domingo, septiembre 18, 2016

Río Cebollón desde los Prados del Tito

Pueblo de referencia: Fornes
Entorno: Parque natural Sierra Almijara, (sector Resinera de Fornes). 
Desnivel aprox. 300 m
Tipo de recorrido: Lineal con tramo de retorno circular.
Distancia aprox. Entre 18 y 26 km dependiendo de si la cadena de acceso para vehículos que hay a la altura de la Resinera está colocada o no.
Punto de partida: Centro de Visitantes La Resinera o Los Prados del Tito.
Tiempo aprox. Entre 8-9 horas (paradas incluidas)
Nivel dificultad: Media (desde los Prados del Tito); Alta si tenemos la Resinera como principio y final de ruta por la distancia a recorrer.
Tipo de ruta: circular, en sentido contrario a las agujas del reloj.
Tipo suelo: Pista terriza, sendero paralelo al río o el mismo cauce del río (a elegir).
A tener en cuenta: Teóricamente el carril de acceso que parte desde el Centro de Visitantes de la Resinera de Fornes hasta los Prados del Tito y que hasta su primera mitad coincide con el camino de acceso a la base aérea del INFOCA sobre las Mesa de Fornes es de acceso restringido sólo para personas de guardas forestales del parque y personal del INFOCA entre el 15 de junio y el 15 de octubre. Esta es una norma generalizada en los accesos principales a los parques naturales de Andalucía, si bien, a veces la fecha de "prohibición de acceso" la adelantan al 15 de octubre, dependiendo de si ha llovido lo bastante antes de esa fecha o no.
Bibliografía y mapa: Disfrutar caminando por los ríos y costas de Sierra Almijara (Editorial ARGUVAL)
Fecha de realización: sábado 17 de septiembre de 2016
Estado del río: Aguas cristalinas con caudal constante de principio a fin de recorrido. El Cebollón es un modesto arroyo de montaña que no tiene grandes pozas, si bien en el tramo final cerca de donde entrega sus aguas al Cacín frente junto a la Resinera, nos sorprende con pozas que pueden llegar a cubrir a la altura del pecho y además esta zona coincide con coto de pesca truchero.
Aguas arriba por donde discurre nuestra ruta, el río Cebollón presenta un caudal modesto, pero constante y aunque apenas cuenta con dos o tres pozas de cierta profundidad en todo su recorrido, si nos ofrece la posibilidad de disfrutar de sus numerosos jacuzzis naturales con sus refrescantes aguas que la mayor parte del año mantienen una temperatura constante de 17ºC
Participantes:
Marlem "La Perla de Venezuela", Luis San José, Eva, Joaquín Torres, Nati, Dami, Natalia, Alicia en el País de las Maravillas, Fran de la Jungla, Paqui la Pacificadora, Fali el Retorno de Elvis, el Padre Carras, Salvador Gómez "El Ornitólogo", Pepe Guerrero "El Maestro Geobotánico" y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Han colaborado en las fotografías de esta crónica: Fali el Retorno de Elvis y Salvador Gómez "El Ornitólogo"
 Cómo llegar al Centro de Visitantes de la Resinera de Fornes (abre a partir de las 10.00 am): Vengas de donde vengas la referencia es Alhama de Granada, si vienes del interior puedes llegar a través de la A-92, tomando la Salida 210, Moraleda de Zafayona, Santa Cruz del Comercio, Alhama de Granada, pasado Alhama de Granada, hay que tomar dirección Arenas de Rey y finalmente Fornes. Dos kilómetros antes de llegar a Fornes, en la parte exterior de una curva, a la derecha de la carretera, vemos un gran cartelón de Bienvenida al Parque natural Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara, junto al inicio de una pista terriza bastante llana y en buen estado que debemos tomar y que entre invernaderos, nogales, fincas cultivadas y zonas de choperas nos lleva sin margen de error hasta el Centro de Visitantes de la Resinera de Fornes, o mejor dicho a la antigua ermita de la Resinera, actualmente reconvertida en Centro de Visitantes.
Si se viene desde Almuñecar, hay que tomar la misma carretera de La Cabra Montes, es decir la que sube hasta Otívar, continúa hasta Jayena y finalmente Fornes, dos kilómetros más allá de Fornes, a la izquierda de la carretera, ya veremos el mencionado cartelón en el inicio de la mencionada pista terriza que debemos tomar.
