Material
requerido obligatorio: arnés de ferratas (o escalada), disipador,
vaga y casco.

Aunque pudiera parecer que las murallas de la Albacara tenían una finalidad defensiva, en realidad se construyeron para resguardar a las ganaderías, antes de ser vendidas o trasladadas a la ciudad. Se debía pagar por tenerlos allí.
Al llegar a la Puerta del Cristo o de Los Molinos, merece la pena recrearnos con una de las postales más representativas no ya solo de Ronda, sino, de toda Andalucía, nada menos que el majestuoso puente nuevo, con la cascada a sus pies por donde discurre el primer rapel del barranco. A la izquierda del Puente Nuevo, de izquierda a derecha podemos recrearnos con el Parador Nacional, los Jardines de Blas Infantes con sus vertiginosos balcones y la gente allí arriba como hormiguitas (así también nos ven ellos a nosotros), la Alameda del Tajo, también con sus famosos balcones y a la izquierda del todo, una curiosa formación geológica fruto de las cuencas del drenaje, conocida como "Asa de la Caldera".
Desde la "Puerta del Cristo", tomamos el sendero que desciende a
la derecha, en dirección hacia el Puente Nuevo, con la caída hacia el
Guadalevín a nuestra izquierda, hasta llegar sin margen de error al inicio de
las dos vías ferratas.
Fecha de
realización: sábado 26 agosto 2017
MONITOR: Juan
Antonio Villalba "Corsario de Sierra Almijara"
AGRADECIMIENTOS: A Rafa Flores por todas sus aclaraciones y a la asociación senderista Pasos Largos, a la que también pertenecemos desde hace muchos años algunos miembros del grupo, ya que ambas ferratas fueron acondicionadas para la actividad deportiva por esta Asociación rondeña, quien además de poner el personal técnico de trabajo, sufragó los gastos.
AGRADECIMIENTOS: A Rafa Flores por todas sus aclaraciones y a la asociación senderista Pasos Largos, a la que también pertenecemos desde hace muchos años algunos miembros del grupo, ya que ambas ferratas fueron acondicionadas para la actividad deportiva por esta Asociación rondeña, quien además de poner el personal técnico de trabajo, sufragó los gastos.

Fotografías: Arnaud Turnier, Kminante del Sur, José Manuel Vázquez, Andrés Rodríguez y Juan Ignacio Amador.
http://www.rutasyfotos.com/2016/08/barranco-del-tajo-de-ronda.html
http://www.diariosur.es/interior/201703/11/como-formo-tajo-ronda-20170310185330.html
http://www.diariosur.es/interior/201703/11/como-formo-tajo-ronda-20170310185330.html
https://yogahimsablog.wordpress.com/2015/08/03/historia-geologica-del-tajo-de-ronda/
Nivel de
dificultad: K1 (fácil, ideal para iniciación)
Desnivel: 50 m
Recorrido: 75 m
lineales
Tiempo
estimado: 20 minutos
Aunque se cuenta erróneamente que esta vía ferrata se hizo,
aprovechando un antiguo equipamiento instalado en el año 1936, en los muros
laterales del tajo de Ronda, para que
los campesinos pudieran acceder rápidamente al pueblo desde la zona de
Los Molinos, y de ese modo, evitar el sinuoso ascenso por "la Cuesta del
Cachondeo". Rafa Flores nos rectifica amablemente y nos aclara que Las grapas se colocaron como soporte para la construcción de unos muros
de sujeción en las rocas, después de los desprendimientos producidos
tras un terremoto en 1917. Las piedras caídas destruyeron siete molinos y
mataron a 16 personas. No es cierto que se construyera para subir los
hortelanos, aunque es cierto que algunos, poco cargados, aprovecharon
esta instalación para acortar camino. El nombre se lo pusieron los padres Salesianos de Ronda, pues los
alumnos de uno de los dos colegios de Ronda regidos por esta
congregación, cercano a la plaza del Campillo, se escapaban para jugar
en las "grapas".




