domingo, julio 10, 2011

IV Ruta Costa Gaditana: Barbate-Conil de la Frontera

Ruta: De Barbate a Conil por el sendero de Los Acantilados SL A-111 y Cabo Trafalgar Entorno: Parque natural La Breña y Marismas de Barbate
Pueblos de referencia: Barbate y Conil

Punto de encuentro recomendado (final previsto de ruta): Parking junto al polideportivo que a su vez se encuentra al lado de la desembocadura del río Salado en Conil.

Cómo llegar al punto de encuentro: Tal y como llegamos a Conil, hay que dirigirse al extremo oriental de esta localidad, es decir, mirando el mar hacia la izquierda junto a la desembocadura del arroyo Salado.

Distancia aprox.  16 km

Desnivel aprox.  A penas 100 m, en la primera parte de la ruta entre Barbate y Caños de Meca a través de La Breña, zona de los acantilados, paisajísticamente, la parte mas interesante de la ruta.

Punto de partida: Centro Interpretación P.N. Breña y Marismas de Barbate (Puerto Barbate). No tiene pérdida, después de dejar algunos coches en Conil, final previsto de ruta, nos dirijimos hacia Barbate, pasando por caños de Meca y al final de la cuesta abajo por la que entramos en la localidad de barbate en el primer acceso que encontramos en el puerto, justo a nuestra derecha, hay un pequeño aparcamiento donde podemos dejar nuestros cochjes sin problemas. A tan sólo unos metros dirección oeste, se encuentra el inicio del sendero de los acantilados: SL.A-111, con su panel correspondiente.

Tiempo aprox. La ruta sae puede hacer fácilmente en poco masde 4 horas, a lo que hay que sumarle, paradas para los baños, chiringuitos, etc...

Nivel dificultad: Muy bajo.

Tipo suelo: arena de playa el 96% y tan sólo un 2% de calles asfaltadas a nuestro paso por caños de Meca y otro 2% de algunos pasos rocosos, que permiten hacer la ruta sin dificultad en chanclas de trecking o directamnente descalzos desde el faro de Trafalgar hasta el final de ruta en Conil.

Tipo de recorrido: Lineal, por lo que hay que dejar coches en el final previsto de ruta.

Cartografía: Mapa de publicidad (Postalfree Conil-Vejer), que se podía coger de un expositor gratuito de la venta de la Barca de Vejer, donde desayunamos un impresionante bocata de lomo en manteca, antes de presentarnos en el punto de encuentro.

Fecha y meteorología: Sábado,  9 de julio de 2011, temperatura de poco mas de 30ºC que hizo muy agradable la travesía con un ligero viento de poniente que fué de menos a mar conforme nos íbamos acercando al final de ruta y que nos arrastraba hacia la izquierda cada vez que nos metíamos en el mar a darnos un baño.

Unos 25 participantes: Desde Sevilla vinieron: Magda “La Pimentonera de Águilas”, Ignacio “El Soltero de Oro”, Pepe “Er Koete”, Felix “El Lector” y Fabiola. Desde distintos puntos de la provincia de Cádiz: Reinaldo y Manuela “Los Senescales de la Bahía”, Juanlukita “El Messner andaluz”, Severo “El Artesano del GPS” , Bernardo Rubiales “El Licenciado” y nuestro guía de lujo: Francisco Gómez Luy “El Cicerone del Estrecho”, con varias amigas mas de su club de fans cuyo nombre no recuerdo, pués era la primera vez que coincidía con ellas y mi maltrechaa memoria no me da para mas. Desde Málaga interior: "La Rosa de la Comarca (Casarabonela), junto con Celia “La Hechicera de Sao Paulo”, su guardaespaldas Fran (Ojén). Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Vicky “La Botánica”, Ana “la Princesa de las vías ferratas”, Silvia-Silvestre, El Doctor Leal, Auro "La Psicoanalista"", Mariola, Guillermo, Patri “La Chica que miraba a las Estrellas”, Miguel “El Hombre que sabía demasiado” y Juan Ignacio Amador un humilde servidor.



A tener en cuenta:

1º) Por discurrir en todo momento por la franja de costa es imprescindible llevar máxima protección solar y no sólo poner antes del inicio de ruta, sino en cada parada. Así como un buen sombrero y gafas de sol. Es de las jornadas que vuelves aa tu casa como una gamba, siendo tambiuén recomendable el “after sun” para después de la ducha correspondiente.

2º) Como en toda ruta lineal, antes de iniciar el recorrido, hay que dejar varios coches en el final previsto de ruta. Conviene dejar esto bien aclarado y especificado en el anuncio previo de la ruta, para agilizar al máximo el inicio de la misma.

