lunes, mayo 11, 2009

Al Cerro Calamorro por el Circo del Quejigal

Domingo, 3 de mayo de 2009, 11.30 a.m.
Al Calamorro por el Circo del Quejigal
Tal y como teníamos previsto nos presentamos en la estación de salida del teleférico situada frente a la entrada del entrañable parque de atracciones Tivoli World. Pero increíblemente tras una semana de un tiempo magnífico la ley de Murphy se cumplía con un viento de levante lo suficientemente fuerte como para suspender la puesta en marcha del teleférico al menos durante las primeras horas del día. Pero afortunadamente en la filosofía de Pasos Largos, lo que para muchos hubiera sido una frustración, eso no fue mas que una motivación para subir andando para alegría de nuestro ínclito amigo de Carlos Tapia poco amigo de las alturas y mucho menos con el viento reinante en aquella jornada dominical. Los niños que venían se ávidos de aventura se llevaron un fiasco, pero aún cabía la posibilidad de que el viento amainara y pudieran montarse en el teleférico para realizar la bajada, que el orden de los factores no altera el producto.

De manera que nos dirigimos hacia el pie del viaducto que nos encontramos poco antes de llegar a Benalmádena pueblo desde donde parten las rutas del Tajo de la Sabia y el Circo del Quejigal decidiéndonos por esta última. Las primeras rampas le quitan el aliento a cualquiera, pero después se van suavizando entre pinos y una variada representación de plantas silvestres típicas de las sierras litorales, incluyendo algún que otro endemismo de la zona. Conforme íbamos ganando altura, iba quedando mas apagado el ruido de los coches que es casi una constante al comienzo de esta ruta, con el paso de las ruedas a gran velocidad sobre las juntas de dilatación del viaducto. Pero afortunadamente a los pocos minutos del inicio el sonido de la autovía desaparece dando paso a un paraje que es un auténtico remanso de paz y silencio en contraste con la cercana y casi siempre bulliciosa franja de población costera.
Una vez en la fuente, generalmente seca, donde existe un panel con la red de senderos por la Sierra de Benalmádena, hicimos la primera parada para tomar algo, sobre todo chucherías, que haía comprado el Doctor Leal casi en cantidadaes industriales a modo de cabalgata de Reyes Magos, para sorpresa y deleite de niños y mayores. Y a renglón seguido proseguimos nuestra ascensión para enlazara con la ruta de los Cazadores que nos llevaría hasta el Cerro Calamorro. Donde al llegar nos encontramos con varias sorpresas, la primera que el teleférico funcionaba para alegría de todos y preocupación de Carlos, por la ladera sureste un retén de bomberos había llegado a tiempo para extinguir la primera fase de un incendio que se había producido por las inmediaciones del sendero del Arroyo de los Muertos,
pero la mejor de todas fue que nuestro querido comandante después de llamarme apareció en la cima pocos minutos después de salir de trabajar en su hotel, para compartir con nosotros el almuerzo con cervezita algo cara en las instalaciones del teleférico donde se aprovechan de que no tienes ningún otro bar en varios kilómetros a la redonda, y ni que decir tiene con mas chuches. Disfrutando de maravillosas vistas desde la cumbre.
Hasta que llegó el momento de volver
bajando por el teleférico para delicia de todos incluido Carlos Tapia que en un principio iba rezando y con los ojos cerrados, pero poco a poco lo fuimos tranquilizando, ya que bajó con este amigo vuestro que intentó haceros pasar un día lleno
de armonía. Y para ello en compaña de quien mejor que de nuestros familiares y
amigos.
Un abrazo a todos y que sepáis que os venis todos en mi mochila al camino de Santiago portugués.

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