FERRATA DE LA SEVILLANA (de Electricidad):
Nivel de
dificultad: K1 (fácil, salvo un par de pequeños desplomes y el corto tramo donde hay
que ir apoyando el pie derecho por fuera).
Desnivel: 56 m
Recorrido: 74 m
lineales
Tiempo
estimado: 30 minutos



AL FINALIZAR
LAS FERRATAS: Regresaremos a los vehículos, y cogimos el material para
realizar los dos rápeles del Barranco del Guadalevín, neoprenos, cuerdas,
arneses (de barranquismo), el "ocho", el casco, mínimo dos cuerdas de 40 m transportadas en sus correspondientes mochilas y vagas de anclaje.
2ª PARTE: SALIDA DEL CAÑÓN DEL TAJO DE RONDA (Río Guadalevín)
Localidad de
referencia: Ronda.
Duración
estimada: Depende
de varios factores como el número de participantes, nivel de destreza y experiencia,
número de monitores. No obstante, lo normal es entre 2 y 3 horas, pues aunque linealmente, a penas
son 400 m desde los pies del Puente Nuevo hasta su salida, a la altura del
alojamiento rural “El Molino”, el recorrido es una auténtica jinkana, donde a
dos rápeles cercanos a los 40 m cada uno, hay que sumarles un caos de bloques,
casi de principio a fin, que ralentiza mucho la marcha.
Dos
rápeles de unos 35 metros de altura, el primero es muy limpio y vertical, con
la
única dificulta del caudal de la cascada en los primeros 8 m si va muy
crecida, después continuamos descendiendo por un lateral de la cascada, donde ya podemos seguir descendiendo con tranquilidad. El segundo, se acerca a
los 32 m, fraccionado en un primer tramo escalonado de
unos 10 m, tras el que hay que llegar a una segunda reunión, y desde allí
iniciar un segundo tramo, mucho más vertical de unos 22 m

Longitud: unos 400 metros lineales, ampliables
a poco mas de 1 km, si iniciamos el recorrido desde el Puente Viejo,
añadiéndole el aliciente de caminar por dentro del cañón, que al mismo tiempo a
traviesa el casco antiguo de la ciudad, con casas encaramadas a lo más alto del
tajo. Además el tramo entre el puente Viejo y los pies del Puente Nuevo, donde
se encuentra el primer rapel, es muy dócil, prácticamente llano, con pozas muy
amplias e incluso algunos tramos de nado, según lo crecido que vaya el río,
pero en verano, el fondo suele estar fangoso en esa zona.
Combinación
de vehículos: No es necesaria, si dejamos los coches en algún
rellano del camino empedrado de “La Cuesta del Cachondeo” o directamente en la
explana junto al albergue “Los Molinos” (al final del recorrido). Desde
allí hasta los pies del Puente Nuevo, teórico punto del recorrido, llegamos en
apenas 20 minutos.
Lugar estratégico recomendable para pernoctar y/o tomarnos una cervezas y/o almorzar tras la actividad: http://www.alberguelosmolinos.com/
Acceso: El mismo
camino de acceso que para las vías ferratas, hasta que antes de llegar a la Puerta del Cristo, tomamos el camino que sale a la derecha y que pasa junto a los restos de una antigua
alberca, desde donde parte a nuestra derecha, un sendero que desciende
suavemente y nos lleva hasta la acequia que ya nos acompaña hasta los pies del Puente
Nuevo, donde empieza nuestra corta, pero intensa aventura.

