martes, mayo 28, 2013

Descenso del río Castor

Entorno: Vertiente sur de Sierra Bermeja
Pueblo de referencia: Estepona, una de las principales localidades de la Costa del Sol Occidental
Ríos de la vertiente sur o litoral de Sierra Bermeja:
Sierra Berrmeja, además de albergar el mayor afloramiento de roca de peridotita del Mundo es una sierra muy rica en fuentes y manantiales que fluyen en ambas vertientes. Si bien, por su caudal mas que ríos deberías ser denominados arroyos, sus fuentes son tan ricas en aguas claras y abundantes, que de no ser por la sobre explotación de la costa para regadío, piscinas, urbanizaciones, campos de golf, viveros, etc… Todos ellos llegarían hasta la costa llevando agua incluso en verano, pero por este motivo solemos ver su cauce seco en sus últimos kilómetros antes de llegar a la costa.
Los mas importantes de ESTE a OESTE son:
Río Guadalmansa, tiene una longitud de unos 20 km, su cabecera queda a muy pocos kilómetros del nacimiento del Guadalmina, al que llegaríamos tomando una pista terriza que parte a los pocos kilómetros de tomar la carretera paisajística que va del Puerto del Madroño hacia Pujerra. Su cuenca es de unos 50 km2, recibiendo por su margen derecho los arroyos de la Majada Grande y del Rancho Frío y justo después unos metros mas abajo se le une por su margen izquierdo el arroyo Portilla.
Arroyo Valerín es un curso acuático mas modesto que desemboca a la altura del parque SELWO AVENTURA.
Río Castor, curiosa denominación para un río mas propio de los Montañas Rocosas que de estas sierras litoral del Mediterráneo. Tal vez pudiera deberse a la existencia de estos animales en este precioso río de aguas cristalinas antes de la extinción de estos simpáticos mamíferos vegetarianos que se extinguieron en España en el siglo XVII por cazadores peleteros. En la actualidad, estos animales han sido reintroducíos, traídos ilegalmente desde Alemania y en la actualidad se han adaptado de maravilla en algunos ríos de Navarra, Aragón y La Rioja.
En cualquier caso cuesta creer que estos animales pudieran sobrevivir en la actualidad en el río Castor, pues a pesar de sus cristalinas aguas, sus pozas no son lo suficientemente grandes o profundas, como para crear sus famosos diques. Ni siquiera las Nutrias, nombre con el que se conoce a una de las pozas del inicio tradicional de ruta por este río, animal que con mayor seguridad si pudo existir en este río hasta no hace mucho. Pero tratándose de un carnívoro acuático, no se observa suficiente vida en sus riberas como para que también pudieran adaptarse en la actualidad.
El río Castor cuenta con una longitud de unos 13 km y una cuenca de 24 km2, recibiendo como afluentes, todos ellos por su margen izquierdo y en su cabecera, los arroyos de La Fuente, de La Higuera y del Duende. Desemboca en la playa de la Puntaa del castor a menos de 1 km de la desembocadura del río padrón al este del famoso Hotel Kampinski de Estepona.
Río Padrón o del Padrón, que tiene una longitud de unos 12 km y una cuenca de unos 21 km2 recibiendo como afluentes a los arroyos Abrón e Infierno con los que nos cruzamos en los km 11 y 12 respectivamente por la carretera de Estepona-Los Reales y por su margen izquierdo ya muy cerca de su desembocadura el Arroyo Obejeras. Es un río de características muy similares al río Castor.
Arroyo del Infierno, que discurre justamente al sur del vértice geodésico de Los Reales de Sierra Bermeja, y que desde prácticamente la perrera de Estepona que hay al inicio de la carretera de Los Pedregales hasta su nacimiento ha servido para delimitar los términos municipales de Estepona y Casares. Un par de kilómetros mas debajo de la perrera conocida como “ADANA” el arroyo del Infierno, pasa a llamarse arroyo de Enmedio que desemboca a muy pocos kilómetros al oeste del Puerto de Estepona.
Y por último tendríamos el arroyo Vaquero que nace al este de Sierra Crestellina y discurre paralelo a la base de la vertiente oeste de Sierra Bermeja, que en su tramo alto es conocido como la Garganta del Palo, por donde discurre en paralelo a la antigua vereda Estepona-Gaucín y llega a pasar muy cerca de la carretera EStepona, casares, concretamente a la altura de la Venta de La Victoria, lugar a partir del cual pasa a conocerse como arroyo Vaquero, que desemboca 1 km al oeste del arroyo de Enmedio (aguas arriba del Infierno, no confundir con el tributario de la cabecera del Padrón). La Urbanización junto a la cual desemboca lleva su nombre.
Si seguimos hacia Poniente, (OESTE) (dirección Algeciras) nos encontraríamos con el interesantísimo río Manilva. Y hacia el Levante, al ESTE del río Guadalmansa, ya nos encontraríamos con el río Guadalmina, muy conocido por el popular paraje de las Angosturas del Guadalmina, Monumento Natural.
Descenso del río Castor:
Punto de encuentro recomendado: A los pies de los grandes eucaliptos que hay junto al puente del río Padrón (2 km antes de la primera entrada Estepona) , justo antes del mismo debemos salir de la N-340 si venimos desde Marbella. O bien 2 km después de dejar atrás Estepona si venimos desde allí en dirección Marbella.
Cómo llegar al final previsto de ruta para dejar el coche 1 en el Camino del Castor:
(Sólo aptos para 4x4 o vehículos altos acostumbrados a transitar por carriles)
Desde la zona propuesta al pie de los eucaliptos junto al puente del río Padrón, dejando éste a nuestra izquierda y la N-340 y la costa a nuestra espalda, tomaremos la calle que sube entre chalets y urbanizaciones con buganvillas y otras plantas en sus muros a veces blancos, a veces morado, hay varios cruces pero resulta muy intuitiva, como norma general vamos casi todo el tiempo ascendiendo, dirección norte hasta que la pista por la que vamos pasa a ser terriza y nos encontramos un bonito pórtico de piedra y madera bajo el cual pasaremos y que en su margen derecho tiene un azulejo donde se puede leer: “Puerta al Parque Cultural  Los Molinos-El NIcio, Camino del Castor”.
Y ya no habrá perdida posible, dejando a nuestra izquierda una gasolinera que pertenece a la Autopista A-7, bajo la cual pasaremos comenzando a llevar a nuestra derecha el río Castor y teniendo por delante unos 2,5 km mas hasta que la pista queda cortada por la verja de entrada a la finca privada de la casa del Castor. Éste es un lugar donde hay muy poco espacio para aparcar, siendo recomendable en algún ensanche de la pista sin esperar llegar al final, que siempre podemos completar caminando (aunque en este caso ese tramo correspondería a nuestro último tramo de ruta).
Cómo llegar al inicio de ruta para dejar el coche 2:


