Inicio de ruta 2 y hora de salida: Ermita Virgen de la Peña, muy próxima
al Ayuntamiento de Mijas a las 10.15 h
Recorrido: 24 Km
Dificultad: Alta, por la distancia y desnivel
acumulado pues hay varias subidas y bajadas intermedias, que van sumando
desnivel.
Ascenso acumulado de subida: 1.350 m
Ascenso acumulado de subida: 950 m
Altura mínima: 0 msnm
Altura máxima: 1.150 msnm
Fecha de realización y meteorología: sábado 1 de enero, inicio de la
jornada con cielos despejados, tendiendo a nuboso y muy nuboso con forme fue
llegando el mediodía. Tal y como anunciaban los pronósticos se produjeron
débiles precipitaciones entre las 14.00 y las 16.00 que coincidió con la
reanudación de la marcha tras el almuerzo en Los Llanos del Conejo, posterior
llegada a la ya cercana zona de cumbre, tramo de cresteo que hicimos con la
precaución que requiere el terreno rocoso mojado, con la suerte de que poco
antes de las 16.00, llegando al cerro Barrientos, los cielos volvían a abrirse
definitivamente. Afortunadamente todo el mundo estaba bien informado y
equipados para manejarse bien con esta lluvia que por suerte no duró demasiado
y a pesar de lo íncomoda que puede resultar e algunas ocasiones, nos dejó unas
estampas invernales en zona de crestería, propia de cordilleras situadas en
latitudes mucho mas al norte.
Cerca de 50 participantes en total: Compartiendo la función de guías
según los tramos de la travesía se fueron relevando como guías de cabeza y cola:
Paco Jaime, el Doctor
Leal, Vicky, Manolo Manzanares y Carmen
Galdriel.
Desde
la playa de Los Boliches comenzaron: Maria Teresa “Arwen
de Rivendel”, Magda “La Pimentonera de Águilas”, El Mítico Antonio Giraldez, Ildefonso Ruiz “El Vendaval
del Moncayo”, Rafael García Agulló “El Califa”, Herminia Carballo “Marathon
Woman”, Juan José
Rodríguez Contreras, Jorge “El Titán del Guadalevín”, Jenny
Valarezo “La Teniente O´Neil”. María “La Fisioterapeuta”, Paco Bastida “El Triatleta”. Ilse “La gacela de la Selva
Negra”, Juan Antonio Villalba “El
Corsario de Sierra Almijara”,
Patri “La
Chica que miraba a las estrellas,
Migue “El
Hombre que sabía demasiado”,
Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Fidel González, Antonio Francisco
Gallego “La Locomotora de Alhaurín”, Fernando “El Duque de
Juanar”,
Javier Reyes Ruzafa “El hombre que fue dos veces en una semana a Los
Lavaderos de la Reina”, Fabiola Muñoz Ros “Tom Rider”, Inmaculada López Duarte, Eduardo Campos
Montañez “El Padre Carras” y un servidor:
Juan Ignacio Amador.
Transmijeña 2014, un itinerario inédito hasta la fecha:Poco después de aterrizar en Fuengirola en octubre de 1999, me pongo a investigar por mi cuenta y mediante rudimentarios folletos de los Ayuntamientos de Mijas y Benalmádena, empiezo a patear senderos por la Sierra de Mijas (y Benalmádena). Una persona clave en aquellos comienzos es mi tocayo Juan Ignacio, que en aquella época vivía en la calle Troncón de Fuengirola centro y era el encargado de guiar las rutas de senderismo que por aquel entonces organizaba el Ayuntamiento de Mijas por su sierra. Mi tocayo Juan Ignacio, es quien por primera vez me habla del Torrecilla, la Maroma, El Lucero que además de iba señalando desde la distancia, en aquellos puntos donde las rutas que hacíamos cada sábado lo permitía. Además me habla de dos rutas acuáticas de las que por aquel entonces casi nadie que no fuera de Nerja o Benahavís conocían: El río Chíllar y las Angosturas del Guadalmina, que muy pronto empezaría a realizar por mi cuenta cada vez que venía a visitarme algún primo (Alberto), amigos de Sevilla (Sherpa Carmona) ó compañeros de trabajo (John El Huracán de Shefield o Sean “El canadiense Errante” con los que se empieza a formar el COMANDO PRESTON.
En 2002, buscando información en la pionera y super novedosa web de Pasos Largos, dentro del apartado “Rutas por la Serranía de Ronda y otras zonas de Málaga”, entro en contacto con Rafa Flores para preguntarle por “la Cañada de las carnicerías”. ¿Quién nos iba a decir que aquel sería el comienzo de una gran amistad? y mi entrada en Pasos Largos, que a propuesta del mismo Rafa me anima a anunciar mis rutas abriendo la sección “Comando Preston”. En poco tiempo empezamos a coronar los picos mas altos de todas las sierras malagueñas y provincias de alrededor. Desde entonces hasta hoy, ya le hemos dado varias veces la vuelta al cuentakilómetro de las rutas emblemáticas, cumbres mas altas, techos provinciales, rutas acuáticas, muchas de ellas inéditas hasta hace poco y una buena colección de rutas de coleccionista.
