domingo, junio 24, 2012

Del puente de la Venta San Juan al Prado de la Escribana por el río Genal

Entorno: Valle del Genal (tramo medio) 
Pueblos de referencia: Algatocín, Genalguacil o Jubrique.
Punto de encuentro: 10.30 am Venta San Juan, llegar con tiempo de antelación, especialmente si vienes para pasar el fin de semana, montar la tienda, etc… Si llegas justo de tiempo, presentate directamente en el punto de encuentro para iniciar la ruta, ya tendrás tiempo de lo demás al finalizar la ruta.
Cómo llegar al punto de encuentro: el camping de la Venta San Juan se encuentra junto al único puente de carretera que atraviesa el tramo central del río Genal, concretamente en el punto intermedio de la carretera que une Algatocín con las localidades de Genalguacil o Jubrique.
Si vienes desde la costa del Sol Occidental se puede escoger la opción: Estepona-Los Reales-puerto de Peñas Blancas-Jubrique-venta San Juan.
No obstante, la opción clásica es tomar la carretera Ronda-Gaucín-Algeciras A-369 y a la altura de Algatocín, (km. 88,5 de la A-369), tomar el desvío hacia Genalguacil-Jubrique y al llegar al fondo del valle, nada mas atravesar el puente ya nos encontraremos con la arboleda donde se encuentra el famoso camping de la Venta San Juan, sede cuasi oficial de las últimas fiestas fin de temporada. Sal de casa con tiempo de antelación porque la carretera es muy sinuosa y se tarda en llegar. ¡Ojo personas que se mareen con facilidad!, mejor tomar viodramina antes de salir de casa. 
Distancia aprox. a penas son 4,8 km, pero hay que tener en cuenta que por el río hay tramos qque se hacen muy lentos, especialmente con un grupo grande, piedras resbaladizas en algunos tramos y pozas profundas en algunas zonas puntuales.
Punto de partida: puente de la Venta San Juan
Tiempo aprox. entre 3 y 5 horas dependiendo de la progresión del grupo, paradas, tiempo para baños, etc…
Nivel dificultad: bajo
Tipo suelo: el lecho del río, a veces arenoso, a veces pedregoso. Y algunos tramos intermitentes en los que se puede avanzar por fuera, a modo de comodín si la marcha se ralentiza mas de lo previsto.
Tipo de recorrido: lineal
Mapa: Gaucín 1.064-IV
Fecha de realización: Sábado,  23 de junio de 2012, aquel día ganaba España 2-0 a Francia en los cuartos de final de la EUROCOPA 2012. Temperatura exterior superando los 30ºC al mediodía.
Estado del río Genal: Tras un invierno de pocas lluvias, al igual que la mayoría de los ríos de toda la provincia iba con el caudal muy por debajo de lo que lo hemos visto en años anteriores por estas mismas fechas.
Participantes: Del Puerto de Santa María (Cádiz) vinieron: Carlos “Risitas” y Pilar. Desde Ronda: Patro “La Primera Dama”, Rafa Flores “El Mago Gandalf de la Serranía”, Rafa Flores (junior) “El Titán del Rosalejo”, Wendolyn-Tyfanis (mujer de Carlos Tapia), Geyperman Salvador, Jorge “Aterriza como puedas”, Paco Domínguez “El Reportero de las cumbres”, su hijo Álvaro y Pedro Aguayo “El Vietnamita del Genal”. Desde Casarabonela: Rosa. Desde Campillos: Fran y Macarena. Desde distintos puntos de la Costa del Sol: Valentín García Vioque “El Rey de la Montaña”, Irene, Juan Antonio Villalba “El Corsasrio de sierra Almijara”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Vicky Beltrán “La Botánica”, Ana Mena “La sirenita del Guadalmina”, Paco Jaime “El Catavinos”, Celia Barreira “La Hechicera du Sao Paulo”, Darío “El Magnífico”, Patricia López “La chica que miraba a las Estrellas”, Guillermina y un servidor Juan Ignacio Amador.
Material recomendado: No es necesario equipo de barranquismo, ni siquiera neopreno. Pero si es muy importante el uso de bote estanco (dentro de la mochila): para proteger la, comida, cámaras, baterías,  llaves del coche y cualquier otra cosa susceptible de estropearse con el agua.
Para el río Genal unos tenis con una buena suela de agarre puede ser suficiente, pero las botas tradicionales de siempre te protegen mucho mejor para un posible golpe con las piedras o arañazo con alguna rama oculta bajo el agua.
Tampoco está de mas llevar bastones para ir asegurando el paso en las zonas mas resbaladizas.
Breve descripción de la ruta: del puente de la Venta San Juan al Prado de la Escribana:
Tras el Alto Genal, el río bordea Atajate y Benadalid, para entrar en los términos municipales de Benalauría y Jubrique, donde vuelve a reducirse su cauce, debido a la extracción de agua con motores ilegales, o acequias alimentadas a partir de rudimentarios diques que se repiten a lo largo de nuestro itinerario. Afortunadamente existen grandes pozas para bañarse, como el denominado charco Estrecho , ó El charco Picao”, unos 500 m aguas arriba del puente de la venta de San Juan y su camping, por donde pasa la carretera Algatocín-Jubrique y que es el punto donde comienza nuestra ruta y desde donde podemos contemplar la localidad de Algatocín al oeste en una imagen de postal. 
Para iniciar la ruta descendimos a los pies del puente, donde aprovechamos para hacernos la foto de grupo. Los mas decididos a disfrutar del agua desde el inicio no dudaron en darse el primer chapuzón. A los pies del puente se ha improvisado una especie de dique, para formar una gran poza, que suele aglutinar a muchos de los bañistas que frecuentan este lugar. Como en ocasiones anteriores iniciamos la caminata río abajo, entre la frondosa vegetación de ribera que nos va a acompañar la mayor parte del trayecto. Pronto nos encontramos con unas llamativas paredes de negra pizarra en la orilla derecha, a renglón seguido, junto a un árbol caído, parte un sendero de la orilla izquierda que nos puede ayudar avanzar unos 400 m en pocos minutos, pero como hoy sólo íbamos a llegar hasta el Prado de la Escribana,  continuamos la mayor parte del tiempo por el mismo cauce del río, sin encontrarnos el puentecillo de tablitas había en su día por esta zona. Antes del primer kilómetro el arroyo Monardilla que entrega sus aguas al Genal por su vertiente izquierda, bajaba seco de caudal.
Entre choperas, cañaverales, quejigos, adelfas, juncos y demás vegetación de ribera, caminamos sobre el mismo lecho del río plagado de rocas redondeadas, normalmente resbaladizas, pero fáciles de esquivar con el caudal tan bajo. No obstante, al encontrarnos de vez en cuando con tramos arenosos avanzamos sin mayores dificultades. Sobre el km 2 de ruta, también por nuestra izquierda entrega sus aguas al Genal el arroyo Hondo. Poco antes habremos dejado a nuestra derecha una antigua construcción, que a penas nos permitirá ver la maleza, se trata del molino de los Choreses. Aunque las laderas no siempre son escarpadas, la vegetación que flanquea ambas márgenes del río suele ser tan abundante, que nos obliga a ir por él la mayor parte del tiempo, a veces nos da la sensación de ir haciendo una especie de descenso del Amazonas en miniatura, debido al gran verdor que nos rodea.
Sobre el km 3, llegamos a una gran poza de fondo arenoso trazando una curva de izquierda, que normalmente suele tener mas de metro y medio de profundidad, de manera que quien no lleve bote estanco, tiene que pasar con la mochila sujeta por encima de la cabeza para que no se le moje la comida, pero en esta ocasión a penas cubría por encima de la cintura.
Poco después ya en el km. 4, llegamos a una chopera, asentada sobre un llano en la orilla izquierda del río, por donde se puede avanzar ganando tiempo, mientras pasamos junto a un lujoso alojamiento rural. No obstante, nosotros permanecimos fiel al lecho del río desde donde distinguimos ya a muy poca distancia la pista que comunica Benarrabá con Genalguacil, a través del dique-puente del Prado de La Escribana, km. 4,8 al que llegamos, yendo a un ritmo tranquilo en unas tres horas y media.
 (Versión extendida hasta el puente de Gaucín)

