viernes, diciembre 11, 2015

Quejigales, tajo del Canalizo, Peñón Enamorados, sendero tres cañadas, Cueva Bermeja, Quejigales

Entorno: Parque Natural Sierra de las Nieves (sector Quejigales, Ronda)
Hora y punto de encuentro: 8.30 para desayunar en la venta EL NAVASILLO o LA LAJA o a las 9.00 ya desayunados.
Localidad de referencia: Ronda o Parauta
Cómo llegar al punto de encuentro: Debemos tomar como referencia la temida carretera de Ronda a San Pedro de Alcántara (N-332) a la altura del km 11, (Telf: 952.11.47.27), muy cerca del inicio de la pista de acceso al Parque Natural Sierra de Las Nieves
Acceso con el coche hasta Quejigales: La distancia desde el acceso al parque por la carretera de San Pedro-Ronda, hasta nuestro inicio de ruta, situado en el área recreativa de Quejigales, es de unos 12 km de carril que en la actualidad está en buen estado. Como en casi todo carril, nos encontramos varias bifurcaciones la que nos lleva hasta Quejigales es muy evidente, dejando a nuestra izquierda la zona de camping de Conejeras, un par de kilómetros mas allá el desvío hacia la Fuenfría a la derecha, manteniéndonos siempre en el principal. Al llegar a la altura del alojamiento rural de la Nava de San Luis, la pista gira a la izquierda, iniciando una sucesión de prolongados zig-zags para ganar altura, que nos llevan a un último cruce, quedando a la derecha el que nos indica hacia Tolox y Pinsapo de La Escalereta, pero nosotros seguimos por el principal hasta que llegamos al antiguo cortijo de Quejigales, que posteriormente fue acondicionado como Refugio Felix Rodríguez de la Fuente y en posteriores ocasiones ha sido adaptado y modificado como zona de área recreativa e inicio y final de numerosas rutas por esta zona del parque.
Distancia aprox.13 km 
Desnivel acumulado subida aprox. 600 m
Punto de partida: Cortijo de Quejigales (1.261 msnm)
Punto mas elevado: Peñón Enamorados (1.780 msnm)
Tiempo aprox. 6-7 horas
Nivel dificultad: Medio-Alto.
El nivel de dificultad es tal vez el dato mas relativo de cada ficha de ruta, para un corredor de ultra trail esta ruta es un paseíto y para una persona no acostumbrada una ruta durísima.
Tipo suelo: 85% Sendero terrizo y pedregoso. 9 % pista forestal desde Quejigales hasta la Cañada de En medio y 6% campo través desde la Pista de Pilones, ladera abajo hasta Quejigales.
Tipo de recorrido: circular con tramo final lineal entre Quejigales y cueva Bermeja, como añadido extra a la ruta.
Fecha de realización y meteorología: lunes (de puente) 7 de diciembre 2015, cielos cubiertos la mayor parte del día, con algunos claros a lo largo de la jornada, temperatura muy agradable, sin a penas viento.
Mapa y Bibliografía: Parque natural Sierra de Las Nieves (Editorial La Serranía) del Gran Maestro Rafa Flores "El mago Gandalf de la Serranía, la biblia de este auténtico santuario natural, que además es RESERVA DE LA BIOSFERA.
La ruta aquí descrita, coincide con los itinerarios Nº3 y Nº4 que propone esta guía.
Material recomendado: botas de trekking, baston/es y comida y agua suficiente.
Alicientes principales: Tanto el tránsito por la cañada del tajo del Canalizo, su fuente y la subida junto al mismo tajo, discurren por uno de los senderos menos transitados del parque, como también lo es el sendero que une las tres cañadas y la espectacular falla de Cueva Bermeja.