Una vez reagrupados en el resto de vehículos regresaremos por donde hemos llegado, volviendo a incorporarnos a la N-340, para poco después entrar en Estepona (pues incomprensiblemente a estas alturas de siglo XXI, la carretera de Los Reales carece de un acceso directo desde la N-340 o desdoble de la A-7…¡Andalucía imparable!). De manera que por cojones hay que entrar en Estepona, por la 1ª entrada que nos encontramos la que pasa cerca de su palacio de Congresos y Carrefour y justo al llegar al inicio del Paseo marítimo, tomamos la carretera que comienza a subir, hacia la derecha.

Al llegar a un semáforo giraremos a la derecha, dejando a nuestra izquierda un MERCADONA que hace esquina, se trata de una calle que tomaremos cuesta arriba  llamada "Avenida de Los Reales" que finaliza en una pequeña rotonda donde comienza el ascenso por  la mítica carretera de Peñas Blancas (MA-557 EStepona-Los Reales-Jubrique-Genalguacil), muy frecuentada por ciclistas.
Pasado el km. 9 y poco antes de llegar al km. 10, justo después de una curva de orquilla a nuestra izquierda, en mitad de un tramo recto que nos orienta de frente hacia la cumbre de los Reales, tenemos a la derecha el inicio de una pista terriza, que es nuestro camino a seguir, en cuya entrada hay una verja metálica normalmente abierta, ésta pista faldea todas y cada una de las cañadas donde se forman los arroyos tributarios de la cabera de los ríos Padrón y Castor, hasta llegar al arroyo Valerín, cuyo curso acompañará hasta venir a desembocar en la N-340 muy cerca de la entrada del parque SELWO AVENTURA.
En contraste con la masificada Costa del Sol, se trata de una de las zonas mas solitarias y desconocidas de la provincia de Málaga, una amplia extensión de Sierra Bermeja, por donde va faldeando la pista por la que ahora nos adentraremos, tan sólo utilizada por ciclistas (mountain bike), agentes del seprona o medio ambiente. Nosotros recorrimos por ella unos 12 km, que coinciden con la distancia que hay hasta llegar a la 5ª plataforma de cemento que nos encontramos en la pista y que coincide con el arroyo del Duende (ver mapa). 
Pero se puede empezar el descenso en la plataforma 3 (aprox. km 9) que coincide con la Fuente que se ve en la imagen y que coincide con el curso del río Castor en su primer tramo propiamente dicho.
Las plataforma 1 coincide con una Fuente, por donde pasa el arroyo del "Infierno 2" (lo llamamos "Infierno2" para distinguirlo del arroyo del Infierno de la vertiente sur) y la plataforma 2, unos 500 m mas allá que coincide con el arroyo Abrón, ambos tributarios del río Padrón.
Aunque el 85% de la pista resulta medianamente aceptable para cualquier turismo el 15% restante es una jinkana de baches, piedras sueltas de todos los tamaños, algunas de ellas tremendos bloques caídos desde la fuerte pendiente que a veces tendremos a nuestra izquierda y que se corresponden con una fuerte caída a nuestra derecha, al borde de la cual pasará mas de uno con los huevos de corbata sin atreverse a mirar hacia abajo, pista no apta para personas con vértigo o para quien padezca de mareos, ya que con las curvas también lo puede pasar fatal. Algunos rodeos de lomas son tan largos como la famosa horquilla entre el Puerto del Madroño y el cerro Cascajares en la carretera San Pedro-Ronda, pero por una pista terriza, con un montón de piedras que nos obligarán a bajarnos del coche en mas de una ocasión para quitarlas de en medio.
Aproximadamente a unos 3 km del inicvio de la pista dejaremos a nuestra derecha un helipuerto, unas porterías de futbito y seguidamente una balsa contra incendios.
Si no se dispone de un 4x4, lo suyo es dejar ya aquí los vehículos y continuar a pie, porque a partir de aquí empieza lo peor y comienza el tramo de aventura CAMEL TROPIC BERMEJENSE (sólo apto para 4x4). A partir de pasar junto a la balsaa contraincendios que dejamos a la derecha, la pista se orienta en dirección ESTE y aproximadamente 1 km después vira dirección NORTE, comenzando aa describir una gran orquilla o herradura hasta que la pista comienza a virar al ESTE y SURESTE , justo donde comienza a girar, unos 3 km mas allá de la balsa contraincendios la pista salva las aguas recién nacidas del río Padrón, este sería el inicio de ruta en caso de querer hacer el descenso del Padrón.

