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Distancia aprox: 21 km
Desnivel de subida aprox.: 600 m
Desnivel de bajada aprox.: 522 m
Punto más bajo del recorrido: Puente Cañada
del Real Tesoro (393 msnm)
Punto más alto del recorrido: Collado previo
al basamento del puente Morisco, (zona angosturas del Guadiaro,602 msnm)
Punto
de encuentro : Antes de las 9.30 am Estación de Benaoján, porque el tren llega
a las 9.37 am, allí debemos aparcar los coches y sacar los billetes para montarnos en el tren que nos llevará
hasta la Estación de Cortes donde empieza la ruta.
Fecha y meteorología: Jueves 16 de
febrero, cielos cubiertos la mayor parte del día que mantuvieron cubiertas las
cumbres de la Sierra de Líbar la mayor parte de la jornada, pero la temperatura
resultó ideal para caminar y no llegó a llover.
6 Participantes: Manuel Serrato,
Dolores Villaseca, Pepe Guerrero, Juan Ignacio Amador, Pía Bruun y Pedro
Aguayo, estos dos últimos compañeros se quedaron en Jimera para coger allí el
tren y regresar antes a su casa por compromisos varios.
HORARIO DE TRENES BENAOJÁN-CORTES:
https://www.trenes.com/horarios/benaojan-cortes-de-la-frontera/
Track de la ruta:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16439197
Bibliografía:
http://andaluciarustica.com/canada-del-real-tesoro.htm
http://pilar-ordonez.webnode.es/
Al llegar con más de media hora de antelación, hicimos
una breve parada de carretera, para acercarnos a la majestuosa entrada de la Cueva
del Gato, declarada Monumento Natural por donde salen las aguas del
río Guadares o Gaduares. perteneciente al municipio de Benaoján, en
el perímetro oriental del Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
Si escogemos una asiento de ventanilla, para recrearnos con el paisaje, viviremos este corto viaje en tren, como una especie de trailer que nos mostrará en a penas 20 minutos, los paisajes por donde discurrirá nuestra ruta de unas 7-8 horas, siendo los grandes protagonistas el río Guadiaro, en paralelo a la vía del tren, los paisajes de huertas y dehesas y el telón de fondo de la Sierra de Los Pinos y los colosos de la Sierra de Líbar.
En la Estación de Cortes (Cañada
del Real Tesoro) hay pequeñas tiendas, supermercado, panadería, hotel rural y
varios bares que ofrecen tapas tradicionales del lugar.
La Cañada del Real Tesoro es una
zona ideal para los amantes de la pesca, el senderismo, los paseos a caballo,
la observación de aves, ciclismo, fotografía, etc. Durante la primavera las
flores silvestres son impresionantes y durante el verano se puede ver a sus
habitantes recogiendo la fruta de sus huertas regadas por el río Guadiaro. En invierno es costumbre salir a
recoger espárragos y tagarninas.
Tramo 1: De la Cañada del Real Tesoro a
Jimera de Líbar:
Si bien para iniciar la ruta, tan sólo tenemos que atravesar la vía y caminar paralelos a la misma, unos 200 m dirección N, desviándonos a la derecha para atravesar el puente y continuar un corto tramo por la carretera hacia Gaucín. Tomándole la palabra a nuestros amigos Jorge y Kminante del Sur, decidimos adornar el inicio, dejando el mencionado puente sobre el Guadiaro a nuestra derecha, continuando unos 200 m en paralelo a la vía del tren (que la llevamos a nuestyra izquierda), hasta pasar bajo la misma, por un puentecillo, que salva el modesto caudal del arroyo Hondo, junto al cual caminamos un corto trecho, hasta que poco después el camino se hace empedrado y en poco mas de 300 m desde el mencionado puentecillo, llegamos a la que se conoce como Casa de Piedra, que se encuentra situada junto a la antigua vereda que unía la Cañada del Real Tesoro, con Cortes de la Frontera. La distancia entre el Puente sobre el Guadiaro y la Casa de Piedra es de 500 m de ida (y otros 500 m de vuelta), que quedan plenamente justificados, teniendo en cuenta la magia y la historia del lugar.
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A partir de este momento, ya estaremos caminando por la antigua Cañada Real del Campo de Gibraltar, que
será nuestra principal referencia en esta ruta, en la primera mitad por pista terriza y mas adelante por angostos senderos.
Después de caminar un trecho de unos 200 m llevando la vía del tren a nuestra derecha, volvemos a pasar por debajo de la misma, de manera que volvemos a llevarla a nuestra izquierda (que es lo habitual el 95% de nuestro itinerario), caminamos ahora por una zona mas póbre de vegetación, las lluvias caídas en los días previos aún inundaban de charcos gran parte de la pista convertida en barrizal, que a veces nos obligaba a dar pequeños rodeos.
A partir del arroyo de Los Judíos, nos adentramos de lleno en la mágica dehesa de Líbar, sumergiéndonos en una especie de bosque encantado,que cuenta
con un amplio bosque de alcornoques y en menor medida encinas y quejigos, dónde núnca falta el canto de los pajarillos, el esporádicos paso dee algún tren, con el telón de fondo del Martín Gil a nuestra izquierda, que poco a pooco vamos deejando atrás, conforme vamos avanzando y poniéndonos a la altura de la Sierra del Palo.
