Pueblo de referencia: Villanueva del Trabuco (Málaga)
Cómo llegar a Villanueva del Trabuco:
Desde la A-92, lo suyo es llegar hasta el desdoblamiento de Estación de Salinas (pasada la salida de Archidona en dirección Granada) y tomar el desvío dirección Málaga: Puerto de Las Pedrizas y la primera salida que nos encontramos ya es la de Villanueva del Trabuco.
Desde la Costa, la manera mas fácil de llegar es por la carretera del Puerto de Las Pedrizas, tomando el desvío hacia Granada, donde nos llegamos a encontrar hasta tres salidas hacia Villanueva del Trabuco, lo suyo es tomar la tercera, que coincide con la salida Archidona-Villanueva del Trabuco que es la que llega de forma mas directa, las anteriores te obligan a pasar antes por Villanueva del Rosario.
Desnivel aprox. subida inferior a 300 m
Punto de partida y punto mas bajo de la ruta: Hotel rural Molino del Jabonero (km. 4, ctra. MA-225: Villanueva del Trabuco-puerto de Los Alazores), 750 msnm
Punto mas elevado: cerro Eulogio (974 msnm)
Tiempo aprox. 4-5 horas (ruta de media jornada)
Nivel dificultad: bajo (ideal como ruta familia)
Tipo suelo: principalmente pista terriza
Tipo de recorrido: lineal
Mapa: Villanueva del Trabuco (1.024-IV)
Fecha de realización: domingo 22 de mayo de 2011
Participantes: desde distintos puntos de laa Costa del Sol vinieron: Guillermina, Ana, Mónica, Rafael, Pedro, María, Juan Antonio Villalba, Valentín, Paco Jaime, Silvia, Ruslaan, Rusik, Isabel, Manolo, Mateo, Nacho y Juani.
Hora puesta de sol: 21:25 pm y ciclo lunar: creciente-media
Meteorología: Cielos despejados al inicio de la jornada superando los 25ºC en la primera hora de recorrido, con tendencia a aparición de pequeños frentes nubosos a partir del mediodía y una agradable brisa de viento Sur 14 km/h que nos permitió disfrutar de una agradable temperatura la mayor parte del recorrido.
Principal interés de la ruta: El espectáculo de la Fuente de los 101 caños, bien merece la visita a Villanueva del Trabuco, así como el telón de fondo montañoso que tendremos a lo largo de toda la ruta caminando a los pies de las laderas norte de la Sierra de San Jorge y sierra Gorda, además de unas vistas privilegiadas sobre Villanueva del Trabuco y la vega de Archidona extendiéndose hacia la cercana provincia de Granada, por donde la sierra de Loja, preside el horizonte hacia el este.
A tener en cuenta:
Como en toda ruta lineal, hay que dejar algún cochesen Villanueva del Trabuco, desplazándonos con el resto de vehículos hasta el inicio de ruta situado justo después de pasar el km 4 de la ctra. 4100 Villanueva del Trabuco-Alfarnatejo, concretamente en la explanada que hay frente al alojamiento rural del arroyo del Jabonero (750 msnm).
Cómo llegar al inicio de ruta:
Hay que llegar a Villanueva del Trabuco desde la A-92 y buscar la salida del pueblo por su extremo oriental, concretamente buscando la carretera MA-225: Villanueva del Trabuco-Loja-Granada, por la que dejamos atrás el pueblo antes de llegar al km. 2 dejamos a la izquierda una pequeña barriada, donde nos encontramos con la venta el Cortijuelo a pie de carrtetera, justo después llegamos a un cruce que nos indica a Salinas de frente y a la derecha Alfarnate-Alfarnatejo-Puerto de los Alazores por la MA-4100, que es nuestra carretera, 600 m después nos encontramos con otro cruce que nos señala a la izquierda: Mirador falda de Gibalto y a la derecha: Fuente de los Cien Caños y Molino Jabonero que es nuestra opción, manteniéndonos en todo momento en la carretera por la que veníamos, pasado el km 3, una flecha de madera nos indica zona de aterrizaje de parapente, continuamos y a la izquierda hay una granja avícola con aspecto de nave industrial, por aquí ya debemos ir muy despacio, porque el mojón de km 4 está semi oculto por la vegetación que crece al margen de esta carretera sin cuneta y justo 60 m después a la derecha de la carretera, un minúsculo cartel nos señala la entrada de la pista por la que accedemos al alojamiento rural del arroyo Jabonero, que podemos visitar antes del inicio de la ruta encontrándose en el patio de dicho alojamiento, donde amablemente nos dejan pasar. Un panel informativo a la entrada del mismo nos ilustra sobre su antigüedad y funcionamiento.Ssus restos se han conservado muy bien, tal y como podemos contemplar con sus antiguas prensas y restos de su arquitectura.
