Ascensión al Torcal desde el Nacimiento
de La Villa + Sierra Pelada y Torcal Bajo:
Hora y punto de encuentro 1 (inicio de
ruta): 9.30
am (ya desayunados) a los pies del Puerto de la Escaleruela.
Cómo llegar: Una vez que
estamos en el cruce de carreteras que hay a tan sólo 2 km al sur de Antequera,
veremos El Torcal y Villanueva de la Concepción a la izquierda, Valle de
Abdalajís, Lobo Park a la derecha. Tomamos dirección Valle de Abdalajís, en menos
de 1 km la carretera describe una cerrada curva para salvar una arroyo por un
puentecito y a penas 400 m más allá (o menos); a la izquierda de la carretera
vemos una pista terriza, unas casas cercanas y un cartel indicativo de
"Puerto de la Escaleruela" (o hacia "Sierra Chimenea" que
como referencia es igualmente válida), este es nuestro camino a seguir, nos
adentramos por esta pista bastante llanita y en unos 3 km la pista viene a
morir a los pies del Puerto de la Escaleruela y de la falda N-E del impresionante
Camorro Alto. Éste fue nuestro inicio y final de ruta.
Hora y punto de encuentro 2 (inicio de
ruta alternativo): 10.15
am, en la explanada terriza que hay junto a la carretera Antequera, Torcal.
Concretamente a unos 200 m del famoso Restaurante El Molino Blanco (dirección
Torcal) o a unos 500 m de la entrada del camping nacimiento de la Villa
(dirección Antequera).
(Ventaja
de empezar en este punto: Tienes 45 minutos más para dormir).
(Inconvenientes:
Al poco de empezar tendrás que afrontar la subida más dura del recorrido. Y
cuando tus compañeros finalicen el recorrido a los pies del puerto de la
Escaleruela, te restarán 45 minutos para completar el recorrido, que hay desde
ese punto, hasta el lugar donde dejaste estacionado tu vehículo, unos 3 km de
suave perfil descendente).
Desnivel acumulado subida 800 m
Nivel dificultad: Medio, salvo la
ascensión por la chimenea al inicio de la ruta, tramo corto, pero muy intenso, por
terreno muy empinado.
Tiempo aprox. 7-8 horas (contando
con paradas).
Tipo suelo:83 % senderos de
cabra y caminos antiguos, 15 % pista y 2% vereda empedrada en la bajada del
puerto de la Escaleruela.
Tipo de recorrido: circular en el
sentido de las agujas del reloj.
Resumen itinerario y Bibliografía: Para esta edición nos decantamos por la ruta
7, titulada "Ascensión al Torcal desde el nacimiento de La Villa" tal
y como aparece descrita en el libro EL TORCAL y otras sierras de Antequera
(Editorial ARGUVAL), enlazando con parte de las rutas Nº3, Sierra Pelada y Nº4
Torcal Bajo
Nota:
Este año coincidiendo con el X Aniversario de las travesías del Jurásico, se
hará una por El Torcal y otra, probablemente en febrero, por la zona de El
Chorro.
48 Participantes: Todos socios
(como es norma actualmente en el club), menos dos personas que se hicieron
socias, aquel mismo día.
Descripción del recorrido:
1ª Parte: Por la Cañada Pesquera y
ascensión hasta el nacimiento de la Villa.
Una
vez que finalizamos la charla introductoria de la ruta, bajo un mar de nubes bajas que nos impedían disfrutar del paisaje de montaña, fuimos pasando de uno
en uno, a través de un curioso sistema de disposición del vallado, para evitar
la tentación de saltarlo o dañarlo e iniciamos la caminata por la antiguamente
conocida "Cañada Pesquera", hoy angosto, pero bien marcado
sendero, paralelo a la base de los tajos de la cara norte, que llevábamos a nuestra
derecha, si bien, la parte superior de los mismos estaba cubierta por un denso
manto de nubes.
Esta
fue una zona que hasta bien entrado el siglo XX, albergó un buen número de
corrales para ganado y algunos huertecillos, cuya ubicación podemos adivinar
por los restos de sus muretes de piedra, cada vez mas mimetizados con la
vegetación de esta zona de umbría.
