domingo, febrero 14, 2016

Circular Puerto Blanquillo al Lucero o Raspón de Los Moriscos

Entorno: Parque natural Sierra Almijara
Pueblo de referencia: Cómpeta para desayunar, Canillas de Albaida para tomar el carril de la sierraa (acceso al inicio de ruta).
Hora y punto de encuentro recomendado: A las 9.00 para desayunar en la Venta de Palma ó a las 9.30 am ya desayunados.
Como llegar a la Venta de Palma en Cómpeta: Tomando como referencia la  A-7, N-340 dirección Nerja-Motril, después de dejar atrás Vélez-Málaga, tomaremos la salida de Algarrobo, localidad que pronto dejaremos atrás, después Sayalonga, y sin desviarnos, llegaremos a Competa, tomando un ramal de carretera que circunvala el pueblo por la derecha (su zona alta) y que nos lleva directamente a un mirador de estilo Gaudí, junto al cual se encuentra la mítica Venta de Palma, que normalmente abre todas las mañanas desde antes de las 9.00 am
Se encuentra justo en la confluencia de la carretera de circunvalación de Cómpeta y el inicio de la carretera que va de Cómpeta a Torrox.
Como llegar desde la Venta de Palma a Puerto Blanquillo (inicio de ruta):
Desandamos el último tramo de carretera, adentrándonos en Cómpeta por su travesía principal, dirección canillas de Albaida, localidad vecina a la que llegamos en pocos minutos, siguiendo ahora la indicación de la ermita y a partir de aquí el carril de la Sierra dejando a nuestra izquierda el desvío hacia la famosa fábrica de Luz de Canillas de Albaida. A partir de las últimas casas de canillas de Albaida, nos quedan 11 km que recorrer de polvoriento carril, que aunque la mayor parte se encuentra en buen estado, no es apto para coches demasiado bajos.
Ficha de la ruta:
Longitud: 12 km
Tipo de ruta: circular en el sentido de las agujas del reloj.
Desnivel ascenso acumulado 800 m
Dificultad: Media (para personas que hagan con frecuencia rutas de montaña).
Alta o Muy Alta para personas no acostumbradas a hacer rutas de montaña con frecuencia o que hace tiempo no hacen rutas con este desnivel.
Tipo de terreno: 65 % Senderos bien definidos. 37% campo a través o sendero casi perdidos 3% pista 5%. Casi toda la ruta discurre por terreno muy rocoso o de piedras sueltas.
Tiempo estimado: 6-7 horas
Principal escollo: la alternativa de retorno por los cerros del Arca y Rajas Negras, requiere de experiencia en montaña porque no existen senderos y caminamos por terreno muy agreste, crestas con abundante lapiaz o caminamos al filo de laderas muy empinadas. También requiere de dominio del GPS y conocimientos del terreno si el día es nublado y caminamos entre nubes.
El cerro de Rajas Negras que es la última cumbre que coronamos antes del descenso definitivo hacia la cantera no es apto para personaas con vértigo, dejándote solo la opción de faldear cerca de la cumbre por su vertiente norte, o bien pasar directameente sobre su cumbre, tras la cual, ya nos encontramos con un descenso bastante asequible, pero donde no podemos bajar la guardia hasta el Torcal quese encuentra a sus pies, pues a veces las piedras, incluidos bloques de cierto tamaño pueden ceder bajo nuestros pies.


LO MEJOR: Las impresionantes sensaciones alpinas desde su vertiginoso sendero en zig-zags, para muchos la ascensión más bonita de la provincia de Málaga (o a caballo entre Málaga y Granada). Salvo “el coladero de Los Mosquitos” a penas presenta ningún paso expuesto más allá del propio sendero al filo de empinadas laderas, pero ninguna cornisa o paso especialmente a tener en cuenta.
LO PEOR: La mareante carretera repleta de curvas desde Algarrobo hasta Canillas de Albaida, además de Los 11 km de carril entre Canillas de Albaida y Puerto Blanquillo (inicio de ruta), que si bien son factibles para cualquier coche acostumbrados a hacer kilómetros por carriles. Preferentemente es mejor hacer en 4x4 o “todo caminos”. Absténganse coches bajos, porque aunque la mayor parte del carril está en buen estado, en algunos puntos aislado presenta baches o socavones difíciles de esquivar.
Paisaje parecido a: Mordor (Señor de Los Anillos)
Fecha de realización: sábado 13-Febrero-2016, cielos muy cubiertos y con bastante lluvia por la mayor parte de Andalucía. Se cumplieron los pronósticos de cielos muy cubiertos con algunos claros que nos permitieron disfrutar de las vistas desde laa zona de cumbre y desde otros puntos del recorrido, con algo de ligera llovizna y niebla en algún tramo del camino de vuelta.
Crónica y fotografías: Rafael Molina y Juan Ignacio Amador
Participantes: El Doctor Leal, el Maestro Geobotánico, Paco "El Generoso", "La Campesina Bolchevique", "El Gladiador de Itálica", "La Amazona Bielorrusa", "Alicia en el país de las Maravillas", Fran, "El Retorno de Elvis", "La Pacificadora", "El Padre Carras", Ana (de Torrox, nuevo fichaje del Mercado de Invierno, que llega de la mano de Paco El Generoso), Miguel, Margarita.
Debutantes en fase de prueba: Teresa, "El novio de Elenea", "la amiga de la amaiga de Alicia".
Invitado por el guía: "El Corsario de Sierra Almijara" que acudió con su hijo Javi de 7 años, que consiguió con éxito la hazaña de ser el montañero mas joven (7 años) en coronar El Lucero.
Breve descripción: Desde Puerto Blanquillo (1.203 m), bajo un cielo de negros nubarrones intercalados con algún claro iniciamos el primer tramo de ascensión por un angosto sendero de arenas blanquecinas típicas de los mármoles dolomíticos fragmentados de Sierra Almijara, por el que superamos un desnivel de 200 m por sinuoso sendero, que en poco mas de 1,1 km nos sitúa en el Puerto de Cómpeta (1.404 m), estratégico enclave dentro de las antiguas rutas de arrieros entre La Axarquía y el Poniente Granadino, de hecho en los días claros llama la atención la imagen tan nítida que desde este punto tenemos hacia Sierra Nevada.  
A continuación se desciende levemente durante otro kilómetro pasando por la antigua cantera de la empresa Mármoles Ibéricos S.A. y las naves de ésta, el depósito de agua del Infoca y la Fuente Barrera (a la derecha bajo el nivel del carril), donde nos encontramos con el panel informativo del sendero del Lucero o Raspón de Los Moriscos (1.320 m). 


