martes, noviembre 21, 2006

Domingo 19 de noviembre de 2006

De La casa de la Miel a la Torre de Verdiales (Montes de Malaga)

Tal y como venía demandando el sector mas “Light” del COMANDO PRESTON, el tipo de ruta escogida para ese día fue de nivel “insultantemente fácil” con el aliciente principal del almuerzo en la famosa “Venta el Tunel”, que a su vez fue el punto de encuentro, donde fueron llegando puntualmente desde distintos puntos de la costa: Fernando y Ana con su hijo Dani; Juan Antonio y Lourdes; Juani y María con Nacho, Sarah y Michael, Roberto y su hijo Tomy, Cheryl y Nuria; y finalmente Jon y Lindsey con su perra “Honey”. Un total de 16 amigos mas que de las montañas de la buena mesa.

Desde la “Venta el Tunel” continuamos subiendo con los coches, unos 7,8 km por la carretera antigua de “Casabermeja” hasta llegar a un puerto donde nos encontramos con “La Casa ó cortijo de la Miel” donde dejamos los coches al comienzo del carril, por el que discurre la totalidad del recorrido, unos 9 km. de ida y vuelta hasta las ruinas de la antigua torre musulmana conocida como la “Torre de Verdiales”. Nada mas bajarnos del coche la panorámicas es grandiosa pudiendo contemplar parte de la sierra de Camarolos, Torcal de Antequera, Capilla, Huma, Prieta, Sierra de las Nieves, Canucha, Blanca, Sierra de Mijas y de Coín, por encima del Valle del Guadalhorce y del río Campanillas.


Sin prisas pero sin pausas comenzamos a caminar bromeando con la nula dificultad de esta ruta, disfrutando de las vistas y de algunos ejemplares de algarrobo. Pero como suele ocurrir en todo grupo, conforme se va avanzando el chicle se va estirando y en este caso fueron Tomy, junto con Jon y “Honey” quienes fueron en cabeza la mayor parte del recorrido con un ritmo trepidante, hasta el punto que en un momento dado, giraron a la izquierda, cuando la ruta oficial debería haber sido el camino que iba recto, pero poco importaba esa equivocación cuando los caminos eran relativamente paralelos y la ruta “insultantemente fácil”. Sin embargo, el planteamiento cambió cuando el carril por el que caminábamos quedaba cortado drásticamente al quedar interrumpido por una fuerte ladera. Con el objetivo a la vista de la “Torre de verdiales” a unos 100 m. sobre nuestras cabezas no dudamos ni un solo instante en subir a “jierro” por un tramo de empinados bancales con numerosas filas de almendros, entre los que fuimos subiendo como mejor pudo cada uno, ya que entre bancal y bancal, las pendientes eran tan fuertes que el uso de las manos se hacía completamente necesario, para mas de uno/a la subida hasta el “auténtico carril”, que nunca deberíamos haber abandonado, fue todo una demostración de poderío físico y de fuerza de voluntad. Destacando una vez mas el espíritu olímpico de Fernando y Ana para subir a su hijo Dani de 3 años, por esas rampas tan exigentes con suelo inestable y resbaloso y si no que se lo pregunten a Cheryl que dio tres culazos monumentales. También cabe destacar la labor de compañerismo de Juan Antonio, el desparpajo de Nacho y Tomy y la potencia de Lindsey, una vez mas campeona categoría femenina.
Desde allí arriba, el objetivo ya estaba muy cerca y a poco mas de un centenar de metros de dicho lugar llegamos a “otro cortijo en venta”, frente al cual, partiendo del mismo carril, encontramos la sendita que nos llevó hasta la antigua atalaya musulmana hoy conocida como la “Torre de Verdiales” donde nos hicimos las fotos de rigor al tiempo que “Cheryl” decía: ¡Coño pa esta mierda de piedra hemos andado tanto!. No obstante el paseo resultó de lo mas agradable y recomendable para ir con niños y realizar una ruta suave como demandaban gran partedel grupo que allí se encontraba.

Una vez en la “Torre de Verdiales” el camino el carril continua 6 km. mas allá hasta enlazar con el paso bajo la Ronda Oeste (“Camino de la Virreina”) y si seguimos un poquito mas adelante sale un desvío a la derecha que nos lleva al “Puerto de la Torre” lo que supone una magnífica posibilidad para realizar un bonito recorrido circular en bicicleta que ya se ha convertido para muchos aficionados de Málaga capital en todo un clásico, como pudimos comprobar a lo largo de aquella mañana.

El camino de vuelta resultó muy agradable y tranquilo, con el aliciente de conocer “La Ermita de Verdiales” que nos habíamos saltado en el último tramo de la ida. Sin embargo, como nota negativa no podíamos pasar por alto la cantidad de cables de alta tensión que afean el paisaje, pero sobre todo de la tremenda desforestación de la zona, que en parte puede explicar los tremendos problemas hidrológicos que padece gran parte de Málaga, viendo el hilillo de agua que corría por el río Guadalmedina, no podíamos extrañarnos del estado apocalíptico de los embalses del Limonero y del Agujero. Sin duda, la cuenca del Guadalmedina, especialmente desde Casabermeja hasta Málaga es uno de los mayores ejemplos de “desastrosa gestión de conservación del medio ambiente”.

No obstante, el almuerzo que finalmente se hizo en “Los del Tunel” fue realmente maravilloso, con entrantes de Berenjenas, aceitunas, Lomo con tomate (quienes fueron lo suficientemente rápido), el delicioso arroz de los montes y unos postres suculentos con la cuajada con tocino de cielo, como plato estrella. Dejaron absolutamente satisfechos a todo el mundo, sobre todo al comprobar que tan sólo salíamos a poco mas de 10 € por cabeza (bebidas y propina incluida).

1 comentario :

  1. Me hubiese gustado a ver ido. Parece que lo pasasteis bien, ¿eh? Un saludo a todos y en especial a todos los compañeros de Fuenplaza Group. Un abrazo.

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