Descripción de la ruta:
Iniciamos el recorrido en la explanada del alojamiento rural Molino del Jabonero, buscando el cauce del recién nacido río Guadalhorce, junto al cual nos encontramos con el correspondiente panel informativo y un puentecillo por el que nos adentramos en tierras de labranza, por lo general dedicadas al cereal. Iniciando una suave ascensión en dirección predominantemente sureste hacia donde contemplamos la imponente mole caliza de la Sierra de San Jorge, mientras que a nuestra izquierda, es decir al noreste se alza desafiante el cerro Gibalto, que ya tenemos anotados en la agenda para la próxima temporada. En todo momento la ruta discurre por un carril terrizo perfectamente asequible para hacer a caballo o bicicleta de montaña. En el primer kilómetro de ruta vamos a ir dejando atrás y a la izquierda el río Guadalhorce, al tiempo que pasamos junto a los cortijos de Rajaestacas o el de Medianoche, reformados actualmente hasta el punto de parecer grandes chalets.
Esta zona dedicada al cultivo de cereal, olivos y frutales es conocida como "La Higuerilla", en un momento dado vamos a girar a nuestra izquierda, dirección noreste de manera que casi el 2º kilómetro de ruta estamos caminando en sentido contrario a gran parte de la ruta que discurre predominantemente hacia el oeste. Pero tampoco ha de preocuparnos pués el perfil es muy dócil y la sombra de árboles frutales nos acompaña hasta comenzar a escuchar las cantarinas aguas de un arroyo tributario que se forma a partir del impresionante nacimiento que tiene lugar en la fuente de los Cien Caños, donde vamos a llegar poco después de vadear el arroyo, encontrándonos con una zona donde se suele acampar con frecuencia en primavera y verano y llegando sin margen de error a la emblemática fuente de los 101 Caños, situada los pies de la Sierra de San Jorge; la peculiar estructura de dicho manantial recientemente catalogada como “Monumento Natural” no dejó indiferente a nadie. ¡Por cierto! Que en la actualidad se puede ver el cartel donde está dibujado el proyecto de área recreativa que van a construir próximamente. Como no podía ser de otra manera aquí hicimos la primera parada prolongada para recrearnos con las fotos, el frescor del agua y la magia del lugar, donde peregrinan cada año los vecinos del pueblo a mediados de mayo para celebrar la fiesta de San Isidro y al menos una vez a la semana a llenar sus garrafones de agua, a pesar del cartel que reza agua no potable. A pesar de que quienes estén acostumbrados a beber en fuentes y manantiales pueden beber allí sin problemas.
La Fuente de los Cien Caños, además de ser el lugar emblemático de la ruta, también nos marca el inicio de la parte principal de este itinerario que se caracteriza por discurrir en todo momento por el pié de monte. A penas a 30 m de la fuente de los Cien Caños, continuando por el carril terrizo en dirección sur, llevando las laderas de la sierra de San Jorge en todo momento a nuestro costado izquierdo, nos encontramos con las grietas de donde sale el agua que alimenta la fuente a presión, ¡he aquí el auténtico nacimiento!. Y justo al lado, un difuminado sendero que nos lleva hasta la parte superior de la sierra de San Jorge en una empinadísima ascensión que realizamos en la travesía del Arco Calizo Central de 2007. En todo momento la ruta está perfectamente balizada y continuamos por el carril terrizo, conocido como el Camino de Los Royales, en dirección suroeste, adentrándonos en un denso pinar desde el que vamos viendo a nuestra derecha Villanueva del Trabuco, que es un referente visual al norte casi todo el tiempo y al este Sierra Gorda, de la que ya tenemos unas vistas muy amplias cuando llegamos al cruce de la pista que sube hasta el camping y que traspone al otyro lado de la sierra concretamente hasta Alfarnate. De hecho era la antigua carretera que iba a Alfarnate, aunque actualmente la vemos como una pista terriza, eso sí, en muy buen estado.
