lunes, marzo 05, 2012

V Travesía del Jurásico: Sierra Chimenea y Torcal de Antequera

Cómo llegar al Torcal de Antequera: Si venimos por la A-92 u otras zonas del interior la referencia es Antequera, donde antes de llegar ya nos encontramos con señales indicativas del Torcal que nos orientan hacia la comarcal 3.310 a Villanueva de la Concepción, encontrándonos con el cruce para el Torcal a unos 12 km. una vez pasado el puerto de "La Boca del Asno".
Desde la costa, la mejor opción es tirar por la autovía antigua de Las Pedrizas y poco después de dejar atrás el 2º túnel tomamos el desvío para entrar en Casabermeja, desde donde enlazamos con la carretera local que se dirige a Villanueva de la Concepción, localidad por la que tenemos que pasar y unos seis kilómetros mas allá llegamos a la desviación por la que entramos en Torcal sin margen de error.
Cómo llegar al inicio de ruta: Una vez que hemos dejado algunos vehículos en el parking del Torcal, nos dirigiremos con el resto en dirección Antequera y al llegar al cruce que nos señala”Valle de Abdalajís” a la izquierda, tomaremos esta dirección, dejando a nuestra derecha el Lobo Park y la venta El Gazpacho, mientras a nuestra izquierda llevamos la inconfundible silueta de la sierra Chimenea, que va declinando su altitud hacia la dirección que llevamos, unos kilómetros después de la mencionada venta, tomaremos a nuestra izquierda la carretera ctra MA-437 La Joya-Los Nogales y al llegar al km 4, podemos dejar el coche en un ensanche a la derecha de la carretera donde se encuentra la Fuente de La Higuera (800 m), inicio de ruta desde nos introducimos en el carril de la Fuenfría en el margen izquierdo de la carretera, señalizado con una baliza verde de sendero local que nos indica: SL A-22, Ruta de La Escaleruela.
Ascenso acumulado: 1.050 m. Las subidas y bajadas son casi una constante en este recorrido con perfil en diente de sierra.
Altura mínima y Punto de partida: Fuente de La Higuera (800 m), Km 4, ctra MA-437 La Joya-Los Nogales).
Recorrido aprox: 18 Km. Tipo lineal (últimos 3 km circular).
Altura máxima: Camorro Alto (1.378 m)
Dificultad: Alta.
Principales escollos: terreno muy karstificado con grietas muy profundas en los metros finales del Camorro Alto y pasando al filo de algunos tajos tipo “GAME OVER” no sólo en la zona de cumbre sino en el descenso bajo las Galletas oblicuas o por la Cornisa del Diablo. (Absténganse personas con vértigo o no acostumbradas a caminar por terrenos muy rocosos).
Tiempo aprox.  8-9 horas
Tipo suelo: A excepción de los primeros 500 m por la pista de La Fuenfría y un corto tramo de carretera llegando al centro de Visitantes del Torcal, la mayor parte del recorrido discurre por tenues senderos de cabras intercalados con lapiaces muy desarrollados encontrándonos de vez en cuando con algunas grietas y pasos cercanos a algunos cortados.
Tipo de recorrido: Lineal.
Mapa: Valle de Abdalajís (1.038-II)
Introducción:  Se trata de una travesía que une dos sierras emblemáticas del Arco Calizo Central como son Sierra Chimenea y El Torcal de Antequera.
37 Participantes: Desde distintos puntos de la provincia de Cádiz vinieron: Manuela Cuesta “La dama de Hierro”, Reinaldo “El Senescal de la Bahía”, Carmen Delgado,
Miguel Becerra “Maestro Jedi”, Juan Carlos “El Rey de la Risa”, Pilar y Juan Luis España “El Pichichi de los techos provinciales”. Desde Córdoba: Héctor Reina “El Caimán de Puente Genil”. Desde Sevilla: Félix Aguilar. Desde Ronda:
Paco Domínguez “El Reportero de las cumbres”, Herminia “A Meiga da rías Baixas”, Agustín “El Bandolero del puente Viejo”, Salvadora, Rafa Flores “El mago gandalf de la Serranía”, Don Fernando “El Diácono”, Mari Carmen Barriga, Salvador Aguilar
Carlos Guerrero “El Mariscal de la Translíbica”, Salvador Moreno “Geyperman”. Desde Campillos: Macarena Romero Gallardo y Francisco Javier Ramirez Escribano. Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Fernando Jiménez “El Duque de Juanar”, Juan Antonio Villalba “Corsario de Sierra Almijara”, Victoria Beltrán “La Botánica”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Paco Jaime “El Sabio de Hortaleza”, Paco Leal “El Doctor Leal”, Ilse “La Gacela de la Selva Negra”, Pepe Guerrero “El Maestro Geobotánico”, Eduardo “Padre Carras”, Silvia Mérida “Al filo de lo Imposible”, Iván García, Ruben Infante, Valentín García Vioque “El Rey de la Montaña” y por quinto año consecutivo los tres guías habituales del Jurásico: Patricia López “La Chica que miraba a las estrellas”, Miguel “El Hombre que sabía demasiado” recién llegados de la Expedición Toubkal-Marrakech, y un servidor: Juan Ignacio Amador.
1ª parte: Cordal de Sierra Chimenea (el Camorro Alto):
