El viajero que visita
por primera vez la Sierra de Mágina
recibe dos impactos desde el punto de vista paisajístico.
Uno, cuando aún se encuentra lejos de la sierra y, al primer golpe de vista,
tiene la impresión de estar ante un macizo montañoso de aspecto agreste y escarpado, con pendientes
imposibles y roca caliza desnuda. Otro, cuando se acerca a sus aledaños y descubre el rastro del principal
tesoro que alberga el corazón de esta peculiar sierra: el agua. Junto a
sus cauces, encontraremos parajes únicos como el
bosque de galería de adelfas llamado el Adelfal de Cuadros,
en Bedmar (imagen de arriba), el nacimiento de la Fuenmayor, en
Torres, el nacimiento de Hútar en Albanchez de Mágina o por ejemplo el
Gargantón en Bélmez de la Moraleda. Un conjunto muy peculiar de paisajes con valles irrigados bajo
el macizo montañoso. Adentrándonos de
manera irresistible en su montaña, en la que las
diferencias de altitud y clima determinan el desarrollo de una variadísima
flora y fauna, cuyas combinaciones marcan paisajes siempre
diferentes.
Por lo que podemos
afirmar que la comarca de Sierra Mágina constituye un extraordinario catálogo
de paisajes, desde el subdesértico ocupado de alcaparras y
espartizales, hasta el mar de olivos que coloniza cualquier espacio apto,
salpicado de balsas de riego y que ha dado en llamarse un bosque humanizado,
por la biodiversidad que alberga. El agua, imprescindible y determinante para
la vida, ha formado parte del paisaje, de la economía, de las
costumbres y la cultura de todos los habitantes de la sierra a lo largo de la
historia.
Los nacimientos o manantiales y los principales cursos fluviales posibilitaron
la ubicación de la mayor parte de los núcleos de población
de la comarca, dependiendo del tamaño de la población, de la abundancia y de la
calidad de sus aguas. La mano del hombre y la cercanía del agua propició la
presencia de paisajes transformados que, sin embargo, mantienen cierto equilibrio
con el ritmo de las estaciones y la vida silvestre, como las huertas. El agua
en los pozos de nieve de las zonas de cumbres permitieron el abastecimiento de
hielo de las poblaciones cercanas y otras más distantes durante varios siglos.
Los grandes
desniveles que ha de salvar el agua una
vez aflora en buena parte de los manantiales de Sierra Mágina propiciaron la
utilización de esta fuerza motriz, encauzada en caces y
acequias en molinos con finalidad productiva harinera, principalmente. El molino
de rodezno, cuya denominación proviene del nombre asignado a su piedra horizontal,
redonda y giratoria, amén la fuerza del agua, constituye el molino tradicional
de Sierra Mágina, más que por su originalidad de factura o de presencia, por el
hecho de que el aislamiento geográfico de estos lugares evitaron la
modernización del sistema, que se empezó a utilizar en época medieval y
pervivió hasta el siglo xx.
Tal y como nos comentó nuestro
catedrático Geobotánico Don José Guerrero: Hablar del
agua en Sierra Mágina es hablar del karst, de la erosión de los carbonatos, de
un proceso que empieza con la
filtración del agua en las partes altas de la montaña, su circulación y
acumulación en el interior de cavidades y cuevas subterráneas y su posterior
drenaje por manantiales y fuentes. En Mágina encontramos un karst muy
desarrollado y el de mayor altitud de Andalucía.
Sierra Mágina es uno de los macizos montañosos de la Cordillera Bética, situada
en el límite de ésta con el Valle del Guadalquivir. Pertenece a las Zonas
Externas, y prácticamente la totalidad de sus rocas son de origen sedimentario.
Tanto las zonas
declaradas Parque Natural como las estribaciones están
formadas de materiales permeables, calizas
y dolomías de edad jurásica y cretácica, intercaladas
de otros niveles rocosos de comportamiento hidrogeológico
impermeable o mixto. Geológicamente, las potentes series rocosas de carbonatos
(caliza y dolomía) han sido trasformadas a lo
largo de millones de años, primero por una tectónica intensa
y después por procesos erosivos en los que
ha jugado un papel importante la acción química del agua de lluvia, rica en CO2. Resultado del primer
proceso, el tectónico, es la aparición de un relieve muy
acentuado en el que se solapan varias unidades geológicas
de la Cordillera Bética.
La existencia de
pliegues, fallas y cabalgamientos que afectan a series rocosas en las que se
alternan materiales permeables con impermeables, unido a los ya mencionados
procesos erosivos kársticos, ha condicionado la presencia de distintas unidades
hidrogeológicas
con poca o ninguna
conexión entre ellas. No hay, por tanto, la
suficiente continuidad entre estos paquetes como para
permitir un único sistema acuífero de grandes dimensiones. Por el contrario, los
niveles impermeables (margas y arcillas), asociado en ocasiones a
cabalgamientos, y el hecho de que algunas sierras queden aisladas provoca la
existencia de varios sistemas con descarga a través de un número importante de
manantiales.
(Foto: inicio de la acequia en el Nacedero del Gargantón, llegados a este punto hay que vadear el río por última vez y tomar el sendero que gana altura sobre el río por su margen izquierdo en el sentido de nuestra marcha).
Entre estos sistemas
destaca el acuífero Sierra Mágina con 60 km2 de
superficie de recarga y un
volumen anual medio
de 15 hm3. Otras unidades hidrogeológicas destacadas son el sistema
Cárceles-Carluco-Almadén y el Torres-Jimena. En sierras menores, encontramos
más acuíferos de reducidas dimensiones, pero de mucha importancia para el desarrollo
local, tanto para abastecimiento urbano –Serrezuela de Bedmar y Jódar,
Serrezuela de Pegalajar– como para uso
agrícola.
No obstante, la
amplia distribución de manantiales y los desniveles de toda la zona han
facilitado la construcción
desde antaño, de una red de acequias muy
extensa y efectiva, capaz de llegar a muchos rincones aptos
para la agricultura. Buen ejemplo es la distribución que nos encontramos al
inicio de nuestra ruta, desde el nacimiento del Gargantón, entre Bélmez de la Moraleda y
Huelma, que se hace por medio de seis acequias,
organizadas en cinco Comunidades de Regantes,
llegando a varios kilómetros del punto de inicio
y bordeando la cara este del Parque Natural. Pero
esta distribución no se ha limitado sólo a las acequias: los principales puntos de drenaje
han condicionado
históricamente la actividad humana, las huertas, los sistemas de regadío, y la
ubicación de cortijadas, incluso de los núcleos urbanos, que están asociados
directamente a los principales nacimientos de agua. Así, encontramos pueblos
como Bélmez de la Moraleda que ha crecido en
torno a la surgencia del Nacimiento del Parque, mas conocido como el Gargantón.
Parajes como Cabrita, Bélmez o Fuenmayor están poblados de cortijos en los que suele existir alguna
fuente o el aporte incondicional de alguna de las muchas acequias. En estas
zonas, además, la estructura de las explotaciones agrícolas es muy
característica, en pequeñas parcelas con un cortijillo cercano a una alberca.
En lo referente a la fauna, Las
montañas de Sierra Mágina, rodeadas de un mar de olivos, son como una isla donde
hallan refugio especies animales amenazadas. El parque natural acoge 27
especies de mamíferos, 185 grupos de aves, 19 familias de reptiles, 6 variedades
de anfibios y 3 clases diferentes de peces. Entre los mamíferos mayores destaca
la cabra montés que ha
colonizado las cumbres más altas del parque. A los pies de las montañas
corretean ciervos y jabalíes, que prefieren las espesuras
de los encinares y los pinares. Zorros,
ginetas, gato montés, tejones y ardillas viven en las umbrías de matorral y monte bajo, mientras
el cielo es el dominio de rapaces como el águila real, que conforma una de las mayores concentraciones de la
península. Destacan también el halcón
peregrino, el águila perdicera o
el búho real. El sapo partero vive en cauces acuáticos,
mientras la víbora hocicuda es
una especie íbero-africana que busca las paredes rocosas más inaccesibles del
parque. Al norte del parque se halla el Paraje Natural del Alto Guadalquivir,
paraíso para cientos de especies de la avifauna. Por desgracia como en otras
tantas zonas de nuestra geografía, los principales depredadores del ámbito
mediterráneo como el Canis lupus (Lobo
ibérico) y el lince desaparecen a principios de siglo.