jueves, junio 21, 2012

Itinerario por los tajos y la pantaneta de Alhama


Itinerario los tajos y la pantaneta de Alhama
Entorno: la ruta discurre al sureste de la localidad de Alhama de Granada, tomando como punto de partida el restaurante-hospedería El Ventorro de la Paloma, http://www.elventorro.net  lugar ideal para pasar un fin de semana disfrutando además, de sus baños árabes y que también tiene un buen aparcamiento donde podemos dejar nuestros vehículos para iniciar el recorrido siguiendo el sendero que rodea la Pantaneta, con un observatorio de aves a nuestra disposición o bien dirigirnos hacia el aliviadero y tomar el camino que sigue junto al rio Alhama por la ruta de los Tajos de Alhama, conocido como "Itinerario por los Tajos y la Presa de Alhama". 
La pantaneta de Alhama fue incluida en el inventario andaluz de humedales en marzo de 2010, por cumplir los requisitos exigidos en cuanto a sus valores naturales, especialmente en lo referido a la presencia de especies de fauna, incluidas algunas amenazadas. Entre los localizados en estas zonas destacan animales como el águila pescadora, búho real, focha moruna, pato colorado, sapo partero, tritón pigmeo, gallipato, ranita meridional, cangrejo de río autóctono o cabra montés. En este sentido, el Decreto 98/2004 por el que se crea el Inventario de Humedales de Andalucía establece que deben incluirse en la lista los espacios que constituyan el hábitat de comunidades biológicas de interés especial, o bien aquellos que posean características geomorfológicas o culturales de gran valor debido a su rareza o nivel de representatividad. 
Los Tajos de Alhama de Granada han sido declarados recientemente monumento natural con el objetivo de reforzar la conservación de sus valores y promover las visitas y el turismo en su entorno. El monumento natural es una figura de protección destinada a aquellos elementos naturales y enclaves de reducidas dimensiones con gran interés ecológico o paisajístico o que presentan valores singulares.
El consejero ha hecho referencia al apoyo e implicación del municipio, su población y los propietarios de los terrenos y ha abogado por una gestión concertada del futuro monumento natural, que se materializará a través de un convenio que preserve los usos tradicionales e impulse a la vez proyectos para la puesta en valor de este espacio.
Los tajos están compuestos de areniscas y conglomerados formados en el Mioceno Superior y que conforman farallones puntiagudos y entrantes sinuosos que se descuelgan desde la altiplanicie hasta el río Alhama.  
Pueblos de referencia: Alhama de Granada
Punto de partida: escogeremos El Ventorro, junto a la Pantaneta de Alhama, hasta donde nos desplazaríamos después de la ruta 1 siempre y cuando la primera ruta no nos lleve mas tiempo de lo esperado.
Distancia aprox. 5,8 km
Punto de partida: habitualmente se suele escoger Alhama de Granada, nosotros escogeremos El Ventorro.
Tiempo aprox. 3 horas
Nivel dificultad: bajo
Tipo suelo: pista y sendero
Tipo de recorrido: paralela al río la ida se hace cerca de laa orilla, al pie de los tajos occidentales y la vuelta por la zona alta de los tajos orientales.
Fecha de realización: sábado 16 de junio de 2012



