio histórico y monumental está fuertemente ligado a la época de la ocupación musulmana, de la que quedaron grabadas a fuego muchas de sus costumbres y su cultura en general.
En 1487, tras la conquista de Vélez-Málaga por los Reyes Católicos, la Axarquía se convierte en escenario de innumerables batallas y escaramuzas en defensa de estos preciados terrenos. Lugares como Comares se convirtieron en un auténtico fortín defensivo. Por todas las costa axárquica se erigieron solidas torres de vigilancia en defensa de los piratas turcos. Poco a poco la mayoría de los pueblos se van viendo obligados a claudicar ante los requerimientos de obediencia impuestos por el rey Fernando el Católico, que cada vez eran mas abusivos hasta que hartos ya de tantas injusticias y fritos a base impuestos la población morisca se revela en 1569, uniéndose a los de Cómpeta y demás pueblos de la comarca rebelándose contra la opresión de Felipe II, presentando una espectacular resistencia numantina que se cobra la vida de varias decenas de miles de soldados del poderoso ejército del Reino de Castilla, finalizando con la sangrienta batalla del cerro del Fuerte o peñón de Frigiliana, cuyos episodios mas destacados podemos leer en los azulejos que de forma muy esmerada se encuentran repartidos por el pintoresco casco urbano de Frigiliana. Pero además de su pasado árabe, la Axarquía también fue tierra de bandoleros que encontraron en sus sierras y sus recónditos pueblos un escondite ideal donde resguardarse. La Venta de Alfarnate gozó de gran importancia, siendo paso obligado para los viajeros que se dirigían desde la costa al interior y. a menudo, en sus calabozos eran encerrados los más famosos bandoleros.
Tras la Guerra Civil, estos pueblos y sobre todo los mas recónditos parajes de las sierras Tejeda y Almijara fueron testigos de numerosos enfrentamientos entre los makis y las patrullas de la Guardia Civil. Produciéndose sangrientos episodios de venganza en un bando o en otro que casi siempre terminaban pagando personas inocentes como eran los familiares de los makis ocultos en la sierra que de vivían de forma pacífica y honrada en su pueblo, siendo asesinados a sangre fría a poco que algún vecino los señalara con el dedo a las autoridades. Descripción de la ruta:
1ª parte: Canillas del Aceituno-Sedella:
Canillas de Aceituno (645 msnm): Su t.m. abarca 42 km 2 y presume de incluir el vértice geodésico de La Maroma (2.065 m) con Alhama de Granada, cuenta en la actualidad con una población de 2.300 canilleros/as.
El nombre de Canillas de Aceituno tiene sus raíces etimológicas en el vocablo latino Cann-illae (zona de cañaverales) y del vocablo árabe Azeytuni (seda tejida y teñida) siendo la producción y el comercio de la seda la actividad más productiva que los musulmanes desarrollaron en la zona. Las primeras noticias que tenemos de su historia corresponden a la época de la presencia árabe, en la que, con toda probabilidad, se creó el primitivo núcleo de población. La etapa andalusí entre los s. VIII y XV, fue muy fructífera, aprovecharon los recursos naturales como los arroyos para la creación de acequias  y se estableció un minifundismo de bancales adaptados a las pendientes donde se cultivaban hortalizas y árboles frutales que ha llegado hasta nuestros días. Fiestas populares de San Isidro que se suele celebrar el segundo fin de semana de mayo en La Lomilla.
En teoría nuestra ruta iba a discurrir siguiendo el trazado del GR 242 que abarca desde Canillas de Aceituno hasta Cómpeta pasando por Sedella, Salres y Canillas de Albaida. Sin embargo, para evitar los mas de 3 km de carretera por los que discurre el tramo de este GR que va de Canillas de Aceituno a Sedella, se optó por llevar al grupo a través de la espectacular alternativa que supone ir ganando altura por el sendero de La casa de la Nieve, como si fuésemos hacia La Maroma, pasando por la fuente de la Cueva de la Rábita, para abandonar este sendero poco después tomando un ramal que sale a la derecha y pasa por encima de la cabecera del río Almanchares, llegando hasta las inmediaciones de la cueva de La Carne, 
continuando por la fuente de la Pisadica del Niño Dios y el collado de La Monticara, que coincide con la parte alta del cortafuegos que a modo de tobogán gigante desciende por la Loma de Cuascuadra hasta el recientemente restaurado Molino del encinar desde donde se llegó en relajado descenso a Sedella, siguiendo el denominado camino de La Acequia.
Aunque nuestro amigo Valentín acudía aquel día con toda la intención de unirse al grupo, estando ya aparentemente muy recuperado del ictus que había padecido a principios de enero, el arte de la prudencia requería que al menos uno de nuestros compañeros se quedara con él para llegar hasta Sedella siguiendo el dócil trazado del GR-242. De manera que un servidor tuvo el honor de acompañarlo, abandonando Canillas de Aceituno en dirección ESTE, hasta llegar a la confluencia de la carretera que atraviesa el casco urbano del pueblo y la otra carretera que lo circunvala por el sur, llegando a una rotonda presidida por una escultura forjada en hierro dedicada al: “Labrador de la vid, covaor”, encontrándonos allí con un maltratado panel indicativo del GR 242, a pocos metros del cual iniciamos el descenso hacia el río Almanchares por una pista terriza dejando a ambos lados casas diseminadas por la ladera, cada una con sus huertos de olivos, vides y almendros.
Al llegar al río caminamos en paralelo al mismo aguas arriba hasta encontrar un vado por el que llegamos a una zona abancalada, a partir de la cual encaramos la fuerte pendiente que nos llevó hasta las inmediaciones del puerto de carretera donde nos dan la bienvenidas a Canillas de Aceituno o Sedella según la dirección. A nuestra izquierda y cada vez mas atrás va quedando la famosa área recreativa de La Rahije, punto de partida de los grupos que hacen barranquismo por el río Almanchares, mientras que nosotros caminaamos junto a la carretera que en dirección ESTE, nos lleva en dirección Sedella.