Si venimos desde Málaga es la misma carretera que si fuésemos a La Maroma (cuando subimos desde El Robledal), es decir: Vélez Málaga, dirección Alhama de Granada, pasando por Ventas de Zafarraya, siguiendo siempre dirección Alhama (se puede desayunar en la Venta La Alcaicería, pero hay que calcular que desde allí hasta Fornes, todavía quedan unos 45 minutos. Poco antes de llegar a Alhama, ya cogemos un desvío a la derecha por la recóndita A-41450 que pasa por la Pantaneta de Alhama y poco antes de llegar a Játar, tomamos el desvío a la izquierda por la A-3302, que sin margen de error nos lleva hasta Arenas de Rey, continuando por la misma carretera, que bordea el perímetro sur del embalse de Los Bermejales a nuestra izquierda, y unos 2 km antes de llegar a Fornes, ya vemos a la derecha el cartelón al inicio de la pista por donde debemos adentrarnos y que en 2,5 km bastante llanos y rectilíneos nos llevarán al Centro de Visitantes de la Resinera de Fornes.
Visita al Centro de Visitantes de la Resinera de Fornes:
Esta visita tiene el inconveniente que si queremos hacer una ruta por la zona, nos va a restar, cerca de media hora por muy rápida que sea la visita, a poco que nos entretengamos y veamos la interesante audiovisual en su sala de proyecciones, que coincide con el antiguo templo.
Como comentábamos anteriormente el Centro de Visitantes, ocupa el lugar de la antigua iglesia anexa a la Resinera. Donde al igual que en junio de 2008, volvimos a disfrutar de una interesantísima galería de fotos del parque, así como de sus magníficos textos y esquemas didácticos para ilustrarnos sobre el paisaje, la flora, la fauna, la geología y la forma de vida de sus habitantes.  Es digna de mención la amplia galería fotográfica dedicada a los años de esplendor de la cercana “Resinera” que en la actualidad  se encuentra allí al lado cual “castillo fantasma”, vestigios de lo que fuera una mini-ciudad, con colegio incluido, en torno a la cual vivían muchos de los habitantes de la zona, hasta que un devastador incendio que tuvo lugar en el verano de 1975, arrasó más de 5.000 hectáreas de pinares, tejos, quejigos y hasta algunas manchas de pinsapos, junto con enormes extensiones de auténticas joyas botánicas. Éste hecho, unido a la obtención del aguarrás por síntesis química, mucho más rentable que el tradicional sistema de “resinación” significó el final de una época en la comarca y la ruina para muchas familias.
Pero afortunadamente, la Naturaleza obra milagros y  en su infinita generosidad, 30 años después, la lluvia y sobre todo la proliferación de los manantiales que brotan de las entrañas de Sierra Almijara, han dado lugar a la formación de pequeños riachuelos y arroyos de aguas cristalinas en todas sus vertientes, que mantienen una regularidad de caudal, prácticamente inaudita en toda Andalucía, tan solo comparable a Cazorla. Donde proliferan estrechos valles flanqueados por enormes paredes, cahorros y cañones, donde crecen grandes extensiones de helechos, algunas especies subtropicales y un sin fin de especies de plantas de todas las formas y colores, convirtiéndose cada uno de sus itinerarios en un auténtico vergel, donde cada rincón del camino es una auténtica postal. Así es Sierra Almijara, mi paraíso natural. 
Cómo llegar del Centro de Visitantes de la Resinera a Los Prados del Tito:
Desde el mismo aparcamiento del Centro de Visitantes (antigua ermita), tal y como miramos el edificio de frente, parte una pista, asfaltada en sus inicios, que desciende de manera que la antigua iglesia queda a nuestra izquierda y el conjunto de la Resinera a nuestra derecha, tras un breve descenso atravesamos las aguas del río Cacín e inmediatamente después la pista discurre en paralelo al tramo más caudaloso del Cebollón, que a menos de 100 m aguas abajo, entrega sus aguas al Cacín.
Es este un tramo de Coto de Pesca, pues aquí se dan truchas, tal es la calidad y la pureza de las aguas del Cebollón (que también deberemos cuidar y respetar en todo momento, no arrojando jamás sobre él, ni basuras, ni elementos orgánicos contaminantes). Superado ya el primer kilómetro y medio de pista, esta describe una cerrada curva de horquilla, a partir de la cual el Cebollón quedará ya siempre a nuestra derecha, aunque ahora vamos a describir un giro, que cambiará momentáneamente nuestro predominante rumbo S-E, por rumbo O, N y finalmente, de nuevo S-E, aunque nos vamos encontrando algunos ramales secundarios, nuestro camino a seguir siempre es la pista principal, hasta que superado el segundo kilómetro, la pista se bifurca, de manera que el ramal de la izquierda se dirige a la pista de despegue del INFOCA y el ramal de la derecha es nuestro camino a seguir, en esta bifurcación nos encontramos con un panel informativo sobre la "Extracción de la Resina" que en caso de desaparecer en un futuro, nos servirá de referencia la cercana presencia del río Cebollón que quedan en todo momento a la derecha de la pista secundaria que debemos tomar (ramal de la derecha), se trata de un carril muy secundario, que yendo 
despacio se puede recorrer con cualquier vehículo, si bien es bastante estrecho, a mediación del mismo hay una pequeña explanada para aparcar, junto a una de las numerosas choperas que nos vamos encontrando a nuestra derecha, entre el río y nosotros, o bien continuar hasta el final de la pista, que coincide con una cerrada pista que baja hacia la orilla del río Cebollón, se trata de otra amplia chopera conocida como "Los Prados del Tito".