Sin embargo, curiosamente, después de mas de diez años haciendo rutas de forma asidua por toda la provincia de Málaga y otras zonas de Andalucía. En una de mis tertulias montañeras de café con el Doctor Leal en el bar del Mai, siempre pensando en proponer cosas diferentes y novedosas o bien rescatar rutas clásicas que hace tiempo que no se hacían. Pensando en un recorrido novedoso para la Transmijeña 2014, nos dijimos: ¿Por qué no salimos este año desde la misma playa de Los Boliches, subimos hasta La Bola (pico Mijas), pasando por Mijas pueblo, cresteamos la sierra y ya puestos la transponemos hasta Alhaurín El Grande?.
Rápidamente nos pusimos manos a la obra: nadie como el Gran Paco Jaime “Marqués de Cáceres” para cubrir el primer tramo de Los Boliches a Fuengirola, que nos conduciría con mano experta, hasta Mijas pueblo, recorriendo los caminos de su vida: la casa donde nació, los campos de su infancia, su adolescencia, donde se le declaró a Rosa, su primera construcción, su traslado a Los Boliches....Un escenario de CINE para una vida de película.
Y para celebrar tan especial y entrañable edición, los dos Pacos: el Doctor Leal y Paco Jaime nos invitarían a desayunar con churros, tostadas y lo que cada uno quisiera, en un bar de la famosa avenida Jesús Santos Rein en el barrio de Los Boliches, donde tuvo lugar un histórico desayuno al que también se unieron la hija de Paco Jaime, Mª Jesús, su novio, una prima y una amiga suya.
De donde viene la palabra Fuengirola:
El origen del topónimo Fuengirola es castellano, pero su etimología no tiene nada que ver con los topónimos anteriores del lugar. De hecho en época de los romanos se la conoce como Suel, que a su vez deriva del topónimo fenicio Syalis. Durante laa época musulmana es conocida como Sohail. Y tras la conquista cristiana en 1485 la localidad comienza a llamarse Font-jirola, que posteriormente derivaría a la actual Fuengirola. De dónde coño viene las palabras castellanas de aquella ápoca font y jirola. Resulta que la palabra font, como se puede intuir fácilmente viene de fuente. De hecho hasta hace relativamente pocas décadas Fuengirola era rica en fuentes con manantiales propios y arroyos que durante muchos meses al año bajaban directamente de la sierra de Mijas. Y el vocablo girona viene de una embarcación genovesa, de frecuente presencia en la zona dedicada al boliche. Precisamente Boliche, es el origen del nombre del barrio de Los Boliches donde nos dimos cita aquella mañana, que antiguamente era una pedanía de pescadores, separada del núcleo urbano central.
En la actualidad Fuengirola, que curiosamente tiene uno de los términos municipales más pequeños de toda la provincia de Málaga, tan sólo 10,3 km2. Cuanta con una población cercana a los 80.000 habitantes, sin contar con el creciente núcleo de población del distrito de Las lagunas, perteneciente a Mijas, que comparte calles con Fuengirola y por supuesto, sin contar tampoco con los miles de turista que nos visitan cada año. Tiene una altitud media de unos 5 msnm, siendo unas de las localidades mas llanas de toda la provincia, sin duda alguna, la más llana de todo el litoral malagueño. El el quinto municipio más poblado de la provincia y uno de los de más alta densidad, con más de 7.100 habitantes por km².
Fundada por los fenicios, por Fuengirola pasaron cartagineses, romanos en tiempos de Tito Pulo y Lucio Voreno, bizantinos, visigodos y árabes, entre otros pueblos, hasta su incorporación definitiva a la Corona de Castilla en 1485.
Frenado su desarrollo debido a la intensa piratería que sufrió la zona durante siglos, se constituyó en municipio tras segregarse de Mijas en 1841, siendo aún un pequeño pueblo de pescadores hasta los inicios del boom turístico en los años 60. En la actualidad, Fuengirola es un importante centro turístico que ronda los 250.000 habitantes durante los meses de verano, cuya economía gira principalmente en torno a este sector como en el resto de la costa del Sol.
1ª parte: de la playa de Los Boliches a Mijas pueblo, por los caminos de Paco Jaime:
Precisamente para el inicio de esta histórica edición escogimos salir desde la playa de Los Boliches a la altura del Hotel Yaramar, actualmente uno de los hoteles bandera de Fuengirola donde trabaja como coordinador y jefe del equipo de SS.TT. nuestro querido Doctor Leal, a la par que en los hoteles Ángela y Florida, aunque esa ya es otra historia. El caso es que tras un delicioso desayuno disfrutamos de un mágico amanecer que a la postre se convertiría en una de las imágenes más bonitas de aquel día, augurio de lo que se iba a convertir en una jornada histórica.
