Itinerario los tajos y la pantaneta de Alhama
Entorno: la ruta discurre al sureste de la localidad de Alhama de Granada, tomando como punto de partida el restaurante-hospedería El Ventorro de la Paloma, http://www.elventorro.net lugar ideal para pasar un fin de semana disfrutando además, de sus baños árabes y que también tiene un buen aparcamiento donde podemos dejar nuestros vehículos para iniciar el recorrido siguiendo el sendero que rodea la Pantaneta, con un observatorio de aves a nuestra disposición o bien dirigirnos hacia el aliviadero y tomar el camino que sigue junto al rio Alhama por la ruta de los Tajos de Alhama, conocido como "Itinerario por los Tajos y la Presa de Alhama".
La pantaneta de Alhama fue incluida en el inventario andaluz de humedales en marzo de 2010, por cumplir los requisitos exigidos en cuanto a sus valores naturales, especialmente en lo referido a la presencia de especies de fauna, incluidas algunas amenazadas. Entre los localizados en estas zonas destacan animales como el águila pescadora, búho real, focha moruna, pato colorado, sapo partero, tritón pigmeo, gallipato, ranita meridional, cangrejo de río autóctono o cabra montés. En este sentido, el Decreto 98/2004 por el que se crea el Inventario de Humedales de Andalucía establece que deben incluirse en la lista los espacios que constituyan el hábitat de comunidades biológicas de interés especial, o bien aquellos que posean características geomorfológicas o culturales de gran valor debido a su rareza o nivel de representatividad.
Los Tajos de Alhama de Granada han sido declarados recientemente monumento natural con el objetivo de reforzar la conservación de sus valores y promover las visitas y el turismo en su entorno. El monumento natural es una figura de protección destinada a aquellos elementos naturales y enclaves de reducidas dimensiones con gran interés ecológico o paisajístico o que presentan valores singulares.
El consejero ha hecho referencia al apoyo e implicación del municipio, su población y los propietarios de los terrenos y ha abogado por una gestión concertada del futuro monumento natural, que se materializará a través de un convenio que preserve los usos tradicionales e impulse a la vez proyectos para la puesta en valor de este espacio.
El consejero ha hecho referencia al apoyo e implicación del municipio, su población y los propietarios de los terrenos y ha abogado por una gestión concertada del futuro monumento natural, que se materializará a través de un convenio que preserve los usos tradicionales e impulse a la vez proyectos para la puesta en valor de este espacio.
Los tajos están compuestos de areniscas y conglomerados formados en el Mioceno Superior y que conforman farallones puntiagudos y entrantes sinuosos que se descuelgan desde la altiplanicie hasta el río Alhama.
Pueblos de referencia: Alhama de Granada
Punto de partida: escogeremos El Ventorro, junto a la Pantaneta de Alhama, hasta donde nos desplazaríamos después de la ruta 1 siempre y cuando la primera ruta no nos lleve mas tiempo de lo esperado.
Distancia aprox. 5,8 km
Punto de partida: habitualmente se suele escoger Alhama de Granada, nosotros escogeremos El Ventorro.
Tiempo aprox. 3 horas
Nivel dificultad: bajo
Tipo suelo: pista y sendero
Tipo de recorrido: paralela al río la ida se hace cerca de laa orilla, al pie de los tajos occidentales y la vuelta por la zona alta de los tajos orientales.
10 Participantes: Desde Huelva vino: Teresa “La Enfermera Quin”, desde La Línea (Cádiz) Juanlukita “El Pichichi de las cumbres provinciales”. Desde Granada capital: Yoli “como corre” y Ramiro “Correcaminos Gárgamel”. Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Valentín “El Rey de la Montaña”, Carlitos “El Poeta de las cumbres”, Silvia “Silvestre”, Paco Jaime “El catavinos”, Eduardo “El padre Carras” y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Mapa y bibliografía : sierras Tejeda y Almijara, guía del Excursionista (autor Rafa Flores, editoral La Serranía). Poema: blog del “senderista loco”.
