viernes, mayo 04, 2007

Ascensión al pico Mágina (2.164 m) y Peña Jaén (2.147 m)

Capítulo 7, "Pico Mágina" (2.164 m.) y Peña Jaén (2.147 m.)
Parque natural Sierra Mágina (Jaén)
Mágnífica jornada montañera compartida con 28 compañeros procedentes de toda Andalucía
Episodio 1, Bienvenidos a Cambil: 
Tiene la provincia de Jaén grandes pueblos rebosantes de historia y tradición como Úbeda, Baeza, Linares, Andujar, Bailén, además de su capital. Sin embargo, muchos mas aún son los pueblos que le quedan al viajero por descubrir en esta interesantísima provincia que además de ser la mayor productora del mundo en aceite de oliva, podría competir con la mejor en arte, en historia, en gastronomía, en fiestas populares y en parajes naturales de extraordinaria belleza. Todos estos y algunos mas son los alicientes que ofrece al visitante el pueblo de Cambil, situado en a 780 m. sobre el nivel del mar, ubicado en la falda suroeste de “Parque Natural de Sierra Mágina” de donde proceden los tres arroyos que se unen en Cambil, para formar el río Guadalbullón, que atraviesa todo el pueblo como si de una “pequeña Venecia” se tratara y que no es otro que el mismo que nos acompaña en paralelo por la autovía N-323 desde la “Salida de Cambil” hasta Jaén capital y continúa acompañándonos 40 km mas allá, dirección norte, paralelo a la autovía , siempre a nuestra derecha, hasta desembocar en el Guadalquivir, a la altura del “Embalse de Mengíbar”.
Otro de los elementos que enamora al visitante a primera vista son sus imponentes tajos a cuyos pies se encuentran sus encaladas casitas en perfecta armonía con el bello paisaje que lo rodea. Sobre los dos tajos mas altos se encontraban ubicadas las dos fortalezas musulmanas a modo de inexpugnables “nidos de águilas”. Las fortalezas de “Qanbil y Alhabar”. Al parecer lo que hoy conocemos como Cambil, estaba dividido en sus orígenes en estas dos pequeñas fortalezas, separadas por el río y complementadas con algún refuerzo. Aunque de aquella época tan sólo nos han quedado sus ruinas, sus dos fortalezas permanecerán inmortalizadas para siempre con sus dos torres luciendo orgullosas en el escudo heráldico de la ciudad.

Una de las cosas que mas me sorprendió de Cambil fue ver a tantos niños jugando por las calles de esta localidad que cuenta con 3.308 “cambileños” según el último censo de población realizado en 2006. Así como la plaza del pueblo donde además del Ayuntamiento, se encuentra una sobria iglesia en piedra que mas recuerda al estilo románico que al típico barroco ó mudéjar andaluz. También nos llamará la atención un impresionante árbol, cuyo tronco puede superar fácilmente los 5 m. de diámetro y como pequeña curiosidad, al otro lado de la plaza, existe un muro de piedra donde nos encontramos con dos mosaicos: en uno de ellos nos encontramos con todos los pueblos que se encuentran alrededor de Sierra Mágina y en el otro la misma localidad de Cambil y su entorno. La estratégica iluminación artística proyectada sobre la iglesia, así como sobre sus tres almazaras y los tajos que presiden este precioso pueblo, nos hacen sentirnos en un escenario digno del mas hermoso portal de Belén.
Respecto a su historia, aunque los testimonios arqueológicos mas antiguos, encontrados dentro de su término municipal, concretamente en el “Túnel de Santa Lucía” (N-323 Granada-Jaén) datan de la Edad de Bronce (II milenio a. C.), además de sarcófagos y columnas romanas en la aldea de Arbuniel. Hay que remontarse al s. XII, para encontrarnos con el primer documento escrito de la localidad de “Qanbil” bajo dominación musulmana.