Tras las fotos de rigor en la misma orilla del mar bajo un cielo con tonos amarillos y anaranjados, nos pusimos en marcha con una extraña, pero divertida y novedosa sensación, caminando con nuestras botas y atuendos senderistas por la arena de la playa en dirección hacia la plaza de San Rafael, pasando junto a su fuente y unas columnas de origen romano.
Desde donde atravesamos la avenida de Los Boliches e inmediatamente después la avenida Jesús Santos Rein, para dejar atrás Los Boliches, dándole la espalda a la costa, mientras ascendíamos suavemente por la Avenida de Las Salinas, pasando por delante de la entrada del estadio santa Fé-Los Boliches y llegando hasta el final de dicha avenida, pasando por el puente que cruza por encima de la autovía y llegando a la gasolinera que hay junto al camping La Rosaleda, que dejamos a nuestra izquierda, mientras continuamos en dirección NO de frente hacia la sierra de Mijas con la costa siempre a nuestra espalda.
Mas allá de la gasolinera, junto al camping La Rosaleda, atravesábamos una zona llana de diseminadas conocida como la haza del Algarrobo e inmediatamente después Las Lomas, dejando a nuestra derecha la mansión de nuestra compañera Ana “La Venus de Bottichelli” y a la izquierda una de las grandes casas del “Marqués de Cáceres” donde el personal de la casa, ya nos estaba esperando con una gran cantidad de bandejas de canapés como los que sirven en los aperitivos previos a un banquete de bodas, todo ello gentileza de Paco Jaime “El marqués de Cáceres”.
Tras este inesperado avituallamiento reiniciábamos la marcha, llegando en escasos minutos a los túneles que pasan bajo el desdoble de la autovía N-340 y AP-7, por donde corrían las aguas de un pequeño arroyo que vadeamos sin problemas.
Una vez dejados atrás los tres tramos de túneles, el perfil comenzaba a ser ya definitivamente ascendente. Dejando a nuestra derecha dos preciosas pistas de tenis de impecable tartán morado y verde (mas malagueño imposible), rodeadas de lujosos chalets, varios de ellos construidos por Paco Jaime.
Encarando a continuación el camino de Las Lomas, que en esta ocasión si hace honor a su nombre, adentrándonos en una zona, que en contraste con todo lo que habíamos dejado atrás, se encontraba bastante más despoblado de casas, algunas de ellas pequeñas, como la primera que construyó Paco Jaime a principios de los 70, la casa donde conoció a Rosa, a la cortijada ya en estado casi ruinoso donde nació él mismo.
Un lugar cargado de historia para él y que a pesar de estar relativamente cerca de un denso núcleo de población como Fuengirola y Mijas Costa, o de estar cerca de autovías o transitadas carreteras, a penas llegan sonidos de las mismas y nos hacen sentir en contacto con la naturaleza.
Pues ya no caminamos sobre el gris del asfalto, dejando atrás modernas urbanizaciones, sino por una pista terriza, que serpentea en medio de un paisaje donde predonina el verde, ascendiendo por una ondulada zona de prados con el hermoso telón de fondo de la Sierra de Mijas, haciéndonos tomar conciencia de la altura que vamos ganando con respecto al nivel del mar cada vez que echamos la vista atrás.
Antes de darnos cuenta ya estamos sorprendentemente cerca de todo el conjunto de casitas blancas que esparcidas por la falda de la sierra de Mijas, se encuentran entre Mijas pueblo y la urbanización de Osunillas, muy cercana al inicio de la carretera que sube a los repetidores, que en esta ocasión queda relativamente lejos de nosotros. De hecho, nos adentramos en el diseminado de La Cruz de la Unión y Los Espartales, viniendo a desembocar en la carretera de Mijas-Fuengirola, casi un kilómetro antes de llegar a la gasolinera que hay a la entrada de Mijas, tan sólo caminamos unos 300 m por el margen izquierdo de la carretera con las debidas precauciones, hasta que abandonamos la misma, descendiendo por el camino asfaltado por el que accedemos a la urbanización Santa Rosa.
Pasando junto a cuidados jardines, que por el camino mas evidente nos fueron acompañando hasta venir a salir justamente, junto al bonito mirador donde se encuentra la emblemática ermita mijeña de la Virgen de la Peña,
(bajo estas líneas el Padre Carras orando por nosotros antes del inicio de la marcha desde Mijas). donde nos reagrupamos con el resto de los compañeros que iniciaban su caminata desde Mijas pueblo, donde no dejamos escapar la ocasión para realizar las primeras fotos de grupo con tan emblemático telón de fondo, pues a la belleza de esta ermita, hay que sumar el bonito telón de fondo de la sierra de Mijas con las casitas blancas en primer plano al norte y Fuengirola allí abajo, a orillas del Mediterráneo.
2ª parte, de Mijas pueblo hasta el Pico Mijas, por los senderos del Doctor Leal.
