Sin que ningún compañero nos hubiera confiormado su asistencia antes de las 23.00 pm. para participar en la primera ruta, el compañero Juan Luis España y yo llegábamos sobre las 20.40 pm al aparcamiento del centro dee visitantes, donde tan sólo nos encontramos con un par de moteros, y dos familias con toda la pinta de estar a punto de marcharse tras haber hecho la ruta verde. Así que en vista de que no veíamos ninguna cara conocida, con el sol cayendo rápidamente cogemos cámara, trípode y poco mas y salimos disparados para fotografiar la puesta de sol desde el Abrigo de Juan Ramos. Al hacer la primera pausa para fotografiar un ejemplar espectacular de cardo boreriquero, al amigo Juan Luis le entran ganas de tirarse de los pelos cuando cae en la cuenta que se ha dejado la batería de litio de su super cámara cargando en casa, ¡vaya putada!. Al menos le quedaba el consuelo de hacer algún que otro barrido con su videocámara para grabar la puesta de sol y el amanecer. Con Chukie poniéndo a prueba la velocidad punta de todas las cabras montesas de la zona y su capacidad de trepada, llegamos al mencionado "Abrigo de Juan Ramos", entrañable refugio de piedra del que fuera el último cantero del Torcal, desde donde disfrutamos de una espectacular puesta de sol disfrutando de una preciosa panorámica del monte Huma, el Capilla y el cercano Camorro Alto a la derecha del cual íbamos viendo como se ponía el sol, que iba tomando una tonalidad cada vez mas roja conforme se iba poniendo sobre el horizonte, de la misma manera que el laberinto de rocas del Torcal Alto iba cambiando de tonos teñidos por unos rayos de sol cada vez mas anaranjados. ¡Como hubieran disfrutado los Grandes Fotografos de pasos largos en aquel momento!, entre los cuales se encuentra nuestro buen amigo Juan Luis sin la batería para su inutilizada cámara, tan sólo mi rudimentaria cámara para captar tanta belleza. Para colmo cuando estaba desmontando el trípode una vez hecha la última foto, la cámara cayo sobre las rocas estrepitosamente, sin embargo, cuando ya me hacía a la idea de que aquel había sido su final, comprobamos incrédulo que seguía funcionando perfectamente a pesar de su maltrecho aspecto, sin duda, ¡una cámara espartana!.
De vuelta al centro de visitantes, ya casi denoche, nos llevábamos la mayor sorpresa de la jornada al encontrarnos con Rosa de Casarabonela, que genio y figura hasta la sepultura, al llegar antes de las 20.30 pm y no ver a nadie se había ido a hacer la ruta verde por su cuenta, de ahí que no la viéramos al llegar. También nos encontramos con los compañeros de GRUME: Carlos y Juan Carlos que ya habían venido a la nocturna de la semana anterior en Güejar Sierra y que desde Marbella acudían con una espectacular amiga alemana, a la que le estuvimos haciendo una entrevista tipo "Jesús Quintero" mientras cenábamos sentados en corro en el estratégico Mirador de las Ventanillas.
A las 23.00 pm tal y como estaba previsto ya teníamos montado el comité de bienvenida para los compañeros de Grume, el Tritón y la Santa Compaña, que a su vez habían quedado previamente en el estratégico hostal restaurante Casabermeja, como en tantas otras ocasiones. Algo después de la hora prevista llegaban en luminosa caravana haciendo su entrada en el parking del centro de visitantes, cual luciérnagas gigantes a la par que nuestro compañero Juan Moreno Guillón que tras una odisea desde el Puerto de Santa María, llegaba por primera vez en su vida al Torcal en plena noche. Una vez finalizada la ronda de saludos y presentaciones, procedíamos al repàrto reparto de mapas gigantes del Torcal (fotocopias A-3), con una breve introduciión por la otra carilla sobre este precioso y único paraje natural y las distintas actividades que íbamos a llevar a cabo. Que aunque lógicamente ya estaban anunciadas previamente, aprovechábamos para volver a recordar que la noche iba a consistir en tres rutas de manera que siempre partíamos y regresábamos al centro de visitantes, resultando de gran ayuda para lo que decidamos coger o dejar en el coche en cada momento, amén del comodín del sueñecito si a alguien le entraba el sueño. Junto con el mapa y la descripción de esta 2ª Travesía Nocturna Torcal de Antequera, se entregaba otra hoja con un resumen del estado del cielo nocturno durante el mes de julio 2009 y el mapa correspondiente tomando como referencia las 12.00 de na noche.
