martes, enero 30, 2007

Ascensión a La Maroma desde la Alcaicería

Programa “Los 8 techos provinciales de Andalucía”
Episodio 5, Málaga: Ascensión a La Maroma desde el Cortijo Alto del Alcazar, T.M.Alcaucín, MÁLAGA (Parque Natural Sierra Tejeda-Alhama y Almijara)

En los días previos:
Tras un inusual mes de enero con temperaturas casi primaverales y sin una sola gota de lluvia, el panorama cambia radicalmente tres días antes de esta primera gran cita montañera de 2007. Todos los medios informativos anuncian en portada el primer temporal de nieve del año que viene barriendo la península de norte a sur, con varios pueblos incomunicados en Asturias y Cantabria, numerosos puertos de carretera cortados, uso obligatorio de cadenas y con el epicentro del temporal acercándose cada vez mas al sureste peninsular, hasta el punto de que el día antes hay varias carreteras cortadas en Jaén, Granada e incluso en la zona de Ronda, donde no te dejan pasar sin cadenas. Motivo por el cual se pospone la proyección del viernes 26 de enero “Por os Sendeiros Galleguiños” dentro del programa “CONOCE TU TIERRA”. El viernes por la mañana nos informamos en “Protección Civil de Alhama de Granada” y nos avisa que hay nieve hasta la misma Alcaicería (teórico punto de encuentro para el sábado a las 9,30 am.) y que el carril hasta el “Cortijo del Robledal” está nevado, con riesgo de placas de hielo. Por el contrario en “Alcaucín” nos confirman que el acceso hasta “El Cortijo Alto del Alcazar” está totalmente despejado, porque por esa zona no hay nieve hasta los 1.200 m. Aún así el día va pasando y nadie quiere arrojar la toalla, los mas de 40 amigos de diversos puntos de Andalucía con todo preparado para subir a La Maroma, seguimos pendientes del tiempo con la esperanza de que la borrasca se vaya desviando para la zona de Valencia, las llamadas se van cruzando a lo largo del día, pero finalmente con todos los informativos anunciando el empeoramiento del tiempo en la zona sureste peninsular y placas de hielo en las carreteras, nuestro compañero Isi, responsable de la expedición que salía de Sevilla me confirma que tras haberse reunido todos deciden renunciar al intento, haciendo lo propio nuestros compañeros Rafa Flores con los casi diez compañeros que iban a venir de Ronda y Reinaldo y Manuela que ya lo tenían todo preparado para venir desde Rota. Una vez confirmadas todas las bajas de quienes tenían previsto llegar por la A-92 al punto de encuentro. Se procede a trasladar el punto de encuentro al “Cortijo Alto del Alcazar” por Alcaucín, la oreja se me queda caliente de todas las llamadas realizadas a los compañeros que siguen animados con el plan para comunicarles el cambio.
La Maroma vista desde Sedella

Sábado, 27 de enero de 2007 (El día D)

Curiosamente el día amanece muy despejado sobre toda la franja costera y línea de cumbres litorales. Al llegar la altura de Vélez Málaga, la Maroma se presenta imponente ante nosotros con sus laderas nevadas bajo un inesperado sol que alimentaba aún mas nuestra ilusión y nuestra euforia contenida.

