lunes, abril 03, 2017

Ascensión al Gibalto y Forcales

ANTES QUE NADA: la mayor parte de la Sierra de Gibalto es propiedad privada, de hecho todos sus caminos de acceso, tienen carteles bien visibles de prohibido el paso. Y la parte alta de la Sierra es COTO DE CAZA Y DE SETAS. Por lo que, al menos, a día de hoy,  es imprescindibles contar con una doble autorización:
1. La del dueño del COTO en la parte alta de la Sierra.
2. La del encargado/propietario del Cortijo del que tengamos previsto comenzar el recorrido.
En nuestro caso, afortunadamente contábamos con los permisos tanto de Fernando, como de Hilario, (previa aviso al guarda) y es por ello por lo que pudimos realizar esta ruta sin ningún problema.
Punto de encuentro recomendado: Hotel Restaurante EL CAPRICHO, que hay en la salida Nº7 de la A-92 (ver mapa adjunto), es justo la Salida de Estación de Salinas, la que coincide con la confluencia del ramal de autovía que baja del Puerto de Las Pedrizas hacia Granada y la A-92 que viene de Antequera. Aquí tomaremos la salida que nos indica a: Villanueva del Trabuco, que es la última salida hacia Villanueva del Trabuco, si venimos de Las Pedrizas y justo en esa salida, te encuentras una gran explanada y el mencionado Hotel Restaurante EL CAPRICHO  con magnífica plataforma de aparcamiento y donde se almuerza o/y desayuna bastante bien.
Lugar y hora de inicio prevista: No más tarde de las 10.00 am en el Cortijo de La Parrilla. SE accede desde el kilómetro 14 de la carretera que va del Puerto de Los Alazores a Riogordo. Desde el Restaurante EL CAPRICHO, tomaremos dirección Villanueva del Trabuco y justo antes de llegar a esta localidad, ya tomamos un desvío a la izquierda hacia El Puerto de Los Alazores. A nuestra izquierda llevaremos todo el tiempo el perfil de la Sierra de Gibalto y de frente la Sierra de San Jorge (no tomaremos ningún desvío hasta que lleguemos al Puerto de Los Alazores (donde enlazaremos con la antigua carretera Málaga-Granada). Aquí tomaremos a la izquierda, dirección Loja-Ríofrío y en poco más de 5 minutos, estaremos atentos a tomar el carril, en buen estado, que en apenas 500 m nos lleva directamente al Cortijo de la Parrilla.
Distancia: entre 12 y 16 km (según la opción escogida)
Desnivel acumulado de ascenso: entre 650 y 800 m (según opción escogida)
Tipo de terreno: carril terrizo 15%, vereda terriza: 20%, senderos perdidos de cabras: 40%  y lapiaz campo través, tipo "aterriza como puedas" en zona de cumbre y cordales montañosos: 35%
Tipo de ruta: Circular en el sentido contrario a las agujas del reloj
Meteorología:  Cielos despejados todo el día. Apenas pasamos de los 15ºC en zona de cumbres, viento NORTE de unos 20 km/h, que sólo notamos en zona de cumbre y collados.
Material necesario: Lo habitual en terrenos calizos, botas de trekking, un par de bastones e ir bien provistos de agua (mínimo 3 litros), aunque en principio la temperatura que dan sea más bien fresca.
Mapa y Bibliografía: IGN . Track e inidicaciones de referencia de mi amigo Miguel González Domínguez. Su track aparece con puntos rojos en el mapa. Los puntos verdes coinciden con nuestro itinerario. Y los azules son de mi paisano Miguel López ("Guirro" en Wikiloc), que también tiene el interesante blog de: http://senderosantoniolopez.blogspot.com.es/2014/04/sierra-de-gibalto-exploracion-completa.html
Parte del trazado de su track coincidía con el nuestro y de hecho era nuestro segundo track de referencia, aunque finalmente no hicimos uso de él. Pero sus crónica y reportajes nos fueron de utilidad para hacernos una idea de su escarpada crestería.
Tiempo aproximado: 6-8 horas (según itinerario escogido)
Punto de partida: Cortijo de La Parrilla (820 msnm), se accede desde el mojón kilométrico 14, de la carretera A-3341 Puerto de Los Alazores-Riofrío
Puntos más elevados: Pico Forcales (1.375 m), Pico GIbalto (1.486 m) y tres cumbres secundarias de entre 1.411 y 1.475 en la prolongación de la crestería hacia el sur.