Respecto a la flora, Sierra
Mágina es el refugio de una valiosa flora mediterránea que incluye especies de
distribución muy restringida del sur de la Península Ibérica y otras que, en
todo el mundo, tan sólo crecen aquí. La diferencia de altitud en esta sierra
determina que la vegetación se componga de especies diferentes según las
distintas alturas. En las zonas más bajas la vegetación natural ha desaparecido
casi por completo. Junto a cultivos de olivos, cerezos y almendros, se conservan
algunos encinares aunque en su mayoría han sido sustituidos por romerales y
espartales. A unos 1.800 m abundan los quejigos y arces, acompañados de cerezos
silvestres y cornicabras que en otoño enriquecen la paleta de colores del
variado paisaje de sierra Mágina.
Camino de los picos más altos, pasaremos por bosques de pino laricio, como el que nos encontramos en la
parte alta del Gargantón. Mientras que en zona de cumbre la vegetación se
compone de plantas que han adoptado un porte almohadillado para resistir los
efectos de las nevadas y del viento destacando los piornales y las sabinas
rastreras. Y es precisamente en la zona de cumbres donde se encuentran las
especies de mayor interés científico, aquellas que son exclusivas de Sierra
Mágina y únicas en el mundo, como Litodora nitida, Jurinea fontquerii,
Helianthemun frigidiurum o la leguminosa Vicia glauca. Otra especie que destaca
en esta zona es una variedad frutal exclusiva como es el manzano enano, Prunus
praecox. En ese vademécum tienen cabida treinta especies florales
consideradas extraordinarias rarezas en la península ibérica. Las más valiosas
son las Lithodoras, un tesoro botánico, escondido y delicado, que pasan
desapercibidas para el no iniciado.
En otras zonas intermedias de la
sierra destacan diferentes clases de narcisos,
peonías, yedras, jurineas, torviscos y majoletos que crecen junto a arbustos como los enebros o árboles de mayor envergadura
como la sabina. Abundan los quejigales mientras que en las
comarcas orientales sobresalen los atochares, espartales que conforman un
valioso paisaje cultural de alto valor ecológico. También se forman ecosistemas
subdesérticos donde la vegetación ha encontrado acomodo en un paisaje riguroso
y extremo. El Pinar de Cánava es
una mancha de coníferas situada en el término municipal de Jimena, que ha sido declarado
Monumento Natural.
A pesar de que en Jaén, Cazorla es
el parque natural con mas fama, como Sierra Nevada lo es en Granada; sierra
Mágina es uno de los parques naturales más singulares, originales y hechizantes
de Andalucía. Se halla al sur de la provincia y acoge las terceras cumbres más
altas de Andalucía, después de Sierra Nevada y La Sagra. Sierra Mágina forma
parte de la Cordillera Bética. El macizo es en su mayor parte de naturaleza
caliza, lo que ha propiciado la abundancia de veneros, manantiales y aguas
subterrá-neas que vierten a la cuenca del Guadalquivir. Su espacio natural
protegido ocupa 19.900 hectáreas de paisajes abruptos y rocosos, una variada
vida animal y un conjunto de rarezas y endemismos vegetales que doblan en
número al de muchos países europeos.
El clima del parque es mediterráneo
continental, de inviernos fríos, primaveras y otoños suaves y veranos cálidos.
Los paisajes del parque son variados y valiosos: desde los bosques de
quejigales hasta las extensas manchas de pinos laricios, pasando por ramblas,
barrancos y espartales. La mayoría de sus ríos, cuyos lechos se despeñan desde
las altas montañas, drenan a la cuenca del Guadalquivir. Mágina es una comarca
formada por dieciséis municipios y dividida en dos grandes caminos, el del
norte –que discurre entre Mancha Real y Jódar– y el del sur –que une Cambil con
Cabra de Santo Cristo. Una tupida y cuidada red viaria comunica los diferentes
municipios y permite acceder a los paisajes más bellos del parque natural.
Senderos señalizados de Sierra
Mágina:
1.
Adelfal de Cuadros
2.
Castillo de Albanchez
3.
El Peralejo
4.
Fuenmayor
5.
Las Viñas
6.
Puerto de la Mata
7.
Ascensión al pico Mágina y Refugio Miramundos
8.
Caño del Aguadero
9.
Gibralberca
10. La
Cueva de La Graja
Pasajes de la Historia:
Sierra Mágina fue desde el
principio de los tiempos un lugar de paso, una encrucijada de caminos, un cruce entre culturas
y
civilizaciones. Lo demuestra la existencia de numerosos yacimientos
prehistóricos, escondidos en cuevas como La Graja de Jimena o el Morrón
de Torres –ambas visitables previo aviso en sus ayuntamientos– donde el
tiempo ha respetado un valioso muestrario de pinturas rupestres realizadas con
pigmentos rojizos. De tiempo de los íberos
es el santuario heroico de El Pajarillo, situado a las afueras de Huelma. Sus
piezas –entre las que destaca la cabeza de lobo– conforman en la actualidad la
mejor colección arqueológica del Museo de Jaén.
De tiempos posteriores son los
restos de villas rústicas romanas y visigodas. La llegada de los
árabes a la península refuerza
el carácter estratégico de Mágina. Sus pueblos se multiplican, la agricultura y
la ganadería es pregonada por los viajeros andalusíes y se construye una
compleja maraña de castillos y atalayas
que coronan las montañas. La batalla de las Navas de Tolosa marca el fin
de la hegemonía árabe en tierras de Jaén. Fernando III conquista las villas
hispanoárabes en el primer tercio del
siglo XIII y entrega las tierras
conquistadas a órdenes militares y religiosas. Durante los siglos XIV y XV Sierra Mágina fue la marca fronteriza entre los reinos
cristianos del norte y el reino nazarí de Granada.
Ficha
de ruta Ascensión al pico Mágina por el Gargantón:
Cómo
llegar a Bélmez de la Moraleda desde Granada:
Tanto
si venimos por la A-92 hacia Granada desde el sur o el oeste de Andalucía por
la A-92, tal y como vamos llegando a Granadal la referencia a seguir es la
A-44, dirección Jaén-Madrid.
Opción
1: Unos 35 km mas allá de Granada, tomamos la salida que nos indica Iznalloz,
localidad importante al norte de Granada capital, que pronto dejaremos a
nuestra derecha y poco después estaremos atentos a un desvío a la izquierda que
nos indica dirección Guadahortuna, que es nuestra dirección a seguir una vez
dejemos atrás Iznalloz. Una vez que dejamos atrás Guadahortuna, ya vamos viendo
a lo lejos la imponente silueta de la cara sur de Sierra Mágina. La carretera
es autonómica y lo suficientemente buena con muchos tramos rectos que hace
cómoda la conducción y la orientación, casi siempre dirección NORTE, con el sol
a nuestra derecha a primera hora de la mañana. Acercándonos ya a los pies de la
sierra, rodeada por mares de olivos, cerezos y almendros, nos encontraremos con
un desvío a la izquierda, dirección Huelma, que ignoraremos, siendo nuestro
camino a seguir Bélmez de la Moraleda, localidad a la qu8e llegamos unos 25
minutos después de pasar por Guadahortuna.
Ver
trazado de la ruta en Google:
Opción
2: continuamos dirección Jaen-Madrid por la A-44 y unos 30 km antes de llegar a
Jaén, tomamos la salida 59, que nos anuncia Cambil por la A-324, localidad a la
que llegamos en poco más de 10 minutos, pasando junto a pequeñas naves
agrícolas, olivares y parcelas de almendros y cerezos. Pero nosotros
continuaremos dirección Huelma, que también dejaremos atrás, hasta tomar
definitivamente el cruce hacia Bélmez de la Moraleda, localidad de referencia
para tomar la pista terriza hasta el inicio de ruta.