Fotografías otoñales de archivo: www.granadanatural.com
A tener en cuenta:
1º) Esta ruta se presta a diversas variantes garantizándonos en todos sus casos el disfrute de un día estupendo. Por ejemplo, complementando la ruta circular que proponemos con una visita al casco histórico de Alhama de Granada y su famoso balneario. A lo que podemos añadir otra segunda ruta circular alrededor de la pantaneta de Alhama, siendo recomendable unos buenos prismáticos para disfrutar de las aves acuáticas y si dispusiéramos de él, de un buen teleobjetivo. En nuestro caso la combinamos con la preciosa ruta del cañón del Cacín (que hicimos por la mañana, dejando esta para la tarde). Sólo es cuestión de venir con los deberes hechos y disfrutar de una buena jornada o incluso de un fin de semana o los días disponibles que uno se pudiera permitir para conocer esta interesante comarca a tiro de piedra de las siempre seductoras sierras Tejeda y Almijara.
2º) En esta ruta el contacto con el agua a penas es visual, pues la mayor parte del tiempo discurre relativamente alejado del cauce y cuando nos aproximamos al mismo la abundante vegetación de ribera dificulta el acceso a las pozas. No obstante, el paisaje es espectacular y quien desee darse un chapuzón siempre encontrará alguna oportunidad para refrescarse.
Tal y como nos sugiere Rafa Flores “El Maestro Gandalf de la Serranía” en la ruta 41 de su libro: “sierras Tejeda y Almijara, guía del excursionista”, el aparcamiento del Ventorro, junto a la pantaneta de Alhama, puede ser el lugar ideal para comenzar y finalizar la ruta. De hecho aquí fue donde almorzamos después de haber hecho por la mañana la ruta del cañón del Cacín y sin necesidad de volver a coger los coches, desde aquí mismo partimos para completar este interesante recorrido circular.
Comenzamos la caminata por el margen izquierdo de la carretera que nos llevaría hasta Alhama, distante tan sólo a 3 km y justo antes de llegar al tobogán de la pequeña presilla-aliviadero por donde resbalan mansamente las aguas, cruzamos la carretera para adentrarnos por un carril en cuyo comienzo nos encontramos con tres tablillas del GR 7, E-4, indicándonos direcciones y distancias hacia: Arenas de Rey 21 km, Ventas de Zafarraya 19 km y Alhama de Granada 2 km a través de la pista por la que ahora comenzamos a caminar, manteniendo dirección norte desde nuestro inicio.
De momento el río Alhama, localmente conocido como río Marchán, (que al igual que el Cebollón, Bacal o Cacín mantienen una trayectoria del sur hacia el norte), lo llevamos a nuestra izquierda flanqueado por sauces, álamos y chopos la mayor parte de su trayectoria.
No tardamos en pasar junto a unas instalaciones del trasvase del embalse de Los Bermejales, que quedan a nuestra derecha y a cuyas barandillas de hierro se asomó el Padre Carras como si nos fuera a dar una homilía.
Ya se van dejando ver las primeras estribaciones de los famosos tajos de Alhama cada vez mas cercanos, unos 200 m después de las mencionadas instalaciones pasaremos al margen izquierdo del río a través de un puentecillo y en este margen vamos a permanecer casi hasta el final del tramo de ida.
A partir de ahora nos vamos a ir encontrando con varios paneles informativos que son muy útiles para conocer mejor las características de nuestro itinerario. Este primer panel se titula: “Itinerario por los tajos y la presa de Alhama” y en él se nos habla del modelado fluvial al que le ha ido dando forma el poder erosivo de las aguas del río Marchán o Alhama, formando las verticales paredes de los tajos que nos flanquean en este cañón de características muy parecidas a las del río Cacín, hay que recordar que estas paredes están compuestas de arenas, limos, calcarenitas bioclásticas y conglomerados que quedaron depositados en el fondo del antiguo mar de Thetys, de ahí que el río los haya moldeado con tanta facilidad y es de suponer que desde un punto de vista de la cronología geológica en pocos milenios ambos cañones se hagan mucho mas profundos, aunque ya no estemos aquí para verlo.