Fecha de realización: sábado 1 de abril de 2017
8 Participantes: Eduardo Campos "Padre Carras", Manuel Limón "Premio Nobel de Senderismo", Ana Dianez "La Arqueóloga", Kminante del Sur "El Cronista del Wikiloc", Mariano "El INgeniero de Telecomunicaciones", Don José Guerrero "El Maestro Geobotánico", Manolo "Supersónico" y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Fotografos colaboradores: Rafa Castillo, Manuel Limón y Kaminante del Sur.
Video (al final de esta crónica): de nuestro compañero Ruben "Kminante del Sur".

Algunas pinceladas sobre la Sierra de Gibalto, curiosidades y su geología (facilitados por Ulises el guarda de la Sierra):
Después de una larga búsqueda infructuosa sobre la palabra Gibalto, me inclino a apoyar la hipótesis de mi amigo Ruben "Kminante del Sur" que mantiene que dadoque la silueta característica silueta deesta Sierra vista desde Villanueva del Trabuco parece una Sierra con jorobas, o al menos con una joroba, mas alta quesería la cumbre. Siendo el sinónimo mas frecuente de joroba en castellano antiguo una "giba", La palabra "Gibalto"viene de unir las palabras "GIBA" + "ALTO", algo así como "JOROBA ALTA", lo cual tiene mucho sentido viendo el perfil de esta sierra, tan distinta a las del entorno en cuanto a su peculiar perfil.
Por otro lado, el amigo Hilario, encargado del Cortijo de La Parrilla, y otros lugareños, mantienen la teoría de que los nombres de Gibalto (1.486 m) y Forcales (1.375 m), están cambiados de lugar respecto a como vienen en los mapas topográficos del IGN. Algo que no sería de extrañar en Andalucía, donde se suelen dar errores de bulto en muchos mapas topográficos. Sin embargo, nuestro amigo manuel Limón estuvo investigando mapas antiguos y estos nombres ya estaban colocados, tal cual aparecen hoy día, al menos desde el Siglo XIX. 


En cualquier caso, nosotros, para evitar confusiones en la descripción que damos en esta crónica, seguiremos llamando a cada cumbre por el nombre que aparece en los mapas del IGN, dejando simplemente estas referencias, para los amantes de las curiosidades.
Un cura arqueólogo que estuvo viviendo en una época en  la pedanía de Fuente Camacho, afirmaba que los restos de la antigua calzada empedrada que se encuentran cerca del cortijo de La Artichuela (antaño conocido como "La Ortichuela", a unos 500 m de Fuente Camacho, al norte de la sierra de Gibalto, son de época romana. De hecho, una prospección llevada a cabo en las proximidades del cortijo de la Artichuela ha proporcionado algunos restos de cerámica, que parece corresponder a época romana, con excepción de dos fragmentos: un borde de ataifor de vidrio mellado con decoración de trazos de manganeso y un borde de disco o tapadera. También existen restos de una gran alberca, hoy en desuso, que era utilizada como colector-distribuidor del agua de la fuente existente en las proximidades del cortijo.
La iglesia Mayor de Loja custodia una gran piedra que causa impresión por sus dimensiones, con inscripciones en latín que se encontraba, precisamente en la pedanía de Fuente Camacho (antiguo asentamiento romano denominado "Ilípula"), donde según cuenta la leyenda, el mismísimo San Pedro en su misión de expandir el Cristianismo por todo el Mundo, fundó una primitiva iglesia. Leyenda o realidad, el caso es que los tajos que forman parte de la crestería del Gibalto, son conocidos como tajos de San Pedro, para reforzar la leyenda de que el apostol fue enterrado en su base, aunque cueste creer que después de crucificarlo bocabajo a las puertas de Roma, se tomaran la molestia de traerlo, nada menos que a la sierra de Gibalto. Pero ahí quedan estos datos curiosos para los amantes de la toponimia y las curiosidades y leyendas históricas.
Al oeste de Fuente Camacho existen unas pequeñas lagunas saladas, de donde todavía se extrae sal. A unos 4 km al oeste de allí se encuentra la Reserva Natural delas Lagunas de Archidona.


Para añadir otra hipótesis, mi amigo José Luis Ruiz López nos recuerda que un arabista granadino​ comentó una vez  que la raíz Gibral proviene de la palabra arabe "Gebel" que significa monte, cerro o el alto.
