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miércoles, agosto 29, 2018

Ferrata de Igualeja + Cueva de Las Excéntricas


1ª parte: FERRATA DE IGUALEJA
Hora y punto de encuentro recomendado: VENTA EL NAVASILLO sobre las 9.00 am parada desayunar o a las 9.30 am ya desayunados.
Situación de la Venta La Laja (junto a la Venta El Navasillo): Carretera A-397, San Pedro-Ronda, km 11,5 (Abierto de 7.00 a 22.00).
Un kilómetro más allá de la entrada del P. Nat. Sierra de Las Nievas a la altura de "Conejeras" si vienes desde San Pedro, o 1 km antes, si vienes desde Ronda.
Localidad de referencia: Igualeja
Fecha de realización: Sábado 25 de agosto de 2018
8 Participantes: "El Corsario de Sierra Almijara" (Monitor), los compañeros más avanzados en el arte de la escalada, ferratas, barrancos y multiaventura en general: Javi "Mattwildness", en funciones de Monitor de apoyo a quien pertenecen la mayoría de las fotos de esta crónica; Arnaud "Nono", Lena "La Amazona Bielorrusa", Juan Manuel “El Rey del Parapente”, con un nivelón MUltiaventuras. Y Mabel "Libre y Salvaje", José Manuel Vázquez "The Explorer" y  y Cristina Elvira, que ya están muy cerca de sacarse el título de monitores.
Lugar ideal para aparcar: A la entrada de Igualeja, junto al paraje del Nacimiento, después de finalizar la ferrata regresaremos sobre nuestros pasos, cambiando equipo de ferrata, por equipo de espeleo y ya no es necesario volver a tocar los coches hasta que nos marchemos.
Cómo llegar a la vía ferrata: Es muy fácil, tomando como referencia el emblemático paraje del Nacimiento, a la entrada del pueblo, tras la foto de rigor, lo dejamos a nuestra izquierda, al igual que el cercano parque infantil/merendero que también lo rodearemos dejándolo a nuestra izquierda, nuestro sendero coincide ya con el cauce seco del arroyo de Los Murciélagos, que pronto gira a la izquierda, atravesamos su cauce y pasamos junto al panel informativo de la ferrata que ya nos advierte de sus características:
Dificultad: K3 Difícil.
Recorrido: 94 metros (más de la mitad son laterales, casi siempre desplazándonos hacia la derecha o hacia arriba, con un extraño zig-zag de bajada, antes de la subida final)
Desnivel : 28 metros (desde el inicio hasta el punto final).
Tiempo total estimado:  Entre 1h 30 min. y 2 horas (ida y vuelta desde el aparcamiento).
Tiempo aprox. desde el Paraje del Nacimiento hasta el inicio de la ferrata: Unos 20 minutos.
Poco después de pasar junto a este panel informativo, caminamos un corto trecho por encima del talud que flanquea esta orilla del arroyo, que muy pronto volvemos a cruzar, para encarar la loma, al final de la cual, ya se ve el roquedo en el que se encuentra la ferrata, casi se tarda menos en llegar a ella que en escribir estas líneas, pues queda justo detrás del paraje del Nacimiento.
Hay que tener en cuenta que al ser al encontrarse en una pared orientada al sur, es recomendable hacerla en cualquier época que no coincida con los meses de verano (yo la cagué proponiéndola para finales de agosto).
Por ejemplo: El Otoño sería ideal combinándola con una de las rutas de castaños en el mes de Noviembre, como por ejemplo la versión circular del PR-A-226 Parauta – Igualeja, La Lineal Pujerra-Igualeja o los senderos locales:SL-A 173  Charco de la Cal. ó SL-A 174 Las Caleras.
Cuando llegamos al inicio de la vía ferrata, nuestro guía/monitor: "El Corsario de Sierra Almijara" nos dio una charla de consejos básicos para progresar por la ferrata, recordándonos los pasos más técnicos y asegurándonos de que el arnés, disipadores, cascos y vagas de anclaje estaban bien colocadas. Javi Mattwildness fue el primero, con los cursos de alpinismo que lleva hecho en los últimos años, subió como si fuera "Spiderman". Pasó Arnaud seguido de Lena que ya progresan por las vías ferratas con la agilidad que corresponde a quien lo practica con mucha frecuencia y no tiene sobrepeso. Con menos frecuencia lo practican Mabel y José Manuel, pero también salvaron muy bien el extraplomo acrobático de esta salida en oblicuo, con los primeros 4 m extraplomados. Al igual que el Corsario de Sierra Almijara, Cristina y Juanma, que iban cerrando el grupo, aunque el Corsario pasó a posiciones delanteras para supervisar la progresión del grupo y Javi "Mattwildness" se fue quedando atrás recreándose con su reportaje desde la las grapas.

Desde la distancia, me fui deleitando con la desenvoltura, que se les veía, progresando por la ferrata, como chavales disfrutando de un tobogán, en aquellos felices años de nuestra Infancia. Una vez superado el extraplomo de la salida con las grapas oblicuas, se encara un tramo vertical de unos 12 m, tras el cual nos espera el primer tramo lateral, que incluso va descendiendo perpendicularmente (siempre hacia la derecha tal y como se mira a la pared). 
 Después la trayectoria vuelve a subir, afrontando ahora, un tramo casi paralelo, tipo cornisa, de unos 14 m, al que accedemos después de afrontar un pequeño extraplomo (que ya es una mariconada en comparación con la mala leche que tiene el comienzo).
Este tramo horizontal de unos 14 m que viene a coincidir con la mitad del recorrido, sirve para darnos un respiro. Antes de afrontar una corta subida, corto desplazamiento lateral y otra corta subida, que nos conducen hasta el penúltimo desplazamiento lateral, que finaliza con el extramo zig-zag en bajada, donde afrontamos el único desplazamiento lateral hacia la izquierda, antes de volver a cambiar otra vez de trayectoria (hacia la derecha), justo donde hay una grapa, cuya parte izquierda tiene 1 cm suelto de oscilación, bueno es saberlo para no llevarnos el susto, cuando lleguemos a este punto, donde nos espera el último desplazamiento a la derecha, que tiene la particularidad de que las grapas nos sirve para las manos, mientras que los pies los vamos apoyando en cómodos salientes que nos dan algunos respiros en este tramo en forma de pequeños balconcitos para recuperar fuerzas. 
Y desde aquí ya encaramos la subida final, un recto vertical de unos 13 m, que a mitad de la subida tiene un extraplomo, pero mas o menos en ese punto, muy cercano al final, "El Corsario", instaló un rapel desde donde fue asegurando a todos los participantes, menos a los compañeros mas expertos, que ya se desenvuelven solos, pero en todo momento supervisándolos para mayor seguridad.