Para iniciar el descenso del río castor escogeremos cualquiera de las plataformas de hormigón que nos encontramos entre los Km 11 y 13, es decir plataforma 3: "Fuente del castor", plataforma 4: "arroyo de La Higuera" o plataforma 5 "arroyo del Duende", que fué el que escogimos nosotros .
Distancia aprox.  10 km hasta la Charca de Las Nutrias (unos 14 hasta la playa).
Desnivel aprox. descenso  690 m
Punto de partida: Plataforma 5 (arroyo del Duende, aprox. unos 800 msnm)
Punto mas bajo: Charca de Las Nutrias (aprox. 110 msnm)
Tiempo aprox. 7 horas (en plan tranquilo).
Nivel dificultad: Medio bajo en cuanto a esfuerzo físico, pero Medio/Alto en cuanto a la parte técnica por la cantidad de rocas sobre la que iremos caminando de principio a fin, sin un solo metro de sendero o camino, salvo un puente a la altura de la pista de Los Altabacales.
Tipo suelo: lecho del río o si lo preferimos orillas, todo el terreno es eminentemente rocoso compuesto en su mayor parte por grandes bloques de peridotita.
Tipo de recorrido: travesía lineal anfibia.
Mapa: Cabecera del río Castor (Mapa IGN 1.065-III, Benahavís), tramo medio y bajo del río Mapa IGN 1072 –I, EStepona).
Fecha de realización: sábado 25 de mayo de 2013, jornada de cielos despejados con una temperatura muy agradable que osciló entre los 20 y 25 ºC y ausencia de viento, resultando muy agradables los baños en las cristalinas pozas del río Castor, sobre todo a partir de las 12.00 del mediodía.
Participantes: Nuestro anfitrión y propietario del 4x4 sin el cual no hubiéramos llegado al inicio de ruta, el Catedrático Geobotánico Don José Guerrero, con el que una vez mas resultó un lujo caminar por un territorio que se conoce como la palma de su mano que finalmente consiguió completar la ruta sin mojarse un centímetros sus botas y pantalón largo. Eduardo “Mister Aplicaciones”, calzón negro y camiseta amarillo fosforito, magnífico compañero de aventuras y Gran Maestro en el Arte del saber vivir y un servidor: Juan Ignacio Amador.
A tener en cuenta:
1º) Para la realización de esta ruta es imprescindible no sólo un 4x4 para llegar al inicio de ruta sino un 2º que dejemos al comienzo de la jornada en el final previsto de recorrido para recuperar el 1º una vez finalizada la ruta.
2º) Las distancias kilométricas intermedias mencionadas sobre el mapa son aproximadas pero exactas.
3º) Al igual que hicieron mis compañeros Pepe Guerrero y Eduardo la mayor parte del tiempo, éste es una río con los márgenes lo suficientemente abiertos para caminar por fuera del mismo todo el tiempo si así lo deseas, pudiendo esquivar la zona de los cahorros del final, remontando el margen izquierdo del río, por una zona de pinos. No obstante, conviene llevar bote estanco para mantener protegida cualquier cosa que sea susceptible de mojarse porque en este tipo de rutas es muy normal que se nos pueda mojar la mochila o parte de la misma.
4º) Aunque llevar un botiquín siempre resulta recomendable, mucho mas en rutas como estas en las que estamos expuestos a una torcedura de tobillo a poco que nos confiemos, es un terreno extremadamente pedregoso, no apto para personas no acostumbradas a caminar por terrenos muy accidentados que a veces convierte esta ruta en una auténtica jinkana.
1ª parte: Descenso por el arroyo del Duende desde la plataforma 5, hasta su unión con el arroyo de La Higuera en el puente-vado de Los Altabacales:
Como ya hemos dicho anterior, tomando como referencia la quinta plataforma de cemento, que viene a coincidir con el km 12 de la pista terriza por donde pasa el arroyo del Duende. 