Por
esta zona se encuentran algunos enclaves históricos, antaño muy bien conocidos
por los pastores de la zona, actualmente casi olvidados como: el "Tajillo
de Roque", "la Mesetilla del Verano", "Los
Corralones", "El Hoyo del Mochuelo", "El Cañaón", la
"Fuente de los Berros" y en su día, se llegó a instalar una
cruz de hierro en el lugar donde falleció un senderista, parece ser que debido
a un infarto.
El
perfil de la Cañada Pesquera desde la
base del Puerto de la Escaleruela
hasta el Nacimiento de la Villa, presenta una suave pendiente
descendiente, que hace muy cómodo este tramo de algo más de 3 km, a pesar de
que estaba algo embarrado por las lluvias del día anterior. Una vez que
llegamos a la explanada terriza de las "Ruinas de la Ventilla", se
unieron al grupo varios compañeros que ya nos esperaban allí. Desviándonos
ligeramente del recorrido para visitar el "lago grande" del
nacimiento de la Villa, que desde la época de los romanos, hasta antes de ayer,
dio de beber a todos los antequeranos, regó sus huertas y también se utilizó
para mover las norias y los ingenios de sus antiguas fábricas.
Tras
la foto de rigor en tan emblemático lugar, desandamos nuestros pasos y nos
dirigimos, a una caseta de agua, distante a unos 200 m al sur de nuestra
posición, más concretamente, situada a los pies de la ladera. Nos reagrupamos y
desde allí iniciamos la ascensión perpendicularmente a la izquierda, tal y como
miramos a los tajos de frente, que siguen cubierto de nubes. Pasamos junto a la
figura (roca) de "La Ardilla", tomando como referencia uno de los
muchos senderos de cabra que faldea la ladera, poco a poco vamos ganando
altura, llevando siempre los tajos a nuestra derecha y dejando a nuestra
izquierda las instalaciones del camping, aproximadamente al llegar a su altura,
atacamos la ladera arriba, ya de una forma más acusada, serpenteando por una
ladera, sin mayor complicación que la exigencia física de la pendiente y la precaución
requerida al caminar sobre algunos tramos rocosos, bastante humedecidos, por
las nieblas matinales, todavía predominantes a la altura de los tajos. Hasta el
punto de que conforme nos vamos acercando al embudo del "Peligrillo Grande",
hay que caminar mirando el GPS cada pocos pasos, pero dando con él a la
primera, tras un breve momento de duda, dada la poquísima visibilidad. Estos
embudos o chimeneas que se antojan casi inexpugnables, vistos desde el Nacimiento
de la Villa, tienen su truco y en la mayoría de los casos son factibles con la
ayuda de pequeñas trepadas. Sin embargo, escogimos el paso del Peligrillo
Grande, porque es de los pocos que te permiten llegar arriba caminando, sin necesidad
de trepada, más allá de algún escalón de un metro y también por ser el lugar
donde se los guerrilleros del bando republicano instalaron uno de los nidos de
ametralladoras, que con mayor efectividad y contundencia, castigó a las tropas
fascistas que avanzaban desde Antequera, camino de Villanueva de la Concepción.
Una
vez arriba nos encontramos en una gran dolina, y tal y como describimos en
nuestro libro, se nos presentan dos posibilidades:
1º)
Si tomamos a la derecha, un sendero de cabras, nos conduce hacia el abrigo de Merino, el Camorro de la
Torrecilla, el Camorro de Mataverde, el Hoyo de Duarte y el Puerto
de la Escaleruela, pero ésta sería la versión reducida o posible vía de
escapa de nuestra ruta.
2º)
Tomando, a la izquierda, que fue nuestra opción, la continuación del mencionado
sendero, remonta una pendiente conocida como "El Estrecho"
por encontrarse situada entre la "Silleta Alta" que dejamos
a la derecha y el Camorro del "Peligrillo Grande" a
nuestra derecha, que apenas podíamos ver, porque, al contrario de lo que me
imaginaba cuando iniciamos la jornada, la abundante nubosidad que se posó sobre
el Torcal, no sólo no terminaba de disiparse, sino que se hacía persistente,
como si las nubes se hubieran anclado allí arriba. De modo que el Torcal,
jugaba con nosotros "al escondite", su juego favorito en muchas
mañanas otoñales e invernales, aún cuando han anunciado cielos despejados en
casi toda Andalucía.