Muy cerca de este panel informativo, sale un sendero a la derecha que se adentra en una densa chopera a orillas del río donde mi sobrino Pablo y yo vimos una pareja de nutrias, la primera vez que hicimos esta ruta en agosto 2004. Se trata de un corto ramal de sendero que nos muestra un mágico rincón del río.
De vuelta al camino principal, seguimos caminando junto a la base de los tajos que llevamos a nuestra izquierda, primero pasamos junto al tajo de La paloma y después junto al del Salto del Caballo, que precede a la ermita de Nuestra Señora de Los Ángeles, cuya pequeña fachada encalada, contrasta con el tono ocre del tajo en cuya base se encuentra ubicada a modo de casa-cueva.
El siguiente hito de nuestro itinerario es una segunda casa cueva a la izquierda, desde donde ya podemos contemplar una vista parcias de Alhama allí arriba al borde de los tajos en la distancia y a nuestra derecha, bancales cultivados junto al río, aprovechando al máximo cada metro cuadrado llano. A nuestra izquierda sale un primer camino que sube hacia el pueblo pasando junto a una fuente, pero nosotros tomaremos como regla general, avanzar siempre por el camino que se mantiene paralelo y mas cercano a la orilla del río, de manera que el siguiente hito es una casa que queda un poco por debajo de nuestro nivel a la derecha y una acequia junto a la cual vamos caminando, ni que decir tiene que la frondosidad de la ribera nos vuelve a proteger con su agradable sombra.
A la izquierda del camino nos encontramos con otro panel que en esta ocasión nos habla sobre el lamento del apasionado romance: “¡Ay de mí, Alhama!” y los distintos aprovechamientos del agua o la utilización estratégica del tajo, fortaleciendo la protección de esta importante plaza en tiempos de reconquista. Poco después vamos a dejar a nuestra derecha el molino harinero de San Francisco, iniciando ahora un descenso que nos va acercando cada vez mas a la orilla del río. En unos instantes vamos a pasar junto a varios molinos.
A continuación tomamos un sendero que sigue descendiendo hacia el río pasando junto a un panel que nos ilustra sobre el ecosistema de ribera poco después pasamos junto a la orilla del río Alhama o Marchán. Encontrándonos mas adelante con un puentecillo de madera que atraviesa un ramal del río y un nuevo panel que nos hablaa de Las pilas de lavar-Las Lavanderas.
Que podemos ver excavadas en la misma roca a la derecha del sendero por el caminamos y desde el que pronto sale a nuestra izquierda un camino que desemboca en la denominada calle Cuesta de Los Molinos, que nos llevaría hasta el mirador del Tajo, muy cerca de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, que en estos momentos queda justamente por encima de nosotros, hacia donde nos sugiere que subamos la baliza roja y blanca del GR 7, E-4.
Pero nosotros nos mantendremos en todo momento por la pista o vereda que discurre cerca del cauce y que nos lleva a cruzar un puente de piedra con barandillas de hierro, que nos va a situar en el margen derecho del río, a la derecha del camino pasamos junto al mítico molino-hospedería de Nuestra Señora del Carmen, que debió ser de los mas importantes a juzgar por su tamaño. Una gran piedra de molienda a la orilla del camino y algunos viejos utensilios que se pueden ver en el interior de estos molinos a través de sus ventanales, nos hacen pensar en la posibilidad de reformarlos y al menos uno de ellos reconstruirlo totalmente a modo de museo etnográfico, pudiendo servir incluso como punto de información de este bellísimo paraje natural, la comarca de Alhama y su entorno e incluso una pequeña tiendecita para vender productos típicos de la tierra. Lástima que la actual crisis sirva como excusa perfecta para detener cualquier proyecto de este tipo, que tanto potenciaría el excursionismo y el turismo rural por la zona, además de conservar este valioso patrimonio histórico, actualmente en estado ruinoso.