Iniciamos el descenso por éste, por tratarse del tributario mas lejano a su nacimiento, aunque por poca diferencia, en un principio descendimos por su margen izquierdo abriéndonos paaso entre grandes palmitos. La roca peridotita estaba presente por todas partes, así como el cántico de los pajarillos y el sonido del agua que nos acompañaría de principio a fin, mas cantarina en los pequeños rápidos y mas sosegada en la pozas amplias.
La abundancia de pinos, abarca hasta los puntos mas lejanos que abarquen nuestra mirada, aunque al poco de introducirnos en la cuenca del arroyo, nuestra visión se reduce hasta el inicio de la próxima curva del cauce, ya que la mayor parte del tiempo iremos encajonado entre las empinadas laderas entre las que discurre, de vez en cuando nos encontramos con un salto de 4/5 metros de altura que salvamos fácilmente a veces por la izquierda, otras por la derecha. Pero el caminar es lento, porque avanzamos por un terreno muy accidentado.
Otra característica de los cursos altos de estos ríos son los troncos atravesados que nos encontramos a nuestro paso. El Maestro Geobotánico, Don José Guerrero, no tardó en ilustrarnos sobre el desarrollo de una libélula que nos encontramos en su última fase de formación en una piedra sobre el río.
Tras un inicio muy escalonado, como corresponde a cualquier curso alto de estos arroyos de montaña, su perfil comenzó a suavizarse poco antes de llegar al único camino con el que nos cruzaríamos en toda nuestra trayectoria y que coincide con una pista secundaria, donde nuestro arroyo del Duende, se une al de La Higuera y ambos ya unidos pasan bajo un pequeño puentecillo, junto al cual podemos leer en un azulejo, Los Altabacales, nombre de la casa a la que llegaríamos si tomásemos esa pista a la derecha, tal y como llegamos a la misma.
2ª parte Desde el carril- puente de Los Altabacales hasta la segunda rambla recta donde el río de bifurca en dos ramales.
Al llegar al carril-puente de Los Altabacales, remontamos unos 50 m el arroyo de La Higuera, aguas arriba encontrándonos con una bonita poza.
Aguas abajo el río presentaba algunos tramos rectos y relativamente llanos, escogiendo siempre la orilla mas favorable para avanzar a través de las abundantes piedras del cauce y su entorno.
Hasta que llegábamos al siguiente recodo que dibujaba el cauce, donde Pepe y Eduardo escogían la vertiente mas favorable para avanzar sin mojarse, mientras que yo escogía tirar por la calle de en medio, disfrutando de pequeños rápidos y aguas cristalinas, a cuya temperatura ya me había habituado perfectamente, después de los dos primeros chapuzones.
En el río Castor al igual que en el resto de ríos de Sierra Bermeja se repite la constante de encajonamientos del río que coinciden con grandes bloques de peridotita o mármoles blancos como los curiosos cahorros a los que llegaríamos cerca del final del recorrido.
En las zonas donde el cauce queda mas encajonado, las pozas ganan en belleza y profundidad y al mismo tiempo se forman escalonados toboganes con pequeños rápidos y cascadas que a pesar de su modesto tamaño, nos permiten disfrutar de rincones de gran belleza y paz, que nos hace sentir seres auténticamente privilegiados en perfecta fusión y armonía con un entorno, en el que siempre tenemos la impresión de ser las únicas personas en muchos kilómetros a la redonda.
Pronto pasaremos bajo el cable de alta tensión que ya veíamos desde el carril, cuando pasemos bajo él, estaremos a la altura de la casa de Los Altabacales, que quedará a nuestra derecha, pero que no veremos, porque queda muy por encima de nosotros. Después de cada encajonamiento, nos solemos encontrar con tramo rectos y mas rocas hasta donde abarca la vista, pero después de un rato caminando sobre ellas le vas pillando el tranquillo, a la hora de escoger el mejor tipo de rocas para caminar, siendo mas recomendables las rocas grandes y planas. Al contrario que cuando vas por el agua.