3º)  Llegar a Conil o Barbatee desde Cádiz o Sevilla u otras zonas del interior no resulta complicado. Pero si venimos desde Málaga la tendencia es seguir siempre por la línea de la costa, es decir: Algeciras-Tarifa-Barbate, lo cual es un craso error en temporada de verano, pués a la altura de Bolonia, playa de Valdevaqueros, Tarifa, la hora punta de salida de las playas al ser una nacional de un sólo carril, nos obliga a soportar tapones de hasta mas de una hora.

¿Cómo lo podemos evitar?, ¡muy fácil!, al llegar a la altura de Los Barrios, tomamos la autovía que atraviesa el parque de Los Alcornocalesdirección Jerez, hasta llegar al desvío que nos anuncia Vejer de la Frontera, llegando de esta manera mucho mas rápido a nuestro destino por una carretera muy buena y sin a penas tráfico.

4º) Al pasar por varias zonas de chiringuitos o incluso tiendas de bebida, alimentación y artesanía hippie por Caños de Meca es recomendable llevar algo de dinero. Pués además de lo que uno lleve consigo, una buena cerveza fresquita a mitad de ruta es todo un lujo, impensable en la mayoría de rutas que realizamos el resto del año por terrenos de alta montaña.
5º) Los que tenemos tendencia a roces en la entrepierna podemos acabar la ruta muy perjudicados si no tomamos la precaución de ponernos la crema mágica de"Silidermil" (o similar), antes del inicio de la ruta y después de la ducha correspondiente.

Breve descripción de la ruta:

Como íbamos diciendo, una vez que dejamos varios coches, junto a la desembocadura del río Salado en Conil. Nos desplazamos hasta el aparcamiento aledaño al Centro Interpretación P.N. Breña y Marismas de Barbate, ubicado en el extremo occidental del puerto  de Barbate. Tras salir a la carretera y caminar por la cuneta a penas unos50 m tan sólo unos metros dirección oeste, llegamos al inicio del sendero de los acantilados: SL.A-111, con su panel correspondiente. En sus inicios llanea de forma muy dócil, hasta que a penas recorridos unos 400 m, abandonamos la pista, adentrándonos en un arenoso sendero, que rápidamente comienza a ganar altura entre pinos costeros de gran porte, que hacen la ascensión muy llevadera. Superado un par de zig-zags muy cerrados, la ascensión se vuelve muy tendida, y nos orientamos durante escaasos minutos hacia el sur,de manera que tenemos el océano Atlántico frente a nosotros y a la izquierda Barbate. Conforma eñ sendero va girando a la derecha, dirección oeste, el mar quedará a nuestra izquierda y Barbate a nuestra espalda, obteniendo bonitas vistas de esta histórica localidad cada vez que echemos la vista atrás.

  
Poco a poco nos íbamos aadentrando en lo que se conoce como “La Breña”, que según el diccionario es “un terreno elevado entre peñas y poblado de maleza”. Aunque lo cierto y verdad es que la masa árborea predominante es el pino piñonero-costero, al que han dedicado dos paneles informativos a lo largo del recorrido. 
Al contrario de lo que yo pensaba el sendero no discurre por el mismo borde del acantilado, por lo que si te quieres asomar al mismo, tienes que tomare alguno de los ramales que salen a laa izquierda o bien, al llegar a la torre almenara del Tajo, acercarte al mirador que se encuentra a muy pocos metros tal y como hicimos nosotros. Aunque en muy buen estado de conservación, por desgracia en la actualidad se encuentra cerrada por lo que tuvimos que conformarnos con hacernos la foto de grupo a sus piés. El camino seguía llaneando por esta espeecie de meseta trapezoidal que separa a las localidades de barbate y de Caños de Meca hacia donde ahora caminábamos. 
Disfrutando de una interesante vegetación a ambos márgenes del camino, que me hizo perder contacto durante un buen rato con el grupo, conforme me fuí demorando inventariando la flora en modo macro, encontrándome con pequeñas florecillas muy bonitas de color azul y violeta. En medio de este mar de pino carrasco, tampoco faltaban las sabinas y los enebros junto con otros arbustos de forma almohadillada capaces de resistir el empuje del viento.



En un momento dado, tomé uno de los raamales de la izquierda, que nos llevan hasta el borde del acantilado y pude comprobar lo que había leído días, sobre cómo: el ambiente salino de la pared del acantilado se debía a las pequeñas gotas de agua de mar que el viento levanta y estrella contra las rocas denominándose este efecto «spray salino». Estas condiciones físicas dan lugar a que se desarrollen comunidades vegetales características de marismas como las de barbate, que le dan su nombre al parque y adaptadas a ambientes salinos, denominadas especies halófitas, entre las que encontramos la barrilla, los almajos dulces y salados o la siempreviva. En las zonas resguardadas y más extensas del escarpe se desarrollan higueras salvajes y zarzas. Con sus más de 100 m de altura, constituye el acantilado más notorio del Atlántico andaluz.



