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domingo, enero 29, 2017

Ascensión al Torcal desde el Nacimiento de La Villa + Sierra Pelada y Torcal Bajo:

X Travesía del Jurásico
Ascensión al Torcal desde el Nacimiento de La Villa + Sierra Pelada y Torcal Bajo:
Hora y punto de encuentro 1 (inicio de ruta): 9.30 am (ya desayunados) a los pies del Puerto de la Escaleruela.
Cómo llegar: Una vez que estamos en el cruce de carreteras que hay a tan sólo 2 km al sur de Antequera, veremos El Torcal y Villanueva de la Concepción a la izquierda, Valle de Abdalajís, Lobo Park a la derecha. Tomamos dirección Valle de Abdalajís, en menos de 1 km la carretera describe una cerrada curva para salvar una arroyo por un puentecito y a penas 400 m más allá (o menos); a la izquierda de la carretera vemos una pista terriza, unas casas cercanas y un cartel indicativo de "Puerto de la Escaleruela" (o hacia "Sierra Chimenea" que como referencia es igualmente válida), este es nuestro camino a seguir, nos adentramos por esta pista bastante llanita y en unos 3 km la pista viene a morir a los pies del Puerto de la Escaleruela y de la falda N-E del impresionante Camorro Alto. Éste fue nuestro inicio y final de ruta.
Hora y punto de encuentro 2 (inicio de ruta alternativo): 10.15 am, en la explanada terriza que hay junto a la carretera Antequera, Torcal. Concretamente a unos 200 m del famoso Restaurante El Molino Blanco (dirección Torcal) o a unos 500 m de la entrada del camping nacimiento de la Villa (dirección Antequera).
(Ventaja de empezar en este punto: Tienes 45 minutos más para dormir).
(Inconvenientes: Al poco de empezar tendrás que afrontar la subida más dura del recorrido. Y cuando tus compañeros finalicen el recorrido a los pies del puerto de la Escaleruela, te restarán 45 minutos para completar el recorrido, que hay desde ese punto, hasta el lugar donde dejaste estacionado tu vehículo, unos 3 km de suave perfil descendente).
Distancia aprox.  19 km
Desnivel acumulado subida 800 m
Nivel dificultad: Medio, salvo la ascensión por la chimenea al inicio de la ruta, tramo corto, pero muy intenso, por terreno muy empinado.
Punto más elevado: Vértice geodésico de Sierra Pelada (1.184 m)
Tiempo aprox.  7-8 horas (contando con paradas).
Tipo suelo:83 % senderos de cabra y caminos antiguos, 15 % pista y 2% vereda empedrada en la bajada del puerto de la Escaleruela.
Tipo de recorrido: circular en el sentido de las agujas del reloj.
Resumen itinerario y Bibliografía: Para esta edición nos decantamos por la ruta 7, titulada "Ascensión al Torcal desde el nacimiento de La Villa" tal y como aparece descrita en el libro EL TORCAL y otras sierras de Antequera (Editorial ARGUVAL), enlazando con parte de las rutas Nº3, Sierra Pelada y Nº4 Torcal Bajo
Nota: Este año coincidiendo con el X Aniversario de las travesías del Jurásico, se hará una por El Torcal y otra, probablemente en febrero, por la zona de El Chorro.
48 Participantes: Todos socios (como es norma actualmente en el club), menos dos personas que se hicieron socias, aquel mismo día.
Descripción del recorrido:
1ª Parte: Por la Cañada Pesquera y ascensión hasta el nacimiento de la Villa.
Una vez que finalizamos la charla introductoria de la ruta, bajo un mar de nubes bajas que nos impedían disfrutar del paisaje de montaña, fuimos pasando de uno en uno, a través de un curioso sistema de disposición del vallado, para evitar la tentación de saltarlo o dañarlo e iniciamos la caminata por la antiguamente conocida "Cañada Pesquera", hoy angosto, pero bien marcado sendero, paralelo a la base de los tajos de la cara norte, que llevábamos a nuestra derecha, si bien, la parte superior de los mismos estaba cubierta por un denso manto de nubes.
Esta fue una zona que hasta bien entrado el siglo XX, albergó un buen número de corrales para ganado y algunos huertecillos, cuya ubicación podemos adivinar por los restos de sus muretes de piedra, cada vez mas mimetizados con la vegetación de esta zona de umbría. 
Por esta zona se encuentran algunos enclaves históricos, antaño muy bien conocidos por los pastores de la zona, actualmente casi olvidados como: el "Tajillo de Roque", "la Mesetilla del Verano", "Los Corralones", "El Hoyo del Mochuelo", "El Cañaón", la "Fuente de los Berros" y en su día, se llegó a instalar una cruz de hierro en el lugar donde falleció un senderista, parece ser que debido a un infarto. 
El perfil de la Cañada Pesquera desde la base del Puerto de la Escaleruela hasta el Nacimiento de la Villa, presenta una suave pendiente descendiente, que hace muy cómodo este tramo de algo más de 3 km, a pesar de que estaba algo embarrado por las lluvias del día anterior. Una vez que llegamos a la explanada terriza de las "Ruinas de la Ventilla", se unieron al grupo varios compañeros que ya nos esperaban allí. Desviándonos ligeramente del recorrido para visitar el "lago grande" del nacimiento de la Villa, que desde la época de los romanos, hasta antes de ayer, dio de beber a todos los antequeranos, regó sus huertas y también se utilizó para mover las norias y los ingenios de sus antiguas fábricas.

