XI Travesía del Jurásico, Por la Vereda de Las Masas y la Vereda
de la Umbría
Desnivel acumulado aprox. subida/
bajada: 500 m
Nivel dificultad físico: Medio
Principales escollos: Trepada escalonada por la chimenea de Las Catedrales al principio del
itinerario, evitable siguiendo la ruta Amarilla y abandonándola en el Puerto de
Zalea, a la izquierda (Sur), hacia el Hoyo del Tambor.
Punto más elevado: Parte Alta de Los Arregladeros o Las Catedrales (1.256 m)
Tiempo aprox. 7-8 horas, pues aunque se puede hacer en menos, la ruta se presta a la
contemplación del paisaje tanto en su conjunto, como a la interpretación (y
desafíos de la imaginación) de las formaciones imitativas, botánica, fauna...
Tipo suelo: Terreno puramente calizo y sendero que combinará zonas pedregosas y
terrizas, a veces embarradas/encharcadas si ha llovido en los días previos.
Fecha y Meteorología: Sábado 12 de Mayo, aunque
los pronósticos daban día soleado con máximas de 21 o 22ºC, tanto en Antequera
como Villanueva de la Concepción. Una vez más el Torcal volvió a jugarnos una
mala pasada. Desde el cruce de abajo, hasta el Parking del Centro de Visitantes
subimos en una espesa niebla, llegando a las 10.00 am al Parking, con
temperaturas de menos de 10ºC, que pillaron en bragas a gran parte del grupo,
que por exceso de confianza hasta venían en mangas cortas, y es que hasta en
muchos días de verano, el Torcal es uno de los parajes más fríos de Andalucía.
La niebla no se levantó hasta al menos las 11.00 am dejando cielos nubosos, sin
llegar a disfrutar de pleno sol (con algunos intervalos nubosos), hasta después
del almuerzo, con temperaturas que apenas subieron de 16ºC
Tipo de recorrido: circular.
Resumen itinerario teórico previsto para
esta XI Edición del Jurásico (2018): Centro
de Visitantes--Los Arregladeros (o Las Catedrales)-Hoyo del Tambor-Vereda de
Las Masas-Navazo Verde-Vereda del Madroño-Las Carboneras-La Corza- La Maceta-
Centro de Visitantes.
Resumen itinerario real esta XI Edición
del Jurásico (2018): Como a
las 10.00 am hora prevista de inicio había mucha niebla, decidimos dar media
hora para visitar el Centro de Visitantes y como a las 10.30 am seguía la
niebla, decidimos adornar el inicio para visitar el Hoyo de Los Toros y Los
Balconcillos.
Sin embargo, tras el almuerzo, hubo
alguna persona que se sentó mal tras el almuerzo y la marcha del grupo era muy
tranquila, estimamos más prudente, regresar en paralelo por la Vereda de la
Umbría y al llegar al enlazar con la ruta Amarilla, a la altura del Puerto de
Zalea, se dio la opción a escoger entre: regresar al Centro de Visitantes por
la Ruta Verde, o completar la ruta Amarilla, recreándonos en algunas de sus
figuras y rincones mas desconocidos.