Superada
la pendiente del "Estrecho"
nos situamos en una nueva dolina más alta, llevando ahora a nuestra izquierda,
el borde de los tajos que se asoman hacia el tramo de carretera que va desde el
Nacimiento de la Villa, hacia el Puerto de la Boca del Asno. En los días
despejados, a poco que nos asomemos sobre el borde de los tajos, las vistas que
tenemos son magníficas, a nuestra espalda (al OESTE): la sucesión de dolinas entre
Sierra Pelada, el Torcal Bajo y los distintos camorros alineados hasta la
formidable pirámide del Camorro Alto de Sierra Chimenea. A nuestra izquierda (al
NORTE): Antequera, con toda su vega, la Peña
de los Enamorados (o "El Indio"), la dehesa y pinares del Romeral y hasta las Sierras Subbéticas; hacia el nordeste la Sierra de Archidona. Y más adelante, casi de frente (al ESTE): La
Sierra de Las Cabras con sus cumbres del Pico Yedra y las cabras, propiamente
dicha, así como La Peña Negra y todo
el cordal de la Sierra de Camarolos y El
Jobo, hasta La Maroma, todo un
espectáculo para la vista que muy a mi pesar, nadie pudo disfrutar, desde este
tramo del recorrido, tan poco frecuentado.
Encaminando
ahora nuestros pasos hacia el Camorro de Malaceite, donde está
situado el vértice geodésico de Sierra
Pelada, pero la niebla era tan densa, que en nuestra trayectoria, nos vimos
obligados a hacer un par de rectificaciones, que tuvieron como parte positiva
el que la cola se aproximara a la cabeza, y el grupo de 48 personas, que como
suele ocurrir se había quedado parcialmente fragmentado, volviera a caminar de
forma más compacta. En tales circunstancias, los walkies, resultaron ser de
gran utilidad y en vista de que la niebla (nubes) entre la que íbamos caminando
no nos permitían ver más allá de 80, 100 m de distancia, decidimos descartar la
doble ascensión prevista al Camorro de Malaceite y al
Camorro de los Montese (Los Repetidores), acortando un poco el
recorrido y buscando los tramos más asequibles para salir directamente la pista
asfaltada que conduce a las antenas, intentando coincidir con la ubicación del "Abrigo
de Roete", donde vinimos a salir de forma directa, siendo este
precioso enclave, el lugar elegido
para almorzar, mientras las nubes comenzaban
a ganar altura y por fin, permitirnos disfrutar, por primera vez, aquella
jornada de los bonitos paisajes de alrededor. Por lo tanto, buen momento para
el almuerzo, mientras veíamos, ahora sí con optimismo y alegría, que por fin
podríamos disfrutar del paisaje, el resto de la jornada. Pero en aquel momento
de lo que tocaba disfrutar era de un buen almuerzo de hermandad montañera, en
buen ambiente de camaradería, inesperado regalo incluido que difícilmente olvidaré
y como traca final, la última sorpresa de repostería de Arnaud: ¡GALLETAS DE
DINOSAURIOS, Modelo Jurásico, hechas por el mismo!, con unos moldes que había
comprado en los días previos, donde no faltaba ningún dinosaurio de los
clásicos. Las galletas eran tan grandes y deliciosas, que no pude evitar
devorar en pocos segundos el "Tiranosaurio de chocolate" que me tocó
en gracia.
Finalizado
el almuerzo, nos hicimos la correspondiente foto de grupo frente al emblemático
abrigo de Roete, con la disciplina que impone nuestro ínclito amigo y compañero
de aventuras Rafa Castillo, para ocasiones tan solemnes.