Asi por ejemplo tenemos Gibraltar que es la evolucion de "Gebel al Tarif" (o cerro de "Tarif"  jefe militar árabe en la entrada a la peninsula); o por ejemplo: Gibralfaro el monte del faro; "Gebel ali" (cerdo del monte,); y así otras muchas.
A veces se unen la raíz árabe y su traducción castellana conservándose las dos:
Por ejemplo " la Cuesta de la alhacaba" esto es "La cuesta de la cuesta". La puerta de Alcala " la puerta de la puerta" y así tantas otras en las que podría encajar Gibral alto, cuya traducción en este caso sería "monte alto". 
En la Sierra de Gibalto abundan las calcitas, calizas nodulosas y las margocalizas. Así como el sílex en el Lías superior y escamas de radiolaritas en la parte baja de la sierra.
En cuanto a la tectónica, este sector muestra una asociación de pliegues y pliegues-falla, derivando a fallas inversas, convergencia al SSE. A este plegamiento se le superponen efectos tectónicos posteriores en la zona de las ruinas del cortijo del Hoyón, conocido como El Filastro.
Gran parte de la Sierra de Gibalto, corresponde al sustrato Liásico
La vertiente oriental de la Sierra de Gibalto, hacia el Puerto de Los Alazores, así como el pico de Los Tres Mogotes (Sierra de Loja) están interrumpidas y deformadas por una tectónica de pliegues y escamas de dirección N,N-O. Vergente al O,S-O, bien patente en el borde oeste de la Sierra de Loja.
Antecedentes: El pasado 1 de febrero de 2017,  Rafa Castillo, Manuel Serrato y un servidor nos disponíamos a alcanzar la divisoria de aguas de la Sierra de Gibalto, cuando el guarda de la Finca, Ulises (que cumple su trabajo con más eficacia que "el Ojo de Sauron en Mordor") nos dio el alto, informándonos de que había una cacería y teníamos que regresar sobre nuestros pasos. Tras charla amistosa para tomar más información sobre la toponimia de la zona y de paso pedirle su teléfono.
Nos dijo que lo llamáramos a finales de marzo, para pedirle autorización, y cual sería nuestra sorpresa cuando fué el mismo dueño de la finca quien nos llamó (tras conversación con el guarda que le había informado de nuestros deseos de subir a la Sierra). Dándonos su visto bueno para subir el sábado 1 de abril, de manera que pudimos coronar sus dos cumbres principales: Gibalto, Forcales y otras cumbres secundarias tan bonitas o incluso más que las más altas de esta misteriosa Sierra, cuyos accesos son todos caminos privados y su parte alta: COTO DE CAZA Y DE SETAS, a las que no se puede acceder sin el salvoconducto, que tuvimos en esta preciosa jornada primaveral.
Breve descripción del recorrido:
Tomando como punto de partida el cortijo de La Parrilla (820 m), situado a los pies de la vertiente ESTE de la Sierra de Gibalto. Comenzamos a caminar por un carril secundario (ver fotografía), que en suave ascensión, nos lleva en dirección S-O, y unos 400 m mas allá, viene a morir, junto a una charca para aprovechamiento ganadero.
LLegados a este punto orientamos nuestros pasos hacia unos quejigos de porte centenario, al pie de la ladera y continuamos por un sendero terrizo, cambiando ahora rumbo N-O, girando unos 90º a nuestra derecha, ascendiendo perpendicularmente hacia la derecha, tal y como hemos llegado a la ladera. De frente, comenzamos a tener vistas de la cumbre del Forcales, cerro de cumbre redondeada que podemos considerar el espolón norte de la sierra, a los pies de su vertiente oriental, una cantera de áridos y a la derecha podemos contemplar el entorno del cortijo de La Parrilla con la Sierra de Loja al fondo, que a lo largo de la jornada será nuestro telón de fondo en dirección E.