Algo más de 50 Participantes:
Paco Castillo "El Generoso", Pepe Guerrero "Maestro
Geobotánico", Doctor Leal, Ana Pérez Salas, Alberto Serrano, Juana Ramos, Paqui
Gallardo, Carmen García Villasante, Jerónimo Alba, Sancho Adam "Máster
Chef", Paco Gutiérrez, Agustín González , Rafael Castillo “El Hombre
de las Mil Cámaras”, Manuel Serrato "El Juglar de las cumbres", Dolo
Villaseca "La Reina del Trivial Pursuit", Antonio Pascual "El
Último Patriota", Mercedes González, Mabel Berutich "Libre y
Salvaje", José Mayorga “El Catedrático de los MONTES DE MÁLAGA”, Javier de
la Fuente, Marlis Hoffer, Manuel Esteban, Santiago Ruiz Aguilera, Diego
Martínez "El Jefe", Ángel Miranda, Mikel González, Alicia en el País
de las Maravillas, Fran de la Jungla, Isaías, Ana de los Ríos, Javier Andrés
Diaz, Francisca del Águila Durán, Juan Antonio Villar Torres, Carmen Moreno
Cabrera, Javier Andrés Diaz, José Manuel Moreno Olmos, Manolo Álvarez, Ana, Manuel
Limón, Ana Dianez, Concepción Moreno, Antonio López, Héctor "El Caimán de
Puente Genil", María Luisa "El Duendecillo de Sierra Horconera",
Yolanda Castro Torrado, Belén Blanco, Inmaculada Ruiz Pinazo, Miguel González
"El Yeti de Sierra Nevada", Paloma Rodríguez Hergueta, Rosa Mª
Fernández Duque, Pepe Pateador y Mariano
Mapa aportado por: Pepe Pateador
Crónica y algunas fotografías: Juan Ignacio Amador
Descripción del itinerario:
Contra los pronósticos meteorológicos de las 24
horas previas que dibujaba grandes soles por Villanueva de la Concepción y
Antequera, llegábamos antes de las 10.00 am al Parking del Torcal inmersos en
una niebla, que apenas permitía ver 20 m más allá del perímetro del Centro de Visitantes,
y encima con un intenso frío que tampoco se pronosticaba en ninguna parte.
¡Claro que si hay un triángulo de las Bermudas meteorológico en Málaga ese está
compuesto por El Torcal, la Sierra de las Cabras y La Maroma!, que
independientemente del pronóstico que den para las localidades más cercanas
suelen ser muy traicioneros y tendentes a temperaturas muy bajas, rachas de
viento frío y un auténtico imán para las nubes.
derecha; abandonamos este sendero, por un portón de madera
que en Harry Potter equivaldría al “Andén Nueve y Tres cuartos”, porque pasas
por delante y no lo ves. Antes de que El Torcal de Antequera fuera declarado Patrimonio de
la Humanidad, junto a los Dólmenes y la Peña de los Enamorados en julio de
2016, decían que si El Torcal era declarado Patrimonio de la Humanidad, este
tramo de sendero sería habilitado y adecuado en su totalidad hasta La Cueva del
Toro, pero de momento, han pasado ya
dos años y el acceso a este antiguo “sendero” es una auténtica jinkana, que en
menos de un minuto puso al grupo en fila india, caminando sobre bloques de
distinto tamaño, entre grieta y grieta, hasta caminar por tierra firme en los
restos del antiguo sendero que conduce hasta la Cueva del Toro, aunque nosotros
tomamos un corto desvío para acercarnos a la curiosa figura del
"Buho" y de allí, tras caminar un corto trecho sobre nuestros pasos,
atravesamos el "Hoyo de Los Toros", bajo el Mirador de Las
Ventanillas, pasando frente a un farallón rocoso conocido como "El
Guernica" por la cantidad de caras (distorsionadas) que en él se pueden
apreciar.
Desde allí iniciamos una corta ascensión escalonada,
que después de pasar junto a un pequeño abrigo o aprisco, antaño conocido como
"Cueva de las Ventanillas", accedimos al Mirador de los Amonites,
antaño conocido como Los Balconcillos, al final del cual se encuentra la figura
de "La Plancha" y un poco más adelante nos encontramos con la
imponente figura del "Transatlántico", que en realidad es
el extremo
oriental de Los Aregladero, que rodeamos por la derecha, sin perder demasiada
altura, viniendo a conectar con la ruta verde a la altura del Ataud, el Robot y
el Arco de la Rucha, desde donde iniciamos la ascensión por una inverosimil
chimenea (que en su día nos mostró el Maestro Torcaleño Quini), y que en
escalonada ascensión nos eleva hasta la parte alta de Los Arregladeros, también
conocida como "Las Catedrales", en este caso lo que serían sus
bóvedas. Las vistas desde aquí son sencillamente impresionante.
Parece mentira que todo este paisaje de fantasía que
nos rodea y la totalidad del recorrido, discurra por lo que en su día fue el
fondo marino. Todo empezó en el Jurásico hace, entre 250 y 150 Millones de años,
¡que se dice pronto!, cuando gran parte
de Europa y Oriente Medio se encontraban sumergidos bajo el mar de Tetis, se
inicia un proceso de sedimentación carbonatada, originada por la acumulación y deposito de esqueletos, conchas
y caparazones de animales marinos en el fondo del mar que durará
unos 175 millones de años. Estos sedimentos se fueron acumulando y compactando
en diferentes niveles, formando estratos horizontales con espesores de miles de
metros.