Participantes: HERMINIA "La Centella de Ocebreiro” que fue nuestra anfitriona de lujo y gran amiga de sus amigos. FRAN "Batman Forever": En un estado de forma colosal. MACARENA "La Ninfa de la Laguna de Capacete": por la misma senda de su Fran. ILSE "La Gacela de la Selva Negra": Regresando con paso firme por los caminos de la vida. ANTONIO FRANCISCO "La Locomotora de Alhaurin": Como los buenos vinos, con los años mejorando en todo. CARLOS "El Psicoanalista": uno de los mejores psicólogos expertos en regresión de toda España. M.CARMEN "La coleccionista de techos Continentales": no tenia pensado venir y se alegro mucho de participar. LENA "Ice WOMAN": belleza y paciencia sin límites. RAFA CASTILLO "Sheldon Cooper" la sesión de ducha con sus garrafas al final de la ruta en Quejigales con la música de "9 Semanas y Media", ¡ANTOLOGICA!. JUANI "El Comandante": aprendiz de todo y Maestro de nada.
Nuestros amigos peludos: Kessy, Chuckie y perrito volador e incansable de Fran y Maca)
Breve descripción del recorrido:
Mientras Rafa Castle terminaba su particular liturgia del inicio de ruta, terminando de preparar sus numerosos complementos senderistas (tres cámaras incluidas), un inoportuno retortijón, le obligó a recurrir a su sofisticado W.C. portátil (¡menos mal que aún estábamos junto a los coches). De manera que lo dejamos en la intimidad requerida para tales menesteres, mientras echábamos a andar con paso tranquilo por el carril del Sabinal, dejando a nuestra derecha el cartelón que anuncia la clásica ascensión Quejigales-Torrecilla, desde donde parte la senda que se dirige hacia la  Cañada del Cuerno. Un poco mas adelante llegamos a una bifurcación: el de la izquierda se encamina hacia el carril del Sabinal (hacia Sierra Hidalga), que tomamos en su día para ir hasta el Peñón de Ronda, pero nosotros continuamos por el ramal de la derecha, que mantiene casi todo su trazado en dirección E, N-E, observando ya al fondo la presencia del tajo del Canalizo que será nuestra referencia principal en este primer tramo de la ruta.
El primer hito de la ruta es la placa que vemos colocada en una piedra a la derecha de la pista terriza, dedicada “Frasquito Molina” (legendario guarda del parque que conoció, amó y cuidó de cada uno de los rincones del parque como muy pocas personas hasta la fecha) y a la que se puede acceder a ella remontando un pequeño talud, unos metros mas allá de la piedra merece la pena acercarse a los restos del antiguo refugio de este guarda y recrearse con el paisaje a nuestro alrededor, donde además de los pinsapos que ya comienzan a hacer acto de aparición al sur (ladera arriba). Tenemos una amplia panorámica sobre la vertiente sur de la deforestada Sierra Hidalga, que en su día también estuvo cubierta de pinsapos. Aquel día Fidel, Javi y Antonio cano esstabaan realizando una ruta precisamente por allí.
Retomado el camino dirección E,N-E, todavía por la pista terriza, en época de lluvias se suele formar una bonita laguna a la derecha de la pista, donde también observamos con impotencia, como la erosión provocada por las aguas torrenciales, se está llevando gran parte del suelo sobre el que se encuentran algunos pinsapos con la mitad de sus raíces ya en el aire, a pesar de la colocación de pequeños diques en numerosas zonas del parque para evitar dicho fenómeno.
El final de la pista coincide con la parte baja de La Cañada de Enmedio, a partir de aquí, siempre manteniendo dirección E,N-E con el bosque de pinsapos de la Cañada de En medio y  los cortados de “La Calerilla” a nuestra derecha, la caída hacia la zona del cortijo de la Majada Vieja con el telón de fondo de Sierra Blanquilla a nuestra izquierda, avanzamos por un angosto pero bien marcado sendero, que atraviesa una zona que se suele embarrar bastante en época de lluvias, (aunque afortunadamente no fue nuestro caso). Cada vez nos vamos encontrando con mas pinsapos, a poco que estemos atentos veremos a nuestra izquierda, una sucesión de bancales donde la tierra adquiere un tono rojizo, es el lugar conocido por los rondeños como Los Coloraillos, un privilegiado mirador natural que bien merece una pausa para recrearnos con las vistas que desde allí se contemplan de N-O a ESTE y de izquierda a derecha en días claros podemos contemplar: la crestería de la Sierra del Pinar en la lejanía, y mas cercanas: Sierra Hidalga, Los Merinos, Sierra Blanquilla y como cumbres destacadas dentro del parque: Peñón de Ronda, mas a su derecha y mas cercano a nosotros el tajo del Canalizo y por último a la derecha del todo la muela del peñón Enamorados.