En 1315 el infante don Pedro, tío de Alfonso XI arrebata y ocupa los castillos de Cambil y Alhabar a los musulmanes. A partir de este momento aparecerán frecuentemente citadas en el contexto de las luchas fronterizas entre el reino nazarí y Castilla. En 1365 vuelve a ser conquistada por los musulmanes y tras varios ataques esporádicos, fue definitivamente conquistada en 1485 por los Reyes Católicos.La conquista de estos dos estratégicos baluartes militares no fue empresa fácil, pues se hizo necesario el cerco formado por un ejército de 6.000 hombres provenientes de Jaén y en el que se empleo, por primera vez en la península, la artillería de forma masiva. La conquista de estos dos castillos, Cambil y Alhabar, dejaba expedito el camino hacia Granada.Los Reyes Católicos en agradecimiento a los vecinos de Jaén por su participación en la conquista, determinaron que la aldea de Cambil pasase a formar parte de la administración del Concejo de Jaén. Situación que se prolongó hasta el 19 de abril de 1558, fecha en la que Felipe II emancipa a Cambil de la tutela administrativa de Jaén.
Para corroborar la buena fama que tienen los cambileños de gente educada y respetuosa con el forastero, como por ejemplo la familia propietaria del “Café-bar Monzó” que resultaron ser unos magníficos anfitriones, disfrutando de una suculenta cena todos los compañeros de aventura que allí nos dimos cita la noche antes de subir al Pico Mágina, con suculentos y humeantes platos caseros estábamos sentados a la mesa: Reinaldo “El Senescal de la Bahía” junto a Manuela “La Dama de Hierro” desde Rota, Cádiz, que fueron los primeros en llegar, después de haber pasado toda la mañana en la zona norte del Parque Natural de Sierra Mágina para coronar el emblemático “Pico Aznaitín” donde les cayó una granizada que no olvidarán jamás. Directamente desde la Feria de Abril, sin a penas haber dormido nada en las últimas 48 horas: 

“El Indomable Jaime”, Magda “La Pimentonera de Águila”, “Serpa Carmona”, Francisco Javier “El Huevo” y Fran “El Zorro” y para completar el grupo de comensales, desde distintos puntos de la provincia de Málaga: “La Dulce Celia”, “Darío el Magnífico”, “La Rosa de Casarabonela”, Fernando y Ana “Los Duques de Juanar”, Sean “El Canadiense Errante”, Ruth “La Ninfa del Pisuerga” y Juani “Comandante Preston” que disfrutamos de una cena histórica por unos 12 €, después de una doble ración de bebidas. Alguno se tomó hasta dos postres, incluyendo un “bombón almendrado” que tuvo unos sonoros efectos secundarios que retumbaron camino del “Hostal Monzó” como si se tratara de la famosa “Tamborá de Cambil”. Pero antes de salir del “Café-bar Monzó” que curiosamente hace las veces de recepción del hostal que lleva el mismo nombre varios miembros del grupo se tomaron varios “pelotazos” de a 2,50 € el cubata de “Ron Brugal” (sin garrafón), y otras bebidas potentes que tuvieron su continuación en el cercano “Pub Zipi-Zape” donde hicimos escala antes de disfrutar de un magnífico descanso en el hostal, donde curiosamente el huésped tiene a su disposición, una magnífica enciclopedia sobre la provincia de Jaén, que me sirvió como lectura de cama, escogiendo el capítulo de Cambil para conocer un poquito mas del lugar donde nos encontrábamos.Disfrutando a la mañana siguiente de un buen desayuno en el mismo lugar donde habíamos cenado la noche anterior y a donde fueron llegando puntualmente todos los compañeros que a la postre completarían el grupo de esta interesante expedición para subir al “Pico Mágina” y que tuvo como punto de encuentro la localidad de Cambil, de la que prácticamente quedamos enamorados todos los que allí habíamos llegado, incluyendo la idílicas imagenes de abuelos con sus borricos.En la imagen el Cortijo de los Prados
 Episodio 2, La importancia del GPS en terrenos desconocidos: 
