lunes, octubre 10, 2011

Corona de Los Yedrales, Simancón y El Reloj (Parque natural Sierra de Grazalema)




Corona de Los Yedrales, Simancón y El Reloj (Parque natural Sierra de Grazalema)
Punto de inicio y final de ruta: Aparcamiento camping Tajo del Rodillo, a 800 m de la salida de Grazalema en dirección Zahara o Puerto del Boyar.
Distancia aprox: 12 km
Tiempo aprox.: 6-7 horas (se puede realizar en menos tiempo, pero que tener en cuenta que hay largos tramos que discurren por lapiaces donde hay que ir con calma.
Desnivel aproximado: 700 m
Dificultad media: No tanto por el desnivel, como por el inmenso lapiaz entre El Simancón y El Reloj, así como el descenso por la cara sur desde la cumbre del Reloj hasta la Charca Verde.
Tipo de camino: sendero y canchal con bastantes rocas en los tramos de cumbre.
Agua potable: No hay durante el recorrido, solo en el camping, inicio y final de ruta.
Fecha de realización: sábado 8 de octubre, la mañana comenzó con cielos despejados, apareciendo intervalos nubosos a partir del mediodía, con temperaturas que llegaron hasta los 24ºC con una agradable brisa de poniente.
25 Participantes: Desde Sevilla vinieron: “El Catedrático” Don Juan José, maría “Umma Thurman en Pulp Fiction” , Cristina “La Dama de Itálica” y  Álvaro. Desde La Línea (Cádiz): Juanlukita “El Messner andaluz”. Desde Ronda: Don Fernando “El Diácono” y su hijo Javi “El Parlanchín”. Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Vicky  “La Botánica”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Ana “La Sirenita del Guadalmina”, Patri “La Chica que miraba a las estrellas”, Migue “El Hombre que sabía demasiado”, El Doctor Leal, Eduardo “El Padre Carras”, Guillermina “La Madre Superiora”, Cristina “la chica del mini azul”, Juan Antonio Villalba “El Corsario de Sierra Almijara”, Silvia “Silvestre”, José Miguel “El Coloso de Baeza”, Ilse “La Gacela de la Selva Negra”, Pepe Guerrero “El Maestro Geobotánico”, Celia “La Hechicera du Sao Paulo”, darío “El Magnífico” y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Cartografía: El oficial del Parque natural Sierra de Grazalema, Junta de Andalucía
Libro de referencia: parque natural de Grazalema Guía del excursionista (Edit. La Serranía)

Resumen de la ruta:
Tomando como punto de partida el parking del Camping Tajo del Rodillo (800 msnm) donde nos encontramos con un interesante panel didáctico sobre la formación del complejo subbético y otro la construcción y el funcionamiento de los pozos de nieve,  atravesamos una pequeña angarilla desde la que comenzamos a ganar altura llevando a nuestra izquierda la valla metálica que delimita el camping, 
poco después atravesamos una segunda angarilla, a partir de la cual iniciamos la ascensión por una pedregosa senda paralela al “Peñón Grande” de Grazalema que lo vamos a llevar en todo momento a nuestra derecha en la primera parte de la ruta. El Maestro Geobotánico Pepe Guerrero nos deleitó con una charla sobre la evolución geológica del peñón hasta llegar a ser lo que veíamos ante nosotros con sus grietas, salientes, tramos de paredes verticales, etc…


Al final de la larga sucesión de zig-zags por “La Cañada de Mahón”, nos reagrupamos al llegar al puerto del Endrinar.   
Echando la vista atrás ya podíamos contemplar el cerro Malaver, por encima del curioso cerro Gaidovar de Grazalema, además del Lagarín y Las Grajas, y mirando hacia al sur, coincidiendo con el sentido de la marcha, nos encontramos con un majestuoso paisaje de montaña presidido de izquierda a derecha por el Reloj, el Simancón y La Corona de Los Yedrales, con el Llano del Endrinal a nuestros piés, hacia donde teníamos que descender a continuación.


