martes, enero 24, 2017

La Maroma desde El Alcázar y descenso hasta Alcaucín

Entorno:  sector occidental Sierra Tejeta
Localidad de referencia: Alcaucín
Hora y punto de encuentro recomendado: a las 8.30 am para desayunar en casa Paco, en el Puente de Don Manuel, está a pie de carretera y también es el lugar ideal para tomarse la copa post-ruta o incluso cenar después de la misma.
De lunes a viernes abre a las 8.30 de la mañana, sábados y domingos 9.30 am (en este último caso no nos serviría para desayunar, pues estimamos que las 9.30 am es la hora tope para ponernos ya en marcha si no queremos que nos pille el toro en la larga ascensión a La Maroma).
Cómo llegar a Alcaucín (y al inicio de ruta): La principal carretera  de referencia es la A-402,  que une las localidades de Vélez Málaga con Alhama de Granada, poco antes de llegar al km 56 nos encontramos con un desvío a la derecha (si venimos desde Vélez o a la izquierda si venimos desde Alhama) que nos señala: Alcaucín, Puente de Don Manuel, pequeña pedanía, también conocida como Puente de Salia, nada mas tomar este devío a la derecha de la carretera está nuestro bar de referencia para antes y después de la ruta “Casa Paco”. Desde aquí seguimos por la MA-4104, hasta Alcaucín a nuestra izquierda, dirección N-O nos llamará la atención las ruinas del castillo de Salia (ó Zalia), sobre una dócil loma que domina la mayor parte del valle del río Alcaucín, en el histórico camino real nazarita que unía Málaga con Granada y que formaba parte de la ruta de la seda.
Es éste uno de los restos de fortificaciones más antiguos que se conocen. Se ha pensado que bien pudiera haber sido construido por los fenicios, y posteriormente fue reconstruido por los árabes. Los árabes construyeron el actual castillo con su doble anillo de murallas, alcanzando cierto apogeo merced de la crianza de ganado y al cultivo del cereal. Más tarde fue conquistado por los Reyes Católicos en 1485, sirviendo esta fortificación como "prisión - obispado de los levantiscos moriscos". Esta conquista se logró por la traición de un árabe de ascendencia cristiana residente en Zalia.
A penas 4 km separan la pedanía del puente de Don Manuel de la localidad de Alcaucín.
Cómo llegar de Alcaucín al área recreativa del cortijo del Alcázar:
La distancia aproximada es de unos 5 km. Una vez que estamos llegando a la zona alta del pueblo, cuyo núcleo principal vamos dejando a nuestra derecha, estaremos atentos para tomar el desvío que sale a la izquierda donde ya se nos señala la dirección hacia el parque natural Sierra Tejeda (Alhama y Almijara), por donde debemos adentrarnos, dejando un coche de enlace en la primera explanada terriza que vemos a la derecha de esta pista que de momento está asfaltada.  Un kilómetro más allá, la pista pasa a ser terriza, pero en razonable buen estado, popularmente conocida en Alcaucín como camino de Los Colmenares, a unos 2 km del pueblo, vemos a la derecha un ramal de pista hormigonado, que en pronunciada pendiente parte a nuestra derecha. Éste fue nuestro punto de partida en enero de 2015, lugar conocido en Alcaucín como “La Ollas Altas”, aunque sólo se encuentra a unos 680 m sobre el nivel del mar.
Más adelante, nos encontramos un panel descriptivo presidido por el Embalse de la Viñuela. A escasa distancia dejamos a nuestra izquierda un privilegiado mirador presidido por una cabra montesa, donde merece la pena parar para hacer algunas fotos, de la impresionante garganta que podemos contemplar al fondo, donde la acción erosiva del arroyo del Alcázar, también conocido como arroyo de Alcaucín, ha esculpido un formidable barranco, declarado: Monumento Natural de Los Tajos del Alcázar, un conjunto de formaciones geológicas singulares, entre las que destaca el denominado Tajo de El Fuerte, con más de 170 m de verticalidad ininterrumpida y 500 m de anchura. 
