Ríos de
la vertiente sur o litoral de Sierra Bermeja:
Sierra
Berrmeja, además de albergar el mayor afloramiento de roca de peridotita del
Mundo es una sierra muy rica en fuentes y manantiales que fluyen en ambas
vertientes. Si bien, por su caudal mas que ríos deberías ser denominados
arroyos, sus fuentes son tan ricas en aguas claras y abundantes, que de no ser
por la sobre explotación de la costa para regadío, piscinas, urbanizaciones,
campos de golf, viveros, etc… Todos ellos llegarían hasta la costa llevando
agua incluso en verano, pero por este motivo solemos ver su cauce seco en sus
últimos kilómetros antes de llegar a la costa.
Los mas
importantes de ESTE a OESTE son:
Río
Guadalmansa, tiene una longitud de unos 20 km, su cabecera queda a muy pocos
kilómetros del nacimiento del Guadalmina, al que llegaríamos tomando una pista
terriza que parte a los pocos kilómetros de tomar la carretera paisajística que
va del Puerto del Madroño hacia Pujerra. Su cuenca es de unos 50 km2,
recibiendo por su margen derecho los arroyos de la Majada Grande y del Rancho
Frío y justo después unos metros mas abajo se le une por su margen izquierdo el
arroyo Portilla.
Arroyo
Valerín es un curso acuático mas modesto que desemboca a la altura del parque
SELWO AVENTURA.
Río
Castor, curiosa denominación para un río mas propio de los Montañas Rocosas que
de estas sierras litoral del Mediterráneo. Tal vez pudiera deberse a la
existencia de estos animales en este precioso río de aguas cristalinas antes de
la extinción de estos simpáticos mamíferos vegetarianos que se extinguieron en
España en el siglo XVII por cazadores peleteros. En la actualidad, estos
animales han sido reintroducíos, traídos ilegalmente desde Alemania y en la
actualidad se han adaptado de maravilla en algunos ríos de Navarra, Aragón y La
Rioja.
En
cualquier caso cuesta creer que estos animales pudieran sobrevivir en la
actualidad en el río Castor, pues a pesar de sus cristalinas aguas, sus pozas
no son lo suficientemente grandes o profundas, como para crear sus famosos diques. Ni
siquiera las Nutrias, nombre con el que se conoce a una de las pozas del inicio
tradicional de ruta por este río, animal que con mayor seguridad si pudo
existir en este río hasta no hace mucho. Pero tratándose de un carnívoro
acuático, no se observa suficiente vida en sus riberas como para que también
pudieran adaptarse en la actualidad.
El río Castor cuenta con una longitud de unos 13 km y una cuenca de 24 km2, recibiendo
como afluentes, todos ellos por su margen izquierdo y en su cabecera, los
arroyos de La Fuente, de La Higuera y del Duende. Desemboca en la playa de la
Puntaa del castor a menos de 1 km de la desembocadura del río padrón al este
del famoso Hotel Kampinski de Estepona.
Río
Padrón o del Padrón, que tiene una longitud de unos 12 km y una cuenca
de unos 21 km2 recibiendo como afluentes a los arroyos Abrón e Infierno con los
que nos cruzamos en los km 11 y 12 respectivamente por la carretera de
Estepona-Los Reales y por su margen izquierdo ya muy cerca de su desembocadura
el Arroyo Obejeras. Es un río de características muy similares al río Castor.
Arroyo del Infierno, que discurre
justamente al sur del vértice geodésico de Los Reales de Sierra Bermeja, y que
desde prácticamente la perrera de Estepona que hay al inicio de la carretera de
Los Pedregales hasta su nacimiento ha servido para delimitar los términos municipales
de Estepona y Casares. Un par de kilómetros mas debajo de la perrera conocida
como “ADANA” el arroyo del Infierno, pasa a llamarse arroyo de Enmedio que
desemboca a muy pocos kilómetros al oeste del Puerto de Estepona.
