martes, septiembre 29, 2015

Ruta azul, verde, amarilla y roja del Torcal

Todavía no eran las 7.40 am de la mañana, cuando fuimos recibidos con cara de pocos amigos, como en las películas del Oeste, del Hostal Casaberbeja, abierto a esa hora tan sólo para el grupo de curtidos cazadores que con copa de aguardiente en mano nos miraron con desprecio y el dueño del establecimiento, que también vestía ropa de caza nos dijo que ya estaban a punto de cerrar (el mundo alrevés). Así que El Doctor, El Ornitólogo y un servidor, nos volvimos a montar en el coche y nos fuimos al “Time Square” de Casabermeja, donde sí nos sirvieron amablemente, incluso con el AS del día (la coas prometía), buena tostá con manteca colorá y la inexcusable visita al W.C. AS y móvil en mano. Con tiempo prudencial, partimos de Casabermeja, dirección Villanueva de La Concepción, pueblo que contemplamos coincidiendo ya con los primeros rayos de Sol de la mañana y el precioso conjunto de tajos y empinadas laderas de la cara sur del Torcal.

Allí frente a nosotros la teníamos: Villanueva de la Concepción, que a raíz del día de los Enamorados de este año, 14 de febrero de 2015, apostó por el lema: “el lugar idóneo para decir te quiero”, iniciativa que dio lugar a crear una ruta por el municipio con diez paradas en diez espacios destacados del pueblo, en los que los turistas encontrarán mensajes de amo, que podemos descubrir paseando por las calles, plazas y rincones del pueblo, donde veremos escritas frases románticas, que sirvan de inspiración para las parejas enamoradas que quieran pasear por el pueblo.
Los ‘diez pasos para el amor’ a descubrir en la ruta son los siguientes: 
1 Suéñame y te soñaré. – Mirador Avda. Blas Infante. 
2 Dejemos huella de nuestro amor – Calle Ribera. 
3 Susúrrame al oído.  – Avda. De la Libertad. 
4 Concédeme tan solo una dulce mirada – Mirador Avda. De la Libertad. 
5 Bésame en este rincón – Calle Real. 
6 Enséñame a olvidarme de pensar – Avda. Blas Infante. 
7 Bebe de mis labios – Parque Antonio Bolívar. 
8 Dame tu mano y oye lo que mi corazón siente – Avda. Blas Infante. 
9 Andábamos para encontrarnos – Carretera de Almogía. 
10 Hagamos juntos el camino – Carril del Agua. 
Una vez en el punto de encuentro, parking situado a los pies del Torcal, en el lugar donde se encontraba la antigua Venta del Rosario, repartimos laa ficha y mapa de ruta, mientras le dábamos la bienvenida a todos los participantes que iban a empezar desde allí, lo que sería la versión extendida de la ruta Azul, enlazando mas tarde con la Verde, Amarilla y Roja. Como muy acertadamente la bautizara nuestro amigo José Manuel Vázquez “La Ruta Parchís”.
He aquí un resumen aproximado de la ficha de ruta:
Distancia total aprox. 11 km (unos 18 km con la ruta azul)
Desnivel total aprox. unos 350 m (unos 650 m si incluimos la ruta azul)
Punto de inicio y final: parking de abajo (versión extendida) o parking centro de Visitantes.
Punto mas elevado: zona de umbría del Camorro de Las Siete Mesas (1300-1.330 msnm). Si bien la mayor parte de la ruta oscila entre los 1.150 y 1.250, alternándose zonas llanas, y escalonadas, con varios toboganes de subidas y bajadas.
Tiempo aprox. 7-8 horas, la versión extendida. O bien 5-6 horas la versión tradicional.
Nivel dificultad: Medio (versión extendida), Bajo (versión tradicional).
Tipo suelo: Terreno muy rocoso la mayor parte del tiempo, y senderos terrizos.
Tipo de recorrido: ambas rutas son circulares, menos la ruta azul (lineal)
Mapa: Paneles del paraje natural Torcal
Crónica: Juan Ignacio Amador
Fotografías: Han colaborado generosamente  Manuel Limón, Rafael Castillo, José Manuel Vázquez y un servidor.
Participantes del grupo 1: Doctor Leal, Salvador “El Ornitólogo”, Ana “La Arqueóloga”, Don manuel L. “Premio Nobel de Senderismo”, Santa Teresa de Mágina, Mariano “El Ingeniero de Telecomunicaciones”, Marita “Mucha marcha”, José manuel Vázquez “El coleccionista de vértices geodésicos”, Fidel “El Senderista Romántico”, Natalia “la Iluminada”, mari Carmen “La Coleccionista de techos continentales”, Mariano “El Ingeniero de Telecomunicaciones”, Paco “El Generoso”, Salvador Fortes “El Marqués de la Viñuela”, “El Padre Carras”, Lena “La amazona bielorrusa”, Rafa Castillo “El Rey de las Panorámicas”, su amigo José Manuel (el único “NO SOCIO” de aquella jornada, que aprobó el examen de ingreso), Maria Jesús, La Duquesa de Baqueira Beret, Romualdo “El Trovador de la Senda” y un servidor J.I.A.(si mi maltrecha memoria no me traiciona). 

APARTADO DE DATOS A TENER EN CUENTA DE LA WEB OFICIAL DEL CENTRO DE VISITANTES:
¿Qué recorridos se pueden realizar en el Torcal con un carrito de bebe o en silla de ruedas?
El Paraje Natural cuenta con 2 senderos accesibles: el sendero del Mirador de las Ventanillas y el del Monumento Natural del Tornillo.
¿En el Torcal se puede llevar perro?
Dentro de los Espacios Naturales Protegidos todos los animales domésticos deberán ir atados.
¿Hace falta algún permiso para realizar los senderos del Torcal de Antequera?
El Paraje Natural cuenta con 5 senderos de uso público para los cuáles no es preciso ningún tipo de permiso: ruta verde, ruta amarilla, sendero del Mirador de las Ventanillas, sendero del aparcamiento inferior-aparcamiento superior, sendero del Tornillo.
Para el resto de rutas o actividades se debe solicitar el permiso en la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
¿Somos un grupo de más de 20 personas y queremos realizar una visita y/o una ruta en el Torcal, qué tenemos que hacer?
Para el buen funcionamiento del Centro de Visitantes, se debe comunicar el nº de visitantes, fecha y hora en la que se tiene previsto realizar la visita por correo electrónico a la dirección siguiente: grupos@torcaldeantequera.com
¿Cuál es el precio para un grupo que quiere contratar el servicio de guía en el Torcal de Antequera?
Los precios dependen del nº de participantes que vayan a realizar la ruta sabiendo que el ratio es de un guía por cada 20 participantes.

