domingo, febrero 19, 2017

De la Estación de Cortes (Cañada del Real Tesoro) a la Estación de Benaoján


Distancia aprox: 21 km
Desnivel de subida aprox.: 600 m
Desnivel de bajada aprox.: 522 m
Punto más bajo del recorrido: Puente Cañada del Real Tesoro (393 msnm)
Punto más alto del recorrido: Collado previo al basamento del puente Morisco, (zona angosturas del Guadiaro,602 msnm) 
Punto de encuentro : Antes de las 9.30 am Estación de Benaoján, porque el tren llega a las 9.37 am, allí debemos aparcar los coches y sacar los billetes  para montarnos en el tren que nos llevará hasta la Estación de Cortes donde empieza la ruta.
Fecha y meteorología: Jueves 16 de febrero, cielos cubiertos la mayor parte del día que mantuvieron cubiertas las cumbres de la Sierra de Líbar la mayor parte de la jornada, pero la temperatura resultó ideal para caminar y no llegó a llover.
6 Participantes: Manuel Serrato, Dolores Villaseca, Pepe Guerrero, Juan Ignacio Amador, Pía Bruun y Pedro Aguayo, estos dos últimos compañeros se quedaron en Jimera para coger allí el tren y regresar antes a su casa por compromisos varios. 
HORARIO DE TRENES BENAOJÁN-CORTES:
https://www.trenes.com/horarios/benaojan-cortes-de-la-frontera/
Track de la ruta:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16439197
Bibliografía:
http://andaluciarustica.com/canada-del-real-tesoro.htm
http://pilar-ordonez.webnode.es/
Visita a la Cueva del Gato antes de coger el tren en Benaoján:
Al llegar con más de media hora de antelación, hicimos una breve parada de carretera, para acercarnos a la majestuosa entrada de la Cueva del Gato, declarada Monumento Natural por donde salen las aguas del río Guadares o Gaduares. perteneciente al municipio de Benaoján,  en el perímetro oriental del Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
El manantial presenta unas aguas permanentes y cristalinas después superar un tramo subterráneo de más de cuatro kilómetros, desde su infiltración en la Garganta del Hundidero, que también visitamos en una ruta realizada en septiembre 2016, hasta la salida por la Cueva del Gato. En realidad, la cueva es la boca o extremo sur del conjunto espeleológico denominado Sistema Hundidero-Gato, aunque habitualmente se suele conocer a todo el conjunto por el nombre de ésta, su boca más famosa. De origen cárstico, se trata del sistema más importante de Andalucía, con simas, lagos, sifones, cañones y salas que llegan a alcanzar hasta los 70 metros de altura.
Es de interés la confluencia de los ríos Guadares y Guadiaro, poblada por una representativa vegetación de ribera que permite observar diversas aves acuáticas, como garzas reales, azulones, ruiseñores, lavanderas, mirlos o por ejemplo cormoranes, como uno que coincidió con nosotros a nuestra llegada al paraje. La cavidad alberga también una de las mayores colonias sedentarias de murciélagos cavernícolas, importantes pinturas rupestres, tanto en la boca como en el interior de la cavidad, y cultura material del Neolítico (cerámica cardial). Este hecho ha propiciado su declaración como Bien de Interés Cultural.
Viaje en tren desde Benaoján a Cortes:
Si escogemos una asiento de ventanilla, para recrearnos con el paisaje, viviremos este corto viaje en tren, como una especie de trailer que nos mostrará en a penas 20 minutos, los paisajes por donde discurrirá nuestra ruta de unas 7-8 horas, siendo los grandes protagonistas el río Guadiaro, en paralelo a la vía del tren, los paisajes de huertas y dehesas y el telón de fondo de la Sierra de Los Pinos y los colosos de la Sierra de Líbar.
La Cañada del Real Tesoro es un pequeño núcleo de población perteneciente a Cortes de la Frontera, se encuentra aproximadamente a unos 5,5 km de este, en pleno Valle del Guadiaro.
En la Estación de Cortes (Cañada del Real Tesoro) hay pequeñas tiendas, supermercado, panadería, hotel rural y varios bares que ofrecen tapas tradicionales del lugar.
La Cañada del Real Tesoro es una zona ideal para los amantes de la pesca, el senderismo, los paseos a caballo, la observación de aves, ciclismo, fotografía, etc. Durante la primavera las flores silvestres son impresionantes y durante el verano se puede ver a sus habitantes recogiendo la fruta de sus huertas regadas por el río Guadiaro. En invierno es costumbre salir a recoger espárragos y tagarninas.
La Estación de Cortes adquiere cierta importacia y mayor número de habitantes gracias a la construcción del ferrocarril en 1890. Los ingleses que vivían en Gibraltar querían viajar por tierra desde Algeciras hasta el Reino Unido. Para ello,comenzaron con fundar  en 1880 la compañía "Algeciras -Gibraltar Railway Campany" con  el proyecto de construir un ferrocarril que uniese Algeciras con Bobadilla  y desde allí enlazar con el ferrocarril Córdoba- Madrid- Málaga. En 1892 se inauguró la línea Algeciras -Ronda, donde el año anterior ya había llegado el tramo desde Bobadilla.
Tramo 1: De la Cañada del Real Tesoro a Jimera de Líbar:
Si bien para iniciar la ruta, tan sólo tenemos que atravesar la vía y caminar paralelos a la misma, unos 200 m dirección N, desviándonos a la derecha para atravesar el puente y continuar un corto tramo por la carretera hacia Gaucín. Tomándole la palabra a nuestros amigos Jorge y Kminante del Sur, decidimos adornar el inicio, dejando el mencionado puente sobre el Guadiaro a nuestra derecha, continuando unos 200 m en paralelo a la vía del tren (que la llevamos a nuestyra izquierda), hasta pasar bajo la misma, por un puentecillo, que salva el modesto caudal del arroyo Hondo, junto al cual caminamos un corto trecho, hasta que poco después el camino se hace empedrado y en poco mas de 300 m desde el mencionado puentecillo, llegamos a la que se conoce como Casa de Piedra, que se encuentra situada junto a la antigua vereda que unía la Cañada del Real Tesoro, con Cortes de la Frontera. La distancia entre el Puente sobre el Guadiaro y la Casa de Piedra es de 500 m de ida (y otros 500 m de vuelta), que quedan plenamente justificados, teniendo en cuenta la magia y la historia del lugar.