Breve descripción del recorrido:
1ª parte, tramo terrestre, de Los Prados del Tito al puente de la Monticana:
Una vez en los Prados del Tito, ya podemos bajar al cauce del río y comenzar a remontarlo, bien por su lecho, bien por el sendero que casi siempre discurre paralelo a su orilla. Pero bien merece la pena continuar paralelo al río, sin llegar a atravesarlo para asomarnos a la antigua nave ganadera conocida como Las Parideras, que queda a escasos metros a la izquierda del sendero, que unos 40 m mas allá desciende hacia el río abriéndose paso por entre un mar de juncos hasta llevarnos a una zona bastante ancha y muy poco profunda del cauce.
Por donde cruzamos el cauce del Cebollón, sin necesidad de mojarnos los pies, para pasar a la otra orilla y comenzar a subir por una antigua pista, bastante deteriorada en su comienzo que en prolongados zig-zags nos hace ganar altura muy pronto, viendo cada vez más abajo y a nuestra izquierda, la nave ganadera de Las Parideras y la zona del río Cebollón que hemos atravesado para enlazar con esta pista por la que vamos ganando cada vez mas altura.
Conforme vamos ganando altura comenzamos a contemplar a nuestra derecha la rambla seca de Las Tonadas, que le presta su nombre a la loma por la que vamos ascendiendo, al principio de forma muy pronunciada y después cada vez mas tendida, no tardamos en identificar la piramidal cumbre del Lucero o Raspón de los Moriscos (1.779 m), fácilmente reconocible desde la distancia, cuya vertiente N-E, iremos contemplando en toda su plenitud conforme vamos ganando altura y a su derecha los cerros de La Mota. 
Otra de las cumbres que distinguiremos más fácilmente será el cerro Cabañeros (1.716 m), otro de los grandes secundarios de Sierra Almijara, cuya escarpada cumbre de silueta alpina, contrasta con la alomada cumbre del Navachica (1.832 m), que también contemplamos a su derecha. Al sur de nuestra posición.
Pasada una pequeña elevación que quedará a nuestra izquierda, donde destaca un roquedo cual pequeño castillete, comenzamos a contemplar, también a nuestra izquierda la rambla de Masajate, conforme nos vamos acercando al cerro del mismo nombre, que distinguiremos fácilmente por lo que parece un mástil o una cruz colocado allí arriba, relativamente cercano a nosotros, enlazamos con una pista principal que tomaremos a nuestra izquierda, después de esquivar un paso con barrera, solo para vehículos autorizados. En apenas cinco minutos, tal y como vamos rodeando el cerro Masajate que queda a nuestra derecha, nos sorprenderá la existencia de una pequeña presa a nuestra izquierda, que al mismo tiempo queda a escasa distancia de las ruinas del cortijo de Masajate a la derecha del camino, donde aprovechamos para hacer una primera parada técnica, aprovechando la sombra del pinar que a partir de esta zona comienza a hacerse cada vez más denso a nuestro alrededor, haciendo el paseo aún más agradable, si tenemos en cuenta que a partir de este punto la mayor parte del trayecto ya es en bajada, salvo algunos toboganes de breves subidas.
Aproximadamente un kilómetro más allá de las ruinas del cortijo de Masajate, en suave descenso entre pinares, presidiendo un prado a la derecha del camino, se encuentran las ruinas del cortijo Machinche (bajo estas líneas), los restos de vasijas de barro y recipientes varios que nos encontramos en el interior y en la cercanía de estas casas, así como en los márgenes del camino, nos hablan de la frenética actividad de la extracción de la resina que desde siglos atrás y hasta el verano de 1975 se llevó a cabo en esta sierra.
El siguiente hito ya será el monumental puente de la Monticana (bajo estas líneas), que en su día debió ser una obra colosal, pues fácilmente puede superar los 30 m de altura desde su base. Este hecho también nos habla de la importancia que estos caminos debieron tener en su día, cuando gran parte de los habitantes de los pueblos de la zona, vivían de la extracción de la resina, el ganado, el carboneo, las caleras, los arrieros y los contrabandistas que trapicheaban con la mercancía entre la costa malagueña y la comarca de Alhama de Granada.