Aunque el extraplomo mas técnico es el inicial, que es bastante selectivo y disuade a cualquier persona que no sea muy hábil en las trepadas o que sólo sea pura fibra. Hay otros tres extraplomos, aunque no tan cabrones,  en puntos intermedios del recorrido, que para los no expertos, resultarán poco menos que pasos acrobáticos. Afortunadamente esta ferrata está equipada en varios puntos de su recorrido para improvisar algún rapel cuando lo estimemos oportuno (llevando el material necesario). 
Aunque en el esquema, ver tantos tramos horizontales, pueda parecer fácil. Ni de coña, esta no es una ferrata fácil para un novato como yo, y de hecho como leí en algunas crónicas los días previos, es mucho mas atlética, de lo que podría parecer. Tanto es así, que a nuestra amiga Mabel, que está en muy buen estado de forma y tiene mucha experiencia en montaña, entre el esfuerzo requerido en algunos tramos y como castigaba el sol de aquel sábado 25 de agosto de 2018, poco después de finalizarla, ya en tierra firme, sufrió algunos mareos, ya de regreso ladera abajo. ¡Coño, que hasta el sendero de bajada es cabrón y muy empinado, si regresamos sobre nuestros pasos, desde la misma base de la ferrata!.
2ª parte: CUEVA DE LAS EXCÉNTRICAS (IGUALEJA)
Cómo llegar a la cueva: Desde el mismo Nacimiento de Igualeja, caminamos un corto trecho por la misma carretera que hemos llegado dejando la piscina Municipal (gratuita) y el campo de fútbol a la izquierda a la izquierda. Y a penas a 200 m del Nacimiento, a pie de carretera ya nos encontramos con el cartel que nos señala "Cuevas Excéntrica y Fuensanta". 
La distancia desde la carretera diría yo que es de un kilómetro escaso o poco mas, orientativamente no tiene ninguna dificultad, porque discurre en todo momento paralelo a un arroyo seco que llevamos a nuestra izquierda. Pero si al comienzo la pendiente es relativamente suave, tan pronto como la pista, pasa a convertirse en ancho sendero, se vuelve cada vez mas empinada y extenuante, sobre todo bajo el abrasador sol del verano, donde cada árbol de pino o encina que nos vamos encontrando nos dará la misma vida. Si además vamos cargados, las pausas para recuperar resuello serán obligatorias y llevar al menos, una botella de 1,5 litros por persona, altamente recomendable. 
Conforme vamos avanzando, el sendero se va estrechando, hasta que a penas 5 m mas allá de una encona solitaria, nos encontramos a la derecha del sendero, el pequeño socavón, de poco mas de 1 m cuadrado, que produjo accidentalmente, la maquina que en 1975 estaba trabajando en la canalización de una traída de agua de Igualeja a Ronda.
FICHA DE LA CUEVA EXCENTRICA:
Nivel de dificultad: bajo, ideal para iniciarse en la espeleo.
Duración: Lo normal será unas 2 horas yendo en plan tranquilo, pudiendo oscilar en mucho menos o más tiempo dependiendo si vamos en plan fotografía con trípode, que requiere de largas pausas o con un grupo reducido de personas que progresaremos más rápidamente.
Distancia aprox: 200 m como máximo (incluyendo ida y vuelta), si incluimos la galería del barro y la Sala del lago del Anillo.
Mapa del libro: SIERRA DE LAS NIEVES: Simas, Cuevas y Barrancos (Manuel J. Guerrero Sánchez, Edit. La Serranía)
Material imprescindible: Casco y frontal, neopreno si pretendemos entrar en la sala Lago del Anillo, que en realidad es el plato principal.
Material extra recomendable: Cuerda de 8-10 m (incluso menos) es más que suficiente, si pretendemos descender a la “Sala-galería del barro”, que normalmente tiene instalada una cuerda fija en su tobogán de acceso, con un poco de habilidad esa cuerda es más que suficiente para ayudarnos a entrar en bajada y salir en subida, por un tobogán de unos 3-4 m algo resbaladizo. Pero si se quiere hacer muy precavidamente, podemos llevar arnés, ocho y mosquetón. En nuestro caso no fue necesario y ninguno éramos expertos en espeleo, (aunque como de costumbres íbamos bien informados y equipados con lo necesario).
Calzado: para esta cueva unas botas o zapatillas de trekking son más que suficientes. “El Corsario” llevaba botas de agua y “Matt Wildness” botas de barranquismo (pero mas que por necesidad, para amortizar inversión).
Gestión de permisos y autorizaciones: hasta la fecha no es necesario, si bien es una de las últimas cuevas “salvajes” a cuya entrada todavía no se le ha colocado una verja de seguridad. Gracias a Dios, de momento, la empinadísima cuesta de acceso, ya es disuasoria de por sí para la mayoría de mortales.
Reportaje fotográfico: Si te gusta la fotografía no se te olvide llevarte un trípode, aunque sea pequeñito para asegurarte que las fotos no te salgan movidas, desde los primeros metros hasta el final hay formaciones muy bonitas.


Breve descripción del recorrido:
La entrada de la Cueva de las Excéntricas es poco mayor que el ventanuco de un cuarto de baño, se recomienda entrar con los pies por delante, y avanzar por su gatera de entrada, recostado de lado, un par de metros más allá, ya nos podemos sentar y a cuatro metros de la entrada ya nos podemos poner incluso de pie, para comenzar a recrearnos con sus formaciones de estalactitas (muchas de ellas con sus gotitas colgando), sus estalagmitas, "banderas", etc...

Aunque como en todas las cuevas de fácil acceso, su sala de entrada siempre resulta serla más profanada por los descerebrados que no han podido resistirse a arrancar alguna formación para llevársela. Al final de esta primera sala, nos encontramos con una amplia galería, que a modo de rampa descendente, descendente, podríamos considerar la galería principal de esta cueva. 


Al poco de iniciar el descenso, que siempre realizaremos con precaución por la humedad del suelo, si bien es algo rugoso y esto favorece el agarre de nuestro calzado, vemos a la derecha una gatera, algo mayor que la de la entrada, se trata del acceso a la "Galería del Barro" entramos por una gatera, que desciende por un tobogán de unos 3 m (no muy complicado) ayudándonos de una cuerda fija, para descender por un empinado tobogán de unos 3 m, a partir del cual ya comenzamos a progresar por esa galería. 

Una vez descendemos el tobogán de entrada, podemos comprobar que es menos empinado de lo que parece,  y la abundancia de barro en algunos tramos justifica plenamente su denominación. Es una galería muy entretenida en la que hay algunos pasos donde nos encontramos con cuerdas fijas instaladas, cada pocos pasos nos vamos recreando con su gran riqueza de formaciones. Mientras vamos progresando por un suelo donde se alternan tramos húmedos y otros directamente encharcados, que en caso de querer evitar, nos obligarán a avanzar de forma acrobática, con pendiente descendente a la ida y ascendente a la vuelta. Se puede avanzar hasta más de 30 m por ella. Aunque parezca surrealista nos llegamos a encontrar con un sapo.

De regreso sobre nuestros pasos, abandonamos la "galería/sala del barro" subiendo el tobogán resbaladizo con la ayuda de la cuerda fija, a través de la gatera por la que entramos, un poco más amplia que la de la entrada y por lo tanto de acceso más cómodo. Una vez en la galería principal, continuamos descendiendo con la precaución que requieren los terrenos resbaladizos y muy pronto llegamos a un pequeño laguito de poca profundidad, que atravesaremos de izquierda a derecha, y tras una fácil trepada a modo de escalonado tobogán, donde siempre encontraremos algún apoyo, o el agarre (con delicadeza) a una estalagmita amiga, llegamos a una especie de terraza, al fondo de la cual y de manera más intuitiva, nos encontramos con una pequeña gatera, que es el denominado "Paso del Anillo", no apto para personas corpulentas.