Justo antes de iniciar el tramo de descenso hacia Caños de Meca, un hueco entre dos grandes pinos que tenía frente a mí, me permitieron disfrutar de una bonita estampa del famoso faro del cabo Trafalgar, donde tuvo lugar la famosa batalla genialmeente narrada por Arturo Pérez Reverte en su libro: “Trafalgar”. 
Unos metros después empezaba a recuperar el contacto visual con el grupo acelerando el ritmo para reegresar a la disciplina del grupo unos metros antes de entrar en la localidad de Caños de Meca, curiosa mezcla de ambiente vacacional, bohemio, naturista, hippie y surfero de que podemos encontrar una buena muestra en sus pequeños bazares. 
El nombre de "Los caños de Meca" se debe a unas surgencias de agua dulce en la pared del acantilado de distinto caudal, desde pequeños hilillos de agua en la pared rocosa, hasta importantes manantiales, que varían mucho según la estación del año y la época de lluvias. El mas importante conocido como el "Caño Grande" se sitúa al inicio de la zona de acantilados, mas cercana a esta pedanía que pertenece a barbate, pero sólo se aprecia con gran claridad con la maréa baja.
Tampoco faltó el abuelito vendiendo caruchos de mojama, que llevaba curiosamente elaborados en la parte de atrás de la viejaa bicicleta que llevaba, trasladándome por unos momentos a aquellos veranos de mi juventud en Chipiona Beach. Atrás había quedado el paso por el pinar de La Breña y la posibilidad de tomar uno de los caminos que salían a la derecha y que nos hubiera llevado a la ermita visigoda de San Ambrosio. Pero teniendo en cuenta las paradas que teníamos prevista realizar, Conil todavía quedaba lejos y de hecho la primeera parada de baño no se hizo esperar, justo en la turísitica playa de Caños de Meca, allí fué la primera toma de contacto con las muy limpias y salinas aguas del Atlántico, si bien no tardamos en retomar la marcha, para abandonar el bullicio de aquella playa y buscar la tranquilidad que encontramos nada mas superar el faro del cabo Trafalgar, donde se presentaba ante nosotros una playa kilómétrica con pequeños grupos de surfistas, nudistas y otras yerbas, montando nuestro campamento base en el chiringuito que se encuentra una vez pasado el mencionado faro.



Aquí se puede decir que empezaba la 2ª parte del recorrido, 100% por la orilla de un mar que huele a mar y a través de idílicas playas de arena blanca. Resulta que en su día la ubicación del actual faro de Trafalgar era un antiguo islote. De ahí que se le conzca como “Tómbolo de Trafalgar” pués según el diccioanrio es una franja de tierra que une la línea de costa con un antiguo islote, hecho que se produce en algunos puntos costeros de muy escasa profundidad. Todo ello pertenece a la localidad de Barbate y está protegido como monumento natural por la junta de Andalucía por su alto valor geológico. En el pequeño promontorio del faro, existen varios yacimientos aarquelógicos, entre ellos una factoría romana de salazón y un asentamiento musulmán.