Al
entrar en Bélmez de la Moraleda, tomaremos la primera calle a nuestra
izquierda, situándonos en la parte suroeste de la localidad, tomando como
referencia el cuartel de la Guardia Civil, desde donde parte una calle que
pronto se transforma en pista terriza conocida en el pueblo como “Camino del
Gargantón”. Por donde recorreremos unos 3,5 km de pista de perfil casi llano o
en suave ascensión entre abundantes olivares y alguna que otra cárcava, que de
no haber llovido en abundancia en los días previos, resulta asequible para
cualquier tipo de turismo, pasando despacio por los tres o cuatro baches mas
reseñables que pueda tener. La llegada hacia el inicio de ruta, incluso para
quienes íbamos por primera vez se va haciendo evidente tal y como llegamos,
porque frente a nosotros, un tanto a la derecha, vemos las imponentes paredes
calizas del valle en “V” del Gargantón, que es como se le conoce al lugar y más
concretamente al arroyo que atravesamos por el puente que nos sirve de
referencia de inicio de ruta, pudiendo dejar nuestros vehículos aparcado en una
explanada pocos metros más allá del puente, donde se pueden aparcar fácilmente
más de siete vehículos.
Tipo
de recorrido: circular en sentido inverso a las agujas del reloj con tramo de
ida y vuelta coincidiendo con el inicio y final de ruta, ascendiendo y
descendiendo por el Gargatón.
Distancia
aprox. 21 km
Desnivel
aprox. subida: 1.300 m
Punto
de partida y final: curva de horquilla que traza la pista terriza donde se
encuentra el puente y señalización del barranco del Gargantón
Puntos
mas elevados: Peña o Morra de Mágina (2.014 m), refugio de Miramundos (2077 m)
y pico Mágina (2.165 m)
Tiempo
aprox. 8-9 horas
Nivel
dificultad: Muy Alto.
Tipo
suelo: sendero terrizo y sobre todo pedregroso 60%; canchal y campo través 35%.
Orillas del río Gargantón, zona muy rocosas y varios vadeos obligatorios con
riego de mojarse botas y bajos de pantalones 5%.
Mapa: Parque
natural Sierra Mágina (Junta de Andalucía)
14 Participantes:
Nada menos que desde Huelva vino Teresa, que en esta ruta justificó
sobradamente el nuevo sobrenombre de “Santa Teresa del pico Mágina”.
Desde Cabra
(Córdoba): Rafael “El Califa” estrenando su primera semana de jubilación a la
que llega en un magnífico estado de forma. Gran montañero a la antigua usanza
de la vieja escuela del “Cartógrafo de su Majestad” que hizo las veces de guía
de cabeza, no sólo por su potente ritmo de marcha siempre en cabeza de grupo, sino
por sus amplios conocimientos topográficos en la mayor parte de las sierra
andaluzas, incluyendo rutas de coleccionistas como ésta, que ya había realizado
en una variante diferente junto con su hijo. Como en las últimas semanas
escoltado por su aprendiz de “Padawin montañero”: Antonio “El Becario” que una
vez mas demostró muy buenas maneras y una magnífica forma física, al igual que
su maestro en los tramos mas escarpados.
Desde Ronda,
(aunque natural de Ciudad Real) vino Sonia, mas conocida como “Catwoman” no
sólo por su pasión por sus dos gatos, sino por caminar e incluso correr con
elegancia felina sobre las mas escarpadas cresterías y salientes rocosos.
Desde
distintos puntos de la Costa del Sol: Ilse “La gacela de la Selva negra”
(medalla de plata en la Marathon de las olimpiadas de Munich 1972). Nuestro
Catedrático Geobotánico Don José Guerrero que sobre la marcha volvió a
deleitarnos con sus conocimientos sobre las maravillas y peculiaridades de esta
ruta tan sorprendente. El Doctor Leal que con su incansable ritmo y buen humor
siempre nos contagia para afrontar los tramos mas duras con su optimismo y buen
humor. Fidel “El Senderista Romántico”, posiblemente el mejor fichaje de
invierno en la presente temporada, un compañero de rutas de muchas garantías,
magnífica forma física, prudente, generoso en las ayudas y gran dominio del GPS
que junto con “El Califa” en cabeza de grupo, redujeron a la mínima expresión
el margen de error, a lo largo de un trazado no apto para personas carentes de
un gran dominio de la orientación, cartografía, GPS y experiencia montañera. Su
lugar teniente Javi “El Hombre Tranquilo” también es un buen fichaje, hombre prudente,
buen observador y mejor montañero. Eduardo campos Montañez “El Padre Carras”,
magnífico sufridor y gran compañero de aventura, siempre piadoso y atento en
cola de grupo para devolver al redil a las ovejas rezagadas y descarriadas para
devolverlas al camino de la luz. Romualdo, que volvió a hacer bueno su
sobrenombre del “Trovador de la Senda” recitanto el himno de “Andaluces de
Jaén” y sorprendiéndonos al final de la ruta disfrazándose de Joaquón Sabina,
bombín en ristre con la canción “Princesa”, para orgullo de su amada esposa
Maria Jesús “La Duquesa de Baqueira Beret” que después de vivir su propia
pesadilla en la ascensión por la empinada ladera paralela a las Piedras del
Sol, tuvo arrestos para prolongar hasta la Peña Grajera o Peña Mágina (extremo
oriental) y a partir de allí empezó a recuperarse hasta llegar al pico Mágina
en primera posición. Quien vivió una pesadilla mucho mas prolongada fue nuestro
entrañable amigo Eduardo campos González “El Último Samurai”, que con su hoja
de servicios impecable desde que empezara a salir con nosotros en 2009 hasta
este día, tras su reciente visita al osteópata, padecíó en esta jornada una
tremenda pájara, tal vez fruto, de no haber podido entrenar nada durante la
semana, sufriendo un malestar general tras la empinada ascensión paralela a las
Piedras del Sol, donde comenzaría el calvario en el que se convirtió su travesía
por la zona de cumbres de Sierra Mágina, especialmente tras el almuerzo en el
refugio Miramundos, que se encontraba aún peor, con dolores musculares en el
muslo izquierdo, milagrosamente curados por “Santa Teresa del pico Mágina” que
lo puso a tope, gracias a su legendario poder de “curación de manos”,
afortunadamente a lo largo de la bajada se fue recuperando llegando vivo hasta
el final de ruta ante todo pronóstico. Y un humilde cronista y servidor: Juan Ignacio
Amador, aprendiz de todo y maestro de nada.
Breve
descripción del recorrido:
Tramo 1, por
el Gargantón (ramal lineal de inicio y final de ruta):
Una vez que dejamos los vehículos aparcados en la pequeña explana nada mas cruzar el puente sobre el arroyo Gargantón, empezamos la caminata subiendo en suave pendiente, por un ramal de pista, que sale a la derecha y que a lo largo de unos 40 m nos llevará momentáneamente en dirección SE, hasta que hace una curva de horquilla a la derecha, que nos reorienta en NO, hacia el cañón del Gargantón cuyos farallones rocosos ya asoman por encima de los pinos que nos acompañan en estos primeros metros. Al llegar a la siguiente curva de la pista, a penas 100 m mas allá de los coches, tomamos un ramal de sendero a la derecha, por donde ya accedemos sin margen de error hacia el Gargantón, que se presenta ante nosotros como un angosto valle en “V”, que se irá cerrando paulatinamente ante nosotros, hasta convertirse en un cañón, que mas adelante nos hará preguntarnos: “cómo coño seguirá el sendero por ahí”.
Una vez que dejamos los vehículos aparcados en la pequeña explana nada mas cruzar el puente sobre el arroyo Gargantón, empezamos la caminata subiendo en suave pendiente, por un ramal de pista, que sale a la derecha y que a lo largo de unos 40 m nos llevará momentáneamente en dirección SE, hasta que hace una curva de horquilla a la derecha, que nos reorienta en NO, hacia el cañón del Gargantón cuyos farallones rocosos ya asoman por encima de los pinos que nos acompañan en estos primeros metros. Al llegar a la siguiente curva de la pista, a penas 100 m mas allá de los coches, tomamos un ramal de sendero a la derecha, por donde ya accedemos sin margen de error hacia el Gargantón, que se presenta ante nosotros como un angosto valle en “V”, que se irá cerrando paulatinamente ante nosotros, hasta convertirse en un cañón, que mas adelante nos hará preguntarnos: “cómo coño seguirá el sendero por ahí”.