Hacia
el Mioceno medio, como consecuencia del empuje provocado por el Plegamiento
Alpino, entre las placas ibéricas al norte del mar de Tetis y la africana al
sur, los sedimentos acumulados fueroncomprimidos, deformados, elevados y fracturados
hasta emerger en un lento y continuado proceso que aún se mantiene. Una vez
emergido el relieve, la acción prolongada de los agentes meteorológicos como el agua, el hielo y el viento sobre las calizas, modeló el espectacular paisaje kárstico de El Torcal de Antequera
del que hoy podemos disfrutar.
Las
calizas que lo forman, situadas horizontalmente y con la ayuda de varios
sistemas de fallas, deben el aspecto actual principalmente a la meteorización
sufrida en los últimos 6 millones de años. El resultado asemeja a una ciudad en
ruinas con un aspecto fantástico, con callejones, plazas… En estas aparecen
formas caprichosas que asemejan animales u otras formas curiosas. En otros
puntos, los estratos, cortados y erosionados desigualmente, forman lo que localmente
conocemos como “pilas de bollos”. El efecto se produce por la acción del agua y
la nieve al actuar de forma diferencial en los contactos entre estratos de
caliza más pura y menos, deshaciéndose esta con más facilidad que la otra,
siendo las dos formas más frecuentes de erosión "por disolución" o
"por gelifracción".
Tal y como íbamos diciendo, una vez arriba de Las Catedrales,
retomamos nuestro rumbo Oeste, pasando junto a la figura conocida como
"Nitrato de Chile" que dejamos a nuestra izquierda, bajando escalonadamente hasta una pequeña dolina, a la derecha de la cual, Manuel Limón, descubrió la figura del "Pato", y desde allí en pocos minutos llegamos al
"Hoyo (o dolina) del Tambor", donde nos reagrupamos con los
compañeros que habían preferido llegar allí prolongando sus pasos por la ruta
Verde-Amarilla, hasta el Puerto de Zalea, desde donde se tiene acceso a este
interesante enclave. Lo
primero que vemos es un Camorrillo que dejaremos a nuestra derecha con una
tortuga encima y una piedra con forma de "Corazón" en el Centro, que
descubrió nuestra amiga "Rosa".
Justo antes de entrar en el Hoyo del Tambor, nos
desviarnos a la derecha para subir a la plataforma rocosa que en unos
pocos metros cuadrados alberga tres figuras muy emblemáticas: La Esfinge y la
Tortuga, separadas por unos 4 o 5 metros escasos y la famosa figura del
Camello, al que incluso podemos acceder, situado a unos 20 m al Oeste. Desde
las inmediaciones del Camello, tenemos una panorámica privilegiada del Hoyo del
Agrasol, reconociendo fácilmente la figura del Adelantado o "Los
Nazarenos" (descubiertos por Elena el día de la preparatoria, al igual que
"El Lince") y contemplando una panorámica
magnífica del entorno.
De vuelta sobre nuestros pasos, regresamos al Hoyo del
Tambor, que atravesamos en dirección OESTE, dejando a nuestra derecha las
figuras de "La Foca equilibrista", El Guardián de los Cuarteles y El
Grajo. LLegamos a un collado donde tenemos la opción de elegir entre dos vaguadas, por la de la izquierda, discurre la Vereda de la Umbría, y la que sigue de frente es por sonde discurre la Vereda de Las Masas que en este caso fue nuestro camino a seguir, predominantemente en descenso, a veces con perfil escalonado, a veces con pequeños tramos llanos o de rampas en descenso, donde se intercala abundante matorral de matagallos, lechetrezna, los cardos que desde mediados de mayo, comienzan a apoderarse del manto vegetal del Torcal, haciendo muy recomendable el uso de pantalón largo, antes de estas fechas por las bajas temperaturas típicas del Torcal y a partir de estas fechas por la abundancia de cardos.