Punto de partida: 8.30 am. Cortijo Alto del Alcazar (840 m. de altitud, a 4,6 km. de Alcaucín): “El Vendaval del Moncayo” acompañado por mi tocayo “Ignacio” me llama todo extrañado de no ver allí a nadie entre el acojone y la incertidumbre y rápidamente queda todo aclarado.
9,30 am. Fernando y Ana “Los Duques de Juanar” ya están allí como un clavo y en cuestión de minutos vamos llegando: Fernando (Ronda) con otro amigo que viene de Nerja, Francisco J. el “Huevo” desde Sabinillas, Fran el “Zorro” desde Almargen y “La Caravana Costasoleña”: Juan Carlos “El Portador del Anillo”, Paqui “La Reina del Chocolate”, Miguel “El Hombre que sabía demasiado”, Patricia “La Chica que miraba las estrellas” Juan Antonio “El Elfo de la Malagueta”, Ivan “El Terrible”, Antoñito “El Risito”, Sean “El Canadiense Errante”, Ruth “La Ninfa del Pisuerga”, Jon “El Huracán de Sheffield”, Lindsey “La amazona del Peak District”, Juani “El Comandante Preston”y desde Alhama Jordi “Mr Fantástico” con Lucía “La Elfa de Guadarrama” al rescate de José “¡Vamos mi Sevilla…!”que esperaba en el Hotel Restaurante “La Alcaicería” todavía en la creencia de que el plan de la travesía seguía adelante. En total:23 compañeros, que se presentaron puntuales (a pesar de que a algunos no se les había podido avisar la noche antes sobre el ligero cambio de planes), incluyendo a dos magníficos reporteros de “Al filo de lo imposible”, que solicitaron formar parte de la Expedición atraídos por el programa de “Los 8 techos provinciales de Andalucía”.Tras una breve entrevista de introducción sobre Sierra Tejeda y cómo era la ascensión que estábamos a punto de iniciar, nos pusimos rápidamente en marcha bajo un radiante cielo azul, optando por la denominada “Ruta del carril” desde donde ya comenzamos a ver las primeras vistas sobre el Pantano de la Viñuela, el Boquete de Zafarraya y su prolongación hacia el “Arco Calizo Central” a través del cual estuvimos mas unidos que nunca a nuestros hermanos “los pasoslargos de Ronda” que finalmente no pudieron venir, compartiendo varias narraciones simultaneas vía móvil, en lo que a la postre se convertiría en una ruta record de 39 km. por la Sierra de las Nieves en pleno apogeo invernal.
Mientras tanto, por un frondoso pinar de repoblación íbamos ganando altura suavemente entre las primeras manchas de nieve, acercándonos al “Cerro Torreones” para girar dirección este, pasando poco después junto al “Peñón del Romero” por donde el carril ya era un manto tan blanco, que el reflejo del sol hacía daño a la vista. Poco después tocaba pasar junto a las imponentes agujas de los “Tajos Castillejos”, tras los cuales llegamos al final del carril (1.364 m. a 4,1 km del comienzo), donde realizamos la primera parada de reagrupamiento al lado del “primer pluviómetro”, lugar donde confluye la senda que viene de “La Alcauca” y la senda del “Barranco de la Higuera” que fue la opción que escogimos el año pasado, donde si bien te ahorras mas de la mitad de distancia de carril, el desnivel a superar es considerable como bien reflejaba la cara de “La Reina del Chocolate” (mas roja que nunca), que junto con “El Portador del Anillo” había vuelto a escoger esta opción. Y allí estábamos los 23 compañeros, disfrutando de las bonitas vistas que teníamos hacia el oeste con los pueblos de Almáchar, Cutar, Colmenar y Comares, con su inconfundible silueta recortada sobre la mismísima cima de un cerro: balcón insuperable para disfrutar de unas magníficas panorámicas sobre el Pantano de la Viñuela y al fondo la Maroma, en cuya ladera occidental ahora nos encontrábamos.
Sin mas dilación y todavía bajo un cristalino cielo azul, reanudamos la ascensión por la denominada senda de “Las Viboras”, que en suaves zig-zags nos lleva hasta los 1.650 m. donde finaliza, encontrándonos a unos 4,8 km del comienzo, se trata de un altiplano rocoso salpicado por algunas encinas y quejigos que bien podrían ilustrarnos sobre el tipo de bosques que poblaron estas laderas en su época. Es una zona de transición en la que caminamos junto a redondeados cerros de aspecto muy dócil, donde se forma la cabecera del Barranco de la Higuera, justo en esta zona el cielo empezó a cubrirse de amenazantes nubarrones negros, mientras nuestro compañero Fernando que había estado convaleciente toda la semana de una gripe sufría una pájara que casi le obliga a abandonar. Después de dejar a la derecha, el “Cerro del Aguila”, llegamos al “Collado del Espino” (1.742 m. 5,7 km.), donde hicimos la “2ª parada de reagrupamiento” mientras disfrutábamos de las bonitas vistas de Sierra Nevada al este y “La Llanura Lacustre de Zafarraya” junto con “La Vega de Alhama” al norte de donde procedía el viento frío que ya comenzaba a hacer acto de presencia bajo un cielo cada vez mas oscuro y tenebroso.
Una vez reagrupados todos y tras unos breves minutitos de pausa, para que recuperaran resuello los compañeros que venían mas rezagados, reanudamos la marcha faldeando una preciosa ladera, por la que fuimos atravesando pequeñas zonas de bosques con esbeltos ejemplares de pinos que sobre aquel manto de nieve, le daban al paisaje un aspecto totalmente alpino, especialmente con el imponente aspecto que presentaban “El Cerro Donabuelo” y “Los Tajos del Sol” totalmente cubiertos de nieve, al otro lado del “Arroyo de los Tejos” que llevábamos a nuestra izquierda, según el sentido de la marcha, pasando poco después junto al manantialillo de la “Fuensanta” (1.800 m., 6,1 km.), donde almorzaríamos al regreso y que confundí con “La Fuente del Espino” por encontrarse al pie de lo que me pareció un granado. A esta altura el cansancio acumulado por los 1.000 m. de desnivel que estábamos a punto de superar, se iba notando cada vez mas, ya que a cada paso nos íbamos hundiendo mas y mas en la nieve, pero ya faltaba poco y tras superar el tobogán previo al “Collado del Mojón” (1.864 m., 6,4 km): “El Canadiense Errante”, “El Huracán de Sheffield” y “El Vendaval del Moncayo” tiraron del carro y contagiaron al grupo con su descomunal potencia que terminó contagiando incluso a los que iban mas tocados, como 23 fantasmas, fuimos atravesando en fila india, esa gran meseta que es la cumbre de La Maroma, con cada nueva ráfaga de viento nos venía una nube que a penas nos permitía ver mas allá del compañero que teníamos delante, nadie pronunciaba una palabra, pero al mismo tiempo todos estábamos mas unidos que nunca y cuando nos dimos cuenta ya estábamos ante el imponente punto geodésico de “La Maroma” (2.068 m., 7,4 km). Sin duda el lugar mas fotografiado de la jornada, a pesar de encontrarnos inmersos entre las nubes, allí nos encontramos con tres compañeros, uno de ellos, pasoslargos de Málaga capital que se habían presentado a las 9,30 en la Alcaicería y que al no ver a nadie subieron desde “El Robledal”, también nos encontramos a tres montañeros granadinos que al abrigo de uno de los refugios circulares de piedra, se estaban comiendo tres bocadillos de chorizo tan grandes que perfumaron toda la cumbre.