2ª parte, tramo anfibio, del puente de La Monticana a los Prados del Tito:
La primera pregunta que nos surge al situarnos sobre el Puente de la Monticana es cómo descender hasta el arroyo de Las Alfajas, que pasa por debajo, (También conocido como arroyo de La Monticana). Para ello, la opción más sencilla, es continuar por la pista unos 150 m dirección N-E, hasta que llegamos a un pequeño saliente de loma a nuestra izquierda, por donde se adivina un tenue sendero de cabras, que entre abundantes helechos, nos sitúa en el cauce del arroyo, que inspira una agradable sensación de paz. Antes de iniciar nuestro recorrido por su mismo cauce, merece la pena remontar el mismo, unos 50 m hasta llegar a la cascada que se encuentra muy cerca ya de la base del puente, como no podía ser de otra manera se la conoce como cascada de La Monticana.



Una vez finalizada la primera sesión de baño, donde participó gran parte del grupo, recorrimos el dócil tramo de unos 900 m aguas abajo, entre pasillos de altos juncos, que nos separaba del lugar donde confluye con el modesto arroyo de La Culebra, que apenas llevaba un regato de agua. Éste fue el lugar donde realizamos la parada del almuerzo que algunos tomamos junto al agua y otros ladera arriba. Esta zona también se conoce como Remanso del Tambor, que podemos localizar en los mapas topográficos porque hasta que desciende un cortafuegos por el margen derecho del río, si bien no lo vemos fácilmente cuando estamos dentro de su cauce.
A partir de la confluencia del arroyo de La Culebra y el de Las Alfajas o Monticana, el arroyo pasa a llamarse río Cebollón (aunque su cauce siga siendo el propio de un arroyo de montaña, modesto, pero muy constante y cristalino). En todo momento su lecho es muy dócil, las piedras a penas resbalan y los tramos rectos, se intercalan con algunos recodos donde el río ha trazado cerradas curvas para esquivar materiales rocosos más duros, normalmente estos recodos, suelen ser la antesala de preciosas pozas, o más bien mini pozas, que en tan sólo un par de casos superan los 2 m de profundidad, siendo la mayor parte del tiempo pequeños jacuzzis y rápidos que en cualquier caso siempre se pueden esquivar, bien por una orilla, bien por la otra o la zonas menos profundas, de hecho, la mayor parte del tiempo, al igual que el río Chíllar (Nerja) el agua a penas nos cubre por encima de los tobillos o en todo caso por las rodillas. Nos encontramos en la zona denominada de las pozas Romance, donde tampoco faltan troncos caídos de los abundantes pinos que nos acompañan a lo largo del recorrido.

Al llegar a la altura de la Loma de Los Pastizales, que coincide con un segundo cortafuegos, que también desciende por el margen derecho, el Cebollón se vuelve mas rectilíneo y monótono, por lo que es el momento propicio para recurrir al comodín del sendero que a partir de allí ya discurre en paralelo al río, unas veces por la derecha y otras por la izquierda, a veces abriéndonos paso por un mar de helechos, pasando junto a pequeñas choperas que se intercalan con zonas de denso pinar y otras pasando al borde de taludes terrizos, cual vertiginosas cornisas, donde debemos pasar con decisión y sin miedo.

Poco a poco nos vamos acercando a la zona más emblemática del río Cebollón, donde este se ha abierto paso a través de un corto pero precioso cañón donde el río ha trazado una especie de "L", de tal modo que en el margen izquierdo del río, en el sentido de nuestra marcha, tal y como vamos aguas abajo, nos encontramos con un primer picacho conocido como El Tajo Caído, a continuación el tajo de La Cueva del Aire y a la derecha, una sucesión de tajos conocidos como tajos del Cebollón, nada más salir de esa curva en forma de "L" nos encontramos con una pequeña Presa, donde la constante caída del agua ha formado una cortina de verdes travertinos, que poco a poco está formando tobas calcáreas. A los pies de esta cortina de agua se ha formado una pequeña piscina, más un pequeño laguito, donde tampoco faltó la correspondiente sesión de baños, foto de grupo incluida, en medio de un paisaje verdaderamente grandioso.
Finalizada la sesión de baños y fotos, retomamos el sendero que por aquí discurre por la margen izquierda del cebollón, afrontando un par de pasos por derrumbaderos que se han formado a partir de desprendimientos de los tajos que tenemos a nuestra izquierda, para más tarde abrirnos paso densa vegetación de ribera, que de nuevo nos hace sentirnos en una especie de selva, hasta que llegamos a la zona ancha del cauce, que atravesamos al comienzo de la jornada, para ascender por la pista del margen izquierdo, completando en este punto el trazado circular de la ruta, donde una cabra montesa vino a despedirse de nosotros. Mientras dejábamos atrás la compañía del idílico río Cebollón (arroyo), sin habernos encontrado con nadie, a lo largo de tan idílico y recomendable itinerario.

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