A pesar de la aparente degradación de la cobertura vegetal en buena parte de la superficie del Torcal, debido al carboneo, la tala masiva de encinas en el Siglo XIX y primera mitad de Siglo XX y la actividad ganadera intensiva, hasta tiempos relativamente cercanos, podemos disfrutar de enclaves con vegetación climácica y de diversas especies endémicas de gran interés. Hasta el punto de que la riqueza en especies botánicas es considerable, habiéndose constatado en el Torcal, al menos 664 especies de plantas, agrupadas en casi un centenar de familias; así, se citan 12 especies de líquenes, 77 de briofitos (musgos y hepáticas), 10 de pteridofitos (helechos) y 565 de plantas con semilla (Espermatofitas).
Las comunidades vegetales de mayor importancia botánica dentro del Paraje son las rupícolas, adaptadas a las fisuras y grietas de las rocas, con plantas muchas de ellas endémicas que precisan normas estrictas de conservación; esto ha obligado a crear un área de reserva dentro del Torcal Alto con el fin de preservar ciertas comunidades vegetales de interés. Las especies rupícolas más representativas son Linaria anticaria, Saxifraga biternata, Linaria oblongifolia, Viola demetria, Saxifraga reuterana, Polypodium australe, entre otras muchas.
La vegetación potencial de El
Torcal corresponde a la de encinar, estando el estrato arbóreo
representado por encinas, quejigos, serbales o arces. Las formaciones de espinares y zarzales
suelen cubrir gran parte del Torcal Alto, con madreselvas, arbustos y plantas de la orla forestal (espino majoleto, sauco, zarzamora,
rosal silvestre, peonías, etc.). Otras comunidades vegetales de interés por su
relación con la actividad ganadera, son los pastizales y los cardizales, que
suelen situarse en dolinas o “encerraderos” con especies vegetales como Poa bulbosa, Trifolium subterraneum, Ranunculus bulbosus,
Onopordon illyricum, Sylibum marianum o bien otras más raras como el Dianthus anticarius o la Nepeta amethystina. Como especie a destacar por la
belleza de las formas que origina en combinación con la roca, se encuentra la
hiedra, muy abundante en el Torcal Alto, con algunos ejemplares verdaderamente
espectaculares, que en perfecta armonía con la figura que envuelven total o
parcialmente han inspirado el nombre de algunas formaciones rocosas como el
Agrasol, la Peluca, el Moño de Doña Elvira, el Buho, Fray Leopoldo, etc...
Una vez iniciado el descenso por la Vereda de las
Masas, comenzamos a encontrarnos preciosos ramilletes de peonías y distintos
tipos de orquídeas, a veces solitarias y otras veces agrupadas, cual coqueta
jardinera. Por orden cronológico vamos pasando junto a figuras como El Pirata
(izq.), justo a su altura, por un ramal secundario a la derecha del sendero, a
unos 30 m de distancia se encuentra "El Diente o más bien La Mano con el
dedo levantado" y "La Cija", que debe su nombre a un antiguo
corralón, que se encontraba a sus pies. Retomando el sendero, el resto de
figuras van quedando a la izquierda del mismo como "El Lince",
"Pez Napoleón", "El Arriero" a mas de 200 m a la izquierda
del sendero, de hecho, por encima de la Vereda de la Umbría, que discurre
paralela a la nuestra, por la cañada de la izquierda, más cercanos a nosotros,
se encuentra la pequeña figura de "La Avioneta" y poco después llegamos
a una dolina conocida como "El Hoyo del Cochino", que hace referencia
a la antigua "majá de cerdos" que se encontraba en este lugar.
Al llegar al Hoyo del Cochino, nuestra trayectoria,
que ha sido eminentemente Este, va a cambiar a dirección Sur, atravesando el
Hoyo del Cochino de Norte a Sur, que es hacia donde dirigiremos nuestros pasos,
dejando a la izquierda del sendero la curiosa formación de "El
Mochuelo" (descubierta por Mabel) en esta etapa del Jurásico y dejando a la
derecha sendero: el Arco de Elena y un poco más arriba y a unos 50 m a la
derecha del sendero "El Arco y el Obelisco", en un rincón un tanto
recóndito.