¿Somos particulares y queremos hacer una ruta guiada en el Torcal, qué tenemos que hacer?
- En Primavera y Otoño:
Todos los sabádos y domingos de los meses de marzo, abril, mayo, septiembre y octubre se realiza una ruta de senderismo guiada con salida a las 12:00. Reserva previa en el apartado Actividades o por mail: grupos@torcaldeantequera.com
Mínimo: 2 personas
Máximo: 20 personas
- En Verano:
Todos los viernes y sábados en julio y agosto se realiza una ruta de senderismo guiada al atardecer con salida a las 19:00. Reserva previa en el apartado Actividades o por mail: grupos@torcaldeantequera.com
Mínimo: 2 personas
Máximo: 20 personas
¿Cuál es el precio para un particular que quiere realizar una ruta de senderismo en el Torcal de Antequera?
El precio es de 6€ por persona para una ruta de 2 horas.
¿Cuáles son los horarios de apertura del Centro de Visitantes Torcal Alto?
Del 1 de octubre al 30 de marzo: de 10:00 a 17:00
Del 1 de abril al 30 de septiembre: de 10:00 a 19:00
Durante los meses de Julio y Agosto el Restaurante y el Observatorio Astronómico permanecerán abiertos hasta las 00:00
¿Puedo subir con mi coche particular hasta el Centro de Visitantes Torcal Alto??
Sí, se puede subir con cualquier vehículo hasta el aparcamiento superior (junto al Centro de Visitantes). Solo en algunos fines de semana de primavera y otoño, en los que hay una afluencia masiva de visitantes, se corta el acceso al aparcamiento superior una vez este se haya llenado. Volviendose a abrir a las 15:00. Durante el periodo en el que el acceso al aparcamiento superior este restringido, los visitantes pueden acceder al mismo o bien por el sendero balizado que une el aparcamiento inferior con el superior, o bien usando el servicio de lanzadera que estará a disposición desde el momento en el que se cierre la barrera hasta que se vuelve a abrir. El servicio de lanzadera tiene un coste de 1,5€ por persona ida y vuelta. 
Tramo 1, La antigua ruta azul (actual sendero de ascensión al Torcal)
Tras un breve intercambio de saludos, aparcados ya los soches, cerradas las ventanillas, colocados los parasoles, llaves controladas, mochilas, gorras, bastones en ristre, protección solar aplicada y GPS con el procesador de trayecto a cero, iniciamos la caminata, abandonando la explanada del parking inferior, por su extremo occidental, pasando junto al panel informativo que reza: “Sendero de Ascensión al Torcal”, los primeros metros discurren entre retamas y zona de prado, normalmente plagada de lirios en invierno y primavera, remontamos la empinada ladera que tenemos a la derecha, a través de un empinado zig-zag, que antes de darnos cuenta ya nos sitúa en la pista terriza, antaño conocida como vereda de Los Carriles, antiguos caminos utilizados por pastores y canteros pasando bajo las antiguas canteras que felizmente ya están cerradas desde hace muchos años. Como la que podemos ver, justo debajo del Camorro de los Monteses (1.185 msnm), que contemplamos sobre nosotros, asaeteado por numerosas antenas de telefonía.
Aunque este año tenemos establecido un protocolo de estiramiento al inicio y final de cada ruta. El hecho de tener que estar a las 10.30 am en el Centro de Visitantes, donde ya nos espera el resto del grupo, hace que inconscientemente me lo salte y recorramos el primer kilómetro y medio que es de carril bastante tendido, en plan contra reloj, como Miguel Induráis en sus buenos tiempos (he de confesar que por estos terrenos llanos o tendidos, siempre me vengo arriba recordando mis años de maratones y carreras populares por los parques, plazas y avenidas de mi Sevilla natal). Primero dejamos a la izquierda una antigua cortijada que por sus dimensiones debió tener gran importancia en su día. A la altura del cortijo nos encontramos con una baliza con tres tablillas, las tres indican la dirección OESTE hacia la que vamos: El Tornillo (2,6 km), Centro de Visitantes ·,1 km y sendero de Ascensión al Torcal.
Al echar la vista atrás veo la hilera del grupo encabezada por Mari Carmen “La Coleccionista de techos continentales” y José Manuel Vázquez “El coleccionista de vértices geodésicos”, ¡menuda punta de flecha!. A nuestra espalda va quedando en todo momento la Sierra de Las Cabras, que habíamos coronado el sábado anterior, y a nuestra izquierda, al otro lado de la carretera íbamos dejando el cortijo de Cobos, Pronto dejamos a la derecha una destartalada cantera relativamente pequeña y una antigua caseta, donde a buen seguro, se guardaba la maquinaria para la explotación de la misma. Esta zona era conocida antiguamente como el portillo Hondo.
Pronto finaliza la pista y el sendero comienza cuando la pendiente pica hacia arriba, pero todavía de forma suave y paulatina, a través de un cardizal, nos permitimos el lujo de atrochar, los amplios zig-zags perfectamente balizados, respetando siempre el entorno (por aquí sólo hay cardos, zona de pradera y cada vez mas piedras sueltas). Pronto entramos en contacto con el Reino de la Caliza y aquí ya hay que cambiar al “plato mediano”, conforme la pendiente se hace más pronunciadas, los zig-zags se acortan y el sendero se convierte en rudimentaria escalera por terreno rocoso. Pero el grupo es muy potente y antes de darnos cuenta ya estamos en la recién reformada cabaña, antaño conocida como Corrales del Portillo Alto u Hoyo del Bramadero. Por un momento el cónico techo a base de ramas y su planta circular nos recuerda a los castros celtas de Monte Tegra en Galicia, o las brañas de Somiedo o Lagos de Saliencia (trasladadas 1.000 km al sur).
El sendero que pasa justo a la derecha de la cabaña, continúa en serpenteante ascensión hacia la Cañada Tosaires, sin embargo en este punto nos desviamos a la izquierda, tomando un sendero de cabras, dirigiendo nuestros pasos hasta el mirador que se encuentra unos 100 m al sur, desde el cual, reanudamos la marcha hacia el cordal de la Sierra, en perpendicular hacia la izquierda para situarnos a los pies de esa primera gran formación imitativa, que la gente de antaño conocía como “El Fraile” o “El Caballón Grande”, precioso hito geológico que va ganando en espectacularidad conforme te vas acercando a él con Villanueva de la Concepción allí abajo a nuestros pies, remontando el veredón o chimenea que se encuentra a su derecha, desde donde se puede acceder con las debidas precauciones al magnífico mirador natural de su parte superior, una maravilla, dentro de otra maravilla.
Hechas las fotos de rigor, retomamos la marcha, faldeando por unos momentos, sobre grandes lascas, peñascales y escalones de la vertiente sur (solo aptos para personas con experiencia en caminar por terrenos kársticos) y trasponemos el cordal de la sierra, retomando el sendero a la altura de la Cañada Tosaires, al pasar el puerto del Almendro, ya iba tan rápido obsesionado con llegar puntual al parking del Centro de Visitantes donde ya nos esperaba el resto del grupo, que si Mari Carmen, no me llega a avisar paso por delante del “Tornillo” y no me doy ni cuenta. Tan sólo estábamos 10 minutos por encima de la hora prevista y ante tan emblemática formación (nada menos que el logotipo del paraje), tocaba parada de reagrupamiento y foto de grupo.