Cómo entrar por el "Paso del Anillo", teniendo en cuenta que se accede directamente entrando a un lago de en metro de profundidad (tal vez algo menos). Debemos tumbarnos en el suelo boca abajo, de manera que los pies queden orientados hacia el "Paso del Anillo" de un perímetro parecido a una "mesilla de noche bajita" y nuestra cabeza, hacia la terraza por la que hemos llegado hasta este rincón, a partir de ahora, hay que reptar hacia atrás, con la ayuda de codos y juego de costados y abdominales, reptando hacia atrás, al contrario de como lo haría una lagartija, hasta que al contrario que en un parto natural, los pies es lo primero que entran en el laguito, después el resto del cuerpo y por último la cabeza. Y ¡por fin!, accedemos a la "Sala de las Excéntricas", también conocida como "Sala del Anillo", que nos recibe desplegando toda su magia, donde no faltan rincones con colores realmente vivos.

La sala del Anillo es una auténtica maravilla geológica, que por su difícil acceso, mantiene prácticamente vírgenes, sus espectaculares formaciones, a base de grandes coladas, banderolas y un buen número de estagmitas y estalactitas, algunas de las cuales ha tomado una trayectoria perpendicular e incluso a veces casi retorcidas, a estas formaciones se las conoce como "Excéntricas" de ahí el nombre de esta cueva.
La sala es relativamente pequeña, más larga que ancha, pero su magia bien requiere recrearnos con su interior, todo el tiempo que estimemos necesario, olvidándonos del reloj, pero siempre con el máximo respeto a este entorno, tan delicado como son todas las cuevas.

Tal y como nos cuenta mi amigo José Luis Badillo, en el libro de mi también admirado amigo Manu Guerrero pioneros del Espeleoclub Pasoslargos, en el Cap. 25 del libro SIERRA DE LAS NIEVES (y alrededores): Simas, Cuevas y Barrancos: la cueva de las Excéntricas se descubrió en el año 1975 por el desaparecido grupo GEAR (Grupo Espeleológico Alpino Rondeño), la Cueva de las Excéntricas situada en el término municipal de Igualeja, representa uno de los descubrimientos más curiosos de la espeleología en nuestras sierras ya que su hallazgo fue de una forma casual. Por entonces se estaban realizando unas obras para el trabase de agua entre las localidades de Igualeja y Ronda, estos trabajos los acometía una empresa denominada Estructor y Rafael Haro miembro del club las supervisaba. La máquina que se encontraba abriendo la zanja por donde tenía que ir el tubo, fortuitamente rompió el techo de la cavidad, rápidamente Rafael Haro comunicó este hallazgo a sus compañeros del club.

El primer grupo de espeleólogos que pudo entrar en esta cavidad estaba formado por Antonio Cañestro “Maki”, Cristóbal León, Pepe Sánchez y José L. Castro, que descendieron por el techo de la cavidad con la ayuda de una escala. En esta ocasión se desarrollaron trabajos topográficos, fotográficos y de exploración de la cueva. Gracias a los primeros resultados de la topografía se pudieron obtener los datos necesarios para ya en superficie y con la ayuda de la máquina que se encontraba trabajando por las inmediaciones, se realizó una entrada por la parte inferior de la galería sin necesidad de tener que descender por la parte superior para poder adentrarse en la cavidad. En esta ocasión el paso que es conocido como del anillo que da entrada a la galería de las excéntricas formada en su parte inicial por un pequeño lago de gran belleza, se dejó su exploración para otra ocasión por tener abundante agua.
En posteriores exploraciones de la cueva se realizaban acampadas de fines de semana en el Nacimiento de Igualeja en las que participaba la mayoría del club, hoy día el ritmo de exploración es distinto aunque las jornadas de convivencia serían apasionantes. Cuenta uno de sus descubridores que la cueva poseía gran cantidad de formaciones como fístulas, excéntricas y concéntricas. Por desgracia, en los últimos años, hemos podido corroborar que muchas de estas formaciones han sido arrancadas, destrozando con ello un patrimonio que pertenece a todos y el trabajo de miles de años en tan solo unos segundos.

jueves, agosto 16, 2018

Hoya de la Mora (2.500 m)-Tozal del Cartujo (3.152 m)-Tajos Altos (3.113 m)-Laguna Cuadrada (2.908 m)