El mirador de Los Coloraillos coincide con la parte donde finaliza el descenso por la Cañada de Las Ánimas, cuya senda queda oculta entre los enormes pinsapos que nos rodean (dirección SUR), pero nosotros estaremos atentos para localizar, la senda que continúa en la misma trayectoria que traíamos, es decir, predominantemente E, N-E. Poco a poco vamos a iniciar un descenso por un denso pinsapar que bien podría competir en magia y belleza con el Bosque de Fangorn del Señor de los Anillos, este descenso nos lleva a una hondonada conocida como Los Hoyos de la Caridad donde también abundan grandes roquedales, tapizados de musgo que añaden aún mas verdor al entorno. Un poco mas adelante dejamos a nuestra derecha una covacha conocida como cueva del Manijero, de vez en cuando nos encontramos con enormes troncos caídos, que en su día fueron pinsapos centenarios repletos de fuerza y vigor, los grandes colosos del bosque, que ahora caídos y en sus esqueletos, nos hacen reflexionar sobre lo efímero de la vida, por más fuerte y más grande que se sea, ningún ser humano fue mayor ni más fuerte que ellos. Y es este un buen recordatorio para aquello del carpe diem y vivir y disfrutar de cada día como si fuera el último.
Mas allá de Los Hoyos de la Caridad iniciamos una ascensión relativamente tendida, que discurre por el margen derecho de la cañada del canalizo que llevamos a nuestra izquierda, hasta que en un momento dado, la senda cruca dicha cañada, encontrándonos de repente con la Fuente del Canalizo, que suele tener agua la mayor parte del año, donde nuestros peludos amigos no dudaron en beber e incluso Kessie y Chuckie, darse un baño.
Finalizado el refrigerio y kit-kat en la Fuente del Canalizo, retomamos la marcha por el desdibujado sendero que desde allí, que resulta fácil de confundir debido al terreno rocoso por el que continuamos ascendiendo, pero pequeños hitos de piedra nos indican que vamos por el camino correcto y si no los encontrásemos, basta  con que alcemos la vista en dirección N-E y dirijamos nuestros pasos hacia el Puerto del Canalizo, de hecho, la ascensión que estamos encarando, discurre por un terreno pedregoso, pero muy dócil, donde prácticamente se puede subir por donde queramos, haciendo bueno el dicho de: “mientras vayamos subiendo, vamos bien”.

Tal y como hicimos en enero de 2008, poco antes de llegar al puerto del canalizo, nos desviamos unos 100 ma nuestra izquierda, para asomarnos al punto mas alto del tajo del Canalizo, disfrutando de las mismas vistas que habíamos contemplado desde Los Coloraillos, que ahora quedaban unos 200 m por debajo nuestro, pero ampliando hacia sierras mas lejanas, como la mayor parte del cordal de la Sierra de Líbar, Simancón y Reloj, sierra del Pinar, Lagarín y Las Grajas, cerro Malaver, Terril, Subbéticas Cordobesas, y la mayor parte del cuadrante N y N-O del P.nat. Sierra de Las Nieves, etc…
Finalizada la sesión panorámica, regresamos sobre nuestros pasos sobre el agrietado lapiaz existente en la parte alta del tajo del Canalizo y en a penas 100 m ya retomamos el sendero que rápidamente nos sitúa en el puerto del Canalizo, donde nos encontramos con un sendero que continúa de frente dirección N-E que desciende poco a poco para rodear el cerro Alto de Yunquera y otro a la derecha, dirección E, que será nuestro sendero a seguir, en principio por lo alto de una loma, de frente a nosotros, un tanto a la derecha se antoja cada vez mas cercana la inconfundible silueta del peñón Enamorados que contemplamos al SUR de nuestra posición y paulatínamente al SUROESTE y

Ilse en el Puerto del Canalizo con el Peñón Enamorados al fondo.