Tras la foto de rigor en tan emblemático lugar, desandamos nuestros pasos y nos dirigimos, a una caseta de agua, distante a unos 200 m al sur de nuestra posición, más concretamente, situada a los pies de la ladera. Nos reagrupamos y desde allí iniciamos la ascensión perpendicularmente a la izquierda, tal y como miramos a los tajos de frente, que siguen cubierto de nubes. Pasamos junto a la figura (roca) de "La Ardilla", tomando como referencia uno de los muchos senderos de cabra que faldea la ladera, poco a poco vamos ganando altura, llevando siempre los tajos a nuestra derecha y dejando a nuestra izquierda las instalaciones del camping, aproximadamente al llegar a su altura, atacamos la ladera arriba, ya de una forma más acusada, serpenteando por una ladera, sin mayor complicación que la exigencia física de la pendiente y la precaución requerida al caminar sobre algunos tramos rocosos, bastante humedecidos, por las nieblas matinales, todavía predominantes a la altura de los tajos. Hasta el punto de que conforme nos vamos acercando al embudo del "Peligrillo Grande", hay que caminar mirando el GPS cada pocos pasos, pero dando con él a la primera, tras un breve momento de duda, dada la poquísima visibilidad. Estos embudos o chimeneas que se antojan casi inexpugnables, vistos desde el Nacimiento de la Villa, tienen su truco y en la mayoría de los casos son factibles con la ayuda de pequeñas trepadas. Sin embargo, escogimos el paso del Peligrillo Grande, porque es de los pocos que te permiten llegar arriba caminando, sin necesidad de trepada, más allá de algún escalón de un metro y también por ser el lugar donde se los guerrilleros del bando republicano instalaron uno de los nidos de ametralladoras, que con mayor efectividad y contundencia, castigó a las tropas fascistas que avanzaban desde Antequera, camino de Villanueva de la Concepción.
2ª Parte: Por Sierra Pelada:

Una vez arriba nos encontramos en una gran dolina, y tal y como describimos en nuestro libro, se nos presentan dos posibilidades:
1º) Si tomamos a la derecha, un sendero de cabras, nos conduce hacia el abrigo de Merino, el Camorro de la Torrecilla, el Camorro de Mataverde, el Hoyo de Duarte  y el Puerto de la Escaleruela, pero ésta sería la versión reducida o posible vía de escapa de nuestra ruta.
2º) Tomando, a la izquierda, que fue nuestra opción, la continuación del mencionado sendero, remonta una pendiente conocida como "El Estrecho" por encontrarse situada entre la "Silleta Alta" que dejamos a la derecha y el Camorro del "Peligrillo Grande" a nuestra derecha, que apenas podíamos ver, porque, al contrario de lo que me imaginaba cuando iniciamos la jornada, la abundante nubosidad que se posó sobre el Torcal, no sólo no terminaba de disiparse, sino que se hacía persistente, como si las nubes se hubieran anclado allí arriba. De modo que el Torcal, jugaba con nosotros "al escondite", su juego favorito en muchas mañanas otoñales e invernales, aún cuando han anunciado cielos despejados en casi toda Andalucía.
 Superada la pendiente del "Estrecho" nos situamos en una nueva dolina más alta, llevando ahora a nuestra izquierda, el borde de los tajos que se asoman hacia el tramo de carretera que va desde el Nacimiento de la Villa, hacia el Puerto de la Boca del Asno. En los días despejados, a poco que nos asomemos sobre el borde de los tajos, las vistas que tenemos son magníficas, a nuestra espalda (al OESTE): la sucesión de dolinas entre Sierra Pelada, el Torcal Bajo y los distintos camorros alineados hasta la formidable pirámide del Camorro Alto de Sierra Chimenea. A nuestra izquierda (al NORTE): Antequera, con toda su vega, la Peña de los Enamorados (o "El Indio"), la dehesa y pinares del Romeral y hasta las Sierras Subbéticas; hacia el nordeste la Sierra de Archidona. Y más adelante, casi de frente (al ESTE): La Sierra de Las Cabras con sus cumbres del Pico Yedra y las cabras, propiamente dicha, así como La Peña Negra y todo el cordal de la Sierra de Camarolos y El Jobo, hasta La Maroma, todo un espectáculo para la vista que muy a mi pesar, nadie pudo disfrutar, desde este tramo del recorrido, tan poco frecuentado.