Así que una vez hecha la introducción general, dimos los consejos oportunos para realizar de la manera mas cómoda posible la primera salida que iba a consistir en subir a Sierra Pelá, mas concretamente al Camorro de los Monteses conocido como los repetidores, que mas de una vez han llamado nuestra atención al entrar por la carreterilla de acceso al torcal allí arriba a la derecha y hacia donde ahora empezábamos a caminar con la referencia de tres luces rojas sobre sus torretas metálicas que ahora se nos antojaban muy distantes.
Para ir haciendo boca, como nos cogía de camino, tal y como estaba previsto, visitamos el monumento natural del Tornillo, una auténtica maravilla geológica en la que no escatimamos una generosa sesión de fotos, conscientes que nos encontrábamos ante la piedra sagrada escogida como logotipo y símbolo principal del Torcal de Antequera. De vuelta a la carreterilla de acceso, continuamos descendiendo con vistas de la cercana e iluminada Villanueva de la Concepción a nuestra derecha, hasta que poco después de revasar el Mirador de Diego Monea, comenzaba la corta pero empinadísima pista asfaltada que te lleva al Camorro de los Monteses, llegando en primer lugar a un collado que ya traspòne la sierra, viendo a nuestros pies parte de la iluminación nocturna de la ciudad de Antequera y un agradable viento norte, que sin llegar a ser muy fuerte, fué muy de agradecer, al ayudarnos a mitigar el esfuerzo de la subida hasta los repetidores, a los que llegábamos con el grupo compacto, despùés de haber dejado atrás una erosionada y casi desaparecida pista, que después se transformaba en senda y finalmente en un afilado canchal, hasta situarnos al pie de las antenas, desde donde disfrutábamos de una bonita luna en cuarto menguante elevándose desde el este, al tiempo que Valentín aprovechaba para recordarnos que las rocas sobre las que estábamos sentados eran las ideales para que debajo hubera una víbora, lo cual provocó alguna que otra risa nerviosa, alguna maldición, picores de pierna y algún que otro: ¡vámonos ya pa´bajo no se nos vaya a hacer tarde para las otras dos rutas!. Si la ascensión la llevabmos a cabo por tramos mucho mas dóciles que el año pasado, el descenso fué todavía mas cómodo. Ya en el camino de vuelt, remontando la carreterilla hacia el centro de visitantes: Valentín y el Tritón, protagonizaban un espectacular demarraje, dejándo atrás todo el grupo en una frentética llegada a lo que sería nuestro primer paso por el centro de visitantes. En el que minutos después nos volviamos a reunir todos con una prolongada pausa de cafes, pastelitos, frutos secos, etc... Aprovechando también el momento relax para hacer acto de un entrañable regalo de cumpleaños, pués hacía un par de horas, que acabábamos de estrenar el sábado día 11 de julio, fecha en la que hace 57 años llegaba al mundo el ilustrísimo Doctor manuel Manzanares, mas conocido como "El Tritón de las Chorreras".