OESTE, tal y como vamos pivotándo y aproximándonos al mismo, mientras vamos ganando altura por el sendero de La Lastra que a lo largo de unos 300 m discurre por el filo de un empinada barranco que llevamos a nuestra izquierda con empinadísima caída donde conviene extremar la precaución en época de nevadas. Pero poco a poco el sendero se iguala con el barranco y ahora cruzamos a la vertiente contraria, remontando una alomada ladera cubierta de abundante piornal entre el cual resulta fácil perder el rastro del sendero, mientras vamos caminando con la silueta de Enamorados,
momentáneamente a nuestra derecha, hasta que llegamos a la loma de Los Ventisqueros, que reconoceremos por los numerosos retoños de encinas, quejigos y pinsapos que no con mucha fortuna intentaron proteger con redecillas de plástico duro, en su mayoría inclinadas por el fuerte viento predominante en esta ladera, donde enlazamos con el sendero que viene de Puerto Saucillo, tomándolo ahora a nuestra derecha, para encarar ya de forma directa el Peñón Enamorados al que
accedemos campo través o bien por un sendero secundario, tal y como llegamos a su base, conviene rodearlo por la izquierda (vertiente sur), que es donde encontraremos su acceso más fácil por un escalonado embudo, donde apenas es necesario el uso de las manos.
En escasos minutos fuimos llegando a la cumbre, a excepción de rafa Castillo, casi siempre bastantes metros por detrás en busca de la foto perfecta.
Desde la plataforma cimera de esta muela que es el Peñón Enamorados del parque natural Sierra de las Nieves (no confundir con el Indio de Antequera), además de las vistas anteriormente mencionadas y otras más lejanas al norte, se puede apreciar hacia el ESTE y NORDESTE: las sierras de Alcaparaín, Huma, Subbética Cordobesa, mas a la derecha Cabrilla con Sierra Nevada al fondo, así como la sucesión de Sierras Litorales desde las sierras Canucha, Blanca, de Coín y de Mijas hasta mas allá de Sierra Almijara.
Al SUROESTE: la cabecera de la Cañada de Las carnicerías, al SUR se impone la alomada silueta del Torrecilla y su cordal ocultando las vistas hacia el Mediterráneo que se encuentra por detrás, y hacia el OESTE: la cercana presencia del cerro Alto y otros cerros, llanos y laderas de suave perfil, que caracterizan el tramo del concurrido sendero que va desde el Puerto de Pilones hacia la base del Torrecilla.
Una vez que descendimos de esta bonita atalaya por el mismo sitio que habíamos subido, retornamos al sendero a la derecha, es decir, dirección S-O, en lo que sería la prolongación del sendero que viene de Puerto Saucillos en dirección a la Meseta de Pilones, a la derecha del sendero contemplamos la entrada vallada de la Sima Enamorados, el sendero continúa en suave ascensión, alternando pequeñas plazoletas presididas por esbeltos quejigos con siluetas fantasmagóricas a lo TIM BURTON, con laderas cubiertas de grandes lajas entre las que se va abriendo paso, la siempre bien marcada senda, hasta  que enlazamos con el sendero Quejigales-Torrecilla a diez minutos escasos de la base de Enamorados, tomando ahora este sendero a la derecha, en dirección OESTE, llegando en apenas tres minutos al pozo de Nieve de Tolox, donde aparecían de vez en cuando pequeños grupos de excursionistas a leer el panel informativo, mientras comíamos junto al perímetro del nevero, también vallado, desde el año pasado.
Finalizado el almuerzo, atravesamos la pequeña explana donde se encuentra el nevero de Tolox, en dirección contraria a la que habíamos entrado, accediendo al sendero que se dirige a la cercana cabecera de Las Ánimas por cuya cabecera ya íbamos descendiendo, mientras nos encontrábamos algunas parejas de excursionistas.