Encaminando ahora nuestros pasos hacia el Camorro de Malaceite, donde está situado el vértice geodésico de Sierra Pelada, pero la niebla era tan densa, que en nuestra trayectoria, nos vimos obligados a hacer un par de rectificaciones, que tuvieron como parte positiva el que la cola se aproximara a la cabeza, y el grupo de 48 personas, que como suele ocurrir se había quedado parcialmente fragmentado, volviera a caminar de forma más compacta. En tales circunstancias, los walkies, resultaron ser de gran utilidad y en vista de que la niebla (nubes) entre la que íbamos caminando no nos permitían ver más allá de 80, 100 m de distancia, decidimos descartar la doble ascensión prevista al Camorro de Malaceite y al Camorro de los Montese (Los Repetidores), acortando un poco el recorrido y buscando los tramos más asequibles para salir directamente la pista asfaltada que conduce a las antenas, intentando coincidir con la ubicación del "Abrigo de Roete", donde vinimos a salir de forma directa, siendo este precioso enclave, el lugar elegido 
para almorzar, mientras las nubes comenzaban a ganar altura y por fin, permitirnos disfrutar, por primera vez, aquella jornada de los bonitos paisajes de alrededor. Por lo tanto, buen momento para el almuerzo, mientras veíamos, ahora sí con optimismo y alegría, que por fin podríamos disfrutar del paisaje, el resto de la jornada. Pero en aquel momento de lo que tocaba disfrutar era de un buen almuerzo de hermandad montañera, en buen ambiente de camaradería, inesperado regalo incluido que difícilmente olvidaré y como traca final, la última sorpresa de repostería de Arnaud: ¡GALLETAS DE DINOSAURIOS, Modelo Jurásico, hechas por el mismo!, con unos moldes que había comprado en los días previos, donde no faltaba ningún dinosaurio de los clásicos. Las galletas eran tan grandes y deliciosas, que no pude evitar devorar en pocos segundos el "Tiranosaurio de chocolate" que me tocó en gracia.
Finalizado el almuerzo, nos hicimos la correspondiente foto de grupo frente al emblemático abrigo de Roete, con la disciplina que impone nuestro ínclito amigo y compañero de aventuras Rafa Castillo, para ocasiones tan solemnes.
Finalizada la sesión de posado colectivo, que ya empieza a ser todo una tradición dentro del grupo, para sorpresa de los nuevos socios, desesperación de algunos, admiración de otros, con cierta guasa y cachondeo, pero siempre magnífica foto de grupo para todos, a pesar de su largo proceso de elaboración. Nos pusimos en marcha, aprovechando el tramo de pista en ligera ascensión para poner un ritmo vivo y llegar en poco tiempo al Puerto de Las Campanas, donde abandonamos la mencionada pista a la derecha, para buscar el paso sobre la parte superior de Los Lajares, a modo de gran balconada, desde donde pudimos disfrutar de preciosas vistas a nuestra espalda (ESTE): con La Sierra de Las Cabras con sus cumbres del Pico Yedra y las Cabras, ¡por fín!, en primer plano, y su prolongación hacia la parte oriental del Arco Calizo, con la Peña Negra, como siguiente eslabón de esta cadena montañosa, el Morrón de Grajea, el Enebral, El Realengo, la Cruz de Camarolos, el Chamizo Alto, Sierra de San Jorge, Loja y hasta La Maroma parcialmente nevada que se veía por encima de la Peña Negra. 
Mientras que a nuestra izquierda (al SUR) la cabecera del río Camapanillas, con Villanueva de la Concepción allí abajo, el Mediterráneo al fondo y mas a la izquierda los Montes de Málaga y asentados en sus laderas las localidades de Casarabonela y Colmenar, también se podía ver desde la distancia, asentada sobre la falda occidental de La Maroma, la localidad de Alcaucín. Otro de los hitos visuales, más significativos de este tramo, es el gran pináculo conocido como "El Peñón del Fraile", asentado sobre el extremo oriental, de la crestería que se conoce como Caballón Grande.
3ª Parte: Por el Torcal Bajo, "La ruta de Los Canteros":
Poco después de finalizar el bonito paso aéreo (pero no expuesto) de Los Lajares, venimos a salir a una zona llana, conocida como Campo de Tenis, donde ya enlazamos con la pista terriza del Camino de Los Canteros, por donde teóricamente discurre la ruta, pero para hacerla más completa, continuamos de frente, y nos adentramos directamente al Callejón de la Cruz, para contemplar de cerca las formaciones imitativas de "La Muela" y "La Pinza", con los consiguientes comentarios jocosos de que si "La Muela", más bien era un "Gallo Francés" o si "La Pinza", más bien era unos "Alicates".
 