Se trata de un lugar inaccesible, solo frecuentado por aves rapaces como el águila real y las cabras montesas, tal y como tuvimos oportunidad de comprobar al atravesar el vado del arroyo en nuestro trayecto en coche hasta el cortijo del Alcázar.
Estos tajos, flaquean la cabecera del arroyo del Alcázar, es una verdadera explosión vegetal, que presenta una flora vascular de gran interés ecológico y es por ello que precisamente al inicio de nuestra ruta nos encontremos con carteles indicativos de una ruta botánica, que quedará a nuestra derecha, al inicio de nuestra ascensión a pie. En algunos tramos aparece seco, durante gran parte del año, ofreciendo innumerables rápeles, de gran interés para los amantes del barranquismo.
Después de pasar junto al mirador, dejamos a nuestra izquierda una primera área recreativa, conocida popularmente como la del río (arroyo) Alcázar, cerca de las cuales, el arroyo forma, pequeñas cascadas, que junto con la umbría que se da, debido a la gran altitud de los imponentes tajos, favorecen la abundante vegetación del entorno.  
No obstante, la pista tiene muy buen piso, salvo alguna cárcava, fácil de esquivar con un turismo normal (al menos a fecha: enero 2017) y a través de cerrados zig-zags vamos ganando altura hasta llegar a la zona de parking del área recreativa Cortijo del Alcázar (850 msnm). Nuestro punto de partida, En este área hay una zona de acampada con agua, con varios paneles y señales indicativas, e incluso duchas. Al llegar el frío era tan intenso, que rápidamente tuvimos que echar mano de toda la ropa de abrigo disponible, a pesar de lo cual había una familia con niños de acampada, saliendo tranquilamente de su tienda, como Perico por su casa, sin inmutarse lo más mínimo del frío.
Distancia aprox: 20,5 km
Desnivel de subida acumulado: 1.500 m
Desnivel de subida acumulado: 1.650 m
Punto de partida: Área Recreativa cortijo del Alcázar
Punto más elevado: La Maroma (2.065  msnm)
Tipo de ruta: en forma de "V" (dejando previamente un coche de enlace en Alcaucín).
Tipo de caminos: pista terriza, sendero pedregoso y gigantesco lapiaz (de dócil tránsito) en la meseta somital de La Maroma.
Mapa:  IGN (Iberpix).
La ruta discurre dentro del t.m. de Alcaucín, hasta el collado del Espino, donde nos adentramos dentro de la provincia de Granada, concretamente dentro del t.m. de Alhama de Granada, aunque caminando casi en paralelo a la línea interprovincial Málaga-Granada, que llevarem,os a escasos 300 m a nuestra derecha, hasta la cumbre. El descenso lo hacemos por  dentro del t.m. de Canillas de Aceituno hasta el collado de La Torrecilla y a partir de ahí, ya volvemos a caminar por dentro del t.m. de Alcaucín.
Fecha y meteorología: domingo 22 de enero. A pesar de que en los días previos había nevado por casi todas las sierras de Málaga y el jueves y viernes se observaba un amplio manto blanco sobre La Maroma, el grosor de la capa resultó ser muy fino y como era nieve polvo, el viento predominante en la zona, sólo nos permitió disfrutar de la nieve desde el bosque mágico de pinos por encima de "Las Víboras" hasta la cumbre, donde a primera hora de la mañana el viento llegó a alcanzar los 45 km/h, aunque afortunadamente a nuestra llegada, nos dio una tregua en el vértice geodésico; no así la mayor parte de la jornada, que fue bastante ventosa y fría, a pesar de los cielos completamente despejados.