Salíamos de Cambil con la convicción de que encontraríamos fácilmente el acceso al carril por el que nos adentraríamos en Sierra Mágina desde el sur. A penas acabábamos de sobrepasar los primeros 5 km (dirección Huelma), cuando llegamos a un pequeño tramo de antigua carretera que salía a la derecha para volver a unirse a la principal unos 60 m. mas allá. El lugar coincidía con el punto por donde teóricamente se accede a Sierra Mágina desde el sur, pero el único acceso que veíamos desde allí era un precario carril, muy estrechito que se adentraba por un olivar tras una fuerte pendiente sin ningún tipo de señalización. Acostumbrados a los grandes paneles ó cartelones de “Parques Naturales”, nadie imaginó a primera vista que aquel fuera el camino bueno, hasta que el ya famoso GPS de Reinaldo “El Senescal de la Bahía” dictó sentencia, confirmándonos que ese era el camino. Tras 4 km. llegamos a la antigua fortaleza musulmana de “El Castillo de Mata Begid” (1.113 m.) desde donde algunos compañeros, ansiosos ya por empezar, pensaron que ya podíamos echarnos a andar. Sin embargo, tras una rápida verificación en la que comprobamos que aún faltaban, como mínimo 5 km. para llegar al teórico punto de partida situado en el “Cortijo de los Prados”, que según la guía que teníamos como referencia venía indicado en el mapa con una casa dibujada, quedando a mano izquierda del carril. Cuando pasamos a la altura de los 1.380 m. donde en teoría debía encontrarse dicho cortijo, sólo nos encontramos una alberca, sin el mas mínimo indicio de cualquier edificación ó ruinas que nos sirviera como referencia, como tampoco ninguna senda o señalización a la derecha que nos pudiera servir como referencia para empezar a subir a la zona alta de la sierra, que ya llevábamos en todo momento a nuestra derecha (este). De hecho, tal y como nos señalaba nuestro mapa, ya estábamos justo a la altura de la tremenda mole piramidal de “Peña Jaén”. No obstante, continuamos decididamente, sin prisas pero sin pausas carril arriba hasta que llegando a los 1.500 m. de altitud, decidimos aparcar junto a un pequeño prado donde los coches pudieran dar la vuelta ó bien estacionar allí definitivamente. Por deducción lógica estaba claro que ya nos habíamos dejado atrás el teórico punto de partida ubicado en lo que un día fue el “Cortijo de los Prados”. Sin embargo, a pesar de que los 28 miembros de esta salida nos encontrábamos en “territorio comanche” (zona desconocida), una cosa estaba clara, el carril donde nos encontrábamos formaba parte del camino de vuelta. Así que tras reunión de urgencia del “Comité de Sabios” y tratándose de una ruta circular, ¡¿qué mas daba hacerla en sentido contrario al que habíamos previsto en un principio!?. (Como dijo el “Serpa Carmona”: “¡Propiedad Conmutativa total!”).
Tras una inicial rectificación, nos pusimos a caminar, dirección nordeste con la colosal pirámide de “Pico Jaén” a nuestra derecha, no tardó en avisarnos “El Senescal de la Bahía” de que pronto nos encontraríamos con otra pista, por la falda de la sierra, pero a mayor altura de donde habíamos empezado. Definitivamente, ya estábamos en el buen camino, sin embargo, no se veía el menor indicio de una senda o panel informativo, no sabemos si por tratarse de un área de reserva (cuyo salvoconducto ya teníamos) ó por ser un Parque Natural recién homologado y estar aún muy virgen, pero el caso es que de momento, no veíamos el mas mínimo resquicio medianamente transitable para poder acceder a la zona alta de la sierra.
El primer hito destacable del camino fue un pilar para el ganado bovino con el que nos encontramos, justo antes de llegar al mencionado carril, por el que posteriormente llegaríamos a una preciosa pradera, cuyo manto verde contrastaba con el gris y blanco de las tremendas moles calizas que nos rodeaban. Ya que todavía no habíamos hecho la tradicional foto de grupo al comienzo de la ruta, escogimos este precioso lugar para hacer la primera foto de grupo, aprovechando el primer reagrupamiento. Y por el tapiz de aquella magnífica pradera continuamos caminando dirección nordeste con las grandes moles de Sierra Mágina siempre a nuestra derecha. 
Foto de grupo con Peña Jaén al fondo, última cumbre que coronamos aquel día.
Entre los grandes nubarrones que poco a poco iban oscureciendo el cielo de aquella mañana que había amanecido despejada y la grandiosidad del escenario que nos rodeaba y caminando sobre aquella hierva tan verde, sólo hubiera faltado el sonido de una gaita para pensar que estábamos en Escocia, caminando por los “Highlands”, como en el comienzo de la película “Los Inmortales”.
Episodio 3, La “Senda Anopea” (1)Al fondo vemos el cerro Ponce.