El sendero
cambia de orilla hasta cinco veces en un corto tramo de no mas de 500 m junto
al arroyo Gargantón, que en un par de ocasiones pasaremos sin dificultad, al
menos hasta que duren las dos pasarelas de madera que aún permanecen en su
sitio. Pero hay tres vados donde nos las tendremos que ingeniar para pasar sin
mojarnos saltando de piedra en piedra, difícil será no mojarnos, si se han
producido lluvias recientes y el Gargantón baja muy cargado. En tal caso sería
recomendable llevar unas chanclas de velcro para este primer tramo.
Pronto llegamos al lugar conocido
como Nacimiento ó manantial El
Gargantón (ver foto en el apartado de geología), que es el comienzo de la famosa acequia que comienza en el corazón
de este valle donde ahora nos encontramos y que se interna, parcialmente
soterrada, casi hasta el núcleo de la sierra y coincidiendo con el contacto
tectónico (manto) entre los materiales carbonatados jurásicos (alóctono) y los
materiales terciarios infrayacentes. El manantial el Gargantón explota la
subunidad Mágina de la MAS 05.21 Sierra Mágina y abastece al núcleo urbano de
Bélmez de La Moraleda. Este abastecimiento pertenece a dos comunidades de
regantes que en periodos de insuficiencia permiten el uso para abastecimiento
urbano.
Conviene
puntualizar que una vez que lleguemos al Nacimiento (principio de la toma la
acequia), en el margen izquierdo del río (orilla derecha en el sentido de
nuestra marcha), hay un sendero terrizo que continúa por esta orilla y que en
nuestro caso tomamos erróneamente, porque en principio continúa por la misma
orilla, perfectamente marcado, pero unos 800 m mas allá, llegamos a una cerrada
del río, que nos obligó a remontar una resbaladiza pedrera de unos 40 m de
desnivel y casi el 50% de pendiente con mucha piedrecilla suelta, (fotografía de la izquierda), hasta situarnos
en el sendero correcto, que es el que deberíamos haber tomado al llegar al
inicio de la acequia o Nacimiento del Gargantón, cruzando por última vez (en
este primer tramo) al margen derecho del río, es decir, orilla izquierda según
el sentido de nuestra marcha. El sendero, a penas se ve camuflado entre
majuelos, esparteras y retamas, pero será un buen consejo a seguir, vadear por
última vez el arroyo Gargantón, al llegar al Nacimiento (inicio de la acequia),
pasando a la orilla izquierda, encontrando inmediatamente después el sendero
que comienza a ganar altura por la ladera contraria, hasta discurrir en algunos
momentos, casi a mas de 80 m por encima del cauce, tal y como pudimos comprobar
en el camino de regreso, pasando por un bonito collado rocoso, que coincide con
la parte alta de la pedrera, por donde subimos “al destroso” hasta alcanzar
este sendero.
Siendo en nuestro caso, el lugar donde hicimos la primera parada de reagrupamiento y de camino, las primeras fotos de grupo. Pues desde este primer collado ya vemos claramente como el angosto valle se va transformando en cañón y las fallas, pináculos y curiosas formaciones imitativas que tenemos ante nosotros, bien merecen una pausa para recrearnos ante tan majestuoso paisaje, donde nuestro catedrático geobotánico Don José Guerrero, nos comentó que:
Siendo en nuestro caso, el lugar donde hicimos la primera parada de reagrupamiento y de camino, las primeras fotos de grupo. Pues desde este primer collado ya vemos claramente como el angosto valle se va transformando en cañón y las fallas, pináculos y curiosas formaciones imitativas que tenemos ante nosotros, bien merecen una pausa para recrearnos ante tan majestuoso paisaje, donde nuestro catedrático geobotánico Don José Guerrero, nos comentó que:
En la zona de Sierra Mágina-la
Serrezuela-Peñalisa, las dolomías, calizas brechificadas y brechas tectónicas
del Trías superior-Lías inferior y medio constituyen el núcleo de un
cabalgamiento en cuyos bordes aparecen los términos superiores del Jurásico, en
posición invertida: calizas nodulosas oolíticas y con sílex, con
intercalaciones margosas, con espesores (muy laminados tectónicamente) de hasta
200 m. En la zona de Sierra de la Cruz, las dolomías brechoides, calizas
tableadas, calizas bioclásticas y oolíticas aparecen en posición invertida
sobre materiales permeables o semipermeables más modernos de la vecina
Subunidad de Cárceles-Carluca.
El sendero, todavía a cierta
altura respecto al río, que por lo general ya no lleva agua, a partir del
Nacimiento, por discurrir el agua bajo sus capas freáticas, discurre por la zona conocida como Umbría de Antón de León. Una vez en el
mencionado collado, el sendero comienza a descender hacia el cauce, que sólo es
un pedregal seco ya en este tramo la mayor parte del año, debiendo pasar al
otro lado del mismo en una zona donde confluyen dos barrancos, formándose una
especie de “Y”. Siendo el ramal de la izquierda el barranco de la izquierda por
donde debemos continuar, pues el de la derecha es un barranco secundario, que
pronto comienza a ponerse cada vez mas empinado y expuesto.
Siendo el margen derecho (en el sentido de nuestra marcha), del barranco de la izquierda, que es propiamente el Gargantón en su tramo alto, por donde discurre el sendero que vuelve a ganar altura en apretados zig-zags, hasta situarse unos 50 m por encima del barranco, que ya llevaremos definitivamente a nuestra izquierda, el sendero faldea una empinada ladera, manteniendo un perfil escalonado y principalmente ascendente, pasando a veces al filo de empinadas pendientes no aptas para personas con demasiado vértigo, pues sin llegar a ser tajos, si pasa por dos o tres tramos cortos con bastante vuelo.
Pero poco después de estos tramos algo expuestos el sendero comienza a discurrir ya sobre tierra mas asentada, sirva como referencia un magnífico ejemplar de pino laricio que nos encontramos junto al sendero y que será el primero de numerosos pinos de esta especia que comenzaremos a encontrarnos a partir de aquí, donde la pendiente se suavizará durante un trecho.
Siendo el margen derecho (en el sentido de nuestra marcha), del barranco de la izquierda, que es propiamente el Gargantón en su tramo alto, por donde discurre el sendero que vuelve a ganar altura en apretados zig-zags, hasta situarse unos 50 m por encima del barranco, que ya llevaremos definitivamente a nuestra izquierda, el sendero faldea una empinada ladera, manteniendo un perfil escalonado y principalmente ascendente, pasando a veces al filo de empinadas pendientes no aptas para personas con demasiado vértigo, pues sin llegar a ser tajos, si pasa por dos o tres tramos cortos con bastante vuelo.
Pero poco después de estos tramos algo expuestos el sendero comienza a discurrir ya sobre tierra mas asentada, sirva como referencia un magnífico ejemplar de pino laricio que nos encontramos junto al sendero y que será el primero de numerosos pinos de esta especia que comenzaremos a encontrarnos a partir de aquí, donde la pendiente se suavizará durante un trecho.
Cabe recordar que el
pino laricio (Pinus nigra Arn), es uno de los pinos más longevos entre
las especies que se dan en España, pudiendo sobrepasar los 600 años, árbol de
elevada talla 30-40 m y hasta 50, porte cilíndrico de joven con copa casi desde
el suelo, con la edad copa irregular como si fueran “bonsáis gigantes”. Corteza dividida en grandes espejuelos
brillantes gris plateados muy característicos. Acículas relativamente largas de
8 a 15 cm rígidas, rectas o algo curvadas. Piñas generalmente sentadas y
relativamente pequeñas teniendo en cuenta la proporción del árbol, de 5 a 8 cm
de largas y de 2,5 a 3 cm de grosor. Se suele dar alrededor del mar
Mediterráneo. En España se encuentra en el centro y la mitad oriental
existiendo diferentes variedades de la especie que se desarrollan entre los 800
y los 2000 m necesitando menos lluvia y temperaturas algo
mayores que el pino albar. La madera es de calidad variable según las
regiones, las mejores se dan en la Serranía de Cuenca y la Sierra de
Cazorla aunque su explotación se ve dificulta por su lento crecimiento. Se
utiliza en construcción.