En Mijas se unieron al grupo que había comenzado
desde la playa: Vicky
“La Botánica”, Manolo
Manzanares “El Cartógrafo de su Majestad”, Carmen “Galadriel”, Eduardo
“El Último Samurai”, José Andrés
Alonso Lopera, María del Mar Castellon, Manuel Esteban, Marlise Hofer Junker, Macarena Romero “La Ninfa de la
Laguna Dulce”, Fran Ramírez “Batman return”, Paco Gómez Luy “El Cicerone del
litoral gaditano”, Miguel Fortes, Francisco Diaz Rueda, Marlem
Gonzalez “La Perla de Venezuela”, Fernando Diaz Moran, Mª Estela Álvarez Herrera, Rosa Mª Pérez Entralla, Francisco Soriano Morales, Ana Serrano
Morales, “La Venus de Botichelli”, Juan José Perales “El Marqués de Villaluenga”, Sancho Adam “Master
Chef”, Ana Dianez “La Arqueóloga”, Manuel Limón “Premio Nobel de Senderismo”,
Maria Ángeles padilla Fortes y Manuel
García Frías.
La ermita de Nuestra Señora de La
Peña se excavó en esas rocas por un hermano carmelita entre los años 1956 y
1682, a la que se le ha añadido una sacristía de piedra irregular, tratando de
simular una obra natural. El exterior de los pies realizado con la misma
intención, tiene acceso de medio punto y pequeña espadaña. En una irregular
hornacina excavada en el frontal se encuentra la Virgen de la Peña, patrona de
Mijas.El Ayuntamiento de Mijas, que al contrario que el de Fuengirola, cuenta con uno de los términos municipales mas grandes de la provincia (184 km 2) y una población de 79.000 habitantes (en 2011), repartidos principalmente en los tres núcleos urbanos de Mijas pueblo, como centro administrativo, Las Lagunas a modo de prolongación de Fuengirola hacia el interior y la idílica localidad de La cala de Mijas. Además de un gran número de urbanizaciones de lujo y de golf, es uno de los Ayuntamientos mas ricos de España, abarcando toda la vertiente sur de la Sierra de Mijas desde el cerro del Moro (repetidores) hasta su caída en el puerto de Los Pescadores y casi hasta los pies de la sierra Alpujata donde nacen los ríos de Las Pasadas y Ojén, que mas tarde se unen para formar el río Fuengirola que atraviesa una zona de valles conocida como Enterríos para desembocar a los pies del Castillo de Fuengirola. El límite del t.m. abarca una amplia franja de costa, desde el Castillo de Fuengirola hasta Calahonda, lindando ya con Marbella.
Al dejar atrás la ermita, pasamos junto a los famosos aparcamiento oficial de los burro taxis, todo un símbolo de esta localidad, a modo de transporte de paseo para hacer una visita turística, por las típicas calles de Mijas, que surgió a finales de los años 50, a raíz de que algunos trabajadores de las canteras que regresaban a sus casas en burro, y eran requeridos por los turistas para fotografiarse o darse una vuelta. En la actualidad el número total de burritos que componen este servicio es de 61, de los que 13 son burros de carro y 48 de silla.
A continuación atravesamos la Plaza de la Virgen de la Peña, para adentrarnos en algunas de las calles mas típicas y encantadoras de esta mágica localidad, que vio nacer a nuestra amiga Carmen “Galadriel” (la mujer de Don Manuel Manzanares). A pesar de su enorme término municipal y su importancia en la actualidad, Mijas fue un pequeño pueblo dedicado principalmente a la agricultura y la pesca hasta la explosión del boom turístico en los años 50 del pasado siglo XX. Desde entonces, la actividad turística y el sector de la construcción han sido los motores de la economía local, disparando a la misma vez la población y la renta per cápita (que se lo digan al gran Paco Jaime), aunque a un alto coste medioambiental.
En la actualidad es un municipio multicultural con un alto porcentaje de residentes de origen extranjero y uno de los principales centros del turismo residencial de toda la Península Ibérica, al mismo nivel que muchas localidades de las islas Canarias y Baleares.
Mijas fue fundada por los fenicios y en ella se asentaron griegos (de hecho aparece mencionada en la geografía de Ptolomeo con el nombre de Tamisa), en la que también se asentaron: cartagineses, romanos, visigodos y los musulmanes que le permitieron a los habitantes de Tamisa mantener sus bienes, su religión y sus costumbres, a cambio de la tercera parte de lo que producían sus propiedades agrícolas y ganaderas. Fueron los musulmanes los que le cambiaron el nombre de Tamisa por Mixa.
Mijas siguió bajo la ocupación musulmana hasta casi el final, de hecho resistió los ataques de los Reyes católicos, mientras duró el asedio a Málaga en 1487, suceso tras el cual sus habitantes se rindieron incondicionalmente y fueron vendidos como esclavos a la nobleza y otros caballeros que participaron en la guerra, y tras la reconquista del Reino de Granada se procedió al reparto de las casas y tierras de la villa entre cristianos.
Mijas permaneció fiel al Emperador Carlos I, que le otorgó el título de Muy Leal. Más tarde en enero de 1521, Doña Juana la declaró exenta de alcabalas y le otorgó el título de Villa. Durante ésta época y hasta bien entrado el siglo XVIII, la actividad de piratas en la costa era intensa, por lo que a partir del año 1492, para advertir a la población y para combatirlos, se empezaron a construir en el litoral las torres vigías que aún se conservan.