A unos de 2 km del inicio, un peculiar puesto de caza a base de hormigón, cañizo y tejado de plástico en el centro de una vaguada, nos avisa de la proximidad de las ruinas del cortijo del Hoyón (1.030 m), aunque mas bien, nos encontramos con una pequeña agrupación de cortijos: dos de ellos pegado a la base de lo que denominan El Filastro (falda S-E del Forcales), al otro lado de una alambrada baja, situada junto a un antiguo abrevadero y pozo colmatado, a los que podemos acceder sin dificultad, encontrándonos además con los restos una gran era cuadrada y un horno en una de las casas, por encima de las cuales nos llama la atención una gran oquedad en la montaña conocida como "Cueva de Las Cabras" aunque mas bien sea un pequeño cráter. Y otro cortijo solitario, que coincide con la trayectoria de nuestro itinerario.
El solitario Cortijo del Hoyón (1.030 m) es un punto estratégico de la ruta, porque  hasta aquí se nos presentan dos alternativas, por un lado: 
Opción 1: mantener nuestra trayectoria O, N-O, en ambos casos vamos a llegar al mismo punto de la divisoria de aguas de la sierra, pero esta segunda opción por ser mucho mas corta y directa, también es mas extenuante e incluso algo aburrida, pues sólo vamos viendo matorral bajo y algunos quejigos dispersos todo el tiempo (llegando casi a la divisoria de aguas fue el lugar donde nos dió el alto Ulises, la priemar vez).
Opción 2: que fue la que nosotros escogimos, tomar un ramal de pista secundaria que continúa ascendiendo dirección S, de manera que vamos dejando a nuestra espalda el enclave de los cortijos enruina y el Filastro, que es como se le conoce al gran anticlinal que forma la vertiente S del cerro Forcales, que también vamos dejando momentáneamente a nuestra espalda. Mientras que el cerro que se divisa en nuestra trayectoria es conocido por los lugareños como cerro Atalaya (1.411 m), que será nuestra última cumbre a coronar. La pista por la que vamos ganando altura pasa junto a bonitos bosquetes de encinas, quejigos, una pequeña lagunilla, de gran importancia para la fauna de la zona y mas adelante, describe una curva de uynos 150º a la derecha que nos reorienta en dirección N,N-O, llevándonos a un precioso prado, donde llama la atención una hilera de fresnos quedejaremos a nuestra izquierda, mientras vamos atravesando el prado dirección N, dejando las lomas del Gibalto a la izquierda y un panel descriptivo a la derecha, con el título de Mirador de La Encina de Las Zorreras. que nos ayuda a identificar varias cumbres de la Sierra de Loja.
LLegando a la divisoria de aguas, con el GIbalto a nuestra izquierda y el Forcales a la derecha, el perfil se suaviza y nos encontramos con una gran superficie tapizada de aulagas y algunos piornos en flor. En la divisoria de aguas, nos encontramos con una verja con el candado (sin cerrar), que en nuestro caso no necesitábamos pasar, porque sirve para unir las dos vertientes de la sierra OESTE, hacia la Vega de Villanueva del Trabuco, por donde ya veíamos el camino terrizo que faldea la sierra por su parte alta y al ESTE, la vertiente de la sierra, por donde discurre nuestra ruta.
De hecho, llegados a este punto, tan sólo tenemos que salvar una valla cuadrada de escasa altitud y comenzar a ganar altura, por donde mejor podamos, biensobre el lapiaz, bien sobre precarios senderos de ganado, que sin gran esfuerzo y un cómodo y dócil perfil escalonado, nos permiten alcanzar la cumbre del Forcales, en poco mas de 15 minutos de ascensión, dejando a nuestra izquierda grandes bloques calizos que esquivamos fácilmente, ya muy cerca de su cumbre, con una pequeña planicie en su parte mas alta, tan sólo afeada por una alambrada que discurre a lo largo de todo su cordal y que llevaremos a nuestra izquierda durante toda la ascensión. Además de las magníficas vistas del entorno, cabe destacar, que visto desde el Forcales, la crestería del Gibalto (1.486 m) se antoja antoja agreste y requerirá de pericia para progresar por terrenos kársticos, además de una buena condición física.
Una vez realizada la foto de grupo e identificados los principales hitos orográficos, así como de pedanías y otras poblaciones mas o menos cercanas o lejanas, regresamos sobre nuestros pasos, hasta la alambrada cercana a la verja situada en la divisoria de aguas, donde en caso de querer evitar la crestería, se puede optar por acceder al camino de tierra que discurre paralelo al pie de los tajos que forman parte de la crestería del Gibalto, por su vertiente OESTE y una vez que el camino discurre cerca de la cumbre, buscar el punto mas accesible, si se quiere acceder a la misma. Si se renuncia a hacer cumbre, esta opción nos permite escoger entre varias alternativas, todas muy interesantes, que pueden concidir también con el itinerario descrito en esta crónica (a la altura del último tramo de crestería).