Y por último tendríamos el arroyo
Vaquero que nace al este de Sierra Crestellina y discurre paralelo a la base de
la vertiente oeste de Sierra Bermeja, que en su tramo alto es conocido como la
Garganta del Palo, por donde discurre en paralelo a la antigua vereda
Estepona-Gaucín y llega a pasar muy cerca de la carretera EStepona, casares,
concretamente a la altura de la Venta de La Victoria, lugar a partir del cual
pasa a conocerse como arroyo Vaquero, que desemboca 1 km al oeste del arroyo de
Enmedio (aguas arriba del Infierno, no confundir con el tributario de la
cabecera del Padrón). La Urbanización junto a la cual desemboca lleva su
nombre.
Si seguimos hacia Poniente, (OESTE)
(dirección Algeciras) nos encontraríamos con el interesantísimo río Manilva. Y
hacia el Levante, al ESTE del río Guadalmansa, ya nos encontraríamos con el río
Guadalmina, muy conocido por el popular paraje de las Angosturas del
Guadalmina, Monumento Natural.
Descenso
del río Castor:
Punto
de encuentro recomendado: A
los pies de los grandes eucaliptos que hay junto al puente del río Padrón (2 km
antes de la primera entrada Estepona) , justo antes del mismo debemos salir de
la N-340 si venimos desde Marbella. O bien 2 km después de dejar atrás Estepona
si venimos desde allí en dirección Marbella.
Cómo
llegar al final previsto de ruta para dejar el coche 1 en el Camino del Castor:
(Sólo
aptos para 4x4 o vehículos altos acostumbrados a transitar por carriles)
Desde
la zona propuesta al pie de los eucaliptos junto al puente del río Padrón, dejando
éste a nuestra izquierda y la N-340 y la costa a nuestra espalda, tomaremos la
calle que sube entre chalets y urbanizaciones con buganvillas y otras plantas
en sus muros a veces blancos, a veces morado, hay varios cruces pero resulta
muy intuitiva, como norma general vamos casi todo el tiempo ascendiendo,
dirección norte hasta que la pista por la que vamos pasa a ser terriza y nos
encontramos un bonito pórtico de piedra y madera bajo el cual pasaremos y que
en su margen derecho tiene un azulejo donde se puede leer: “Puerta al Parque
Cultural Los Molinos-El NIcio, Camino
del Castor”.
Y ya no habrá perdida posible, dejando a nuestra izquierda una gasolinera que pertenece a la Autopista A-7, bajo la cual pasaremos comenzando a llevar a nuestra derecha el río Castor y teniendo por delante unos 2,5 km mas hasta que la pista queda cortada por la verja de entrada a la finca privada de la casa del Castor. Éste es un lugar donde hay muy poco espacio para aparcar, siendo recomendable en algún ensanche de la pista sin esperar llegar al final, que siempre podemos completar caminando (aunque en este caso ese tramo correspondería a nuestro último tramo de ruta).
Y ya no habrá perdida posible, dejando a nuestra izquierda una gasolinera que pertenece a la Autopista A-7, bajo la cual pasaremos comenzando a llevar a nuestra derecha el río Castor y teniendo por delante unos 2,5 km mas hasta que la pista queda cortada por la verja de entrada a la finca privada de la casa del Castor. Éste es un lugar donde hay muy poco espacio para aparcar, siendo recomendable en algún ensanche de la pista sin esperar llegar al final, que siempre podemos completar caminando (aunque en este caso ese tramo correspondería a nuestro último tramo de ruta).
Cómo
llegar al inicio de ruta para dejar el coche 2:
Una vez reagrupados en el resto de vehículos regresaremos por donde hemos llegado, volviendo a incorporarnos a la N-340, para poco después entrar en Estepona (pues incomprensiblemente a estas alturas de siglo XXI, la carretera de Los Reales carece de un acceso directo desde la N-340 o desdoble de la A-7…¡Andalucía imparable!). De manera que por cojones hay que entrar en Estepona, por la 1ª entrada que nos encontramos la que pasa cerca de su palacio de Congresos y Carrefour y justo al llegar al inicio del Paseo marítimo, tomamos la carretera que comienza a subir, hacia la derecha.
