martes, enero 04, 2011

Quejigales-peñón de Ronda-peñón Enamorados-cañada de las Ánimas-Quejigales

Quejigales-peñón de Ronda-peñón Enamorados-cañada de las Ánimas-Quejigales
Entorno:Parque Natural Sierra de las Nieves (Serranía de Ronda, Málaga)
Distancia aprox. 21,5 km.
Desnivel aprox. 1.191 m de ascenso y unos 1.182 m descenso
Punto de partida: Cortijo de Quejigales (1.310 m)
Punto mas elevado: peñón Enamorados (1.780 m)
Tiempo aprox. Unas 8 horas
Nivel dificultad: media, el tramo desde Quejigales al peñón de Ronda, es predominantemente descendente, pero ante algún posible tramo de campo través y los casi 700 m de ascensión que van del peñón de Ronda hasta la cumbre de Enamorados, estimamos mas oportuno calificarla de nivel medio.
Tipo suelo: camino de ida: pista terriza al inicio y sendero predominantemente llaneando y en descenso (45%), a partir del peñón de Ronda el resto es sendero terrizo y pedregoso.
Tipo de recorrido: Circular.
Mapa: Editorial Penibética
Fecha de realización: domingo 2 de enero de 2011
Previsión meteorológica: cielos despejados con nubosidad matinal. Lo cierto es que así comenzaba la mañana, pero salvo breves instantes de sol, la mayor parte del día fue de cielos cubiertos en la Sierra de las Nieves, con nubarrones amenazantes de lluvia, aunque no llegó a llover. La temperatura, que a penas pasó de 10ºC en todo el día, se dejaba notar cada vez que te quedabas parado durante mas de cinco minutos.
40 Participantes: desde Córdoba: Héctor-el Caimán de Puente Genil y Mª Luisa- el Duendecillo de Sierra Horconera. Desde Sevilla: El Indomable Jaime, Rafa Sancho-El Capitán de Fragata, Cristina La Princesa de Itálica, Álvaro e Ilde-El Vendaval del Moncayo. Desde Cádiz: Juanlukita-Husvond y Severo-el Artesano del GPS. Desde Ronda: Rafa Flores-el Mago Gandalf dela Serranía, Paco Domínguez-el Reportero de las Cumbres, Carlos Tapia-el Retratista de atardeceres y amaneceres, Geyperman Salvador, Reme, Herminia-A Meiga da rías Baixas, Eva-el Farolillo Rojo, María Ortiz, Don Fernando el Diacóno y dos compañeros de su diócesis cuyo nombre no recuerdo en este momento. Desde Alhaurín el Grande: Noel- El Gran Maestre, que venía acompañado por una joven aprendiz de Padawyn. Desde Campanillas: Juan Carlos-el Portador del Anillo y Paqui-la Reina del Chocolate. Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Valentín-el Rey de la Montaña, Eduardo-el Profeta del tajo Gómer, El Doctor Leal, paco Jaime-el Sabio de Hortaleza, Rosa-el Bicho del Bosque, escoltada por Juanjo y Fran que se están sacando las oposiciones a Pasos Largos. Al igual que Alba y Alberto que aquel día debutaban con nosotros pasando la prueba con muy buena nota. Silvia-Silvestre, Juan Antonio-el Corsario de Sierra Almijara, Cowboy-Rubén, Eduardo-el Padre Carras, Ilse-la Gacela de la Selva Negra, John Webester-el Huracán de Sheffield y Juan Ignacio Amador, cuya frágil memoria no acierta a recordar si se ha dejado el nombre de algún/a compañero/a mas en el tintero.
A tener en cuenta: Dado que hay que atravesar varias zonas con abundante matorral de espino se recomienda el uso de polainas ó como mínimo pantalones de tela fuerte.
Si ha llovido en los días previos el terreno puede estar muy resbaladizo y enfangado. Por lo que resulta muy recomendable llevar unas zapatillas de repuesto para ponernos una vez finalizada la ruta y aparcar un poco antes del área recreativa de Quejigales que suele estar bastante embarrada.
Alicientes principales: Además de hacer dos cumbres emblemáticas del parque natural Sierra de las Nieves, esta ruta pasa por uno de los sectores menos conocidos como es el que va del peñón de Ronda al peñón Enamorados, a través del pinsapar del Pinar (paradójico nombre) por el puerto de Las Arenillas, por donde subiríamos hasta el puerto de Los Hornillos, para pasar mas tarde junto al mítico pinsapo de La Laguna, desde donde haremos la aproximación al peñón Enamorados para coronarlo. Dirigiéndonos después al pozo de Nieve cercano al puerto del oso, para descender a través de la mágica cañada de las Ánimas.
Para mas información: Sierra de las Nieves, guía del Excursionista (Edit. La Serranía)
Descripción de la ruta:

1ª parte: de Quejigales al peñón de Ronda
Tal y como teníamos previsto partimos del área recreativa de Quejigales (km 0) por el carril del Sabinal en dirección noroeste, llevando la compañía del arroyo Carboneras, a nuestra derecha, que es una de las cabeceras del río Guadalevín, el río de Ronda. También a la derecha dejaremos el coqueto puentecillo de madera recientemente instalado, que nos marca el inicio del sendero que nos lleva hasta el Torrecilla por la cañada del Cuerno, pero nosotros continuamos por la pista que se abre paso entre pinares de repoblación y algún que otro ejemplar de pinsapo aquí y allá, ascendemos suavemente. A poco más de 1 Km desde el inicio llegamos al puerto de Quejigales donde nos encontramos con una bifurcación en forma de “Y”, el de la derecha se dirige hacia la fuente del Pinar, (también conocida como la de Frasquito el guarda) y la Cañada de Las Ánimas por donde regresaríamos tras coronar el peñón Enamorados. Pero nosotros continuamos por el carril de la izquierda que inicia un descenso suave, llegando hasta un portillo con una alambrada que antes cortaba el carril (km 2). A nuestra izquierda podemos observar la erosionada Sierra Hidalga, con paisaje tan desértico que casi parece lunar, donde algún que otro pinsapo rompe la monotonía del tono gris claro de la caliza que forma unos pliegues a modo de fallas realmente espectaculares en la cañada que llevamos a la izquierda.

Desde el carril por el que íbamos, (que se dirige hacia Sierra Hidalga pasando por los cortijos del Sabinal y del Espinarejo), tuvimos la primera visión del peñón de Ronda, destacando en el horizonte al nordeste, iluminado por unos rayos de sol, que se filtraban entre las capas de nubes, que comenzaban a ceñirse sobre nosotros. A mediación de un prolongado descenso abandonamos el carril, cuando ya vimos muy cerca, a nuestra derecha, las ruinas del cortijo de Majada Vieja (km 2,5) donde todavía se aprecian los restos de eras y cercados. Nos acercamos al mismo donde el Maestro Gandalf de la Serranía nos deleitó con unas explicaciones, sobre la historia de dicho cortijo y unas reseñas del entorno.

A continuación cruzamos un arroyo que hay entre ambos cortijos (majada alta y majada baja), donde tuve una aparatosa caída por intentar pisar sobre las mismas piedras que el Mago Gandalf y que no me comí de milagro, amortiguado por uno de los dos bastones que acabó partido por la mitad y un nuevo golpetazo de mi cámara reflex. Afortundamente todo quedó en el susto y Rosa-El Bicho del Bosque me ofreció uno de sus dos bastones inmediatamente. Por toda la zona encontramos formaciones rocosas de Margocalizas muy plegadas que contrastan con su color más oscuro con las calizas mas claras de las montañas que se elevan a la derecha, es decir hacia el tajo del Canalizo. Siguiendo pequeños senderos de ganado, subíamos y bajábamos constantemente atravesando numerosas cañadas tributarias del arroyo de La Higuera que llevábamos a nuestra izquierda, que junto al arroyo de Lifa, forma, aguas abajo el río Turón. Las chorreras del arroyo de La Higuera son impresionantes en época de lluvias.

Con las constantes subidas y bajadas, la ruta comienza a convertirse en un rompepiernas, que con los excesos de las copiosas comidas navideñas empezaba a pasar factura a mas de uno/a. Llega un momento, que cada vez que superamos un collado, casi siempre tenemos a la vista: el Peñón de Ronda, que por momentos parece cada vez mas lejano. En muchas zonas no hay vereda, pero como norma lo suyo es no perder mucha altura. Hasta que iniciamos un descenso para cruzar una alambrada y un arroyo que ya nos sitúa a la altura de las ruinas del Cortijo del Taramal ( km 4) que dejamos a nuestra izquierda, girando en dirección a unas rocas calizas, pasamos por un antiguo huerto y una redondeada encina.