Finalizada la sesión de fotos, nos adentramos en el remozado sendero del Agrio del Caracol, llegando poco después de las 10.45 al centro de Visitantes donde ya nos esperaba el resto del grupo, donde nos esperaban ilustres senderistas de leyenda y algunas caras nuevas, entre las que se encontraban: Ángel “El Gladiador de Itálica”, María “La Campesina Bolchevique”, Pía “La Baronesa Bruun”, Silvia “Dos orejas para escuchar el doble y una boca para hablar la mitad”, Eduardo Ortuño, Rosa de Casarabonela, los nuevos socios: Margarita, Silvia, José de Málaga, además de Pepe y Adela de Marbella que se unirían al grupo, poco después. Y como invitado especial por parte del guía: el Ilustrísimo Científico Don Pedro Aguayo “El Vietnamita del Valle del Genal”.
Finalizado el intercambio de saludos con los integrantes del grupo 2 y dada la bienvenida oficial a los nuevos socios del club que debutaban con nosotros en aquella soleada jornada (primer sábado de otoño 2015, pero algo caluroso al mediodía). Procedimos a la tradicional charla informativa del Torcal, como en la época que un servidor trabajó de guía en el Torcal, con un gran número de colegios e institutos de toda la provincia de Málaga, Sevilla, Córdoba y Granada. 
Y como si no hubieran pasado ya 8 años de aquella época en la que llegué a conocerme el Torcal como la palma de mi mano, allí estábamos recordando “El Régimen de Protección” desde que en 1929 fuera declarado “Sitio natural de Interés Nacional” hasta nuestros días; las Unidades Geomorfológicas del paraje, el origen geológico del mismo, los fenómenos geológicos más representativos y los curiosos sinónimos locales, una breve introducción de las rutas verde y amarilla, que estábamos a punto de recorrer y un acróstico que un servidor había escrito días antes:
Acróstico
Torcal de Antequera, tarde de Primavera
Orquídeas violetas nos esperan en las Vilaneras,
Rincones de ensueño vamos vislumbrando
Conforme en tu laberinto nos vamos adentrando.
Abrigo de Juan Ramos, tras el puerto de Chispa a ti llegamos.
Laderas escarpadas y tajos brillan, sobre el Nacimiento de la Villa.
De noche o de día, la magia no varía.
En el fondo del mar de Thetys los amonites vivían,
Asomados a las Ventanillas, al sur el Mediterráneo brilla..
Náyades, musas y duendes tallan esculturas por Las Sepulturas
Torcas, dolinas, estratos, castilletes, cuevas o simas
Erizos, cabras, zorros, buitres, halcones o golondrinas
Quejigos, majuelos, zarzamoras, grandes yedras ó endrinas
Uvala del Navazo junto al puerto de La Escaleruela.
En la Cueva del Toro la Prehistoria dejó huella.
Recorreremos las rutas roja, verde y amarilla
A la luz de la luna llena, cuando ella mas brilla