Junto al panel informativo nos encontramos un puentecillo que salva el cauce de un arroyo normalmente secoco, tras el cual iniciamos el sendero por donde comenzamos a ganar altura alternando tramos escalonados y otros relativamente tendidos, donde el hoto visual mas destacable al norte, (a nuestra izquierda según el sentido de la marcha), será el embalse de Los Bermejales, y también a la izquierda, pero a muy poca distancia del sendero, el cerro de La Mota, también de perfil cónico y que la primera vez que hice este sendero en marzo de 2003, creí erróneamente haber llegado a los pies del Lucero, (de hecho en aalgunos mapas el cerro de La Mota, aparece erróneamente coimo cerro Lucero). 
Pero debemos continuar en todo momento por el sendero principal hasta llegar al collado de La Perdiz, donde nos encontramos con unos pinos enormes (supervivientes al gran incendio que asoló Sierra Almijara a principio de los 70 del S.XX),  desde donde tenemos unas vistas espectaculares hacia las dos pirámides hermanas del Lucero o Raspón de Los Moriscos (1.774 m) a la izquierda y del Lucerillo, también conocido como cerro Bartolo ó de la Venta Panaderos (1.687 m) a la derecha, que nos regalan una postal de montaña absolutamente inolvidable y espectacular.


La ascensión al Lucero desde el collado de la Perdiz, zigzagueando por la cara norte del Lucerillo, el paso por el Coladero de Los Mosquitos con las vistas impresionantes hacia la cabecera del Valle del Higuerón a nuestros pies con todos los colosos de Sierra Almijara frente a nosotros hacen de esta ascensión una de las más bonitas no ya solo de toda Andalacía, sino de toda la Península Ibérica, situada en esta cadena montañosa que históricamente ha hecho de frontera natural entre las provincias de Málaga y Granada. Dado su valor estratégico se construyó en su cima un puesto de la Guardia Civil para vigilar los movimientos de los maquis, actualmente casi derruido y del que sólo perdura una de sus cuatro paredes. Este es el itinerario más popular y parece es el que seguían los arrieros, por el collado de La Perdiz ( 1.516 m), siguiendo hasta alcanzar el collado denominado Coladero de los Mosquitos ( 1.635 m). La siguiente sucesión de fotos tan sólo refleja una mínima parte de la espectacularidad de esta inolvidable ascensión.

 

El descenso se hace por el mismo lugar que hemos venido hasta el Collado de La Perdiz, y unos pocos metros mas allá de los grandes pinos, donde al igual que en la ida hicimos otra pequyeña pausa de reagrupamiento, abandonamos el sendero campo través por un terreno donde parecía que pisábamos arena de playa, desde donde empezamos a remontar, el extremo oriental del cerro del Arca, que habíamos estado contemplando desde El Lucero, tomando como referencia una ancha cañada donde se alterraban tramos arenosos y mucha piedra, a veces sueltas, por las que fuimos remontando la cañada que al llegar a su tramo final, pasábamos al lado izquierdo de su cabecera, continuando por una crestería llevando a la izquierda la imponente caída hacia el barranco del Mirlo o de la zarzadilla (zona del cortijo del daire) y a la derecha, a escasos 100 m ladera abajo, una espeecie de pequeño circo glacial, quee como plan B, también puede servirnos como referencia, siempre y cuando no nos separemos de las pequeñas cumbrecillas secundarias que vamos a ir coronando y que en realidad son las jorobas que forman el cerro del Arca, una vez que dejamos, primero a nuestra derecha y después aa nuestra espaalda este peqqueño circo Glacial, nos encontramos en un collado con una empinadísima ladera a nueestra izquierda y a la derecha la caabecera de una cañada, siendo nuestro camino a seguir coronar el cercano cono qque tenemos ante nosotros y que es el cerro de Rajas Negras, no apto para personas con vértigo, tras el cual, la pendiente (milagrosamente) se suaviza y sin dejar de ser un terreno muy agreste y pedregosos descendemos hasta llegar a un precioso Torcal, donde no resulta difícil encontrar similitudes con formaciones imitativas, desde la que acceedemos a la parte alta de la cantera, que dejaremos a nuestra derecha, descendiendo sin margen de error hasta el sendero que nos lleva al Puerto de Cómpeta y de ahí a Puerto Blanquillo.