10 Participantes: Desde Huelva vino: Teresa “La Enfermera Quin”, desde La Línea (Cádiz) Juanlukita “El Pichichi de las cumbres provinciales”. Desde Granada capital: Yoli “como corre” y Ramiro “Correcaminos Gárgamel”. Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Valentín “El Rey de la Montaña”, Carlitos “El Poeta de las cumbres”, Silvia “Silvestre”, Paco Jaime “El catavinos”, Eduardo “El padre Carras” y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Mapa y bibliografía : sierras Tejeda y Almijara, guía del Excursionista (autor Rafa Flores, editoral La Serranía). Poema: blog del “senderista loco”.
Fotografías otoñales de archivo: www.granadanatural.com
A tener en cuenta:
1º) Esta ruta se presta a diversas variantes garantizándonos  en todos sus casos el disfrute de un día estupendo. Por ejemplo, complementando la ruta circular que proponemos con una visita al casco histórico de Alhama de Granada y su famoso balneario. A lo que podemos añadir otra segunda ruta circular alrededor de la pantaneta de Alhama, siendo recomendable unos buenos prismáticos para disfrutar de las aves acuáticas y si dispusiéramos de él, de un buen teleobjetivo. En nuestro caso la combinamos con la preciosa ruta del cañón del Cacín (que hicimos por la mañana, dejando esta para la tarde). Sólo es cuestión de venir con los deberes hechos y disfrutar de una buena jornada o incluso de un fin de semana o los días disponibles que uno se pudiera permitir para conocer esta interesante comarca a tiro de piedra de las siempre seductoras sierras Tejeda y Almijara.

2º) En esta ruta el contacto con el agua a penas es visual, pues la mayor parte del tiempo discurre relativamente alejado del cauce y cuando nos aproximamos al mismo la abundante vegetación de ribera dificulta el acceso a las pozas. No obstante, el paisaje es espectacular y quien desee darse un chapuzón siempre encontrará alguna oportunidad para refrescarse.

 
Descripción de la ruta:
Tal y como nos sugiere Rafa Flores “El Maestro Gandalf de la Serranía” en la ruta 41 de su libro: “sierras Tejeda y Almijara, guía del excursionista”, el aparcamiento del Ventorro, junto a la pantaneta de Alhama, puede ser el lugar ideal para comenzar y finalizar la ruta. De hecho aquí fue donde almorzamos después de haber hecho por la mañana la ruta del cañón del Cacín y sin necesidad de volver a coger los coches, desde aquí mismo partimos para completar este interesante recorrido circular.