Llega un momento en que nos encontramos con un primer  tramo de mas de cien metros de largo completamente recto, que denominamos la primera rambla ancha, que a partir de este momento se va a intercalar con pozas que se han formado entre grandes bloques de peridotita. Encontrándonos de vez en cuando con grandes cantos rodados de olivina del tamaño de una sandía, mostrándonos la belleza de sus cristales de color verde.
Después de esta primera rambla ancha, se van a ir intercalando nuevas pozas entre bloques mas aislados y pequeños rápidos, mientras que el cauce se va ensanchando en todo momento rodeado de pinos hasta que llegamos a la segunda rambla ancha.
Al fondo vemos un nuevo cable de tendido eléctrico, mientras seguimos caminando sobre una sucesión interminable de cantos rodados, en cuyo final hay un bloque de peridotita del tamaño de una furgoneta que fue hasta donde llegamos en nuestra anterior exploración en junio de 2011.
Y donde al igual que en aquella ocasión nos volvimos a hacer la foto de grupo, no por ser ni mucho menos el lugar mas emblemático, sino mas bien como algo simbólico, porque la vez anterior que estuvimos en este lugar nos dijimos, la próxima vez que vengamos haremos el descenso desde arriba del todo y eso era precisamente lo que ahora estábamos haciendo.
3ª parte: Desde el peñasco de la segunda rambla recta hasta la Charca de Las Nutrias.
A partir de el mencionado peñasco ya caminábamos por terreno conocido, rambla giraba levemente a la derecha, volviéndose a ensanchar aún mas, siendo el tramo mas ancho de todo el cauce, hasta el punto que se ha formado una especie de isleta en el centro del mismo a base de cantos rodados que arrastrados en época de crecidas han llegado a formar una especie de montículo, que cuando baja el nivel de las aguas, éstas discurren por dos brazos que coinciden con cada orilla, como si de dos arroyos paralelos se tratara, impresiona imaginar el cauce del Castor rugiendo cuando baja a tope de agua con las lluvias torrenciales ocupando todo el ancho de su cauce, que en el estío queda muy mermado, aunque siempre con agua y nunca exento de belleza.
El siguiente tramo es una sucesión de curvas entre grandes bloques de peridotita, donde el cauce vuelve a estrecharse formando pequeños rápidos, bañeras, toboganes y pozas de mayor profundidad que finalizan en una preciosa poza con algo de arena en su orilla derecha que ya en la vez anterior bautizamos como la Poza de Don José, en honor a nuestro maestro Geobotánico Don José Guerrero (que aparece junto a la poza, aunque no es la mejor perspectiva de la misma).
Poco después, volvíamos a encarar un último tramo de rambla ancha, aunque esta vez mucho mas corto, donde ya van apareciendo bloques aislados de mármoles blancos que son un preludio del espectáculo al que estamos a punto de llegar que no es otro que los famosos encajonamientos entre los mármoles del río castor, sin lugar a dudas la zona mas espectacular desde el punto de vista geológico.
Técnicamente catalogado como cañón fluviokárstico generado por el río Castor
sobre mármoles blancos con diopsido y forsferita del Complejo Alpujárride. Presenta paredes verticales y el lecho rocoso está salpicado por numerosas marmitas de gigante donde se forman pozas y cascadas.
Los mármoles están muy pulidos debido a la acción erosiva de las aguas que arrastran grandes bolos de peridotitas de Sierra Bermeja.
Hay un estrechamiento muy característico que nos obliga a pasar por una especie de embudo por el que nos dejamos caer a través de una pequeño y muy pulido tobogán, se trata de la Poza del Embudo.
