Punto de encuentro 1
recomendado (si venimos por la A-92): A las 8.00 am para desayunar en la VENTA RIO FRÍO (ó para salir del parking ya desayunados a
las 8.30 am)
Punto de encuentro 2 recomendado: A las 9.30 am (ya desayunados) en el
Hotel Mirasierra, entrada de Güejar Sierra, como referencia antes de llegar al
Hotel a mano derecha se encuentra el Restaurante Las Olivillas una vez pasado
el restaurante a unos 100 metros esta el Hotel.
Cómo llegar a Güejar Sierra: Tal y como llegamos a Granada capital, tomamos la “Ronda Sur” siguiendo en todo momento las indicaciones de “Sierra Nevada”, mientras vamos dejando la ciudad de Granada a nuestra izquierda, tomaremos el túnel de dos carriles que nos introduce en la carretera de Sierra Nevada, para evitar confusiones, permaneceremos en el carril de la derecha, manteniéndonos en dirección Sierra Nevada y unos 4 km después del túnel, tomamos el desvío hacia Pinos Genil, al que llegamos inmediatamente después de atravesar el puente sobre el río Genil y a la derecha. Nada mas salir de Pinos Genil estaremos atentos a la indicación de Güejar Sierra a la izquierda, sírvanos de referencia que a partir de Pinos Genil, llevaremos en todo momento el río Genil a nuestra derecha. Llegando en escasos minutos al Embalse de Canales, que nos lo encontramos a tope de agua, por muchas veces que pasemos por allí, no dejarán de llamarnos la atención unos crestones y enormes chimeneas de arenisca que bajan de las faldas de Sierra Nevada en la orilla contraria a nosotros. Tras cuatro kilómetros de curveo bordeando la orilla norte del embalse, que llevaremos a nuestra derecha, llegamos a Güejar Sierra, pueblo de referencia, para rutas tan emblemáticas como La Vereda de La Estrella, El Calar, Los Lavaderos y otras tantas por esta estratégica zona.
Cómo llegar a Güejar Sierra: Tal y como llegamos a Granada capital, tomamos la “Ronda Sur” siguiendo en todo momento las indicaciones de “Sierra Nevada”, mientras vamos dejando la ciudad de Granada a nuestra izquierda, tomaremos el túnel de dos carriles que nos introduce en la carretera de Sierra Nevada, para evitar confusiones, permaneceremos en el carril de la derecha, manteniéndonos en dirección Sierra Nevada y unos 4 km después del túnel, tomamos el desvío hacia Pinos Genil, al que llegamos inmediatamente después de atravesar el puente sobre el río Genil y a la derecha. Nada mas salir de Pinos Genil estaremos atentos a la indicación de Güejar Sierra a la izquierda, sírvanos de referencia que a partir de Pinos Genil, llevaremos en todo momento el río Genil a nuestra derecha. Llegando en escasos minutos al Embalse de Canales, que nos lo encontramos a tope de agua, por muchas veces que pasemos por allí, no dejarán de llamarnos la atención unos crestones y enormes chimeneas de arenisca que bajan de las faldas de Sierra Nevada en la orilla contraria a nosotros. Tras cuatro kilómetros de curveo bordeando la orilla norte del embalse, que llevaremos a nuestra derecha, llegamos a Güejar Sierra, pueblo de referencia, para rutas tan emblemáticas como La Vereda de La Estrella, El Calar, Los Lavaderos y otras tantas por esta estratégica zona.
Dando la charla de bienvenida en el Hotel Mirasierra para recordar el camino a seguir con los coches hasta el inicio de ruta por el camino del camping cortijo Balderas.
Cómo llegar a la famosa cadena (2.008 msnm), de inicio de ruta:
Cómo llegar a la famosa cadena (2.008 msnm), de inicio de ruta:
Éste
apartado podríamos calificarlo como la parte mas comprometida de la ruta, sobre
todo para turismos. Lo suyo es hacerla en un 4x4 o bien alquilar un coche o una
minibús de 16 plazas, avisando previamente a la empresa en cuestión que se
trata de unos 10 km de carril, de los cuales solo los tres primeros están
asfaltados.
Al
salir de Guajar Sierra a una altura de 1.084 msnm, por la estrecha carretera que
va al Charcón casi al final del pueblo veremos a nuestra izquierda un desvío
hacia arriba que nos señala: Camping cortijo Balderas, que es nuestra dirección
a seguir llevando a nuestra derecha una magnífica panorámica aérea del embalse
de Canales. Unos 2 km después, pasaremos junto a un peñasco muy alto que queda
a nuestra derecha e inmediatamente después, también a nuestra derecha, tomamos
un desvío, que aunque marca prohibido el paso, hay que tomar, no obstante, se
trata de un corto trecho en descenso, que nos sitúa en el puente que cruza el río
Maitena, cuyas fuentes se sitúan precisamente en Los Lavaderos de La Reina, y
que atravesaremos a la altura del abandonado Molino del Coto.