Pasajes de la Historia de Sierra Almijara: Combate en las inmediaciones cerro Lucero
Seguramente uno de los sucesos más sonados de toda la historia de la Agrupación Guerrillera Málaga-Granada, fue el encuentro sostenido por fuerzas de la Guardia Civil, y del Tabor de Regulares acantonado en Frigiliana, contra guerrilleros de esta Agrupación, en la ladera sur de cerro Lucero.
El alto valle del río Higuerón habitualmente se constituía en un magnífico refugio para los guerrilleros liderados por el mítico jefe de la guerrilla Roberto. Las condiciones orográficas, con profundos barrancos, pronunciadas elevaciones y abundantes riscos, ofrecía el ideal lugar de defensa y ocultación.
Además la existencia de una vía natural entre la costa malagueña y la vega de Granada, a través del puerto de Frigiliana  facilitaba el trasiego constante de arrieros que transportaban sus mercancías a una y otra comarca. A esto se unía una buena comunicación con los valles adyacentes, a través de pasos naturales como puerto Umbrales y el collado de los Civiles.
Esta situación en cierto modo facilitaba el posible abastecimiento a los grupos guerrilleros que obtenían de estos arrieros la complicidad necesaria, unas veces por afinidad y otras por miedo, que les proporcionaba su sustento.
Asimismo la situación estratégica de venta Panderos, parada casi obligada de los usuarios que transitaban la vía que les comentamos, también era utilizada por los guerrilleros para su abastecimiento.
Del mismo modo, muchos de los guerrilleros que conformaban las filas de la Agrupación, por aquel entonces eran originarios de Frigiliana, Torrox, o río de la Miel, localidades cercanas a este enclave que al ser por ello conocedores del terreno, lo hacían aún más atractivo como expertos conocedores de la zona.
Así por ejemplo, casi desde sus comienzos, los guerrilleros establecieron sus refugios y campamentos en esta zona. En la cueva de la Montés, en Rajas Negras, en el barranco Sin Salida, en el cerro Cisne, en Piedra Sillada, y también en el barranco Bartolo (cabecera del barranco del Mirlo o Zarzadilla), en la ladera sur de cerro Lucero donde se ubicaba el campamento guerrillero que aquel lunes 6 de diciembre de 1948, la Guardia Civil intentó atacar.
Era frecuente que en las fechas navideñas, los grupos guerrilleros, y el Estado Mayor, se reunieran en algún lugar para celebrar estas fechas, recibir instrucciones, e intercambio de dinero y armamento. Así sucedió a finales de 1948, cuando se encontraban alrededor de noventa guerrilleros concentrados en el campamento cercano a venta Panaderos.
Para abastecer a semejante personal, se hacía necesario movilizar a un gran número de enlaces, por lo que es más que probable, que la Guardia Civil recibiese noticias de que algo importante se estaba fraguando. Quizás por este motivo, y por el descubrimiento meses antes, de la base en el citado barranco Bartolo, se diseñó el servicio que desencadenó el definitivo encuentro.
El lugar en el se ubicaba el campamento guerrillero, ofrecía las máximas garantías para su defensa. Buena visibilidad de casi la totalidad del valle para los centinelas, excelente protección en un terreno muy rocoso, y lo que es más importante una elevadísima pendiente que dificultaba el avance de las fuerzas atacantes.
Los guerrilleros además de las armas largas, constituidas principalmente por escopetas, no muy útiles para este combate, disponían de bastantes mosquetones arma ideal para mantener a raya a las fuerzas atacantes.
Pero el arma que marcó la diferencia era un fusil ametrallador que los guerrilleros arrebataron a un pelotón de soldados del ejército, en un encuentro sostenido en el río Verde de la sierra de Cázulas el 29 de marzo de ese mismo año (1.948).
Dispuesto en un lugar predominante, y manipulado por un experto como era José García Muñoz (a) Ceferino o Chendarme, guerrillero de Agrón (Granada), que había hecho el servicio militar con ametralladoras en el norte de África. Hacía del todo imposible el avance de las fuerzas atacantes que se vieron obligadas a aplastarse en el terreno y desistir de su intención.
El combate se prolongó durante toda la jornada, y al llegar la noche, los guerrilleros huyeron por la zona noroeste dirección a la sierra del Loja, aprovechando el error táctico del su enemigo, que no supo ocupar este sector.
Recogemos algunos testimonios de algunos guerrilleros que participaron en el combate y que años después manifestaron sus sensaciones de lo ocurrido.
Uno de ellos es de José García Elena Angelillo, ya fallecido, que el día 6 de noviembre de 1987 era entrevistado por el maestro y amigo José Aurelio Romero Navas, diría:<<Allí había más moros…, pero gracias al fusil ametrallador, que llevaba uno que era de Agrón, los tuvimos a raya. Yo calculo que eran unos tres o cuatro mil.
Por cierto que de allí salimos pro un sitio que ni los prácticos sabían que se podía. Gracias al “Canillo”, que era como un látigo subiendo, llegó hasta la cúspide de cerro Lucero, y luego ya subimos todos con una cuerda. Pero tuvimos que dejar abajo en el campamento casi todo, incluidas las doce cabras que estaban lista para la comida.
Otro testimonio recogido por el mismo autor anterior en agosto de 1984, a José López Centurión Rodolfo, nos parece revelador. << A las ocho de la mañana empezó el tiroteo, siendo un error táctico de ellos lo que nos salvó, porque nosotros no habíamos sentido nada, aunque a lo lejos si que oíamos ruido pero lo achacábamos a las cabras montesas.
También nosotros, si en lugar de tirar para arriba, lo hacemos para abajo no la contamos. Esa fue la equivocación que cometieron. Recuerdo que los moros nos decían “rojillos, bajad para abajo”, y nosotros les decíamos “moros, subid a por nosotros”.
Los muertos que pudo haber yo no lo sé, pero sí  que veíamos bajar y subir camillas con gente sobre ellas. Allí quienes mandamos fuimos nosotros.
Otro experto guerrillero, Antonio García Ordóñez: Enrique, natural de Salar (Granada), nos confesó. “Nosotros llegamos, desde la sierra de Loja, la tarde antes, al mando de Crescencio y Mariano. Estuvimos toda la tarde con ellos, pero como no había sitio suficiente acampamos un poco más arriba. Luego al día siguiente sentimos los tiros y nos marchamos, pero no intervinimos en el combate. Luego, a la noche siguiente, ya nos reunimos todos en los campamentos de la sierra de Loja>>.
A continuación les ofrecemos la versión oficial de lo sucedido, recogido en la causa 3/49.
Atestado
A modo de resumen les ofrecemos el atestado de la Guardia Civil en el que se recoge, en líneas generales, la versión oficial de lo sucedido.
Don Pedro Martí Serra, Teniente Jefe del Segundo Distrito del Primer Subsector del Sector interprovincial de la Guardia Civil Granada-Málaga, por medio del presente atestado instruido en virtud de orden del Señor Comandante, D. Francisco Alcalá Martínez, Jefe del citado Sector, hace constar lo siguiente:
Con fecha 30 del pasado mes de noviembre, en virtud de una orden del Sector Interlímite, se disponía el reconocimiento del terreno comprendido entre el triángulo formado por el río Higuerón, camino de las Carihuelas, y una línea ideal que une los puertos de Umbrales y Frigiliana. Este servicio se encomendaba a la fuerza del Primer Distrito, y a la Compañía de Regulares acantonada en Frigiliana. A la fuerza del Segundo Distrito se le asignaba la misión de reconocer el cerro Lucero, desde el puerto de Frigiliana hasta venta Panaderos.
Para llevar a cabo ambos cometidos se dispuso que el Teniente Jefe del Primer Distrito, D. Enrique Cazenave Acosta, con el Destacamento del Imán, fuerza del puesto de Frigiliana, y Compañía de Regulares, pernoctarán el día cinco de diciembre del año en curso, en el cortijo del Imán. El día seis, esta fuerza debía salir del Imán con la antelación necesaria para encontrarse a las 8:30 en puerto Umbrales, e iniciar el reconocimiento de la parte del terreno que anteriormente se indica.
La fuerza del Segundo Distrito, al mando del Teniente que suscribe, se debía fraccionar en dos grupos. Un grupo de veintiún hombres, al mando del Sargento Jefe del Destacamento de barranco Moreno, D. Manuel Flores Comitre, el día cinco debía pernoctar en el cortijo de El Daire. Y otro grupo de igual número de hombres, a las órdenes del Teniente firmante, debía pernoctar en la misma fecha, en el cortijo de los Pradillos Altos.
El día seis, la fuerza que pernoctó en El Daire, se debía fraccionar en tres grupos, uno de seis guardias debía dirigirse al cerro de los Borges, otro también de seis al a puerto Llano (Collado de La Perdiz). Ambos grupos debían poner su atención en las estribaciones de cerro Lucero. El resto de los veintiún hombres, con el Sargento, debían establecerse en el observatorio que los bandoleros (makis) habían utilizado por encima de venta Panaderos, y que está situado por debajo de una antigua base. Estas fuerzas no debían hacer acto de presencia hasta las 8:30 horas.
La fuerza que pernoctó en los Pradillos Altos, debía salir con la antelación necesaria para hallarse en la parte este de cerro Lucero (altura de puerto Frigiliana), debiendo seguir este itinerario: puerto Cómpeta, rambla Seca, y vereda de los Moriscos a dicho lugar, procurando seguir una vereda que conduce a la mencionada base, y descubrir cualquier rastro que pudiera conducir a otra nueva base, que pudieran haber establecido los bandoleros por aquellos parajes.