La carretera que une ambas localidades, queda unos 200 m al oeste. Accedemos mediante una precaria angarilla, que cierra un pequeó vallado de piedra. El lugar tiene un halo de magia realmente singular y a lo primero que mee recordó fue a la iglesia rupestre de Bobastro, de hecho fue realizada mediante un minucioso ahuecamiento de un bloque de arenisca. Fechada entre los S. VI-VII y de origen paleocristiano, probablemente se trató en su origen de una ermita mozárabe (templo clandestino construido por los cristianos que vivian bajo dominio musulmán).
Posteriormente se utilizó como lagar, del que se conserva parte de la prensa así como las tinajas labradas en el suelo y otros utensilios, que de forma muy didáctica nos estuvieron explicando los Maestros Don José y Don Pedro, haciendo una especie de disección "CSI Valle del Guadiaro" de los artilugios que hubo allí en su día, su utilidad y funcionamiento. 
El exterior está abundantemente decorado. La puerta principal de la fachada se enmarca en un nicho de medio punto. En su pared externa, las columnas sostienen arcos de medio punto. Es una bella muestra del patrimonio troglodita de la arquitectura rupestre en la Serranía de Ronda, al igual que en la Ermita de la Oscuridad o de la Virgen de la Cabeza de Ronda.

Regresamos sobre nuestros pasos hasta el puente de la Cañada del Real Tesoro, por donde la carretera que viene desde Gaucín, cruza las aguas del río Guadiaro, que es lo que vamos a hacer nosotros, caminando ahora dirección E, en suave pendiente ascendente por la mencionada carretera (dirección Gaucín), hasta que unos 400 m mas allá tomamos una pista terriza a nuestra izquierda.
A partir de este momento, ya estaremos caminando por la antigua Cañada Real del Campo de Gibraltar, que será nuestra principal referencia en esta ruta, en la primera mitad por pista terriza y mas adelante por angostos senderos. 
Durante un buen rato nos acompañarán a nuestra izquierda las vistas hacia Corte de la Frontera al oeste, con el telón de fondo de la Sierra de Los Pinos y del Martín Gil, y al este el cordal de los Valles del Guadiaro y del Genal, donde destaca el tajo Bermejo y el peñón de Benadalid al que habíamos subido, tan solo dos días antes. 
Llegamos a un cruce importante donde la pista por la que vamos se bifurca formando una "Y", (km 4,6 de ruta), siendo nuestro camino a seguir, el ramal de la izquierda que see mantiene mas cerca del río, pues eel que tira a la derecha comienza a subir para trasponer hacia el Valle del Genal.
A ambos lados del camino, tenemos bucólicos paisaje de huertas y fincas ganaderas donde no faltan las vacas o las cabras. Estos primeros kilómetros de carrileo, discurren entre encinas, alcornoques y majestuosos quejigos, que albergan algunos musgos y helechos. En lo que a matorral se refiere destacan las aulagas, matagallos y retamas.
A penas 200 m mas allá de la mencionada bifurcación, merece la pena abanddonar momentaneamente la pista, para tomar un corto ramal a la derecha (Este) que nos conduce hasta la laguna de La Vega, que nos encontramos a un nivel muy alto, debido a las recientes lluvias, desde la laguna se antojaba relativamente cercano el tajo Bermejo al Este.
El siguiente hito destacable del itinerario es el pequeño puentecillo de madera que cruzamos para salvar las aguas del arroyo de La Alfaca (km.6,6), inmediatamente después de pasar bajo un puentecillo de la vía del tren, por donde el agua ocupaba prácticamente todo el ancho de su cauce.
Después de caminar un trecho de unos 200 m llevando la vía del tren a nuestra derecha, volvemos a pasar por debajo de la misma, de manera que volvemos a llevarla a nuestra izquierda (que es lo habitual el 95% de nuestro itinerario), caminamos ahora por una zona mas póbre de vegetación, las lluvias caídas en los días previos aún inundaban de charcos gran parte de la pista convertida en barrizal, que a veces nos obligaba a dar pequeños rodeos.
En el km 8,6 de ruta nos encontraremos con un ramal del camino que sale a la derecha (portegido por una angarilla) por la que deberíamos pasar si tenemos intención de ir a la localidad de Jimera de Líbar. Pero nosotros, nos mantuvimos en el sendero que continúa recto, por este tramo muy angosto, entre grandes retamas, dejando a nuestra izquierda dos grandes troncas de olivo, probablemente tricentenarios, semi ocultos por sus propias ramas bajas y a renglón seguido el vado del arroyo de Los Judios, donde afortunadamente nos encontramos con unas piedras muy bien colocadas, porque la verdad es que ese día bajaban cargadas de agua, hasta lñas torrenteras que no aparecen en los mapas topográficos.
 A partir del arroyo de Los Judíos, nos adentramos de lleno en la mágica dehesa de Líbar, sumergiéndonos en una especie de bosque encantado,que cuenta con un amplio bosque de alcornoques y en menor medida encinas y quejigos, dónde núnca falta el canto de los pajarillos, el esporádicos paso dee algún tren, con el telón de fondo del Martín Gil a nuestra izquierda, que poco a pooco vamos deejando atrás, conforme vamos avanzando y poniéndonos a la altura de la Sierra del Palo.