El siguiente hito del itinerario está situado al pie de una mole desprendida del tajo que ahora tenemos a nuestra derecha, donde nos encontramos con otro panel informativo dedicado en esta ocasión a La Mina,
traducido al inglés de forma mas realista como “The Underground passage” que era el camino subterráneo que en tiempos de reconquista se utilizaba para poder bajar a coger agua del río en tiempos de asedio y que podemos contemplar al otro lado del río como unas escaleras descubiertas en forma de zig-zag que han quedado al descubierto, accediendo a ellas por un portón de madera que nos permitió cruzar el río.
Subiendo por tan peculiares escaleras, conocidas como La Cuesta de las Mazmorras, como nos recuerda otro panel informativo,
que la añadimos a nuestro itinerario como aliciente cultural a nuestro recorrido, llevándonos en pocos minutos al casco histórico de Alhama y mas concretamente a una calle que desemboca junto a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, al lado de la cual hay una fuente donde nos refrescamos generosamente, guerra de agua incluida.
Desde allí descendimos por la calle Cuesta de Los Molinos, que tomando la primera variante a la izquierda, nos devolvió en pocos minutos al pontón de madera regresando situándonos de nuevo en el margen derecho del río donde se encuentra el panel informativo de “La Mina”.
Desde aquí continuamos ascendiendo por el camino que sube zigzagueando junto a los desgastados tajos que ahora tenemos a nuestra derecha, se trata del denominado camino medieval de La Puerta de la Mina, que nos permite ganar altura rápidamente con respecto al río, pasando junto a una tablilla que nos recuerda el ya mencionado nombre de este camino.
Al llegar a la parte alta, ya nos encontramos a la misma altura que la localidad de Alhama, pero en la vertiente oriental de los tajos, encontrándonos con una bifurcación de caminos, siendo nuestra opción la pista terriza que gira a la derecha casi 180º, ya que si la dirección del trayecto de ida es predominantemente sur-norte, a partir de aquí caminaremos casi siempre desde el norte hacia el sur.
Ni que decir tiene que el principal aliciente de esta parte del camino lo encontramos al recrearnos con las privilegiadas vistas que tenemos sobre la localidad de Alhama, con sus casas al filo de los tajos, como si de otra ciudad encantada se tratara, recordándonos mucho a Ronda y como no a la ciudad de Cuenca. Al cabo de unos minutos ascendiendo suavemente por esta pista, llegamos a un cruce en forma de tridente, en realidad, se trata de una pista asfaltada que se cruza con nuestra pista terriza, siendo nuestro camino a seguir el ramal de pista asfaltada que va hacia la derecha (oeste), en caso de duda, el camino que siempre se mantenga mas cerca del borde de los taajos que ahora llevamos a nuestra derecha.
Este tramo por pista asfaltada, de poco mas de un kilómtro se hace algo monótono pero al discurrir en llano lo finalizamos en pocos minutos, al final de una laarga rectaa en dirección sur con La Maroma en nuestro horizonte, la pista gira levemente hacia la izquierda y es justamente antes de esa suave curva, el mejor lugar para abandonar momentáneamente la pista por la que vamos y asomarnos, con mucha precaución al borde de los tajos para disfrutar de unas vistas impresionantes sobre la localidad de Alhama y sus tajos, pudiendo obtener unas fotos espectaculares.
De regresoa la pista, una vez que dejamos atrás esta suave curva, que gira levemente hacia el sur-sureste, orientándonos hacia el cerro de Las Chapas, veremos unos 40 m a la derecha, otra vez al borde de los tajos, un pnale con el título: los tajos de Alhama, que nos ofrece una nueva perspectiva, además de la primera parte del recorrido de ida, que ahora contemplamos unos 100 m por debajo nuestra. A diferencia del lugaranterior que sugeríamos para asomarnos, desde la ubicación de este panel, podemos contemplar parte de la lamina de agua de la pantaneta de Alhama, inicio y final de este entretenido itinerario, en dirección sureste.