La finalidad de estos reconocimientos, era averiguar si se había establecido alguna base nueva, y comprobar si las ya conocidas habían vuelto a ser utilizadas.
El Capitán del Primer Subsector, con el grupo volante, debía encontrarse en las inmediaciones de venta Camila, atento a cuanto pudiera ocurrir en los dos servicios que se señalan.
Desarrollado el servicio en la forma prevista, sobre las ocho treinta, y casi simultáneamente, fueron agredidas las fuerzas que al mando del Sargento Flores Comitre, se dirigían al observatorio indicado. Resultando herido el guardia segundo Román Gómez Carrillo. Y las fuerzas que con el Teniente Instructor, se encontraban en el lugar que se les había asignado, sufrieron un violento fuego de fusiles ametralladores, y fusiles, de los elementos bandoleros establecidos en cerro Lucero y estribaciones. Ambas fuerzas tomaron inmediatamente posiciones y rechazaron el fuego, generalizándose la lucha en un amplio sector, cuyas posiciones dominantes estaban ocupadas por los forajidos.
Sobre las once horas de dicho día seis, la Compañía de Regulares y la Guardia Civil al mando del Teniente D. Enrique Cazenave, tomaban contacto con el Sargento de barranco Moreno y tomaban parte en la lucha, sufriendo la baja de un Cabo de Regulares que resultó herido.
Sobre las catorce horas del mismo día, el Sargento de Regulares, y unos doce soldados, entablaron contacto con el grupo mandado por el Teniente Pedro Martí, quien dispuso el despliegue de sus fuerzas en un espacio más amplio, para evitar la huida de los bandoleros por el espacio de terreno que dominaban.
Sobre las diez y siete horas, resultó muerto de una ráfaga de fusil ametrallador, un soldado marroquí. De esta forma, y siempre bajo violento fuego de los bandoleros, enérgicamente rechazado por las fuerzas de la Guardia Civil y Compañía de Regulares, se continuó el combate hasta la entrada de la noche. Durante la cual los bandoleros aprovechando la oscuridad y lo accidentadísimo del terreno, y que éste no era posible cercarlo por completo sin un gran número de fuerzas, abandono el lugar de la lucha.
En la mañana del día siete, todas las fuerzas que el día anterior habían sostenido el encuentro y la Compañía de Infantería establecida Cómpeta, realizaron un completo reconocimiento del terreno, donde se pudo apreciar que los bandoleros habían vuelto a utilizar de nuevo la antigua base establecida encima de venta Panaderos, en el llamado barranco Bartolo. Esta daba la sensación que hacía muy poco era utilizada, pues las chabolas estaban reconstruidas y la hierba estaba aún verde, ya que anteriormente habían sido destruidas al ser descubiertas.
Esparcido en el suelo había gran cantidad de víveres, garbanzos, judías, harina, cebada, no pudiendo ser recogidos por estar entre las piedras. Asimismo siete garrafas estropeadas que habían contenido aceite, siete cabras sacrificadas, pero cuya carne tampoco pudo ser recogida por estar en estado de descomposición debido sin duda a haber estado expuestas al sol.
Cerro Lucero y sus estribaciones presentan gran número de parapetos construidos con piedras y todo da la sensación de que los componentes de la partida de bandoleros serían sobre cien hombres.
Por el Teniente Jefe de la Línea de Torre del Mar, se instruyen diligencias de carácter urgente con motivo de la herida sufrida por el guardia del Destacamento de barranco Moreno Román Gómez Carrillo. Y por un Oficial de la Compañía de Regulares se instruye por la muerte y heridas de dos componentes de dicha unidad.


