martes, noviembre 22, 2011

PR. A-168, Refugio de Juanar-La Concha, todo un clásico de las sierras litorales.

PR. A-168, Refugio de Juanar-La Concha, todo un clásico de las sierras litorales.
Entorno: Sierra Blanca
Pueblos de referencia: Ojén, Istán, Marbella
Cómo llegar al punto de encuentro:
Si venimos por la costa, a la altura del Centro Comercial Las Cañadas y parque de Bomberos de Marbella, dejaremos la autovía, tomando la carretera A-355, dirección Ojén, que dejaremos a nuestra derecha y poco después de rebasar el puerto del mismo nombre llegaremos al desvío del Hotel Refugio Juanar, perfectamente señalizado.
Si venimos por el interior tomaremos la A-355 Marbella-Valle del Guadalhorce, tomando como referencia la localidad de Coín, en dirección a la costa y unos 3-4 km después de haber dejado el desvío de Monda a la derecha, al final de los LLanos de Puzla, justo antes de llegar al puerto de Ojén, ya veremos perfectamente señalizado el Refugio de Juanar a la derecha, coincidiendo con el final de los 7 km que tiene la carretera loca MA-5300, comienzo de nuestra ruta.
Distancia aprox. 12-13 km dependiendo si la hacemos lineal, dejando la Cruz de Juanar (1.178 m) a un lado o si ascendemos a la misma subiendo por un lado y bajando por el otro, opción que podemos realizar tanto a la ida como a la vuelta porque se encuentra a mitad de camino entre El Refugio y El Salto del Lobo.
Desnivel aprox.  subida 700 m según la opción que escojamos.
Desnivel aprox.  bajada (idem)
Punto de partida: Refugio de Juanar (789 m)
Punto mas elevado: cerro del Lastonar (1.275 m)
Tiempo aprox. 6-7 horas
Nivel dificultad: Medio/alto, por el tipo de terreno muy accidentado y algunos pasos con mucho vuelo, no aptos para personas con vértigo.
Tipo suelo: Pista terriza hasta el cruce de senderos en el bosque de pino monterrey, mas allá del olivar de Juanar (primer kilómetro y medio de ruta). Sendero arenoso, hasta el collado cercano a La Cruz de Juanar y a partir de unos 300 m mas allá de dicho collado suelo de estratos de calizas fracturadas, superpuestas entre sí, que nos acompañarán a lo largo de la crestería, que hacen muy incómodo el caminar y requieren de buenas botas de trecking. Suelo no apto para personas no acostumbradas a caminar por terrenos accidentados.
Tipo de recorrido: Lineal con posibilidad de añadirle dos tramos circulares, por un lado tenemos la variante de la Cruz de Juanar y por otro lado tenemos la opción de coger el sendero del castañar al regreso, sin tener que volver por el olivar.
Plano El Juanar: Editado por El Refugio de Juanar
Fecha de realización: lunes 21 de noviembre de 2011, después de un fin de semana muy lluvioso, amanecía la mañana completamente despejada, comenzando a parecer nubes a partir del mediodía, con ligero viento norte que fue cubriendo el cielo completamente a partir de las 16.00 pm.
6 participantes: Valentín “El Rey de la Montaña”, Ilse “la Gacela de la Selva Negra”,  Silvia-Silvestre, Don José Guerrero “El Maestro Geobotánico”, Celia “La hechicera du sao paulo” y un servidor: Juan Ignacio Amador.
A tener en cuenta:
Ruta no apta para personas no acostumbradas a caminar por terrenos muy accidentados, especialmente si padecen de vértigo.
A nivel de cresterías, junto con la de la Sierra del Pinar en Grazalema y otros tramos míticos de Sierra nevada es de las mas bonitas y espectaculares de toda Andalucía, con vistas permanentes a la cercana costa del Sol con Marbella a nuestros pies por un lado y el embalse de la Concepción por el otro, con sensaciones muy aéreas, que causarán la admiración incluso del senderista mas exigente.
Breve descripción de la ruta:
Como un servidor ya la había hecho en varias ocasiones para darle un toque diferente hicimos la ida, por el sendero que discurre por el castañar de Juanar y que camuflado entre la abundante hojarasca caída por las fuertes lluvias de los dos días anteriores, se encontraba completamente tapizada de hojas de castaño, en sus primeros 200 m discurre mas o menos paralela a la pista que se dirige al olivar de Juanar por el camino convencional, que es por donde hicimos el regreso.
Al poco de empezar nos cruzamos con el arroyo de Juanar, siendo la primera vez que lo veía discurrir con un curso continuo de agua, a partir de aquí el apacible sendero comienza a ganar altura suavemente dejando atrás los castaños para caminar entre grandes eucaliptos del que nos llega su inconfundible olor a menta. Ambos lados del camino se encuentran inmersos bajo un mar de helechos donde se intercalan los verdes con los secos. 
Tal y como comenzamos a adentrarnos en la zona de pinos, nos encontramos a la izuierda del camino una curiosa formación rocosa que mi buen amigo Fernando el “Duque de Juanar” bautizó en su día como “El Hipopótamo” por sus redondeadas formas.
A continuación enlazamos con la pista que viene del olivar de Juanar y que tomándola a la izquierda nos introduce de lleno en el precioso bosque de pino insigne o monterrey (árbol foráneo, concretamente canadiense), por el que vamos a caminar durante los minutos siguientes con la sensación de encontrarnos en un bosque encantado, con la presencia en todo momento de los mares de helechos a ambos lados del camino. 
Al poco de entrar en el bosque llegamos al cruce de senderos que nos señala: Ojén en la dirección por la que venimos, Istán de frente y La Concha (2 horas) a la izquierda que es hacia donde tomamos nosotros. Lo de los tiempos estimados es mas que relativo en montaña, si bien se puede hacer en dos horas y media a un ritmo fuerte y sin paradas, yo creo que 2 horas, 45 minutos sería mas fiel al ritmo de un senderista medio.
A partir del cruce la pista se transforma en sendero que poco a poco se va estrechando,
Nada mas dejar atrás el bosque de pino monterrey, comenzamos a caminar en paralelo a una valla metálica que llevamos a nuestra izquierda, que marca el perímetro de la reserva que mantiene la población de cabra montés en la zona y donde varios trabajadores estaban desbrozando parte del abundante matorral que se encuentra dentro de la finca con la ruidosa maquinaria, mientras nosotros ganábamos altura zig-zagueando por el angosto sendero que prácticamente discurre por el interior de una torrentera donde se intercalan zonas de arenas que nos recuerdan mas a una playa y tramos de piedra suelta, entre altas aulagas, jara y romero que nos superan en altura, hasta que pasamos a la altura de un pino cuyo retorcido tronco invita al descanso o cuanto menos a su contemplación por su peculiar forma. 
A penas 200 m mas allá, alcanzamos el collado, que ya queda a muy poca distancia de la Cruz de Juanar a nuestra izquierda, pero en esta ocasión decidimos dejarlo para la vuelta, por lo que continuamos por el sendero tradicional, perfectamente marcado, con sus pinturas amarillo y blanco sobre algunas rocas del camino.
El siguiente tramo es bastante rectilíneo, pequeños bosquetes de encinas jóvenes, se intercalan con el matorral bajo y los abundantes lastones que le dan nombre al cerro mas alto de Sierra Blanca, mientras que unos 300 m mas allá del mencionado collado el caminar se hace cada vez mas incómodo, porque la senda discurre sobre estratos de calizas fracturadas superpuestas y hay que empezar aa prestar mas atención donde vamos colocando los pies a cada paso, a nuestras izquierda comenzamos a ganar vistas sobre el Mediterráneo y al final de este tramo de ascensión llegamos al collado del Salto del Lobo, encontrándonos ahora en la divisoria de Sierra Blanca, de manera que comenzamos a disfrutar de las vistas sobre la Sierra Real, Palmitera ó Los Reales de Sierra Bermeja al oeste, la Sierra de las Nieves al norte, con el Torrecilla que estuvo prácticamente todo el día cubierto de nubes, al este La Cruz de Juanar, la Alpujata y la Sierra de Mijas y al sur la crestería que teníamos por delante.