Tramo 2, La Cueva del Toro, como complemento a las rutas Verde y Amarilla
Reunidos ya los dos grupos en uno, tal y como estaba previsto desde la explanada del parking del Centro de Visitantes nos dirigimos al cercano Mirador de Las Ventanillas, desde donde nos estuvimos recreando con los magníficos ejemplares de estratos horizontales y perpendiculares que se encuentran a la izquierda de dicho mirador con el telón de fondo de Sierra Pelada, la Peña Negra y la prolongación de la Sierra de Camarolos, El Jobo, la Maroma. Eso a la izquierda del Mirador, hacia el ESTE y de frente, hacia el Sur, Villanueva de la Concepción a nuestros pies, coincidiendo con la cabecera del río Campanillas y la prolongación de Los Montes de Málaga, hasta la Hoya de Málaga y toda la franja de Costa entre Málaga capital y Torremolinos, hasta donde lo permite la Sierra de Mijas, fácilmente reconocible por las canteras cercanas a Alhaurín de la Torre, que también podemos ver fácilmente desde allí, al igual que otros pueblos de la provincia.
De regreso sobre nuestros pasos, volvimos a travesar el parking del Centro de Visitantes para iniciar la ruta Verde al modo tradicional, de forma tranquila y recreándonos en la localización de sus formaciones imitativas mas características como: El Dragón, El Macetón, La Esfinge, El Gorrión, El Arce de Montpelier, donde hicimos una breve pausa de reagrupamiento, aprovechando para recordar que en el paraje han sido catalogadas 664 especies de plantas, entre ellas 30 tipos de orquídeas. Así como: 12 especies de líquenes, 77 de Briofitos (musgos y hepáticas), 10 de Pteridofitos (helechos). Y en lo referente a la fauna 128 especies de vertebrados: un Anfibio, 11  Reptiles, 93  Aves y 22 de Mamíferos entre los que destacan topillos, zorros, tejones, comadrejas y conejos. 
A la altura de Los Dos Iguales, se encuentra el cruce de las rutas Verde y Amarilla, de tal manera que si seguimos recto nos mantenemos en la ruta Amarilla, pero nosotros giramos a la izquierda, descendiendo hacia el corredor conocido como “El Paso de la Gallumba”, donde ya contemplamos al fondo las paredes conocidas como “Las Catedrales” o “Los Arregladeros”, donde ya volvemos a coincidir con la ruta amarilla en su tramo final, de manera que al llegar a los pies de estas magníficas paredes, siempre en umbría por coincidir con vertiente norte.
Al pié de estas magníficas paredes, nos encontramos con una dolina conocida como “El Hoyo de La Burra”. Volvimos a girar a la izquierda, completando el último tramo de la ruta Verde que siempre explicamos tiene forma de herradura.  Siendo el siguiente hito un curioso pináculo pétreo conocido como “El Robot” y justo antes de llegar al mismo “El Postigo” y “Los Amantes”. Un poco mas adelante, llegamos al collado donde se encuentra “La Tortuga” que queda a la derecha del sendero, mientras que nosotros continuamos por el sendero principal, teniendo ya a la vista el Centro de Visitantes, y a mediación del “Hoyo de La Rubia”, abandonamos el sendero principal para ascender de forma escalonada al “Mirador de los Amonites”, antaño conocido como “Los  Balconcillos”, cuyas vistas coinciden con el Mirador de Las Ventanillas, pero ampliando la panorámica al suroeste.
Desde Los Balconcillos, nos dirigimos hasta La Cueva del Toro, por el antiguo sendero de Los Toriles, respetando en todo momento el entorno, la fauna, la flora y la geología del lugar. Tal y como nos imaginábamos, dos días después de haber recibido la Visita de la Evaluadora Danesa de la Unesco la Cueva no sólo se encontraba cerrada a cal y canto, sino que exhibía un cierre de seguridad, que ya lo quisieran para sí las joyerías más importantes de Madrid o Barcelona, y es que por desgracia, las cinco puertas de hierro colocadas anteriormente, terminaron siendo forzadas o destrozadas por los vándalos que han expoliado en gran medida el patrimonio arqueológico y geológico del lugar, no conformándose con restos de cerámica, y restos humanos, sino incluso con amonites que hasta hace pocos años se podías ver en el techo de la cueva. 
Y es que aunque España tiene uno de los patrimonios, históricos, artísticos, paisajísticos y monumentales más importantes del Mundo, en número de cerdos, cavernícolas e hijos de puta tenemos la mayor densidad de canallas de todo el planeta desde nuestros más altos dirigentes, hasta el del bar de la esquina o el vecino de turno. No obstante, aprovechamos la ocasión para recordar que esa visita de la Evaluadora de la Unesco, se sumaba a la Visita al Torcal, los Dólmenes de Antequera y la peña de Los Enamorados, parea juntos aunar fuerzas en su candidatura a PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, como conjunto histórico-paisajístico-monumental. Y ya puestos, algunas pinceladas de las distintas civilizaciones que han pasado por el Torcal y los episodios más significativos durante la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil vividos en este mismo lugar.
DE regreso a Los Balconcillos, pasamos junto a “La Lancha” y posamos junto a la “Proa del barco” desde donde regresamos a “Los Arregladeros” pasando por la cornisa de “Las Cabras” y La Tortuga. De vuelta en “Los Arregladeros” tocaba, continuar por la ruta Amarilla en sentido inverso al tradicional, pasando primero por el Puerto de la Zalea y mas tarde por “El Adelantado”, “El Camello”, “El Burladero, también conocido como El Potro”, “El Callejón del Tabaco”, “La Plazoleta de las Tres Torres”, donde se encuentran “La jarra”, “La Botella ó El Cohete” y “El Pulgar”. 

Siendo el siguiente hito el frondoso “Callejón Oscuro” acertadamente conocido en otros tiempos como “El Vergel” donde hicimos la pausa para almorzar, aprovechando la umbría del lugar. Donde “El Trovador de la Senda” amenizó el almuerzo demostrando su maestría en el arte de recitar poemas en esta ocasión con el ingenioso Poema: Un loro, un mico y un Señor de Puerto Rico
Tramo 3, La antigua Ruta Roja,
Finalizado el almuerzo retomamos la marcha, siguiendo el trazado de la ruta Amarilla en sentido inverso al tradicional, hasta llegar al lugar que no sería prudencial especificar en ninguna crónica, foro, blog o web, por tratarse de un antiguo sendero, actualmente no señalizado, ni balizado, donde resultaría muy fácil perderse. Y es por ello no recomendable para nadie que no sea o haya sido guía oficial del Torcal.
En medio de un enorme laberinto pétreo de dolinas, corredores, grietas, callejones, paredones, estratos horizontales y curiosas formaciones imitativas y de una salvaje frondosidad, fuimos pasando cerca del “Rey la Dama” , “El Dinosaurio”, “El Cáliz”, “El Cráter”, viniendo a salir al Peñón de Pizarro” y “El Abrigo de Juan Ramos”, completando la versión extendida de la Ruta Roja, atravesando lugares cuya magia y belleza queda perfectamente plasmada en esta poesía del ilustre poeta malagueño Don Salvador Rueda Santos, nacido en la pedanía de Benaque, Macharaviaya (Málaga), que tras su primera visita al Torcal en el año 1922 nos dejó escrito esta preciosa peosía.
El Torcal es heráldico, combina
con sus piedras cuarteles y dragones
 y –dominó gigante- arremolina,
con grandes fichas, rotos torreones.

Plazas extensas, sus enormes riscos
alzan de entre sus bordes colosales
simulando grandiosos obeliscos
y formas de estupendas catedrales.