Continuando por el carril, parcialmente cubierto de hierva y en las proximidades de “Puerto Mágina” no tardamos en encontrarnos a dos “homo sendericus” que parecían conocer el terreno, a los que obviamente le preguntamos por la vía de acceso mas cercana para llegar a la zona alta de la sierra, que hasta ese momento, llevábamos paralela a nosotros. Al indicarnos un acceso algo lejano al lugar donde nos encontrábamos, seguramente el que llega directamente al “Refugio Miramundos” desde el “Refugio del Aguadero” (que ya nos quedaba muy a desmano), le preguntábamos si tenían alguna referencia para llegar arriba desde la cañada donde nos encontrábamos a lo que contestaron, que jamás nadie había subido por allí. Pero no sabían con quienes estaban hablando y ya que al parecer no había ni una sola baliza indicativa en toda la sierra “¿por qué no abrir una nueva vía?” y poco a poco las “unidades de élite” fueron tomando posiciones en la cabeza del grupo mientras el resto del pelotón avanzaba a buen ritmo, aunque con “el chicle” estirándose cada vez mas, atrás quedaban las verdes praderas y conforme íbamos ganando altura el terreno se volvía mas y mas pedregoso, con algunos pequeños espacios de tierra entre bloque y bloque de roca caliza y así llegamos a reagruparnos una vez superado el primer collado.
Sin embargo, nada mas llegar la cola del grupo, a penas se le dieron unos segundos de respiro y otra vez estábamos en marcha con lo cual las diferencias hasta el siguiente collado se hicieron mas grandes, quedándonos algún que otro compañero de puente para animar a los que iban en la cola del grupo subiendo como podían por las rampas cada vez mas empinadas, con la única referencia de la estela que habían dejado los compañeros de adelante guiados por su instinto montañeros y difuminados tramos de senda de cabras. Y poco a poco fueron llegando: Encarni “La Corresponsal de la Bota Viajera”, Magda “La Pimentonera de Águila”, en pleno proceso gripal y sorprendentemente un Carlos Tapia “El Aprendiz de Mago” muy por debajo de su habitual estado de forma en la primera parte de aquella jornada. Reagrupándonos poco después con todo el grupo en la siguiente cornisa. Aquí sí hubo tiempo para un “kit-kat” y algo mas.
Con renovadas energías, nos volvimos a poner en marcha y aunque la fuerte pendiente no daba tregua, al mismo tiempo nos animaba bastante el comprobar por los altímetros, como íbamos ganando altura con rapidez. Ahora sí que, aunque en fila india, avanzábamos mucho mas unidos con la gratificante sensación que siempre se tiene al comprobar la altura que ya llevas conquistada cada vez que te tomas un respiro para girarte y mirar abajo. Antes de darnos cuenta llegamos al collado, un precioso paso encajonado entre dos pequeñas paredes, donde nos encontramos dos grandes manchas de nieves que el “Aprendiz de Mago” aprovecho para sacar varias fotos a ras de suelo tal como iban subiendo los compañeros, llegando así, casi sin darnos cuenta, a la crestería.
(1) Senda Anopea: Senda secreta (tan sólo conocida por los espartanos y focidios) que comunicaba el paso de las Termópilas con las proximidades del Campamento que ocupaba el tremendo ejército de Jerjes. Una vez que un traidor de entre los griegos, comunicó la existencia de esta senda al mismísimo “Rey Jerjes”, este ordeno a su cuerpo de élite conocido como “los inmortales” que avanzaran por esta senda hasta llegar a la retaguardia de los espartanos y aniquilarlos, para atacarles a modo de tenaza entre ellos y único frente hasta entonces existente que ya llevaba dos días abiertos. Resultando “el descubrimiento” de esta senda, definitivo para la victoria de los persas.
Episodio 4, Por la Crestería de Sierra Mágina 
Nada mas dejar atrás el collado anteriormente mencionado, después de haber superado las fuertes pendientes rocosas que habían quedado atrás, llegábamos a un tramo de crestería, que se nos presentó como una zona muy dócil, salpicada de pequeños picachos todos de similar altura y comunicados entre sí por pequeños circos colonizados en gran medida por el reino de la “planta tapizante”, donde destacaban algunas manchas de nieve a modo de islas. Mientras iba llegando la cola del grupo, la avanzadilla encabezada por “Dario el Magnífico” aprovechó para coronar el primer pico destacable de las proximidades, llegando el primero a todas las cumbres en aquella jornada. Encima de la pequeña pirámide pudimos distinguir al “Indomable Jaime”, “El Canadiense Errante”, “El Huevo”, “El Zorro”, “El Serpa Carmona”, Miguel “El Hombre que sabía demasiado”, Ruth “La Ninfa del Pisuerga” y el mismísimo “Mago Gandalf” que minutos mas tarde se llevaría una grata sorpresa al comprobar el magnífico estado de conservación de uno de los neveros que nos encontramos por allí.
