lunes, septiembre 10, 2012

Por el Valle del Dílar, con alternativa de retorno circular por el PR.A-21 Canal de la Espartera


Entorno: Sector occidental parque natural de Sierra Nevada
Pueblos de referencia: Dílar
Cómo llegar al punto de encuentro: Desde Granada lo mejor es ir hacia la localidad de Otura por la autovía de la Costa, A-44, dirección Motril. La salida de Otura, la encontraremos a unos 12 km al sur de Granada capital, tal y como nos vamos acercando a la localidad de Otura tomaremos el desvío que nos indique dirección Dílar. Ya en esa localidad seguir las indicaciones de los carteles que nos llevan al río Dílar. Después de unos tres kilómetros se llega al cauce del río (último punto para los navegadores) Tras cruzar el puente, tomar el carril de la derecha, cementado, que nos lleva hasta un merendero y zona de aparcamiento, que se encuentra fácilmente. En cualquier caso, para evitar confusiones, no es posible seguir más allá en coche, por lo que nadie se pasará de largo. 
VERSIÓN LINEAL, Distancia aprox.  14 km (total 7 km de ida + 7 km de vuelta Desnivel aprox.  250 m
VERSIÓN CIRCULAR, Distancia aprox.  20 km Desnivel aprox.  700 m
Punto de partida: Junto al merendero del área recreativa Río Dílar, cercana al Aula de La Naturaleza de La casa del Toril.
Punto mas elevado: Enlace con el PR.A-21 unos 700 m antes de llegar a la casa de piedra, inicio del canal de La Espartera.
En la versión circular, el punto mas elevado sería el tramo de sendero que pasa muy cerca de la cumbre de La Boca de la Pescá.
Tiempo aprox. versión lineal 6 horas, versión circular: 7-8 horas.
Nivel dificultad: versión lineal baja, versión lineal: media.
Tipo suelo: pista terriza, sendero y el mismo cauce del río, aunque casi todo el tiempo tenemos la opción de ir por el sendero arenoso y pedregoso que discurre mas o menos paralelo a la orilla.
Mapa: Parque Nacional de Sierra Nevada (Edit. Penibética)
Hora puesta de sol y ciclo lunar: 20.39 pm, luna en cuarto menguante con un 40% de iluminación, que incluso llegamos a contemplar sobre nosotros a plena luz del mediodía.
Previsión meteorológica: 27ºC, con una suave brisa del suroeste que alivió muchísimo nuestro caminar por los largos tramos a pleno sol que tiene este recorrido, especialmente teniendo en cuenta que fue un típico cielo de verano  completamente azul durante toda la jornada.
Fecha de realización: sábado 8 de septiembre de 2012
Participantes: Desde Rota (Cádiz) vinieron: Reinaldo y Manuela “Los Senescales de la Bahía”. Desde distintos puntos de la Costa del Sol: Eduardo “El Padre Carras”, Guillermina “La Señorita Rotermeyer”, Vicky “La Botánica”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Patri “La Chica que miraba las Estrellas”, Migue “El Hombre que sabía demasiado”, Jacobo Salvado “El Biólogo”, la debutante Brida “La Suiza sin reloj”, María “La Ninfa do río Verdugo”, Nacho “El Demonio de Timanfaya”, su amigo Juanjo “El Niño Prodigio” y Juani.
Alicientes principales: Disfrutar de las cristalinas aguas del río Dílar, según los propios granadinos un río mágico. Desde el principio hasta el final del recorrido el entorno montañoso es grandioso con las espectaculares y extrañas agujas dolomíticas de la Boca de la Pescá desde el inicio del recorrido, la cuerda del Trevenque en el margén derecho (a nuestra izquierda a la ida) y los espectaculares Aláyos de Dílar en el margen izquierdo, que empezaremos a ver a nuestra derecha una vez superada la mitad del recorrido. Magníficas postales de montaña y ribera, siendo la casa de piedra de la toma del canal de la Espàrtera nuestro punto previsto de retorno.