Hasta que unos 2 km mas allá llegamos a una pista asfaltada que sale a la izquierda donde identificamos una baliza roja y blanca de GR y que en poco mas de kilómetro y medio nos sitúa en la poco conocida área recreativa de Sedella, con su fuente, sus zonas de barbacoa y sus banquitos y mesas de madera a la sombra de los pinos, que dicho sea de paso presentaban abundantes nidos de procesionaria, encontrándonos con una hilera por el suelo que destruimos inmediatamente. Aprovechando la ocasión para fotografiar a Valentín junto a la estatua del buitre que preside dicha área recreativa, casualmente en ese mismo instante, una banda de buitres planeaba sobre nuestros compañeros mientras rebasaban la cabecera del río Almanchares.
Desde el área recreativa llegamos en poco mas de diez minutos a la parte baja del cortafuegos por donde el grupo pasaría un par después, pasando como ya hemos comentado anteriormente por el recientemente restaurado “Molino del Encinar” y el camino de La Acequia, 
hasta llegar a la plaza del pueblo, donde llegamos con tiempo sobrado para hacer un reportaje del mismo con especial protagonismo para la iglesia de San Andrés y la casa del Torreón, disfrutando de un relajado almuerzo en la terraza del restaurante El Chiringuito, justo al lado del Ayuntamiento, aprovechando la ocasión para encargar que fueran preparando el almuerzo para la hora a la que tenía prevista llegar el grupo, con quienes manteníamos contacto telefónico sin problemas.
2ª parte: Sedella-Salares:
Sedella (646 msnm): Su t.m. tiene una superficie de 32 km2 y cuenta en la actualidad con 542 sedellanos. En cuanto al origen del nombre es posible que se derive del término latino "sedilia" que, en el Bajo Imperio, significaba "emplazamiento o posesiones rurales", aunque la denominación más antigua conocida es la de "Villa del Castillo". Otros antecedentes del nombre se remontan al siglo VII, antes de la llegada de los árabes, que aparece citada en el mapa de obispados (mandado hacer por el rey visigodo Wamba) con el nombre de "Sedille"; y anteriormente por el obispo malagueño Teodulpo en su congregación episcopal como "Sedilla". Tras la conquista cristiana en 1487 el pueblo pasó a llamarse Xedalia. No obstante, y según cuenta la tradición popular, la denominación data de la época de la Reconquista, cuando en el paraje denominado Arroyo de la Matanza hubo un combate entre cristianos y musulmanes y al contarle a la reina Isabel cómo fue dicha batalla, respondió: "Sé de ella" frase que actualmente aparece en el escudo heráldico de esta localidad. Fue tras la conquista y posterior expulsión de los moros, allá por 1570, cuando el municipio quedó despoblado siendo rehabilitado con gentes procedentes de Carmona (Sevilla) y de La Mancha. Y a mitad del siglo pasado, con los movimientos migratorios, también quedó casi sin habitantes.
La casa Torreón como vestigio musulmán es su edificio mas emblemático, pero también destacan: la iglesia de San Andrés y la ermita de la Esperanza, conforman los principales monumentos que se pueden visitar en el casco urbano de Sedella. Pero lo más destacado de este pueblo es su patrimonio natural con innumerables rutas para la práctica del senderismo. El paraje de Sedella se divide casi a partes iguales entre sierra Tejeda y los montes de la Axarquía. Al norte, en la zona de contacto entre Sierra Tejeda y Sierra Almijara, la panorámica aporta un impresionante telón de fondo a la población de Sedella. Las escarpadas laderas de Sierra Tejeda se unen a los profundos barrancos que separan las lomas de la Fuente y Cuascuadra para bajar entre roquedales salpicados de bosquetes y rodales de pinares hasta las inmediaciones del pueblo tal y como pudimos comprobar al final del primer tramo.
Con la paella recién acabada y el lomo en salsa apunto de servirse Valentín, Ilse y un servidor solicitábamos permiso al grupo para ir adelantándonos a paso tranquilo camino de Salares. Por lo que fuimos atravesando las angostas callejuelas de Sedella, en dirección este, hacia el puente Romano, si bien al preguntarle por él a un vecino nos dijo: “¡Mire usted, eso ha sido toda la vida el puente y punto…lo de romano ha sido de un par de años para acá!” y es que la verdad de un tiempo a esta parte, concretamente desde que el senderismo y el turismo rural están de moda, para realzar cualquier hito de un itinerario, rara es la calzada, camino o puente que no sea árabe o romano.
A las afueras de Sedella, concretamente después de un suave descenso de unos 800 m por un camino terrizo salpicado de piedras, llegamos al supuesto “puente romano” que coincide con el punto de inflexión de una especie de “U” u “horquilla” que forma el trazado del itinerario a pie entre Sedella y Salares, de manera que nada mas cruzar el puente tenemos una cerrada curva a la derecha que nos lleva por un sendero que va faldeando la ladera que se mantiene paralela al arroyo de la Fuente, que llevamos a nuestra derecha, pero 1 km mas adelante, este sendero parece desaparecer, viéndonos obligado a remontar la loma que tenemos a nuestra izquierda, pasando por alguna que otra calera abandonada, hasta alcanzar un camino terrizo por donde discurre el GR, que habíamos perdido al cruzar el mencionado puente romano, ya que después de cruzar el puente no deberíamos haber hecho un giro tan cerrado a la derecha, sino haber tomado la curva de forma mas abierta, subiendo por encima de un roquedo de pizarras que le aporta un peculiar aspecto al paraje del puente hasta situarnos en un camino que a la izquierda, NORTE, nos lleva hasta la colada de Sedella, mientras que a la derecha, SUR, nos lleva en dirección Salares siguiendo las balizas roja y blancas del GR. Es decir, resumidamente el error consistió en que hicimos la “U” demasiado cerrada, mientras que había que haberla hecho mas abierta.