Al poco de adentrarnos en esta zona de pinar de
laricio, pasando junto a muchos ejemplares centenarios, de porte espectacular y
en buen estado de conservación, estaremos atentos a un sendero que sale a la
derecha, donde cambiaremos nuestro rumbo actual NO, por NE, a lo largo de los
dos próximos kilómetros. A este punto regresaríamos varias horas mas tarde
después de descender por una ladera entre pinar con una última lengua rocosa
que ahora dejaríamos a nuestra izquierda.
Cabe
recordar que a lo que aquí llamamos cruce de senderos (para entendernos entre
nosotros), es mas bien el lugar, donde iniciamos y finalizamos el trazado
circular de la ruta cambiando
el rumbo por el que hemos llegado hasta aquí NO, girando unos 90º a nuestra
derecha para mantener ahora rumbo NE, a lo largo de los dos próximos
kilómetros. A este punto regresaríamos varias horas mas tarde después de
descender por una ladera poblada por un denso pinar con una última lengua
rocosa que ahora dejaríamos a nuestra izquierda.
A
lo largo del siguiente kilómetro vamos a caminar en suave pendiente ascendente,
inmersos en un pinar tan denso que a veces nos impide ver el paisaje de nuestro
entorno. El sendero, que por aquí se torna muy difuminado, requiere de nuestra
concentración para no perderlo pues a veces desaparece. Pero discurre por un
terreno dócil de perfil alomado y escalonado, manteniendo un rumbo casi
constante dirección NE. Eso sí, habrá que estar atentos a no llevarnos por
delante la rama baja de algún pino, sobre todo si estamos entre los meses de
febrero y abril, en los que las orugas procesionarias y sus temibles nidos con
forma de algodón nos obligará a extremar la precaución, pues los pelillos de
estas orugas son altamente venenosos y muy urticantes sobre nuestra piel, no te
quiero ya contar si vamos en nuestra compañía de nuestro perro y a este le da
por morder una oruga. En tal caso habría que salir por patas en busca de un
veterinario de urgencias.
Una
vez que salimos de este tupido tramo de pinar, llegamos a un claro del bosque
situado a unos 1.585 msnm donde nos encontramos con un paraje de gran belleza,
de manera que a nuestra derecha tenemos: la cabecera del barranco secundario,
que dejamos a nuestra derecha, al inicio de la ascensión, estando
encajonada entre
una atalaya coronada por un precioso bosquete de pinos laricios de gran tamaño
en perfecta armonía con un conjunto de rocas con formaciones imitativas. Y del
otro lado formaciones rocosas parcialmente tapizadas con yedras de gran tamaño.
Frente a nosotros una ladera pelada cubierta de hierba a la derecha y mas terriza a la izquierda, por donde discurre nuestro sendero a seguir, a media altura de esta lengua terriza, podemos distinguir un abrevadero junto al que vamos a pasar y donde podemos reponer agua (dudo que lleve agua en verano) y a su izquierda la imponente ladera que llega directamente hasta la parte alta de la sierra con un interesante conjunto de formaciones imitativas conocidas como Piedras del Sol que en algunos casos nos recuerdan a las chimeneas de hadas de la Capadoccia en Turquía.
Frente a nosotros una ladera pelada cubierta de hierba a la derecha y mas terriza a la izquierda, por donde discurre nuestro sendero a seguir, a media altura de esta lengua terriza, podemos distinguir un abrevadero junto al que vamos a pasar y donde podemos reponer agua (dudo que lleve agua en verano) y a su izquierda la imponente ladera que llega directamente hasta la parte alta de la sierra con un interesante conjunto de formaciones imitativas conocidas como Piedras del Sol que en algunos casos nos recuerdan a las chimeneas de hadas de la Capadoccia en Turquía.
Después de reponer agua en elabrevadero conocido como La Fuentezuela, seguimos remontando la empinada ladera y superado un collado desde el que tenemos vistas de Bélmez de La Moraleda a nuestra nuestra derecha, así como un tramo del sendero que llega hasta esta localidad, también se van ampliando las vistas hacia Sierra Nevada, conforme nos giramos un poco sobre nuestros pies.
La pendiente se comienza a suavizar, de manera que a nuestra derecha llevamos la caída de la sierra y a nuestra izquierda la parte alta de sierra Mágina sin embargo, el sendero se mantiene faldeando y no hay ningún ramal de senda que comience a ascender claramente hacia la parte alta de la sierra que va quedando a nuestra izquierda. Llegados a este punto nos sirven como referencia las formaciones imitativas de las Piedras del Sol , que quedarán definitivamente a nuestra izquierda y un poco después distinguiremos un gran pino laricio solitario en la parte alta de la ladera, apenas a un kilómetro de distancia, hacia el que debemos encaminar nuestros pasos, abandonando definitivamente la senda por la que vamos, el grado de inclinación de esta ladera casi desértica no baja del 30% , a veces mas, tan sólo la abundante piedra suelta hace penosa la ascensión, que conviene tomarse con tranquilidad de lo contrario se nos puede hacer muy dura tal y como les pasó a Maria Jesús “La Duquesa de Baqueira Beret” que contó en todo momento con su amado Romualdo y sobre todo a Eduardo “El Último Samurai” que estuvo a punto de hincar el pico, cuando ¡por fin!, llegó al collado situado unos 50 m por encima del pino solitario.
Una vez reagrupados en el ansiado collado, reiniciamos la marcha en dirección NE, hasta cubrir los 250 m de zona de crestería que nos separaban de Sierra Mágina (2014 msnm), también conocida como la Morra de Mágina o Peña Morra, también conocida localmente como "Peña Grajera", que a modo de quilla de barco marca el extremo oriental de la divisoria de aguas del núcleo principal de Sierra Mágina, desde donde las vistas comienzan a ser magníficas en todas direcciones especialmente hacia el ESTE donde destaca la omnipresente Sierra de Cazorla, pudiendo distinguir: la crestería de Los Agrios, el Picón del Guante y el Aguilón del Loco. Y la zona sur de la Sierra de Castril. Hacia el SURESTE: el altiplano de Baza con su sierra y la de Los Filabres; al SUR: la Hoya Guadix y por encima la omnipresente Sierra Nevada. Al NORTE y NOESTE de nuestra posición: el cerro Cárceles, el cerro Carluca, la Serrezuela de Bedmar y la localidad de Jodar a sus pies y hacia el OESTE el cordal de la sierra hacia el que ahora empezamos a caminar.
Tramo 3, divisoria de
aguas de Sierra Mágina, desde Peña Mágina ó la Morra de Mágina (2.014 m) al
pico Mágina (2.167 m):
Una vez la Morra de Mágina (2.014 m), también conocida como peña Mágina o peña Grajera, como nos gusta llamarla para evitar confusiones, regresamos sobre nuestros pasos los aproximadamente 250 m que nos separan del collado que nos situó en la divisoria de aguas de la sierra y seguimos caminando ya por la misma divisoria, a elegir según la destreza, ánimos, fuerza y pericia del excursionista.
Sobre la misma crestería como hicieron la mitad de nuestro compañeros, caminando sobre unos roquedales con vertiginosos tajos a la izquierda o bien en paralelo a la derecha de la cresta, unos 15 m por debajo de la misma, hacia la vertiente norte, que mantiene una pendiente mas dócil, de hecho durante varios minutos iremos caminando en paralelo al idílico paraje del Caño del Aguadero ,aparentemente a tiro de piedra, a un kilómetro escaso, al que a unas malas se podría llegar en caso de tener que utilizar como vía de escape, pues aunque no hay sendero la ladera hasta allí abajo parece dócil (como se observa en la imagen de arriba).
Una vez la Morra de Mágina (2.014 m), también conocida como peña Mágina o peña Grajera, como nos gusta llamarla para evitar confusiones, regresamos sobre nuestros pasos los aproximadamente 250 m que nos separan del collado que nos situó en la divisoria de aguas de la sierra y seguimos caminando ya por la misma divisoria, a elegir según la destreza, ánimos, fuerza y pericia del excursionista.