Época
recomendada: Todo
el año, salvo en época de crecidas, pues si la cascada lleva demasiado caudal,
realizar el primer rápel bajo la cascada puede llegar a resultar peligroso si
no se tiene la suficiente experiencia y mucha sangre fría.
Material: neopreno largo el agua suele estar
fría en las pozas hasta en verano. Casco, (mínimo) dos cuerdas de 40 m , arnés de barranquismo (o espeleo), “ocho”, y
varias vagas de anclaje, mínimo tres, dependiendo del número de monitores y participantes.
Estado de las instalaciones: parabolts y químicos en buen estado
a fecha agosto 2017.
A tener en cuenta: requiere de un mínimo de
experiencia previa, porque el primer rapel es demasiado largo para que lo
realice una persona que nunca ha realizado un rápel en su vida. E incluso habiendo
realizado algún barranco anteriormente, si padece de vértigo, este es un rápel
que impone muchísimo respeto y el patio que se abre a nuestros pies impresiona
al acercarnos a la reunión, desde donde iniciamos el descenso.
El segundo
rapel es fraccionado, es decir, está dividido en dos y una vez que el monitor
que nos acompañe, descienda en primer lugar
a la segunda reunión para asegurarnos, desde la primera reunión que
comienza en un tramo muy dócil que empezamos andando tranquilamente hacia atrás,
debemos saber colocarnos la cuerda en el “ocho” (o bien que lo supervise algún
compañero que esté allí con nosotros).
Río Guadalevín: Aunque popularmente su barranco es
conocido como barranco de Ronda, lo correcto
sería llamarle barranco del Guadalevín,
que nace en la Sierra de Las Nieves, fruto de la unión de tres arroyos: el
carboneras, que nace junto al cortijo de Quejigales, el Capyuchín que nace a los pies de la ladera
oeste del cerro Alcoja y el arroyo de la Fuenfría, que nace en el Puerto de las
Trincheruelas (entre los cerros Abanto y Cascajares). Estos tres arroyos se
unen cerca del vado de La Fuenfría (al inicio del camino que va del camping de
Conejeras a Quejigales. A partir de allí se le llama Carboneras y a partir de
la angostura que se forma a partir del cerro castillejos, pasa a denominarse
Guadalevín, que después de pasar por la ciudad de Ronda, se une al
Guadalcobacín (que viene de Arriate), y a partir de su unión, a la altura de la
Indiana pasa a llamarse río Guadiaro.
En la imagen de la derecha, vemos a Lena, saltando sobre la preciosa poza que nos encontramos a los pies del segundo rápel. Conviene aclarar que a lo largo de este itinerario no hay que realizar ningún salto obligado. Solamente hay que realizar los dos rápeles y tras el segundo, cabe la posibilidad de saltar a esta poza, desde la roca que lo hace Lena en la foto, o la que aparece por detrás aún mas alta, con la debida precaución, pues ambas están muy pulidas y resbaladizas.

En la imagen de la derecha, vemos a Lena, saltando sobre la preciosa poza que nos encontramos a los pies del segundo rápel. Conviene aclarar que a lo largo de este itinerario no hay que realizar ningún salto obligado. Solamente hay que realizar los dos rápeles y tras el segundo, cabe la posibilidad de saltar a esta poza, desde la roca que lo hace Lena en la foto, o la que aparece por detrás aún mas alta, con la debida precaución, pues ambas están muy pulidas y resbaladizas.
Descripción del recorrido:
El barranco
del Tajo de Ronda es uno de los pocos barrancos urbanos que existen en toda
España, perfectamente equipados para su uso y disfrute. El escenario es
majestuoso nada menos que la postal más representativa de Ronda y por ende una
de las más representativas de Andalucía, el famoso puente nuevo con una gran
cascada a sus pies, por donde discurre el primer rápel, realmente espectacular
y no apto para personas con vértigo. Por lo tanto se trata de un barranco
periurbano, por el rio Guadalevín a los
pies del un millón de veces fotografiado Puente Nuevo de Ronda.