8 Participantes: Javi "Matt Wildness" que para ese día nos tenía preparad a la ascensión al Picón del Jerez, pero se tuvo que posponer por problemas en el camino de acceso al refugio de Posteero Alto, punto de partida, de hay que pusiéra en marcha esta ruta como plan B (el primero por la derecha, de rojo), Juan Antonio Villalba "El Corsario de Sierra Tejeda y Almijara" si ir con él ya es un lujo en cualquier ruta de montaña, en sus dominios siempre es garantía de calidad y seguridad 100% (de azul marino arriba, a la izquierda), Yoli "Como corre" campeona de España de ultra trail cada año mas rápida y potente (de naranja, arriba), Lena "La Amazona Bielorrusa" (de rojo, antigua U.R.S.S. en el centro), Maria Victoria Orellana,, novia dee nuestro amigo Javi (chaqueta rosa), que se está preparando para los 101 de Ronda, Mariano "El Ingeniero de Telecomunicaciones" (de azul, segundo por la izquierda), mucho mejor de lo quee hubiera imaginado hace un año, Arnaud "El Repostero de Versalles" (de azul claro, primero por la izquierda, integrante de la última expedición francesa al Everest) y un servidor: Juan Ignacio Amador (autor de la foto).
Fotógrafías de: Arnaud "El Repostero de Versalles", Juan Antonio Villalba "El Corsario de Sierra Tejeda y Almijara"y un servidor: Juan Ignacio Amador
Bibliografía: Disfrutar caminando por las sierras de Tejeda y Almijara (Editorial Arguval)
Material recomendado:
Si bien es cierto, que de las 10 veces que he subido a La Maroma con nieve, el uso de crampones sólo me ha hecho falta en tres ocasiones: dos en la ruta del Robledal para asegurar el paso por la zona escalonada previa al "Salto del caballo" y otra para salvar la empinada ladera entre la cumbre y el tajo Volaero. Y otra vez subiendo desde Alcaucín, para superar la última loma previa a la cumbre, que estaba completamente congelada.
A la Maroma con nieve siempre conviene venir bien preparados con crampones y piolet por si te pillan tramos de nieve dura o placas de hielo, además de ropa de máximo abrigo: gorro de lana, braga y mínimo un par de guantes. Curiosamente casi siempre he pasado más frío en La maroma, que en Sierra Nevada. 
La nieve es como un ser vivo, un gigante dormido, que en cuestión de horas puede cambiar de grosor, dureza, profundidad, etc... La Maroma es una montaña muy traicionera y si no se tiene la debida experiencia o/y preparación física (y de equipamiento adecuado) puede jugar muy malas pasadas. Esta montaña nos pone a prueba física y mentalmente.
Dónde alquilar crampones y piolet en Málaga:
En Málaga: En la Trucha y El Yeti; y en Vertikalia
En Churriana (Tienda de montaña: Terral, muy económica y con personal muy amable:  pero deberíamos saber usarlos y tener unas nociones mínimas de auto detención en caso de caída.
Cuanto menos es recomendable asesorarse lo mejor posible sobre el uso de crampones y piolet, tanto a la hora de comprarlos, como a la hora de alquilarlos para utilizarlos en nuestras primeras ascensiones invernales, donde la falta de costumbre puede hacer que no sepamos ajustarlos correctamente a la medida de nuestro  pies, como colocárnoslo (sin ayuda de nadie), como distinguir el izquierdo del derecho. Para ello podemos encontrar algunas páginas interesantes en internet, por ejemplo:
http://comandopreston.blogspot.com.es/2012/01/curso-basico-de-iniciacion-al-alpinismo.html
Alicientes principales: Las vistas desde La Maroma, por cualquiera de sus vertientes siempre resultan espectaculares. Desde la zona de Alcaucín y el Alcázar nos permite disfrutar de una panorámica privilegiada de gran parte del denominado Arco Calizo central, tomando de referencia el Boquete de Zafarraya en su prolongación hacia el oeste podemos distinguir fácilmente: el Hoyo del Toro, La Torca, el pico Vilo, los tajos del río Sábar o el Chamizo Alto, la Cruz de Camarolos, la Peña Negra, El Torcal, La Capilla, Huma, Sierra de las Nieves, etc... como localidades más fácilmente identificables podremos distinguir: Periana, el curioso nido de águilas de Comares o Colmenar, así como el embalse de la Viñuela al oeste. Al alcanzar la zona de cumbre disfrutaremos de unas vistas preciosas de la Axarquía a nuestros pies: pudiendo distinguir de izquierda a derecha: Cómpeta, salares, Sedella y una pequeña parte de canillas de Aceituno (semi oculta tras el peñón Grande), así como Torre del Mar en la Costa y hasta parte de Málaga capital. Si el día es lo suficientemente claro, podremos distinguir hasta las montañas del Rif en Marruecos al otro lado del Mediterráneo.