Hay que procurar no perder altura, por estrechos senderillos de cabras iremos avanzando con cuidado de no resbalar por la empinada ladera, que con el barro provocado por la lluvia de los días previos. Es esta una ruta que nos pone a prueba durante gran parte del recorrido, porque aunque el objetivo lo tenemos intermitentemente visualizado, no siempre queda tan claro el lugar por el que abanzar debatiéndonos entre empinadas laderas, zonas mas alomadas y de suave perfil, pero plagadas de aulagas, majuelos y otros matorrales espinosos o la base de los tajos pobladas de grandes pinsapos por un terreno demasiado empinado. Obviamente escogimos la zona con intermitentes matorrales de espino contra los que luchamos dejando a nuestra derecha los tajos del Abanico de del Colorao, que son la antesala del impresionante Tajo del Canalizo, al que poco a poco nos íbamos acercando, mientras que al costado izquierdo tenemos la caída hacia la zona de barrancos. Ahora bajamos hacia el cauce de un arroyo que va buscando el Barranco de La Higuera. Después de atravesar el arroyo empezamos a subir otra loma, que de nuevo nos permite divisar el Peñón de Ronda. Llegados a este collado hicimos una pausa de reagrupamiento para recuperar resuello y para que aquel que lo deseara descendiera hasta las chorreras conocidas como las Higueras del Bendito. Seguidamente retomamos la marcha faldeando por unos andenes hacia los paredones del tajo del Canalizo, cerca de ellos pasamos junto a una charca conocida como La Laguna (km 6) que de nuevo nos regaló una bonita estampa paisajística en medio de aquella mañana de luces cambiantes. Hace ya un buen rato que caminamos inmersos en un paisaje de ensueño, entre pinsapos de tamaño monumental, cuya frondosidad contrasta con el paisaje casi lunar de Sierra Hidalga.

Pasamos una angarilla, cumpliendo la máxima de “el último cierra y apaga la luz” para evitar que el ganado se escape. Encontrándonos con terrenos levantados por los cada vez más frecuentes jabalíes. El camino lo trazamos como estimemos mas oportuno por la zona de prados que nos vamos encontrando a los pies de las paredes rocosas que tenemos a nuestra derecha, donde podemos observar como enormes rocas que se han desprendido de dichas paredes no hace mucho tiempo, viéndose claramente los huecos. Fue por esta zona donde Eva que se ha hecho socia de Pasos Largos recientemente, amiga y vecina de Herminia, tomó la sabia decisión de abandonar, ofreciéndose Herminia a llevarla de vuelta desandando todo lo que habíamos caminado, que dadas las circunstancias era la mejor opción. La ladera comenzaba a hacerse cada vez más pedregosa, el camino resultaba fácil perderlo, pero el Peñón de Ronda, al fondo dirigía nuestros pasos sin margen de error.

Los grandes pinsapos solitarios que nos acompañan por esta zona del parque muy poco frecuentada, forman el pinsapar de La Mirandilla, poco espeso pero con fantásticos ejemplares de tamaño colosal. Los pinsapos terminan justo antes de llegar al Pilón de la Breña (km 8,), desde donde tenemos una espléndida vista del Cortijo y del Peñón de Ronda, lugar ideal para haber hecho una buena foto de grupo de no ser porque íbamos muy justo de tiempo, pero haber quedado mas temprano hubiera sido una putada para los compañeros que venían de otras provincias en unas fechas tan complicadas. Unos quinientos metros más adelante se encuentra el Cortijo del Peñón de Ronda (km 8,5) asentado al pie de la cara suroeste del peñón.

En un principio nuestra intención era iniciar la ascensión hacia el peñón de Ronda, dirigiéndonos hacia el bosquete de pinos que se encuentra al pié de la plataforma caliza del peñón, dejando el cortijo a nuestra izquierda. Una vez dejamos atrás los pinos sin un sendero específico hay dos opciones las aulagas o un empinado tobogán formado por un agreste canchal. En veinte minutos se llega a una pequeña meseta, tras la cual tenemos que sortear como mejor podamos una alambrada, aunque parece ser que existe un hueco para pasar. Una vez superada la alambrada en unos pocos minutos ya estaremos en la cumbre rematada por un puntiagudo peñascal. (Peñón de Ronda,1.297 m, km 9 de ruta). Pero esta sólo es la teoría, ya que en la práctica el ir justos de tiempo para finalizar la ruta con luz de día y con los cada vez mas negros nubarrones que amenazaban de lluvia, nos obligaron a tomar la decisión de dejar la ascensión al peñón de Ronda para otra mejor ocasión y tomar el sendero que llega desde el área recreativa de Los Sauces, al que se accede desde El Burgo.