Sin embargo, ese primer pico, suponía un pequeño desvío a nuestra izquierda, es decir dirección nordeste, cuando en realidad, según el mapa que llevábamos y el fantástico GPS del “Senescal de la Bahía” nos recordaban que precisamente había que desviarse hacia la derecha, siguiendo la dirección “suroeste”, siguiendo en todo momento la cresta, por donde fuimos coronando, cada pequeño picacho que sobresalía a la voz de “un, dos, tres por mí y por todos mis compañeros”, sin tener la certeza de cual era el mas alto, ya que íbamos caminando alrededor de los 2.100 m. con mínimas diferencias entre un pico y el siguiente, hasta que llegamos al “Pico Mágina” (2.164 m.) que pudimos reconocer gracias a su punto geodésico y la altitud exacta que marcaban altímetros y GPS. Allí nos hacíamos la foto de rigor todos los compañeros de esta expedición, con la bandera de Andalucía, como emblema representativo de nuestro programa “Los 8 techos provinciales de Andalucía”, (celebrando así nuestra conquista del techo de Jaén, nuestro séptimo cielo provincial).En circunstancias normales hubiéramos escogido el “Pico Mágina” para el almuerzo montañero, pero los amenazantes nubarrones que se dirigían directamente hacia nosotros, nos hicieron proseguir por la crestería, dirección suroeste, para alcanzar la segunda gran cumbre que teníamos prevista coronar “Peña Jaén” (2.147 m.): la imponente pirámide que tan poderosamente nos había llamado la atención a todos al comienzo de la ruta, a la que llegamos, después de rodear una especie de ciclópeo anfiteatro formadas por grandes bloques calizos, ubicado en su ante cumbre por la cara este, que nos sirvió de plataforma para poder coronar tan formidable pirámide. Mientras la mayor parte del grupo, empezaba a escoger su lugar para descansar y devorar sus viandas, los “Duques de Juanar” estuvieron atentos al quite, haciendo de puente para evitar que “La Dulce Celia” se perdiera cuando ys estaba a punto de tomar una senda equivocada. Tras esta pequeña anécdota, disfrutamos de un gratificante almuerzo con las cumbres mas altas de “Los Cárceles” frente a nosotros, una “Sierra Paralela” a Sierra Mágina, sobre la que destacaba desde nuestra posición el “Cerro Almadén” (2.082 m.) coronado por varias antenas repetidoras. Tras el copioso almuerzo,”Don Fernando el Diácono ” aprovechó para rezar una oración al pie de la cruz que se encontraba en la cumbrere y seguidamente “El Maestro Gandalf de la Serranía” tuvo a bien representar una escena de “la Pasión” mas cercana a “La Fura del Baus” que a lo puramente convencional, ante la atenta mirada de todos los presentes (menos mal que atrás quedaron los tiempos de la Inquisición y del padre Torquemada).Episodio 5, Descenso por el “Collado de los Cuatro Aguaderos”
Mientras abandonábamos la cumbre de “Peña Jaén”, el “Serpa Carmona” me confirma que lo están esperando en “La Antilla” (Huelva) para cenar, al igual que al “Huevo” y al “Zorro” en una caseta de Feria horas mas tarde en Sevilla, por lo que comienzan a realizar su particular slalom gigante (pero sin llegar a despedirse del resto del grupo, en la creencia de que todos llegaríamos juntos). Adelantando por sus prisas y las de sus compañeros a la mayor parte del grupo, sin llegar a alcanzar la impresionante cabalgada a tumba abierta del “Mago Gandalf” y el “Canadiense Errante” auténticos especialistas en los descensos gigantes.
Mientras tanto, el grupo comenzaba rodeando el “anfiteatro” anteriormente mencionado por su cara opuesta, hasta que los de alante encontraron la zona mas asequible para iniciar el descenso, por la cara suroeste, donde en teoría estaba previsto haber realizado la subida. 