Bloques equilibristas, meditando,
están en sueño irresoluto y hondo,
si siguen las estrellas escalando,
o si se arrojan al siniestro fondo

Conjunto de ciudades enlazadas
Cubiertas de blancuras sepulturales
Fingen sus anchas calles, habitadas
Por yedras, buitres, grajos y zarzales.

¿Fue el trágico furor del terremoto
el que talló sus cresterías bellas,
o algún río de fuego de lo ignoto
partiéndose en buriles de centella?.

Troyas caben en medio de sus ruinas
Menfis entre sus moles arrogantes
Cartagos en sus plazas diamantinas
Romas entre sus cúpulas triunfantes.

Y aparecen zumbar con sus rastrillos
las mazas que en sus piedras trabajaron
y palaustres, escuadras y martillos
que en concertante inmerso la forjaron.

La Soledad volviose extraños muros,
el Silencio sillares misteriosos,
el Miedo, bloques llenos de conjuros
el Estupor, macizos milagrosos.

Un recto bloque, finge la Paciencia,
otro la Fé y hasta lo azul se lanza,
otro el grave misterio de la Ciencia,
y otro el divino amor de la Esperanza.

Columnas de ilusión son los pilares,
y hasta en los laberintos interiores,
hay órganos y túmulos y altares,
en incensarios de piedra en que arden flores.

Y si aterrada en alma y confundida
dirige al Cielo un penetrante grito,
parece que resuena en la otra vida
y que llega rodando a lo infinito.

A la rancia corona de nobleza,
que decora ¡oh ciudad! tus timbres reales
otra quiso la gran Naturaleza
ajustar a tus sienes inmortales.

Y te dio por diadema una montaña
hecha por el temblor de un cataclismo
¡parece que tu frente es toda España
y el Sol un beso que te da Dios mismo!. 
Prácticamente a punto de completar el trazado circular de la ruta Roja, nos despedimos después de fotografiarnos junto al amonite gigante, cercano al “Agrio del Tinterillo”, donde los compañeros que habían iniciado la jornada en el Centro de Visitantes, continuaron por el corredor de Los Polvillares. Mientras que el resto atravesamos el “Agrio del Tinterillo”, enlazando con la carretera del Centro de Visitantes que cruzamos hasta enlazar con la “Cañada Tosaires” y desde allí regreso sobre nuestros pasos, por la antigua ruta azul, sendero de ascensión al Torcal, hasta llegar al parking inferior donde habíamos estacionado los vehículos al inicio de la jornada.
Otras fotos de aquella jornada: 
A lo largo de todo el recorrido no sólo se tuvo bastante cuidado con la geología, la fauna y la flora del paraje, sino que varios compañeros fuimos recogiendo basura ajena a lo largo de nuestros itinerarios.

lunes, septiembre 21, 2015

Sierra de Las Cabras: De la Fuente de la Yedra al Nacimiento de La Villa.

Entorno: Sierra de las Cabras y ladera norte del Torcal.
Pueblo de referencia: Antequera
 
Punto de encuentro 1: 7.55 am. Para desayunar en el Restaurante-Hostal Casabermeja o a las 8.20 am (ya desayunados)
Punto de encuentro 2: 9.00 am. (ya desayunados) explanada terriza, junto a las antiguas ruinas de la Ventilla, a 100 m de la Venta El Molino Blanco, dirección al Torcal, o a 300 m de la entrada del Camping nacimiento de la Villa, dirección Antequera, carretera Antequera-Torcal (antigua C-3310, actual A-7570)
 
Cómo llegar al punto de encuentro: Al tratarse de una ruta lineal, como solemos hacer en estos casos, lo ducho es quedar en el final previsto de ruta con idea de dejar allí algunos coches.
Si venimos desde la costa o cualquier zona al sur del Torcal, lo recomendable es venir por la carretera que desde Casabermeja, se dirige hacia Villanueva de la Concepción, continuamos dirección al Torcal, cuya entrada dejaremos a nuestra izquierda, continuando hacia Antequera y unos 4 km mas allá de las curvas que nos encontramos a la altura del puerto de La Boca del Asno, nos encontramos con la entrada del camping a la izquierda de la carretera, a la derecha para quien llegue desde Antequera.
Una vez que dejemos uno o varios vehículos en el camping nacimiento de la Villa, nos dirigiremos con el resto de vehículos dirección Antequera, tomando la carretera del Romeral, para venir a salir cerca del Hotel La Sierra, ya subiendo hacia Las Pedrizas y mas tarde el hotel Fuente de La Yedra, que será nuestro inicio de ruta propiamente dicho.
 

Distancia aprox. 16 km
Desnivel subida aprox. 800 m
Desnivel bajada aprox. 900 m
Punto de partida: km 136, (N-331), Hotel Fuente de la Yedra, vía de servicio de la autovía de Las Pedrizas.
Punto mas elevado: cumbre de la sierra de Las Cabras (1.283 m)
Tiempo aprox. Entre 6 ó 7 horas (sin contar el tiempo de traslados de coche entre final e inicio de ruta).
Nivel dificultad: Medio-Alto
Tipo suelo: prácticamente toda la ruta discurre por senderos de cabra, lapiaz y campo través, excepto el último tramo, a partir del cortijo de La Alhijuela ya discurre por pista terriza y un kilómetro de carretera.
Tipo de recorrido: Lineal.
Mapa: Villanueva del Rosario (1.039-I) y Valle de Abdalajís (1.038 II)
 
 
Fecha de realización: sábado 19 de septiembre de 2015
Participantes: El Padre Carras que protagonizó una espectacular escapada en el primer tramo de ascensión a Las cabras, aunque fue absorbido por el pelotón al llegar al Embudo, , Eduardo "El Último Samurai" gran sufridor donde los haya, Rafa "El Califa" que este año viene muy fuerte dispuesto a conseguir la Bota de Oro, Javier Ruiz "El Hombre Tranqquilo" que ha firmado una magnífica pretemporada, a pesar de "la pájaara" del pico del Cuervo , Mariano "El Ingeniero de Telecomunicaciones" que en las próximas semanas se enfrenta a un gran reto,, Mari Carmen "La Coleccionista de techos continentales" quee después de su espectacular escapadfa estival a Alpes y Andes Peruanos ha venido en un impresionante estado de forma, Marlen "La Perla de Venezuela" se le notan las horas de gimasio, Irving su juventud lo lleva en volandas, Lena "La Belleza del Silencio" a su ritmo y su manera disfruta por igual del deporte y la fotografía, Pepe Guerrero "El Maestro Geobotánico" que volvió a deleitarnos con sus clases de geología y un servidor: Juan Ignacio Amador siempre aprendiendo de los maestros y tomando cada vez más conciencia de que “solo sé que no sé nada”.