Finalizada
la sesión de posado colectivo, que ya empieza a ser todo una tradición dentro
del grupo, para sorpresa de los nuevos socios, desesperación de algunos,
admiración de otros, con cierta guasa y cachondeo, pero siempre magnífica foto
de grupo para todos, a pesar de su largo proceso de elaboración. Nos pusimos en
marcha, aprovechando el tramo de pista en ligera ascensión para poner un ritmo
vivo y llegar en poco tiempo al Puerto de Las Campanas, donde abandonamos la mencionada
pista a la derecha, para buscar el paso sobre la parte superior de Los Lajares,
a modo de gran balconada, desde donde pudimos disfrutar de preciosas vistas a
nuestra espalda (ESTE): con La Sierra de Las Cabras con sus cumbres del Pico
Yedra y las Cabras, ¡por fín!, en primer plano, y su prolongación hacia la
parte oriental del Arco Calizo, con la Peña Negra, como siguiente eslabón de
esta cadena montañosa, el Morrón de Grajea, el Enebral, El Realengo, la Cruz de
Camarolos, el Chamizo Alto, Sierra de San Jorge, Loja y hasta La Maroma
parcialmente nevada que se veía por encima de la Peña Negra.
Mientras que a
nuestra izquierda (al SUR) la cabecera del río Camapanillas, con Villanueva de
la Concepción allí abajo, el Mediterráneo al fondo y mas a la izquierda los
Montes de Málaga y asentados en sus laderas las localidades de Casarabonela y Colmenar,
también se podía ver desde la distancia, asentada sobre la falda occidental de
La Maroma, la localidad de Alcaucín. Otro de los hitos visuales, más
significativos de este tramo, es el gran pináculo conocido como "El Peñón
del Fraile", asentado sobre el extremo oriental, de la crestería que se
conoce como Caballón Grande.
3ª Parte: Por el Torcal Bajo, "La
ruta de Los Canteros":
Poco
después de finalizar el bonito paso aéreo (pero no expuesto) de Los Lajares,
venimos a salir a una zona llana, conocida como Campo de Tenis, donde ya
enlazamos con la pista terriza del Camino de Los Canteros, por donde
teóricamente discurre la ruta, pero para hacerla más completa, continuamos de
frente, y nos adentramos directamente al Callejón de la Cruz, para contemplar
de cerca las formaciones imitativas de "La Muela" y "La Pinza",
con los consiguientes comentarios jocosos de que si "La Muela", más
bien era un "Gallo Francés" o si "La Pinza", más bien era
unos "Alicates".
Desde
Las Sepulturas, tomamos dirección Noroeste, hasta venir a salir al Hoyo
del Copao, y más tarde al Hoyo del Partidario, aprovechando
para hacer una bonita fotografía del Camorro de Las lajas y desde allí alcanzar
el puertecillo, que ya nos sitúa frente al Hoyo del Partidario, donde se nos
atravesaron tres hembras de venado, con elegante caminar, primero ladera arriba,
y después, ladera abajo.
Siguiendo
por la vereda de ganado, que atraviesa esta dolina, dejando a nuestra izquierda
los majestuosos tajos de las Vilaneras Altas, localizando la ubicación de la
Cornisa del Diablo y más adelante las Vilaneras de Enmedio, llegamos a la zona de
Cagahurones, dejando el Camorro de Mataverde a nuestra derecha, para salir
definitivamente a esa gran dolina, conocida como El Hoyo de Duarte,
teniendo frente a nosotros la imponente pirámide del Camorro Alto de Sierra Chimenea,
mientras el sol, se iba poniendo a su izquierda.
Como nuevo socio incorporado al Comando Preston; quisiera hacer constar mi agradecimiento a todos los participantes de esta ruta, destacando como hecho importante el buen ambiente y camaradería que reina. Agradecimiento especial a nuestro guía Juan Ignacio, por su trabajo y buen hacer. Para mi fue un día inolvidable, a pesar de la dichosa niebla.
ResponderEliminarUn saludo...Diego
Excelente crónica muy bien documentada de principio a final, Una ruta muy bonita, muy bien calculada en los tiempos y bien ejecutada para llegar sin que la noche se nos echara encima, una ruta en tan emblemático lugar,tan interesante, tan bonita y tan novedosa con tantos rincones y recovecos, que todos queriamos inmortalizar, con el gravamen de que el tiempo corría, y esa fué la constante del día, de seguir así la noche nos pillaría, pero hasta esa situación tuvo que controlar el guía coordinador, de lo contrario nos pillaría la noche, Así que todo de lujo, Una crónica como de costumbre,tan bien explicada y con más gusto contada, se vuelve a vivir, pero el encontrar la cueva del Buda, lo más de lo más.
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