Una vez en este camino terrizo el perfil ya es predominantemente descendente, llegando primero al punto de confluencia donde finaliza el carril que parte desde Canillas de Albaida hacia puerto Blanquillo faldeando la vertiente sur de la zona de transición entre las sierras Tejeda y Almijara. Al llegar a este cruce, que coincide con las inmediaciones de un cortijo con un gran corralón de cabras tomamos a la derecha pasando por una era que a juzgar por su gran tamaño debió tener mucha importancia en su día. Poco después un oxidado y desvencijado autobús que sabe Dios cómo llegó hasta allí nos dejaba la imagen surrealista del día a la izquierda del camino con un perro en su interior y desde allí tomando el camino que baja directamente en dirección sur, pasando junto algún que otro cortijo, llegamos hasta Salares sin margen de error entrando por la calle Axarquía (zona alta del pueblo), continuando por calle Castillejo, pasando poco después por delante de la parroquia de Santa Ana del siglo XVI, cuya torre del campanario es un antiguo alminar, que fue declarado Monumento Nacional en 1979.
Tal y como íbamos descendiendo por sus empinadas y estrechas callejuelas pudimos comprobar sobre el terreno cómo su estructura urbana está muy condicionada por su ubicación sobre una pequeña loma que lo convierte en un pueblo sin plazas en su centro urbano y cómo sus calles se distribuyen de norte a sur de la elevación. Como no podía ser de otra manera la calle del Río es la que nos lleva hasta su famoso y muy coqueto puente romano, pero antes decidimos desviarnos hacia el paseo principal del pueblo donde se encuentra el acogedor Mesón Los Arcos donde decidimos que sería el lugar ideal para que Valentín pusiera final a su paseo, si bien legaba sobrado, quedándose acompañado por varias compañeras que también daba ya por buena su particular travesía axárquica.
Si Sedella ya nos había parecido bonita, Salares (540 msnm) nos pareció todavía mas coqueta, su t.m. tiene una superficie de tan solo 11 km2 y cuenta en la actualidad con una población de 232 salareños.
El origen del nombre de "Salares" es latino, concretamente de "Salaria Bastitanorum", pues según parece ser, existió un yacimiento de sal en sus alrededores. Sin embargo, la distribución del núcleo poblacional es de clara herencia árabe. Éstos construyeron una pequeña fortaleza en el mismo casco urbano, de la que queda uno de sus torreones, cerca de la iglesia, en la denominada "casa del torreón". Las fiestas en honor a sus patrones tienen lugar los días de San Antón (17 enero)  y de Santa Ana (26 julio). Su gastronomía es conocida por el rosco de naranja. Para proseguir con nuestra particular travesía el punto de reunión con el resto del grupo fue el puente sobre el río Salares, que en éste caso sí parece que fue construido por los árabes.
3ª parte: Salares-Canillas de Albaida:
Desde el puente árabe de Salares el GR traza una serie de zig-zags entre frondosos quejigos que rápidamente nos hace ganar altura, recordándome mucho al sendero que sube a Jubrique desde el arroyo Monardilla. Pero había que aligerar el paso porque haber incluido la variante que pasa por encima de la cabecera del río Almanchares nos había supuesto dos horas de retraso. 
Unos 400 m después de dejar atrás el puente, justo en una curva del sendero nos encontramos con un ramal secundario que salía a la derecha y que tomamos casi de forma obligada para acortar camino, discurriendo en sus primeros compases por el cauce seco de un modesto tributario, donde no obstante se adivinaba un senderillo que conforme remontábamos aparecía cada vez mejor dibujado e incluso balizado con pinturas blanca y amarilla de un desconocido PR y verde de sendero local, desembocando en una pista terriza,
que nos llevó hasta la parte mas alta de otra pista ya asfaltada y salpicada de chalets a ambos lados, con vistas hacia los cerros de La Mota, Lucero y Lucerillo a nuestra derecha y de frente Cómpeta y en primer plano canillas de Albaida hacia donde vamos descendiendo dejando a nuestra espalda el cerro Fogarate y descendiendo nosotros con un trazado muy rectilíneo en dirección sureste hasta las inmediaciones del puente también romano ¡cómo no! de Canillas de Albaida, localidad a la que llegamos tras remontar una larga sucesión de zig-zags que a estas alturas de la travesía ya exigen un esfuerzo extra.
Al llegar a Canillas de Albaida, el Presi nos invitó a una merendola en uno de los hostales-restaurantes que han servido de campo base para las múltiples exploraciones que en los últimos años ha realizado por el parque natural de las sierras de Alhama, Tejeda y Almijara cuya guía se encuentra actualmente en fase de maquetación.
Canillas de Albaida  se encuentra a 576 msnm, todo su término municipal de 33 km2 está incluido en el parque natural de las sierras Alhama, Tejeda y Almijara y cuenta en la actualidad con unos 830 canilleros/as.
El origen de Canillas de Albaida es el mas reciente de todas las localidades que recorre esta travesía, de hecho al menos con este nombre sólo hay constancia a partir del siglo XVII, época en la que se construyeron las ermitas de San Antón y Santa Ana. Aun así, y como la propia etimología de su nombre indica; Canillas (Cannula) y Albaida (Albus) tienen raíz latina y no árabe.
En los archivos de Al-hawz o término de Vélez, constaba como alquería perteneciente al mismo, con el nombre de Albaida (blanca), por la abundancia de almendros y florecillas blancas que existían en su entorno. De su peculiar casco urbano destaca un bello conjunto en el que sobresale la Iglesia de Ntra. Sra. de la Expectación.
En cuanto a los productos típicos del municipio de Canillas de Albaida, destaca la pasa y el vino moscatel, elaborados de manera natural por los propios vecinos, así como el típico potaje de hinojos, las migas de harina, las gachas, el choto aliñao y la calabaza frita. Respecto a la artesanía en Canillas de Albaida se realizan de manera no profesional, trabajos de esparto, como cestos, fundas y canastos.