El viento, la temperatura cada vez mas baja y la falta de visibilidad nos obligaron a abandonar rápidamente la cumbre, pero la cabeza del grupo lo hizo tan precipitadamente que se fue directamente hacia las ruinas de “La Casa de la Nieve”, cuyo cartel pudo leer gracias a su vista de lince nuestro gran amigo Juan Antonio “El Elfo de la Malagueta” que en ese mismo lugar se encontró con un “trineo” que tras colocarlo en posición salió disparado como un cohete hacia “Canillas del Aceituno” justo hasta donde habríamos llegado si nos hubiésemos dejado guiar por las balizas que había allí, pero supimos rectificar justo a tiempo abandonando el rumbo suroeste, para retomar el rumbo noroeste en medio de una nevada atravesando grandes extensiones de nieve completamente vírgenes, que se iban moldeando a cada minuto, entre lomas y cañadas por las que mas de uno todavía iba dudando si estaríamos en el buen camino, hasta que llegamos sin rodeos hasta “El Collado del Mojón” tras el cual todo nos resultaba familiar, la bajada del tobogán y a continuación “La Fuensanta” donde disfrutamos de un almuerzo con las impresionantes vistas del “Cerro Donabuelo” y “Los Tajos del Sol” que teníamos frente a nosotros. Aunque estábamos al resguardo del viento, nos encontrábamos en una umbría nevada, donde sólo podías sentarte en la nieve que en pocos minutos te congelaba el culo, no era de extrañar ver a la gente comiéndose un bocadillo sin guantes y a penas sin poder hablar, ni siquiera comentar la preciosa subida que acabábamos de realizar. Y fue en aquel preciso instante cuando aparecieron Dario (13 años) “La Gacela de Ojén”, acompañado de su madre Celia “du Brazil”, todo un ejemplo de amor por las Montañas, amor por la Naturaleza y de un envidiable espíritu de aventuras, que los llevó a subir solos, comenzando una hora mas tarde que nosotros por encontrase a las 9,30 am. en La Alcaicería, coronando en aquellos minutos que nos habíamos desviado de la ruta. Sin duda una gran alegría y satisfacción el haberlos podido encontrar.

Con el culo congelado y casi sin sentirnos las manos, el personal reanudó el descenso casi de forma instintiva y no sé si fueron las ganas de correr para entrar en calor o ese “síndrome de la prisa en el camino de vuelta” que cada vez parece afectar a mas gente, los que llevaron a mas de la mitad del grupo a regresar al Cortijo Alto del Alcazar en un tiempo record. El caso es que yo iba con “La Gacela de Ojén” y Celia con ritmos “du Brasil” pero para nuestra sorpresa cuando íbamos por la mitad de la senda de “Las Víboras” ya veíamos a varios compañeros como hormiguitas pasando a todo correr por “Los Tajos Castillejos”, poco a poco, fuimos enlazando con “Los Duques de Juanar”, “El Elfo de la Malagueta”, “Risito”, mi tocayo “Ignacio”, mi paisano Jose y “El Vendaval del Moncayo” realizando juntos el resto del camino de vuelta, hablando de lo humano, lo divino y hasta de lo paranormal, sin dejar de disfrutar de aquel paisaje cambiante donde la nieve parecía cambiar de blanco, a celeste y después a gris, según las distintas luces de aquel atardecer hacia el que íbamos caminando entre negros nubarrones, cada vez mas oscuros, tan sólo rasgados por algunos rayos de sol que se reflejaban sobre el Pantano de la Viñuela y mas al fondo sobre el Mediterráneo, como si se tratara de la portada de un catecismo. Y es que verdaderamente aquel día fue un auténtico milagro el hecho de que pudiéramos coronar estando rodeados por tormentas de agua y nieve por casi todas partes, excepto por donde íbamos caminando en cada momento.
Una vez mas la tertulia-merienda "post-ruta" en el Área Recreativa del Alcazar, por gentileza de "Los Duques de Juanar" fué otro de los momentos mágicos de la jornada.

1 comentario :

  1. Jordi, eres mi ídolo. Que alegría me dió poder compartir contigo esta ruta. Te veo en plena forma y muy guapo con tu nuevo look "Yugi-Oh", ya me contarás cual es tu secreto.
    NOTA: Eres la envidia del Pucherito.
    Un abrazo

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