Comenzamos la caminata por el margen izquierdo de la carretera que nos llevaría hasta Alhama, distante tan sólo a 3 km y justo antes de llegar al tobogán de la pequeña presilla-aliviadero por donde resbalan mansamente las aguas, cruzamos la carretera para adentrarnos por un carril en cuyo comienzo nos encontramos con tres tablillas del GR 7, E-4, indicándonos direcciones y distancias hacia: Arenas de Rey 21 km, Ventas de Zafarraya 19 km y Alhama de Granada 2 km a través de la pista por la que ahora comenzamos a caminar, manteniendo dirección norte desde nuestro inicio.
De momento el río Alhama, localmente conocido como río Marchán, (que al igual que el Cebollón, Bacal o Cacín mantienen una trayectoria del sur hacia el norte), lo llevamos a nuestra izquierda flanqueado por sauces, álamos y chopos la mayor parte de su trayectoria. 
No tardamos en pasar junto a unas instalaciones del trasvase del embalse de Los Bermejales, que quedan a nuestra derecha y a cuyas barandillas de hierro se asomó el Padre Carras como si nos fuera a dar una homilía.
Ya se van dejando ver las primeras estribaciones de los famosos tajos de Alhama cada vez mas cercanos, unos 200 m después de las mencionadas instalaciones pasaremos al margen izquierdo del río a través de un puentecillo y en este margen vamos a permanecer casi hasta el final del tramo de ida. 
A partir de ahora nos vamos a ir encontrando con varios paneles informativos que son muy útiles para conocer mejor las características de nuestro itinerario. Este primer panel se titula: “Itinerario por los tajos y la presa de Alhama” y en él se nos habla del modelado fluvial al que le ha ido dando forma el poder erosivo de las aguas del río Marchán o Alhama, formando las verticales paredes de los tajos que nos flanquean en este cañón de características muy parecidas a las del río Cacín, hay que recordar que estas paredes están compuestas de arenas, limos, calcarenitas bioclásticas y conglomerados que quedaron depositados en el fondo del antiguo mar de Thetys, de ahí que el río los haya moldeado con tanta facilidad y es de suponer que desde un punto de vista de la cronología geológica en pocos milenios ambos cañones se hagan mucho mas profundos, aunque ya no estemos aquí para verlo.
Muy cerca de este panel informativo, sale un sendero a la derecha que se adentra en una densa chopera a orillas del río donde mi sobrino Pablo y yo vimos una pareja de nutrias, la primera vez que hicimos esta ruta en agosto 2004. Se trata de un corto ramal de sendero que nos muestra un mágico rincón del río. 
De vuelta al camino principal, seguimos caminando junto a la base de los tajos que llevamos a nuestra izquierda, primero pasamos junto al tajo de La paloma y después junto al del Salto del Caballo, que precede a la ermita de Nuestra Señora de Los Ángeles, cuya pequeña fachada encalada, contrasta con el tono ocre del tajo en cuya base se encuentra ubicada a modo de casa-cueva.
El siguiente hito de nuestro itinerario es una segunda casa cueva a la izquierda, desde donde ya podemos contemplar una vista parcias de Alhama allí arriba al borde de los tajos en la distancia y a nuestra derecha, bancales cultivados junto al río, aprovechando al máximo cada metro cuadrado llano. A nuestra izquierda sale un primer camino que sube hacia el pueblo pasando junto a una fuente, pero nosotros tomaremos como regla general, avanzar siempre por el camino que se mantiene paralelo y mas cercano a la orilla del río, de manera que el siguiente hito es una casa que queda un poco por debajo de nuestro nivel a la derecha y una acequia junto a la cual vamos caminando, ni que decir tiene que la frondosidad de la ribera nos vuelve a proteger con su agradable sombra.
A la izquierda del camino nos encontramos con otro panel que en esta ocasión nos habla sobre el lamento del apasionado romance: “¡Ay de mí, Alhama!” y los distintos aprovechamientos del agua o la utilización estratégica del tajo, fortaleciendo la protección de esta importante plaza en tiempos de reconquista. Poco después vamos a dejar a nuestra derecha el molino harinero de San Francisco, iniciando ahora un descenso que nos va acercando cada vez mas a la orilla del río. En unos instantes vamos a pasar junto a varios molinos.
A continuación tomamos un sendero que sigue descendiendo hacia el río pasando junto a un panel que nos ilustra sobre el ecosistema de ribera poco después pasamos junto a la orilla del río Alhama o Marchán. Encontrándonos mas adelante con un puentecillo de madera que atraviesa un ramal del río y un nuevo panel que nos hablaa de Las pilas de lavar-Las Lavanderas
Que podemos ver excavadas en la misma roca a la derecha del sendero por el caminamos y desde el que pronto sale a nuestra izquierda un camino que desemboca en la denominada calle Cuesta de Los Molinos, que nos llevaría hasta el mirador del Tajo, muy cerca de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, que en estos momentos queda justamente por encima de nosotros, hacia donde nos sugiere que subamos la baliza roja y blanca del GR 7, E-4.
Pero nosotros nos mantendremos en todo momento por la pista o vereda que discurre cerca del cauce y que nos lleva a cruzar un puente de piedra con barandillas de hierro, que nos va a situar en el margen derecho del río, a la derecha del camino pasamos junto al mítico molino-hospedería de Nuestra Señora del Carmen, que debió ser de los mas importantes a juzgar por su tamaño. Una gran piedra de molienda a la orilla del camino y algunos viejos utensilios que se pueden ver en el interior de estos molinos a través de sus ventanales, nos hacen pensar en la posibilidad de reformarlos y al menos uno de ellos reconstruirlo totalmente a modo de museo etnográfico, pudiendo servir incluso como punto de información de este bellísimo paraje natural, la comarca de Alhama y su entorno e incluso una pequeña tiendecita para vender productos típicos de la tierra. Lástima que la actual crisis sirva como excusa perfecta para detener cualquier proyecto de este tipo, que tanto potenciaría el excursionismo y el turismo rural por la zona, además de conservar este valioso patrimonio histórico, actualmente en estado ruinoso.
El siguiente hito del itinerario está situado al pie de una mole desprendida del tajo que ahora tenemos a nuestra derecha, donde nos encontramos con otro panel informativo dedicado en esta ocasión a La Mina, 
traducido al inglés de forma mas realista como “The Underground passage”  que era el camino subterráneo que en tiempos de reconquista se utilizaba para poder bajar a coger agua del río en tiempos de asedio y que podemos contemplar al otro lado del río como unas escaleras descubiertas en forma de zig-zag que han quedado al descubierto, accediendo a ellas por un portón de madera que nos permitió cruzar el río.
Subiendo por tan peculiares escaleras, conocidas como La Cuesta de las Mazmorras, como nos recuerda otro panel informativo,  
que la añadimos a nuestro itinerario como aliciente cultural a nuestro recorrido, llevándonos en pocos minutos al casco histórico de Alhama y mas concretamente a una calle que desemboca junto a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, al lado de la cual hay una fuente donde nos refrescamos generosamente, guerra de agua incluida. 
Desde allí descendimos por la calle Cuesta de Los Molinos, que tomando la primera variante a la izquierda, nos devolvió en pocos minutos al pontón de madera regresando situándonos de nuevo en el margen derecho del río donde se encuentra el panel informativo de “La Mina”.
Desde aquí continuamos ascendiendo por el camino que sube zigzagueando junto a los desgastados tajos que ahora tenemos a nuestra derecha, se trata del denominado camino medieval de La Puerta de la Mina, que nos permite ganar altura rápidamente con respecto al río, pasando junto a una tablilla que nos recuerda el ya mencionado nombre de este camino. 
Al llegar a la parte alta, ya nos encontramos a la misma altura que la localidad de Alhama, pero en la vertiente oriental de los tajos, encontrándonos con una bifurcación de caminos, siendo nuestra opción la pista terriza que gira a la derecha casi 180º, ya que si la dirección del trayecto de ida es predominantemente sur-norte, a partir de aquí caminaremos casi siempre desde el norte hacia el sur.
Ni que decir tiene que el principal aliciente de esta parte del camino lo encontramos al recrearnos con las privilegiadas vistas que tenemos sobre la localidad de Alhama, con sus casas al filo de los tajos, como si de otra ciudad encantada se tratara, recordándonos mucho a Ronda y como no a la ciudad de Cuenca. Al cabo de unos minutos ascendiendo suavemente por esta pista, llegamos a un cruce en forma de tridente, en realidad, se trata de una pista asfaltada que se cruza con nuestra pista terriza, siendo nuestro camino a seguir el ramal de pista asfaltada que va hacia la derecha (oeste), en caso de duda, el camino que siempre se mantenga mas cerca del borde de los taajos que ahora llevamos a nuestra derecha.
Este tramo por pista asfaltada, de poco mas de un kilómtro se hace algo monótono pero al discurrir en llano lo finalizamos en pocos minutos, al final de una laarga rectaa en dirección sur con La Maroma en nuestro horizonte, la pista gira levemente hacia la izquierda y es justamente antes de esa suave curva, el mejor lugar para abandonar momentáneamente la pista por la que vamos y asomarnos, con mucha precaución al borde de los tajos para disfrutar de unas vistas impresionantes sobre la localidad de Alhama y sus tajos, pudiendo obtener unas fotos espectaculares.
De regresoa la pista, una vez que dejamos atrás esta suave curva, que gira levemente hacia el sur-sureste, orientándonos hacia el cerro de Las Chapas, veremos unos 40 m a la derecha, otra vez al borde de los tajos, un pnale con el título: los tajos de Alhama, que nos ofrece una nueva perspectiva, además de la primera parte del recorrido de ida, que ahora contemplamos unos 100 m por debajo nuestra. A diferencia del lugaranterior que sugeríamos para asomarnos, desde la ubicación de este panel, podemos contemplar parte de la lamina de agua de la pantaneta de Alhama, inicio y final de este entretenido itinerario, en dirección sureste.
De vuelta a la pista, continuando siempre en dirección sur-sureste el último kilómetro del recorrido se puede decir que es la guinda del pastel, ofreciéndonos unas vistas privilegiadas sobre toda la pantaneta de Alhama con el fondo de las sierras Tejeda y Almijara, a lo largo de una suave bajada que finaliza justamente en el Ventorro de La Paloma, donde disfrutamos de una animaada tertulia postruta.
ROMANCE DEL REY MORO QUE PERDIÓ ALHAMA
Paseábase el Rey moro por la ciudad de Granada
desde la puerta de Elvira hasta la de Vivarrambla.
-"¡Ay de mi Alhama!"

Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada:
las cartas echó en el fuego y al mensajero matara.
-"¡Ay de mi Alhama!"

Descabalga de una mula, y en un caballo cabalga;
por el Zacatín arriba subido se había al Alhambra.
-"¡Ay de mi Alhama!"

Como en el Alhambra estuvo, al mismo punto mandaba
que se toquen sus trompetas, sus añafiles de plata.
-"¡Ay de mi Alhama!"

Y que las cajas de guerra apriesa toquen al arma,
porque lo oigan sus moros, los de la Vega y Granada.
-"¡Ay de mi Alhama!"

Los moros que el son oyeron que al sangriento Marte llama,
uno a uno y dos a dos juntado se ha gran batalla.
-"¡Ay de mi Alhama!"

Allí habló un moro viejo, de esta manera hablara:
-"¿Para qué nos llamas, Rey, para qué es esta llamada?"
-"¡Ay de mi Alhama!"

-"Habéis de saber, amigos, una nueva desdichada:
"que cristianos de braveza ya nos han ganado Alhama."
-"¡Ay de mi Alhama!"

Allí habló un Alfaquí de barba crecida y cana:
-"¡Bien se te emplea, buen Rey! ¡Buen Rey, bien se te
empleara!"
-"¡Ay de mi Alhama!"

-"Mataste los Bencerrajes, que eran la flor de Granada;
"cogiste los tomadizos de Córdoba la nombrada."
-"¡Ay de mi Alhama!"

-"Por eso mereces, Rey, una pena muy doblada;
"que te pierdas tú y el reino, y aquí se pierda Granada."
-"¡Ay de mi Alhama!"


(Anónimo)

lunes, junio 18, 2012

Garganta o cañón del río Cacín (tajos de Los Bermejales, comarca de Alhama de Granada)

Entorno y alicientes principales: extremo norte embalse de Los Bermejales. Situado en la parte baja del aliviadero del embalse de los Bermejales está rodeado por una agradable extensión de pinos, encinas y otros tipos de plantas características del bosque mediterráneo. En la zona se pueden encontrar desde vestigios de antiguas civilizaciones (Dolmen megalítico), pasando por paisajes impresionantes, una estrecha y profunda garganta, por donde fluye el rio Cacín, con más de 100 metros de profundidad y 5 km de largo.