Finalmente entre sus fiestas destacan: la Feria de Agosto, en honor a su patrona la Virgen del Rosario, San Antón, en honor a su patrón.
Tras la merendola, retomamos la marcha hacia la parte alta del pueblo donde se encuentra la ermita de Santa Ana que ya fotografiamos con las últimas luces del día, desde allí parte en dirección ESTE, la pista asfaltada en sus primeros kilómetros, que mas tarde se desdobla descendiendo a la izquierda hacia la Fábrica de Luz o sigue de frente hacia puerto Blanquillo, pero que nosotros abandonamos nada mas empezar aa caminar por ella, tomando el ramal de la derecha que asciende hacia el campo de fútbol de Canillas de Albaida, poco antes de llegar a las instalaciones deportivas, el GR continúa por una terriza, que mas adelante se fusiona con un sendero que bordea el perímetro de varias parcelas de aguacate, mientras Canillas de Albaida iba quedando atrás y a nuestra derecha con el telón de fondo de sierra Tejeda, cruzándonos en un par de ocasiones con una carreterilla secundaria que va de Canillas de Albaida hasta la vecina y muy cercana localidad Cómpeta donde llegábamos ya de noche con un perfil prácticamente llano, viniendo a salir a la altura del inicio de Calle San Antonio, cerca del hotel Blacón de Cómpeta donde habíamos dejado los coches.
 Cómpeta  se encuentra a 638 msnm, típico pueblo axárquico con casco urbano, sinuoso y empinado. Su término municipal abarca 54 km2 la mayor parte dentro de sierra Almijara, cuenta con una población de 3900 competeños.
Todos los indicios apuntan hacia el origen romano de Cómpeta. Su nombre parece derivar del latino Compita-Orum, que significa cruce de caminos o lugar de encuentro donde los romanos celebraban sus fiestas en honor de los lares de los caminos y donde realizaban transacciones comerciales. Sin embargo, no existen documentos escritos que avalen esta teoría. El primero en el que consta el nombre de Cómpeta data de 1487, fecha en que capitula ante los Reyes Católicos. En aquel entonces era un núcleo de población consolidado dedicado al cultivo de la vid, el olivo y la higuera, así como al de la morera para la cría de gusanos de seda. Tras la derrota de los moriscos los colonos exportaron pasas y el celebre vino que ha hecho famoso a este pueblo. También es apto para el cultivo de los olivos que posibilitan la elaboración de un aceite de alta calidad. En 1850 había en el pueblo cinco molinos de aceite. En la actualidad sólo queda uno. Pero además en los últimos años han crecido considerablemente las plantaciones de aguacate. La producción de miel también ocupa un lugar destacado en la economía de Cómpeta. Otro de los cultivos típicos de la zona es el almendro. El producto más famoso de Cómpeta son las uvas pasas, y el vino semidulce; de hecho, es punto de destino de la Ruta del Vino de la Axarquía. El 15 de Agosto tiene lugar una noche muy especial, la Noche del Vino.

martes, febrero 21, 2012

Sierra Prieta y Cabrilla desde El Cortijo de La Atalaya (vertiente norte)

Entorno: Entre la Sierra de Las Nieves y Sierra Alcaparaín. Entre los valles del Turón del Guadalhorce
Pueblo de referencia: Casarabonela.
Punto de partida: Inicio del carril de entrada al cortijo de La Atalaya.
Cómo llegar al inicio de ruta: Antes de nada debemos tomar como referencia Puerto Martínez, que es el punto mas alto de la carretera que une la localidad de Casarabonela (de la que a penas dista 4 km) con un punto intermedio de la solitaria y maltrecha carretera que une Ardales con El Burgo.
Si se viene desde la costa o desde el valle del Guadalhorce lo lógico es llegar pasando por Casarabonela. Si se viene de Ronda lo suyo es tirar por El Burgos y seguir dirección Ardales, si bien en la actualidad esta carretera está en muy mal estado y por ella debemos seguir, hasta llegar al desvío hacia Casarabonela. Y quien venga por la A-92, lo suyo es tomar el desvío hacia Campillos y seguir hasta Ardales, donde tenemos para seguir  dirección El Burgo hasta un punto intermedio de esa carretera que nos anuncia Casarabonela.
Una vez en Puerto Martínez, el cortijo de La Atalaya, que identificaremos fácilmente por su nave agrícola de chapa color verde y varias construcciones aledañas, se encuentra a escasa distancia por la carretera que baja desde Puerto Martínez hacia el norte, es decir hacia el valle del Turón. A tan sólo unos tres kilómetros nos lo encontraremos a la izquierda de la carretera.
Hay que recordar que puerto Martínez es punto de partida y retorno de un pàr de rutas que tienen allí sus correspondientes paneles informativos como son: la ruta circular: Puerto Martínez-Dehesa-Alcaparaín, que rodea toda la sierra faldeándola. O el PR.A-271 Puerto Martínez-Alcaparaín (pico del Grajo). Un azulejo también nos recuerda que la carretera que vamos a tomar para llegar al cortijo de La Atalaya y que es la que desciende desde Puerto Martínez a la carretera del Burgo, discurre por el antiguo camino de Casarabonela a Cañete la Real).

Distancia aprox.  17 km.
Desnivel aprox.  1.100m
Punto de partida: cortijo de La Atalaya (637 msnm)
Punto mas elevado:  Sierra Cabrilla (1.518 msnm)
Tiempo aprox.  7 horas
Nivel dificultad: Alto
Tipo suelo: sendero con fuerte pendiente, laderas empinadas cubiertas de acículas de pino (ojo con la procesionaria en primavera), zona de cumbre muy rocosa intercalada con dolinas, especialmente en la meseta somital de Sierra Cabrilla y algunos tramos de destrepe justo antes de llegar al collado de Los Tres Términos bajando desde Sierra Prieta, y unos cuantos mas si decidimos acceder a Cabrilla por la crestería que parte del citado collado.