Aunque sólo
tiene dos rápeles, el primero de casi 40 m, impone mucho respeto, pero es muy
limpio (bastante recto) y no teniendo problemas de vértigo y saliendo con el
arnés bien colocado y asegurado, se hace sin ningún problema.
Superados los dos rápeles es un cañón muy corto, en lo que se refiere a la distancia recorrida, poco masa de 400 m lineales, pero asegurar bien a cada participantes en las reuniones lleva su tiempo, así como el descenso de cada uno y el caos de bloques a lo largo del recorrido, termina convirtiendo nuestro itinerario en una auténtica jinkana, que en más de una ocasión nos recordará al Cañón de las Buitreras del Guadiaro, aunque en este caso los tramos de nado son muy escasos, sobre todo, si hacemos el cañón en verano, con el cauce mucho mas mermado.
Como diría nuestra compañera Mabel, a lo largo de su recorrido quedaremos embriagados por el intenso olor de la menta, las higueras, el color de los verdes musgos y culantrillos...fusionados con el caos de rocas que nos acompaña de principio a fin, un paisaje de belleza telúrica, como sacado de un sueño, mientras vamos avanzando podemos recrearnos con los caprichosos conglomerados gigantescos de arenisca, donde se funden fragmentos de fosiles marinos, rocas con aspecto de grandes corales, en definitiva restos de lo que fue un brazo del antiguo antiguo Mar de Thetys que por este cañón encontró un canal de desague para seguir su curso por el Valle del Guadiaro, hasta llegar a lo queen este milenio es linea de Costa Mediterránea.
Y es que, a la belleza del paisaje, hay que sumar entre otros muchos alicientes, la autentica joya geológica y la increible historia del origen de este cañón tan peculiar como mágico.

Ni que decir tiene que después de finalizar el barranco, nos dimos un merecido homenaje en el Albergue Los Molinos, atendidos maravillosamente bien por nuestro viejo amigo Rafa Ríos "El Hombre que balizaba los caminos", donde brindamos todos juntos por segundo sábado consecutivo (en mi caso) con cerveza Estrella Alhambra. Lástima que el "Kminante delk Sur", que también pasó la pruieba con muy buena nota, tuvo que marcharse antes por obligaciones laborales.



Superados los dos rápeles es un cañón muy corto, en lo que se refiere a la distancia recorrida, poco masa de 400 m lineales, pero asegurar bien a cada participantes en las reuniones lleva su tiempo, así como el descenso de cada uno y el caos de bloques a lo largo del recorrido, termina convirtiendo nuestro itinerario en una auténtica jinkana, que en más de una ocasión nos recordará al Cañón de las Buitreras del Guadiaro, aunque en este caso los tramos de nado son muy escasos, sobre todo, si hacemos el cañón en verano, con el cauce mucho mas mermado.
Como diría nuestra compañera Mabel, a lo largo de su recorrido quedaremos embriagados por el intenso olor de la menta, las higueras, el color de los verdes musgos y culantrillos...fusionados con el caos de rocas que nos acompaña de principio a fin, un paisaje de belleza telúrica, como sacado de un sueño, mientras vamos avanzando podemos recrearnos con los caprichosos conglomerados gigantescos de arenisca, donde se funden fragmentos de fosiles marinos, rocas con aspecto de grandes corales, en definitiva restos de lo que fue un brazo del antiguo antiguo Mar de Thetys que por este cañón encontró un canal de desague para seguir su curso por el Valle del Guadiaro, hasta llegar a lo queen este milenio es linea de Costa Mediterránea.
Y es que, a la belleza del paisaje, hay que sumar entre otros muchos alicientes, la autentica joya geológica y la increible historia del origen de este cañón tan peculiar como mágico.


Parte de la aglomeración del caos de bloques que nos encontramos a lo largo del barranco del Guadalevín, se debe al demoledor poder erosivo del cauce del Guadalevín, en sus históricas crecidas, que en alguna ocasión ha llegado a provocar una castrofe como la que tuvo lugar el 3 de julio de 1917
http://loscallejones5u.blogspot.com.es/2012/11/la-muerte-se-cernio-y-cayo-sobre-el.html
http://loscallejones5u.blogspot.com.es/2012/11/la-muerte-se-cernio-y-cayo-sobre-el.html
Piropo a
Ronda, publicado en ABC de
Madrid, el 25 de enero de 1953, página nº 11, por José
Salas y Guirior (Pepe
Salas).
Si Ronda tuviera mar