Esta V edición del Jurásico comienza en la Fuente de la Higuera, que coincide con el inicio de la pista de la Fuenfría, señalizado con una baliza verde de sendero local que nos indica: SL A-22, Ruta de La Escaleruela por la que iniciamos la marcha en dirección ESTE con el cordal de la sierra a nuestra izquierda. Unos 600 m después al llegar a la altura de 4 encinas que quedan a la derecha del camino,   
abandonamos la pista por su margen izquierdo, rodeando el sembrado que dejaremos atrás para iniciar la ascensión hacia el cordal de sierra Chimenea, siguiendo un tenue sendero de cabras por el que llegaremos a una valla metálica que salvamos sin dificultad. 
Reanudamos la ascensión hacia nuestra derecha en perpendicular a la divisoria de aguas,  mientras que a nuestra espalda van quedando las vistas hacia el pico Capilla y monte Huma, escenario de las ediciones anteriores del Jurásico. 
Desde finales de enero hasta bien entrado el mes de mayo los lirios morado y el amarillo de las aulagas en flor pondrán una nota de color a esta ruta donde predominarán las tonalidades grises de las calizas intercaladas con el verde de pequeños prados y dolinas en lugares insospechados.
 Una vez que alcanzamos el pedregoso cordal, parcialmente karstificado, la ruta se convierte en una especie de jinkana con constantes subidas y bajadas, aunque con perfil predominantemente ascendente, prestando mucha atención al roquedo sobre el que caminamos para evitar grietas o aristas afiladas, en casi todo momento las tenues sendas de cabra nos sirven de referencia, mientras que los salientes de los espolones mas altos de la crestería van quedando casi siempre a nuestra izquierda. 
El enorme canchal se suaviza de vez en cuando al intercalarse con dolinas de distinto tamaño a mediación de la crestería nos encontraremos con una angarilla tras la cual ya estaremos cada vez mas cerca de la cumbre, a partir de aquí el itinerario ya es a gusto del consumidor, si bien las tenues sendas de cabra nos llevan por las zonas mas lógicas y prudentes, los amantes de las fuertes emociones con dominio de los terrenos rocosos muy accidentados suelen escoger el filo de los impresionantes cortados que pronto tendremos a nuestra izquierda, coincidiendo en todo momento con la cara norte del Camorro Alto.
En cualquier caso vamos a ir pasando junto a formaciones kárstikas que nos recuerdan cada vez mas al Torcal que por otra parte, ya vamos viendo frente a nosotros (dirección sureste). 
Mientras que a nuestra derecha, SUR, si la visibilidad lo permite podemos contemplar el Mediterráneo y al norte, a nuestra izquierda, la vega de Antequera y las subbéticas Cordobesas con Antequera a nuestros pies y tras ella la peña de Los Enamorados popularmente conocida como El Indio.
La cumbre del Camorro Alto con sus 1.378 msnm destaca espectacularmente sobre el entorno de la vega de Antequera, con escalofriantes tajos a escasos metros al norte del vértice geodésico transmiten gran sensación de altura con la que disfrutaron numerosos compañeros que aprovecharon la ocasión para fotografiarse al borde del abismo. 
Emblemática cumbre donde las haya, que también cuenta con algunas cruces, portal de belén, placas conmemorativas y la entrañable cafetera a modo de buzón de cumbre, donde “El Mariscal de la Translíbica” aprovechó para dejar constancia de nuestro paso por allí en tan señalado día. Para el descenso tomamos el habitual hacia el puerto de La Escaleruela, con impresionantes vistas hacia el Torcal y mas concretamente sobre el entorno de la Gran Dolina del navazo, desviándonos hacia nuestra derecha para tomar la variante que pasa junto a las galletas oblicuas, como si fuésemos en dirección al cortijo de Navarrete (suroeste), para inmediatamente después desviarnos hacia la izquierda dirección noreste descendiendo ya a pié de monte en paralelo a una valla metálica que llevaremos en todo momento a nuestra derecha, 
hasta que justo antes de llegar al puerto de La Escaleruela atravesamos por una angarilla.
2ª parte: Por el paraje natural del Torcal de Antequera
Una vez en el puerto de La Escaleruela, los dos accesos mas frecuentes para acceder al Torcal son o bien por la dolina del Torcal bajo o bien por la Gran dolina del Navazo, sin embargo hay un tercer acceso menos conocido, que se encuentra aproximadamente entre ambos, adentrándonos por él en una sucesión de callejones, pequeñas dolinas y extrañas formaciones imitativas por la que venimos a salir cerca del “Caliz” de la ruta roja, pasando poco después por la sima conocida erróneamente como cueva “del Toro”, situada en el extremo norte del perímetro del Camorro de las Siete Mesas, alrededor de la cual discurría el antiguo trazado de la ruta roja a través de la vertiginosa cornisa del Diablo, llegando hasta El Champiñón.
 