A quienes no sean amigos de meterse hasta el cuello, existe la posibilidad de salvar este primer tramo de cahorros, remontando el talud de la orilla izquierda, caminando entre los pinos y viniendo a salir por un empinado terraplén a la mencionada Poza del Embudo que aparece en la foto de abajo.
A partir de la cual, los encajonamientos pasan a ser intermitentes así como los bloques de mármol, que vuelven a intercalarse con grandes bloques de peridotita, una nueva sucesión de pasillos, por donde desciende el cauce a través de pequeños saltos y rápidos, donde resulta mas fácil avanzar por fuera del agua, hasta que llegamos a un último encajonamiento de unos 20 m de largo, que en anteriores ocasiones teníamos que pasar a nado pues no hacíamos pie y sin embargo esta vez el agua nos llegaba por el pecho en su parte mas profunda.
Y es que una vez mas hay que recordar que un río es como una gran criatura viva, que según la fuerza del caudal que haya llevado en las temporadas de fuertes lluvias invernales, puede modificar poderosamente el aspecto de su curso y el nivel de profundidad de sus pozas. En este caso, como bien nos explicó el maestro Don José Guerrero, este pasillo presentaba ahora menor profundidad porque  teóricamente el río había arrastrado una cantidad de arena en las últimas crecidas en este último encajonamiento y por lo tanto ahora el fondo estaba mas alto. Mientras que en las pozas, donde aguas arriba había quitado tierra, ahora estarían mas profundo, proceso que podría invertirse en la próxima crecida y así sucesivamente.
Después de este último encajonamiento el río encara un último tramo recto, que nos podemos saltar, tomando un sendero que discurre paralelo a su margen izquierdo y que nos lleva directamente hasta la frecuentada Charca de Las Nutrias, bastante afeada por una especie de dique que colocaron allí en su día. Junto a la orilla izquierda de la Charca de las Nutrias, nos encontramos con una especie de bar abandonado y a muy pocos metros un pozo tapado con una malla metálica donde la gente ha arrojado todo tipo de porquerías.
A esta altura cruzamos a la otra orilla del río Castor, tomando una vereda que discurre en paralelo a una valla metálica que tenemos a nuestra derecha, mientras que a la izquierda tenemos lo que parece una especie de vivero de palmeras-cocotero.
Esta senda nos conduce al final de la pista que queda cortada por la verja de entrada a la Casa del Castor, junto a la cual suele aparcar la gente que viene a la Charca de las Nutrias. Pero como se trata de un lugar muy estrecho, con un mínimo margen de maniobra, preferimos aparcar un kilómetro antes de llegar, que obviamente recorrimos a pie, disfrutando de la variada flora de esta pista muy sombreada con abundancia de alcornoques y algarrobos, hasta llegar al ensanche de pista donde habíamos estacionado el primer vehículo.
Podríamos haber continuado hasta la Costa, pero los últimos kilómetros de estos ríos (arroyos) que desembocan en la costa atraviesan fincan privadas y comparten su curso con carreteras o caminos vecinales que lo hacen menos interesantes, si bien para una próxima ocasión nos gustaría, continuar aguas abajo de la Charca de Las Nutrias hasta al menos el viaducto de la A-7.
A la derecha, podemos contemplar esta preciosa flor amarilla de la familia de las "dedaleras" (muy frecuentes en el cercano parque natural de Los Alcornocales), que junto con algunas orquídeas rosas y otras llamativas flores de montaña abundan en los márgenes de la pista que atraviesa la cabecera de los río Padrón y castor.






