Si Ronda tuviera mar
¡Qué mar tan
azul sería!
Un viento verde
de olivos
temblando lo
rizaría.
Bandoleros de la
mar,
piratas de la
serranía
-catite y ojo
tapado-
las sirenas
robarían.
Sirenas que a
romerito
y a
mejorana olerían,
en el pelo un
clavel verde
salado de alga
marina
y una cola de
lunares
nadando por
bulerías.
A la grupa de un
delfín.
Cantando la
llevarían.
Lores del
Almirantazgo
sacarían
fotografías
si Ronda tuviera
mar.
¡Qué mar tan
azul sería!….
Artículo de: García Aguilar J. M. (2.014):
Patrimonio geológico de la provincia de Málaga. Universidad de Málaga.
BARRAS
SUBMARINAS DE HACE 9 MILLONES DE AÑOS E HISTORIA GEOLÓGICA DEL TAJO DE RONDA
Una de las
estructuras más desconcertantes que podemos apreciar en las rocas sedimentarias
de Málaga recibe el nombre de “estratificación cruzada” y resulta habitual en
las areniscas de edad Mioceno superior que afloran en Ronda, Arriate, Alora,
Antequera o Bobastro. La estratificación cruzada consiste en una serie de
planos inclinados en distintas direcciones que dibujan en las secciones
verticales de estas rocas una imagen similar al cruces de muchos caminos. Las
dimensiones de estas líneas pueden ser muy variadas, entre pocos centímetros y
decenas de metros, dando la sensación de ser trazas artificiales producidas por
alguna máquina.


Las paredes del
Tajo de Ronda muestran diversos ejemplos de estratificaciones cruzadas en los
estratos de areniscas y conglomerados que lo componen. Estas estructuras
permiten reconstruir parte de la historia sedimentaria del Mioceno superior en
la zona, a través de una secuencia de rocas sedimentarias de unos 100 m
de espesor. Esta secuencia comienza en la zona inferior del Tajo con
conglomerados masivos de tamaño apreciable, originados por abanicos aluviales y
riadas procedentes de los relieves cercanos. Sobre este tramo aparece
otro de conglomerados en capas estratificadas con pequeños cantos
redondeados y presencia ocasional de fósiles marinos rotos.


El Tajo de Ronda
constituye uno de los 5 monumentos geológicos más importante de la provincia y
uno de sus iconos más representativos. En la actualidad aparece catalogado como
punto de interés geológico por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME)
y georecurso de interés por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de
Andalucía. Desde el punto geológico, el Tajo de Ronda aparece asociado a la
erosión del rio Guadalevin sobre conglomerados y areniscas calcáreas de edad
Mioceno superior. Además de la erosión fluvial, este tajo aparece asociado a la
acción de fallas tectónicas que marcan su trazado a lo largo de unos 1.500 m de
longitud con una forma de herradura abierta hacia el Sur y una altura
máxima cercana a los 100m. La cota superior del tajo, lugar donde
se hallan los miradores, se encuentran a 730 m sobre el nivel del mar. Estos
miradores, situados en el tramo urbano de Ronda, forman uno de los puntos panorámicos
más visitados e interesantes de toda la provincia.