Inicio/final de ruta y horario recomendado : No más tarde de las9.55 am desde la zona de aparcamiento de la Hoya de La Mora.
Cómo llegar al inicio de ruta: antes de llegar a la estación de esquí de Prado Llano, por la carretera de Sierra Nevada, tomaremos el desvío a la izquierda que nos indica hacia La Hoya de La Mora, donde se encuentra el albergue universitario (a unos 300 m de distancia del Arco de la Virgen).
Sector: Sierra Nevada Occidental
Distancia aprox. 24 km
Nivel de Dificultad Física: Alto
Nivel de dificultad Técnica: Medio-bajo
Desnivel acumulado de subida de 1300 metros, subiremos a dos tres miles de Sierra Nevada, el Tozal del Cartujo y Tajos Altos, pasaremos aparte de la laguna de las Yeguas y Lagunillos de la Virgen, por laguna Cuadrada, la más grande de la sierra, laguna Bolaños y laguna Lanjaron.
Duración aprox. Unas 8-9 horas en seco. Al menos una hora o casi dos más si hay nieve blanda.
ALICIENTES: La ruta es un espectáculo de alta montaña estaremos más de la mitad de la ruta sobre 3000 metros, la cordal que va desde el Cartujo al Caballo ( aunque a este no llegaremos) es toda una pasada visual, bajo nosotros llevaremos el valle del rio Lanjaron al cual bajaremos y en la otra cara Borreguiles
EN INVIERNO: Son imprescindibles crampones piolet y experiencia en rutas con nieve, pues a las bajas temperaturas, allí arriba suelen ser frecuentes las fuertes rachas de viento cercanas o superiores a los 100 km/h que en la arista del Tozal del Cartujo puede dar lugar a situaciones de riesgo sin la debida preparación y experiencia.
A TENER EN CUENTA:
1º)  Esta ruta NO es apta para personas con vértigo, la cresta del Cartujo tiene un paso aéreo y sobre todo el paso (en forma de "cuña y con cadena " por Verea Cortá, mas fácil incluso que el "Paso de los Guías" pero donde una persona con vértigo puede quedarse bloqueada. Hay que pasar agarrados a una cadena dejando el cuerpo en el vacío. Llegados a este punto si alguien decide regresar sobre sus pasos, ya le pillaría la noche casi seguro.
2º) Incluso en Verano, NO debemos olvidar ropa de abrigo, o al menos chubasquero,  guantes, braga de cuello, gorro de lana y frontal, ya que cuando menos te lo esperas puede haber cambios bruscos de temperaturas aun en pleno verano.
3º) Si ha sido un año de grandes nevadas, incluso en verano, encontremos algún nevero a partir de los Lagunillos de la Virgen. LO cual nos recuerda de la importancia de los bastones en estos casos, que llegado el caso también nos pueden servir de piolet, dos bastones mejor que uno.
4º) El plan B (o variante) de esta ruta, consiste en que una vez superamos el Tozal del Cartujo y vemos neveros demasiado grandes hacia la zona de la Laguna Cuadrada; al llegar al siguiente collado mas allá del Tozal del Cartujo, tomaremos el descenso hacia la derecha, (dirección Oeste), hacia la "Laguna del Carnero", el Lagunillo Misterioso, Lagunilla de la Ermita, hasta venir a salir a "Los lagunillosde la Virgen", donde solo restaría volver sobre nuestros pasos.
Fecha de realización: Sábado 11 de agosto 2018, tal y como estaba previsto entre las 14.30 y las 17.00 nos cogió una tormenta de verano con truenos, relámpagos y hasta nieve y granizo, coincidiendo su punto álgido con el tramo de Verea Cortá. (Afortunadamente todos estábamos informados, preparados y mentalizados).
15 PARTICIPANTES: ¡Que lujo tan grande es para un club, tener socios especializados en algún/os parajes o Parques naturales/Nacionales y ofrecerse con gran generosidad a guiarnos por sus dominios, aportándonos rutas de gran calidad en nuestro calendario!. En esta ocasión tuvimos el lujo de contar como guías y anfitriones de lujo a Miguel Gonzalez Dominguez e Inma Ruiz que de un tiempo a esta parte han convertido Sierra Nevada (y otras sierras de Andalucía) en su segunda casa. Como compañeros de aventura, además de Migue e Inma, contamos con los míticos Andres Server Vaello y Francisco Javier Fernández Esteban amigos del Maestro Torcaleño y del Chorro: Clemente González los tres fueron pioneros del montañismo, alpinismo y escalada allá por los años de 70. Historia viva del Montañismo Mañalgueño y todo un lujo para el club, ¡Maestros de Maestros!. Emilia Franco que progresa adecuadamente a pesar de que no pueda evitar padecer de prisas frenéticas en el camino de vuelta. Maria Jose Fernandez Lara, que en poco tiempo ha experimentado una progresión meteórica como montañera Multiaventuras. Manuel González Luna uno de nuestros más prestigiosos fotógrafos, artista, poeta, filósofo y gran deportista que a sus 72 años, sube y baja montañas como un corredor de ultratrails; El debutante Marcos Parra con su genuino bastón de madera que demostró muy buenas maneras y gran pericia por los terrenos más escarpados. Antonio Pascual "El Último Patriota" que no dejó un solo rincón sin fotografiar. Antonio Francisco que tras un año de lesiones volvió por la puerta grande con su uniforme de verano mostrando la misma buena forma que cuando estuvo a punto de hacer pódium en los 101. Jorge "Aterriza como puedas", que a pesar de estar tocado de un tobillo no pudo resistir la tentación de compartir esta aventura, donde volvió a demostrar que es un coloso. Mi hijo Nacho "El Demonio de Tasmania" que a sus 19 años sube y baja con una facilidad asombrosa. Distinta suerte corrieron sus amigos debutantes: Nikita completó la ruta muy dignamente aunque acabó con la entrepierna echando fuego.  Y un servidor, Juan Ignacio Amador, que pasaba por allí. No aparecen en la foto de grupo: Juanjo y Sonia llegaron a la Hoya de la Mora vomitando con las curvas y sin conseguir recuperarse en los dos primeros kilómetros tuvieron a bien nuestro consejo de quedarse un rato sentados en plan relax, olvidarse del grupo y en todo caso seguir nuestros pasos ya, a su aire, hasta La laguna de La Yegua y los Lagunillos de la Virgen.
Bibliografía:
Granadapedia
http://www.andaltura.com
https://www.nevasport.com/sierranevada/montana/refelorrieta.htm
http://www.andaltura.com/andalucia/sierra-nevada/refugios-de-sierra-nevada/zona-valle-de-lanjaron/refugio-elorrieta
Descripción de la ruta:
Iniciamos el recorrido desde la caótica zona de aparcamientos de La Hoya de la Mora, con sus bares-casetas de madera tipo alpino, a escasa distancia del Albergue Universitario bajo los emblemáticos Peñones de San Francisco, principal referencia orográfica del lugar. Esta zona que es una de las más populares para el alquiler de trineos en Invierno, carece de los servicios mínimos de socorrismo o enfermería, a pesar del número de accidentes que se suelen producir en Invierno. El caso es que  los terrenos pertenecen a la Universidad de Granada y de Cetursa, englobados dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada, dentro del término municipal de Monachil, y desde hace décadas trabajan allí un grupo de comerciantes que tanto alquilan trineos como ofrecen comida y bebida. También habría que incluir a la Junta de Andalucía, en cuanto que la Delegación de Fomento es la que dispone de máquinas quitanieves para despejar la carretera.
Si en verano ya es difícil encontrar aparcamiento los fines de semana, en plena temporada de nieve encontrar aparcamiento a partir de las 9.30 am de la mañana, ya es casi misión imposible, al que se suma el conflicto que tienen los comerciantes de la zona con los vendedores ambulantes. "Los típicos negritos que se ganan la vida vendiendo: gafas de sol, guantes, gorros y palas para tirarse por la nieve, y algunos incluso hace de improvisado aparca coches para ganarse unos euros", tema muy sensible en los tiempos actuales, al que nuestras autoridades no le dan ninguna solución de momento.
Nada más abandonar el aparcamiento remontamos la explanada terriza que coincide con la zona por donde cientos de persona se tiran con los trineos en Invierno, hacia el Arco Pétreo de la Virgen de las Nieves, que en esta ocasión dejamos ligeramente a nuestra izquierda, mientras comenzamos a ganar altura, remontando varios bancales a través de cortas pero empinadas rampas, hasta que enlazamos con la antigua carretera que llegaba hasta la cumbre de "El Veleta", por la que vamos a ir caminando a tramos intermitentes, atrochando sus curvas por veredas rectilíneas, hasta que la abandonamos definitivamente en el km 1,2, llevando a nuestra espalda el Albergue Universitario y los chiringuitos de la Hoya de la Mora, el cercano albergue militar del mismo nombre o el observatorio astronómico del Mojón del Trigo de color rojizo y su bóveda plateada (en la imagen de arriba).
Al llegar al cruce de la pista que se dirige a Borreguiles (a nuestra derecha), abandonamos definitivamente la carretera que sube al Veleta, que ya quedará a nuestra izquierda, progresamos durante unos minutos por la pista de Borreguiles, que pronto dejaremos a nuestra derecha, mientras nosotros seguimos ascendiendo, por un sendero paralelo a dicha pista, mientras comenzamos a atravesar toda la zona de pistas de esquí, que en Invierno entraña la dificultad de ir esquivando la trayectoria de los esquiadores que bajan a toda velocidad. Llegando en primer lugar al collado de Los Observatorios (astronómicos), desde donde ya podemos contemplar el cordal montañoso del Tozal del Cartujo al S, S-O de nuestra posición. Atravesamos ahora una de las principales pistas de esquí, presidida por "El Tiburón" una especie de plataforma tipo túnel con su peculiar entrada a modo de boca de tiburón gigante, que adorna una de las pistas principales que bajan del Veleta, cuya ubicación estaba ocupada por un enorme rebaño de ovejas. Aprovechamos la curiosa figura del tiburón para hacernos una foto de rigor, dejándolo a nuestra derecha.
Continuamos dirección S, hasta alcanzar el Puerto de La Laguna de las Yeguas, desde donde descendemos levemente para llegar hasta esta laguna artificial. La Laguna de las Yeguas, también conocida como Laguna de Dílar, se encuentra situada a 2.873 msnm