En el reconocimiento aludido anteriormente, fueron hallados en los parapetos ocupados por los bandoleros, varios regueros de sangre, que demuestran que estos sufrieron varias bajas.
Que sepamos los guerrilleros sufrieron únicamente dos bajas. Luís Almendros Muñoz (a) Luís, sufrió un roce en el codo que posteriormente le provocaría que uno de sus dedos le quedara inutilizado. Además de otro guerrillero que recibió un tiro en la nalga. Ambos en la misma acción, en la que recibieron una ráfaga por detrás cuando estaban coronando, a cierta distancia de donde se encontraba el campamento. Los regueros de sangre a los que se refiere el Teniente, que dice haber hallado en las proximidades del citado campamento, probablemente buscan excusar de alguna manera el fracaso de la operación.
Y para que conste se extiende el presente atestado que firma el cabo auxiliar Miguel Gil Granados, y el Teniente Instructor en Cómpeta, a los ocho días del mes de diciembre de 1948.
Como recoge en su atestado el Teniente D. Pedro Martí Serra, para el esclarecimiento de los hechos fue comisionado como Juez Instructor, el Teniente de la Guardia Civil D. Paulino Cordero Sánchez, quien nombró como secretario al guardia primero Antonio Oliva Fernández.
En nuestra opinión, la planificación del servicio en cerro Lucero no fue en nada acertada. Seguramente el mando de la Guardia Civil no era consciente del verdadero potencial del contingente guerrillero allí concentrado. Pero quizás debió de cerciorarse antes de enviar a ese lugar, de una dificultad topográfica elevadísima, a un elevado número de guardias y de soldados de Regulares que de verdadero milagro no tuvieron un final mucho más dramático.
Creemos que hasta un profano en tácticas militares, hubiese atacado las posiciones guerrilleras de arriba a abajo. Asegurando primeramente las posiciones elevadas de cerro Lucero, y cerrando la posible huída por la zona noroeste, el tan mencionado puerto Llano. Totalmente al contrario de cómo se realizó.
Además es seguro de que el número de fuerzas que intervinieron, eran a todas luces insuficiente, para atacar a un elevado número de guerrilleros, bien armados, excelentes conocedores del terreno, y con un total desprecio al peligro.
Por todas estas razones echábamos de menos la comparecencia de los máximos responsables de la planificación de este servicio que acabó con un fracaso rotundo de las fuerzas atacantes.
El 17 junio 1953 el Capitán General de la Novena Región Militar en Granada, acordó el Sobreseimiento Provisional de estas actuaciones, a tenor de lo dispuesto en el caso segundo del artículo 723 del Código de Justicia Militar, ya que a pesar de estar agotada la investigación, no fue posible llegar al conocimiento de quiénes fueron los autores del hecho de referencia.

domingo, febrero 07, 2016

SL-A115, La Calzada-Dehesa del Boyar y retorno por el arroyo Arandilla

Entorno: Castillo de Castellar, Sector Sureste del Parque natural de Los Alcornocales, castellar-Jimena de la Frontera
Pueblos de referencia: poblado del Castillo de Castellar.
Cómo llegar:
Si vienes desde Málaga por la N-340, debes estar atento al llegar a la altura de Sotogrande y tomar la salida que te indica castellar de la Frontera, una vez en castellar de la Frontera, continúas por la misma carretera y llegas al siguiente cruce que ya te indica: Castillo de Castellar (a la derecha) y tras 9 km, la carretera te lleva a los pies del cerro donde se encuentra el castillo, al que no subiremos con el coche, sino que aparcaremos abajo, junto a la Venta Jarandilla, allí se encuentra el panel de inicio de ruta.
Si vienes desde Cádiz Algeciras por la N-340 ó Sevilla-jerez-Los Barrios por la A-381, al dejar atrás Algeciras, concretamente a la altura de Taraguilla, estaremos atentos al desvío hacia castellar de la Frontera, llegando de forma mas directa al Castillo de castellar.
Si vienes desde Ronda o desde el interior, la referencia a seguir es Jimena de la Frontera, Los Ángeles y antes de llegar a castellar de la Frontera, ya te encuentras a la izquierda con el desvío al castillo de castellar.
Punto de encuentro: 10.00 am Aparcamiento de la Venta Jarandilla, Km 5 de la carretera CA-512 que va desde el pueblo de castellar de la Frontera hacia el castillo, donde se encuentra el panel informativo de inicio de ruta.
Distancia aprox. 14´5 Km
Desnivel aprox.  subida 350 m
Punto de partida: 100 msnm
Punto mas elevado: 249 msnm Castillo y cueva de Los Maquis
Tiempo aprox. 6-7 horas
Nivel dificultad: medio-fácil
Tipo suelo: pista, sendero, calzada empedrada y campo través
Tipo de recorrido: circular.
Mapa: IGN
Fecha de realización: sábado 6 de febrero, cielos cubiertos durante la mañana con intervalos de nubes y claros a partir de las 14.00 pm, temperatura fresca muy agradable para la caminata con ligeras rachas de viento en algún momento.
Unos 40 participantes: Paco Jaime “El Presidente”, Eduardo Campos González “l Último Samurai” “El Vicepresidente”, Rafael Molina “El Retorno de Elvis”, Paqui “La Pacificadora”, Lena “La Belleza del Silencio”, Ilse “Medalla de Plata en la maratón de las Olimpiadas de Munich 1972”, Celia “La Hechicera du Sao Paulo”, Guillermina”,
Ana Montesinos Vilela, Manuel González Luna “El Pintor de Montparnase”, Silvia Meilán “Verde Esperanza”, Isabel Guggisberg de Hoces, Juan José Blasco García, Marlise Hofer, Manuel Esteban, Cristina Piqueras, Alicia “el el país de las Maravillas”, Miguel Ángel D.M.
Isabel Torres Ruiz, el Padre Carras, Maria Jesús Rider “La Duquesa de Juanar”, Romualdo Estévez “El Trovador de la Senda”, Felix “El Guapo”, Rafa “El Califa”, Inma Marazul “La Alquimista”, Charo Carmona, Carlos Sánchez, Paco “El Generoso”, Miguel Fortes “El Marqués de la Viñuela”, Eduardo Ortuño “Lo que queda de Esduardo”, Fran I. Jiménez, Mabel Hidalgo “La Renacida”, .
Como invitados (debutantes) vinieron: Alicia García Basurte, Chele Bobillo, dos compañeras del  “El Marqués de la Viñuela.
Familiares del guía: Maria del Mar "Wendy" y Juan Enrique "el Profeta de Nervión".
1ª parte: Un paseo por la Historia del Castillo de Castellar:
Una vez repartidos los mapas con una breve descripción de la ruta e historia de Castellar, las tarjetas federativas pendientes de recoger por parte de algunos asistentes, dimos una breve explicación sobre las características del recorrido y nos pusimos en marcha pasando junto al panel informativo del SL-A 115, Sendero de la Calzada Dehesa del Boyar, vadeamos el arrollo de La Arandilla (generalmente seco) y tras cruzar la carretera, iniciamos la ascensión poir la calzada empedrada, antiguo camino de herradura, de 1.300 m de longitud y una pendiente media del 12%, construioda en tiempos de Pompeyo en Grande y Julio Cesar, que iba desde Carteia (actual Cartella, junto a la desembocadura del río Guadarranquebahía, en el centro de la bahía de Algeciras) hasta Córdoba. Durante la época de colonización romana, este pueblo tomó la Torre Lascutana, construida previamente por los íberos, que forma parte del Castillo de Castellar, y crearon allí un asentamiento cuya misión era la observación y defensa de la misma. De hecho, tal y como vamos ascendiendo por la calzada, podemos observar una amplia panorámica del entorno hasta el peñón de Gibraltar.