Tipo de recorrido: circular con inicio y final lineal entre el cortijo de La Atalaya y el puerto de La Maera.
Fecha de realización y meteorología: sábado 18 de febrero de 2012, el pronóstico era de cielos despejados con alternancia de nubosidad que se cumplió razonablemente en las faldas de la sierra, pero por desgracia para nosotros las zonas de cumbre permanecieron cubiertas hasta poco antes del atardecer cuando ya estábamos a punto de finalizar la ruta. El momento mas frío del día lo vivimos al llegar a la cumbre de Sierra Prieta, sobre las 12.45 inmersos en un frente nuboso, con una sensación térmica inferior a los 0ºC, que unido al viento y los restos de nevada del día anterior nos obligaron a colocarnos todas las prendas de abrigo que teníamos a mano.
9 Participantes: Desde Ronda vinieron: Jorge “Aterriza como puedas” y paco Domínguez “El Reportero de las cumbres”. Desde distintos puntos de la Costa del Sol: Ilse “la gacela de la Selva Negra”, Pepe Guerrero “El Maestro Geobotánico”, Juan Antonio Villalba “El Corsario de Sierra Almijara”, Silvia “Silvestre”, Eduardo “El Padre Carras”, Paco Jaime “El Catavinos” y un servidor: Juan Ignacio Amador.
También acudieron al punto de encuentro: Ana, Vicky, Juan Antonio Mena, Guillermina y Rosa de Casarabonela que hacía de anfitriona para una ruta circular que ya tenían prevista de antemano. Al final de la jornada nos volvimos a reencontrar con ellos en la venta Carmen a escasos metros de Puerto Martínez.
Mapa del IGN: El Burgo (1.051 II)
Recomendación: Ropa de abrigo, botas de trecking, bastones, comida y bebida (mínimo 3 litros) para todo el día, frontal y pequeño botiquín.
Breve descripción de la ruta:
1ª parte, TRAMO LINEAL: Cortijo de La Atalaya-Puerto de La Maera por el sendero de La Jácara (PR.A-270.1)
Tal y como describimos en el apartado “cómo llegar al inicio de ruta”, lo suyo es iniciar la caminata justo desde el comienzo de la pista, si bien podemos avanzar unos 100 m por la pista y aparcar los coches junto a la nave del cortijo de La Atalaya. El inconveniente de iniciar la ruta desde un cortijo en explotación ganadera o agrícola es que es un arma de doble filo, porque igual la persona encargada es amable y no sólo te permite comenzar a caminar por su finca, sino que además te aporta información extra de la ruta y de la zona o justo todo lo contrario, se niega en rotundo a que dejéis los coches allí e incluso a que iniciéis la ruta desde su finca tal y como nos pasó en una ocasión con el cerro Viján, justo antes de llegar a Cuevas del Becerro. En esta ocasión no nos encontramos a nadie, pero aún así, recomendamos iniciar la caminata justo desde el inicio del carril, porque desde su margen izquierdo parte un camino secundario, que durante los primeros metros discurre paralelo a la carretera por la que hemos venido, que quedará a nuestra izquierda y un campo sembrado de cereal a nuestra derecha. En suave ascensión y en dirección sur nos vamos acercando a los pies de la falda norte de sierra Prieta por lo que en su día fue conocido como el camino de La Espídora que pasa junto a las ruinas del cortijo de La Ventilla que veremos a unos 200 ma nuestra derecha, mientras que nosotros abandonaremos el camino por el que vamos poco antes de llegar a una gran encina solitaria, tomando un tenue sendero a nuestra izquierda que discurre paralelo a un minúsculo arroyo, que nos lleva directamente hasta el pie de monte esquivando alguna que otra retama hasta toparnos de frente con un bosque de pinos, que sobrevivió al terrible incendió que asoló gran parte de esta sierra en 1984. Poco antes de llegar al bosque nos encontramos con una placa que reza: “sociedad de cazadores de Casarabonela”.
A partir de aquí comienza la ascensión propiamente dicha, tal y como tenemos la pendiente frente a nosotros, tenemos que coger por cualquiera de los senderos que ascienden por la ladera en perpendicular a nuestra derecha, ya que son mas o menos paralelos y vienen a desembocar en el mismo punto, mientras vamos ascendiendo el pinar, en el que no llegamos a entrar, de momento, va quedando a nuestra izquierda y en un corto espacio de terreno ganamos mas de 150 m de altitud, llegando a un primer collado a la altura de un roquedo muy llamativo que queda a la derecha del sendero, haciendo las veces de balcón natural. 
El lugar bien merece una primera parada técnica tanto para recuperar resuello tras el corto, pero intenso tramo de subida como por la impresionante panorámica con el cortijo de La Atalaya, allí abajo a nuestros pies con el telón de fondo del valle del Turón y sierra Ortegícar al norte, sierra Alcaparaín al este, así como un precioso tajo del extremo oriental de Sierra Prieta, que también cierra el horizonte hacia el sur y ya girando hacia el oeste sierra Cabrilla que vista desde nuestra posición podemos identificarla fácilmente por su característica meseta somital.
Retomamos la marcha y en unos instantes nos adentramos en el bosque de pinos que habíamos abandonado anteriormente, mientras a nuestra derecha llevamos un pequeño barranco flanqueado por pequeños tajos muy característicos de la vertiente norte de esta sierra donde las calizas se alternan con pequeños afloramientos de arenisca, que se manifiestan en mayor medida en el cercano paraje natural del Desfiladero de Los Gaitanes, mas concretamente en la sierra de La Pizarra o del Almorchón y en la Mesa de Villalverde, que tuvieron su origen en el Flysch de Gibraltar, por lo que podemos deducir que nos encontramos en una zona de transición desde el punto de vista geológico. A nuestro paso nos encontramos con algunas estacas pintadas de azul, que según el Maestro Guerrero, indican: “monte en reparación”. Tampoco faltaban por el suelo algunos cartuchos de cacería y mas adelante las primeras balizas amarilla y blanca del PR. A-270.1 Puerto de La Jácara-Puerto de La Maera”, variante del “PR.A-270 “Camino de la Dehesa-Fuente de Los Hornaos” muy frecuentada y bien conocida por los vecinos de Casarabonela que gustan del senderismo como nuestros amigos: Juan “El Coloso de Casarabonela”, Lourdes y Rosa.