Sobre la misma crestería como hicieron la mitad de nuestro compañeros, caminando sobre unos roquedales con vertiginosos tajos a la izquierda o bien en paralelo a la derecha de la cresta, unos 15 m por debajo de la misma, hacia la vertiente norte, que mantiene una pendiente mas dócil, de hecho durante varios minutos iremos caminando en paralelo al idílico paraje del Caño del Aguadero ,aparentemente a tiro de piedra, a un kilómetro escaso, al que a unas malas se podría llegar en caso de tener que utilizar como vía de escape, pues aunque no hay sendero la ladera hasta allí abajo parece dócil (como se observa en la imagen de arriba).
Pero tal y
como teníamos previsto continuamos avanzando por la zona de cumbres de sierra
Mágina, que sólo es crestería, propiamente dicho, en tramos muy
cortos y salvables, ya que aunque hacia la izquierda (este y sur) la caída suele ser a base
de tajos, hacia la derecha (norte), en el sentido denuestra marcha, se
presenta como una ladera, compuesta de un abundante lapiaz y sin
sendero definido, pero de fácil transito para cualquier persona acostumbrado
a caminar por montaña
Las
formaciones rocosas junto a las que vamos pasando por esta zona de cumbres harán
volar nuestra imaginación encontrando en ellas diversas formas, de animales,
objetos e incluso caras, otras veces nos sorprenderán con vertiginosos balcones
entre verticales paredes.
No teniendo en ningún momento la necesidad de pasar por ninguna zona expuesta, sólo nos asomamos al borde de algún que otro tajo si queremos. Algunas rocas están parcialmente cubiertas por hiedras y sabinas rastreras, que hacen del camino un llamativo escenario, conforme vamos avanzando por la divisoria de aguas de la sierra en dirección OESTE, las zonas mas escapadas a nuestra izquierda hasta transformarse en perfil alomado.
Llegando a un collado, a partir del cual empezamos a caminar ya por sendero claramente definido, desde el que ya podemos distinguir perfectamente la peculiar silueta de esa casita de piedra que es el denominado Refugio Miramundos con su tejado en forma de “U” invertida, al que llegamos pocos minutos después de dejar atrás un perfil ondulante y remontar la estratégica loma sobre la cual se encuentra este peculiar refugio, cuyo interior nos encontramos en perfecto estado de limpieza con su escoba, recogedor, chimenea, cuaderno de visitantes y eso sí, un cartel junto a la puerta que advertía sobre el peligro de desprendimiento.
No teniendo en ningún momento la necesidad de pasar por ninguna zona expuesta, sólo nos asomamos al borde de algún que otro tajo si queremos. Algunas rocas están parcialmente cubiertas por hiedras y sabinas rastreras, que hacen del camino un llamativo escenario, conforme vamos avanzando por la divisoria de aguas de la sierra en dirección OESTE, las zonas mas escapadas a nuestra izquierda hasta transformarse en perfil alomado.
Llegando a un collado, a partir del cual empezamos a caminar ya por sendero claramente definido, desde el que ya podemos distinguir perfectamente la peculiar silueta de esa casita de piedra que es el denominado Refugio Miramundos con su tejado en forma de “U” invertida, al que llegamos pocos minutos después de dejar atrás un perfil ondulante y remontar la estratégica loma sobre la cual se encuentra este peculiar refugio, cuyo interior nos encontramos en perfecto estado de limpieza con su escoba, recogedor, chimenea, cuaderno de visitantes y eso sí, un cartel junto a la puerta que advertía sobre el peligro de desprendimiento.
El refugio está estratégicamente situado sobre una loma perteneciente a la divisoria de aguas de la
sierra, su nombre de Miramundos, queda justificado por la magnífica panorámica
que desde este refugio tenemos 360º alrededor, abarcando todas las sierras
mencionadas y otras mas lejanas como Sierra Tejeda, Almijara al SUROESTE o la
cabecera del Gargantón por donde realizamos nuestra ascensión al SURESTE.
Cuando
estábamos finalizando el almuerzo junto al refugio, disfrutando del cálido sol
del mediodía primaveral, el disfrute de tan magníficas vistas bajo aquel
radiante cielo azul que nos acompañó durante toda la jornada, aumentó cuando
Reinaldo “El Trovador de la Senda” tuvo a bien recitarnos a los postres el
himno de “andaluces de Jaén” (de Jarcha), para orgullo de un grupo de jienenses
con quienes coincidimos en el Refugio Miramundos. Sin duda alguna, un lugar
mágico, que justo cuando todos los allí presentes estábamos a punto de
abandonar (no sé si por las chocolatinas de Ilse o por las exquisitas trufas de
la “Señora Duquesa”) pero al ponerme de pie, me entró un retortijón de barriga,
que amenazaba con cagarme encima si daba quince pasos mas. Por lo que le pedí
al grupo con discreción, que siguieran rumbo al pico Mágina, que yo me había
puesto “de parto”. Tras comprobar que se acercaban dos grupos a este lugar por
distintos puntos a penas a 500 m de distancia, no quedó otra que meterme dentro
del refugio, arrancar varias hojas en blanco del cuaderno de visitantes y
ubicarla en el lugar perfecto junto a la chimenea donde con precisión
milimétrica cayeron dos excrementos en forma de bastón y la cabeza cortada de
un tercero, ya que tuve que acabar antes de lo previsto debido a la inminente
llegada de los dos grupos al lugar. Finalizando justo a tiempo para eliminar de
forma higiénica los excrementos con gruesos papeles, que minutos después fueron
enterrados a gran profundidad junto a una sabina rastrera, cuyas raíces harían
buena utilidad de tan inesperados nutrientes.
Tras abandonar el refugio
Miramundos, encaminé mis pasos hacia el bien marcado sendero que en dirección
OESTE, discurre en paralelo a la zona de cumbres que ahora iremos llevando a
nuestra derecha. Nos estamos aproximando a la zona mas alta de la sierra, sin
embargo, a primera vista la mayor parte de estas elevaciones tienen una altura
prácticamente idéntica, probablemente el parque natural de sierra Mágina es uno
de los mejores lugares para observar, en un reducido territorio, la peculiar
disposición en unidades tectónicas superpuestas de la Cordillera Bética:
Subbético Externo sobre Unidades Intermedias, y éstas, a su vez, sobre el
Prebético.
A este interés geológico general, se debe añadir, una vez más, el carácter kárstico del macizo, predominantemente carbonatado, pero en esta ocasión con una particularidad: la de ser el karst de mayor altitud de la Cordillera Bética, lo que le confiere unas particularidades morfológicas, entre otras el desarrollo de formas asociadas a la permanencia de nieve, tales como las dolinas climáticas o de pozo de nieve (jous), que nos vamos encontrando en distintos puntos del recorrido por esta zona de cumbres, asequibles por su alomado perfil, aunque caracterizado por un extenso lapiaz que nos invita a seguir el pedregoso, pero bien marcado sendero que a veces pasa cerca de alguna cumbre, que nos hace dudar de si ya estamos en el pico Mágina (2.167 m) o no, hasta que definitivamente distinguimos el pico Mágina (techo de Jaén) por su vértice geodésico, donde nos hicimos la correspondiente foto de grupo.
A este interés geológico general, se debe añadir, una vez más, el carácter kárstico del macizo, predominantemente carbonatado, pero en esta ocasión con una particularidad: la de ser el karst de mayor altitud de la Cordillera Bética, lo que le confiere unas particularidades morfológicas, entre otras el desarrollo de formas asociadas a la permanencia de nieve, tales como las dolinas climáticas o de pozo de nieve (jous), que nos vamos encontrando en distintos puntos del recorrido por esta zona de cumbres, asequibles por su alomado perfil, aunque caracterizado por un extenso lapiaz que nos invita a seguir el pedregoso, pero bien marcado sendero que a veces pasa cerca de alguna cumbre, que nos hace dudar de si ya estamos en el pico Mágina (2.167 m) o no, hasta que definitivamente distinguimos el pico Mágina (techo de Jaén) por su vértice geodésico, donde nos hicimos la correspondiente foto de grupo.