Tras un escalonado descenso donde resulta fácil perder el sendero entre tanta roca, trazando cada compañero distintos caminos en zig-zags para hacer mas cómoda la bajada llegamos al “Llano del Endrinal” (1.200 m.), que en los meses de mayo y junio está completamente engalanado de “amapolas de Grazalema”, si bien tras el verano y sin haber caído todavía una lluvia en condiciones nos lo encontramos totalmente amarillo. 
Al llegar al llano, nos encontramos con un espacio rectangular acotado con grandes vallas de madera como los ranchos que vemos en las películas americanas para los caballos, aunque nosotros nos lo encontramos vacío. El caso es que durante algunos metros caminaremos paralelo a él quedando a nuestra derecha. Éste dato conviene tenerlo en cuenta porque si no nos desviamos a la izquierda, como tenemos que hacer y seguimos recto por los Llanos del Endrinar, podemos llegar hasta la casa del Dornajo por el puerto de Las Presillas. 
Finalizado este tramo llano que favorece nuestra recuperación tras el desgaste inicial, iniciamos el segundo y mas largo tramo de ascensión que nos va a llevar hasta la base del Simancón y la Corona de Los Yedrales, contando con la impagable sombra y frescor que nos proporciona un bosque de pinos, que hace mas llevadera nuestra ascensión, hasta que pasamos junto a un gran “derrumbadero” con un auténtico caos de roca caliza que queda a nuestra izquierda. 
A partir de aquí los pinos dejan paso al reino del matorral tapizante típico de las zonas de alta montaña, que comienza a intercalarse con las rocas cada vez mas abundantes. 
Dando paso al paisaje lunar de ciencia ficción, que ya podemos ver muy cerca de nosotros con la ladera occidental del Simancón a nuestra izquierda (este), y La Corona de Los Yedrales (1.479 m) a nuestra derecha (oeste), a la que ascendimos a través de un desdibujado sendero transitado por las cabras, si bien tampoco es necesario, pues se trata de una montaña muy dócil, 
encontrándonos incluso con algunas plataformas de roca lisa que nos facilitaron llegar a la cumbre en poco mas de diez minutos desde el sendero principal.


Para retomar el camino hacia la cumbre del Simancón, regresamos sobre nuestros pasos hasta el sendero principal, continuando dirección sur hasta las inmediaciones de un collado, donde ya nos desviamos a la izquierda, siguiendo unas flechas amarilla, que con muy buen criterio se han pintado sobre un fondo negro para una mejor visibilidad sobre la roca caliza de color gris claro. 
Entre tanta roca resulta fácil perder el sendero, pero si prestamos atención desde cada flecha o hito de piedra ya vemos el siguiente hacia el que nos tenemos que dirigir y en el peor de los casos, si no lo vemos, con un mínimo de instinto montañero hacemos cumbre sin mayor dificultad que la del lógico esfuerzo físico de remontar la ladera que tenemos por delante, 
siendo siempre recomendable encontrar un ritmo cómodo de respiración. 
Siendo esta ruta todo un clásico, no fue raro coincidir con otro grupo de chavales en la cumbre del Simancón (1.569 m), que siendo la mas alta de las dos montañas hermanas no cuenta con vértice geodésico, salvo el consabido montón de piedras, donde nos estuvimos tomando un refrigerio y haciendo alguna que otra foto, incluida a los compañeros que comenzamos a distinguir a cierta distancia, justo antes de abandonar esta cumbre para dirigirnos a nuestro siguiente objetivo.



Una vez en la cumbre del Simancón las vistas son magníficas: Al este: Los Llanos del republicano, el Macizo de Líbar e incluso Ronda sobre su Tajo, con el omnipresente telón de fondo de la Sierra de las Nieves. Al nore Montecorto, El Cerro Malaver, la Sierra de Algámitas, El Lagarín y Las Grajas. Al oeste y noroeste,  la Sierra del Pinar, rematada por el Torreón (techo de Cádiz con 1.654 m.). Y al sur el Albarracín, La Sierra de la Silla, Villamartín, Prado del Rey, Bornos, Espera, Arcos de la Frontera, El Embalse de Los Hurones., La Sierra del Aljibe ya en “Los Alcornocales” y el campo de Gibraltar mas allá e incluso las costas de África si el día es claro.