Poco a poco el pelotón se fue dividiendo en subgrupos, mientras que a los asiduos del vagón de cola, que descendíamos con mas pena que gloria, se nos unieron generosamente, compañeros tan intrépidos como: “La Dalia Negra”, “El Indomable Jaime”, “El Elfo de la Malagueta”, “El Caimán de Puentegenil”, “Los Duques de Juanar” y Encarni, “la corresponsal de la Bota Viajera”. Había algunos tramos muy comprometidos donde cada paso era un dilema, un pequeño desafío, hasta el punto que siempre, donde uno menos se lo espera: “La Dulce Celia” protagonizaba una espectacular caída, de varios metros ladera abajo, que de no ser por estar ya muy cerca del final del tramo calizo, podría haber provocado un alud de piedras con ella misma incluida, de hecho las gafas casi le salen volando. Simultáneamente, un centenar de metros mas abajo, se pegaba un culazo “La Corsaria de Levante” que a vista de pájaro parecía haber creado un improvisado helipuerto, tal fue la caída, que se le rompió el pantalón y lo que no era el pantalón, dejándole media nalga al aire, según nos cuenta “La Ninfa del Pisuerga” que la acompañaba en el trance. Amarrándose a la cintura la chaqueta negra que llevaba para ocultar pudorosamente sus lindas carnes.
Recuperados del susto, y tras haber socorrido a nuestras compañeras como mejor pudimos, finalizaba el tramo mas duro del descenso correspondiente a la zona caliza para iniciar otro mas suave por una especie de pradera inclinada a media loma, que mas nos recordaba a un ecosistema de sabana propio del Serengueti que a la misma “Sierra Mágina” fue precisamente por allí donde vimos un nutrido grupo de cabras montesas, que “La Rosa de Casarabonela” enumeró en veinticinco, recreándonos en tan bella estampa mientras subían a gran velocidad y con total facilidad por donde minutos antes habíamos bajado con el “freno de mano” puesto.Finalizado este tramo de suave pendiente, llegamos a una cornisa rocosa, donde habíamos perdido el contacto visual con los compañeros que iban por delante, sin embargo, acertamos al escoger la opción “A” (a la izquierda), por donde rápidamente llegamos al “Collado de los Cuatro Aguaderos” desde donde por primera vez en casi toda la ruta comenzábamos a caminar por una senda propiamente dicha, por la cual llegamos a una preciosa zona de encinar con magníficos ejemplares, donde ya nos estaba esperando la mayor parte del grupo, caminando ya todos juntos ladera abajo sobre el agradable tapete verde de hierba fresca entre enormes encinas e inverosímiles roquedos, llegando al carril donde ya nos esperaban los coches. Despidiéndonos en el “campamento uno” situado junto a las ruinas del “Castillo de Mata Megid” del resto de compañeros que por una u otra razón ya no podían alargar mas la jornada para acompañarnos a la última visita prevista en nuestro programa.

Episodio 6, “Las Caras de Bélmez”
Aprovechando lo cerca que estábamos de “Bélmez de la Moraleda” y la afición de algunos compañeros al mundo de la parapsicología, no dudamos en incluir la correspondiente visita a “la Misteriosa Casa de María” dentro de nuestro programa, con lo cual, una vez de vuelta en la carretera, nos dirigimos hasta “Huelma” (dirección este) y desde allí tomar dirección norte para llegar hasta “Bélmez de la Moraleda” disfrutando de un sol que volvía a salir con toda su intensidad, brillando sobre el mar amarillo de jaramagos, salpicado de rojas amapolas que se mecían con el viento al igual que los olivares que nos encontramos a lo largo de todo el trayecto. Destacando también nuevas e impresionantes perspectivas de la zona oriental de “Sierra Mágina” que aún no conocemos.