Descripción del itinerario:
Tomando como punto de partida la zona de aparcamiento que nos encontramos al principio del área recreativa existente a orillas del río Dílar, a la que llegamos unos 10 minutos después de haber dejado atrás esta pequeña localidad. Iniciamos la caminata con la referencia principal de la pista terriza que discurre paralela al río por su orilla derecha en el sentido de la corriente, aunque en nuestro caso es la orilla izquierda, porque la ida la hacemos río arriba. Nada mas empezar nos encontramos con una barrera que corta el paso a vehículos no autorizados, junto a un panel con un rudimentario mapa de situación tipo “Usted está aquí”.
Si nos mantenemos caminando por esta pista, durante el primer kilómetro llevaremos las cristalinas aguas del río Dílar y la amplia zona de merenderos a la derecha y los paredones de la vertiente sur de la Boca de la Pescá a nuestra izquierda. Pero merece la pena hacer este primero kilómetro por la orilla contraría del Dílar, ya que existen numerosos puentecillos en este tramo y resulta mucho mas agradable caminar junto a las cristalinas y cantarinas aguas del Dílar y bajo la sombra de las choperas, hasta que al final de la zona del área recreativa, el río se encajona, obligándonos a regresar a la pista que en cualquier caso siempre hemos llevado en paralelo a nosotros unos 50m a nuestra izquierda.
El siguiente hito fácilmente reconocible de nuestro itinerario es la triple señalización de balizas grabada en madera, que por cierto, pide a gritos una reposición de balizas nuevas indicándonos: “Dilar” en el sentido por el que venimos, OESTE y en el sentido hacia el que vamos, ESTE: Toma canal de La Espartera y Verdeda del río Dílar por la pista que llevamos, sin embargo, nada pone de la ascensión a La Boca de La Pescá, por la preciosa vereda qque desde allí asciende en dirección norte y que está perfectamente marcada, coincidiendo además con el retorno de la versión circular de esta ruta y de una versión XXL de Los Alayos de Dílar que realizamos en enero 2011.
Unos 400 m mas allá de de esta señalización de balizas, se encuentra la Central Eléctrica de Nuestra Señora de Las Angustias, a donde llega una larguísima tubería precisamente procedente del canal de La Espartera, por donde el agua desciende de forma vertiginosa desde la parte alta de la Boca de La Pescá, generando de esa forma la energía eléctrica.
El Canal de la Espartera es una obra colosal que data de 1917; el director del proyecto fue el ingeniero D. José Morell Cuellar que simultaneó la obra con la Central de Diechar. Se proyectó como iniciativa de la la fábrica de pasta de esparto para papel Ntra. Sra. de las Angustias, de capital granadino, que a la vez que construía sus instalaciones en Benalúa de Guadix, previó asegurarse el suministro de fluido eléctrico mediante el aprovechamiento de un salto de agua en Dílar y el consecuente montaje de una línea de alta tensión hasta el pié de fábrica.
Tras tomar agua del río Dílar en la zona del Barranco de Aguas Blanquillas el canal recorre 7035 metros de longitud precisando de 47 puentes para atravesar toda la zona del Cortijo Rosales, Trevenque, Cortijo Sevilla, Cortijo Parejo y Boca de la Pescá para finalmente caer en picado hasta la central eléctrica.
D. José Morell Cuéllar (segundo sentado empezando por la derecha) junto con sus compañeros de promoción
Volviendo a nuestro itinerario, una vez que dejamos atrás la Central Eléctrica de Nuestra Señora de Las Angustias, con el río hasta ahora, siempre a nuestra derecha, veremos un primer vado, que no debemos tomar, pues se trata del desvío que nos llevaría hacia la variante de La Rambla Seca, por la que llegaríamos al cordal de Los Alayos, preciosa ruta de montaña donde las haya, pero nada recomendable para los calurosos días de verano. Conforme la pista se transforma en sendero comenzamos a caminar muy cerca de la orilla, pasando junto a una pequeña presa y pronto nos encontramos con el primero de los aproximadamente 8 ó 10 vados, que se traducen en las 8, 10 o mas veces que debemos cruzar el río, siendo prácticamente imposible evitar el contacto con el agua tarde o temprano, que por otra parte es una auténtica delicia en verano.