Los pobladores que más secuelas van a dejar y que van a marcar una etapa importantísima son los musulmanes. Fundaron la villa que se localiza en el interior de las murallas. Dado su emplazamiento en plena frontera del antiguo Reino de Granada, jugó un importante papel en las últimas décadas de la Reconquista. Asimismo en el periodo Andalusí, también en La Almoraima existió un pequeño asentamiento humano, donde habitaba la guarnición de la torre almenara, allí situada. Castellar de la Frontera fue uno de los eslabones de la cadena de fortalezas del reino nazarí, enlazando por el sur con la Torre Palmones y la bahía de Algeciras, y al norte con Jimena de la Frontera. En ocasiones era cedida con otros castillos por los reyes de Granada a los benimerines como pago de su socorro contra los cristianos.
Estuvo bajo dominio árabe hasta que en 1434 D. Juan Arias de Saavedra conquistó la villa y la incorporó a la corona cristiana.
A partir de aquí, va a ser un pueblo que ha basado su economía en la agricultura, ganadería y en los recursos que el monte les proporcionaba, hasta que en 1960 comenzaron las obras del embalse de Guadarranque, lo que permitió que la población se especializara en otros trabajos. A finales de los años 60, el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario comienza a construir a 8 Km al S-E, de la villa-fortaleza un nuevo pueblo, el Nuevo Pueblo de Castellar de la Frontera.
Una vez arriba del cerro, se dió media hora para visitar por el pueblecito que hay dentro del Castillo Castellar de la Frontera, cuya historia reciente se divide en dos etapas: la primera, cargada de anécdotas históricas, se localiza en el Pueblo Viejo de Castellar de la Frontera (el castillo). La segunda es más reciente y se remonta a principios de los 70, fecha en la que la mayoría de los habitantes del viejo pueblo dejaron sus casas para trasladarse al nuevo. Así, en 1971 nació el Nuevo Pueblo de Castellar, y con él una nueva parte en la historia. Este cambio supuso para los vecinos de Castellar mejores condiciones de vida, ya que la imposibilidad de crecimiento del pueblo viejo y la dificultad orográfica del terreno donde estaba situado impedían un progreso social adecuado, a lo que había que añadir las carencias de medios higiénicos de las viviendas. Frente al trazado lineal de la nueva villa se encuentra el Castellar monumental, encerrado en las murallas de su majestuoso castillo, un enclave mágico. La altura sobre la que se ubica el antiguo casco urbano garantiza una de las vistas panorámicas más atractivas de la comarca, en la que están presentes el agua y el bosque.
Y junto a la estación de ferrocarril existe otro núcleo de población de gran trascendencia histórica: La Almoraima, situada unos 9 km al Sur de castellar Viejo.  La primera evidencia documentada de la existencia de población en la zona de Almoraima es una torre almenara construida por los musulmanes que servía como transmisora de noticias. Esta torre estaba ocupada por una pequeña guarnición cuya misión era defenderla y comunicar algún peligro por invasión.
En 1603 se construye el Convento de San Miguel de La Almoraima, que fue ocupado por los frailes de la Orden de La Merced. En 1868 el Convento de San Miguel de La Almoraima pasa a propiedad del Duque de Medinaceli. En 1982 se construye un apeadero junto a la línea de ferrocarril Algeciras-Bobadilla, de uso exclusivo de la casa Ducal y sus invitados. Con el tiempo, este apeadero se convierte en la estación de Almoraima, que a su vez es también la del Nuevo Pueblo de Castellar. 
En 1945 se crea la “Empresa Corchera Almoraima”. Ésta va a ser el centro económico de la mayoría de los habitantes del término municipal de Castellar. Alrededor del patio de corcho se construyeron numerosas viviendas compuestas por chabolas. Almoraima poco a poco va creciendo en número de habitantes. En 1962, los propietarios de la empresa corchera construyeron viviendas para sus empleados, pero éstas eran insuficientes y todavía predominaban las viviendas tipo chabolas o chozas hechas de material pobre. Por estas fechas, Almoraima contaba con más de 1500 habitantes.
Con la construcción del Nuevo Castellar, gran parte de la población que vivía en Almoraima se trasladó al pueblo construido a tan sólo 1 kilómetro de distancia. Hoy en día, La Barriada de La Almoraima está perfectamente conectada con el núcleo urbano principal. En ella está localizada la empresa del mismo nombre que gestiona el Ministerio de Medio Ambiente, así como la estación de ferrocarril, lo que supone un plus en las comunicaciones de la localidad. La línea Bobadilla-Algeciras se instaló entre 1890 y 1892 y de entonces data la construcción de una estación a 7 km del Castillo, pero el mal estado de la calzada impidió que el pueblo llegara a beneficiarse de este apeadero. En la actualidad, aquella estación de Castellar ha sido abandonada y sus funciones las ha asumido el Apeadero de La Almoraima, que en su día se construyó para uso exclusivo del Duque de Medinaceli. cuenta con unos 200 habitantes.
El viejo pueblo de Castellar de la Frontera está situado en el interior de una fortaleza medieval.  Por su situación estratégica en lo alto de una montaña (conocida hoy como cerro del Castillo), el suelo de Castellar ha sido lugar de asentamiento de numerosas culturas. Las primeras manifestaciones que poseemos de presencia humana son una importante industria lítica (de herramientas) que nos indica que ya por estas tierras pasó el hombre del paleolítico y neolítico. Además, la presencia de pinturas rupestres encontradas en diversos abrigos rocosos localizados cerca del viejo pueblo nos constata la presencia del hombre prehistórico.
Los orígenes de la fortaleza construida sobre un antiguo asentamiento romano, datan del siglo X. No obstante, fue en los siglos XIII y XIV cuando se construyó el recinto defensivo tal como se conoce hoy. A partir de estas fechas, sus elementos arquitectónicos han sufrido transformaciones, e incluso se introdujeron otros nuevos ya en época cristiana, a partir de que don Juan de Saavedra la incorporó a la dinastía cristiana en el año 1434.
Antes de acceder al interior de la villa hay que pasar por dos torres albarranas, que servían de defensa en la entrada principal y que, junto a las barbacanas y doble muro, formaban un bloque defensivo inexpugnable. En los muros y barbacanas se abren unas saeteras que servían para disparar desde ellas al enemigo.
El acceso a la villa se hace mediante una puerta en el muro principal. Ésta, a su vez, estaba también defendida mediante una buhedera, orificio abierto justo en la parte superior, desde donde se arrojaba sobre los atacantes aceite o agua hirviendo. Sobre la puerta de entrada a la villa se encuentra el Alcázar. Es el lugar que los Señores de Castellar adquirieron como residencia para vivir. Es un edificio de forma alargada donde se localizan dos torres, la del Homenaje y otra de construcción reciente. Es el edificio que más transformaciones e incorporaciones de nuevos elementos ha experimentado, aunque algunas de sus partes son originales. 