Una vez finalizada la pausa nos dirigimos al rudimentario panel orientativo que se encuentra al comienzo de las rutas verde y amarilla que con su forma de herradura se superponen mutuamente, siendo la verde la herradura pequeña, que con buen criterio estiman como una ruta de 45 minutos, siendo la amarilla la herradura mas grande que durante su primer y último tramo coincide con la ruta verde. Se trata de las dos únicas rutas que a fecha de hoy se pueden llevar a cabo en el Torcal sin autorización previa. Al fin y al cabo aquí ambas aglutinan el mayor número de figuras significativas del Torcal alto, que fuimos atravesando entre sus pasillos, úvalas, corredores, pasando junto al "Robot", "La Esfinge", "Los Iguales", "Las Pesas", "El Adelantado", "El Potro", "El Camello", "Las Catedrales", el misterioso "Callejón Oscuro", "El Callejón del Tabaco", "El MIrador del Amonite" y por supuesto las pausas correspondientes para disfrutar de aquel cielo estrellado con los frontales apagados, regresando al centro de visitantes con la sensación de dejar atrás un mundo mágico.
Volvía a repetirse la pausa necesaria para reponer fuerzas y sobre todo para tomar bebidas contra el sueño, pués faltaba una hora para el amanecer y el cansancio comenzaba a hacer mella en mas de un compañero, en esta ocasión eran dos compañeros de GRUME los que se quedaban en su coche a la espera de que finalizáramos la tercera y última ruta, siendo Rosa, la que ahora salía tambaleándose de su coche todavía bajo los síntomas del sueño y el cansancio, que vencio al poco de echar a andar, conforme remontábamos la loma que nos lleva al collado previo al "Abrigo de Juan Ramos" entrañable refugio de piedra, del que fuera el último cantero del Torcal y donde 9 horas antes habíamos estado mi compañero Juan Luis España y yo fotografiando un precioso atardecer con el telón de fondo de la Sierra Chimenea, el Capilla y el Huma que todavía no veíamos pero intuíamos, aprovechando l coyuntura para que mas de un compañero se fotografiara en la entrada de ese refugio conocido como "El Abrihgo de Juan Ramos", desde el que ascendimos a Las Vilaneras Altas atravesando un par de dolinas iluminados por las primeras claras del día con las que nos situamos sobre la plataforma que se encuentra por encima del "Champiñón" al que descenderíamos una media hora después de haber disfrutado de un espectacular amanecer sobre la ciudad de Antequera y gran parte de su comarca, pudiendo distinguir perfectamente la "Peña de los Enamorados", "Las Subbéticas cordobesas", "La Sierra de Archidona" y toda la prolongación del Arco Calizo Central desde nuestra posición en el Torcal hasta Sierra Pelada, Las Cabras, La Peña Negra, La Maroma, Camarolos y su prolongación hasta el Puerto de los Alazores por donde vimos salir el sol, conforme el cielo iba pasando de un azul cada vez mas claro al celeste de la mañana, pasando por tonos de violetas, rosas y anaranjados del que se iban tiñendo las sierras y montañas anteriormente mencionanadas hasta que el astro rey iluniba definitivamente todas las cumbres con los primeros rayos de sol de la mañana con los que ya emprendimos el sosegado regreso completando el tramo circular de la ruta roja, pasando bajo "Los Castillones" mientras el incansable Valentín aprovechaba la mínima oportunidad, para introducirse en una grieta o covacha a poco que pasábamos cerca de cada una de ellas, aunque ello supusiera jugársela en ocasiones, trepando por lugares inverosímiles cual cabra montesa. Por segundo año consecutivo completábamos el programa que nos habíamos propuesto despidiéndonos con la satisfacción generalizada de haber compartido una preciosa noche cargada de sensaciones. Prolongando el encuentro mas de la mitad de los compañeros con un generoso desayuno en el estratégico hostal-restaurante Casabermeja, donde se desayuna de maravilla si tienes la suerte de que te atienda Eva.
Que maravilla de ruta os habéis marcado y las fotos impresionantes, que pena que no pude asistir...
ResponderEliminarUn saludo