Pasando por encima de algún que otro tronco de pino caído, llegamos a un pequeño pradito conocido como el Llano de la Víbora y a su derecha unas formaciones rocosas que resultan ser el emblemático Mirador de La Campana (963 msnm), tal y como indica un letrero grabado en madera. 
Deducimos que el nombre de este mirador le viene dado por la silueta en forma de campana que parece dibujar el espectacular arco de piedra que engrandece aún mas las de por sí espectaculares vistas que desde él podemos contemplar y que coinciden con las del primer collado anteriormente descritas pero ahora a mayor altura. 
¡Por cierto!, que a pesar del viento predominante en aquel instante nuestra amiga Silvia, no pudo evitar la tentación de subirse en lo mas alto del vertiginoso arco a pesar de la abismal caída que tenía por delante y sobre todo por detrás de ella cual temerario homenaje a Valentín.
Una vez finalizada la sesión fotográfica en el Mirador de La Campana, retomábamos la marcha volviendo a atravesar el dócil prado del Llano de la Víbora desde donde pudimos apreciar con gran nitidez el intermitente manto de nieve teñía de blanco la parte alta de la cara norte de sierra Prieta hacia la que ahora nos dirigíamos. 
A escasos metros del Mirador de La Campana, dejábamos a la derecha el desvío hacia el Vivero señalizado por otro cartel grabado en madera. Y que se encuentra en el prado que podemos contemplar hacia el suroeste desde el mirador de La Campana, en dirección hacia la cumbre de Sierra Prieta, pero a media ladera a los pies de un bosque de pinos donde hoy en día quedan vestigios de un antiguo vivero que se utilizó en los años 50 (siglo XX) para la repoblación forestal de los que todavía se conservan los abancalamientos, una alberca, un pilar y los restos de una choza. Se trata de una zona de umbría con un paisaje muy hermoso caracterizado por fuertes contrastes. En esta ocasión descartamos visitarlo porque se trata de un ramal de unos 800 m de ida mas otros tantos de vuelta y con las nubes sobrevolando las cumbres todavía no las teníamos todas con nosotros.
Así que continuamos ascendiendo por el sendero que a la sombra de los pinos describe amplios zig-zags. Como suele ocurrir con casi todas las ascensiones por cara norte se hace muy agradecida ya que el esfuerzo de la ascensión queda compensado con el frescor de las zonas de umbría y una mayor variedad desde el punto de vista botánico, de manera que además de las encinas y quejigos que ya habíamos visto al inicio de la ruta, ahora nos encontrábamos inmersos en un denso bosque de pino carrascos, laricios silvestre, madroños, algunos arces, viejas sabinas y algunas manchas de pispapos que nos encontraríamos en mayor cantidad en el camino de regreso desde Sierra Cabrilla. Pocos minutos después de entrar en contacto con las primeras lenguas de nieve llegábamos al puerto de La Maera.
Al trasponer el Puerto de La Maera (1.100 msnm), el sendero discurre por la vertiente sur de Sierra Prieta,  inmediatamente vemos el coche de nuestro compañero Juan Antonio Mena aparcado en el carril que faldea la vertiente sur de sierra Prieta y mas abajo la cañada por donde discurre el sendero que llega desde Casarabonela hasta el puerto de La Maera, pasando por los Llanos de La Morena y La Fuente de Los Hornaos.
Muy pronto divisamos la localidad de Casarabonela al sureste, que desde un punto de vista geológico divide a sus sierras en tres tipos:
Sierras Bermejas: Formada por la Sierra de la Robla y Sierra Aguas que limitan con Carratraca al este. Las rocas que marcan las características de esta unidad de paisaje son las peridotitas, de origen volcánico, presentan una coloración rojiza por contener minerales de hierro que se oxidan al contacto con el aire.
Sierras Blancas: Formada por Sierra Prieta, que es por la que ahora vamos caminando, Cruz Alta, Comparate y Sierra de Alcaparaín al norte de la localidad. Predominan las zonas calizas cuya erosión por el agua origina relieves subterráneos con presencia de cuevas y simas; y superficiales, con cañones y tajos.
Sierras Pardas: Formadas por materiales geológicos de origen metamórfico muy alterados por la erosión. Situadas al sur de la localidad en las zonas de menor altitud y de clima más suave, han sido tradicionalmente explotadas con fines agrícolas al tener un suelo más rico y agua abundante procedente de ríos y arroyos. Las zonas principales de uso agrícola-ganadero son: La Dehesa, Las Lomas, Cantareros, Los Montes Prietos, El Fontarrón, El Mopagán, Los Olivares/Loma Taivilla y Los Almarajes/Cerro del Corno.

El sendero por el que vamos es muy agradecido ya que la mayor parte del tiempo mantiene una pendiente muy tendida y también es muy visual, porque, en casi todo momento se mantiene a escasa distancia de la divisoria de aguas que queda a nuestra derecha, mientras que el valle lo llevamos a la izquierda. Por desgracia, la falda sur de esta sierra también ha sido duramente castigada por los incendios y en ella sólo destacan: ulagas, romero, esparteras y jaras principalmente. Pero la altitud sobre el entorno también nos brinda amplias panorámicas hacia el sur y al este y de vez en cuando pasamos a escasa distancia de algún tramo de crestería donde llamará nuestra atención la estratificación de algunas capas de caliza superpuestas, al filo de las cuales algún chaparro desafía la gravedad de forma inverosímil.