¿Cómo se formó el
Tajo de Ronda?
El Tajo es, junto
a los tres puentes que el hombre construyó en distintos períodos de la historia
para salvar la garganta del río Guadalevín (que divide a Ronda en dos), el
Puente Nuevo, el Puente Viejo o de Santa Cecilia y el Puente Árabe o de las
Curtidurías, es la seña de identidad por antonomasia de la localidad, visitada
a diario por cientos y cientos de turistas. El accidente geológico es para
muchos expertos único, por su forma y por su emplazamiento, en pleno casco
urbano.
El origen de la
garganta se remonta a hace cinco millones de años, cuando las aguas
superficiales presentes en esta zona comenzaron a erosionar el sistema.
“Antes, hay que remontarse a hace
alrededor de 20 millones de años, cuando todo lo que es Andalucía, salvo una
parte de Sierra Morena, estaba inundada por el mar. Cuando se produce el choque
de la placas Euroasiática con la Africana, empiezan las Cordilleras Béticas a
emerger del mar y encontramos una Andalucía en la que gran parte del Valle del
Guadalquivir continuaba inundado por el mar y otra iba emergiendo, la parte
correspondiente a lo que son las actuales Cordilleras Béticas, Sierra Nevada y
la Serranía de Ronda. En el caso de la zona de Ronda, parece que el mar se fue
retirando por los Merinos, Cuevas del Becerro...”
El resultado de aquel proceso, de
años y años, aunque contado en pocos segundos, fue la creación de una zona
rodeada de montañas, que, hablando coloquialmente, empezó a rellenarse con los
restos de la erosión de estas elevaciones. “En el futuro sería lo que llamamos
meseta de Ronda, la llanura donde está asentada la ciudad en la actualidad”.
La naturaleza de estos sedimentos,
unos más duros y otros más blandos y en los que se pueden observar
con mucha
facilidad fósiles, también las zonas del Tajo del Abanico y la garganta del
arroyo de La Ventilla, es la que ha determinado el trazado del Tajo. “En todo
este conjunto de rocas que forman el Tajo, en el que hay conglomerados con
fragmentos de rocas más gruesas en la parte de abajo, poco a poco se van a
haciendo rocas también sedimentarias pero con granitos muy finos, como
consecuencia del propio depósito... los de más peso se depositan abajo. El río
comienza a actuar por las zonas más débiles, por alguna fractura, en los
materiales duros le cuesta más y es donde se va encajando, cuando encuentra
materiales blandos, erosiona más rápido”, relató Pimentel, al tiempo que añadió
que el sistema de rocas sedimentarias se llaman molasas y que éstas se rompen
en grietas más o menos verticales. “Cuando una roca es dura, se mantienen los
márgenes del río y cuando es blanda, el valle se abre. En Ronda la peculiaridad
es que han ocurrido las dos cosas: el río está encajonado cuando atraviesa la
ciudad y el valle se ha abierto en lo que llamamos la Hoya del Tajo, lo que
vemos cuando, por ejemplo, nos asomamos a los balcones de la Alameda o al
Puente Nuevo”.