Respecto a las vistas desde el peñón de Ronda (al menos para que se sepa), en un día claro podemos contemplar al norte tenemos la dorsal de la Sierra de las Nieves, rematada por la muela de la peña de los Enamorados, nuestro siguiente objetivo, tras el cual se oculta el Torrecilla. Al oeste: la erosionada Sierra Hidalga, sin duda la actividad humana a base de pastoreo ha contribuido considerablemente a la situación actual. De cuando en cuando, en el horizonte, entre la mole de piedra caliza blanquecina al norte y al oeste, se observan manchas oscuras, son restos del enorme pinsapar que en su día llegó a cubrir las Sierras Blanquilla e Hidalga, pero en tiempos de la Armada Invencible fueron talados para la construcción de grandes barcos, vigas y mobiliario de palacios, castillos y casas señoriales pues en aquellos tiempos poco importaba el valor ecológico, tan sólo se tenían en cuenta la calidad de la madera. Al este: Sierra Prieta, Cabrilla y Alcaparaín, mas alejadas las sierras Tejeda y Almijara por encima la blancura de Sierra Nevada haciendo honor a su nombre.

2ª parte: del peñón de Ronda al peñón Enamorados:
Al pié del peñón de Ronda nos queda el cortijo del mismo nombre a nuestra izquierda (oeste), mientras que a la derecha (este) podemos ver el sendero que llega desde el área recreativa de Los Sauces. Y que fue el que tomamos hasta que unos 400 m mas allá donde el sendero se bifurca. Siguiendo los sabios consejos del Mago Gandalf, tomamos la opción de la derecha y no la de la izquierda, tal y como habíamos previsto en un principio que nos hubiera llevado hasta el puerto de las Arenitas (1.124 m, km 10), y con las siluetas del tajo del pico del Jarro y del tajo de La Alberca al este, iniciamos las zigzagueante ascensión hacia el pinsapar de Cubero, otro de los rincones mágicos del parque donde disfrutamos del almuerzo montañero entre las 14.00 y las 14.30 a los pies de ese abrigo rocoso, muy emblemático de esta zona del parque. Desde aquí reanudamos puntualmente la ascensión a través del serpenteante sendero que poco a poco va dejando atrás el pinsapar de Cubero, conforme ganamos altura adentrándonos en un paisaje de roca caliza y “cojines de monja” hasta situarnos en el puerto de Los Hornillos (1.530 m, km 13), ya por aquí los cerca de 1.000 m que habíamos superado se dejaban notar y Reme, tuvo que bajar el ritmo, acompañada por un gregario de lujo como fué Geyperman Salvador hacindo honor a su nombre. Desde dicho puerto, sale un sendero en dirección sur que en suave ascensión nos sitúa junto al pinsapo de la Laguna o la Golera (1.700 m, km 14), Ya a los pies de la cara norte del peñón Enamorados que tenemos ante nosotros encontrándonos con una gran dolina y ascendiendo por una loma redondeada plagada de tubitos de plástico que parecen proteger jóvenes ejemplares de pinsapos o quejigos. Mientras vamos rodeando el peñón Enamorados, de manera que con su forma de “muela”, fué quedando a nuestro costado izquierdo hasta que enlazamos con el famoso sendero que viene de Puerto Saucillo a la altura de la zona conocida como Ventisqueros. Desde donde en unos instantes accederemos a la cara sureste por donde se suele realizar la dócil trepada, tomando como referencia un quejigo solitario desde el que ascendemos a esta pequeña pero carismática cumbre del peñón Enamorados (1.780 m, km 15), visible a gran distancia desde muchos puntos de la provincia de Málaga e incluso desde Grazalema. Desde su cumbre las vistas hacia el norte coincidentes en gran medida con las del peñón de Ronda, pero con casi 500 m mas de altura las perspectivas son mas amplias. Destacando la presencia del Torrecilla al sur, que fue nuestro telón de fondo escogido para la foto de grupo, y la cañada de Las Carnicerías al este. Así como varios tramos de la costa malagueña pudiéndose apreciar Fuengirola, entre las sierras de Mijas y Coín, así como toda la Hoya de Málaga.