Unos 400 m mas allá del puerto de La Maera, tocamos momentáneamente la divisoria de aguas de la sierra, encontrándonos con una bifurcación de senderos en forma de “Y” conocido como el Puerto de La Maera “Alto” (1.170 msnm) de manera que el ramal de la derecha discurre al pie de los tajos de la cara norte (vertiente de la umbría) por donde tenemos previsto realizar el regreso, siendo nuestra opción el ramal de la izquierda que continúa por la cara sur (vertiente de la solana)
2ª parte, TRAMO CIRCULAR: Puerto de la Maera “alto”-cumbre Sierra Prieta-Mojón de Los Tres Términos-cumbre de Sierra Cabrilla-puerto de Los Amoladores-vertiente norte de Sierra Cabrilla- Puerto de la Maera “alto”.
Desde el Puerto de la Maera Alto, donde se encuentra la mencionada bifurcación de senderos, nosotros continuamos por el de la izquierda. En todo momento el sendero está muy bien dibujado salvando un par de salientes rocosos con esmerados zig-zags que nos aúpan a sendos collados que hacen las veces de mirador natural.
Aproximadamente a partir de los 1.300 m, la pendiente va subiendo paulatinamente su grado de inclinación y el sendero que en un día soleado comienza a desdibujarse, en nuestro caso se hacía cada vez mas difícil de seguir, pues tal y como íbamos ganando altura, la nieve comenzaba a cubrir gran parte de la ladera de blanco, siendo de gran utilidad unas lascas de gran tamaño que con muy buen criterio han sido colocadas a modo de hito. La densidad de la nube en la que estábamos inmersos hacía que nuestra visibilidad fuera disminuyendo, por lo que los nueve compañeros nos mantuvimos agrupados y con la máxima de mientras vayamos subiendo vamos bien llegamos al vértice geodésico de Sierra Prieta (1.518 msnm).
Probablemente coincidiendo con el momento mas frío del día serían las 12.45 y allí arriba, con el viento y los restos de nevada del día anterior la sensación térmica era inferior a los 0ºC, de manera que nos colocamos todas las prendas de abrigo que teníamos a mano y sólo permanecimos allí el tiempo justo para hacernos la foto de grupo en el vértice geodésico, sin poder disfrutar de las vistas.
Inmersos en un denso frente de nubes que pasaban a nuestra misma altura y con cualquier vestigio de sendero oculto por la nieve, abandonamos la cumbre en dirección oeste, intentando hacer memoria de aquel sábado 1 de abril de 2006 en que descendimos desde allí hasta el Mojón de Los Tres Términos guiados por la mano experta de Juan “El Coloso de Casarabonela”. 
Los primeros metros coincidían pero seguidamente nos desviamos demasiado rápido a la derecha llegando al filo de una empinadísima ladera que no coincidía con lo que yo recordaba, regresando unos cuantos metros sobre nuestros pasos, volvimos a retomar la dirección oeste buscando cualquier vestigio de sendero como auténticos sabuesos encabezados por Chuckie cuyo instinto nos guió una vez mas por la buena dirección, rodeando los morriones rocosos que teníamos frente a nosotros por la izquierda, para inmediatamente después girar a la derecha y encarar como mejor pudimos un empinadísimo descenso caminando a cámara lenta para no resbalar con la nieve o las piedras sueltas muy humedecidas y casi congeladas, 
hasta poco antes de llegar al destrepe que ya nos situó en el paso de montaña conocido como: Mojón de Los Tres Términos, correspondientes a las localidades de: Casarabonela, cuyo término municipal abarca la mayor parte de sierra Prieta y vertiente occidental de sierra Alcaparaín, Yunquera en cuyo término municipal estamos a punto de entrar, abarcando la mayor parte de sierra Cabrilla entre otras sierras y Alozaina hacia donde desciende en zigzag el elaborado sendero de Siete Fuentes por donde iban bajando en ese momento el otro grupo de compañeros.
Podríamos decir que el Mojón de los tres términos es el punto de unión entre las sierras Prieta y Cabrilla que es hacia donde ahora nos encaminamos con el convencimiento de que subiendo por el desdibujado sendero de la loma que teníamos delante llegaríamos hasta la cumbre de sierra Cabrilla. 
Pero cuando llegamos a lo alto de la loma resulta que en realidad estábamos en la parte alta de una especie de crestería de transición entre ambas sierras, al comprobar el track detenidamente nos dimos cuenta de que el sendero bueno discurría al pie de la cara norte de la crestería sobre la que nos encontrábamos, pero el acceso resultaba demasiado escarpado y ya de tiempo íbamos justos, por lo que decidimos seguir adelante, afrontando algunos pasos con repisas vertiginosas que cada uno afrontó de la mejor manera posible, hasta situarnos en el puerto de La Cabrilla (1.375 msnm) que separa la parte alta de la Cabrilla del resto de la sierra; desde este puerto descienden dos torrentes: el de la Cañada de Siete Fuentes, que luego se llamará río Jorox, hacia el Sur, y el del arroyo de las Palomas hacia el Norte, en busca del río Turón. Hacia el Suroeste las faldas de la montaña van descendiendo hacia el puerto de las Abejas, que separa a esta sierra del la sierra del Pinar, de Yunquera. Y por su cara Este se encuentra la crestería por la que veníamos nosotros desde el Mojón de Los Tres Términos.
En un principio encaramos la ascensión hacia la cumbre a las bravas, de forma muy directa, pero conforme nos fuimos topando con pequeños tramos de trepada donde las rocas resultaban muy resbaladizas, fuimos faldeando hacia la derecha (norte), hasta enlazar con el sendero propiamente dicho, que de forma dócil y a través de una especie de lengua de tierra entre el abundante roquedo nos sitúo en lo alto de la meseta de Sierra Cabrilla, disfrutando del privilegio de encontrárnosla casi completamente nevada.