A escasos metros del “Champiñón”, también conocido como “El Sombrerillo” o “La Montera del Torero” nos encontramos con varios ejemplares de amonites tamaño plato, dignos de ser fotografiados para un libro de geología. Desde aquí seguimos rodeando el Camorro de Las Siete Mesas, máxima elevación del Torcal (1.344 msnm) que en realidad no es una cumbre propiamente dicha sino la mas alta de las siete elevaciones de esta peculiar meseta que vamos rodeando hasta que venimos a salir a la carretera de acceso al Centro de Visitantes del Torcal, al que llegamos por un sendero de reciente creación que nos permite llegar al mismo sin necesidad de caminar por la carretera como se hacía hasta hace poco. Todo ello después de haber visitado el emblemático monumento natural del “Tornillo”
lugar obligado de paso para el trazado de esta inolvidable travesía. Una vez en el centro de Visitantes, por donde estábamos obligados a pasar, la mayor parte del grupo optó por poner fin a la travesía, no sin antes, aprovechar la ocasión para acercarse al mirador del Anmonite, 
que a pesar de encontrarse a escasos metros del tramo final de la ruta verde, pasa desapercibido para la mayoría de visitantes, siendo una atalaya espectacular para disfrutar de unas vistas inmejorables sobre Villanueva de la Concepción, la Cabecera del río Campanillas, Montes y Hoya de Málaga, así como de numerosas sierras del arco calizo central.
Una vez finalizada la sesión de fotográfica y tras un brevísimo protocolo de despedida, el grupo de los insaciables, retomamos la marcha aprovechando para completar las rutas verde y amarilla, con las últimas luces del día. 
Disfrutando de las mágicas luces del atardecer sobre la parte alta de las extrañas formaciones rocosas que nos rodeaban por todas partes a nuestro paso por aquellos callejones, donde rebotaba el cántico de los pajarillos en un paraje que al contrario de lo que pueda parecer a primera vista rebosa vida por todas partes. Al dejar atrás el callejón del Tabaco, a sugerencia del “Hombre que sabía demasiado” tomamos un ramal hasta ahora inexplorado que nos llevó hasta el extremo occidental del cerro de Las Ventanillas, contemplando una puesta de sol absolutamente inolvidable para quienes tuvimos el privilegio de estar allí. Regresando sobre nuestros pasos, volvimos hasta la ruta amarilla, completando el recorrido en sentido contrario al habitual. Como era de esperar la noche nos alcanzó al entrar en el callejón Oscuro”, pero una generosa luna nueva alcanzando el ciclo de luna nueva, nos aportó luz suficiente para no necesitar echar manos de los frontales en ningún momento, hasta el punto que veíamos nuestra propia sombra reflejada sobre el suelo, mientras intentábamos inútilmente fotografiar las fantasmagóricas siluetas del entorno, aprovechando la poquísima luz que quedaba. 
No obstante, hasta la caída de la noche tuvo su encanto con la sensación de sentirnos seres verdaderamente privilegiados en un paraje natural único en el mundo como es el Torcal de Antequera a cuyo centro de visitantes regresamos sin dificultad por un sendero perfectamente marcado que ya nos conocemos de memoria después de haber trabajado en múltiples ocasiones como guía de este paraje natural, que como siempre respetamos al máximo. 
Crónica: Juan Ignacio Amador
Fotografía: Paco Leal y Juan Ignacio Amador

2 comentarios :

  1. preciosa ruta y preciosa foto la del ammonites!!

    Eres un crack!

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  2. Anónimo12:28 p. m.

    Juani esta ruta es de las que voy a recordar mucho tiempo y eso que me perdí el final.
    Lo habeis organizado genial y todo salió muy bien.
    Las fotos de la crónica por cierto son muy buenas a mi parecer.

    Un abrazo.
    Fernando. DDJ

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