3ª parte: del peñón Enamorados a Quejigales por la cañada de Las Ánimas:

Una vez de nuevo en la base del peñón Enamorados, retomamos la senda que en dirección suroeste enlaza con el sendero Quejigales-Torrecilla, un dócil tramo de suave perfil que pasa junto a la sima de Enamorados, una laguna endorreica y varios quejigos de aspecto fantasmagórico al mas puro estilo “Tim Burton en Slippy Hollow” que con las luces de la tarde y la nubosidad predominante, transmitían al paisaje un halo de misterio con el que llegamos al pozo de nieve (km 16) cercano al puerto del Oso, donde abandonamos el sendero Quejigales-Torrecilla, pasando junto al pozo para acceder a la parte alta de la cañada de Las Ánimas por donde realizamos el descenso que una vez mas supuso el broche de oro para cualquier ruta que finalice, por este mágico paraje, cuya denominación hace justicia, al atmósfera de misterio y casi de santidad que tiene este mágico paraje en el que vamos caminando entre impresionantes pinsapos, jóvenes retoños y viejos troncos de enorme grosor que aún después de muertos aportan belleza al paisaje. Además de invitarnos a la reflexión como por ejemplo que nada es para siempre, ¡Carpe diem…vive el momento, disfruta del presente!. Empezando por la maravilla de paraje en el que te encuentras o por el impresionante paisaje que te encuentras al llegar al mágico mirador natural del Colorao. No me extraña que el Gran mago Gandalf de la Serranía haya dejado encargado en su testamento, que el día que se vaya de este mundo, traigan sus cenizas a este lugar. Las últimas luces de la tarde, volvieron a regalarnos imágenes preciosas, con el sol filtrándose entre las capas de negros nubarrones, que se ceñían sobre el peñón de Ronda y toda la zona por donde había discurrido nuestra ruta por la mañana, que ahora teníamos frente a nosotros. Un lugar donde resulta fácil perder la noción del tiempo recreándote en la inmensidad del paisaje que tienes ante ti. Conviene tener cuidado si te asomas a uno de los filos de este mirador. Por suerte en esta ocasión quién rodó para abajo fue la mochila de nuestra amiga Cristina, la Princesa de Itálica, pero allí estaba John-el Huracán de Sheffield, lanzándose ladera abajo para rescatar la mochila que volvió sana y salva.

Después de dejar atrás el Mirador del Colorao, aún seguimos inmersos en ese bosque encantado con pinsapos dignos de los mas bellos paisajes descritos por J.R.R. Tolkien en El Señor de Los Anillos. Al final de la cañada, vamos girando hacia nuestra izquierda, es decir hacia el oeste, poco a poco el pinsapar comienza a abrirse con sus grandes ejemplares cada vez mas aislados y solitarios, hasta llegar a una zona de manantiales que en época de lluvias suele estar muy embarrada, por esta zona evitar un resbalón o llenarnos de barro los pantalones, es como jugar una partida de Super Mario Bross en el nivel 10. Es la antesala de la pista que comienza (o finaliza) junto a un pequeño dique de piedras blanquecinas, que nos va a llevar hasta el puerto de Quejigales (km 20), dejando a la izquierda el monumento a Frasquito el Guardia, la Laguna del Pinar y poco después a la derecha la variante, que habíamos tomado por la mañana para dirigirnos hacia el peñón de Ronda. Desde aquí sólo nos queda desandar lo que fue el primer kilómetro de ruta por el carril del Sabinal en dirección oeste, suroeste hasta regresar a Quejigales, que tal y como habíamos previsto alcanzamos con las últimas luces de la tarde, despidiéndonos en Quejigales con muy buenas sensaciones compartidas tras esta bonita y espectacular ruta con la que inauguramos el año montañero 2011.

4 comentarios :

  1. Gracias por su organización, fue un buen día y por la ruta y el compañerismo de todos quien participaba

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  2. No creo que nadie dude de que esta ha sido la mejor ruta del 2001. Ahora a superarla. Hasta llegar al pinsapo de la Gotera tod era nuevo para mí; me hubiera encantado subir al Peñón de Ronda pero hicimos bien en abreviar: de hecho tuve que salir disparado.

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  3. Yo pienso igual que Eduardo, pero para mi ha sido la mejor del 2011.

    Un abrazo apañerosssss

    Rafafló

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  4. Cuidado con el alicante, que vive cerca del Peñón de Ronda.

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