Una vez en este collado lo normal es seguir por la senda marcada “PR. A-168” que en los próximos 400 m. nos lleva a media ladera de “El Salto del Lobo”, con algunos tramos de mucho vuelo no aptos para personas con vértigo y que fue la opción que escogió nuestra querida amiga Celia. Sin embargo, hay otra opción que aún tiene mayores dosis de adrenalina y que al igual que la que realizamos con “Los Duques de Juanar” en noviembre de 2007, consistiría en abandonar el sendero oficial por la izquierda, ascendiendo directamente por un tenue sendero hasta la cercana cumbre del “Salto del Lobo”(1.143 m) propiamente dicho, disfrutando desde su cumbre de las únicas vistas posibles que de la localidad de Istán podemos obtener en todo el recorrido.
 Una vez en la cumbre del Salto del Lobo nos encontramos con un tramo de crestería muy escalonado entre rocas, relativamente asequible, siempre y cuando no nos acerquemos demasiados a los vertiginosos tajos del salto del Lobo que quedan a nuestra derecha, 
hasta que llegamos al borde de un tajo que parece inexpugnable en la bajada, desde el que tenemos vistas sobre la pedrera que se ha formado en el arroyo de La Calaña, instintivamente se suele buscar el descenso hacia la izquierda, es decir, alejándonos del filo de los tajos, sin embargo, el tramo mas asequible de bajada, se encuentra, tomando como referencia unos chaparros, que hay a pocos metros del tajo y que a través de un tramo de largos escalones, de esos que te obligan a poner el culo en el suelo, o a realizar un par de pequeños destrepes, 
poniéndote cara a la pared, te hacen ganar tierra firme, antes de lo esperado, volviendo a reagruparnos con nuestra compañera Celia, en el cercano collado del PR. A-168, desde donde estaba contemplando nuestra vertiginoso descenso, disfrutando del plácido sol de aquella mañana y de la seguridad del sendero a donde todos regresamos.
La siguiente cumbre que tenemos por delante es precisamente el techo de la Sierra, que no es otro que El Lastonar con sus 1.275 msnm, curiosamente la mas asequible de coronar, pero decidimos dejarlo para la vuelta, siguiendo por el sendero que lo faldea por su cara este, quedando la cumbre a nuestra derecha y llegando poco después al famoso paso donde en su día había un cable o unas cadenas, pero donde en esta ocasión no nos encontramos nada, la caída queda a nuestra izquierda, así que apoyando la mano derecha en las paredes de la crestería, pasamos a ritmo normal, como hay que pasar por estas zonas vertiginosas, ni muy lento, ni muy rápido y sin mirar hacia abajo, 
regresando a continuación a tierra firme, aunque a partir de ese paso, el sendero discurre por la misma crestería, dejándose caer a veces un poco a su derecha o un poco a su izquierda, pero ya sin ningún tramo expuesto hasta llegar a La Concha, 
sobre la que ya vamos acercándonos con vistas espectaculares sobre la misma, compartiendo este último tramo con el sendero que viene de Istán.
Viendo el mar a ambos lados de la cumbre, hacia la izquierda todo el tramo de costa que va de Marbella hacia Fuengirola y hacia la derecha todo el tramo que va de Puerto Banús, 
que también divisamos allí abajo hacia Estepona y toda la prolongación del litoral hasta Gibraltar, a donde también alcanzaba la vista, si bien en esta ocasión la nubosidad en la distancia nos impidió contemplar las costas de África.