Al llegar a un semáforo giraremos a la derecha, dejando a nuestra izquierda un MERCADONA que hace esquina, se trata de una calle que tomaremos cuesta arriba llamada "Avenida de Los Reales" que finaliza en una pequeña rotonda donde comienza el ascenso por la mítica carretera de Peñas Blancas (MA-557 EStepona-Los Reales-Jubrique-Genalguacil), muy frecuentada por ciclistas.
Pasado el km. 9 y poco antes de llegar al km. 10, justo después de una curva de orquilla a nuestra izquierda, en mitad de un tramo recto que nos orienta de frente hacia la cumbre de los Reales, tenemos a la derecha el inicio de una pista terriza, que es nuestro camino a seguir, en cuya
entrada hay una verja metálica normalmente abierta, ésta pista faldea todas y cada una
de las cañadas donde se forman los arroyos tributarios de la cabera de los ríos
Padrón y Castor, hasta llegar al arroyo Valerín, cuyo curso acompañará hasta
venir a desembocar en la N-340 muy cerca de la entrada del parque SELWO
AVENTURA.
En
contraste con la masificada Costa del Sol, se trata de una de las
zonas mas solitarias y desconocidas de la provincia de Málaga, una amplia
extensión de Sierra Bermeja, por donde va faldeando la pista por la que ahora
nos adentraremos, tan sólo utilizada por ciclistas (mountain bike), agentes del
seprona o medio ambiente. Nosotros recorrimos por ella unos 12 km, que
coinciden con la distancia que hay hasta llegar a la 5ª plataforma de cemento
que nos encontramos en la pista y que coincide con el arroyo del Duende (ver mapa).
Pero se puede empezar el descenso en la plataforma 3 (aprox. km 9) que coincide con la Fuente que se ve en la imagen y que coincide con el curso del río Castor en su primer tramo propiamente dicho.
Pero se puede empezar el descenso en la plataforma 3 (aprox. km 9) que coincide con la Fuente que se ve en la imagen y que coincide con el curso del río Castor en su primer tramo propiamente dicho.
Las
plataforma 1 coincide con una Fuente, por donde pasa el arroyo del "Infierno 2" (lo llamamos "Infierno2" para distinguirlo del arroyo del Infierno de la vertiente sur) y la plataforma 2, unos 500 m mas allá que coincide con el arroyo Abrón, ambos tributarios del río Padrón.
Aunque
el 85% de la pista resulta medianamente aceptable para cualquier turismo el 15%
restante es una jinkana de baches, piedras sueltas de todos los tamaños,
algunas de ellas tremendos bloques caídos desde la fuerte pendiente que a veces
tendremos a nuestra izquierda y que se corresponden con una fuerte caída a
nuestra derecha, al borde de la cual pasará mas de uno con los huevos de
corbata sin atreverse a mirar hacia abajo, pista no apta para personas con
vértigo o para quien padezca de mareos, ya que con las curvas también lo puede
pasar fatal. Algunos rodeos de lomas son tan largos como la famosa horquilla entre
el Puerto del Madroño y el cerro Cascajares en la carretera San Pedro-Ronda,
pero por una pista terriza, con un montón de piedras que nos obligarán a
bajarnos del coche en mas de una ocasión para quitarlas de en medio.
Aproximadamente a unos 3 km del inicvio de la pista dejaremos a nuestra derecha un helipuerto, unas porterías de futbito y seguidamente una balsa
contra incendios.
Si no se dispone de un 4x4, lo suyo es dejar ya aquí los vehículos y continuar a pie, porque a
partir de aquí empieza lo peor y comienza el tramo de aventura CAMEL TROPIC
BERMEJENSE (sólo apto para 4x4). A partir de pasar junto a la balsaa contraincendios que dejamos a la derecha, la pista se orienta en dirección ESTE y aproximadamente 1 km después vira dirección NORTE, comenzando aa describir una gran orquilla o herradura hasta que la pista comienza a virar al ESTE y SURESTE , justo donde comienza a girar, unos 3 km mas allá de la balsa contraincendios la pista salva las aguas recién nacidas del río Padrón, este sería el inicio de ruta en caso de querer hacer el descenso del Padrón.