Al igual que el resto de poblaciones costeras o cercanas a la costa, hasta bien entrado el siglo XIX, Mijas vivía principalmente de la agricultura y la pesca, además de algunas explotaciones ganaderas y de la extracción de minerales. Las viñas fueron la principal riqueza del campo de Mijas hasta que la dichosa plaga de la filoxera de 1880, que destruyó todas las plantaciones.
La carretera entre Mijas y Fuengirola se inaugura en 1873, municipio que se segregó de Mijas en 1841. Sin embargo, la villa permaneció bastante aislada hasta los tiempos de la Segunda República, cuando llegaron los primeros periódicos. No hubo teléfono hasta 1953, y según descripciones de la época, que aún recuerdan Carmen y Paco Jaime muchas casas del pueblo estaban rematadas poco menos que como chabolas de palma. La población se encontraba desperdigada por el campo, cual gigante portal de Belén, con una estructura minifundista. Durante la postguerra hubo mucha hambre y ausencia de trabajo, ya que el único que quedó fue la recogida de hierba en la sierra para el esparto, situación que se agravó por la existencia de años de sequía que coincidieron con los primeros años de la Postguerra. Durante estos años bárbaros, Mijas también fue escenario de las operaciones de la guerrilla antifranquista, gracias al apoyo y respeto populares con el que contaba la guerrilla. La Sierra de Mijas fue la base de la partida de Mandamás y el lugar donde fue cercada la partida Salvador en 1948.
En los años 50 una fábrica de amianto vino a paliar el paro y comenzó a construirse algún pequeño hotel gracias al nombre que empezaba a tomar la Costa del Sol. Con la llegada del turismo el municipio experimentó una profunda transformación. Surgieron los nuevos núcleos de población de La Cala y Las Lagunas y comenzó la construcción de urbanizaciones residenciales. Las Lagunas surgió de la nada a partir de campesinos del interior del término que abandonaron sus tierras. La Cala era un núcleo rural de apenas 19 familias campesinas que multiplicó su población.
La localidad de Mijas, junto con Istán, ha sido de las mas implicadas en toda la provincia de Málaga, en lo referente a la creación, difusión y mantenimiento periódico de una amplia red de senderos por toda su Sierra, que a pesar del terrible incendió que sufrió en julio de 2001, está llevando a cabo un modélico plan de limpieza, reforestación y recuperación de la sierra y red de senderos, que nos hace albergar esperanzas para volver a ver algún día, aquella inolvidable estampa de esta sierra, completamente cubierta del verde de los pinos, que por suerte, ya se empieza a recuperar en muchos tramos.
Una vez que accedimos a la M-30, (carretera de circunvalación de Mijas), por su parte alta,
nos adentramos en la sierra por el sendero que nos lleva de forma más directa a la ermita del Calvario, donde nos reagrupamos después de encarar un corto, pero empinado en zigzags, tras ir dejando atrás unas cruces, que señalan el vía crucis (nunca mejor dicho), que nos conduce hasta la ermita.
Desde la ermita empezamos a encontrarnos con varios ramales de sendero, normalmente bien señalizados en cada cruce, siendo la opción más clásica para subir al Pico Mijas, la ruta azul o del Puerto Málaga.
Pero tal y como estaba previsto, nosotros cogimos el ramal que nos llevará en dirección predominantemente OESTE, ascendiendo un corto tramo, hasta que el sendero se torna llano, dejando a nuestra derecha una construcción de piedra encalada en forma de cúpula conocida como la Cruz de la Misión, que le da nombre al sendero por el que vamos. Aunque a partir de aquí nuestra ruta es conocida como ruta del Refugio, que en los tres próximos kilómetros, se mantendrá con un suave perfil que intercala tramos llanos con otros de subidas y bajadas, desde donde contemplamos a nuestra izquierda (SUR) bonitas vistas aéreas sobre Mijas;
que pronto dejaremos definitivamente atrás, fuera ya del alcance de la vista y sobre todo Fuengirola a orillas del Mediterráneo, así como un buen número de urbanizaciones a lo largo de la Costa hasta más allá de Calahonda, con gran parte del t.m. de Mijas a nuestros pies que nos acompañarán hasta el final del tramo de crestería.
El primer hito significativo de este sendero es la antigua cantera del Barrio, donde aún podemos observar los cortes, casi limpios, en la piedra al extraer el mármol. Según comenta Juan Morente en su libro Sierra de Mijas, guía del Excursionista: El nombre de Mijas deriva de Mixas, minas, por la riqueza mineral de este territorio en el que podían extraerse, entre otros productos, hierro, plomo, plata, amianto, y talco.
También podremos observar junto a esta cantera del barrio, la abandonada construcción del proyecto de un albergue juvenil. En la parte inferior de la cantera existe un pequeño vivero diseñado y dirigido por los técnicos de la Concejalía Medio Ambiente de Mijas. Desde ella se trabaja para la concienciación de los jóvenes escolares de la zona, con proyectos de repoblación forestal.