Una vez que enlazamos con la Vereda de la Umbría, la
tomamos a la derecha, retomando de nuevo dirección Este, dejando a nuestra izquierda
las formación de "El Coito". Al llegar a un collado tenemos la
figura de "El Simio" (descubierta por Alicia) a la derecha y a la
izquierda, se adivina una escalonada ascensión con algunas huellas de cabra que
nos ponen en la pista hacia "El Arco del Arriero", al que hay que
llegar saltando de roca en roca y salvando algunas grietas y caídas
importantes, a lo largo de una jinkana de unos 200 m.
Desde este collado
iniciamos el descenso hacia el "Navazo Verde", dejando a la derecha,
tres figuras que comparten el mismo camorrillo: "El Garbando y la Lenteja"
y a penas, unos metros a la izquierda "La Tortuga boba", a media
bajada hacia el Navazo Verde, unos metros a la derecha del sendero, nos
encontramos con "El Podium".
Al llegar al Navazo Verde, espectacular úvala donde
las haya, la atravesamos de S-E hacia el N-O, para llegar a la emblemática
figura de "El Yelmo" a cuyos pies estuvimos almorzando, tal y como
habíamos previsto en la preparatoria.
Sin embargo, retomada la marcha tras el almuerzo, nos comunicaron desde cola de grupo que alguien no se encontraba bien y la marcha comenzaba a ralentizarse demasiado, por lo que decidimos acortar el recorrido, regresando sobre nuestros pasos hasta mediado el Navazo Verde, donde cambiamos a rumbo N-E, para enlazar con el final de la Vereda de la Sima, que en sentido ascendente nos llevó de regreso hasta el Hoyo del Cochino, donde completamos el bucle, repitiendo el corto trecho para volver a conectar con la Vereda de la Umbría, donde esta vez giramos a la izquierda, ya en dirección ESTE, se trata de un sendero muy tenue, pero fácil de seguir en sentido ascendente, bien por el centro de la cañada, bien, por su margen derecho (en el sentido de nuestra marcha), por donde volvimos a disfrutar de una gran cantidad de orquídeas y peonías. Nuestro amigo Antonio Pascual descubrió dos figuras muy peculiares ya en el último tercio de la cañada, en el margen izquierdo de la cañada, una figura parcialmente cubierta por una yedra, la bautizó como "Fray Leopoldo" y a la derecha del sendero distinguió otra que bautizó como "El Cisne", poco después nos acercamos a uno de los espectaculares asomaderos, que se encuentran al filo de los tajos y cantiles de la cara sur, y que en este caso, venían a coincidir, justo en frente de la zona conocida como "La Muerte".
Sin embargo, retomada la marcha tras el almuerzo, nos comunicaron desde cola de grupo que alguien no se encontraba bien y la marcha comenzaba a ralentizarse demasiado, por lo que decidimos acortar el recorrido, regresando sobre nuestros pasos hasta mediado el Navazo Verde, donde cambiamos a rumbo N-E, para enlazar con el final de la Vereda de la Sima, que en sentido ascendente nos llevó de regreso hasta el Hoyo del Cochino, donde completamos el bucle, repitiendo el corto trecho para volver a conectar con la Vereda de la Umbría, donde esta vez giramos a la izquierda, ya en dirección ESTE, se trata de un sendero muy tenue, pero fácil de seguir en sentido ascendente, bien por el centro de la cañada, bien, por su margen derecho (en el sentido de nuestra marcha), por donde volvimos a disfrutar de una gran cantidad de orquídeas y peonías. Nuestro amigo Antonio Pascual descubrió dos figuras muy peculiares ya en el último tercio de la cañada, en el margen izquierdo de la cañada, una figura parcialmente cubierta por una yedra, la bautizó como "Fray Leopoldo" y a la derecha del sendero distinguió otra que bautizó como "El Cisne", poco después nos acercamos a uno de los espectaculares asomaderos, que se encuentran al filo de los tajos y cantiles de la cara sur, y que en este caso, venían a coincidir, justo en frente de la zona conocida como "La Muerte".
Hola. Una ruta muy interesante. ¿Sería posible enviarme el track .gpx de esta ruta? Un saludo cordial. Nico
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