En el año 1976 y posteriormente en el 1993 se realizaron diferentes obras para encauzar las aguas y formar un pequeño embalse, que es como los encontramos actualmente, y que sirve para abastecer a la Estación de Esquí Sierra Nevada, junto a otras dos lagunas artificiales que se han creado bajo de la “Estación de Borreguiles”. Recibe aguas de diversos manantiales y de dos de los Lagunillos situados arriba de ella y que forman parte de los Lagunillos de la Virgen.
El origen de la denominación de "Laguna de las Yeguas" data de antiguo, según cuenta la leyenda, en época de deshielo, un pastor se encontraba alimentando a su ganado cerca de esta laguna. Mientras los animales pastaban, el hombre descansaba bajo un árbol, disfrutando del paisaje y la paz de las montañas. Hubo un momento en que su calma quedó perturbada al escuchar una voz, pero no era una voz cualquiera. Aquellas palabras parecían salir de un ente diabólico, que clamaba ser liberado de su cautiverio, allá donde estuviese encerrado. Y no fue lo único que se oyó: una segunda voz le respondía que a causa de su maldad aún tenía que permanecer encerrado por algún tiempo más.
Acto seguido aparecieron dos hombres, ataviados con sendos ropajes de magos, y lanzaron una red a la laguna al tiempo que clamaban extrañas oraciones. Sacaron del agua una yegua blanca, pero no parecían satisfechos con el resultado. Volvieron a lanzar la red, apresando esta vez una hermosa yegua azul, pero tampoco en esta ocasión se mostraron conformes. Al hacer un tercer intento, el color del animal que salió de la laguna fue de tonalidades negras. Los dos supuestos magos, indignados, recogieron su red y se marcharon del lugar, dejando allí a las desorientadas yeguas.
Antes de que el desorientado pastor saliese de su asombro, volvió a pasar algo que le dejó anonadado. Un silbido muy fuerte, procedente de las profundidades de aquella laguna, hizo que las yeguas se adentrasen en las aguas volviendo al lugar al que pertenecían.
Dice la tradición que los magos buscaban un caballo rojo que se ocultaba en la laguna. Aquel que lo posea tendrá poder absoluto. Así que debieron aplazar la búsqueda durante un año, porque sólo se puede lanzar tres veces la red después de cada deshielo.
Una vez que dejamos a nuestra derecha y atrás, La Laguna de las Yeguas que cada invierno permanece cubierta de nieve y hielo, abandonamos definitivamente la pista terriza que a partir de aquí se transforma en pedregoso sendero, llegando en pocos minutos a una zona de pequeños circos glaciales donde se encuentran Los Lagunillos de la Virgen, situados a los pies de los tajos del mismo nombre. Los Lagunillos estaban parcialmente cubiertos por los restos de un gran nevero de varios metros de grosor, aprovechando tan emblemático lugar, para hacer la primera parada de la jornada. Los Lagunillos de la Virgen están formados por cinco pequeñas láminas de aguas, con poca capacidad para embalsar agua y situadas a escasa distancia, unas de otras.


Dos de ellos vierten sus aguas a la Laguna de las Yeguas, otros dos entregan sus aguas a la cabecera del río Dílar y el último no tiene desagüe, es cerrado. El más elevado de todos, que se encuentra en la base de los Tajos de la Virgen, es el más grande de ellos. Las diferencias altitudinales de unos a otros son pequeños metros y van desde los 2.941 hasta los 2.949 msnm. Reciben aguas de numerosos nacimientos y dependiendo de cómo haya sido el invierno y durante el principio del verano, de algunos neveros situados en la pared de los Tajos de la Virgen. El Lagunillo Cerrado es posible que desaparezca para finales del verano si la nevadas no han sido cuantiosas, si se ha adelantado el deshielo o las temperaturas han sido muy elevadas y ha habido un aumento de la evaporación. Las Lagunas se encuentran rodeadas de borreguiles y juntos a los nacimientos, que en varios casos encharcan los borreguiles, podremos encontrar numerosos endemismos vegetales de Sierra Nevada. En sus alrededores encontraremos diversos nacimientos de agua.

Al llegar al idílico enclave de Los Lagunillos de la Virgen, nos puede surgir una duda pues el sendero más claro es uno que vemos a la izquierda (Este), que es el que sube (o baja) hasta el Refugio de La Carihuela, relativamente cerca del Veleta, frente a nosotros tenemos el cordal de Los tajos de la Virgen que nos cortan el paso, por lo que debemos atravesar el paraje de Los Lagunillos de la Virgen llegando hasta el fondo y a la derecha, tomando dirección S-O, de manera que vamos a ir faldeando los Tajos de la Virgen, que irán quedando a nuestra izquierda y más adelante la prolongación de su arista que en el tramo que va hacia el Refugio de Elorrieta es conocida como "Cascajar del Fraile de Capileira". (Entiéndase por "cascajar" localismo usado para denominar una zona grandes caos de rocas.

"El Fraile del Cartujo o de Capileira" es la denominación con la que se conoce a la formación imitativa más emblemática de ese tramo de crestería, que también podremos ver arriba a nuestra izquierda, mientras vamos ganando altura, por tramos de sendero que van describiendo una gran curva hacia la derecha, dirección S, S-O, por un sendero muy bien trazado, a veces sobre un murete de piedras y la mayor parte sobre la misma ladera, atravesando dos neveros relativamente grandes para el mes de agosto, donde los bastones resultaron ser de gran utilidad, al igual que las numerosas pedreras, que de un año a otro pueden cambiar bastante, debido a que esta zona tiene pinta de ser propensa a aludes no sólo de nieve, sino también de grandes bloques rocosos, que esperemos no presenciar nunca de cerca. 
Poco después de superar la zona alta de un nevero, donde había que hacer uso de las manos, para evitar la caída por la empinada ladera que quedaba a nuestra izquierda, mantenemos rumbo S-O, finaliza el tramo más acusado de ascensión, llegando en pocos minutos a un collado, donde nos desviamos a la izquierda, dirección S, para visitar el histórico Refugio de Elorrieta, del que tantas veces había oído hablar y que situado a 3.182 msnm es el más alto de Sierra Nevada.