Más allá de la cantera y el abandonado proyecto del albergue juvenil, el sendero vuelve a serpentear en cerrados zigzags, junto a un roquedal, se trata de un tramo de sendero recientemente recuperado por la Concejalía de Medio Ambiente de Mijas, gracias en gran parte a los alumnos de la Escuela Taller a los que en gran medida debemos el impecable mantenimiento de las balizas y los senderos que desde aquí nos llevarán hasta la cumbre.
Tras este pequeño repecho, nos adentramos en una zona muy dócil, sin grandes desniveles, intercalando suaves bajadas y subidas. Los pinos vuelven a ser la arboleda predominante, en esta parte de la ruta conocida con el nombre de Las Muñequeras. Nuestro sendero discurre por la cota 600 m, sin grandes variaciones. A nuestra izquierda, junto a la relativamente cercana carretera, podemos observar el cementerio de Mijas, en otro tiempo protegido por un frondoso pinar.
Al mismo tiempo que vamos, faldeando la sierra, en dirección predominantemente OESTE, entre la cota 570 y 630, vamos cruzando varias cañadas, siendo la primera: la cañada Morena, a la que llegamos en suave descenso para inmediatamente después recuperar la cota perdida, siendo ya visible al OESTE, en el sentido de nuestra marcha, la Sierra Negra o Alpujata con el característico color rojizo de su peridotita.
Llegaremos después a la Cañada del Olivillo, justo antes de llegar hay una zona donde los eucaliptos se han recuperado ganándole terreno a los pinos, en esta zona nos encontramos una calera a la izquierda del sendero donde el Doctor Leal, siempre gusta de dar una charla sobre la forma en que su abuela, una calera de la época, extraía la cal de la roca caliza. Minutos después llegamos al Puerto Ronco, donde encontraremos un cruce que debemos tomar a la derecha, ya que el de la izquierda baja a la carretera.
Poco después volvemos a descender un poco, y pronto llegaremos al cruce con el sendero que asciende por nuestra izquierda desde el Puerto Colorado, clásico punto de partida para ascender hasta el Pico Mijas de la forma mas rápida y directa. De hecho pronto llegamos a un cruce de senderos con varias balizas, una de ella nos indica, ruta de Las Cañadas a la derecha (NE) y Pico de Mijas izquierda (NO), a partir de aquí el terreno se torna claramente ascendente.
Y desde aquí mismo iniciamos el tramo de ascensión, ya sin tregua, llevando a nuestra izquierda la amplia cañada del Pedregal, cuya cabecera está ya a escasos metros al SO de la cumbre, cuyas antenas, ya comenzamos a divisar desde la distancia, pudiendo parecernos mucho más cercanas de lo que realmente están.
Afrontando ahora un par de zigzags muy largos que en escasos minutos nos situarán en la pista terriza que faldea la sierra por encima de los 750 msnm, muy frecuentada por corredores de montaña y mountain bike, donde realizamos otra parada de reagrupamiento, aprovechando la ocasión para recordarle a una persona que venía claramente fatigada y rezagada del grupo, que desde este punto existían dos alternativas muy bonitas y fáciles de seguir para regresar a Mijas sin problemas, ya que aún quedaban los 400 m más duros de ascensión y se supone que no hace falta recordar que cuando voy con un grupo soy yo quien me tengo que adaptar al grupo y no el grupo a mí. Aún así esta persona se empeñó en seguir al grupo con el argumento de que aunque a un ritmo más tranquilo, podría llegar a la cumbre.
Con el fin de que esta persona no quedara descolgada, nuestra guía de cabeza en este tramo: Vicky, escoltada en todo momento por “El Corsario de Sierra Almijara” mantuvo una marcha, muy, muy tranquila y sosegada hasta la cumbre, hasta el punto de que fuimos todo el tiempo en fila india sin que apenas el grupo quedara cortado en toda la ascensión, hasta alcanzar los Llanos del Conejo, ya en zona de ante cumbre. Donde teniendo en cuenta que esta persona iba ascendiendo muy lentamente, acompañado por varios compañeros en cola de grupo, para evitar males mayores, decidimos almorzar, pensando que llegaría en unos 15 o 20 minutos, que es lo que habitualmente tardamos en comer.
Sin embargo, en un trayecto de 3 km escasos y 400 m de desnivel, nos hizo esperar a todo el grupo más de 45 minutos, que unidos a los 15 minutos que obviamente tuvimos que darle a los compañeros que le habían estado acompañando por si necesitaba cualquier cosa, nos supuso una espera total de una hora de reloj, algo que nunca anteriormente había pasado en una travesía de este tipo.