 Todavía en zona de tapizada por piornal con algunos pinsapos dispersos, poco antes de adentrarnos en la espesura del pinsapar, tomamos a la derecha, ya a partir de aquí, dirección predominantemente OESTE, un ramal secundario, que por terreno parcialmente tapizado de piornal, con pequeños rodales de pinsapos por aquí y por allá va discurriendo en suave descenso y faldeando la ladera, llegando en escasos minutos a la cabecera de la Cañada de Enmedio, a la izquierda vemos la casa de la antena de Pilones y a la derecha va quedando la zona más cerrada de bosque, mientras nuestro sendero discurre entre pequeños bosquetes de pinsapos y grandes roquedos, que se elevan aquí y allá sobre la ladera donde predominan las lascas y grandes roquedos.
Conforme vamos avanzando por este sendero muy poco conocido, que es uno de los favoritos de mi admirado amigo y Gran Maestro Rafa Márquez “El Aristóteles de la Senda”, los pinsapos van aumentando de tamaño, destacando especialmente un pinsapo candelabro al otro lado de la valla metálica que llevamos a la derecha, desde la que ya vemos a tiro de piedra algunos tramos del sendero por donde discurre la Cañada del Cuerno, a la que llegamos en poco mas de cinco minutos, tomándola ahora en sentido descendente, para abandonarla poco después por el ramal secundario que sale a la izquierda, de nuevo dirección OESTE, que resulta ser la denominada senda de los 1.500, por discurrir la mayor parte de su trazado sobre esta altitud, no estando exenta de un perfil de pequeñas subidas y bajadas, hasta venir a salir a una pronunciada curca del carril que comunica Quejigales con el Puerto de Pilones.
Y precisamente, desde esta misma curva del carril, donde a penas andamos unos pasos, nos aventuramos por un sendero de cabras a la derecha del mismo, que en dirección S-O, desciende ladera abajo hacia Quejigales que ya vemos perfectamente allí abajo, si bien, lo mas sensato para cualquier senderista no acostumbrado al campo través es descender por la pista.
Nosotros sin embargo, guiados por la mano experta de Herminia, descendimos por este difuminado sendero de cabras, que mas que verse se intuye y se pierde en algunas ocasiones, entre el abundante matorral de aulagas, compensado por los enormes pinsapos junto a los que vamos caminando, al tiempo que un mar de nubes iba cubriendo la cañada que teníamos a nuestra izquierda.
No obstante, pequeñas veredas de cabras o jabalís, ayudas a retomar nuestra trayectoria siempre descendente y por donde nos parezca mas llevadero, hasta venir a salir a una pequeña cañada, muy próxima ya a la pista principal que desemboca en Quejigales, a la que venimos a salir, después de atravesar dicha cañada, flanqueada por jóvenes majuelos, que son el último escollo antes de pisar tierra firme.
Llegando a Quejigales, sobre las 16.00 pm satisfechos a nivel paisajístico, pero con la sensación de que se nos había quedado un poco corta. A pesar de lo cual a mas de uno le venía a la cabeza la copa de cerveza en la Venta EL NAVASILLO. Pero nuestra anfitriona Herminia, mujer de carácter alegre, emprendedor, aventurera y animadora por Naturaleza nos persuadió para acercarnos a un paraje muy bonito que nos había señalado desde la senda de los 1.500, conocido como Cueva Bermeja y que desde allí arriba se antojaba relativamente lejano.
Desde Quejigales, remontamos el cortafuegos, que entre un pinar, asciende dirección N-O, hasta su parte mas alta, donde abandonamos dicho cortafuegos, perpendicularmente a la izquierda del mismo, atravesando un pinar que nos lleva hasta la cabecera de una muy erosionada cañada, tras la cual pasamos junto a un pilón, desde donde remontamos la ladera de forma perpendicular al cerro de La Yedra, que vamos a dejar a nuestra derecha, remontando una ladera que nos deja cerca de un vallado que atravesamos por una angarilla desde donde sin temor a confusión, nos deja frente a una espectacular falla en cuya base se encuentra una oquedad conocida como Cueva Bermeja, que sin lugar a dudas fue la guinda del pastel de una bonita jornada de senderismo, de muy grato recuerdos para todos los participantes. Regresando a Quejigales sobre nuestros pasos.

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