La cumbre de La Concha (1.215 m) propiamente dicha pasa desapercibida para la mayoría de los senderistas, encontrándose junto al sendero, por donde todo el mundo sigue caminando hasta alcanzar unos 50 m mas allá, el extremo de la crestería en cuestión, al que obviamente llegamos en bajada, pues ya hemos dejado atrás la cumbre propiamente dicha, coincidiendo con una preciosa balconada sobre Marbella, el entorno de Sierra Blanca y todo el paisaje descrito anteriormente, donde se suele realizar la comida de rigor. Pero en nuestro caso, como se había hecho una parada técnica unos minutos antes, nada mas hacernos las fotos de grupo, regresamos sobre nuestros pasos, abandonando momentáneamente el sendero, para hacer cumbre en el cerro del Lastonar, donde estuvimos almorzando plácidamente bajo el sol del mediodía. Asomándonos a la cañada que hay justo debajo donde aún se pueden contemplar los restos del helicóptero que se estrelló en este lugar y ladera abajo la variante del sendero Istán-La Concha.
Reanudada la marcha el cielo comenzó a cubrirse de nubes con la aparición de viento norte. Eligiendo en esta ocasión el regreso convencional, faldeando el salto del Lobo, 
con preciosas vistas hacia la Sierra de las Nieves con su zona alta, cada vez mas cubiertas de nubes. 
Al llegar al collado de La Cruz de Juanar, abandonamos el PR. A-168, para iniciar el corto pero empinado ascenso por la cara oeste de la Cruz de Juanar (1.184 m), donde permanecimos el tiempo justo para hacernos las fotos de grupo, 
porque el viento norte comenciaba a arreciar de lo lindo, lo cual pudimos comprobar de lleno, nada mas iniciar el vertiginoso descenso, por el serpenteante y pedregoso sendero que por su cara noreste nos lleva hacia el bosque de pinos donde nos reagrupamos y donde el Maestro Don José nos mostró un curioso ejemplar de la seta conocida como “russula sanguínea”,
este bosque de pinos se encuentra muy cerca del Mirador del Macho Montes y por ende de la pista que a ella llega desde el Refugio de Juanar, hacia el que nos dirigimos dejando a nuestra izquierda el centro de investigación cinegética, donde estuvo emplazado el cazadero de la familia Larios y donde acudía entre otros el rey Alfonso XIII, para practicar la cacería por la zona y a continuación el olivar de Juanar, contemplando al fondo la cónica silueta del cerro Nicolás (1.019 m), 
de modesta altitud, pero esbelta silueta y sin sendero conocido, de hecho el Maestro Don José, nos comentaba, su aventura campo través el día que consiguió llegar a la cumbre, tomando como punto de partida, un recodo que parte de la pista por donde estábamos finalizando la ruta y que coincide con el tramo de pinos, muy cerca del curiosísimo castaño centenario, parecido a un “ent” del Señor de Los Anillos, 
que dejamos a nuestra derecha unos 200 m antes de regresar al aparcamiento del refugio, donde habíamos dejado los vehículos a primera hora de aquella mañana.

4 comentarios :

  1. Anónimo4:31 p. m.

    ¡Que bien Juani!
    Y te acuerdas del hipopótamo.
    Un lujo de sitio el jardín de mi casa.

    Fernando DDJ

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  2. Como lujo es tu amistad y el haberte tenido como guía en anteriores ocasiones por vuestros dominios.
    Recibe un fuerte abrazo y un beso para Ana y para Dani.

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  3. Anónimo5:06 p. m.

    Melenas si todo el mundo supiese que el embrión de todas tus locuras empezó hace muchos años junto a estas montañas de mi añorada Marbella.

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  4. Efectivamente quillo, la base del actual Comando Preston, toda una referencia, copiada e imitada en Málaga y provincias colindantes, se fraguó en aquellas inolvidables barbacoa en vuestra mansión de Marbella, desde donde contemplábamos La Concha, por aquel entonces como algo inalcanzable o muy difícil, convertido hoy en poco menos que un entrenamiento montañero, pero siempre muy placentero y entrañable.
    Un abrazo.

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