Al llegar al Refugio de Elorrieta, perfectamente integrado en el paisaje, experimenté sentimientos contrapuestos, por un lado me maravillaba comprobar el enorme mérito de este espectacular refugio, excavado parcialmente en roca viva, como si de una mina se tratara, pero con un interior bastante amplio. Las espectaculares vistas del entorno, la magia que aportaba una cabra montesa que nos rondaba por allí, mendigando algo de comer, pero al mismo tiempo la tristeza (una vez mas) de la desidia y dejadez del abandono por parte de nuestras autoridades de la espectacular red de albergues de Sierra Nevada, que salvo el de Capileira y Postero Alto, se encuentran en estado ruinoso, expuestos al abandono y dejados de la mano de Dios. Cuando en esta época en que el senderismo/montañismo están en pleno auge, bien merecerían ser recuperados con una política responsable de recuperación del Patrimonio de estos refugios (aplicable a muchos cortijos en ruinas ubicados en lugares espectaculares de muchas sierras andaluzas), que tantos puestos de trabajo podrían proporcionar, al menos a nivel local, con una adecuada gestión para su uso, disfrute y mantenimiento.

Preside  la zona alta del Valle de Lanjarón, concretamente se encuentra entre el Tozal del Cartujo (Loma de Cuerda Alta) al Oeste entre la y los Tajos de la Virgen y del Nevero al Nordeste. Ocupa la parte alta del cordal une ambas aristas a una altura de 3.182 msnm, por lo que sus vistas son espectaculares, pero al mismo tiempo es un lugar expuesto a fuertes rachas de viento, donde en ocasiones puede resultar difícil llegar, sobre todo en temporada de nieve con las laderas congeladas o la nieve muy dura (entre Noviembre y principios de Junio), si no llevamos el material apropiado y no tenemos experiencia en su manejo.

Su construcción se llevó a cabo entre los años 1.931 y 1.933, coincidiendo con la coalición "republicano-socialista" presidida por el honorable Manuel Azaña. Una época en la que a pesar de que el panorama político nacional e Internacional comenzaba a transformar a España y el Mundo en un auténtico polvorín, se llevaron a cabo importantes iniciativas por el Ministerio de Fomento, con gran visión de futuro. Lástima que tan magníficas obras de aquella época hayan caído en el abandono. Este refugio fue bautizado con el nombre del Director General de Montes Don Octavio Elorrieta.
Este refugio se construyó con la idea de convertirse en el buque insignia de una red de refugios que se proyectaron en los años 30 en el valle del río Lanjarón, y fue el único que se construyó de acuerdo con lo proyectado. Contaba con calefacción, instalación de agua y grupo electrógeno para iluminación, a la altura de los mejores refugios de Los Alpes. Constructivamente consta de dos partes, una abovedada exterior y otra excavada en la roca, cual bocamina. con un conjunto de galerías excavadas a pico y recubiertas con una bóveda de ladrillos, de hasta dos metro y medio de altura y zócalos de azulejos.

La diferencia de temperaturas pronto fisuró la bóveda de ladrillo hasta dejarla caer, y el tiempo y sobre todo el vandalismo hicieron el resto. Pronto fue completamente desmantelado: desaparecieron puertas, ventanas, calefactores, conducciones de agua, de luz... hasta la más completa ruina. A mediados de siglo XX se intentó recuperar e incluso en la década de 1960 se llegó a reconstruir parcialmente. Se restauraron tres habitaciones equipadas con literas, una amplia sala de estar con chimenea, cocina, lavabo y servicios.
Sin embargo en la actualidad se encuentra en estado ruinoso de conservación, aunque siempre puede ser útil para resguardarse de las inclemencias meteorológicas. Se puede utilizar el salón, que dispone de una mesa con sus bancos, y un par de habitaciones donde había dos literas, aunque ya no quedan ni los colchones. Una estancia se encuentra cerrada y comunicaba la zona exterior con la subterránea a través de galerías, mientras que la otra se encuentra abierta, con puerta y formada por una habitación más grande, donde antiguamente había una mesa y una chimenea, además de otras dos estancias más pequeñas donde se encontraban las literas. Actualmente aunque ya no dispone de mesas, sillas, chimenea, ni literas, se usa para pernoctar (preferentemente llevando nuestra propia esterilla y saco de dormir). La última habitación no tiene ventanas por lo que suele ser la mejor zona para dormir, sobre todo si la nieve ha entrado por la ventanas rotas que presenta el edificio.
Al carecer de puertas y ventanas, en noches de fuerte viento se hace muy difícil dormir por las fuertes corrientes en su interior. Esto facilita que gran parte de nieve penetre en el interior durante el Otoño, Invierno y hasta bien avanzada la Primavera, por lo que de lo único que podemos disponer con seguridad es de estar bajo techo. Se puede encontrar agua en la cercana Laguna de Lanjarón en verano (a unos 15 min.), o a una media hora de bajada, en los Lagunillos de la Virgen.

Y mientras realizábamos nuestra segunda parada junto a la pared sur del Refugio de Elorrieta, una cabra montesa mendigaba comida, mientras nos seguíamos deleitando con las vistas. Hacia el norte, observamos los restos de los trabajos de reforestación que se realizaron en la zona, y la Vega de Granada y las Sierras que la rodean; hacia el Este, la arista que forman los Tajos del Nevero y los Tajos de la Virgen hasta que se unen a la Loma de Púa, con el Veleta y el Mulhacén, al fondo; y hacia el Sureste el pequeño valle que forma el río Toril en su descenso hacia el río Poqueria en La Cebadilla, así como diferentes Lomas que descienden hacia La Alpujarra. 
Y al Sur se domina, la cabecera del río Lanjarón, con la laguna del mismo nombre (donde se ubica su Nacimiento),  el río Lanjaron, que por aquí todavía es un incipiente arroyo de montaña, recorre sus primeros kilómetros encajonado entre el Pico del Tajo de los Machos (3.086 m) al sur, tras el cual despunta el Cerrillo Redondo (3.056 m) a la izquierda y a la derecha (al Suroeste del Refugio) el Cordal montañoso que forman el  Tozal del Cartujo (3.152 m), Tajos Altos (3.113 m) y el Cerro del Caballo (3.011 m), que será nuestro camino a seguir.
Finalizada la parada de avituallamiento retomamos la marcha, descendiendo ligeramenteen dirección N-O, hasta retomar el cordal montañoso, donde no tardaríamos en llegar a la crestería donde debemos salvar un caos de enormes bloques de pizarra y micoesquistos, que preceden a nuestra llegada al Tozal del Cartujo (3.152 m), cuyo punto más alto coincide con un pequeño conjunto de grandes bloques apilados. 
Mas que una cumbre al uso, parece un pódium sobre el punto más alto de este cordal, formado por los mencionados bloques. Resulta curioso el efecto visual en el que diríase que a simple vista, la todavía "lejana" cumbre de Tajos Altos "Central" (3.113 m) se antoja más alta que "El Tozal del Cartujo", ¡pero no!,  estamos 29 m más alto, tal vez se deba a su alpina silueta.