El paso por el bosque de pinos de repoblación previo a la Fuente del Espino (también conocida como "Fuente Santa" es una maravilla; así como la mencionada fuente en cuestión y el encajonado paso entre el roquedo que nos sitúa en el segundo nivómetro. Sin olvidar la primera zona del recorrido de gran diversidad arbórea y con mucha umbría. El muy poco frecuentado tramo entre Alcaucín y la Proa del Barco por el Collado de la Torrecilla con sus vistas aéreas, así como otras sensaciones que le podréis añadir vosotros mismos, hacen de esta ruta un itinerario completísimo. 
Breve descripción del recorrido: Las vistas
Desde el aparcamiento subimos por la escalera de piedra situada junto a los paneles informativos y atravesamos la zona de acampada, de unos 80 m de longitud, donde el agua de la lluvia ha formado algunas cárcavas que han dejado parcialmente al descubierto, las raíces de algunos pinos y cipreses, por lo que debemos caminar con cuidado, para no tropezar.
Poco después accedemos a una pista terriza, donde un paso con cadena, advierte que a partir de ese punto sólo pueden pasar vehículos autorizados (teóricamente guardas forestales o personal para la reforestación, control de la fauna y vegetación de la zona). Nada más comenzar a caminar por la pista, vemos un primer ramal de sendero a la derecha, se trata del mencionado sendero botánico, y apenas, 80 m mas allá , abandonaremos la pista principal por donde discurre el PR.A-352 Alcázar-La Maroma, de perfil muy suave, pero con una serie de zig-zags que lo hacen demasiado largo, hasta que se llega al primer pluviómetro. Por lo que nosotros, decidimos acortar por una vereda secundaria que parte a la derecha. Se trata del popularmente conocido como "sendero delo cortafuegos" y de este modo, nos vamos adentrando en una zona de mucha umbría conocida como Los Escansaderos, adentrándonos en pleno bosque de pino carrasco y de repoblación. Conforme vamos ascendiendo, nos vamos encontrando con chopos, cedros, encinas, cipreses, y especies arbustivas como cornicabras, tojos, jaguarzos, jaras, palmitos o hiedras; tampoco faltan las  herbáceas como: el tomillo, el romeros, o el torviscos. Estamos atravesando una de las zonas más ricas en cuanto a flora y fauna de la Axarquía, a pesar de lo cual, no falta el gilipollas de turno, que deje su firma a modo de gran pintada multicolor en una roca, demostrando así su falta de respeto total al entorno y su nulo nivel cívico e intelectual.
A lo largo de un trecho de unos 300 m el sendero discurre por el cauce seco, del arroyo de la Higuera (o de la Cerca), justo después de cruzar un tupido pinar de pino salgareño, nos encontramos con un murallón de piedra de sillería, semi oculto por la maleza, conocido popularmente como "La Cerca", son las ruinas de una antigua fortificación árabe que inspiró el nombre del "Alcázar" con el que se conoce a esta zona de sierra Tejeda. Sigue la senda un corto trecho por la orilla izquierda del barranco, cruza de nuevo a la derecha (izquierda en el sentido de nuestra marcha), estando atentos a unos hitos de piedra, para tomar un sendero que comienza a ganar altura, ya de forma mucho más acusada, a través de una larga y empinada sucesión de zigzags, hasta situarnos sobre la misma loma del cortafuegos, si bien en la actualidad, ha crecido 

tanto el matorral sobre dicho cortafuegos, que apenas percibimos que vamos por él, de no ser porque a partir de un determinado punto, ya acaban los zigzags y la pendiente se muestra siempre constante y muy rectilínea, por lo alto de la loma. A la izquierda vamos viendo el pequeño valle que forma el arroyo de Los Castillones, entre la loma por la que vamos ascendiendo y la pista terriza por la que discurre el PR.A-352 Alcázar-La Maroma, y a nuestra derecha el barranco de la Higuera, con los impresionantes cortados que le flanquean y sus agrestes tributarios, formando una gran mole caliza salpicada de pinos y encinas. Al final de nuestro tramo de ascensión por el cortafuegos, venimos a coincidir con el final de la pista que abandonamos al poco de iniciar la ruta. También llega hasta este punto el poco frecuentado sendero que parte desde el área recreativa de La Alcauca, al norte de nuestra posición. Se trata de un pequeño llanito conocido como la Erilla Tarara, un primer nivómetro (pluviómetro) situado a escasos metros certificará que nos encontramos en el lugar al que hacemos referencia.