El conjunto arquitectónico está rodeado por una muralla que varía de altura debido a la irregularidad del terreno, En esta muralla se localizan nueve torres de flanqueo cuya misión era defender los ángulos muertos. A su vez, estaba defendida por una barbacana, doble muro situado delante del principal para impedir el asalto de los atacantes. Una vez dentro de los muros, se ingresa en uno de los escasos ejemplos de núcleo habitado dentro de las murallas de un castillo: el antiguo pueblo de Castellar. La mayoría de sus habitantes pertenecen a un grupo de artesanos, comerciantes o bohemios que llegaron a principios de los 70, casi todos hippies del centro y norte de Europa. En 1973 fue declarado monumento histórico-artístico. Castellar incluye en su término municipal, inmerso casi en su totalidad en el Parque Natural de Los Alcornocales, el mayor latifundio de Europa, La Almoraima.
2ª parte: por el embalse del Guadarranque, ruinas del Lagar, tumbas antropomorfas y arroyo Arandilla.
Una vez finalizada nuestra visita al Castillo de Castellar, dejamos atrás este enclave lleno de encanto, con algunos alojamientos y precios muy razonables para disfrutar de un fin de semana en un entorno idílico, iniciando la ascensión al embalse de Guadarranque por la calzada empedrada que nos lleva hasta la “Fuente Vieja”, de gran valor histórico-artístico, que abasteció de agua a los castellarenses hasta no hace muchos años. Posiblemente el origen de este camino coincida con la época de construcción de la fuente para facilitar el acceso a la misma a los aguadores y habitantes del castillo. 
 Bajo estas líneas curioso el detalle que nos encontramos al pasar junto a estos sauces, a medio proceso de "absorción" de estas rocas que ya forman parte del árbol.

Desde la Fuente Vieja, continuaremos descendiendo hasta las ruinas del antiguo embarcadero del Tamaral, donde realizamos una breve parada de avituallamiento. El mero hecho de que la orilla se encontrara a mas de 50 m de este antiguo embarcadero, deja muy a las claras el nivel tan bajo de las aguas de este embalse y de la mayoría de los embalses de Andalucía tras uno de los otoños e inviernos mas cálidos y faltos de lluvias abundantes en los últimos 10-12 años. ¿Seguimos necesitando mas evidencias sobre las irreversibles consecuencias del CAMBIO CLIMÁTICO?.

Tal y como teníamos previsto retomamos la marchadirección N, y O, prolongando el paseo por la orilla rodear el cerro Moheda, remontando un pequeño tramo de ladera que llega hasta dicho cerro  pasando por Las Lomillas por las ue fuimos ganando altura con preciosas vistas sobre la cola del embalse y su precioso entorno hasta la pista que nos lleva hasta el cortijo de Gamero, 
desde el que accedemos a la carretera CA-512, que a penas llegamos a tocar pues rápidamente tomamos el sendero con su baliza verde y blanca del SL-A115 que nos lleva hasta las ruinas de un antiguo Lagar (actualmente en ruinas), en una preciosa praderita donde estuvimos almorzando y 
donde el gran Romualdo Estévez “El Trovador de la Senda” nos sorprendió con una simpática puesta en escena y esta preciosa poesía recitada con su insuperable arte, sentimiento y expresividad:


QUÉ SUERTE HE TENIDO DE NACER
Alberto Cortez

Qué suerte he tenido de nacer,
para estrechar la mano de un amigo
y poder asistir como testigo
al milagro de cada amanecer.