Por ella subimos a penas unos 100 m, para desviarnos inmediatamente después a la derecha, dejando a nuestra izquierda una casa de moderna construcción, por encima de la cual destacaba el cerro del tajo Tello (1.336 m), que ya íbamos dejando atrás es la segunda mayor altura de la Sierra de San Jorge, donde distinguimos a dos personas haciendo escalada. A partir de aquí el PR por el que vamos hasta ahora coincide con un GR, por lo que al amarillo y blanco de las balizas se le une el color rojo. Unos caballos que vimos en un prado que quedaba a nuestra derecha nos regalaron una bonita fotografía con Villanueva del Trabuco al fondo, mientras comenzábamos a descender muy suavemente, hasta llegar a una antigua fuente con un abrevadero para el ganado, para girar a la izquierda, dejando el Cortijo de Chozos Breves a nuestra derecha.
En casi todo el recorrido nos acompañan los pinos carrascos, formando bosquetes en la falda de Sierra Gorda que es la que ahora queda a nuestra izquierda, a continuación nos vamos a encontrar con un pequeño tramo de subida y a partir de ahí varios toboganes suaves pendientes de subidas y bajadas, bastante asequibles. Poco antes de llegar al Cortijo Pérez (o Fuente del Borreguero), conocimos a Inocencio y su gran rebaño de cabras que aún mantiene la actividad ganadera del cortijo. Tras animada charla Valentín aprovecho para pedirle prestada su honda y lanzar varias piedras a una enorme distancia dando en el blanco tres de tres.
Con el cortijo a la vista, antes de llegar al mismo decidimos salirnos del camino y disfrutar del almuerzo bajo una encina solitaria y un tronco caído que quedaba a unos 50 m a la derecha del camino. Ocasión que aprovecho Valentín para recitarnos su segunda poesía del día, dedicada en este caso a la épica travesía que habían llevado a cabo el fin de semana anterior por Sierra Almijara. Finalizado el almuerzo regresamos al carril que en época de lluvias suele estar muy embarrado por tratarse de un terreno muy arcilloso pero afortunadamente nos lo encontramos en buen estado. Entretenidos con la charla pasamos de largo el desvío que hay que tomar a la altura del cortijo a la derecha, dirección noroeste y que debe ser un senderillo que no vimos, el caso es que nos mantuvimos en la pista por donde veníamos caminando desde hacía ya un buen rato, pasando junto al cerro Eulogio que quedaba a nuestra derecha y que aunque en un principio teníamos pensado coronar, al tratarse a penas de una tachuela, que quedaba casi a la misma altura de nuestro camino y estando para colmo asaeteado con una potente antena de telefonía, que casi inspiraba temor a radiaciones, decidimos pasar de largo, llegando hasta las inmediaciones de la cantera del Cristal Partido, cerca de allí se encuentran las antiguas Minas de San Eulogio, de las que extraía el plomo. Quedando la cantera a nuestra izquierda y tomando nosotros a la derecha por el antiguo camino de la Dehesa, actualmente asfaltado por tratarse de la carretera de servicio que usan los trabajadores de la cantera para trasladarse desde la misma hasta Villanueva del Trabuco.
En poco mas de kilómetro y medio de prolongado descenso manteniéndonos sobre el trazado del GR E-7, esta pista asfaltada, confluye con la denominada vereda "El Camino de la Sierra", que era la que partía del Cortijo Pérez o de la Fuente del Borreguero, donde nace el arroyo de los Crespos cuyo modesto cauce nos acompaña entre cultivos y olivares hasta entrar en Villanueva del Trabuco a la altura de un parque infantil, con pequeño rocódromo incluido y pista polideportiva a la derecha y llegando hasta el paseo de San Isidro donde teníamos aparcados los coches.
Antes de despedirnos nos tomamos unos cafés y cervezas en la taberna del Trabuco, para finalizar este agradable paseo por la cuenca alta del río Guadalhorce.
Cuenta la leyenda que existía una venta en un cruce próximo al pueblo, cuyo propietario, para proveerse de víveres se dirigía a Archidona. En sus continuos viajes era asaltado por los caminos y le robaban las mercancías, por lo que decidió comprarse un trabuco (arma de fuego), del que no se separaba ni a sol ni a sombra, de ahí, que cuando fue a Archidona decían “aquí viene el tío del trabuco”, posible origen del nombre de este municipio.
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