Sierra Mágina acoge las cumbres
más altas de la provincia de Jaén, siendo su techo el pico Mágina (2.167 m). No obstante, mas que un pico, como le
ocurre al Torreón en la Crestería de la sierra del Pinar en Grazalema (Cádiz),
en realidad es el punto mas alto de una crestería, que en el caso de sierra
Mágina es mas alomada, de hecho muy cerca, a menos de 800 m se encuentran otras
dos elevaciones prácticamente de la misma altura como son el cerro Mágina
(2.136 m) y el pico Jaén (2.147 m) que sería “la proa del barco”, ocupando el
extremo occidental de la divisoria de aguas de la Sierra, siendo por ello la
cumbre desde la que podemos obtener mejores vistas hacia el OESTE. Otras
cumbres destacables en la zona norte de la Sierra, que se distinguen mejor como
montañas aisladas e incluso mas alpinas son el pico Cárceles (2.059 m) y el Almadén
(2.032 m), fácilmente reconocible por los repetidores de radio y televisión.
Las altas montañas de la sierra actúan en los meses de lluvia como una pared
infranqueable para los vientos húmedos procedentes del Atlántico, que ascienden
por el valle del Guadalquivir.
De su geomorfología destacan las dolinas de las cumbres en las que se recogía nieve hasta bien entrado el siglo XX, las formaciones kársticas, las cuevas y simas. La zona noroeste es mas húmeda lo que ha propiciado la proliferación de bosques de pinos, encinas y quejigos. Mientras que la zona oriental de la comarca en dirección sureste padece índices pluviométricos más pobres. En la parte baja de la sierra su paisaje está formado por arcillas blancas erosionadas que conforman grandes áreas esteparias y semidesérticas.
De su geomorfología destacan las dolinas de las cumbres en las que se recogía nieve hasta bien entrado el siglo XX, las formaciones kársticas, las cuevas y simas. La zona noroeste es mas húmeda lo que ha propiciado la proliferación de bosques de pinos, encinas y quejigos. Mientras que la zona oriental de la comarca en dirección sureste padece índices pluviométricos más pobres. En la parte baja de la sierra su paisaje está formado por arcillas blancas erosionadas que conforman grandes áreas esteparias y semidesérticas.
Tramo 4, Descenso
desde el pico
Mágina (2.167 m) hasta el collado de Las Adelas y prolongación bajando por el Gargantón:
Desde la
cumbre del pico Mágina, era nuestra intención haber completado toda la zona
alta de la sierra hasta el pico Jaén, pasando por cerro Mágina. Sin embargo, el
hecho de haber empezado mas tarde de lo previsto, las paradas obligadas y un
ritmo de marcha mas bajo de lo esperado en la zona de cumbre por la pájara del
“Último Samurai”, nos obligaban a dejarlo para mejor ocasión, siendo
recomendable iniciar ya el descenso directamente hacia el final de ruta.
Animado por
la dócil ladera que desde el vértice geodésico del pico Mágina parte en
dirección SUR, echamos a andar en la creencia de que muy pronto nos
encontraríamos con el sendero que sube por el camino de La Tosquilla, que a
media bajada se transforma en la pista cuyo final ya veíamos desde allí arriba
viniendo a salir a un tramo intermedio de la carretera que une Huelma con
Cambil (clásico acceso al pico Mágina por la vertiente SUR), pero este sendero
no llega al pico Mágina directamente desde el SUR, tal y como yo creía
recordar, sino que primero llega a la parte alta de la sierra, viniendo a salir
entre el cercano cerro Mágina y el pico del mismo nombre, unos 200 m al oeste
del vértice geodésico, que es hacia donde deberíamos haber continuado para
descender cómodamente por este sendero.
Sin embargo, descendiendo campo través, directamente en dirección S-SE, desde el pico Mágina, lo que nos encontramos fue con una ladera dócil al principio, pero cada vez mas empinada, por la que iniciamos el descenso en dirección al sendero, que veíamos unos 200 m por debajo nuestra al que llegamos unos 15 minutos mas tarde, después de descender campo través por una pendiente algo pedregosa, pero ni mucho menos mas complicada que otros terrenos que hayamos pateado antes.
Sin embargo, descendiendo campo través, directamente en dirección S-SE, desde el pico Mágina, lo que nos encontramos fue con una ladera dócil al principio, pero cada vez mas empinada, por la que iniciamos el descenso en dirección al sendero, que veíamos unos 200 m por debajo nuestra al que llegamos unos 15 minutos mas tarde, después de descender campo través por una pendiente algo pedregosa, pero ni mucho menos mas complicada que otros terrenos que hayamos pateado antes.
Una vez en
el collado de Las Alegas, hasta donde el sendero discurre dirección S-E, en
sentido descendente, este gira a la derecha, dirección SUR, buscando la pista
terriza conocida como el Camino de la Tosquilla, posible punto de fuga para
realizar una versión lineal de esta ruta, que durante minutos nos planteamos
tomar Eduardo y yo, para aliviar su pájara, pero como veíamos que ya en pleno
descenso se iba recuperando y los compañeros insistieron en seguir todos
juntos.
Al llegar al collado de Las Alegas, abandonamos el sendero oficial del parque que sigue dirección SUR y nos encaminamos hacia el ESTE encontrándonos con una alambrada que nos cortaba el paso, si bien, la mirada experta del Doctor Leal, localizó rápidamente la angarilla que dejamos cerrada a nuestro paso, continuando por el sendero que en sus primeros metros discurre paralelo al otro lado de la alambrada, que ahora llevamos a nuestra izquierda, durante unos metros dirección NORTE y a renglón seguido dirección predominantemente E, N-E, se trata de un sendero que va faldeando la vertiente NORTE del valle, donde se forma la cabecera del Gargantón, que durante un buen rato llevaremos a nuestra derecha, atravesando un denso pinar y pasando de vez en cuando por uno de esos pinos laricios de monumental tamaño que tanto llamarán nuestra atención. Salvo algún corto tobogán de subida, casi todo el perfil de este tramo de sendero va faldeando o descendiendo la ladera, llevando en todo momento la caída del Valle a nuestra derecha y la parte alta de la sierra a nuestra izquierda.
Al llegar al collado de Las Alegas, abandonamos el sendero oficial del parque que sigue dirección SUR y nos encaminamos hacia el ESTE encontrándonos con una alambrada que nos cortaba el paso, si bien, la mirada experta del Doctor Leal, localizó rápidamente la angarilla que dejamos cerrada a nuestro paso, continuando por el sendero que en sus primeros metros discurre paralelo al otro lado de la alambrada, que ahora llevamos a nuestra izquierda, durante unos metros dirección NORTE y a renglón seguido dirección predominantemente E, N-E, se trata de un sendero que va faldeando la vertiente NORTE del valle, donde se forma la cabecera del Gargantón, que durante un buen rato llevaremos a nuestra derecha, atravesando un denso pinar y pasando de vez en cuando por uno de esos pinos laricios de monumental tamaño que tanto llamarán nuestra atención. Salvo algún corto tobogán de subida, casi todo el perfil de este tramo de sendero va faldeando o descendiendo la ladera, llevando en todo momento la caída del Valle a nuestra derecha y la parte alta de la sierra a nuestra izquierda.
Un kilómetro
y medio mas allá del collado de Las Alegas, comenzamos a ver a unos dos
kilómetros de distancia, en el mismo sentido de nuestra marcha, dirección NE, esa
lengua terriza donde se encuentra La Fuentezuela, lugar por el que pasamos por
la mañana, al que no hace falta llegar, de hecho, cuando vamos llegando a un
cordal rocoso, salpicado de pinos (imagen de abajo), que se interpone entre nosotros y el paraje de la
Fuentezuela, comenzamos a descender en dirección S,S-E por un sendero muy
perdido, que camuflado entre las acículas de los pinos a penas podemos ver.
Pero tampoco es imprescindible verlo, porque llegados a este punto, tampoco
pasa nada si el sendero está muy perdido, porque el descenso por este tramo de
ladera es relativamente dócil entre abundante pinar, simplemente nos
limitaremos a ir descendiendo por donde nos resulte mas cómodo, eso sí,
manteniendo siempre dirección SE, hasta toparnos al final del descenso con una
especie de lengua rocosa a modo de ancho tobogán (imagen de abajo); que se va estrechando
conforme vamos llegando a su final, que coincide justo con el sendero, por el
que nos desviamos hacia la Fuentezuela en las primeras horas de la ruta.
A partir de este punto nos limitamos a regresar sobre nuestros pasos por el sendero ya conocido del Gargantón, entre cuyos gigantescos pináculos, grandes fallas, grietas y curiosas formaciones imitativas, volvimos a pasar en dirección contraria, disfrutando de tan magnífico espectáculo paisajístico con las luces del atardecer y encontrando, ahora sí, el ramal de sendero que nos habíamos saltado por la mañana.