Poco a poco la dehesa va dando paso a un paisaje donde vuelven a predominar la retamas y algunos hérguenes (que pinchan bastante), encontrándonos con varias angarillas que dejaremos cerrada a nuestro paso. Siendo el siguiente hito un aparatoso puente metálico peatonal para cruzar la vía del tren, que estimamos innecesario si atravesamos la vía con las debidas precauciones, como se ha hecho toda la vida. 
De modo que volvemos a llevar durante un corto trecho la vía a nuestra derecha, y el río Guadiaro, siempre a nuestra izquierda, pero ahora mucho mas cerca, hasta eel punto de invitarnos a pasar una angarilla para asomarnos al espeectacular azud del Molino del Inglés (y Molino de Enmedio), km 11, que marca un poco el límite de la playa fluvial de la Casa de la Llana, sede de un grupo de boy Scout y popular zonade baño en temporada de verano.
Tan solo 700 m mas allá, por el camino que discurre paralelo al Guadiaro, llegamos a un alojamieento rural, construido a base de piedra como las casas del Norte, que incluso nos llegó a recordar al Camino de Santiago, se trata de laa Antigua Venta de la Salud, ubicada junto al antiguo Molino de Rodete. 

 Desde el alojamieento rural del Molino de Rodete, llegamos en escasos minutos a las primeras casas de la barraiada de la Estación de Jimera (km. 12,5), donde tenemos la opción de continuar con la vía a nuestra derecha, o pasar por un tunelillo peatonal (cual estación de metro) que nos condujo, casi de forma directa al Bar Allioli, único bar abierto que nos encontramos en la zona, regido por unos guiris, que estaba especializado en una gran variedad de cervezas y hamburguesas internacionales, además de algunas tapas y platos varios. Manuel, Dolores y yo optamos por disfrutar de la comida y cervezas del bar, mientras que Pía, Pepe y Pedro optaron por su almuerzo espartano mochilero y alguna bebida del bar.

Tramo 2: De Jimera de Líbar a Benaoján:
A partir de aquí nuestra ruta coincide con el emblemático SL A-138, Sendero del Guadiaro, sobre el que posteriormente diseñaron el trazado de los senderos de Gran Recorrido GR 141 Serranía de Ronda y GR 249 Gran Senda de Málaga.
En realidad es la continuación de la misma Cañada Real del Campo de Gibraltar, importante vía de comunicación, que une en este tramo las poblaciones de Jimera de Líbar y Benaoján. Continuando paralelo al río Guadiaro, cuyas aguas van dibujando un recorrido sinuoso buscando los pasos más fáciles entre montañas. Si bien son sendas y veredas lo poco que queda de la antigua Cañada Real. Finalmente, el ferrocarril, más exigente, supo también, no sin dificultad, adaptarse a esta complicada orografía que resultó ser todo un deasfío para los mejores ingenieros ferroviarios de la época, que periódicamente han tenido que luchar contra los numerosos desprendimientos de la montaña sobre la vía del tren y también por el enorme impacto de las cañadas que bajaban en crecida tras lluvias torrenciales, llevándose gran parte de la base de tierra y piedras que sustentaba la vía del tren, tal y como nos estuvo explicando nuestro ínclito amigo manuel Serrato, que ha estaado trabaajando toda la vida en Renfe.
Una vez en la  Estación de Jimera de Líbar, nuestra referencia a seguir es la calle que asciende paralela al ferrocarril. Al final del trayecto asfaltado, dejamos a la derecha el desvío que nos llevaría hasta JImera de Líbar y que también coincide con la ruta de Fray Leopoldo, por llegar hasta Alpandeire. 
Pero nosotros tomamos el ramal de la izquierda, pasaremos por una zona de huertas y junto a una explotación ganadera, hasta llegar a las proximidades de la línea férrea. La senda asciende suavemente a la izquierda. Las vistas del valle comienzan a ser excelentes, encajados entre la Sierra del Chaparral y del Palo a nuestra izquierda y las lomas del Cancho del Conio a la derecha. Al otro lado del río vemos una zona de tupida vegetación, donde un arroyo se une al Guadiaro descargando las aguas infiltradas en las calizas de la Sierra del Palo. En este paraje, denominado Las Artezuelas, existe una captación de agua de donde se abastecen las localidades de Jimera de Líbar y Cortes de la Frontera. En todo momento llevaremos la vía y el río a nuestros pies. El sendero se va adaptando a la sinuosidad del terreno bajo una tupida vegetación de monte mediterráneo, entre la que podemos observar, encinas, quejigos, algarrobos, acebuches, etc., además de un denso matorral asociado a ellos.
 El río Guadiaro desemboca en el Mediterráneo después de recorrer 183 kilómetros y salvar más de 700 metros de desnivel. Es uno de los ríos más importantes de la Cuenca Hidrográfica del Sur. Se forma en la confluencia de los ríos Guadalcobacín y Guadalevín, cerca de Ronda, y delimita al Parque Natural Sierra de Grazalema por su parte este. Durante su recorrido, recoge el agua de varios arroyos, destacándo en el curso Alto el río Gaduares que sale de la Cueva del Gato y el imponente aporte del Molino del Santo en época de abundantes lluvias, a partir de ahí se le van sumando aportes de modestos arroyos y torrenteras esporádicas, hasta que cerca de su desembocadura se len unen los ríos Genal a la altura de Casares y el río Hozgarganta a la altura de San Martín del Tesorillo, terminando su recorrido en la localidad de Torre de Guadiaro.
Las Angosturas: Cruzaremos un pequeño puente de madera sobre arroyo del Águila, también conocido como arroyo Seco. La vereda nos sitúa justo encima de uno de los túneles de la vía férrea y, al otro lado del río, vemos unos canchales bajo los que se encuentra la Cueva de la Pileta.