A partir de aquí nuestro sendero discurrirá unas veces por la orilla derecha y otras por la orilla izquierda, caminando entre abundante vegetación de ribera, cargada de sauces, juncos, pinares, olmos, rosal silvestre, majuelos, zumaque que ya empezaba a adquirir los primeros tonos rojizos otoñales, zarzamoras que fuimos degustando gran parte del camino, y otros arbustos que sirven de hábitat a especies de aves como mirlos, currucas, mosquiteros, herrerillos, carboneros, y aves de más porte, en los cortados, donde se pudimos contemplar bandadas de grajillas, el avión roquero, vencejos y golondrinas, además de alguna que otra rapaz.
Cada vez que el tramo de sendero por el que vamos llega a una zona escarpada por donde el río se encajona, automáticamente la senda nos lleva directamente al agua y ya en la orilla de enfrente podemos ver el inicio del siguiente tramo de sendero por donde debemos continuar. No hay que olvidar que estamos remontando un valle en ‘V’ bastante profundo donde la erosión de las rocas calizas ha dado lugar a la formación de imponentes paredones y afiladas crestas, los llamados “Dientes de Viejo” que podemos contemplar al inicio del recorrido a la altura de la central eléctrica. A esta geomorfología se suma la vegetación de un bosque en galería que nos acompaña durante gran parte del recorrido junto al cauce del río en contraste con los bosques de pino y las arenosas ramblas que de forma intermitente nos vamos encontrando en las zonas altas del valle. 
A veces el río llega a encajonarse tanto que el sendero, remonta pequeños escarpes por zonas muy erosionadas que no recuerdan a la zona alta de Los Alayos o la crestería del Trevenque, pero en cualquier caso, rápidamente volvemos a descender a la altura del río, de manera que a veces el sendero se confunde con zonas de aluvión donde suele llegar el agua en época de crecidas.
Por lo general el sendero, aunque a veces muy camuflado por la abundante vegetación de ribera es fácil de seguir, habiendo una única zona conflictiva que coincide con una zona de chopera, donde cometí el error de cruzar el río, ascendiendo su vertiente derecha, o izquierda en el sentido de la marcha, hasta enlazar con el sendero PR.A-21 del Canal de la Espartera, llegando en poco minutos a la casa de Piedra de la toma del canal donde comienza o finaliza dicho sendero. 
Mientras que lo correcto, tal y como dijo “El Hombre que sabía demasiado” (aunque yo no lo escuché por ir en cabeza de grupo), hubiera sido mantenerse en la vertiente izquierda, donde se encontraba la chopera, es decir, en la orilla derecha, según el sentido de nuestra marcha, sin necesidad de cruzar el río, pués el sendero continúa por la misma orilla de la chopera, remontando una ladera de unos 50 m de desnivel para volver a descender un kilómetro después hasta el río, en la zona mas bonita que vimos en todo el recorrido con su doble poza, cascada y puentecillo de madera que descubrimos en el regreso, quienes optamos por regresar por la versión lineal, con el aliciente de quitarnos la espinita para descubrir esa zona del recorrido junto al río, que nos habíamos saltado en el último tramo de la ida. 
Cuya idoneidad para el baño era muy superior a la zona del río Dílar que coincide con la Casa de Piedra de la toma del Canal de la Espartera, donde realizamos el almuerzo, disfrutando de abundante sombra y frescor, pero sin a penas profundidad para un baño ni siquiera en plan jacuzzi, a parte de que el agua estaba mas fría de lo que esperábamos.