Una encina volcada, como núnca hasta ahora habíamos visto, es fiel testimonio de la fuerza con la que sopla el viento en la divisoria de aguas de esta sierra, en las frías jornadas invernales.
Desde este punto empieza lo emocionante, nos toca superar los 238 m. de desnivel que nos llevarán hasta el punto más alto de esta sierra, como mejor podamos de forma intuitiva, progresando a veces sobre el mismo roquedo, otras veces sobre difuminados senderos de ganando que apenas suelen prolongarse unos cuantos metros por breves pasillos de hierba. En algunos puntos hay que echarle mucha paciencia porque la progresión se hace muy penosa, merece la pena asomarse de vez en cuando a la cresta, para ver el imponente cortado que tiene esta montaña hacia su cara Oeste.
En vez de tomar la crestería desde el principio, resulta recomendable, tomar un senderillo de cabras que aunque discurre un tanto separado de la dorsal, nos permite ir ganando altura por un terreno de hierba y tierra, que no tardaremos en echar de menos, cuando mas adelante, ya abandonemos el sendero. 

Para continuar ascendiendo, ya de forma mucho mas acusada perpendicularmente a nuestra derecha, en busca de la crestería, manteniendo siempre una distancia prudencial con los tajos que llevamos a nuestra derecha. También nos vamos encontrando algunos puestos de caza, como en la imagen de arriba donde el amigo Ruben, simula un disparo con el bastón.
Técnicamente no hay ningún tramo difícil, ni peligroso, mas allá del sentido común a la hora de no asomarnos demasiado al filo de los tajos que llevamos a la derecha. De hecho, la distancia entre el filo de los cortados y nosotros, la elegiremos nosotros, según prefiramos caminar sobre la misma crestería o el caos de grietas y bloques hacia la izquierda de la misma, que no requiere de mucha dificultad técnica, pero sí de una buena preparación física y de mucha paciencia, pues a veces se hace muy penosa. Cabe mencionar la curiosa forma de algunos bloques calizos junto a los que vamos pasando.
Es digno de mención destacar la pericia con la que nuestros admirables amigos: El Kminante del Sur y Manolo Supersónico iban saltando de bloque en bloque, evitando todas las grietas con una destreza increíble, mientras el resto íbamos negociando algunos pasos con mas lentitud, hasta que por fin, nos reagrupamos todos en la cumbre.

Morada de los Dioses, donde los humanos solemos permanecer a penas unos minutos. No obstante, nos estuvimos recreando con las vistas desde la cumbre del Gibalto ( 1486 m. ), con su vértice geodésico, destacando al Sureste: el Pico de Los Tres Mogotes, junto al Puerto de Los Alazores, La Maroma (techo de Málaga) y La Torca. Al Sur: la Sierra de Enmedio (pico Vilo) y a su derecha la Sierra de San Jorge. Mas a su derecha, Suroeste, El Chamizo Alto, Sierra del Jobo y a su derecha la Sierra de Camarolos y el Arco Calizo Central, extendiéndose desde la Cruz de camaraolos hasta la Peña Negra, Torcal de Antequera y Camorro Alto, ya al Oeste, en segundo plano mucho masa alejada pero perfectamente distinguible: La Sierra de Las Nieves" y en tercer plano, muy difuminado, la crestería de la Sierra del Pinar (techo de Cádiz en el P.Nat. Sierra de Grazalema), y a su derecha el Peñón de Algámitas y Terril (techo de Sevilla); al Noroeste la Sierra de Gracia o del Conjuro (Archidona), al norte la Sierras Subbéticas Cordobesas con La Tiñosa a la derecha (techo de Córdoba); y cerrando el círculo al Este: Todo el perfil occidental de la Sierra de Loja con sus principales cumbres ante nosotros y el cordal de los tresmiles occidentales de Sierra Nevada asomando por encima.
La temperatura era agradable, no hacía mucho viento en ese momento, y la hora era propicia para haber almorzado, sin embargo, preferimos demorar un poco el almuerzo hasta haber descendido.
Durante un trecho de poco mas de un kilómetro y medio el grupo se iba a separar en dos, de manera que Manuel Limón y el Kminante del Sur (ambos de rojo) fueron prolongando sus pasos sobre la misma crestería para coronar las cumbres de 1.456 m y 1.475 m que forman el extremo sur de la crestería. 