La parte alta de la sierra Cabrilla o sierra Blanquilla de Yunquera es una meseta somital de forma aproximadamente rectangular, cuyo eje mayor se extiende en dirección NE-SO. Presenta varias eminencias, de las que hay que destacar tres en la parte N, que se elevan un poco por encima de 1.500 m (1.502, 1.503 y 1.507), entre las que se sitúan varias dolinas no demasiado desarrolladas tal y como pudimos comprobar, resultando difícil identificar cual de las tres protuberancias es la mas alta a simple vista. La típica pirámide rudimentaria a base de peñascos nos sacó de dudas y aprovechando una tregua del viento y un pequeño claro de nubes disfrutamos en tan emblemático lugar del almuerzo montañero con la esperanza de que se terminaran de disipar las nubes mientras terminábamos de comer.
En general la superficie de la meseta es un lapiaz poco desarrollado, donde se intercalan afloramientos calizos y mullidos pastizales, la abundancia de cagarrutas de cabras en la zona denota que es uno de sus lugares favoritos para alimentarse y descansar.
En un día despejado las vistas que se obtienen desde sierra Cabrilla son al sur: Sierra Blanca de Marbella, sierra Canucha, sierra de Aranda y, detrás, sierra Real de Istán. Al oeste: cerro Corona y sierra Parda de Tolox, sierra Blanca de Tolox, sierra del Pinar, y el conjunto de la sierra de las Nievescon el peñón de Ronda que pudimos distinguir con gran nitidez. Hacia el noroeste: Sierra Hidalga, Carramolo del Queso, sierra Blanquilla de Ronda y sierra de los Merinos y, detrás de ellas, sierra de Juan Diego, de Benaoján, y sierras del Endrinal y del Pinar, de Grazalema. Al norte: La Cancha de Juan Pérez de El Burgo, y, detrás, el Padrastrillo y el Padrastro de Cañete la Real, y el Almorchón de Gutiérrez ocultando la pequeña localidad de Serrato, y, aún más lejos, la sierra del Tablón de Pruna, y el Peñón de Algámitas, sierra de Ortegícar, Teba asomando a ambos lados de la colina en la que se levanta el castillo de la Estrella, Campillos, el Castillón de Peñarrubia y Bobadilla. Al noreste: El Monte Huma, sierra del Valle de Abdalajís y, delante, la sierra de Alcaparaín. Al este: la sierra de Aguas de Carratraca, Hacho de Álora, Santi Petri y muy cerca de nosotros: sierra Prieta de Casarabonela. Sierra de Mijas, sierra Alpujata y, de nuevo, sierra Blanca de Marbella.
Sierra Cabrilla pertenece prácticamente en su totalidad al término municipal de Yunquera, de hecho también se la conoce como sierra Blanquilla de Yunquera aunque las partes más bajas de las laderas septentrionales están en los términos municipales de El Burgo y Casarabonela. Tal y como cabría pensar el nombre de “Cabrilla” no viene de estos animales, sino de la manera en que los antiguos habitantes de Yunquera denominaban a esta sierra cuando algunos tajos de la cara oeste brillaban y aún lo siguen haciendo con el reflejo del sol del atardecer, refiriéndose a esta sierra como. “la sierra que brilla”, mas tarde “la que brilla” y de ahí a la actual “cabrilla”.
Que ¡por cierto!, no cuenta con un vértice geodésico como Dios manda, a pesar de su estratégica posición, sus privilegiadas panorámicas y su imponente altura fácilmente identificable desde muchos puntos de la provincia.
Finalizado el almuerzo en la cumbre de sierra Cabrilla, iniciamos el descenso sobre nuestros pasos dando vistas hacia el este con el cortijo de La Atalaya todavía muy lejano con el telón de fondo de sierra Alcaparaín, llegando en pocos minutos hasta el collado de La Cabrilla, donde ahora sí enlazamos de forma definitiva con el sendero que discurre por la vertiente norte encontrándonos con abundante matorral de aulaga intercalado con algunos: arces, mostajos, cerezos de Santa Lucía, quejigos y pequeñas repoblaciones de pinsapos.
Las vistas que tenemos a nuestra izquierda (norte) sobre la parte central del recóndito valle del río Turón son privilegiadas, en poco menos de 800 m nos encontramos con dos angarillas que no debemos olvidar cerrar a nuestro paso y cuando el sendero describe una pronunciada curva a la derecha (sur), nos encontramos con el puerto de Los Amolaores:
con varios salientes rocosos que hacen las veces de mirador natural, con unas vistas privilegiadas sobre gran parte de la masa forestal que alberga la cara norte de sierra Prieta y sus magníficos tajos, bajo los cuales discurre el sendero con un ondulante perfil hasta que regresamos a la anteriormente mencionada bifurcación de senderos sobre la divisoria de aguas de sierra Prieta en el denominado “Puerto de La Maera Alto” desde donde ya sólo queda regresar sobre nuestros pasos hasta el inicio de ruta.
Respecto a la fauna de ambas sierras destaca la presencia de la cabra montés, que frecuenta las zonas más escarpadas y tranquilas. Otros animales habitantes de la zona son el zorro, meloncillo, ratón de campo, todos ellos muy escurridizos. Avifauna mediterránea con presencia de especies cinegéticas como la perdiz, ó aves rapaces como: águilas perdiceras, cernícalos o buitres.
Otra opción muy interesante para realizar esta misma ruta con un final alternativo sería la de dejar algunos coches al principio de la jornada en Casarabonela y desplazarnos con el resto de los vehículos al cortijo de la Atalaya tal y como describimos esta ruta y ya de regreso, una vez en el Puerto de la Maera, en ves de descender hacia el Mirador de La Campana, descender hasta Casarabonela por la fuente de Los Hornaos y los Llanos de La Morena.
Abajo podemos observar a Silvia y Eduardo encarando el destrepe que nos sitúa a la altura del Mojón de Los Tres Términos.