lunes, noviembre 05, 2012

EL BARRANCO DEL ARROYO DE LA TORRE y LA ALISEDA DE MONTEPUERTO.

Fecha: 28 de Octubre de 2012.
Lugar de referencia: Aldea de Montepuerto (El Puerto), de Aroche, cercano a Cortegana.

La aldea Montepuerto, se encuentra dentro del t.m. de Aroche, localidad a la que pertenece, al mismo tiempo cerca de Cortegana, ambas en la provincia de Huelva, esta aldea se encuentra situada a una altitud de 579 msnm. En 2008 tenía censados, tan sólo 16 habitantes. 

Hora: 10 am, desayunados.

Distancia: 4 km aproximadamente (lineal)
Cota mínima: 450 metros en El Barranco de La Torre.
Cota máxima: 648 en el collado del Cerro de Las Mestas.
Cota de Montepuerto: 589 metros.
Desnivel positivo acumulado: 300 metros.
Tiempo aproximado: 1:20 h (solo ida, sin paradas)
Tipo de Ruta: Lineal. Familiar (niños de, al menos, 6 años de edad).
Dificultad: Baja.
Mapas: Hoja 916-II E 1:25000 del MTN del IGN.
Piso: Pista comunal de acceso a cotos de caza, vereda y Cañada Real. Aproximadamente 500 m por sendero por ibera, a veces perdido entre la maleza.
Señalización: Sin señalizar.
Agua: No hay fuentes de agua potable en el recorrido.
Bibliografía:
Título: Caminos y Naturaleza en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Itinerario 3.1)
Autor: Pablo Romero Gómez
Editorial: Grupo de Desarrollo Rural Sierra de Aracena y Picos de Aroche
Título: Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Guía del excursionista (Ruta 25)
Autor: Enrique Marín Fernández
Descripción de la ruta: Desde la aldea de Montepuerto (El Puerto en algunos mapas), Juanjo, su hijo Pablo de 13 años (ya casi 14), Chari y Ángel, pasadas las 10 de la mañana, iniciamos esta ruta de apenas medio día, 3 horas y 8 km entre ida y vuelta. Un breve ascenso hasta el collado del Cerro de Las Mesetas para después ir perdiendo cota, progresivamente, hasta el Barranco. El recorrido transcurre, en parte por la Vereda de Las Cefiñas y la Cañada Real de Medellín de La Soriana y por pista térrea de acceso a cotos de caza, hasta el Arroyo del Barranco de la Torre. Hasta llegar al río, el recorrido queda flanqueado por las alambradas que delimitan los cotos de caza. Todo el recorrido transcurre íntegramente por espacio protegido, concretamente el Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche.


La mayoría de las fincas son Cotos Privados de Caza. En esta época hay monterías pero las cañadas, zonas de paso y zonas ribereñas son zonas de seguridad. Aunque no es necesario permiso para visitar la zona, por transcurrir por zona cinegética y estar abierta la veda de caza, previamente pusimos en conocimiento del departamento específico de la Consejería de Agricultura Pesca y Medio Ambiente nuestra intención de visitar la zona y consultamos cualquier inconveniente que pudiera haber al visitarla, obteniendo una respuesta favorable. La cañada atraviesa zonas de castaños y una gran dehesa, primero de alcornoques y encinas. En breve, cuando casi hemos terminado de bajar, nos encontramos una balsa de agua que pertenece al Cortijo de Los Galindos.
Luego de grandes Quejigos, con ejemplares centenarios realmente espectaculares, en el área llamada de Los Colgadizos. Se trata de dehesas (todas tienen origen antrópico) de bosque mediterráneo, pero en este caso de quejigos o roble andaluz, formación vegetal muy poco corriente. Una vez en el vado del río, con abundantes afloramientos graníticos, continuaremos, a la ida, por su margen izquierda y hacia la izquierda del vado. La fauna salvaje es abundante ciervos, zorros,… y alguna nutria, como pudimos ver al poco de internarnos en la aliseda. El cangrejo rojo americano también habita en sus charcas. Estamos recorriendo el llamado Valle de Las Torres. Si no pasamos el vado, la pista continúa hacia la Finca de La Torre y, en su cercanía, podemos volver a ver grandes quejigos, aún mayores y de más edad que los que hemos visto.
Después de las lluvias de esta pasada semana, el suelo, muy seco por las sequías sufridas, ha absorbido el agua caída y apenas se formaron barrizales. El arroyo llevaba algo más de agua que hace unas cuantas semanas, aunque no toda la que sería deseable (la última vez que lo visitamos fue a finales de Septiembre), y en algunos tramos se hacía complicado pasar sin mojarse. Para salvar zonas en las que las crecidas hacen más difícil el paso, dejamos la alameda de la margen izquierda del río (atendiendo a la definición según el curso del agua, es decir, de espaldas al nacimiento) para ascender por un corto tramo de dehesa siguiendo un pequeño y estrecho sendero. El punto de referencia es un gran quejigo casi tumbado al que sus grandes raíces aún sostienen, con gran cantidad de musgo en su tronco, que dejamos a nuestra izquierda.
Una vez el sendero gana horizontalidad, recorremos apenas unos 200 metros, sin bajar, para comenzar a descender, pasada esa distancia, hacia el arroyo. La bajada es empinada y tiene mucha vegetación, pero es fácil y en algunos puntos podemos adivinar trazos de zigzags que facilitan nuestro descenso. De esta manera entramos en la parte más resguardada de la Aliseda. Más adelante el barranco se hace más abrupto pero puede accederse a él retomando o no dejando el sendero anterior. La vuelta, la haremos unas veces por la margen derecha y otras por la margen izquierda, para recorrer un tramito del arroyo, todo por una aliseda espectacular. Pasamos de nuevo por la alameda, con sus ya típicos colores otoñales.
Aún sin su colorido otoñal, la aliseda presenta un aspecto igualmente impactante; Lo sombrío y la oscuridad del pequeño bosque, contrasta con el vivo color de la capa de musgo sobre los retorcidos alisos y los bellos reflejos en las tranquilas charcas y pozas, cuando, al medio día, el sol está en lo más alto y consiguen entrar los rayos de sol.
En invierno, el aspecto retorcido de los alisos y la niebla, que suele haberla, hacen del lugar un lugar espectral pero espectacular. En otoño, las hojas de los alisos cambian a un amarillo intenso que contrasta con el musgo verde en el retorcido tronco de los árboles. Es un lugar muy tranquilo y muy fotogénico. Es un itinerario muy corto, para cualquier época exceptuando el verano. Todo el camino de vuelta es cuesta arriba; en las zonas bajas del mismo sopla poco el aire y el calor en días de sol y calurosos se hace notar. En otoño, después de las lluvias. 

Pasada la una del medio día, marchamos hacia la cerveza y la tapa del mediodía. Así, hacemos tiempo para comer en Higuera de La Sierra, (donde esta hecha estaa última fotografía). En la “Jacarandá”, muy cerca de la Iglesia de la parte alta del pueblo, probamos las migas típicas de Higuera, con su huevo frito, como le recordó Juanjo al dueño del bar. Después de dar un paseo por este bello pueblo, iniciamos la vuelta a Sevilla.












1 comentario :

  1. Muchas gracias. Vamos a hacer el primer vivaqueo con nuestroa peques a ese sitio y muy ùtil la información.

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