Desde el llanito de Erilla Tarara, primer nivómetro-pluviómetro, parte el sendero de Las Víboras, que a pesar de su intimidante nombre, siempre me ha parecido uno de los tramos más cómodos de la ascensión, de toda la ruta, pues aunque la ascensión es continua, resulta mucho menos empinada que el cortafuegos y su elaborado sistema de zigzags, perfectamente estudiado, por quienes en su día lo construyeron, hace muy llevadero este tramo, desde donde también nos podemos ir recreando de las vistas hacia el noroeste,
presidido por el espectacular Boquete de Zafarraya (perfecto candidato a monumento natural), su multicolor llanura lacustre de tierras de cultivo, con el pueblo de Zafarraya al fondo, y la pedanía del Almendral, a los pies de la falda sur de la Sierra de Loja. Hacia el oeste: destaca el embalse de La Viñuela, la Mesa de Salía, e identificaremos fácilmente las localidades Comares, Almachar, Los Romanes, Cútar, Colmenar y Periana.
Al finalizar el tramo de zig-zags, del sendero de las Víboras, que tal vez tenga este nombre no por la abundancia de este tipo de reptil en la zona, sino, porque simplemente el sensero serpentea, durante un buen rato, llegamos a una zona, que de hecho se conoce como Las Llanadas (no confundir con las Llanadas de Sedella), se trata de un altiplano rocoso salpicado de encinas y quejigos dispersos, al principio el sendero discurre en paralelo al barranco de La Cerca, por cuyo cauce seco, caminamos en la primera parte del recorrido.
Poco después vamos a dejar a nuestra derecha el punto donde confluyen el barranco del Mojón, que llega por nuestra derecha, entre el cerro del Águila a nuestra derecha y el cerro del Mojón frente a nosotros; y el barranco del Espino, que coincide con nuestra trayectoria hasta el punto de que lo vamos a atravesar, unos metros más adelante se encuentra la Fuente del Espino, del que solo mana agua tras días de abundante lluvia, a lo largo un kilómetro o algo mas, caminaremos llevando a nuestra izquierda el barranco del Espino. Aclaremos que los mencionados barrancos en este tramo del recorrido, no son más que incipientes arroyos secos la mayor parte del año.
Poco a poco nos vamos acercando a lo que llamamos el bosque mágico, que en realidad, no son más que tres bosques de pinar de repoblación, que vamos a ir atravesando, pero que después de una gran nevada, nos trasladan a un paisaje invernal tipo Narnia. El primer bosque coincide con el collado del Espino, donde comenzamos a cambiar el rumbo ESTE, que nos ha traído hasta aquí por rumbo SUR, lo que ahora tenemos a nuestra izquierda es la caída hacia el profundo barranco de Los Tejos y en la vertiente opuesta, el imponente cordal del cerro Selladero, mientras que a nuestra derecha, tenemos el alomado cerro del Mojón, alrededor del cual, vamos pivotando, hasta que llegamos al idílico enclave de la Fuente Santa (o Fuensanta).
Desde la Fuente Santa, de la que sí suele manar agua la mayor parte del año, tan solo nos restan unos cinco minutos para llegar a una especie de embudo rocoso, que tras una corta y escalonada ascensión nos sitúa en el collado del Mojón, también conocido como collado del Acarraero, donde nos encontramos con el segundo pluviómetro. A este mismo punto también podemos llegar de forma directa remontando el barranco del Mojón, a través de un tenue sendero de cabras que discurre paralelo al mismo.