Continuando por nuestra senda, el Maestro Don José Guerrero nos comenta la difeerencia entre el material deleznable de la vertiente del Guadiaro por la que discurre el sendero, vertiente izquierda del río, derecha en el sentido de la marcha), por unas lomas formadas a partir de mantos dee corrimientos que han sido como una escombrera arrastrada hasta este lugar por grandes cataclismos. Mientras que en el margen derecho del Guadiaro, (izquierdo en el sentido de nuestra marcha), al otro lado del río se notan los materiales mucho mas compactos de las calizas superiores y las margocalizas inferiores.
En el tramo de Las Angosturas, el valle se cierra creando un fantástico bosque de ribera, con chopos, olmos, sauces y fresnos. Seguimos nuestro camino y llegamos a las ruinas de una antigua venta, llamada del arroyo de la Dehesa, también conocido como cortijo del arroyo del Molino del Moro o del Agua, cauce situado tras ella y que cruzamos por un pequeño puente de madera.
Benaoján a la vista, nada mas dejar atrás las mencionadas ruinas del cortijo, el sendero se torna en carril terrizo, que mejora de firme a medida que avanzamos. Tras una última subida prolongada, nos adentramos entre encinas y algunos quejigos. Al otro lado del río, divisamos la sierra de Juan Diego, coronada por la cima del Pico Ventana. 
Y en poccos minutos ya tendremos la localidad de Benaoján a la vista, bajo las escarpadfas laderas de la sierra de Juan Diego, y la barriada dee la Estación mas abajo a su derecha. El encinar aparece salpicado con algunas manchas de olivar. Al poco tiempo pasamos junto a unas edificaciones rurales y llegamos a un puente sobre el río Guadiaro, que nada mas cruzar y desviándonos a la derecha, nos deevolvería a la Estación de Benaoján. Pero en nuestro caso, al cruzar el puente, continuamos caminando en paralelo al imponente curso acuático de un tributario del Guadiaro, que también cruzamos por un puentecillo, siguiendo en paralelo al parking del hotel "Molino del Santo" (nombre con el que también se conoce este impresionante curso acuático que en época de lluvias abundantes no le tiene nada que envidiar a cualquier río Pirenaico y que en Benaoján también se le conoce como Los Cascajales o el Ejío hasta que llegamos a su nacimiento, donde se forman unas cascadas de hasta 5 m de altura,  que constituye un importante punto de descarga de la Sierra de Líbar; mediante trazadores se ha comprobado su conexión con los llanos de Líbar y de Pozuelo. En las márgenes del nacimiento pueden observarse conducciones que llevaban al agua a molinos harineros y a una central hidroeléctrica, lo que da fe de los excelentes caudales de esta surgencia kárstica. Sus aguas desembocan directamente al río Guadiaro.
Si al llegar al tramo central dela ruta, decidimos desviarnos a la derecha para visitar la localidad de Jimera de Líbar: Al dejar atrás la Dehesa de Jimera, veremos una hilera de pinos delata el cauce del arroyo de Atajate o del Molinillo, otro tributario del Guadiaro. Tal y como vamos llegando a Jimera de Líbar podemos comprobar cómo está asentada sobre la falda occidental del cancho del Conio.
Al llegar a Jimera de Líbar lo primero que nos encontramos es una fuente con inscripciones antiguas. Jimera de Líbar tiene su origen en un emplazamiento árabe llamado "Inz Almaraz", que significa fortaleza o castillo de mujer. De hecho, su casco urbano tiene reminiscencias de estilo mudéjar, se adapta al trazado laberíntico y sinuoso de sus calles. Sobre su antiguo castillo se construyó, tras la reconquista, la iglesia del pueblo siendo dedicada a la Virgen de la Salud , en cuya reciente reconstrucción  (1964) se encontraron restos de un cementerio musulmán. Merece la pena visitar un bonito mirador con vistas al Valle del Guadiaro y el telón de fondo de la sierra de Líbar. Anteriormente denominado Ximena o Ximera, alcanzó, ya con su nueva denominación, su máximo apogeo demográfico a finales del Siglo XIX, sobrepasando el millar y medio de habitantes. En 2005  contaba con una población de 435 habitantes.

viernes, febrero 10, 2017

Circular Gaucín-Hacho de Gaucín (ida por el Camino de Cortes)

Cómo llegar a Gaucín: Sin lugar a dudas, la mejor forma de llegar a Gaucín es a través de la carretera A-405 Ronda-Algeciras, pero si llegamos desde la Costa del Sol, debemos tomar la tortuosa A-377 Sabinillas-Manilva-Gaucín, posiblemente una de las peores carreteras de la provincia de Málaga, junto con el tramo que va de Álora al valle de Abdalajís. Desde San Luis de Sabinillas, situado a orillas del Mediterráneo, la carretera comienza a subir, llegando rápidamente a Manilva y poco después llegamos a una gran rotonda próxima a una cantera, que amenaza con profanar el idílico Torcal de la Utrera, que está muy cerca de allí. Si tomamos el ramal de la derecha, descenderíamos hacia Los famosos Baños de la Hedionda, pero nosotros debemos continuar de frente (dirección Casares).  A lo largo de los próximos 4 km vamos a ir llevando a nuestra izquierda los grandes auto generadores pertenecientes al parque Eólico de Casares que vamos a ir dejando a nuestra izquierda; por aquí ya debemos conducir con los cinco sentidos, debido a la cantidad de baches que presenta la carretera y que nos acompañarán hasta que crucemos el río Genal. Resulta que estamos sobre una zona de mantos de corrimiento, donde el Flysch de Gibraltar se detuvo al chocar contra Sierra Bermeja, fruto de aquellas presiones, apareció Sierra Crestellina, que vamos a ir llevando a nuestra derecha, tan pronto como dejemos atrás el desvío hacia Casares (también a la derecha). El caso, es que la carretera presenta muchos tramos rectos, a mitad de los mismos se encuentran algunos baches y ondulaciones que de cogerlos a mucha velocidad podrían desviarnos de nuestra trayectoria, debiendo extremar la precaución cuando nos encontramos con algún coche de frente. Hasta que llega un momento, que iniciamos una interminable sucesión de zig-zags que nos llevan al fondo del valle, cruzando el Genal sobre un puente, que suele ser zona de baño en los meses de verano. A partir de aquí nos espera otra larga sucesión de zigzags hasta Gaucín, aunque afortunadamente el piso de la carretera ya mejora, al cambiar el tipo de suelo sobre el que discurre la carretera.