El valle del río Cacín esta formado por numerosos depósitos cuaternarios asociados a la dinámica fluvial del río. Entre los depósitos más destacados, cabe mencionar varios niveles de terrazas encajadas. Los materiales más abundantes están formados por conglomerados, arenas y arcillas, en función a su cercanía al lecho fluvial. Una formación de gran interés paisajístico es la gran garganta por donde discurre nuestra ruta y que ha formado el río a costa de excavar en los materiales más blandos.
Este sendero es muy poco conocido  hasta la fecha, ya que se terminó de acondicionar en otoño de 2011. 
Cómo llegar al poblado del embalse de Los Bermejales: la referencia principal debe ser Alhama de Granada. Si venimos por la A-92, unos 8 km mas allá de dejar atrás Huétor Tájar, tomamos la salida deMoraleda de Zafayona-Alhama de Granada y unos 2 km antes de llegar a Alhama toma el desvío a la izquierda por la A-338 Alhama-Pantano de los Bermejales-Ventas de Huelma.
Si venimos por Ventas de Zafarraya, atravesamos Alhama de Granada y la dejamos atrás, saliendo en dirección norte por la A-402 y unos 2 km mas allá llegamos al mencionado cruce donde debemos tomar por la A-338 dirección Pantano de los Bermejales-Ventas de Huelma. Si por casualidad tomamos la A-4155, como en ocasiones anteriores dirección Fornes-jayena, al llegar a Arenas de Rey, tomamos el desvío por la GR4303 que nos llevará hacia la zona norte del embalse, donde se encuentra el poblado de Los Bermejales, junto a la presa. Punto de encuentro y comienzo de ruta.
Pueblos de referencia: poblado de Los Bermejales, Alhama de Granada o Arenas de Rey
Con una flecha amarilla (en la foto) señalamos la ubicación de la iglesia donde iniciamos la ruta.
Distancia aprox. 5 km
Tipo de ruta: teóricamente es circular, pero para evitar la tediosa pista que discurre paralela al este del cañón, dejaremos unos coches en las proximidades del “puente romano”.
Cota mínima: 721 msnm 
Cota máxima: 856 msnm 
Desnivel: subiendo: 130 m, bajando: 110 m
Punto de partida: poblado de Los Bermejales 
Tiempo aprox. 6 horas 
Nivel dificultad: medio/bajo
Tipo suelo: sendero pedregoso
Tipo de recorrido: lineal
Fecha de realización: sábado 16 de junio de 2012
19 Participantes: Desde Huelva vino: Teresa “La Enfermera Quin”, desde distintos puntos del litoral gaditano: “Los Senescales de la Bahía” Reinaldo y Manuela (Rota) y Juanlukita “Klose” (La Línea). Desde Granada capital: Yoli “como corre” y Ramiro “Correcaminos Gárgamel”. Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Valentín “El Rey de la Montaña”, Carlitos “El Poeta de las cumbres”, Silvia “Silvestre”, Vicky “La Botánica”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malaguetaa”, Paco Jaime “El catavinos”, Eduardo “El padre Carras”, Juani “El Comandante”, Paco Batista y cuatro amigos mas del club Santopítar: Mª Carmen, Ana, Reme y Dani.
Mapa: Loja (1.025), 1:50.000, margen inferior derecho.
Bibliografía: http://meteocacin.blogspot.com.es/  (por José Enrique Morteno Moles)
A tener en cuenta:
1º) Una vez en el punto de encuentro, con los coches vacíos, nos acercaremos hasta el “puente romano”, final previsto de recorrido para dejar allí el mayor número de vehículos posible. Para llegar aal puente romano tenemos dos opciones, bien por la polvorienta pista terriza por donde se propone completar el trazado circular, que salvo por el polvo se encuentra en buen estado. O bien, volvemos a travesar la presa y tomamos la carretera comarcal que va hacia el pueblo de Cacín y que pasa justo al lado del puente romano, donde es recomendable dejar varios coches.
2º) Aunque de momento el sendero se encuentra en muy buen estado de mantenimiento, no estará de mas llevar alguna cuerda extra y unas tijeras de poda para cortar algún tramo de zarzas, ya que estos son ecosistemas donde la vegetación crece rápidamente y los senderos requieren de un mantenimiento que rara vez se mantiene a lo largo del tiempo, aunque al menos a finales de esta primavera de 2012 está impecable.
3º)El sendero discurre en todo momento paralelo al cauce del río sin que el contacto con el agua sea obligatorio, salvo que queramos darnos un baño o caminar por su cauce en el último tramo del recorrido, (tal y como se ve en esta imagen), si bien conviene tener en cuenta que sus aguas son muy frías.
4º) El sendero cuenta con varios alicientes a lo largo del recorrido,  como una escalera metálica por la que tendremos que subir, cuerdas de gran grosor instaladas en varios puntos para facilitar el descenso y ascensos por algunos terraplenes, no siempre necesarias para los mas expertos, si bien las personas con vértigo podrían tener algunos problemas  en zonas muy puntuales.
Breve descripción de la ruta: Se puede empezar desde la parte alta del muro del embalse de los Bermejales, junto al tajo dirección río abajo o empezar desde el aliviadero del embalse, por un carril de tierra que han hecho para bajar las piedras al aliviadero a nuestra izquierda. No obstante, en nuestro caso, una vez que cruzamos la presa con nuestros coches y aparcamos en la primera plazoleta que nos encontramos a la izquierda. Tomamos una pista en dirección este y a escasos 200 m de donde hemos dejado los vehículos subimos unas escalinatas que nos llevaron a otra plazoleta donde nos encontramos con un panel de nuestra ruta y m,as allá:  la iglesia de la Inmaculada, donde nos encontramos con otro panel que nos habla de su construcción y la del embalse de Los Bermejales y su poblado, iniciada en 1947 y finalizada en 1954.