Qué suerte he tenido de nacer,
para tener la opción de la balanza,
sopesar la derrota y la esperanza
con la gloria y el miedo de caer.

Qué suerte he tenido de nacer,
para entender que el honesto y el perverso
son dueños por igual del universo
aunque tengan distinto parecer.

Qué suerte he tenido de nacer,
para callar cuando habla el que más sabe,
aprender a escuchar, ésa es la clave,
si se tiene intenciones de saber.

Qué suerte he tenido de nacer,
y lo digo sin falsos triunfalismos,
la victoria total, la de uno mismo,
se concreta en el ser y en el no ser.

Qué suerte he tenido de nacer,
para cantarle a la gente y a la rosa
y al perro y al amor y a cualquier cosa
que pueda el sentimiento recoger.

Qué suerte he tenido de nacer,
para tener acceso a la fortuna
de ser río en lugar de ser laguna,
de ser lluvia en lugar de ver llover.

Qué suerte he tenido de nacer,
para comer a conciencia la manzana,
sin el miedo ancestral a la sotana
ni a la venganza final de Lucifer.

Pero sé, bien que sé...
que algún día también me moriré.
Si ahora vivo contento con mi suerte,
sabe Dios qué pensaré cuando mi muerte,
cuál será en la agonía mi balance, no lo sé,
nunca estuve en ese trance.

Pero sé, bien que sé...
que en mi viaje final escucharé
el ambiguo tañir delas campanas
saludando mi adiós, y otra mañana
y otra voz, como yo, con otro acento,
cantará a los cuatro vientos...

Qué suerte he tenido de nacer.

 TRas divertida y colorida sesión de fotografía de grupo, nos encaminamos hacia nuestro siguiente hito del S.L.A-115 las tumbas antropomorfas, relativamente cercanas, situadas en un recóndito rincón del bosque al que llegamos por un angosto sendero, que discurre paralelo a la cabecera del recién formado arroyo de La Arandilla y poco después de cruzarlo, después de remontar una fuerte pendiente de mas de 50 m de desnivel, en a penas 100 m de apretados zig-zags llegamos al roquedo donde se encuentran tres tumbas antropomorfas perfectamente horadadas.

 Estas tumbas antropomorfas son el teórico final del SL A-115 que teóricamente es líneal, es decir, se regresaría por la carretera CA-512 que es el monótono itinerario propuesto a partir del castillo (cosa que tampoco hicimos para llegar hasta aquí).
De manera que nuestra opción para regresar hasta la Venta Jarandilla fue apostar por las trazas de sendero que habíamos descubierto en los días previos gracias al maravilloso programa Google Earth y que resultó ser un precioso sendero que en todo momento discurre paralelo y muy cercano a la orilla del arroyo Arandilla, vadeándolo en varias ocasiones con algún paso de agua y barro, que con el debido cuidado pudimos salvar en varias ocasiones entre risas y bromas hasta retornar a la Venta Jarandilla donde estuvimos disfrutando de una agradable tertulia post ruta. 
Después de disfrutar del precioso sendero, en algunos tramos algo salvaje y perdido que discurre por un cerrado alcornocal con numerosos quejigos tan representativos de este paqrue natural. Con varias especies de setas de las que como de costumbre nuestro admirado amigo Pepe Guerrero "El Maestro Geobotánico" (en la imagen de abajo) nos dió una magnífica charla.
De las cerca de 18.000 Has que componen el término municipal de Castellar, unas 15.000 están dentro del Parque Natural Los Alcornocales, rico en bosques y de gran valor paisajístico natural. Sólo una pequeña parte situada en la zona más oriental del término no pertenece a éste. El Parque Natural Los Alcornocales destaca por albergar una gran riqueza de especies tanto en flora como en fauna. En flora, podemos destacar una gran variedad de vegetación autóctona. El elemento más representativo en este campo es el alcornoque (Quercus suber), de ahí el nombre del parque. 
Pero mención importante también merecen bosques compuestos de acebuches (Olea europaea) y quejigos (Quercus canariensis). Otras especies representativas características de estos paisajes son: el palmito, (Chamaerops humilis), el jerguen (Calicotome villosa ) , el helecho, (Pteridium aquilinum ) o el acebo ( Ilex aquifolium) entre otros muchos más. Esta gran riqueza botánica está motivada por un clima suave y relativamente húmedo, acompañado de un terreno orográficamente complejo. Mención especial merecen los excepcionales bosques en galerías formados por una flora importante debido a un microclima especial característico de estas zonas. Son conocidos con el nombre de canutos o gargantas, y son valles en V profundos y estrechos excavados por los ríos. Los recursos económicos que los habitantes de esta zona pueden obtener del parque se basan en la recogida del corcho, la ganadería extensiva, la recogida de bellotas y especialmente la caza, tanto mayor como menor. El Parque Natural Los Alcornocales también presenta una gran riqueza faunística. Abundan herbívoros como el ciervo (Cervus elaphus), gamo (Dama dama), corzo (Capreolus capreolus ) y muflón ( Ovies musimon). También encontramos mamíferos como el topillo (Pitynis duodecimcostatus), el lirón (Eliomys quercinus ) o el meloncillo (Herpestes ichneumon) y carnívoros como el zorro (Vulpes vulpes), tejón (Meles meles) o jineta (genetta genetta ). Además, esta zona es sobrevolada por hermosas aves rapaces. Entre ellas destacan el águila calzada (Hieraetus pennatus), el águila culebrera (Circaetus gallicus), el águila perdicera ( Hieraetus fasciatus ), el halcón peregrino ( Falco peregrinus ), el buitre leonado (Gyps fulvus), el búho real (Bubo bubo), el gavilán (Accipiter nisus) y el cernícalo (Falco tinnunculus ) entre otros. Dentro del Parque Natural Los Alcornocales se encuentra el latifundio más grande de Europa : La Finca La Almoraima. Tiene una extensión de 16.000 Has. Es uno de los más selectos cotos de caza mayor del país. La finca se puede visitar en todo terreno y a caballo. La Almoraima también basa su riqueza en la ganadería y la extracción del corcho.