Abandonando este rincón del Torcal, por el sendero de cabras que remonta el callejón a la derecha y se asoma a la espalda del Camorro del Pinche, pasando junto a los Llanos del Filete y viniendo a salir al Pilón de la Cruz, cuyo corralón y acceso al pilón estuvimos visitando, antes de iniciar el descenso hasta el enclave de la Casa de Juan González, con la perrera grande y la perrera chica, dejando antes a nuestra izquierda, la Sima del Pastor.Se trata de una de las zonas del Torcal bajo, donde podemos encontrarnos con una mayor concentración de huellas de fósiles de amonites y ruedas de molino, esparcidas por aquí y por allá.
Desde allí nos adentramos en la zona conocida como las Librerías, pasando junto a hitos como "El Empujoncito Chico" o el "castillo de Orbaneja" hasta venir a salir al Poblado de los Picapedreros, también conocido como "Las Sepulturas", donde estuvimos, donde dedicamos un ratillo al juego de "la búsqueda del Tesoro" para encontrar la muy bien camuflada "Cueva del Buda", que aún llevando GPS, le costaría encontrar a cualquiera. Pero que fue localizada, gracias a nuestros expertos.
Desde Las Sepulturas, tomamos dirección Noroeste, hasta venir a salir al Hoyo del Copao, y más tarde al Hoyo del Partidario, aprovechando para hacer una bonita fotografía del Camorro de Las lajas y desde allí alcanzar el puertecillo, que ya nos sitúa frente al Hoyo del Partidario, donde se nos atravesaron tres hembras de venado, con elegante caminar, primero ladera arriba, y después, ladera abajo.

Siguiendo por la vereda de ganado, que atraviesa esta dolina, dejando a nuestra izquierda los majestuosos tajos de las Vilaneras Altas, localizando la ubicación de la Cornisa del Diablo y más adelante las Vilaneras de Enmedio, llegamos a la zona de Cagahurones, dejando el Camorro de Mataverde a nuestra derecha, para salir definitivamente a esa gran dolina, conocida como El Hoyo de Duarte, teniendo frente a nosotros la imponente pirámide del Camorro Alto de Sierra Chimenea, mientras el sol, se iba poniendo a su izquierda.
El último tramo del Hoyo de Duarte, coincide con un sistema de callejones entre bloques, que le da un especial encanto a esta puerta de salida (o entrada) al Torcal, iniciando a renglón seguido el empedrado y zizgagueante descenso por el Camino de la Escaleruela, con las últimas luces de la tarde, disfrutando del impresionante telón de fondo de las colosales paredes del Camorro Alto, hasta nuestra llegada a los coches.

2 comentarios:

  1. Como nuevo socio incorporado al Comando Preston; quisiera hacer constar mi agradecimiento a todos los participantes de esta ruta, destacando como hecho importante el buen ambiente y camaradería que reina. Agradecimiento especial a nuestro guía Juan Ignacio, por su trabajo y buen hacer. Para mi fue un día inolvidable, a pesar de la dichosa niebla.
    Un saludo...Diego

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  2. Excelente crónica muy bien documentada de principio a final, Una ruta muy bonita, muy bien calculada en los tiempos y bien ejecutada para llegar sin que la noche se nos echara encima, una ruta en tan emblemático lugar,tan interesante, tan bonita y tan novedosa con tantos rincones y recovecos, que todos queriamos inmortalizar, con el gravamen de que el tiempo corría, y esa fué la constante del día, de seguir así la noche nos pillaría, pero hasta esa situación tuvo que controlar el guía coordinador, de lo contrario nos pillaría la noche, Así que todo de lujo, Una crónica como de costumbre,tan bien explicada y con más gusto contada, se vuelve a vivir, pero el encontrar la cueva del Buda, lo más de lo más.

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