Gaucín, Pasajes de la Historia:
Gaucín, Puerta Meridional de la Serranía de Ronda, que da paso a una constelación de pequeños pueblos de traza morisca, que salpican el valle del Genal, protegidos en el regazo de las montañas. En tiempos de ocupación musulmana, era escala indispensable en la ruta hacia el interior de al-Andalus para bereberes, almorávides y meriníes, mas tarde para bandoleros y contrabandistas, en el siglo XIX ya recibía visitas de «viajeros-románticos» procedentes de la Costa. Gaucín es un privilegiado balcón hacia el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar al sur, así como de gran parte de la Serranía al norte. Su estratégica posición permite disfrutar de grandes panorámicas en la distancia, y por el mismo motivo es una localidad que junto con su sierra del hacho, hace que también sea una referencia visual desde muchos kilómetros a la redonda..
Al igual que en la mayoría de los pueblos del valle del genal, aunque sus primeros restos arqueológicos se corresponden con la época romana, esta localidad adquiera ya importancia en época musulmana, cuando recibe el nombre –de Sair Guazan, la «roca fuerte», debido a su estratégica posición– y adquiere mucha importancia debido al control que ejercía de las vías de comunicación con la zona del Estrecho. Las crónicas recogen ya la existencia de la fortaleza de Gaucín en el año 914, al citarse entre los puntos desde los que contempló la quema en la bahía de Algeciras de las naves que abastecían a los rebeldes del muladí Umar Ibn Hafsun, atrincherados en las sierras malagueñas.
Tal fue la importancia de su inexpugnable emplazamiento y sus poderosas defensas, que la localidad pudo resistir durante largo tiempo las incursiones de los cristianos al convertirse en una de las plazas vitales del área fronteriza del reino nazarí de Granada, entregada de vez en cuando, al igual que Algeciras y Ronda, a los meriníes norteafricanos para su custodia.
El pueblo está situado en la vaguada que la Sierra del Hacho, bajo el castillo, que tuvo un gran valor estratégico ya que con Gibraltar, constituía la defensa de la entrada por el Sur. Construido como fortaleza estratégica por los romanos, fueron los árabes quienes dejaron más huellas en el recinto, que conserva su pureza arquitectónica, de la que se deduce la importancia que dieron a este baluarte, al que dotaron de las poderosas defensas hasta hacerlo inexpugnable.
El 17 de septiembre de 1309, murió luchando contra los musulmanes en las inmediaciones del castillo del Aguila, en los Prados de León, don Alfonso Pérez de Guzmán, señor de Niebla, Nebrija y San Lucar de Barrameda, llamado Guzmán el Bueno. Único dato fidedigno hasta que se produce la conquista por los Reyes Católicos el 27 de mayo de 1485.
En la villa permanecieron los musulmanes que quisieron con sus propiedades, pero “en 1488 el rey don Fernando el Católico dejó en el pueblo de Gaucín una respetable guarnición, mas los habitantes cansados del señorío de los cristianos, se confederaron entre sí y mataron a los soldados. No les duró mucho la alegría, pues los moros comarcanos, para hacer ver que no tenían parte en este hecho y por temor de ser castigados, se reunieron y cercaron Gaucín: acudieron con nuevas gentes de Sevilla el marqués de Cádiz y el conde de Cifuentes y recobrado que hubieron la plaza, hicieron esclavos a todos los que no pasaron a cuchillo”. No obstante, entre 1500 y 1502 se propaga por el oeste de la provincia de Málaga, la mayor rebelión de los moriscos conocida hasta la fecha, tras la reconquista. 
Otro hecho relevante y sangriento, ocurrió en la quinta invasión del pueblo por las tropas napoleónicas, de las seis que hicieron, el 8 de julio de 1810, asesinaron a todos los habitantes que se encontraron a su paso, quemando los archivos municipales y parroquiales.
Gaucín se recupera con un crecimiento paulatino a lo largo de la Edad Moderna. Volviendo a figurar como uno de los núcleos más ricos de la Serranía de Ronda y cabeza de partido abarcando gran parte de los valles del Guadiaro y del Genal, incluyendo las localidades de: Cortes de la Frontera, Casares, Benarrabá, Algatocín, Benalauría,  Benadalid y Atajate, que llegaron a depender de Gaucín.
El monumento más importante y emblemático de la localidad es el castillo del Águila, hoy en ruinas; pero no pueden pasar desapercibidas las rejas de balcones y ventanas, muchas de ellas fabricadas en los siglos XVI y XVII. Su casco antiguo, plagado de casonas y mansiones con escudos heráldicos, fiel reflejo de su antigua ápoca de esplendor.
El castillo del Águila se alza sobre un montículo de 688 metros de altitud sobre el nivel del mar y fue construido por los romanos. En el año 914, durante la campaña contra los Umar ibn Hafsum, los vecinos de esta Gaucín presenciaron desde el castillo la quema de las naves de Umar ben Hafsum, en Algeciras. Abd al Yabbar, hijo del Al-Mutamid, conquistó el castillo de Gauyan (Gaucín) en el siglo XI, que unos años mas tarde rebautizan como: Sair Guazan, la «roca fuerte». En uno de sus asedios, en 1309, se inmortalizó Guzmán el Bueno y halló su muerte. Este fuerte fue conquistado por la tropas cristianas en 1485. El primer Alcaide residente en el castillo fue Pedro Castillo. Otros Alcaides fueron Juan de Torres, su hermano Rodrigo (1496), Juan Maraver (1513), Juan de Campo Vaca de Mendoza (1559), etc..