El proyecto inicial del embalse tenía un presupuesto de 1.900.000 pts pero se reformó y acabó costando unos cinco millones y medio  que se abonaron en cuatro anualidades. Se inauguró en 1958. También nos encontramos sobre el panel con el trazado del sendero de los tajos de Los Bermejales sobre un mapa topográfico. Si bien, nos parecería mas correcto denominarlo sendero del cañón o la garganta del río Cacín, para evitar confusiones.
En cualquier caso tomando la iglesia como punto de referencia para el inicio de la ruta, pasaremos por delante de su puerta bajando por la rampa que nos lleva en dirección norte, dejándonos enfilados hacia el comienzo de un corto tramo de pista por donde van a discurrir los primeros metros de nuestra ruta. 
A penas 400 m mas allá de la iglesia, llegamos al mirador del embalse, con un panel que lleva su mismo nombre y que nos habla de la naturaleza del terreno, el poder de la erosión, el hallazgo de la hoya de Cacín, fechado en 5.000 aC (actualmente en el museo nacional de Arqueología de Madrid), en el último párrafo del panel podemos leer: “Adentrarse en este barranco significa viajar en el tiempo, contemplar el poder del agua frente a la roca”. Antes de reiniciar la marcha, merece la pena echar un último vistazo a la cara norte de los colosos de sierra Almijara y la sierra de Alhama donde destaca el alomado cerro de Las Chapas a la derecha, mientras que a la izquierda llama la atención, la piramidal silueta del cerro de La Mota, siendo la doble joroba de su izquierda el Lucerillo y el de la izquierda el Lucero, que desde esta perspectiva no lo vemos tan piramidal como desde la costa, pero sí prestamos atención, si podemos distinguir los restos del antiguo cuartelillo de la guardia civil sobre su cumbre.
Antes de adentrarnos en el cacñón del río Cacín, podemos comprobar el contraste entre el monótono paisaje de campiña y cultivos dee secano que lo rodean con la espectacularidad de las paredes que lo flanquean y la frondosidad de su interior.
De regreso a la pista por la que veníamos retomamos dirección noroeste con la caída hacia la garganta del Cacín a nuestra izquierda, que es precisamente hacia donde sale un sendero, que en un cómodo zigzag nos va a ir acercando al interior del mismo. 
Pero antes podemos asomarnos a los restos de unas casas construidas en la misma base de los primeros tajos que tenemos a nuestra izquierda y hacia donde merece la pena desviarse unos minutos, llegándonos a encontrar con un par de jóvenes ejemplares de cabraa montesas, para aa renglón seguido, continuar por el sendero que nos sigue acercando hacia el fondo de la garganta.
Siempre por el margen derecho del río Cacín, avanzaremos con el a nuestra izquierda, en algunos tramos el sendero discurre paralelo a escasos metros de su orilla, pero la abundante vegetación de ribera y especialmente de zarzas, hace muy difícil acceder de forma directa al río, que casi siempre vamos escuchando, pero que muchas veces no podemos ni ver a pesar de tenerlo a pocos metros, excepto cuando el sendero vuelve a ganar altura con su curioso perfil de dientes de sierra, convirtiendo las subidas y bajadas en una constante de este entretenido recorrido.
Justo a la altura de una especie de ventana que se ha formado a partir de una gran roca desprendida de uno de los tajos que tenemos a nuestra derecha, nuestra amiga Silvia “Silvestre” descubrió unos fósiles de conchas marinas en la pared. 
Aproximadamente poco antes de completar el segundo kilómetro de ruta el sendero nos lleva al pie de una corta escalera metálica de unos 5 m de altura, que si bien no suponen ninguna complicación para cualquier persona medianamente habilidosa, si puede suponer un gran problema si llevamos un perro grande o incluso uno pequeño y mediano y no llevamos un arné para facilitar su subida entre dos personas. 
Por otra parte, conviene que pase primero el mas habilidoso del grupo, porque una vez finalizada la escalera, las personas con vértigo pueden necesitar ayuda hasta al menos dos o tres mas allá de finalizar esta hasta llegar a un terreno mas horizontal que vertical.
Con frecuencia podemos contemplar grandes bloques de roca que han rodado hasta el fondo del cañón y que se han desprendido de la parte de arriba de los tajos entre los que vamos caminando, bien los de la izquierda o bien los de la derecha, junto a cuya base vamos a ir caminando hasta el penúltimo kilómetro de esta corta pero interesante ruta. A veces llegamos a pasar bajo algunos bloques o paredes, mientras cruzamos los dedos, diciendo aquello de que “¡ojalá no sea hoy el día que echen a rodar ladera abajo!”. Y es que hay que curiosamente desde la Axarquía malagueña, hasta Murcia, pasando por Granada y Almería, nos encontramos en una de las zonas con mayor número de movimientos sísmicos de toda la península ibérica.