Finalizado el almuerzo y una brevísima sesión de baño que mas bien se quedó en un “coictus interruptus” dada la pureza y sobre todo frialdad de sus aguas y tampoco demasiada calor en el exterior. Tal y como estaba previsto el grupo se dividió en dos para emprender el retorno, por un lado la versión lineal que consistía en regresar sobre nuestros pasos por el PR.A-21, sendero del Canal de la Espartera.
Hasta que 700 m mas allá de la Casa de Piedra, se coge el primer ramal que baja al río y que llega al mencionado puente de madera y la doble poza con una pequeña cascada que no habíamos visto a la ida, sin abandonar la compañía del río hasta regresar al inicio de recorrido.
Y por otro la versión circular montañera, en la que participaron los siguientes senderistas de leyenda: Reinaldo y Manuela “Los Senescales de la Bahía”, Eduardo “El Padre Carras”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Patri “La Chica que miraba las Estrellas”, Migue “El Hombre que sabía demasiado”, Jacobo Salvado “El Biólogo” y el candidato Nacho “El Demonio de Timanfaya”. Completando la totalidad del el PR.A-21, sendero del Canal de la Espartera, que va de la Casa de Piedra de la toma del canal, hasta las ruinas del cortijo Sevilla y el Mirador de Los Alayos de Dílar, recreándose con  bonitas vistas sobre Los Alayos en la vertiente opuesta del valle, faldeando empinadísimas laderas y pasando bajo la base de algunos tajos, agujas y crestones entre los cuales destaca el del barranco del Buho, donde el sendero traza una curva de herradura.
Unos 300 m mas allá del cortijo Sevilla, se llega al Mirador de los Alayos, clásico inicio de la ruta del Trevenque, que iremos dejando a nuestra espalda, mientras que a la derecha y cada vez mas atrás se deja la venta de la Fuente del Hervidero, caminando por una pista llana a modo de tregua, con acceso especial para minusválidos y unas vistas impresionantes del cordal de Sierra Nevada desde el Veleta hasta el Caballo que con las luces del atardecer es todo un espectáculoa nuestra espalda. Mas adelante se llega a un altozano, donde la pista se transforma en sendero y en pocos minutos llegamos al cerro de Las Pipas, mientras nos vamos aproximando a la parte alta de La Boca la Pescá
peculiar cerro, con peculiar centro de vigilancia forestal de color blanco en su cumbre, que recibe su nombre de la silueta a la que se asemeja y que se rodearemos por su cara norte para iniciar un largo y vertiginoso descenso final por un espectacular sendero que en pronunciados zig-zags salva de forma inverosímil la caída por los tajos junto a los que vamos bajando, teniendo la impresión en repetidas ocasiones de que es imposible que la senda pueda continuar, pero se trata de un sendero perfectamente acondicionado y reforzado con barandillas en las zonas mas delicadas, convirtiéndose en un auténtico espectáculo hasta devolvernos a la pista por donde iniciamos la ruta por la mañana, desde donde ya lo estábamos contemplando los integrantes del otro grupo que con un ritmo mucho mas pausado habíamos llegado casi al mismo tiempo, viniendo a salir a la señalización de balizas mencionadas al inicio de la descripción de este bonito itinerario, altamente recomendable como ruta de primavera o verano.
Regresando en pocos minutos al punto de partida, donde nos dimos un buen homenaje en el MERENDERO RÍO DÍLAR, siendo El Padre Carras, quien nos invitó a todos los presentes, incluidas algunas jarras de cerveza de 1 litro, que se llegaron a meter entre pecho y espalda el mismísimo Padre Carras y Jacobo “El Biólogo”.

1 comentario :

  1. Eduardo Campos10:15 a. m.

    Estupendo inicio de temporada. Esa cerveza la recordaré. Ya se me va levantando el ánimo para las travesías a las que me he apuntado en octubre...

    ResponderEliminar