Con la invasión francesa el castillo se convirtió en foco de resistencia, y fue tomado en el año 1810 pese a que don Antonio de Molina y Navarro, con 20 hombres, desafió a los invasores. El general José Serrano Valdenebro promovió la reparación del castillo en 1839, dado el estado de abandono en que se hallaba, cerrándose una rotura de más de 3 metros de 5 de ancho en el pantallón de la muralla aspillerada, se limpió el recinto, los tres aljibes, el horno, etc., todo ello con un presupuesto de 28.220 reales de vellón. Con esta reforma se pretendía alojar a 80 soldados y oficiales. Posteriormente, en 1842, el castillo albergó a 40 soldados, seis cañones y 2 obuses. En el año 1843 el polvorín explotó causando graves destrozos.
La fortaleza de El Águila es un conjunto de planta irregular formado por tres recintos amurallados. El acceso al recinto exterior se realiza por dos puertas. La puerta principal es la del este, dando acceso por el lateral del valle del Genal. Está formada por dos arcos. El primero de ellos, y mayor, es un arco apuntado construido en ladrillo y con saeteras laterales, asentado sobre rocas calizas. Sobre este arco se superponen sillarejos en hiladas del mismo tipo que conforman el murallón exterior tras el que se halla el camino de Ronda. El segundo arco, más profundo y de medio punto también con bóvelas de ladrillo con gruesa capa de argamasa presenta un alfiz enmarcado. Sobre el trazado del arco superior se superpone el primer lienzo amurallado del recinto. La otra puerta está situada en el lateral norte; es de semejante construcción y presenta saeteras.
El primero de los recintos es el mayor y sirvió para dar refugio a la población y el ganado. Se puede acceder a él por las dos puertas descritas, y posee un cerramiento de muro alto de rocas calizas con aspilleras. En la parte este se encuentra la ermita del Santo Niño y el antiguo hospital. En el otro extremo se encuentra la torre de la Regente, de planta cuadrada, y próximo a ella se encontraba el polvorín que explotó en el año 1848. A poca distancia, entre unos bloques rocosos, se alzan restos de lo que fueron las construcciones militares donde se estima que debieron estar los primitivos asentamientos, por los materiales cerámicos ibéricos hallados y el más antiguo de los aljibes, excavado en la roca del albacar.
El segundo recinto es de mampostería y ladrillo, y posee dos aljibes, uno en cada extremo.
El tercer recinto es la ciudadela. Su planta es cuadrangular, y se accede a él mediante una doble arquería de ladrillo rojizo, de época musulmana. Está formado por dos cuerpos de mampostería de distinto nivel con alternancia de ladrillo y piedra caliza. El primer nivel debe su construcción probablemente a la época califal (siglo X), por los materiales hallados en sus oquedades. El segundo, o campanario, conforma la denominada "Torre de la Reina" de época más reciente.
Bibliografía:
http://rutas.legadoandalusi.es/ruta-almoravides-almohades/ruta-almoravides-almohades/gaucin

Circular Gaucín-Hacho de Gaucín (ida por el Camino de Cortes)
Ficha de ruta:
Distancia: 14 km
Desnivel: 750 m
Dificultad: Media
Track de referencia: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12527090
Fecha de realización: Miércoles 11 de enero de 2017
Participantes: Manuel Limón, Ana Dianez, Antonio Giraldez, Pedro Aguayo, Pepe Guerrero y Juan Ignacio Amador.
Ventajas de este itinerario: nos permite disfrutar del magnífico bosque de alcornoques, encinas y quejigos, que cubre la mayor parte del entorno al norte de Gaucín y su hacho.
Inconvenientes: salvo algunos tramos cortos de sendero, la mayor parte  del tramo de más de 6 km de bosque inicial, discurren por pista forestal y el hecho de descender hasta La Garganta de Las Palas, le añade a la ascensión unos 250 m mas de desnivel, que si comenzamos la ascensión, directamente desde Gaucín.
Ruta circular alternativa (mas corta): Circular Gaucín-Hacho de Gaucín (ida por el Camino de El Colmenar), esta versión coincide con la anterior a partir del Huerto del Molino, Pero acorta la distancia y el desnivel, pues en vez de dar un rodeo descendiendo hasta "la garganta de Las Palas", lo que hace faldear la base de la cara norte del Hacho, sin apenas perder altura, hasta las inmediaciones del cortijo del Huerto del Molino.
Track de referencia: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11728981
Descripción del recorrido: De un tiempo para acá, cada ruta que hacemos por Gaucín o pasamos por allí camino del inicio de ruta, solemos desayunar en el bar La Cruz, situado justo en el cruce en forma de "T", donde finaliza la carretera A-377, que sube desde la Costa, concretamente desde Sabinillas-Manilva y al llegar a las primeras callees de Gaucín,, desemboca en un cruce en forma de "T" de manera que a la izquierda enlazamos rápidamente con la carretera A-405 Ronda-Algeciras, a la derecha parte una calle quee ya nos introduce en el casco urbano de Gaucín, que demos desde un paseo con barandillas a nuestra derecha, de frente nos encontramos con un montón de señalizaciones de cerámica y justo por detrás de estas señalizaciones y a la derecha, dirección E, se trata de la calle Barrio Alto, por la que vamos a caminar hasta el final de la misma, al final de la cual tomamos a la izquierda, prolongando nuestros pasos por calle Tenería, que en bajada ya nos conduce hasta la carretera A-405 Ronda-Algeciras, justo a la altura de la curva donde esta carretera, ya apunta hacia el Norte.