Retomado el cercano cordal, el dirección S-O, no tardamos en encontrarnos con el tramo más técnico de la ruta se trata del Cascajar del Cartujo, un sector de la crestería por donde nos vemos obligados a transitar sorteando un gran número de bloques de pizarra de enorme tamaño, que se pasa sin dificultad con la paciencia y la precaución necesaria, pues también debemos evitar las grietas existentes entre bloque y bloque, fijándonos muy bien donde damos cada paso y usando las manos en más de una ocasión en la que los bastones pueden estorbar. Ni que decir tiene, que este tramo en condiciones de nieve dura o peor aún helado puede resultar muy peligroso, pero con nieve blanda o en seco se pasa muy bien. Poco después de superar este tramo de bloques con un poco de vuelo a ambos lados, llegamos al "Tozal del Cartujo" (3.152 m), formado por un pequeño conjunto de grandes bloques de Pizarra, al que se accede mediante una sencilla trepada si queremos coronar este rudimentario podium rocoso. 
Esta cumbre de la que uno, apenas tienen sensación de cumbre en realidad, por tratarse de, digamos que, a penas una pequeña tachuela en la parte más alta del cordal, también es conocida como Tosal del Cartujo o Pico Cartujo. Aclaremos que en Diccionario de Montaña y Geografía el término "TOZAL" hace referencia a una cima de vertientes redondeadas de pendiente suave, lo que cuadra perfectamente con su cordal; también hace es aplicable a una "Montaña con una de sus caras completamente verticales" que si bien en este caso no es literalmente cierto, su vertiente Este, la que da a la laguna de Lanjarón si es bastante vertical; y por último el término "TOZAL" también hace referencia a cumbres que están unidas a otras por un cordal, lo que también es perfectamente aplicable en este caso.
Salvando las diferencias por el tipo de roca, el cordal que va del Tozal del Cartujo hacia el cerro del Caballo, me recuerda en cierto modo a la cuerda del Jinestral hacia el Caballo, en la Sierra de Huétor, con caída muy vertical hacia la izquierda (Este), en nuestro caso hacia la cabecera del río Lanjarón, y mucho mas redondeada hacia la derecha (Oeste) las cabecera de los ríos Dílar y Dúrcal. En ambos casos se trata de un cordal muy ancho, sin ningún tipo de dificultad, ni peligro. 
En el tramo intermedio del cordal que va desde el Tozal del Cartujo hasta el cerro del Caballo, existen tres cumbres conocidas como "Tajos Altos", en nuestra trayectoria pasamos por el denominado "Tajos Altos Oriental" (3.113 m) de cumbre redondeada y el "Tajos Altos Central" (3.113 m), ambos coinciden en altitud, pero este segundo es de perfil mucho mas alpino, de hecho, visto desde la distancia parece prácticamente inaccesible sin técnicas de escalada, sin embargo tal y como vas aproximándote por el cordal, sólo tienes que rodearlo un poco por su derecha (vertiente Oeste), accediendo fácilmente a su cumbre por un zigzagueante sendero, con formidables tajos hacia su cara Este, la que se asoma al Valle del río Lanjarón.

El denominado "Tajos Altos Central", sería nuestra última cumbre, pero no nuestro punto de retorno, ya que nuestra trayectoria, continúa dirección S-O, hacia el cerro del Caballo (3.011 m), o más concretamente hacia el cercano "Tajos Altos Occidental" (3.004 m), pero muy cerca ya de la base del mismo, alcanzamos un collado, desde donde iniciamos el descenso hacia el Valle del río Lanjarón (a nuestra izquierda), primero tomando rumbo Sur, por una escarpada ladera a través de un sendero de cabras, salvando más de una pedrera, que te obliga a poner los cinco sentidos, por tener lascas muy sueltas.
A nuestra derecha vemos la cara Norte del cerro del Caballo con el curso alto del río Lanjarón discurriendo dócilmente a sus pies, y a nuestra izquierda allí abajo, comenzamos a divisar la espectacular "Laguna Cuadrada", la más grande de Sierra Nevada, hacia la que comenzamos a descender, pivotando alrededor de ella, de manera que siempre va quedando a nuestra izquierda, conforme vamos reorientándonos dirección S, S-E, E y finalmente N-E, que a partir de este punto ya es nuestro rumbo a seguir hasta la Laguna de Las Yeguas.

La Laguna Cuadrada (o más bien rectangular), también es conocida como Laguna de las Tres Puertas y se encuentra a 2.908 msnm. Independientemente de la época que la visitemos y de la cantidad de agua almacenada presenta una forma rectangular, cerrada, sin nacimientos, ni borreguiles y sin desagüe. Ocupa una pequeña cubeta cercana la cresta de Tajos Altos a los que podremos ascender superando una pequeña loma sin una marcada vereda. Los principales aportes los recibe en la época del deshielo cuando presenta la mayor cantidad de agua almacenada.
A partir de la Laguna Cuadrada, ya enlazamos con el mítico sendero de Verea Cortá que discurre paralelo al Valle del Río Lanjarón, pudiendo también observar otro sendero hermano por la vertiente opuesta del Valle que pasa por el Refugio del Peñón Colorado. En los días posteriores a la realización a esta ruta pedí información sobre este sendero en el foro facebook de "Cómo está Sierra Nevada" y Ana Laura PA, me enviaba un "pantallazo" con el siguiente texto: "Los refugios del valle de Lanjarón no son propiamente "montañeros", sino que obedecieron a un programa de repoblación forestal. Según se puede leer en la pág. 664 del libro "Sierra Nevada, una gran Historia": Lo pronunciado de la pendiente del río Lanjarón, provocaba en época de deshielo o de intensas lluvias, los desbordamientos fueran frecuentes, arrasando cortijos y sembrados. En 1929 se inició la intervención en el valle: corrección del torrente y proyecto de repoblación hasta las más altas cumbres, que durante tres años consecutivos se intentó sin éxito.

En este contexto, se construyeron unos cuántos refugios, (entre ellos el de Elorrieta, Peñón Colorao, Caballo, Cerrillo Redondo y Ventura), unos viveros cerca de los mismos refugios que ocupaban guardas forestales encargados de su riego. Y a derecha e izquierda del valle se construyó una insuperable vereda de más de un metro de ancho, elevada sobre mampostería de piedra para salvar desniveles del terreno, y construida por obreros de Lanjarón, para facilitar los trabajos de repoblación y su regadío en época de verano. Casi un Siglo después de su construcción, sigue siendo una de las veredas más bonitas y mejor conservadas de Sierra Nevada, al igual que la de la Vereda de la Estrella, aunque esta es una zona mucho menos conocida.
Minutos más tarde, en el mismo foro, Fernando Pérez del Pulgar, añadía el siguiente comentario: Si bien es cierto que estos senderos se construyeron para el tránsito, acarreo de materias y unir el terreno que efectivamente, se quería modificar plantando vegetación. El término «reforestar» no es el más idóneo puesto que a esa altitud no prolifera arboleda y jamás la hubo. Sí es cierto que entre los Siglos XVII y XVIII se acabó con una gran masa forestal de la parte baja del valle que unido a la climatología de tiempos atrás, mayor abundancia de lluvia y nieves más copiosas, provocaban torrentes que arruinaban cosechas y bienes. Por lo que a comienzos del siglo XX se ideó la ocurrencia de "reforestar" todo el valle, hasta su parte superior con la idea de minimizar esas consecuencias.. La idea en sí funciona tal y como se observa en la naturaleza, pero lo que se desconocía es que era totalmente inviable a esa altitud. 