Para iniciar el descenso del río castor escogeremos cualquiera de las plataformas de hormigón que nos encontramos entre los Km 11 y 13, es decir plataforma 3: "Fuente del castor", plataforma 4: "arroyo de La Higuera" o plataforma 5 "arroyo del Duende", que fué el que escogimos nosotros .
Para iniciar el descenso del río castor escogeremos cualquiera de las plataformas de hormigón que nos encontramos entre los Km 11 y 13, es decir plataforma 3: "Fuente del castor", plataforma 4: "arroyo de La Higuera" o plataforma 5 "arroyo del Duende", que fué el que escogimos nosotros .
Distancia
aprox. 10 km hasta la Charca de Las
Nutrias (unos 14 hasta la playa).
Desnivel
aprox. descenso 690 m
Punto
de partida: Plataforma 5 (arroyo del Duende, aprox. unos 800 msnm)
Punto
mas bajo: Charca de Las Nutrias (aprox. 110 msnm)
Tiempo
aprox. 7 horas (en plan tranquilo).
Nivel
dificultad: Medio bajo en cuanto a esfuerzo físico, pero Medio/Alto en cuanto a la parte técnica por la cantidad de rocas sobre la que iremos caminando de
principio a fin, sin un solo metro de sendero o camino, salvo un puente a la
altura de la pista de Los Altabacales.
Tipo
suelo: lecho del río o si lo preferimos orillas, todo el terreno es
eminentemente rocoso compuesto en su mayor parte por grandes bloques de
peridotita.
Tipo
de recorrido: travesía lineal anfibia.
Mapa: Cabecera del río Castor (Mapa IGN 1.065-III, Benahavís),
tramo medio y bajo del río Mapa IGN 1072 –I, EStepona).
Fecha de realización: sábado 25 de mayo de 2013, jornada de cielos
despejados con una temperatura muy agradable que osciló entre los 20 y 25 ºC y
ausencia de viento, resultando muy agradables los baños en las cristalinas
pozas del río Castor, sobre todo a partir de las 12.00 del mediodía.
Participantes: Nuestro anfitrión y propietario del 4x4 sin el cual
no hubiéramos llegado al inicio de ruta, el Catedrático Geobotánico Don José
Guerrero, con el que una vez mas resultó un lujo caminar por un territorio que
se conoce como la palma de su mano que finalmente consiguió completar la ruta sin mojarse un centímetros sus botas y pantalón largo. Eduardo “Mister Aplicaciones”, calzón negro y camiseta amarillo fosforito, magnífico
compañero de aventuras y Gran Maestro en el Arte del saber vivir y un servidor:
Juan Ignacio Amador.
A tener en cuenta:
A tener en cuenta:
1º)
Para la realización de esta ruta es imprescindible no sólo un 4x4 para llegar
al inicio de ruta sino un 2º que dejemos al comienzo de la jornada en el final
previsto de recorrido para recuperar el 1º una vez finalizada la ruta.
2º)
Las distancias kilométricas intermedias mencionadas sobre el mapa son
aproximadas pero exactas.
3º)
Al igual que hicieron mis compañeros Pepe Guerrero y Eduardo la mayor parte del
tiempo, éste es una río con los márgenes lo suficientemente abiertos para
caminar por fuera del mismo todo el tiempo si así lo deseas, pudiendo esquivar
la zona de los cahorros del final, remontando el margen izquierdo del río, por
una zona de pinos. No obstante, conviene llevar bote estanco para mantener
protegida cualquier cosa que sea susceptible de mojarse porque en este tipo de
rutas es muy normal que se nos pueda mojar la mochila o parte de la misma.
4º)
Aunque llevar un botiquín siempre resulta recomendable, mucho mas en rutas como
estas en las que estamos expuestos a una torcedura de tobillo a poco que nos
confiemos, es un terreno extremadamente pedregoso, no apto para personas no
acostumbradas a caminar por terrenos muy accidentados que a veces convierte
esta ruta en una auténtica jinkana.