Y que de hecho vamos a intentar que nunca más vuelva a repetirse, porque lo que tiene que quedar muy claro es que cuando yo voy con un grupo, yo tengo que estar preparado para ir al ritmo del grupo y no hacer que un grupo de 50 personas se adapte a mi ritmo y me tengan que esperar 45 minutos a pesar de que me hayan advertido sobre la dificultad que tenía por delante y que en la ficha con la que se anuncia la ruta se ha indicado nivel ALTO ó MUY ALTO, porque precisamente hubo varios compañeros que podrían haber encarado la ascensión y el total de la travesía mucho más rápido que esta persona, pero que preciosamente por leer detenidamente la ficha de la ruta y sopesar su actual estado de forma de manera responsable estimaron oportuno que lo más prudente era no participar en esta travesía, porque antes que en uno mismo, lo que hay que pensar es en el grupo y no en el yo, mi, me, conmigo.
Conforme el tiempo de espera iba pasando nos fuimos viendo envuelto por unas nubes que por instantes hacía desaparecer la visión de la cercana bola del radar meteorológico, instalado en la cumbre. Mientras terminaban de almorzar los últimos compañeros, comenzó una ligera llovizna, que nos acompañaría casi un par de horas más.
3ª parte, del Pico Mijas a Alhaurín el Grande, por los senderos secretos del Cartógrafo de su Majestad.
Antes de reiniciar la marcha, nuestra querida Vicky, dio el relevo a Don Manuel manzanares “El Cartógrafo de su Majestad” que nos dio una charla introductoria sobre lo que iba a consistir el siguiente tramo de ruta por la crestería y posterior descenso, por lo que de momento, encaramos el terraplén arenoso que nos deja muy cerca de “La Bola” a la que fuimos llegando todos los compañeros hasta hacernos la foto de grupo en la cumbre. Siendo a partir de este instante, cuando comenzamos a caminar literalmente entre las nubes, mientras echábamos a andar dirección NO, por la divisoria de aguas.
Como íbamos diciendo, poco después de dejar atrás La Bola del “Pico Mijas” (1.150 msnm), íbamos caminando envuelto entre las nubes, con escasa visibilidad mas allá de 15 metros, hasta el punto que entre las fundas de mochilas, impermeables y capuchas costaba trabajo al compañero que llevabas justo delante o inmediatamente detrás a no ser que reconocieras su voz.
En medio de la bruma, solo eran distinguibles los sempiternos pantalones cortos de Paco Gómez Luy, la Pimentonera de Águila con sus gafas negras, Carmen “Galadriel” en funciones de guía de cola con sus chubasquero tricolor de la bandera de Colombia o el aristocrático paraguas de Paco Jaime “El Marqués de Cáceres” que con el estilo de un “Lord” inglés, caminaba con elegante indiferencia, conservando perfectamente el equilibrio sobre las resbaladizas piedras de la crestería sin soltar su paraguas en ningún momento.
Aunque vista desde la distancia, esta sierra pueda hacernos pensar en una crestería mas bien alomada y dócil de patear, solo es verdad a medias, de hecho en este tramo de crestería por el que íbamos, entre el Pico Mijas y el cerro de Las Sepulturas, existen algunos tajos a nuestra izquierda (vertiente litoral) donde conviene extremar la precaución y mucho mas con las abundantes rocas mojadas, si bien es cierto, que en casi todo momento a nuestra derecha tenemos e comodín del bosquete de chaparros y coscojas por donde podemos progresar sin mayor dificultad que la de agacharnos de vez en cuando para no enganchar gorras y mochilas en las ramas bajas.
Más allá del cerro de Las Sepulturas, la cresta ya es mas bien una loma que se asoma al filo de unos tajos a nuestra izquierda, caminando nosotros por una especie de plataforma con ligera caída hacia la derecha, cada vez se va ensanchando mas y haciéndose más llana, que nos conduce a las proximidades del cerro Cabeza de las Cruces.
A partir de aquí los cielos se fueron abriendo como por arte de magia: primero al norte, a nuestra derecha, disfrutando de amplias panorámicas sobre el valle del Guadalhorce y sus sierras colindantes, después al ESTE, a nuestra espalda, con amplias vistas de la hoya y la bahía de Málaga, si bien la maroma estaba todavía cubierta.
Después al sur, a nuestra izquierda, donde las nubes parecían haber encallado durante algunos minutos en los tajos que teníamos a nuestros pies, comenzaron a ganar altura y a difuminarse, permitiendo que el sol, volviera a iluminar una amplia franja de Costa con Fuengirola, siempre allí abajo.
Ya sólo quedaba una nubes, aún encallada en la cumbre del cerro Cabeza de las Cruces, o Barretos, hacia la que dirigimos nuestros pasos, en lo que sería el último repecho de la jornada y llegando a su cumbre, la nube se disipó por lo que ahora sí, volvimos a disfrutar de amplias vistas 360º alrededor, recuperando de nuevo la visión sobre la vertiente oriental de la Sierra Negra o Alpujata al oeste y parte de Sierra Blanca con las inconfundibles siluetas del Lastonar y la Concha fácilmente identificables desde la distancia.
