martes, enero 15, 2008

Lagarin y Las Grajas

sábado, 12 de enero de 2008
Está claro que cada ruta tiene su encanto, pero dificilmente encontraremos muchas en la que en poco menos de 7 km. tengamos la oportunidad de conocer dos cumbres tan diferentes, panorámicas tan espectaculares, monumentos megalíticos y el encanto de un pueblo tan bonito y andaluz como "El Gastor".

Entorno: límite septentrional del parque natural de la sierra de Grazalema. Al sur del pueblo del Gastor y orilla norte del embalse de Zahara de la Sierra
Pueblos de referencia: El Gastor
Punto de encuentro recomendado: área recreativa La Ladera en El Gastor.
Cómo llegar al punto de encuentro: Si venimos desde Ronda, dirección Sevilla, por la N-374, poco antes de llegar a Algodonales e inmediatamente después de dejar los imponentes tajos de Las Grajas a nuestra derecha, nos encontraremos con el desvío hacia la localidad de El Gastor e la derecha. Si venimos desde jerez-Cádiz o Sevilla por la misma carretera, el desvío nos lo encontraremos hacia la izquierda, poco después de dejar atrás el desvío hacia Algodonales y justo antes de entrar en la localidad de El gastor, ya veremos a la derecha las indicaciones hacia el área recreativa La Ladera.
Distancia aprox. 7 km
Desnivel aprox.  subida 600 m
Punto de partida: área recreativa La Ladera (635 msnm), muy próximo a la entrada de la localidad de El Gastor.
Punto mas elevado: Lagarín o Algarín (1.065 msnm)
Tiempo aprox. entre 4 y 6 horas según paradas, reportajes, etc…
Nivel dificultad: medio fácil. No obstante, hay tramos muy rocosos de lapiaz especialmente sobre la plataforma de Las Grajas, que hacen recomendable el uso de unas botas de trecking con buena suela.
Tipo suelo: sendero terizo, y zonas de lapiaz muy desarrollado, con algunas que otras grietas.

Vistas desde Zahara de la Sierra "El Lagarín y Las Grajas" se nos presentan como una de las ascensiones mas atractivas del entorno.

Ascensión al Lagarín y Las Grajas
La ruta se puede iniciar desde la misma entrada del Gastor, donde a la derecha podemos ver un cartel que nos indica a "Los Algarrobales", siguiendo este carril, se llega al área recreativa de La Ladera, donde nos encontramos con el “Grupo Extremo” prácticamente al completo, incluyendo los flamantes fichajes de las “Super Nenas” encabezdas por nuestra compañera teutona “Saskia Walschburger” ó “Tianna la californiana”, formando finalmente un grupo de 43 homo sendericus, con algunas caras nuevas de entre las que ahora me vienen a la memoria Maribel “la geóloga”, Antonio “el repoblador”, Vicky “La bióloga del cuaderno de campo” ó el mismísimo “Jeff Lyne” de la Electric Light Orchestra (mi ídolo musical que sigue con el mismo look de los 70). 