1ª parte: Descenso por el arroyo del Duende desde la plataforma 5, hasta su unión con el arroyo de La Higuera en el puente-vado de Los Altabacales:
1ª parte: Descenso por el arroyo del Duende desde la plataforma 5, hasta su unión con el arroyo de La Higuera en el puente-vado de Los Altabacales:
Como
ya hemos dicho anterior, tomando como referencia la quinta plataforma de
cemento, que viene a coincidir con el km 12 de la pista terriza por donde pasa
el arroyo del Duende.
Iniciamos el descenso por éste, por tratarse del tributario mas lejano a su nacimiento, aunque por poca diferencia, en un principio descendimos por su margen izquierdo abriéndonos paaso entre grandes palmitos. La roca peridotita estaba presente por todas partes, así como el cántico de los pajarillos y el sonido del agua que nos acompañaría de principio a fin, mas cantarina en los pequeños rápidos y mas sosegada en la pozas amplias.
Iniciamos el descenso por éste, por tratarse del tributario mas lejano a su nacimiento, aunque por poca diferencia, en un principio descendimos por su margen izquierdo abriéndonos paaso entre grandes palmitos. La roca peridotita estaba presente por todas partes, así como el cántico de los pajarillos y el sonido del agua que nos acompañaría de principio a fin, mas cantarina en los pequeños rápidos y mas sosegada en la pozas amplias.
La abundancia de pinos, abarca hasta los puntos mas lejanos que abarquen nuestra mirada, aunque al poco de
introducirnos en la cuenca del arroyo, nuestra visión se reduce hasta el inicio
de la próxima curva del cauce, ya que la mayor parte del tiempo iremos
encajonado entre las empinadas laderas entre las que discurre, de vez en cuando
nos encontramos con un salto de 4/5 metros de altura que salvamos fácilmente a
veces por la izquierda, otras por la derecha. Pero el caminar es lento, porque
avanzamos por un terreno muy accidentado.
Otra
característica de los cursos altos de estos ríos son los troncos atravesados
que nos encontramos a nuestro paso. El Maestro Geobotánico, Don José Guerrero,
no tardó en ilustrarnos sobre el desarrollo de una libélula que nos encontramos
en su última fase de formación en una piedra sobre el río.
Tras
un inicio muy escalonado, como corresponde a cualquier curso alto de estos
arroyos de montaña, su perfil comenzó a suavizarse poco antes de llegar al
único camino con el que nos cruzaríamos en toda nuestra trayectoria y que
coincide con una pista secundaria, donde nuestro arroyo del Duende, se une al
de La Higuera y ambos ya unidos pasan bajo un pequeño puentecillo, junto al
cual podemos leer en un azulejo, Los Altabacales, nombre de la casa a la que
llegaríamos si tomásemos esa pista a la derecha, tal y como llegamos a la misma.
2ª
parte Desde el carril- puente de Los Altabacales hasta la segunda rambla recta
donde el río de bifurca en dos ramales.
Al
llegar al carril-puente de Los Altabacales, remontamos unos 50 m el arroyo de
La Higuera, aguas arriba encontrándonos con una bonita poza.
Aguas abajo el río presentaba algunos tramos rectos y relativamente llanos, escogiendo siempre la orilla mas favorable para avanzar a través de las abundantes piedras del cauce y su entorno.
Hasta que llegábamos al siguiente recodo que dibujaba el cauce, donde Pepe y Eduardo escogían la vertiente mas favorable para avanzar sin mojarse, mientras que yo escogía tirar por la calle de en medio, disfrutando de pequeños rápidos y aguas cristalinas, a cuya temperatura ya me había habituado perfectamente, después de los dos primeros chapuzones.
Aguas abajo el río presentaba algunos tramos rectos y relativamente llanos, escogiendo siempre la orilla mas favorable para avanzar a través de las abundantes piedras del cauce y su entorno.
Hasta que llegábamos al siguiente recodo que dibujaba el cauce, donde Pepe y Eduardo escogían la vertiente mas favorable para avanzar sin mojarse, mientras que yo escogía tirar por la calle de en medio, disfrutando de pequeños rápidos y aguas cristalinas, a cuya temperatura ya me había habituado perfectamente, después de los dos primeros chapuzones.