Una vez en “Belmez de la Moraleda” basta con aparcar en la plaza del pueblo o sus proximidades, y al situarnos frente a la iglesia, subir por la estrecha calle que tenemos a la izquierda por donde rápidamente llegamos a la “Casa de María”, frente a la puerta nos estaba esperando amablemente uno de los dos hermanos de la difunta María que se encontraban en la casa. Tras una breve charla con tan enigmático personaje, nos pidió que entrásemos en dos grupos ya que éramos catorce y lo que son las caras se encuentran justo a la entrada y en una salita contigua. En el primer grupo entraron “El Hombre que sabía demasiado” y “La Reportera de Chef Chapen” (ambos estrechos colaboradores de Iker Jiménez), además de “Darío el Magnífico”, “La Rosa de Casarabonela”, Encarni, Laly “La Corsaria de levante” y Angus “La Dalia Negra”. Y en el siguiente grupo: “El Indomable Jaime”, Fernando “Duque de Juanar”, “La Dulce Celia”, Juan Antonio “El Elfo de la Malagueta”, Magda “La Pimentonera de Águila” y un servidor, al que le sorprendió la nitidez con la que se pueden apreciar tres de las cuatro imágenes visibles en la actualidad a pesar de que según nos comentaban Miguel y Patri, desde que falleciera la propietaria hace unos años, las caras parecen estar sufriendo un proceso irreversible de desaparición.Aunque son mayoría las personas que no le dan importancia o piensan que es una tomadura de pelo todo esto. Desde mi modesto punto de vista, como bien nos recordaba Patricia en un e-mail enviado en los días previos a esta ruta, creo que se trata e un fenómeno único en España y posiblemente en todo el mundo, si no fuera así no se hubieran tomado la molestia de venir a este remoto pueblecito, los mayores especialistas de todo el mundo, dedicándole muchas horas de investigación a este fenómeno aún por desvelar. Al quedarme sólo en la salita con uno de los abuelitos que tenía puesta en la tele una película de “Cine de Barrio”, con una pequeña bandejita donde los grupos anteriores habían depositado su “voluntad”. Le pregunté si se podían fotografiar las caras y me dijo que no se debía, pero al sacar un billetillo de 5 €, dijo:¡bueno, hombre por un par de fotillos no va a pasar nada!. Así que aproveché la coyuntura disparando a discreción, consiguiendo unos resultados medianamente aceptables, dada la poca luz que había y teniendo en cuenta que era inútil el uso del flash por el efecto rebote en paredes y suelos.Como bien diría nuestra amiga “Angus” el punto y final lo pusimos con una copa en un “Disco-Pub” que prácticamente llenamos al entrar todos los compañeros, para sorpresa del chaval que atendía la barra y que tenía una música lo suficientemente animada como para que “El Elfo de la Malagueta” y “La Corsaria de Levante” nos dieran una auténtica exhibición de baile, preludio de la ruta nocturna que va a preparar nuestra amiga “Laly” próximamente. También se jugaron dos emocionantísimas partidas de futbolín, por un lado Juani y Jaime defendiendo los colores del Sevilla F.C. y por otro lado Miguel y Juan Antonio defendiendo los clores del F.C. Barcelona, quedando la cosa en tablas: 4-3 y 3-4 donde habría que destacar la maestría de Juan Antonio en la delantera ,con un final de infarto inmortalizado por “Angus”.
Crónica: Juan Ignacio Amador
Fotos: Manuela, Rafa y JuaniDos días mas tarde, nuestra compañera Celia escribía lo siguiente en el Libro de Visitas de www.pasoslargos.com

Juani no exagera en nada lo que escribe sobre Cambil. La gente de Cambil, en especial los dueños del Hotel y Bar Monzó, Sr. José Lopez y señora que nos atendieron con toda amabilidad, cariño y paciencia con tantos que eramos en la primera noche. A nosotros que nos hemos quedado otro dia mas para completar el "tour" de La Sierra de Mágina; Magda, Jaime, Dario y yo nos a REGALADO un litro de aceite ecológico de producion local. Nos dejo a todos emocionados. Extraordinário también el paisaje de los olivares plantados en aquellos montes que a mi me parecieron como colchas de encajes verdes extendidas sobre la sierra. Tuvimos el placer de subir al Mágina todavia agreste, poco explorado y menos pateado. Nosotros cuatro seguimos el domingo
Nosotros: Magda, Jaime, Dario y yo seguimos nuestra visita el domingo 29 de abril, por la carretera Guadix -Ubeda hasta la zona de Bedmar y Santuario de Cuadros, cara norte de Sierra Mágina, donde hicimos una hermosa ruta por el rio Cuadros, pinos y olivares para terminar en la zona recreativa y desde allí despedirnos encantados con un inesperado y maravilloso encenario. ¡Jaen, Paraíso Interior!....y yo añadiría por mi cuenta: Altamente recomendado.

Saludos Celia

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