A partir de este punto o incluso antes la vegetación predominante ya son, los espartos, el piornal de alta montaña y los enebros rastreros.
Esta zona cuando no tiene nieve nos recuerda a un paisaje lunar, y cuando está muy nevada, el sendero se puede perder fácilmente, si bien, casi siempre tendremos la referencia de una baliza de madera del PR.A-352 Alcázar-La Maroma o en su defecto un hito de piedra, que nos devolverá al sendero en caso de haberlo perdido. No obstante, en caso de perder el sendero, a partir de aquí, el terreno es tan alomado, que se podría decir aquello de "mientras vayamos subiendo, vamos bien".
Si bien, se puede intuir fácilmente que la senda ya sea mimetizada por el interminable pedregal, ya esté oculta bajo la nieve, va ganando altura por la divisoria de aguas, que en este tramo hace de límite entre las provincias de Málaga y Granada. El único problema que puede surgir a partir del segundo pluviómetro es que nos coja un día de mucho viento arriba, a menos de 300 m al calor amarillo y blanco de nuestras balizas, se le une el verde y blanco del SL-A142 Canillas de Aceituno-la maroma "Ruta de los Neveros".
De esta guisa nos encontramos un pequeño pino solitario cargado de nieve, junto al que aparece nuestra compañera Lena, en el penúltimo collado previo a la cumbre.
Desde el segundo pluviómetro (collado del Mojón o del Acarraero), sólo nos queda completar  el último cuarto de ascensión, que junto con el tercer cuarto es el más dócil del recorrido, por lo redondeado de las dos lomas que nos restan hasta alcanzar el emblemático monolito de la Maroma (2.065 m). Donde como decíamos anteriormente, el frío viento norte, predominante la mayor  parte de la jornada, nos dio una tregua, como por arte de magia, para curiosear por los refugios de piedra de los alrededores, acercarnos a la emblemática Sima de La Maroma, situada unos 100 m al suroeste de la cumbre, de donde toma su nombre actual.
Resulta que hasta bien entrado el siglo XX, esta montaña era conocida como La Tejeda. Sin embargo, el nombre actual le viene dado por la mencionada sima (que está junto a la cima), y para la que se usaban maromas (cuerdas) para descender a recoger nieve, término que dio nombre a la sima. La emigración de algunos cordobeses con seseo en su forma de hablar, a poblaciones al pie de la montaña donde los habitantes ceceaban, produjo confusiones entre el término sima de la Maroma (con s) y la cima (con c) cambiando el nombre a la montaña
También estuvimos disfrutando de una plácida sesión de fotos, de grupo, individual y algunos minutos más para disfrutar de las magníficas vistas sobre el mediterráneo al sur, Sierra Nevada al Noreste, el mencionado paisaje al oeste y al norte la misma loma nos impide disfrutar de las vistas hacia la comarca del Poniente Granadino y las tierras de Alhama. Siempre me quedará la duda, de por qué colocaron el vértice geodésico en el lugar donde se encuentra y no, unos 200 m al noreste, donde a simple vista la meseta somital, tiene al menos 4-5 m mas de altura a lo largo de una ancha superficie.
El hecho de no encontrarnos con nadie en tan emblemática cumbre, siendo fin de semana y encontránddose nevada, ya es suficientemente significativo de las frías condiciones de viento norte que arreciaba aquel día. A excepción de un grupo de cuatro chavales que venían desde Canillas de Aceituno (vertiente sur), con quienes coincidimos brevemente allí arriba, cuando ya estábamos a puntos de marcharnos y que no tardaron mucho en seguir nuestros pasos hasta la Proa del Barco.
Tal y como estaba previsto, la primera parte del descenso hacia Alcaucín, lo realizamos por la ruta de Los Neveros, es decir: sendero SL-A142 Canillas de Aceituno-la Maroma, que fué por donde ascendimos en enero de 2015. Tras dejar a nuestra derecha, las ruinas de la antigua casa de la Nieve, encaramos el descenso por las empinadas laderas, llevando a nuestra izquieerda la imponente caída con vistas sobre los denominados Chimeneones, y El Encadenado.