Para iniciar el descenso desde la cumbre del cerro Cabeza de las Cruces, lo hicimos en dirección OESTE, es decir, casi en dirección contraria a nuestros pasos, hasta llegar hasta aquí, pero ligeramente a nuestra izquierda, es decir, dejándonos caer un poco mas, hacia la vertiente norte de la sierra, enlazando con la pista que va directamente desde “La Bola” del Pico Mijas (1.150 msnm) hasta Alhaurín El Grande, pista por la que apenas caminamos unos metros, para tomar un ramal secundario que pronto se torna en angosto sendero. De manera que la pista va a quedar a nuestra izquierda y fuera de nuestra visión la mayor parte del descenso, hasta poco antes de llegar a Alhaurín El Grande.
Se trata de uno de los senderos menos conocidos de toda la Sierra de Mijas, coincidiendo con su extremo más occidental, ya que por esta zona los pocos senderistas que frecuentan esta zona de la Sierra lo suelen hacer por el sendero de la Fuente del Acebuche y La Nariz del Buey o la casa Forestal del Guarda, directamente hasta el puerto de la Encina, o bien el mencionado carril, mucho más utilizado por los ciclistas. Pero este sendero que descubrimos de la mano de Manuel manzanares “El Cartógrafo de su Majestad” volvió a dejarnos maravillado por la gran frondosidad del denso bosque de pinos de esta zona, probablemente el mejor conservado de toda la Sierra y sin duda el menos conocido, de hecho, no nos encontramos ni a un solo senderista. Que no fuera de nuestro grupo en el largo descenso, donde a más de uno ya empezaban a pesarle las piernas a pesar de ir en bajada, pues la distancia recorrida y el desnivel acumulado, especialmente para quienes habían empezado desde la playa, ya se acercaba al equivalente de las grandes rutas de alta montaña, a pesar de que muchos de nosotros, como aquel que dice, estábamos al lado de casa.
Al llegar a las cercanías del lugar conocido como Pecho Redondo, el sendero se bifurca en dos, siendo este el lugar que escogimos para hacer la última parada de reagrupamiento y breve avituallamiento antes del descenso final. El ramas de la derecha, mucho más cerrado en la maleza se adentra por la cañada del arroyo del Tejar, mientras que nosotros proseguimos por el mas marcado y evidente que es el que continuaba descendiendo hacia la izquierda, acercándonos al Pecho de Los Gavilanes, mientras íbamos atravesando pequeñas cañadas tributarias del arroyo del Tejar, cuya cuanca quedaría definitivamente nuestra derecha, por encima de la cual disfrutábamos de amplias vistas sobre un amplio sector del valle del Guadalhorce presidido por Alhaurín El Grande a nuestros pies y algo más alejada la localidad de Coín.
Conforme vamos llegando al final del recorrido, el sendero enlaza con los últimos zig-zags de la pista, un kilómetro antes de llegar a las primeras casas de Alhaurín El Grande, que nos lo podemos ahorrar, gracias a los tenues tramos de sendero, que cortan estos largos zig-zags y que nos permiten finalizar el último tramo de descenso de forma mucho mas directa, viniendo a desembocar en una especie de embudo, por la que entramos en contacto con las primeras cosas, siendo una de ellas, la conocida como “La Perrera”, desde donde en poco menos de diez minutos se llegaba al punto de la Avenida Blas Infante donde ya nos esperaba el autobús, disfrutando antes de unos minutos para tomar el merecido refresquito o cerveza final de ruta.
Pocas veces acabará nuestro amigo Antonio Francisco Gallego “La Locomotora de Alhaurín” una ruta con nosotros, tan cerca de la puerta de su casa. Sin embargo, paradójicamente, le tocó montarse en el autobús para regresar a por su coche aparcado desde antes del amanecer cerca de la playa de Los Boliches.
Añadiremos en honor a nuestro amigo y proveedor oficial de aceite de oliva Antonio Francisco Gallego “La Locomotora de Alhaurín” (El Grande), que su término municipal ocupa una extensión de 73,1 km2 que se extienden por la ladera norte de la sierra de Mijas, por donde habíamos descendido, y la vega del río Guadalhorce, que habíamos venido observando durante gran parte del descenso, donde se alternan los cultivos de olivos, cítricos, almendros y otros frutales con huertas. La población alcanza los 24.074 habitantes, según datos de 2012. El origen del topónimo se debe a los árabes, que lo denominaron "Alhaurín", siendo los Reyes Católicos los que le añaden "el Grande", para distinguirla de la vecina localidad de Alhaurín de la Torre, tras la conquista de ambas poblaciones en 1485.
Sus habitantes son conocidos como alhaurinos o laurinos. Es la decimotercera ciudad de toda la provincia de Málaga en número de habitantes, sólo superado por municipios costeros, las ciudades del interior: Ronda, Antequera y Alhaurín de la Torre desde el final del boom de la construcción en 2009. Tiene una población en torno a los 25.000 habitantes, existiendo una gran presencia de extranjeros afincados en el municipio, que actualmente superan el 5% de la población total.
Se ven muy bien los mapas, que me encantan. La descripción de los tramos urbanos ayuda a aclararse con el camino seguido
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