jueves, julio 05, 2007

Pequeños descubrimientos musicales y grupos que se van consolidando

SNOW PATROL, “Chasing cars”

El grupo se formó en 1994 en Dundee por el vocalista y guitarrista Gary Lightbody, y por el bajista y teclista Mark McClelland, dos estudiantes de Irlanda del Norte, que se encontraban estudiando en la universidad de la ciudad. Más tarde el batería John Quinn se agregaría a la formación. Con su primer disco, Songs for polar bears (1998), lograron un notable éxito en la escena alternativa del Reino Unido.Las variadas influencias del trío se dejaban sentir en este álbum, que recibió buenas críticas por su pop punk infeccioso con una inclinación a la distorsión.
Tras finalizar sus estudios, el trío se instaló en Glasgow, a finales de 2000. En 2001 publican su segundo álbum, When it’s all over we still have to clear up, que incorporaba precipitados ataques de guitarras distorsionadas, baterías efervescentes y vertiginosos himnos pop. Mientras tanto, la banda se hizo con un buen número de admiradores.
Como cuarteto sacaron Final Straw (2004), un tercer disco que fue candidato a un premio “Mercury” como mejor disco ese mismo año. En 2005 actuaron como teloneros de “U2” en el “Vértigo Tour”.

Y en 2006 publicaron su último disco hasta la fecha, Eyes Open, una auténtica maravilla como “rock alternativo”. El album subió rápidamente a lo más alto de las listas de ventas de Reino Unido e Irlanda, consiguiendo el número uno. Con singles como You're All I Have o Hands Open han conseguido un gran éxito a ambos lados del Atlántico, ofreciendo multitudinarios conciertos. Con este disco “Snow Patrol” inició una gira en Madrid presentando sus nuevos temas, en España están triunfando en la actualidad con el tema “Chasing cars”, este grupo además de hacer buena música llena sus canciones de buen contenido a través de sus apasionadas y románticas letras, nada empalagosas y llenas de energía.


MIKA, “Life in cartoon motion

Sin duda alguna nos encontramos ante uno de los grandes álbunes de 2007. Como mínimo, una cosa es segura, y es que con “Life in Cartoon Motion”, Mika nos presenta el mejor álbum debut que habíamos escuchado desde el bombazo “Norah Jones”. “Life in cartoon motion” nos presenta una música tan entretenida y colorista como su portada, si bien están claras las influencias de los “Scissor sisters” y el “Robbie Williams” (de su primera época), resulta una música muy agradable de escuchar e imprescindible en la disquetera del coche.

El arte de Life in Cartoon Motion, es como una pequeña ventana a la mente de Mika, coloridos rayos que emanan de su nombre, tuercas que lo hacen funcionar, flores y una paloma blanca para recordarnos que hay paz dentro de todo este caos. En la portada, podemos ver a personajes que aparecen dentro de las canciones del álbum, al igual que una estilizada fotografía de Mika, ejemplo perfecto de estrella pop. El arte del álbum fue creado por la hermana de Mika, Yasmine (DaWack es su nom de plume), y por él mismo.Mika fue nombrado como “El sonido del 2007” por una encuesta de la BBC, y su álbum debut llegó este año al #1 de los charts Ingleses. Nacido en Líbano, criado en París y actual londinense, Mika, era un niño gordito y la burla de todos; tomaba clases de canto en las tardes con un estricto maestro ruso, que lo llevó hasta la Royal Opera House. Mika prefirió su libertad empírica para salir del Nunca Jamás académico hacia la “industria” (El Capitán Garfio), ahí encontró aliados: Greg Wells, (personaje clave en producciones como Duets de Elton John, y el álbum homónimo de The Deftones), Jodi Marr (quien escribió éxitos para Alejandro Sanz, Steven Tyler, Billie Myers, entre otros) y John Merchant (productor para Barbara Streisand). Mika puede ser talentoso pero es claro que el disco no sería tal sin los tres artífices que lo ayudan a cruzar el mar de cocodrilos.

TRAVIS: “The boy with no name”

Travis es un grupo que compone canciones muy elaboradas, delicadas, taciturnas y suaves, casi intimistas de apreciable tacto melódico y notable sensibilidad romántica en ocasiones cautivadora, alternada con canciones llenas de ritmo y furza que nos puede recordar a una mezcla de “Radio Head”, “Smiths”, “Beatles” ó U2. Y que incluso ha influenciado bastante el estilo de “Coldplay” y “Keane”.

The boy with no name es un disco tranquilito, que si bien no aporta nada nuevo a lo que llevamos conocido de este grupo, resulta muy agradable de escuchar.

Pasando al album, este se desarrollla en tiempos medios y lentos, típicos del grupo. Realmente no aporta mucho musicalmente a álbumes anteriores, pero se acerca a The man who, aunque sin ser tan redondas sus canciones. Para mí hay tres grandes joyas en este disco: el corte dos, “Selfish Jean”, el tres, “Closer”, que es el single de presentación, y el bonus track “Under the moonlight”, donde se acompañan de Kate Tunstall, y que nos puede recordar al estilo de “Flowers in the window”.

El álbum hace referencia a cómo llamaban Frank y su esposa al hijo que esperaban antes de ponerle nombre.

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