Desde esta curva tenemos unas vistas magnícas sobre Cortes de la Frontera y por encima el extremo sur de la Sierra de Líbar, con todas las cumbres mas emblemáticas desde el Martín Gil, hasta su prolongación en la Sierra de Los Pinos que a su vez marca el límite sur del parque natural Sierra de Grazalema, desde allí hasta El Estrecho, ya nos adentraríamos en el P.nat. de Los Alcornocales. 
En esta magnífica panorámica, que me cedió mi buen amigo Manuel Limón, nos hace una magnífica relación de las cumbres mas significativas que desde allí podemos contemplar.
Ahora nos toca caminar un trecho de unos 500 m por el margen izquierdo de la mencionada carretera
A-405 Ronda-Algeciras. 
Unos 300 m mas adelante nos encontramos con una especia de parque con cenador y un espectacular panel muy ilustrativo con las rapaces mas características de la zona de gaucín, donde destaca la silueta a tamaño real de un buitre.
Justo al lado nos encontramos con un panel de la etapa del GR.141 Serranía de Ronda: El Colmenar-Gaucín-Benarrabá. 
Continuamos caminando por la carretera que pronto vamos a abandonar, al llegar a un cruce de balizas, donde debemos desviarnos a la izquierda, siguiendo la indicación P.R.A-244 Gaucín-Cortes de la Frontera (10 km), se trata de un P.R. que la mayor parte del tiempo se sirve de una red de pistas forestales y algún corto tramo de sendero que a lo largo de los tres próximos kilómetros, casi todo en bajada, va a coincidir con nuestro itinerario.
Desde el inicio de esta pista ya nos adentramos en un bonito bosque de alcornoques, quejigos y encinas, donde destacan las vistas hacia la cara N-E del Hacho, donde destaca un llamativo espolón calizo, cerca del cual pasaremos en el descenso.
El camino se torna mágico en este tramo en el que vamos pasando junto algunas casas en idílicos parajes, llama la atención un árbol del que cuelgan peequeñas calabazas (aunque está muy alto con respecto al carril). Y un poco mas adelante llegando a una bifurcación, debemos tomar el ramal que continía de frente y a la izquierda (obviando el que va a la derecha).
Pronto pasaremos por una angarilla que dejaremos cerrada a nuestro paso, donde ya la pista a pasado a convertirse en sendero, hasta devolvernos de nuevo a la pista, que tomaremos a nuestra izquierda. 
En a penas 5 minutos y en suave descenso vamos a llegar hasta el vado hormigonado de La garganta de Las palas, que en realidad es un modesto arroyo, que nos encontramos con un pequeño cauce de aguas cristalinas, coincidiendo con el punto mas bajo de nuestro recorrido.
Y unos 200 m mas allá llegamos a otro arroyo de semilar caudal, donde merece la peena salirse unos metros del sendero para recrearnos con la bonita cascada que forma en ídilico rincón del roquedo.  Se trata del arroyo de Los Hilos de Enmedio, que se une un centenar de metros mas abajo con la garganta de Las Palas, formando la cabecera del arroyo de Las Carboneras, que desemboca en el margen izquierdo del Guadiaro, antesde la última angostura y caos de bloques que forma este río antes de llegar al Colmenar, tal y como venimos de La garganta de Las Buitreras.
En cualquier caso, a partir dee esta bonita cascada que queda a la izquierda del camino,semi oculta entre un bosquete de adelfas, el camino ya se práctiacamente todo cuesta arriba hasta la misma cumbre del Hacho. No obstante, el bosque de quejigos centenarios, alcornoques, encinas y pinos le aporta gran frondosidad al entorno.
También destacan bloques de pizarras y esquistos  en algunos puntos del talud del camino, llevando siempre a nuestra izquierda el monte y a la izquierda la caída hacia eel fondo del valle por dondediscurre  el arroyo de Las Carboneras, por encima del cual, en dirección N, vemos a la izquierda las calizas de la Sierra de Líbar y a la derecha la Loma de la Sierra, cuyas cotas mas altas son el cerro Poyato (1.137 m) y el Peñón de Benadalid (1.135 m).
Conforme vamos acercándonos a zona de fincas se empieza a notar la actividad ganadera porcina de la zona, por el aspecto de los cerdos, no quisiera uno esstar en su lugar, porque parecen tener sus días contados.
Y en la distancia comenzamos a ver la casa de la Huerta del Peso, de moderna construcción o al menos reformada de hacee muy poco, su amplia parcela incluye una gran balsa de agua, que llegado el caso podría resltar de vital importancia para los trabajos contra incendios forestales.  
Al llegar a la altura del cortijo de la Huerta del Peso, o simplemente del Peso, abandonareemos la pista terriza que nos ha traído hasta aquí, si bien, conviene aclarar, que debemos estar ateentos y no seguir las balizar amarillas y blancas, en el paso de una angarilla que nos situarían en el PR.A-245 Gaucín-El Colmenar, que es el ramal que hemos marcado en el mapa con puntitos azules y que llega aquí desde Gaucín. ESta sería la opción alternativa de ruta circular mas corta a la que hacemos referencia en la introducción de esta crónica. 
Tomando como referencia un azulejo que nos indica, "Ruta IX, Ferrata del Hacho" , rodearemos la alambrada que se encuentra justo detrás, e iremos caminando en paralelo a la alambrada dejando esta a nuestra izquierda y encarando un extenuante tramo de pista-cortafuego de fuerte pendiente, llevándonos a una zona de bosque de encinas y alcornoques, donde la única referencia es un tenue sendero de cabras que gira a la deerecha y nos lleva paralelos a otra alambrada qque también llevaremos a nuestra izquierda, hasta dejarnos en un claro donde ya acaba el bosque y comienza a predominar el matorral el matorral, este claro lo atravesaremos perpendicularmente a nuestra derecha, hasta encontrar la angarilla, que ya nos deja en el cordal superior de la Sierra del Hacho, quedando a la izquierda, a una distancia de algo mas de 1 km la cumbre, y muy cerca de nosotros la rocosa crestería por donde podemos explorar todo lo que queramos, disfrutando de bonitas vistas sobre El Colmenar y un tramo del río Guadiaro.