De vuelta a la pista, continuando siempre en dirección sur-sureste el último kilómetro del recorrido se puede decir que es la guinda del pastel, ofreciéndonos unas vistas privilegiadas sobre toda la pantaneta de Alhama con el fondo de las sierras Tejeda y Almijara, a lo largo de una suave bajada que finaliza justamente en el Ventorro de La Paloma, donde disfrutamos de una animaada tertulia postruta.
ROMANCE DEL REY MORO QUE PERDIÓ ALHAMA
Paseábase el Rey moro por la ciudad de Granada
desde la puerta de Elvira hasta la de Vivarrambla.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada:
las cartas echó en el fuego y al mensajero matara.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Descabalga de una mula, y en un caballo cabalga;
por el Zacatín arriba subido se había al Alhambra.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Como en el Alhambra estuvo, al mismo punto mandaba
que se toquen sus trompetas, sus añafiles de plata.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Y que las cajas de guerra apriesa toquen al arma,
porque lo oigan sus moros, los de la Vega y Granada.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Los moros que el son oyeron que al sangriento Marte llama,
uno a uno y dos a dos juntado se ha gran batalla.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Allí habló un moro viejo, de esta manera hablara:
-"¿Para qué nos llamas, Rey, para qué es esta llamada?"
-"¡Ay de mi Alhama!"
-"Habéis de saber, amigos, una nueva desdichada:
"que cristianos de braveza ya nos han ganado Alhama."
-"¡Ay de mi Alhama!"
Allí habló un Alfaquí de barba crecida y cana:
-"¡Bien se te emplea, buen Rey! ¡Buen Rey, bien se te
empleara!"
-"¡Ay de mi Alhama!"
-"Mataste los Bencerrajes, que eran la flor de Granada;
"cogiste los tomadizos de Córdoba la nombrada."
-"¡Ay de mi Alhama!"
-"Por eso mereces, Rey, una pena muy doblada;
"que te pierdas tú y el reino, y aquí se pierda Granada."
-"¡Ay de mi Alhama!"
(Anónimo)
Paseábase el Rey moro por la ciudad de Granada
desde la puerta de Elvira hasta la de Vivarrambla.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada:
las cartas echó en el fuego y al mensajero matara.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Descabalga de una mula, y en un caballo cabalga;
por el Zacatín arriba subido se había al Alhambra.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Como en el Alhambra estuvo, al mismo punto mandaba
que se toquen sus trompetas, sus añafiles de plata.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Y que las cajas de guerra apriesa toquen al arma,
porque lo oigan sus moros, los de la Vega y Granada.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Los moros que el son oyeron que al sangriento Marte llama,
uno a uno y dos a dos juntado se ha gran batalla.
-"¡Ay de mi Alhama!"
Allí habló un moro viejo, de esta manera hablara:
-"¿Para qué nos llamas, Rey, para qué es esta llamada?"
-"¡Ay de mi Alhama!"
-"Habéis de saber, amigos, una nueva desdichada:
"que cristianos de braveza ya nos han ganado Alhama."
-"¡Ay de mi Alhama!"
Allí habló un Alfaquí de barba crecida y cana:
-"¡Bien se te emplea, buen Rey! ¡Buen Rey, bien se te
empleara!"
-"¡Ay de mi Alhama!"
-"Mataste los Bencerrajes, que eran la flor de Granada;
"cogiste los tomadizos de Córdoba la nombrada."
-"¡Ay de mi Alhama!"
-"Por eso mereces, Rey, una pena muy doblada;
"que te pierdas tú y el reino, y aquí se pierda Granada."
-"¡Ay de mi Alhama!"
(Anónimo)
Decenas de años que no leía el romance...
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