5 comentarios :

  1. Eduardo Campos7:09 p. m.

    Qué chulada y no ceo que sea fácil volver a hacerla por lo de los 4x4. Puedo consolarme pensando en lo que se ahorraron mis rodillas...No haré preguntas sobre las fotos de animales.

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  2. Obviamente la foto del Castor es de archivo, pues como pues como bien queda aclarado en el apartado de introducción del río Castor, si alguna vez existieron castores en él fue antes del siglo XVII, fecha en que quedaron extinguidos los castores en España.

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  3. Obviamente la foto del Castor es de archivo, pues como pues como bien queda aclarado en el apartado de introducción del río Castor, si alguna vez existieron castores en él fue antes del siglo XVII, fecha en que quedaron extinguidos los castores en España.

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  4. Muy buenas. Hay un dato que no me cuadra y es la altitud de 800 mtrs en la 5ª plataforma (Arroyo del Duende) a mi me sale como unos 480 mtrs. ¿me lo podría verificar, por favor?
    Enhorabuena por el blog y muchas gracias.

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  5. Amigo Álvaro: llevas toda la razón. Me di cuenta en una ruta posterior descendiendo el río Padrón, pero se me olvidó corregir el dato en esta entrada anterior.
    Muchas gracias por tu recordatorio.
    Un saludo y seguir disfrutando de la Naturaleza, desde el respeto al Medio Ambiente

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