En
el río Castor al igual que en el resto de ríos de Sierra Bermeja se repite la
constante de encajonamientos del río que coinciden con grandes bloques de
peridotita o mármoles blancos como los curiosos cahorros a los que llegaríamos cerca del final del recorrido.
En las zonas donde el cauce queda mas encajonado, las pozas ganan en belleza y profundidad y al mismo tiempo se forman escalonados toboganes con pequeños rápidos y cascadas que a pesar de su modesto tamaño, nos permiten disfrutar de rincones de gran belleza y paz, que nos hace sentir seres auténticamente privilegiados en perfecta fusión y armonía con un entorno, en el que siempre tenemos la impresión de ser las únicas personas en muchos kilómetros a la redonda.
En las zonas donde el cauce queda mas encajonado, las pozas ganan en belleza y profundidad y al mismo tiempo se forman escalonados toboganes con pequeños rápidos y cascadas que a pesar de su modesto tamaño, nos permiten disfrutar de rincones de gran belleza y paz, que nos hace sentir seres auténticamente privilegiados en perfecta fusión y armonía con un entorno, en el que siempre tenemos la impresión de ser las únicas personas en muchos kilómetros a la redonda.
Pronto
pasaremos bajo el cable de alta tensión que ya veíamos desde el carril, cuando
pasemos bajo él, estaremos a la altura de la casa de Los Altabacales, que
quedará a nuestra derecha, pero que no veremos, porque queda muy por encima de
nosotros. Después de cada encajonamiento, nos solemos encontrar con tramo
rectos y mas rocas hasta donde abarca la vista, pero después de un rato
caminando sobre ellas le vas pillando el tranquillo, a la hora de escoger el
mejor tipo de rocas para caminar, siendo mas recomendables las rocas grandes y
planas. Al contrario que cuando vas por el agua.
Llega
un momento en que nos encontramos con un primer
tramo de mas de cien metros de largo completamente recto, que
denominamos la primera rambla ancha, que a partir de este momento se va a
intercalar con pozas que se han formado entre grandes bloques de peridotita.
Encontrándonos de vez en cuando con grandes cantos rodados de olivina del
tamaño de una sandía, mostrándonos la belleza de sus cristales de color verde.
Después
de esta primera rambla ancha, se van a ir intercalando nuevas pozas entre
bloques mas aislados y pequeños rápidos, mientras que el cauce se va
ensanchando en todo momento rodeado de pinos hasta que llegamos a la segunda rambla
ancha.
Al fondo vemos un nuevo cable de tendido eléctrico, mientras seguimos caminando sobre una sucesión interminable de cantos rodados, en cuyo final hay un bloque de peridotita del tamaño de una furgoneta que fue hasta donde llegamos en nuestra anterior exploración en junio de 2011.
Y donde al igual que en aquella ocasión nos volvimos a hacer la foto de grupo, no por ser ni mucho menos el lugar mas emblemático, sino mas bien como algo simbólico, porque la vez anterior que estuvimos en este lugar nos dijimos, la próxima vez que vengamos haremos el descenso desde arriba del todo y eso era precisamente lo que ahora estábamos haciendo.
Al fondo vemos un nuevo cable de tendido eléctrico, mientras seguimos caminando sobre una sucesión interminable de cantos rodados, en cuyo final hay un bloque de peridotita del tamaño de una furgoneta que fue hasta donde llegamos en nuestra anterior exploración en junio de 2011.
Y donde al igual que en aquella ocasión nos volvimos a hacer la foto de grupo, no por ser ni mucho menos el lugar mas emblemático, sino mas bien como algo simbólico, porque la vez anterior que estuvimos en este lugar nos dijimos, la próxima vez que vengamos haremos el descenso desde arriba del todo y eso era precisamente lo que ahora estábamos haciendo.
A
partir de el mencionado peñasco ya caminábamos por terreno conocido, rambla
giraba levemente a la derecha, volviéndose a ensanchar aún mas, siendo el tramo
mas ancho de todo el cauce, hasta el punto que se ha formado una especie de
isleta en el centro del mismo a base de cantos rodados que arrastrados en época
de crecidas han llegado a formar una especie de montículo, que cuando baja el
nivel de las aguas, éstas discurren por dos brazos que coinciden con cada
orilla, como si de dos arroyos paralelos se tratara, impresiona imaginar el
cauce del Castor rugiendo cuando baja a tope de agua con las lluvias
torrenciales ocupando todo el ancho de su cauce, que en el estío queda muy
mermado, aunque siempre con agua y nunca exento de belleza.