Pero antes de ello, de descartarlo y abandonarlo completamente se realizó la infraestructura necesaria para ello, red de senderos (entre ellos la actual Verea Cortá, la principal) a ambos lados del rio, "refugios" (no refugios de montaña) que utilizaban los encargados del proyecto para los usos del mismo y una serie de viveros en los que se probó y experimentó con una gran variedad de especies provenientes de diversas partes del mundo con el fin de encontrar las más propicias para el entorno.. Fracaso absoluto y por consiguiente abandono del proyecto.
Otra historia es la creación de la serie de refugios "montañeros", posterior y que posiblemente el caso más significativo sea el de Elorrieta (eso es otra historia). Pero la construcción que se llevó a cabo entre 1931 y 1933, se realizó ampliando un refugio mucho más antiguo que ya ocupaba esa ubicación.
Dicho lo cual, agradecemos mucho estas interesantes aclaraciones a nuestros amigos virtuales Ana Laura PA y Fernando Pérez del Pulgar, que con estas interesantes aclaraciones hacen que a veces la red sea un lugar maravilloso para recabar información, gracias a la generosidad de perfectos desconocidos con muy buena voluntad, a los que les estoy muy agradecido.

Una vez dejamos a nuestra izquierda (y atrás) la Laguna Cuadrada, avanzamos por "Verea Cortá" llevando a la izquierda los tajos que asciende hacia las cumbres de Tajos Altos por donde caminábamos hace apenas media hora, y a nuestra izquierda una caída muy vertical o de pendientes muy pronunciadas hacia el Valle del Lanjarón. Cuando el sendero gira a la izquierda y comenzamos a descender suavemente por un tramo de sendero, excavado a pico en las rocosas laderas de los Tajos Altos, llevando la caída del Valle siempre a nuestra derecha, el sendero describe una cerradísima curva, a modo de cuña muy cerrada, que salvando las diferencias me recuerda al Caminito del Rey. Se trata del lugar donde toma el nombre la "Verea Cortá" y es que el camino queda literalmente cortado en este punto, donde sólo podemos continuar progresando, gracias a una cadena instalada en la pared, que forma una especie de "V" cerrada, y que en mi caso, pude pasar sin mirar ni una sola vez el vacío que había a mis pies, siguiendo las indicaciones que me iba dando mi guía y anfitrión "Migue" para poner el pie donde él me iba diciendo y con la escolta de lujo de mi buen amigo "Antonio Pascual" atento al quite. 
Pido perdón por mi torpeza a mis compañeros, sin los cuales, las pasaría canutas para pasar por allí. Sirva como atenuante que en aquel preciso instante, la tormenta que estaba cayendo sobre nosotros en forma de gotas de agua, pasó de repente a modo granizo y con unos truenos que hacía temblar hasta las mismo suelo que pisábamos. Sólo faltaba escuchar la voz de Sarumán invocando a la tormenta, como si nosotros estuviéramos atravesando "El Paso de Kalathras".

Continuamos por Verea Cortá por un terreno muy rocoso, siendo el siguiente hito la Laguna Bolaños, situada también a los pies del cordal que forman los Tajos Altos, donde el terreno se va transformando en una pequeña meseta, que se convierte luego en brusca pendiente hacia el valle del río. Es este un paisaje de alta montaña, en el que domina la componente geomorfológica, con depósitos morrénicos, formado por tremendos caos de bloques de pizarra y micoesquistos, y pequeños circos glaciares, hoy  ocupados por pequeñas lagunas, como la Laguna Bolaños, que presenta a su alrededor,  la vegetación típica de las cubetas endorreicas de alta montaña, los llamados borreguiles. 
Justo a la altura de la Laguna Bolaños la tormenta alcanzó el momento de mayor virulencia y los granizos, ya no es que molestaran es que dolían, pues aunque afortunadamente no eran de gran tamaño, más bien del tamaño de garbanzos caían a gran velocidad en un bombardeo continuo que nos obligó a resguardarnos, en medio de un caos de bloques, bastante incómodo, pero al menos resguardados durante unos minutos, hasta que la tormenta comenzó a amainar, los granizos se transformaron en copos de nieve, y la nieve en lluvia cuyo goteo constante salpicaba inmisericorde la lamina de agua del lagunillo conocido como  Charca Pala, que nuestro amigo Migue, no recordaba haber visto núnca con tanta agua en agosto. Tanta fue la lluvia caída en menos de una hora que parte del sendero estaba parcialmente inundado. 

A excepción del precioso tramo de sendero construido a base de mamposteriía un metro por encima del entorno que nos conduce a la Laguna de Lanjarón, a la que  oficialmente se la considera nacimiento del río que lleva su nombre.
Al llegar a la Laguna de Lanjarón la lluvia cesó definitivamente, los oscuros nubarrones ganaron algo de altura, permitiéndonos vislumbrar todas las cumbres a nuestro alrededor y un fino manto blanco tiño el paisaje parcialmente disfrutando de una bonita postal invernal, en medio de los días mas calurosos del verano 2018 en Andalucía. Un auténtico privilegio y al mismo tiempo una prueba mas de la tremenda riqueza y variedad paisajística y climatológica que podemos disfrutar dentro de Andalucía.
La Laguna de Lanjarón (2.979 msnm), también es conocida como Laguna de Baró. Es la lámina de agua más alta del Valle de Lanjarón, y metros más abajo se encuentra un pequeño lagunillo que se le conoce como Lagunillo de Lanjarón (2.974 msnm). Las dos láminas de aguas forman el nacimiento del río Lanjarón, que posteriormente ira recibiendo aportes de otras lagunas y de gran cantidad de nacimientos conforme va descendiendo hacia el municipio de Lanjarón.  Presenta un buen borreguil y diferentes nacimientos. Recibe diferentes aportes durante el deshielo de la gran cantidad de neveros que existen a su alrededor.

La tormenta dejó a su paso un manto blanco tan bonito en algunas zonas, que daba hasta pena abandonar el entorno de la Laguna de Lanjarón, que fuimos abandonando en dirección al Collado de Elorrieta, distante medio kilómetro escaso que completamos remontando la ladera  en gran parte cubierta de nieve, que en circunstancias normales habría resultado tediosa, pero que teniendo en cuenta la mojada y el fresquito del ambiente, nos vino muy bien para regular la temperatura, hasta que unos minutos más tarde enlazábamos con el track de ida sobre el Cordal del Cartujo, que a partir de ahora dejábamos a nuestra espalda para regresar sobre nuestros pasos volviendo a atravesar algunos neveros a los pies de los tajos de la Virgen que ahora dejábamos a nuestra derecha, y volviendo a pasar junto a Los Lagunillos de la Virgen, la Laguna de las Yeguas, atravesando las desérticas pistas de esquí, pasando por el Arco de la Virgen y llegando finalmente a la Hoya de la Mora, todavía con más de una hora de luz.
He aquí algunas fotos del camino de regreso sobre nuestros pasos desde el Puerto de Elorrieta, hasta la Hoya de la Mora.