Desde el área recreativa comenzamos la ascensión por un carril que al pasar junto a una casa-depósito de aguas que queda a nuestra derecha, se convierte en senda, dividiéndose pronto en dos, tomando la de la izquierda, para pasar entre unas vallitas de madera, donde comenzaremos a ver las marcas de pintura roja que nos acompañarían durante toda la ruta. Ascendiendo por un precioso pinar que nos acompañaró hasta la antecumbre del Lagarín, llegamos en pocos minutos a una zona llana donde nos encontramos con una antigua era. Desde aquí, ya podemos ver nuestra primera cumbre: “el Lagarín”. Pero antes de continuar nos acercamos al mirador de El Tajillo, orientado al norte, con vistas del Gastor a nuestros pies, desde allí se realizó el primer teste de “toponimia” localizando al norte Olvera y justo en la misma trayectoria Pruna, con la Sierra del Terril al fondo y el escarpado peñón de Algámitas asomándose por su izquierda, y hacia el noroeste, el imponente Peñón de Zaframagón, como caído del cielo, presidiendo la parte central de la famosa “Vía Verde de La Sierra”.
Regresando sobre nuestros pasos a la era, tomamos como referencia visual la cumbre del Lagarín para continuar ascendiendo por la senda que nos lleva entre los pinos, en prolongados y a veces empinados zig-zags hasta la antecumbre, donde ya acaban los pinos para situarnos pocos metros por debajo de las pequeñas, pero escarpadas paredes que flanquean su cara norte. Por lo que nos vimos obligados a rodearlas, caminando por un pedregal en dirección este, bajo las paredes de la pequeña crestería que llevamos a nuestro costado derecho hasta alcanzar un collado en la divisoria de aguas desde donde ya comenzamos a disfrutar de unas vistas espectaculares del pantano de Zahara de la Sierra, mientras volvíamos a reagruparnos dado lo mucho que se había estirado el grupo, para ecceder desde aquí sin mayor dificultad por un terreno algo pedregoso hasta el cercano punto geodésico del “Lagarín” (1.067 m.) por una desdibujada senda que discurre paralela a la crestería por la que también se puede llegar directamente en el caso de los mas osados, como fueron: “El Indomable Jaime”, “Mariluz Pies de gato”, Celia “La Hechicera du Sao Paulo”, “Darío el Magnífico”, Rafa Ríos “El Hombre que balizaba los caminos”, Rafa Flores “El Mago Gandalf”, Paca “La Gacela de Villamartín”, Mónica “La Princesa de La Patagonia”, Guille “La Chica de la Cruz Roja” ó mi hermana Mª del Mar “Wendy” que iban sibradísimas.
Desde la cumbre del “Lagarín” (ó “Algarín”) tenemos unas vistas impresionantes sobre el Embalse de Zahara, con el pueblo que le da su nombre en la orilla contraria, la Sierra del Pinar, el San Cristóbal, el Torreón, máxima altura de Cádiz con sus 1654 m.; la Sierra del Endrinal con el Simancón y El Reloj, que iba dibujando atentamente nuestra compañera Vicky “La bióloga” en su cuaderno de bitácoras, conforme los maestros de la toponimia iban enumerando las cumbres mas significativas y los pueblos que desde allí se contemplan y que además de los mencionados en el “Mirador del Tajillo” son: Algodonles al noroeste, Villamartín y Espera al oeste y al sureste Montecorto y Ronda parcialmente oculta por la cercano “Cerro Malaver”.
Tras recrearnos un buen rato con las vistas y realizadas las fotos de rigor, descendimos sobre nuestros pasos hasta el anterior collado, prolongando la bajada hasta el “Puerto de Los Retamales” donde nos encontramos con una pequeña pradera por donde pasa el límite interprovincial Málaga-Cádiz, que separa a la cumbre de Las Grajas, hacia la que ya vamos caminando dirección surdeste, dentro del t.m. de Ronda (Málaga) y detrás de nosotros ya fue quedando la cumbre del “Lagarín”, dentro del t.m.de El Gastor (Cádiz), mientras nos íbamos recreando con las imponentes paredes de su cara sur al tiempo que los buitres comenzaban a darnos la bienvenida con su majestuoso vuelo sobre la altiplanicie de “Las Grajas” (1.042 m.), pasando junto a las ruinas del “Cortijo de la Sierra”, hasta llegar a la pedregosa cumbre, que al contrario que “el Lagarín” es muy plana y extensa.

















Como suele ocurrir en estos lugares, la gran exposición a las inclemencias meteorológicas de la lluvia, la nieve, el viento, las tormentas y en general las temperaturas extremas han dado lugar a un paisaje karstico, donde abundan las rocas afiladas. En los tajos que flanquean las caras sur, este y oeste de Las Grajas se refugian una de las mayores comunidades de buitre en Andalucía. De hecho mientras disfrutábamos del almuerzo sobre el mismo filo de los tajos, recreándonos con tan espectacular paisaje, nos sorprendió la tranquilidad con la que algún que otro buitre seguía volando lenta y majestuosamente a muy pocos metros de nosotros, mientras “Chucky” no les quitaba la vista de encima.
Y cuando éstos se fueron ya con tres cubatas encima, comenzó el concurso de cánticos futbolísticos destacando magníficas estrofas del himno del Atletico de Madrid por nuestro ínclito amigo “Carlitos” que reaparecía tras seis meses de ausencia a duo con el “Alferez Don Jesús” que se encontraba pletórico tras su espectacular ascensión por la crestería, al igual que Ilde “el Vendaval del Moncayo” que nos deleitó con una jota dedicada al “Real Zaragoza” y por supuesto el “Himo del Centenario del Sevilla F.C.” cantado a trío por mi hermana Mª del Mar “Wendy” mi cuñao Juan Enrique “El Profeta de Nervión” y un humilde servidor.





