Hasta que llegamos a la cabecera del barranco de la Cueva de Don Pedro,  donde la pendiente se suaviza y comenzamos a caminar por el interior de su vaguada, que nos protege del viento norte, que volvía a soplar con fuerza, nada mas abandonar la cumbre. Lugar propicio para disfrutar de un plácido almuerzo, aunque fuera con los guantes puestos, pues aunque la capa de nieve era fina ya a esas alturas, el viento que aunque mas amortiguado nos seguía llegando, hacía que la sensación térmica fuera cercana a los 0ºC.
Reiniciada la marcha compartimos un corto trecho de sendero hasta la Proa del Barco, también conocido como la Colada del Puerto del Pico, con los cuatro chavales que habíamos dejado en la cumbre, y mientras ellos continuaban hacia Canillas de Aceituno por el sendero principal, nosotros lo abandonábamos.
DEscendiendo por la loma quee continúa de frente, en dirección oeste, hasta que poco antes de bajar hasta el barranco, (o todavía barranquillo) de la Cueva de Don Pedro, que hasta ahora heemos llevado a nuestra derecha, describe una cerrada curva de 180º para vadearlo (aunque generalmente, casi siempre está seco). A partir de aquí lo vamos a ir llevando a nuestra izquierda, aunque cada vez se va a ir alejando mas de nosotros, conforme nos acercamos al Collado de la Torrecilla, no sin antes aprovechar para asomarnos a la 

preciosa crestería que llevamos a nuestra izquierda y que da vistas hacia la empinada caída del barranco de la Cueva de Don Pedro, también conocido como Barranco Hondo en su descenso hacia la base del Atalayón, que también vemos allí abajo.
Al mismo tiempo que La Maroma va quedando a nuestra espalda cada vez mas atráas.
En la imageen podemos observar a los compañeros lleegando al Collado de La Torrecilla
El descenso hasta Alcaucín, es el mas largo y el que acumula mas desnivel, pues esta localidad se encuentra a una altitud media de 540 msnm, mientras que La Maroma, se encuentra a 2.065 msnm, a lo que hay qee añadir, las pequeñas subidas, que nos vamos encontrando a lo largo del descenso y que van acumulando mas desnivel, que el simple cálculo de restar la diferencia de altitud.
No obstante, el espectaculo visual hacia el Valle del río Vélez con el embalse de La Viñuela en lontananza y el sol reflejándose sobre su lámina de agua, cual gigantesco espejo, así como el modesto pero frondoso valle del río Alcaucín y el corredor que sube hasta El Boquete de Zafarraya, así como toddos los tramos de costa que podemos contemplar desde muchos tramos del descenso y todos los hitos ya mencionados en la primera parte del recorrido,  hacen de este tramo un auténtico espectaculo.
Estando particularmente atentos, al momento en que el sendero nos sitúa en una pista que se ha hormigonado para reforestar la zona y que preferimos abandonar, para continuar por un precioso sendero, que después de realizar una gran curva de herradura, para vadear un último barranco, nos conduce en zigzagueante descenso hasta Alcaucín, por la vertiente oeste del cerro de Los Mosquitos, estanddo ateentos a un última bifurcación de senderos que si bien en am,bos casos nos llevan hasta Alcaucín, preferimos tomar el de la derecha, mas marcado y que en poco menos de media hora ya nos conduce hasta el pinar que se encuentra justo por encima del barrio alto de Alcaucín, donde la mitad del grupo se queda haciendo un tour fotográfico de mediaa hora, mientras los conductores regresábamos para recuperar nuestros vehículos hasta el área recreativa del Alcázar, en el coche dee enlace quee habíamnos dejado en Alcaucín y que en estee caso fue el coche de Yoli, funcionando la logística a la perfección.
He aquí algunas de las fotos que hizo Juan Antonio Villalba en Alcaucín, mientras íbamos por los coches al Alcázar.

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