Por esta zona seguimos viendo placas con el número romano IX, con el que tienen catalogada a la Ferrata del Hacho, ya que ésta es la zona de salida de dicha ferrata, también podemos contemplar vistas hacia el Mediterráneo y al tramo de la carretera que va desde El Colmenar hasta el enlace con la  A-405 Ronda-Algeciras, que es la que hay que tomar para llegar al inicio de la ferrata.

El sendero que une esta cresta con la cumbre discurre la mayor parte del tiempo serpenteando por el redondeado cordal, donde no hay mayor dificultad que la del último esfuerzo para superar los 140 m de desnivel entre el collado intermedio y el vértice geodésico del Hacho (1.011 m), donde estuvimos disfrutando de un mágico almuerzo en tan privilegiada atalaya, bajo el cálido sol del mediodía de enero, junto a la placa, que con gran cariño y esmero colocó la Asociación Senderista Pasos Largos, en una campaña que coordinó el bueno de Rafa Márquez allá por 2005.
 A pesar de que esta cumbre a penas pasa los mil metros de altitud sobre el nivel del mar, dada su estratégica posición es una fantástica atalaya hacia el interior de la Serranía de Ronda y extremo orientral de la Sierra de Grazalema, así como de la franja Costera que va de Sabinillas hasta el Peñón de Gibraltar, que juntocon el Yebel Musa, son nuestros principales referentes al sur.
Sin embargo, las mejores vistas hacia el Este, las tenemos desde la otra cumbre, a penas separada por poco mas de 150 m de distancia, a la que llegamos en poco mas de cinco minutos atravesando un altiplano plagado de matagallos, aulagas y alguún pequeño chaparro. 
Una vez que nos recreamos con las fantásticas vistas que nos ofrece la cumbre ESTE, con Gaucín a nuestros pies con el telón de fondo de Los Reales de Sierra Berbeja al E y la Sierra Crestellina al S-E, iniciamos el descenso por la empinada ladera que al principio nos lleva por un bosqueete de encinas y poco después discurre a través de una zona de matorral donde predominan el matagallo, el romero y las aulagas que ya nos van a acompañar hasta la base del Hacho, la bajada se realiza llevando dirección N, N-E, con el único punto que se presta a confusión al llegar al borde de un cortadocon mucho vuelo, donde un sendero continúa de frente, faldeando la ladera y otro desciende claramente a nuestra izquierda, ése es el que debemos tomar, llegando en pocos minutos hasta las inmediaciones del Puerto de Los Hinojares, donde el sendero gira unos 90º a la derecha, dirección S-E y después de pasar una angarilla enlazamos con una pista terriza que pasa al lado de una finca desde cuyo vallado le estuvimos dando de comer a unos burritos, llegando instantes después a la gasolinera de Gaucín, situada en el extremo occidental de su casco urbano.

 En pleno apogeo del Turismo Activo, cabe destacar que Gaucín se ha convertido en uno de los referentes mas emblemáticos del circuito de vías ferratas de la Serranía y es por ello, que estimamos oportuno hacer una breve mención, que a buen seguro resultará de interés para los amantes de esta espectacular modalidad.
La vía ferrata del Castillo del Águila es de las más difíciles del circuito de ferratas de la Serranía de Ronda. Combina perfectamente un elevado nivel de exigencia física con elevados conocimientos técnicos, necesarios para superar un puente de mono, dos puentes tibetanos y una tirolina. Todo ello en un ambiente muy aéreo y con unas excelentes vistas hacia el Valle del Genal y el Paraje Natural de Sierra Bermeja.
Podemos dejar los vehículos en el aparcamiento situado junto al inicio del sendero que sube hasta el Castillo de Águila. La aproximación se efectúa por un precioso camino empedrado zigzagueante que nos deja en la puerta del Castillo, donde encontraremos el inicio de la vía. La salida se hace subiendo ligeramente hasta encontrar de nuevo el camino del Castillo, unos metros más abajo.
• Municipio: Gaucín.
• Localización (UTM):  X: 292968 ; Y: 4043788.
• Dificultad: K3 Díficil.
• Recorrido: 182 m.
• Desnivel neto: Recorrido horizontal.
• Tiempo total estimado: 2 hrs. y 20 min. (ida y vuelta desde el aparcamiento). 
La vía ferrata del Hacho es bastante exigente físicamente debido a los dos extraplomos que encontraremos y a que requieren de una cierta habilidad y fuerza de brazos, para superar la escalera de cable instalada a mitad de vía. Una vez superada esta, alcanzaremos la cima del Hacho sin dificultad.
Se accede desde la carretera que conceta la pedanía de El Colmenar (Estación de Gaucín) con la carretera Ronda-Algeciras, aproximadamente en el kilometro 2,5. En una curva a la derecha encontraremos un camino de tierra, a la izquierda, que nos llevará hasta el Cortijo del Peso. Justo antes de llegar al cortijo, a la derecha, encontraremos un carril y un ensanchamiento donde podremos dejar el coche. Seguiremos el camino trazado hasta una casa forestal y, desde ahí́, siguiendo el sendero trazado, llegaremos hasta las paredes donde encontraremos el inicio de la vía. El regreso lo efectuaremos hacia la derecha en busca de la casa forestal y el aparcamiento. 
 
• Municipio: Gaucín.
• Localización (UTM):  X: 289653; Y: 4044992.
• Dificultad: K3 Difícil.
• Recorrido: 300 m.
• Desnivel neto: 100 m.
• Tiempo total estimado: 3 hrs. y 30  min.  (ida y vuelta desde el aparcamiento).