El
siguiente tramo es una sucesión de curvas entre grandes bloques de peridotita,
donde el cauce vuelve a estrecharse formando pequeños rápidos, bañeras,
toboganes y pozas de mayor profundidad que finalizan en una preciosa poza con
algo de arena en su orilla derecha que ya en la vez anterior bautizamos como la
Poza de Don José, en honor a nuestro maestro Geobotánico Don José Guerrero (que
aparece junto a la poza, aunque no es la mejor perspectiva de la misma).
Poco
después, volvíamos a encarar un último tramo de rambla ancha, aunque esta vez
mucho mas corto, donde ya van apareciendo bloques aislados de mármoles blancos
que son un preludio del espectáculo al que estamos a punto de llegar que no es
otro que los famosos encajonamientos entre los mármoles del río castor, sin
lugar a dudas la zona mas espectacular desde el punto de vista geológico.
sobre
mármoles blancos con diopsido y forsferita del Complejo Alpujárride. Presenta
paredes verticales y el lecho rocoso está salpicado por numerosas marmitas de
gigante donde se forman pozas y cascadas.
Los mármoles
están muy pulidos debido a la acción erosiva de las aguas que arrastran grandes
bolos de peridotitas de Sierra Bermeja.
Hay un
estrechamiento muy característico que nos obliga a pasar por una especie de
embudo por el que nos dejamos caer a través de una pequeño y muy pulido
tobogán, se trata de la Poza del Embudo.
A quienes no sean amigos de meterse hasta el cuello, existe la posibilidad de salvar este primer tramo de cahorros, remontando el talud de la orilla izquierda, caminando entre los pinos y viniendo a salir por un empinado terraplén a la mencionada Poza del Embudo que aparece en la foto de abajo.
A quienes no sean amigos de meterse hasta el cuello, existe la posibilidad de salvar este primer tramo de cahorros, remontando el talud de la orilla izquierda, caminando entre los pinos y viniendo a salir por un empinado terraplén a la mencionada Poza del Embudo que aparece en la foto de abajo.
A partir de
la cual, los encajonamientos pasan a ser intermitentes así como los bloques de mármol,
que vuelven a intercalarse con grandes bloques de peridotita, una nueva
sucesión de pasillos, por donde desciende el cauce a través de pequeños saltos y
rápidos, donde resulta mas fácil avanzar por fuera del agua, hasta que llegamos
a un último encajonamiento de unos 20 m de largo, que en anteriores ocasiones
teníamos que pasar a nado pues no hacíamos pie y sin embargo esta vez el agua
nos llegaba por el pecho en su parte mas profunda.
Y es que una
vez mas hay que recordar que un río es como una gran criatura viva, que según
la fuerza del caudal que haya llevado en las temporadas de fuertes lluvias
invernales, puede modificar poderosamente el aspecto de su curso y el nivel de
profundidad de sus pozas. En este caso, como bien nos explicó el maestro Don
José Guerrero, este pasillo presentaba ahora menor profundidad porque teóricamente el río había arrastrado una
cantidad de arena en las últimas crecidas en este último encajonamiento y por
lo tanto ahora el fondo estaba mas alto. Mientras que en las pozas, donde aguas
arriba había quitado tierra, ahora estarían mas profundo, proceso que podría
invertirse en la próxima crecida y así sucesivamente.
Después de
este último encajonamiento el río encara un último tramo recto, que nos podemos
saltar, tomando un sendero que discurre paralelo a su margen izquierdo y que nos lleva
directamente hasta la frecuentada Charca de Las Nutrias, bastante afeada por
una especie de dique que colocaron allí en su día. Junto a la orilla izquierda
de la Charca de las Nutrias, nos encontramos con una especie de bar abandonado
y a muy pocos metros un pozo tapado con una malla metálica donde la gente ha
arrojado todo tipo de porquerías.