¡Por cierto! Que mientras estaba tratando de explicarle a algunos compañeros que era aquello del “tómbolo” entre los surfistas y algún bañista, salió del agua un tío, que en principio confundí con un submarinista que acababa de pesacar un “congrio” que llevaba colgando entre las piernas, tras lo que Celia, con su melódico acento brasileiro comentó: “¡Cariño... eso sí que es un tómbolo!”. Y es que la verdad aquello no era normal, una vez recuperado de la sorpresa y con alguna que otra sonrisita fémina de fondo, comenzaron las sesiones de baños, donde no faltaron algunas fotos con la espumeante agua marina y un oleaje que convertía en una pequeña aventura superar la línea donde rompían las olas.  Una vez reiniciada la marcha en dirección El Palmar, zona de campings y lujosos chiringuitos donde los haya, comenzaron a proliferar nudistas intercaalaados sin problemas con gente que disfrutaba del lugar con su traje de baño, intercalándose esculturales cuerpos de gimnasio tanto de chicas como de chicos dignos de portada de revistas, con gente mas normal con sus barrigas cerveceras y personajes de lo mas peculiar. Tal vez de toda la fauna reinante, los mas “raros” éramos nosotros formando aquel peculiar grupo de mochileros atravesando aquellas idílicas playas de arenas blancas. En cualquier caso, como bien me comentaba "El Hombre que sabía demasiado" un día después: "Sabia decisión la del Padre Carras de evitar la tentación del diablo, pués de haber venido se hubiera sentido como en ¡Sodoma y Gomorra!, entre aquellas trancas descomunales y aquellas bellísimas chicas de portada de revista con su vello púbico estéticamente rasurado, tras las cuales el "Padre Carras" hubiera visto al Maligno, hasta el punto de que la tentación de la carne habrían puesto en peligro sus 50 años de celibato.
Entre broma y broma, Severo, otro senderista de leyenda, me decía: “¡quillo, Juani, ésto si que son vistas y no las del Torreón!” y la verdad ess que desde cierto punto de vista a cada paso que dabas,aquella ruta se iba imponiendo como la ruta con las mejores vistas del año. ¡Pero, coño!, de repente, miro para la orilla y veo salir a un nota con un descomunal trabuco que se iba meciendo “de costero a costero” con otro movimiento pendular de rodilla a rodilla, ante lo que no pude evitar el comentario que le hice a mi buen amigo Juanlukita de: “¡quillo con lo fresquita que est´ña el agua, ese tío con el bicharraco en seco tiene que dar miedo!”, a lo que Silvia-Silvestre, que llegaba desde atrás respondió: “¡que coño miedo, eso lo que tiene que ser es un gustazo!”. Unos metros mas adelante otra compañera le decía a su pareja: “¡ anda hijo, a ver también nosotros venimos un día a hacer nudismo!”, a lo que él le contesto: “¡ Coño, claro, si yo tubiera un´cacho naboasí, también haría nudismo!” y es que la verdad algunas de las visiones de aquella tarde fueron de lo mas peculiar.



Tras la playa del Palmar, atravesaamos casi sin darnos cuenta la desembocadura del arroyo Conilete, comenzándose a vislumbrar en la distancia la localidad de Conil con una antena de repetición que afea su casco urbano desde la distancia, pero sin restarle encanto a sus espectaaculares playas por cuya arena caminábamos, mojándonos los piés en muchos tramos con el mar quedando en todo momento a nuestra izquierda y un festival de lo que desde la distancia parecían cometas y que tal y como nos acercábamos a la desembocadura del río Salado, yaen Conil, pudimos comprobar como se trataba de un grupo de intrépidos surferos prácticando la sofisticada modalidad del “Skysurf” cuya campeona del mundo es una gaditana muy jovencita que reside en esta zona. 
Aquí vemos la avanzadilla del grupo, completando el recorrido en unas 7 horas, incluyendo paradas y baños, y habiendo disfrutado plenamente de un paisaje que en todos los sentidos fué completamente diferente a las rutas que solemos realizar el resto del año, en muy grata compañía, disfrutando algunas de las mejores playas de España, de la mano experta del amigo Francisco Gómez Luy, también conocido como el “Centinela del Estrecho”, al que no sólo felicito y agradezco tan magnífica propuesta, sino que animo a que las siga realizando como gran conocedor de muchos de los mas bellos rincones de los paarques naturales del Estrecho, de la Breña y Marismas de Barbvate y por supuesto de Los Alcornocales. Lo dicho, enhorabuena y muchísimas gracias.



Fotografías y crónica de: Juan Ignacio Amador Tobaja

Con la colaboración de: aéerea de Barbate de http://www.fotos.org,

foto del aatardecer sobre el faro de Trafalgar: http://losmejoresviajes.wordpress.com

aérea de caños de Meca: http://www.tobarbate.com

acantilados de Barbate: http://aumjerez.blogspot.com

5 comentarios :

  1. Eduardo Campos4:31 p. m.

    Maligno sí que eres pero os lo pasasteis de puturrú de foie. Después de ver las idílicas fotos, al leer el relato, desaparece la magia de la inocencia...

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  2. Estimado Padre Carras:
    En verdad le digo, que aunque el lugar parecía un paraiso el maligno estaba presente en forma de "frutas prohibidas" y "cipotes gigantes".

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  3. Anónimo10:13 a. m.

    gracias por la cronica Juani. Que envidia sana me das. Ya me explicas donde te subistes para hacer las fotos aereas, jijiji ABRAZO

    LA LOCOMOTORA DE ALHAURIN

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  4. EStimado amigo Antonio:
    Tal y como se puede leer al final de la crónica esas fotos pertenecen ae: aéerea de Barbate de http://www.fotos.org,
    foto del atardecer sobre el faro de Trafalgar: http://losmejoresviajes.wordpress.com
    aérea de caños de Meca: http://www.tobarbate.com
    acantilados de Barbate: http://aumjerez.blogspot.com

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  5. Anónimo4:01 p. m.

    Que bonito
    Son las playas más bonitas de españa

    Pero sobretodo.... las de conil

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