A tener en cuenta:
Esta ruta requiere de buena preparación física para encarar la empinada ascensión por la chimenea sur de la Sierra de Las Cabras y experiencia previa para caminar campo través y terrenos accidentados con bastante zona de canchal. Hasta el cortijo de La Alhajuela, tan sólo hay difuminadas sendas del ganado. 
Aunque este itinerario está en proyecto de establecerse como SL “sendero local” Fuente de la Yedra-Nacimiento de La Villa, de momento no existe ni una sola señalización ni sendero desbrozado en todo el recorrido. 
Normalmente podemos aprovisionarnos de agua en la Fuente de la Yedra, donde iniciaremos nuestra caminata.

Descripción de la ruta:
Comenzaremos la marcha a unos 740 metros de altitud en el aparcamiento del hotel La Yedra, junto al cual nos encontramos con un quiosco ambulante de artesanía, melones, sandías y pan artesanal, custodiados por un simpático chuchillo de mirada noble. Pasamos por delante de la Fuente de La Yedra, de donde toma nombre el hotel, un buen chorro denota la riqueza del manantial, a pesar de que estamos a finales de verano. Continuamos por la vía de servicio dirección este, pasamos por delante de una gasolinera, situada a unos 200 m. del comienzo, pronto nos encontramos con una angarilla que en su día se abría fácilmente, pero la han cerrado a conciencia, por lo que resulta recomendable continuar en paralelo a la alambrada, hasta que unos 100 m mas allá, nos encontramos con una portezuela de hierro, también cerrada, pero fácilmente salvable, una vez dentro del vallado, caminamos dirección S-E, dejando a nuestra derecha un angosto barranco, que es una opción escogida por algunos senderistas para acceder de forma mucho mas directa a la cumbre o finalizar la ruta descendiendo por ahí, pero no resulta recomendable, pues hay que atravesar al filo de algunas zonas expuestas con bastante vuelo y caída en un mar de zarzas.


Caminando en todo momento dirección S-E nos vamos a ir abriendo paso entre un mar y algunos majuelos hasta encontrarnos con las torretas metálicas de un tendido eléctrico, que llevaremos en todo momento a nuestra izquierda, mientras vamos ganando altura, sin más referencias que tenues senderos de cabras, a veces alguna retama o majuelo se interpone en nuestra trayectoria, pero normalmente la salvamos con un pequeño rodeo, escogiendo siempre las zonas más despejadas y con la cercana referencia visual del tendido eléctrico que llevamos a escasa distancia a nuestra izquierda, pasando incluso por debajo de él, o llegando a pasar muy cerca del mismo, a media subida.

 
Cerca de la tercera torreta, nos encontramos con una pequeña dolina modo de plazoleta, conocida como el Hoyo de Juan Díaz, donde la tenue senda se bifurca en dos. Si tomamos el ramal que parte a la derecha, remontaremos una zona de lapiaz hasta alcanzar la dolina situada a los pies de los tajos Negros, desde donde podemos encontrar una cómoda subida al pico Cabras. Sin embargo, nosotros optamos por mantenernos del senderillo que coincide con la trayectoria del tendido eléctrico, hasta que unos 200 m mas allá llegamos a un collado conocido como Puerto Lucena (970 msnm), que reconoceremos fácilmente porque desde allí ya comenzamos a trasponer hacia la vertiente sur de la sierra de Las Cabras y a poco mas de un kilómetro a nuestra izquierda vemos el transitado nudo de carreteras existente en El Puerto de Las Pedrizas.


Desde el Puerto Lucena, continuamos por la estela de color marrón que el paso del ganado ha dejado sobre terreno muy rocoso, que coindice con el inicio de una parte del recorrido de perfil escalonado, donde se alternan pequeñas bajas, subidas y tramos de faldeo, quedando la parte alta de la Sierra a nuestra derecha y la caída hacia el puerto de Las Pedrizas a nuestra izquierda. Se trata de uno de los tramos más intuitivos de la ruta, sirva como norma, perder la menor altura posible y si algún roquedo nos obliga a ello volver a recuperar altura tan pronto nos sea posible, siendo nuestro objetivo alcanzar la lengua de tierra que distinguimos en la distancia, conviene llegar a este gigantesco tobogán a la altura de la mitad, ganando altura poco a poco conforme nos acercamos a la misma.


En cualquier caso, una pequeña torrentera, nos facilitó bastante la ascensión para ganar altura poco a poco, hasta remontar esta gran chimenea, que acaba en un angosto embudo, con un par de pasos escalonados que hace necesario el uso de las manos, encontrándonos mas arriba con una rudimentaria alambrada que salvamos sin dificultad.


Superada la alambrada, ya trasponemos a la parte Oeste y Suroeste de la Sierra, pudiendo distinguir Villanueva de la Concepción en lontananza a los pies del Torcal o la pequeña pedanía de Las Pilas a nuestros pies y casabermeja al sur.


Aunque llegados a este punto, todavía quedan unos 80 m de desnivel, lo mas duro con diferencia ya ha quedado atrás, y el terreno de lapiaz que tenemos que salvar hasta la cumbre nos resulta fácil en comparación con la fuerte pendiente que hemos remontado, pues la zona de cancha de cumbre, no ofrece mayor dificultad que alguna grieta, pero a poco que tengamos paciencia, siempre encontramos pequeños callejones o tramos escalonados que nos permiten hacer cumbre sin la ayuda de las manos.


Las vistas desde el vértice geodésico de la sierra de Las Cabras (1.283 msnm) son realmente bonitas, ya que a pesar de su modesta altitud, al ocupar un lugar privilegiado en el corazón de la provincia nos brinda una panorámica privilegiada sobre la línea de cumbres de la sierra de Camarolos, con la doble cumbre de La Peña Negra en primer plano dirección ESTE, Los Montes de Málaga al SUR, El Torcal y el Camorro Alto hacia el OESTE como hitos geográficos mas cercanos, aunque también se contempla hasta la Sierra de Las Nieves y al Norte la parte alta de La Peña de Los Enamorados, asomando por encima del cordal del pico Yedra, que nos impide la visión hacia la Hoya de Antequera.