Lo cierto es que en la actualidad,
aunque nos cueste creerlo, el río Guadalevín continúa erosionando las paredes
del Tajo, por el trabajo silencioso del agua y por el impacto de los
materiales, principalmente, rocas, que arrastra, que actúan como potentes
martillos: “¿Cuál sería su futuro?... verlo como la Hoya del Tajo... una vez
que el Guadalevín encontrara roca blanda... empezaría a derrumbarse”, aseguró
Pimentel. No obstante, tendrá que pasar mucho tiempo para que esto suceda y el
Tajo, tal y como hoy en día lo conocemos, con unos cien metros de profundidad
(como máximo) y en torno a medio kilómetro de longitud, desaparezca.
“Tan espectacular como el Tajo...
no hay otro accidente geológico. Hay relieves en España que se pueden parecer
como los cortados en Cuenca, los Mallos de Riglos, en el Prepirineo de Huesca,
y los conglomerados de Monteserrat. En Málaga, las formaciones de Setenil de
las Bodegas, son de la misma naturaleza que el Tajo de Ronda y en el Cañón del
Colorado (USA) ha ocurrido lo mismo, aunque con otra entidad y otras peculiaridades”.
Con motivo del 40 aniversario del
I.E.S. Pérez de Guzmán, el departamento de Biología y Geología de este
instituto alaboró el didáctico documental que podemos ver a continuación.
Siete curiosidades sobre el Puente Nuevo:
Junto a la Plaza de Toros, el
Puente Nuevo es un símbolo de Ronda. Salva un abismo de 100 m sobre el río
Guadalevín (Wadi-al-Labaiem>: “río de leche”) y une la ciudad
(barrio antiguo) con el Mercadillo (barrio nuevo), las dos zonas históricas.
Las mejores vistas del Puente Nuevo
están tras recorrer un pequeño camino que parte desde la Plaza de María
Auxiliadora.
Además de ser hermoso, el Puente
Nuevo de Ronda guarda algunos secretos y leyendas dignos de ser contados.
1. Los intentos fallidos:
Primero los árabes y después los
cristianos, construir un puente que salvara el acantilado siempre fue anhelo de
los rondeños. La villa, pacificada tras los convulsos años de conquista
cristiana (1485) se desarrolló rápidamente. El aumento de población requería un
puente nuevo, además del antiguo.
Se intentó construir un puente en
el s. XVI. Pero la dificultad técnica era enorme. No fue posible.
En 1735 (reinaba Felipe V), se
construyó un arco de 35 m de diámetro. Fue una tragedia: se derrumbó cinco años
después y mató a casi 50 personas.
Finalmente, un arquitecto
excepcional del s. XVIII consiguió elevar y mantener el actual Puente Nuevo.
El Puente Nuevo se construyó entre
1759 y 1793, más de tres décadas. Se considera una obra maestra de ingeniería.
Mide 98 de altura y 70 m de longitud.
Pese a sus dimensiones, el puente
parece un elemento natural de la roca. El color se diluye con el de las paredes
del acantilado. El material utilizado se extrajo del fondo de la garganta del
río. Así se consiguió un efecto mímesis.
3. El Arquitecto y los Pilares de la Tierra:
El arquitecto del puente fue José
Martín de Aldehuela. También se le atribuye, sin confirmación, la construcción
de la Plaza de Toros de Ronda, otro de los símbolos del lugar.
José Martín de Aldehuela (Teruel,
1729 – Málaga, 1802) llegó a Málaga requerido por el obispo (Molina Larios)
para construir los cimientos de la catedral de la ciudad. Ya había trabajado en
la catedral de Cuenca.
Como el protagonista de Los
Pilares de la Tierra, la novela de Ken Follet, José Martín se mueve de
catedral en catedral. En Málaga proyectó, además del Puente Nuevo, el Acueducto
de San Telmo, para abastecer de agua a la ciudad, y la Casa del Consulado de
Málaga, declarada hoy Monumento Histórico Nacional.
La leyenda dice que Martín de
Aldehuela se suicidó en el Puente Nuevo por no poder concebir un puente más
bonito que el Puente Nuevo. Sus restos están bajo la plaza del Convento de San
Pedro de Alcántara, en Málaga.
4. La estancia oculta:
Sobre el arco principal del Puente
Nuevo hay una ventanita. Es una estancia oculta. Primero fue una cárcel (los
reos estaban colgados en la nada) y luego un mesón (lo mismo que sirvió como
condena se consideró un privilegio).
Hoy es un centro de interpretación
del entorno, de la historia y de la ciudad. Muestra fotos y vídeos que recogen
la historia sobre el Puente Nuevo.
5. El Puente Viejo fue el puente Nuevo:
El Puente Viejo fue “La Puente
Nueva” hasta que se construyó el último, el que nos ocupa.
El Puente Viejo comunicaba la
ciudad y el barrio del Mercadillo. Se considera de época árabe. Tras la
conquista cristiana a finales el s. XV, el puente viejo quedó destrozado.
Lo volvieron a levantar
delincuentes considerados “buenos maestros”. En 1616 se lo llevó una riada. El
que hoy podemos ver se eleva a 31 m del río y su arco mide 10 m. Se restauró en
el s. XX.
Algunos días el viento sopla con
ferocidad bajo los arcos del Puente Nuevo. Esos días, entre silbidos, el viento
eleva el agua del río y llegan arriba algunas gotas. En Ronda dicen que aquí, a
veces, “llueve pa’arriba”.
7. El Balcón del "¡Coño!":
El mirador que nos encontramos al final de la Alameda del Tajo se conoce como “el balcón del Coño”. Es la sensación que
produce asomarse traducida en una palabra concisa y terminología coloquial andaluza.Otra de las señasd de identidad de la Ciudad Soñada. (Foto de Roque Gutiérrez).
Debido a la espectacularidad de un balcón colgado, que se encuentra en los Jardines de Blas Infante, mucha gente lo confunde con el "Balcón del Coño" (imagen de abajo).