Para completar el recorrido circular aprovechamos la suavidad de la ladera nordeste, en dirección al Cortijo del Charcón, ubicado junto a una pequeña chopera, a la que llegamos tras una dócil bajada por una senda bien marcada rodeada de abundante matorral. Tal y como llegamos al cortijo, actualmente abandonado, nos desviamos unos 200 m. a la derecha (dirección este), hacia las dos encinas solitarias, donde se encuentra el “Domen de Los Gigantes o del Charcón”, en muy buen estado de conservación, a pesar de encontrarse sorprendentemente expuesto, teniendo en cuenta su alto valor arqueológico, un aliciente mas para esta interesante ruta, donde mas de uno aprovecho para hacer sus exploraciones gastando alguna que otra broma en este hito funerario.
 

El camino de vuelta hacia EL GASTOR, a poco mas de un kilómetros se realiza desde allí mismo por un caminito que se encuentra actualmente flanqueado por dos hileras de piedras pintadas de blanco que nos llevan hasta la misma chopera junto al cortijo y otra antigua era, donde comienza (ó termina) la pista que nos comunica con el pinar que se encuentra justo por encima de la parte alta del pueblo y que nos lleva de vuelta al área recreativa de “La Ladera” ó bien al pueblo por un ramal de la pista que desciende a la derecha para llevarnos inmediatamente a su genuino casco urbano que fue la opción que escogimos todos, excepto los compañeros que tuvieron que marcharse inmediatamente antes, para tomarnos la merecida cervecita en la plaza del pueblo, justo delante del ayuntamiento con la satisfacción de haber disfrutado de una preciosa ruta de montaña con vistas impresionantes, la contemplación del cercano vuelo de los buitres, “La Tumba del Gigante” ó las antiguas eras y cortijos, de este precioso itinerario, además del encanto que tiene este pueblo de “El Gastor”, todavía hoy, uno de los grandes desconocidos de la provincia de Cádiz. 
Sobre "El Gastor":
Enclavado en un magnífico entorno natural, El Gastor es conocido como “Balcón de los Pueblos Blancos” debido no sólo a la blancura de sus calles, sino porque desde el punto más alto de su t. m. “El Lagarín” (1.067 m.) se pueden contemplar vistas increíbles de los municipios colindantes: Olvera y Pruna al norte, Agodonales al noroeste, Zahara, Villamartín y Espera al oeste, la crestería del Pinar al sur, Montecorto, Ronda y la sierra de Las Nieves al sureste y Setenil, el cerro Malaver al nordeste.
Destaca su arquitectura urbana con casas repletas de flores y calles empinadas, la Iglesia de San José del s.XVIII, el Museo de Artes y Costumbres Populares dedicado al famoso bandolero José Mª “El Tempranillo” e importantes restos prehistóricos como el dolmen de “El Charcón”, también conocido como la Tumba del Gigante (Ruta Prehistórica de los Pueblos Blancos).
En la mesa podemos disfrutar de gastronomía tradicional como las chacinas y también de gran tradición es su “gaita gastoreña”, instrumento musical de viento, autóctono y fabricado artesanalmente a partir de un cuerno de vaca y madera.


Declarada de Interés Turístico Nacional, la Fiesta del Corpus Christi engalana las fachadas del El Gastor con ramas y juncias, también destacan la fiestas de la Virgen del Rosario, cada 7 de octubre.
De la época Romana existen indicios de la existencia de "Irippo", incluso se han encontrado monedas acuñadas por el Emperador Augusto. En algunos documentos sobre la Serranía nos dicen que El Gastor era una plaza militar de Zahara ya en 1369 con el rey Alfonso XI de Castilla.

Durante los siglos XIV y XV estos pueblos pasan de manos cristianas a manos musulmanas y viceversa sucesivamente. En 1484 fueron tomados por Don Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz. Una vez finalizada la reconquista, en el siglo XVI se formaron los núcleos derivados de otros como es el caso de El Gastor. En principio se crea como núcleo agrario y comercial, las principales actividades eran la ganadería y el cultivo. Empezando la construcción de las primeras casas y el laboreo de las primeras tierras. La primera calle que se construye se llama "La Fuente", por la existencia de una fuente, que era el suministro del agua para la mayoría de las viviendas y centro de reunión de las mujeres para el cotilleo durante el lavado de las ropas. En 1834 se independiza de Zahara de la Sierra y se constituye como pueblo. Durante la invasión Francesa fue cuna de bandoleros como José María "El Tempranillo", cuya novia era de El Gastor. En la Guerra Civil, El Gastor aún carecía de carreteras y solo se comunicaba con los demás pueblos por caminos de herradura. La única carretera de la Sierra solo llegaba hasta Algodonales.





El "Indomable Jaime" desafiando el vértigo.
Apuntes de campo de Vicky "La Botánica" en su debut con "Pasos largos".












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