A partir de este punto nos limitamos a regresar sobre nuestros pasos por el sendero ya conocido del Gargantón, entre cuyos gigantescos pináculos, grandes fallas, grietas y curiosas formaciones imitativas, volvimos a pasar en dirección contraria, disfrutando de tan magnífico espectáculo paisajístico con las luces del atardecer y encontrando, ahora sí, el ramal de sendero que nos habíamos saltado por la mañana.
Siendo el
único incidente (anécdota) reseñable, la caída del cristal derecho de las gafas
de Maria Jesús “La Duquesa de vaqueira Beret” al intentar salvar las aguas del
primer vado sobre las aguas del Gargantón. Paraje casi sagrado para los
habitantes del Bélmez de la Moraleda que durante siglos han bebido de este manantial
que les abastece tanto para su uso doméstico como de regadío.
Al llegar a
los coches, Romualdo “El Trovador de la Senda” hizo una breve introducción del por qué estimaba oportuno homenajear al
gran Joaquín Sabina, argumentando que ya que nos encontrábamos a escasa
distancia de su Úbeda natal, donde llegó al mundo un 12 de febrero de
1949…¡total, que se puso su bombín y camiseta negra de Joaquín Sabina” y nos
cantó la canción “Princesa” tras la cual le hicimos la correspondiente foto con
las cuatro compañeras de la ruta.
Aunque no es políticamente correcto, en el entusiasmo de los días posteriores a esta preciosa ruta, me gustaría dejar constancia del grado de satisfacción de mis agradecidos compañeros con sus generosos comentarios, a pesar de que todos ellos me superan de largo en destreza y pericia montañera.
Mi querido Comandante:
El sábado, nada más despedirnos de vosotros, hicimos un alto en Jódar para descansar y reponer fuerzas. El pueblo era una fiesta, una explosión de colores, aromas y sonidos. La gente, vestida de domingo, se había lanzado a la calle para honrar a su Patrón. Una banda de música escoltaba la imagen del Santo, y el desfile de parroquianos. Las terrazas de los bares, abarrotadas… Parecía que la Primavera había dado una tregua a la crisis… Y allí estábamos nosotros. ¡Qué privilegio!
¡Y qué tapas, qué cerveza, qué helados…! "Por favor, déme la cuenta”. “Son diez euros”.
A medianoche emprendimos la marcha hacía Cazorla por una carretera estrecha que se abría paso entre olivares, estrellas y una luna con ganas de crecer. Detuve el coche, lo apagué y salimos a contemplar el milagro. La abracé hasta sentir en mis venas la sangre de las suyas… Y hasta aquí puedo contar por mi condición de caballero.
La mañana del domingo la dedicamos a Cazorla pueblo: Iglesia de Santa María, bóveda del río, Castillo, galería de arte, comida… Después, traslado a Arroyo Frío para tomar posesión de un hotel de ensueño en medio de un Paraiso: Un cuatro estrellas a precio de Pensión Conchita de mi pueblo (45 euros). Se llama “Coto del Valle” . Otro acierto.
¡Y qué decir del lunes! El Borosa en su esplendor. Un éxtasis que duró siete horas.
El hotel nos permitió retrasar la salida hasta el regreso de la ruta, así que al atardecer, aseados y descansados, tomamos el camino de regreso a casa con parada en Jodar para cenar.
Resumiendo: Cuatro días estupendos por Jaen que no hubiéramos imaginado de no ser por la ruta del Mágina que tu inventaste. Gracias a tí y a todos los que la hicieron posible.
Un abrazo, Romualdo
El sábado, nada más despedirnos de vosotros, hicimos un alto en Jódar para descansar y reponer fuerzas. El pueblo era una fiesta, una explosión de colores, aromas y sonidos. La gente, vestida de domingo, se había lanzado a la calle para honrar a su Patrón. Una banda de música escoltaba la imagen del Santo, y el desfile de parroquianos. Las terrazas de los bares, abarrotadas… Parecía que la Primavera había dado una tregua a la crisis… Y allí estábamos nosotros. ¡Qué privilegio!
¡Y qué tapas, qué cerveza, qué helados…! "Por favor, déme la cuenta”. “Son diez euros”.
A medianoche emprendimos la marcha hacía Cazorla por una carretera estrecha que se abría paso entre olivares, estrellas y una luna con ganas de crecer. Detuve el coche, lo apagué y salimos a contemplar el milagro. La abracé hasta sentir en mis venas la sangre de las suyas… Y hasta aquí puedo contar por mi condición de caballero.
La mañana del domingo la dedicamos a Cazorla pueblo: Iglesia de Santa María, bóveda del río, Castillo, galería de arte, comida… Después, traslado a Arroyo Frío para tomar posesión de un hotel de ensueño en medio de un Paraiso: Un cuatro estrellas a precio de Pensión Conchita de mi pueblo (45 euros). Se llama “Coto del Valle” . Otro acierto.
¡Y qué decir del lunes! El Borosa en su esplendor. Un éxtasis que duró siete horas.
El hotel nos permitió retrasar la salida hasta el regreso de la ruta, así que al atardecer, aseados y descansados, tomamos el camino de regreso a casa con parada en Jodar para cenar.
Resumiendo: Cuatro días estupendos por Jaen que no hubiéramos imaginado de no ser por la ruta del Mágina que tu inventaste. Gracias a tí y a todos los que la hicieron posible.
Un abrazo, Romualdo
muchas gracias por hacer que tanta energía
positiva nos inunde en las rutas, fotos llenas de sonrisas.
Y el agradecimiento es el nuestro hacia ti que eres el "alma mater"
de cada ruta. El que la elabora, el que la pone en marcha, quien nos da
masticadito todo hasta cómo llegar al punto de encuentro, el que le pone la
gracia, la guindilla y el color a cada momento, ..... El que tras la ruta
elabora unas crónicas geniales para que sigamos disfrutando de ella y volvamos
a hacerlo cuantas veces nos apetezca. No se puede ser más generoso en procurar
la alegría de los demás, Juani.
Y encima eres el que se agobia si sale una nube o dan lluvia que pudiera estropearnos el día y si es así nos pides hasta disculpas. Qué tío tan grande y tan maravilloso eres en esa humildad.
Juani, que somos nosotros los que jamás llegaremos a pagarte tanto como te tenemos que agradecer, y en realidad no somos más que una panda de aprovechados ..... aunque también amigos.
Espero que ese lumbago se vaya pronto, qué fastidio!!!
Y encima eres el que se agobia si sale una nube o dan lluvia que pudiera estropearnos el día y si es así nos pides hasta disculpas. Qué tío tan grande y tan maravilloso eres en esa humildad.
Juani, que somos nosotros los que jamás llegaremos a pagarte tanto como te tenemos que agradecer, y en realidad no somos más que una panda de aprovechados ..... aunque también amigos.
Espero que ese lumbago se vaya pronto, qué fastidio!!!
Santa Teresa de Sierra Mágina
Mucas
gracias, Rafael “El Califa”
Entre
todos hicimos una gran ruta, ¡menudo buen sabor de boca me ha dejado!.
Javier
Ruiz
Gracias
Juani son muy bonitas las fotos y preciosa y espectacular la ruta, me
encantó!!!! Quedé fascinada.. gracias por vuestra compañia y de super lujo
compartir esta gran ruta con todos vosotros, un abrazo a todos.
Sonia
“Catwoman”
No hay palabras. Ni siquiera para comentar los hechos de Miramundos. Prácticamente me había hecho a la idea de no ir a Mágina por ahora por lo lejos que estaba. Un acierto 100 %
ResponderEliminarHola Juani,
ResponderEliminarme ha encantado leer este relato tan divertido e instructivo a la vez. Estoy deseando seguir vuestros pasos por esta maravillosa ruta, pero para no perderme me vendria muy bien disponer de los puntos de vuestro recorrido.
¿Acaso es posible disponer de ellos o descargarselos de un sitio donde los hayas subido?
Un cordial saludo,
Damien
Muy bonitas fotos y muy bien explicado www.aceitecsb.es
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