A esta
altura cruzamos a la otra orilla del río Castor, tomando una vereda que
discurre en paralelo a una valla metálica que tenemos a nuestra derecha,
mientras que a la izquierda tenemos lo que parece una especie de vivero de palmeras-cocotero.
Esta senda nos conduce al final de la pista que queda cortada por la verja de entrada a la Casa del Castor, junto a la cual suele aparcar la gente que viene a la Charca de las Nutrias. Pero como se trata de un lugar muy estrecho, con un mínimo margen de maniobra, preferimos aparcar un kilómetro antes de llegar, que obviamente recorrimos a pie, disfrutando de la variada flora de esta pista muy sombreada con abundancia de alcornoques y algarrobos, hasta llegar al ensanche de pista donde habíamos estacionado el primer vehículo.
Podríamos haber continuado hasta la Costa, pero los últimos kilómetros de estos ríos (arroyos) que desembocan en la costa atraviesan fincan privadas y comparten su curso con carreteras o caminos vecinales que lo hacen menos interesantes, si bien para una próxima ocasión nos gustaría, continuar aguas abajo de la Charca de Las Nutrias hasta al menos el viaducto de la A-7.
A la derecha, podemos contemplar esta preciosa flor amarilla de la familia de las "dedaleras" (muy frecuentes en el cercano parque natural de Los Alcornocales), que junto con algunas orquídeas rosas y otras llamativas flores de montaña abundan en los márgenes de la pista que atraviesa la cabecera de los río Padrón y castor.
Esta senda nos conduce al final de la pista que queda cortada por la verja de entrada a la Casa del Castor, junto a la cual suele aparcar la gente que viene a la Charca de las Nutrias. Pero como se trata de un lugar muy estrecho, con un mínimo margen de maniobra, preferimos aparcar un kilómetro antes de llegar, que obviamente recorrimos a pie, disfrutando de la variada flora de esta pista muy sombreada con abundancia de alcornoques y algarrobos, hasta llegar al ensanche de pista donde habíamos estacionado el primer vehículo.
Podríamos haber continuado hasta la Costa, pero los últimos kilómetros de estos ríos (arroyos) que desembocan en la costa atraviesan fincan privadas y comparten su curso con carreteras o caminos vecinales que lo hacen menos interesantes, si bien para una próxima ocasión nos gustaría, continuar aguas abajo de la Charca de Las Nutrias hasta al menos el viaducto de la A-7.
A la derecha, podemos contemplar esta preciosa flor amarilla de la familia de las "dedaleras" (muy frecuentes en el cercano parque natural de Los Alcornocales), que junto con algunas orquídeas rosas y otras llamativas flores de montaña abundan en los márgenes de la pista que atraviesa la cabecera de los río Padrón y castor.
Qué chulada y no ceo que sea fácil volver a hacerla por lo de los 4x4. Puedo consolarme pensando en lo que se ahorraron mis rodillas...No haré preguntas sobre las fotos de animales.
ResponderEliminarObviamente la foto del Castor es de archivo, pues como pues como bien queda aclarado en el apartado de introducción del río Castor, si alguna vez existieron castores en él fue antes del siglo XVII, fecha en que quedaron extinguidos los castores en España.
ResponderEliminarObviamente la foto del Castor es de archivo, pues como pues como bien queda aclarado en el apartado de introducción del río Castor, si alguna vez existieron castores en él fue antes del siglo XVII, fecha en que quedaron extinguidos los castores en España.
ResponderEliminarMuy buenas. Hay un dato que no me cuadra y es la altitud de 800 mtrs en la 5ª plataforma (Arroyo del Duende) a mi me sale como unos 480 mtrs. ¿me lo podría verificar, por favor?
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog y muchas gracias.
Amigo Álvaro: llevas toda la razón. Me di cuenta en una ruta posterior descendiendo el río Padrón, pero se me olvidó corregir el dato en esta entrada anterior.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu recordatorio.
Un saludo y seguir disfrutando de la Naturaleza, desde el respeto al Medio Ambiente