 
Una vez en la cumbre de Las Cabras, podemos descender dirección Sur, zigzagueando a través del lapiaz hasta aterrizar en la idílica dolina conocida como los llanos de Tajo Prieto que en los meses de invierno y primavera suele presentar un precioso manto verde y pequeños manantiales y lagunitas que cobijan a varias especies de anfibios como la salamandra amarilla y negra. 


O bien, la opción que escogimos nosotros, descendiendo en paralelo a la dorsal N-O, que durante los próximos kilómetros sería nuestra dirección predominante con preciosas vistas frontales hacia el Torcal, recortado por el perfil de Las Vilaneras Altas y el Camorro Alto a su derecha, mientras la velocidad del viento cercano a los 40 km/h en zona de cumbre arrastraba un buen número de nubes sueltas de gran tamaño, que daba lugar a un constante juego de luces y sombras, donde el paisaje parecía estar en constante movimiento, al ritmo de las nubes que pasaban por encima de nosotros a gran velocidad. Aunque todo el descenso se hace por lapiaz, la dorsal N-O, tiene un perfil relativamente suave y esto unido a la existencias de pequeños corredores alfombrados por las huellas y cagarrutas del ganado que ha permitido que crezca la hierba, nos permite una bajada muy llevadera, hasta la dolina donde ya pisamos tierra firme, desde donde nos dirigimos al estratégico collado de Los Lastonares, antiguo lugar de paso para trasladar el ganado de un extremo a otro de la sierra, algo parecido a lo que estábamos haciendo nosotros en versión senderista.
La dolina existente entre el pico de Las Cabras (o cerro de Los Lastonares) y el pico Yedra, conocida como los llanos de Tajo Prieto inspira una sensación paz infinita, con su pequeño bosquecillo de fresnos, quejigos, olmos, arces de Montpelier y espinos majoletos. Se trata de un paraje absolutamente lleno de magia, donde nace el arroyo de la Yedra. Esta dolina está dedicada al pastoreo de ganado bovino.


Desde el estratégico puerto de Los Lastonares, son varias las opciones que se presentan ante nosotros, por un lado podemos emprender el regreso hacia el inicio de ruta, atravesando el “Hoyo de Juan Diaz” hasta venir a salir al tendido eléctrico por donde iniciamos la ascensión; encaminar nuestros pasos hacia el barranco de La Yedra donde debemos encarar un descenso muy pronunciado con pasos algo aéreos que nos llevarían de forma muy directa hasta las inmediaciones del hotel la Yedra (inicio de ruta); Por otro lado, si tomamos dirección Oeste, podemos descender hasta la pista terriza que nos llevaría hasta el cortijo de Los Migueles; O bien nuestra opción que consistió en continuar dirección Noroeste por la dorsal del pico Yedra que nos sitúa en un segundo collado, al que mas tarde regresaremos, desviándonos ahora a nuestra derecha, dirección ESTE, para remontar la redondeada ladera que nos sitúa en las dos pequeñas cumbres de similar altura (1.264 msnm) que son el punto más alto del pico Yedra, una cumbre muy agradecida y de dócil ascensión, que a diferencia del pico Cabras, nos permite una visión amplia y completa hacia el Norte de la Hoya de Antequera con la zona de media montaña por donde discurre la antigua carretera del Romeral a nuestros pies, coincidiendo las vistas al Este y al Oeste con el pico Cabras, mientras que al Sur contemplamos la cara norte del pico Cabras y parte de Los Montes de Málaga con Casabermeja a sus pies. 

 
Si bien, la mayoría de los compañeros estuvieron el tiempo justo para hacerse la foto de grupo sobre el peñasco que marca el punto mas alto, aunque unos pocos demoramos algunos minutos el descenso, mientras intentábamos sacar varias fotos panorámicas 360º luchando contra el viento, que en esta segunda cumbre nos azotaba con rachas intermitentes que ya superaban los 60 km/h. Y es que no hay que olvidar que El Puerto de Las Pedrizas es uno de los lugares más ventosos de la provincia de Málaga.


Una vez de regreso al anterior collado donde se habían quedado a esperarnos “El Califa” y “El Último Samurái” que renunciaron al pico Yedra para no forzar la máquina y no recaer en sus recientes lesiones, retomamos rumbo N-O, iniciando un prolongado descenso por una ancha vaguada,
  
mientras contemplábamos gran parte de la localidad de Antequera en lontananza, caminábamos llevando a nuestra derecha, el fondo de una modesta cañada que preside el centro de esta vaguada, pasando junto a un antiguo abrevadero de cinco pilones construidos en 1905, y una caseta de agua con el tubo correspondiente que supuestamente surte a los pilones, pero que ya hacía semanas, tal vez meses, que ya no daba agua.

 
Unos 100 m mas allá, en el margen derecho de la vaguada, un curioso pináculo, presidido por una gran yedra y una cuevecilla en su base, que no sólo nos regaló unas fotos muy curiosas, sino el lugar perfecto para el almuerzo que ya tocaba, porque aunque el viento seguía soplando con fuerza, aquel rincón además de precioso, nos ofrecía el lugar ideal para refugiarnos del viento.


Una vez finalizado el almuerzo, el viento había dejado de soplar con intensidad y abandonábamos este precioso rincón del pináculo con la cuevecilla y la yedra palma, bajo un radiante cielo azul y las nubes ya mucho mas dispersas y lejanas. De nuevo retomamos el margen izquierdo de la vaguada, que minutos mas tarde se estrechaba cada vez mas, llegando a una especie de balconada, desde donde el descenso se convertía en una empinada bajada tipo montaña rusa, en continuos zig-zags a los pies de la cara norte del farallón rocoso de Los Lastonares, cuya sombra nos protegía del intenso sol del mediodía de aquel último sábado del verano 2015.