Mientras que el resto del grupo, caminamos en paralelo con ellos los primeros 200 m perdiendo un poco de altitud, hasta que ya descendimos decididamente hacia el prado del Quejigo Solitario. La primera mitad de este descenso se hace muy llevadero, pero curiosamente el tramo final, donde ya el prado parece cercano, el terreno se hace muy escarpado, y tuvimos que ir esquivando numerosos taludes a derecha e izquierda, hasta que por fin encontramos un escalonado veredón que ya nos puso en tierra firme. 
Mientras que a los compañeros de la crestería, le pasó justo lo contrario, una vez que dejaron atrás la cumbre, había algún tramo de crestería donde había que esquivar algunos bloques caóticos que le cortaban la trayectoria, pero mas adelante la prolongación por la crestería se presentaba mucho mas dócil y llevadera que lo que habíamos dejado atrás. Sin lugar a dudas, será nuestro camino a seguir sivolvemos a tener otra oportunidad para regresar.
El caso esque una vez abajo, pasamos por delante del monumental quejigo solitario y unos 200 m al sur alcázábamos el collado donde mas tarde nos reagruparíamos  todos a la hora del almuerzo.
La Maroma hacia la Maroma, gran  parte del Arco Calizo Central , sierra de Loja, la Subbética Cordobesa, Sierra Nevada y otras sierras lejanas. Una vez coronado el falso Gibalto tenemos dos opciones (además de regresar sobre nuestros pasos).
Una vez finalizado el almuerzo, optamos por coronar la bonita cumbre del cerro Atalaya (1.411 m), que nos quedaba a tiro de piedra y que nos recompensa con un magnífico tajo y derrumbaero por su cara norte, quedando a nuestra izquierda, mientras vamos ascendiendo por cualquiera de sus dóciles y escalonados senderos de cabras, que a veces incluso tienen algo de hierba y arena que hace muy llevadera su corta, pero bonita ascensión.
Donde tenemos una nueva perspectiva de la crestería del Gibalto y llama nuestra atención los restos de una gran cortijada que en su día se conocía como "El Chorrillo Alto".
El descenso por su cara Este (la que mira hacia la sierra de Loja), se antoja muy vertical, pero rápidamente nos percatamos de que tiene truco y nos permite bajar cómodamente por un tramo escalonado, sin apenas peligro, hasta que alcanzamos el prado que forma parte de la loma sobre la que fuimos caminando, llevando a nuestra izquierda la caída hacia el camino por donde habíamos subido desde el cortijo del Hoyón hasta el Mirador de La Encina de Las Zorreras y todo el perfil del Gibalto al otro lado, a la derecha, el poldje que preside el cortijo de la Parrilla con la Sierra de Loja al fondo y de frente la gran mole del Forcales, a cuyos pies acabaremos viendo las ruinas de los cortijos del Hoyón, que habíamos explorado al inicio del recorrido.
Hay que decir, que la prolongación por esta loma, desde la cumbre del cerro Atalaya (1.411 m), hasta hasta algo mas de 1 km dirección Norte, caminando sobre terreno alomado de prado, con pequeños lapiaces intermitentes, se hace muy llevadero, pero curiosamente, conforme vamos avanzando (siempre en suave descenso), comienza a hacerse mas empinado el terreno y hay que decidir entre dejarse caer a la izquierda o a la derecha, nosotros optamos por descender hacia la derecha, es decir hacia el sendero que viene del cortijo de La Parrilla, con el que enlazamos tras una media hora de entretenido descenso, tomando y soltando numerosos senderos de cabras, algunos de ellos nos permiten perder bastante altura, pero cuando comienzan a faldear o incluso a subir a derecha o izquierda, es el momento, se atrochar campo través ladera abajo, hasta encontrar el siguiente sendero que nos permita seguir descendiendo, y así, hasta que por fin, enlazamos con el sendero de inicio de ruta, que en poco mas de un kilómetro sobre nuestros pasos, nos llevó de vuelta al cortijo de La Parrilla.
Ni que decir tiene que a lo largo de la ruta estuvimos disfrutando con algunas orquídeas y otras fotos de nuestras queridas sierras andaluzas en este comienzo de primavera, en que el campo suele estar precioso.

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