El conjunto que forman El Simancón y El Reloj unidos por sus laderas y todo su entorno, constituyen el mayor lapiaz de Andalucía, todo un espectáculo para la vista, que contemplarán con gran admiración los amantes de la geología en particular y en general cualquier persona que sepa distinguir el hecho de encontrarse ante un fenómeno natural de dimensiones colosales como este. 
De manera que el camino que tenemos entre El Simancón y El Reloj, parece sacado de una película de ciencia ficción. Entre tanta roca, escalones y grietas resulta difícil distinguir un sendero, pero si prestamos atención, desde la misma cumbre del Simancón, parte un sendero, que en principio lleva dirección sureste, pero que rápidamente comienza a zig-zaguear orientándonos casi todo el tiempo hacia el este, que es hacia donde nos queda la relativamente cercana cumbre del Reloj. 
A pesar de lo inhóspito que resulta este paisaje lunar, en cada grieta entre las rocas nos encontramos con un pequeño jardín en miniatura que en ocasiones alberga hasta cinco especies diferentes en un espacio muy reducido. En caso de perder el sendero, como regla general nos mantendremos sobre la loma que une las doscumbres intentando caminar sobre las rocas que nos ofrezcan mayor superficie plana, teniendo cuidado con las zonas mas escalonadas, las grietas o los lapiaces afilados como cuchillos. 
En poco mas de 20 minutos podemos situarnos en la cumbre del Reloj (1.535 m.), que alberga el vértice geodésico ó mas bien que albergaba, porque nos lo encontramos tirado en el suelo, seguramente por el efecto de un rayo devastador. 
Como aún era temprano para almorzar y las vistas eran prácticamente las mismas que desde el Simancón con la diferencia que desde El Reloj, hay una privilegiada panorámica hacia Los Llanos del Republicano hacia el este, a penas estuvimos en la cumbre el tiempo justo para hacer unas fotos y beber algo.


El descenso desde el vértice geodésico del Reloj hasta “La Charca Verde”, en dirección sur,  es muy divertido, especialmente los primeros 200 m desde la cumbre, en los que vamos caminando sobre los grandes bloques que forman el mismo cordal de la montaña, pero poco después, caminando en dirección predominantemente sur, nos dejamos caer un poco a la derecha, 
haciendo mas cómodo nuestro descenso, a través de un sendero que discurre entre angostos prados abancalados, separados entre sí por pequeños lapiaces, donde vamos bajando de forma escalonada sin ninguna dificultad.

Hasta que el terreno se va suavizando conforme llegamos al lugar conocido como la Charca Verde, que al llegar el verano se seca a la espera de las primeras lluvias otoñales, a diferencia del pozo de piedra que se encuentra justo al lado.

Precisamente en “La Charca Verde”, teníamos previsto almorzar, pero el cercano cadáver de una vaca nos hizo cambiar de opinión, continuando la marcha por el sendero que desde allí, comienza a girar al norte para completar el trazado circular. De manera que el lugar escogido para el almuerzo resultó ser una especie de pequeño anfiteatro rocoso, con amago de sima, que quedaba a la derecha del sendero. 
Durante un buen trecho vamos a ir rodeando la base del “Reloj” que ahora queda a nuestra izquierda, intercalando algunas zonas de lapiaces espectaculares, con el primitivo paisaje de dehesa donde no faltan roquedos, rincones mágicos a cada recodo de sendero y pequeñas maravillas a pié de senda como un grupo de peonías secándose, mandrágora, enebros y bolos de silex incrustado en el interior de calizas fracturadas. Una vez que dejamos atrás la base del Reloj, las encinas van dando paso a un bosque de pino, que también alberga rincones de gran belleza, llegando a un “cruce de sendas” de tal manera que, si giramos a la izquierda volvemos a “Los Llanos del Endrinal” repitiendo el primer tramo del recorrido pero en sentido contrario. 
Pero nosotros optamos por coger la senda de la derecha para hacer el recorrido 100% circular, justo cuando el bosque de pinos comienza a quedar atrás se presenta ante nosotros una imagen de gran belleza con la silueta de la cara este del peñón Grande ante nosotros en todo su esplendor, 
aprovechando la ocasión para fotografiar esta preciosa imagen de postal montañera, donde curiosamente coincidimos con el resto de compañeros que también estaban finalizando su particular versión familiar de esta ruta, compartiendo el último tramo todos juntos hasta la cerveza de final de ruta en el camping Tajo del Rodillo.
 

2 comentarios :

  1. Eduardo Campos2:21 p. m.

    ¡Qué bien te queda el short! Creo que hasta te valdría para el trabajo...

    ResponderEliminar
  2. Preciosa ruta con paisajes mayésticos. Un abrazo mi comandante

    ResponderEliminar