 
A lo largo del descenso vamos pasando junto a un gran número de majuelos en el apogeo de sus frutos rojos, tan importantes para la fauna de la zona, especialmente para las aves. A nuestra derecha, nos acompañan algunos farallones rocosos rematados por curiosos pináculos a modo de formaciones imitativas. Frente a nosotros tenemos un paisaje de media montaña, característicos de los redondeados cerros que predominan en la zona del Romeral y que aportan la mayor densidad de pinar y bosque de dehesas de todo el término municipal de Antequera.

 
Conforme vamos virando a nuestra izquierda, cambiando el rumbo N-O, por rumbo O, comenzamos a ver parte de la empinada ladera norte del Torcal que viene a caer al Nacimiento de La Villa, coincidiendo con el final de nuestra ruta, pero todavía se antoja relativamente lejano (al menos a unos 4 km, “a ojo de buen cubero”). Llega un momento que el descenso se hace muy largo, pero afortunadamente en la parte final se suaviza, una balsa de agua contraincendios y un helipuerto justo al lado, delatan la cercana localización de las ruinas del histórico cortijo de La Alhajuela, el tamaño de sus ruinas y la cantidad y variedad de árboles, algunos de ellos frutales y de porte centenario, nos hablan de una época de esplendor y de la importancia que este cortijo debió tener en su día. Además de encinas y algarrobos, nos encontramos con  numerosos frutales y varias especies ornamentales como el árbol del amor, cipreses, moreras, almecinos, nogales, y un gran pino piñonero que formaban los jardines del Cortijo.

 
Este cortijo llegó a albergar un contingente de 40 milicianos del bando Republicano, en los primeros meses de la Guerra Civil, que defendieron con uñas y dientes los pasos estratégicos entre Antequera y Villanueva de la Concepción, junto con un amplio contingentes de camaradas acantonados en “Los Peligrillos” (zona alta de las laderas norte del Torcal, por encima del nacimiento de La Villa) y pequeñas patrullas apostadas por las inmediaciones del puerto de La Boca del Asno.

 
En la actualidad el histórico cortijo de La Alhajuela, es una finca pública de la Consejería de Medio Ambiente, el tamaño y la variedad de los árboles que allí se encuentran han formado un rincón mágico, presidido por un manantial cuyas aguas proceden de uno de los acuíferos de la Sierra de Las Cabras, con un abundante caño que abastece con generosidad el abrevadero de seis pilas situado junto a un fresno, donde más de uno disfrutamos bebiendo su agua fresca, como antaño lo hicieron aquellos héroes anónimos, muchos de los cuales, murieron emboscados o fusilados a sangre fría en los paredones de las casas de peones camineros, cuyas ruinas aún se conservan diseminadas, a lo largo de la carretera que va desde Antequera al Torcal. Una pila de lavar, situada junto al abrevadero nos habla de antiguos hábitos no tan lejanos, que llegamos a conocer en nuestra infancia los que tenemos cierta edad, de hecho, hasta principios de la década de los 80, no había pueblo que no tuviera lavadero y señoras mayores que hicieran uso de él, al menos, un par de veces por semana frota que te frota.

 
Un pequeño panel informativo, nos resume la importancia y la utilidad que el abrevadero tiene en su día para el hombre y el ganado, aunque hoy más para el ganado, pero también para el hombre, de hecho antes de abandonar el lugar llegó una familia expresamente desde Antequera para aprovisionarse de agua con numerosas garrafas. Este abrevadero también da de beber a gran parte de la fauna de la zona y es hábitat de varios anfibios.
 
 
A partir del Cortijo de la Alhajuela enlazamos con la pista terriza que da acceso al mismo y a lo largo de un kilómetro y medio aproximadamente, siempre dirección Oeste, en suave pendiente ascendente, caminamos entre fincas donde pasta ganado vacuno, equino y bovino, que nos observaban con cierta indiferencia, mientras cubríamos la distancia que nos separaba de la carretera de Antequera a

 
Villanueva de la Concepción  A-7075 cruzando la misma, para caminar por su margen izquierdo, siempre en dirección OESTE, con las laderas norte del Torcal a nuestra izquierda, hasta que unos 500 m mas allá, podíamos abandonar la carretera, por el mismo margen izquierdo, adentrándonos en la pista terriza por donde discurre el GR.E-7, coincidiendo con el antiguo Cordel de la Dehesilla del Colmenar, cuyos monótonos márgenes plagados de retama, contrasta con la espectacularidad de lo abrupto de los tajos y empinadas laderas de la cara norte del Torcal, que llevábamos en todo momento a nuestra izquierda, dejando a nuestra derecha, la zona de atrás del camping El nacimiento de la Villa, su pequeño laguito aledaño, mas tarde su rudimentario campo de fútbol, su segundo lago, mayor, pero vacío (pues depende mucho mas de épocas de lluvia), y por último las ruinas de La Ventilla, muy cerca de la explana terriza donde habíamos estacionado los vehículos a primera hora de la mañana, a escasos 100 m de la popular venta El Molino Blanco.

Alicientes principales:
Esta sierra es uno de los eslabones menos conocidos del Arco Calizo Central, que va desde Sierra Tejeda y Almijara hasta Los Reales de Sierra Bermeja pasando por Camarolos, Torcal, Sierra Chimenea, Valle de Abdalajís, Monte Huma, Alcaparaín, Prieta, Cabrilla y Sierra de las Nieves. Esta cordillera encierra formaciones geológicas de relieve kárstico propias de los macizos calizos, con lapiaces, torcas, marmitas, fisuras  por fragmentación, dolinas, uvalas, navas o lapiaces de gran belleza.

La vegetación de esta cordillera está representada por sabinares, pinares, encinares, olmedas y formaciones mixtas de encinas, quejigos y arces. Entre las especies zoológicas se encuentran: Buitre Leonado, Águila Real, Águila Perdicera, Búho Real, Acentor Alpino, Chochín, Avión Roquero, Roquero Solitario, Golondrinas, Mirlo Capiblanco, Alcaudón Real y el Autillo que se deja escuchar en verano.
Entre los mamíferos destacan: jabalíes, zorros, tejones, meloncillos, garduñas, y la cabra montesa. Y entre los anfibios: la rana bermeja, sapillo moteado y salamandra común. También habitan estas sierras las víboras, culebra bastarda y de escalera.