Poco después de bajar de la zona donde nos dejó la escalera metálica, podemos contemplar uno de los rincones mas bellos de un recorrido que de por sí ya es muy fotogénico. Unos 300 m mas allá podemos contemplar como el sendero serpentea hacia la zona alta de otro tramo de pared mas adelante, pero para acceder a este bonito tramo de sendero, lo haremos echando mano a una cuerda que ha instalado el ayuntamiento de Arenas de Rey, que tienen a mucho orgullo encargarse del mantenimiento de todos los senderos que se encuentran dentro de su término municipal. 
Lo cual están cumpliendo con gran eficacia para disfrute de los amantes de la naturaleza, por lo que aprovechamos para felicitarlos y agradecer su buen hacer, al menos hasta la fecha. El tramo con la cuerda es fácil y divertido, mas que por necesidad, están instaladas para facilitar la progresión por una rampa un tanto resbaladiza.
El sendero sigue ascendiendo hasta llevarnos a una de las partes mas altas del recorrido ofreciéndonos unas panorámicas privilegiadas sobre el cañón del río Cacín y llevándonos hasta un cruce de balizas, 
que nos invita a tomar una variante a la derecha hacia las ruinas del cortijo del Cura, unos 600 m a nuestra derecha, o bien continuar por nuestra trayectoria, acompañando por dentro del cañón, hacia cuyo interior emprendemos un nuevo descenso, por regla general muy fácil y cómodo.
Salvo algunos tramos con empinados terraplenes donde se vuelve a agradecer la instalación de varias cuerdas que facilitan el descenso aunque Valentín “El Rey de la Montaña” las usaba pegando grandes botes sobre la pared, “El padre Carras” y “Paco Jaime-Catavinos”, a penas las utilizaron al igual que nuestros campeones “Yoli como corres” y “Gargamel Ramiro”.
Nos encontramos en el corazón de la garganta propiamente dicha, conocida local, ente como “la Encerrona” donde la presencia de árboles de ribera comienzan a protegernos del sol con su sombra, al tiempo que comenzamos a observar la presencia de viviendas rupestres en los tajos de la vertiente izquierda, la opuesta a nosotros, 
en muchas ocasiones superan los 50 m de altura sobre el cauce del Cacín, lo que demuestra el nivel al que discurría el río en aquella época y hasta donde ha llegado su poder erosivo.
Un nuevo tramo de cuerda en ascenso, nos acerca a una gran oquedad que sería un lugar ideal para realizar la parada del almuerzo en época invernal, pero en cualquier caso teníamos previsto almorzar en el Ventorro de la pantaneta de Alhama y la parada táctica la queríamos hacer cerca del agua, a la que de momento seguíamos sin tener acceso directo. 
Pero pronto pasamos, bajo unos espectaculares bloques de arenisca extraplomados, de manera que sobre nuestras cabezas se alzan toneladas de roca, cuya base ha sido erosionando el río al cual pudimos por fin acceder, al pie de una de estas paredes abovedadas. 
En categoría femenina la mas valiente fue Reme (del grupo Santopítar) que fue capaz de sumergirse en las congeladas aguas del Cacín, que prácticamente te cortaba los tobillos de lo fría que están sus aguas, también se sometió a un rápido bautizo el “Padre Carras” con disciplina franciscana como si de las aaguas del Jordán se trataran, tan sólo el “Elfo de la Malagueta” fue capaz de superar mas de un minuto de tiempo dentro de aquellas frías aguas gracias a sus escarpines, ¡eso sí!, sin pasar de las rodillas.
Aprovechando el rato distendido y la peculiaridad del lugar nos hicimos la foto de grupo en este rincón tan pintoresco de la ruta, donde ya comienza prácticamente el último kilómetro de la ruta, con una sucesión de dos puentes colgantes que le dan un toque aventurero a la ruta y otros dos pequeños puentes con una plataforma fija de madera, todos ellos recientemente colocados y en muy buen estado, llevándonos alternativamente de una orilla a otra en la zona mas frondosa o selvática de la ruta.
Una vez que dejamos atrás el cuarto puentecillo, debemos estar atentos a un sendero que sale a la derecha, por donde saldremos definitivamente del cañón, se trata de un antiguo sendero de  mulas, 
que aún se conserva empedrado en algunos tramos y que viene a desembocar en una pista terriza que nos lleva hasta el mal llamado “puente romano” ya que se construyó en el año 1906. 
En la parte de arriba del puente podremos ver una deformación, y es que en la época de la guerra civil intentaron volarlo con una bomba para impedir el paso por la carretera que unía Granada con Alhama de Granada, pero la construcción debió ser muy concienzuda porque no lo consiguieron. Y a ambos lados del puente fue donde habíamos dejado la mayoría de los coches antes de iniciar esta preciosa y entretenida ruta desde el poblado de Los Bermejales.
Al finalizar la ruta, tal y como teníamos previsto, nos desplazamos hasta el Ventorro de la pantaneta de Alhama, donde tuvimos la suerte de que nos acomodaran en una gran mesa y salón casi exclusivamente para nosotros. Donde la mayoría disfrutamos de un magnífico menú fin de semana 12€ por cabeza, donde no faltaron las risas, siendo nuestro amigo Valentín “El Rey de la Montaña” el gran protagonista con sus bromas, anécdotas y adivinanzas. Una vez finalizado el almuerzo en El Ventorro, iniciamos desde allí mismo la ruta circular que Rafa Flores nos propone en su libro: “sierras Tejeda, Alhama y Almijara, ruta 41: Pantaneta de Alhama-Alhama de Granada-puerta de La Mina”.