Poco a poco la dehesa va dando paso a un paisaje donde vuelven a predominar la retamas y algunos hérguenes (que pinchan bastante), encontrándonos con varias angarillas que dejaremos cerrada a nuestro paso. Siendo el siguiente hito un aparatoso puente metálico peatonal para cruzar la vía del tren, que estimamos innecesario si atravesamos la vía con las debidas precauciones, como se ha hecho toda la vida.
Tan solo 700 m mas allá, por el camino que discurre paralelo al Guadiaro, llegamos a un alojamieento rural, construido a base de piedra como las casas del Norte, que incluso nos llegó a recordar al Camino de Santiago, se trata de laa Antigua Venta de la Salud, ubicada junto al antiguo Molino de Rodete.
Desde el alojamieento rural del Molino de Rodete, llegamos en escasos minutos a las primeras casas de la barraiada de la Estación de Jimera (km. 12,5), donde tenemos la opción de continuar con la vía a nuestra derecha, o pasar por un tunelillo peatonal (cual estación de metro) que nos condujo, casi de forma directa al
Bar Allioli, único bar abierto que nos encontramos en la zona, regido por unos guiris, que estaba especializado en una gran variedad de cervezas y hamburguesas internacionales, además de algunas tapas y platos varios. Manuel, Dolores y yo optamos por disfrutar de la comida y cervezas del bar, mientras que Pía, Pepe y Pedro optaron por su almuerzo espartano mochilero y alguna bebida del bar.
Tramo 2: De Jimera de Líbar a Benaoján:
A
partir de aquí nuestra ruta coincide con el emblemático SL A-138, Sendero del Guadiaro, sobre el que posteriormente diseñaron el trazado de los senderos de Gran Recorrido GR 141 Serranía de Ronda y GR 249 Gran Senda de Málaga.
En realidad es la continuación de la misma Cañada Real del Campo de Gibraltar, importante
vía de comunicación, que une en este tramo las poblaciones de Jimera de Líbar y
Benaoján. Continuando paralelo al río Guadiaro, cuyas aguas van dibujando un recorrido
sinuoso buscando los pasos más fáciles entre montañas. Si bien son sendas y veredas lo poco que queda de la antigua Cañada Real. Finalmente, el
ferrocarril, más exigente, supo también, no sin dificultad, adaptarse a esta complicada orografía que resultó ser todo un deasfío para los mejores ingenieros ferroviarios de la época, que periódicamente han tenido que luchar contra los numerosos desprendimientos de la montaña sobre la vía del tren y también por el enorme impacto de las cañadas que bajaban en crecida tras lluvias torrenciales, llevándose gran parte de la base de tierra y piedras que sustentaba la vía del tren, tal y como nos estuvo explicando nuestro ínclito amigo manuel Serrato, que ha estaado trabaajando toda la vida en Renfe.
Una vez en la Estación de Jimera de Líbar, nuestra
referencia a seguir es la calle que asciende paralela al ferrocarril. Al final
del trayecto asfaltado, dejamos a la derecha el desvío que nos llevaría hasta JImera de Líbar y que también coincide con la ruta de Fray Leopoldo, por llegar hasta Alpandeire.
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Continuando por
nuestra senda, el Maestro Don José Guerrero nos comenta la difeerencia entre el material deleznable de la vertiente del Guadiaro por la que discurre el sendero, vertiente izquierda del río, derecha en el sentido de la marcha), por unas lomas formadas a partir de mantos dee corrimientos que han sido como una escombrera arrastrada hasta este lugar por grandes cataclismos. Mientras que en el margen derecho del Guadiaro, (izquierdo en el sentido de nuestra marcha), al otro lado del río se notan los materiales mucho mas compactos de las calizas superiores y las margocalizas inferiores.
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Benaoján a la
vista, nada mas dejar atrás las mencionadas ruinas del cortijo, el
sendero se torna en carril terrizo, que mejora de firme a medida que
avanzamos. Tras una última subida prolongada, nos adentramos entre encinas
y algunos quejigos. Al otro lado del río, divisamos la sierra de Juan Diego,
coronada por la cima del Pico Ventana.
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Si al llegar al tramo central dela ruta, decidimos desviarnos a la derecha para visitar la localidad de Jimera de Líbar: Al
dejar atrás la Dehesa de Jimera, veremos una hilera de pinos delata el cauce
del arroyo de Atajate o del Molinillo, otro tributario del Guadiaro. Tal y como
vamos llegando a Jimera de Líbar podemos comprobar cómo está asentada sobre la
falda occidental del cancho del Conio.
Al
llegar a Jimera de Líbar lo primero que nos encontramos es una fuente con
inscripciones antiguas. Jimera de Líbar tiene su origen en un emplazamiento
árabe llamado "Inz Almaraz", que significa fortaleza o castillo de
mujer. De hecho, su casco urbano tiene reminiscencias de estilo mudéjar, se
adapta al trazado laberíntico y sinuoso de sus calles. Sobre su antiguo
castillo se construyó, tras la reconquista, la iglesia del pueblo siendo
dedicada a la Virgen de la Salud , en cuya reciente reconstrucción (1964) se encontraron restos de un cementerio
musulmán. Merece la pena visitar un bonito mirador con vistas al Valle del
Guadiaro y el telón de fondo de la sierra de Líbar. Anteriormente denominado
Ximena o Ximera, alcanzó, ya con su nueva denominación, su máximo apogeo
demográfico a finales del Siglo XIX, sobrepasando el millar y medio de
habitantes. En 2005 contaba con una
población de 435 habitantes.