A
partir de aquí nuestro carril irá siempre hacia arriba, subiendo entre bancales
donde abundan los ciruelos y almendros, que conforme vayamos ganando altura
irán dando paso a los robles y otras especies arbóreas mas resistentes al frío,
en poco mas de 10 km vamos a ganar caso 1.000 m de altura por lo que también es
una buena oportunidad para comprobar como va cambiando la vegetación conforme
nos acercamos al inicio de ruta, ligeramente por encima de los 2.000 msnm
Conforme
vamos ascendiendo, nos encontramos con otros carrilillos secundarios a un lado
y otro pero se nota en todo momento cual es el principal y más transitado, que
va ganando altura constantemente a través de una larga sucesión de zig-zags,
que en sus primeros compases pasa de estar asfaltado a quedar definitivamente
como carril terrizo. En caso de dudas las balizas rojiblancas del GR 240
(SULAYR, Sierra Nevada) nos servirán de referencia, ya que nuestra pista coincide
con el trazado del tramo 18: La Hortichuela-Peña Partida.
Un par de kilómetros
después de que haya terminado el tramo asfaltado, dejaremos a nuestra izquierda
una balsa contraincendios y unos 300 m mas adelante, llegamos al único cruce
que puede prestarse a confusión. Tomando nosotros la curva de la derecha,
teniendo siempre en cuenta que nuestro carril es el principal y no deja de
ganar altura en ningún momento, hasta coronar la Loma de La Cuna de los
Cuartos, dejando a nuestra derecha un antiguo refugio de pastores, tras la cual
ya solo nos quedarán unos 800 m de carril hasta llegar al paso cortado por la
cadena, que suele ser el inicio tradicional de ruta. Según la época del año
suele haber muchos coches aparcados cerca de la cadena que ya intuiremos en la distancia,
siendo lo mas recomendable, tal y como hicimos nosotros, aparcar en una amplia
zona llana que hay unos 500 m antes de llegar al paso de la cadena.
Distancia aprox. 18 km (versión
circular tradicional). Unos 22 km la versión circular haciendo cumbre en los
tresmiles cercanos a Lavaderos.
Desnivel acumulado subida: 700 m (ó 1.300 m, según versión escogida).
Punto mas elevado: 2.645 msnm. (parte alta de Los Lavaderos de La Reina, quedando la parte mas baja cercana a la Charca de Cobatillas a unos 2.450 msnm)
Tiempo aprox. 7-8 horas, pero puede variar muchísimo según el ritmo, el estado de la nieve, las inclemencias meteorológicas, las pausas y tiempo para las muchas fotografías a las que se presta el espectáculo de Los Lavaderos, especialmente en la época del deshielo.
Nivel dificultad: En teoría Media, pero todo dependerá de la cantidad de nieve que nos encontremos a nuestro paso, su estado y la versión que escojamos para realizar esta ruta, es decir: la tradicional o la mas alpina.
Tipo suelo: sendero pedregoso en la mayor parte de la ruta y zonas de borreguiles muy encharcados alrededor de Los Lavaderos que hará recomendable dejar en el maletero un segundo juego de calzados y calcetines de repuesto en el maletero o directamente en la mochila para colocárnoslo, nada mas abandonar la casi siempre empapada y muy humeda zona de Los Lavaderos.
Tipo de recorrido: circular con tramo lineal de inicio y final entre la cadena y el Refugio de Peña Partida. Tal y como hicieron varios de nuestros compañeros se puede ampliar coronando cuatro tresmiles cercanos como son el Picón del Jérez, Juntillas, Cervatillos y Puntal de Los Cuartos, pero esto requiere de un esfuerzo extra que requiere de un ritmo mas alto de marcha, un acumulado de mas de 1.250 m y una sucesión de toboganes entre los cuatro tresmiles, que no sólo requiere de un muy buen estado de forma, sino de que no te afecte ese día la altitud. Tema muy a tener en cuenta para quienes vivimos todo el año al nivel del mar o en zonas bajas y de repente nos vamos a hacer tresmiles a Sierra Nevada como si tal cosa, sin ni siquiera una sola noche de aclimatación.
Fecha de realización: sábado 8 de junio de 2013, Ligera brisa del suroeste que arrastró un banco de nubes formado sobre el valle del Vadillo por la mañana, pero que poco después empezaría a despejarse, quedando solo algunos girones de nubes que coqueteaban con las cumbres de los tresmiles, mientras parte del grupo cresteaba por ellas. El estado de la nieve era el típico a finales de primavera, un tanto papocha, pero muy fácil para caminar sobre ella sin necesidad de crampones, incluso en la zona de cumbres, aunque nunca está de mas llevar, porque mas vale pasearlos que no echarlos después en falta en una zona comprometida.
Desnivel acumulado subida: 700 m (ó 1.300 m, según versión escogida).
Punto mas elevado: 2.645 msnm. (parte alta de Los Lavaderos de La Reina, quedando la parte mas baja cercana a la Charca de Cobatillas a unos 2.450 msnm)
Tiempo aprox. 7-8 horas, pero puede variar muchísimo según el ritmo, el estado de la nieve, las inclemencias meteorológicas, las pausas y tiempo para las muchas fotografías a las que se presta el espectáculo de Los Lavaderos, especialmente en la época del deshielo.
Nivel dificultad: En teoría Media, pero todo dependerá de la cantidad de nieve que nos encontremos a nuestro paso, su estado y la versión que escojamos para realizar esta ruta, es decir: la tradicional o la mas alpina.
Tipo suelo: sendero pedregoso en la mayor parte de la ruta y zonas de borreguiles muy encharcados alrededor de Los Lavaderos que hará recomendable dejar en el maletero un segundo juego de calzados y calcetines de repuesto en el maletero o directamente en la mochila para colocárnoslo, nada mas abandonar la casi siempre empapada y muy humeda zona de Los Lavaderos.
Tipo de recorrido: circular con tramo lineal de inicio y final entre la cadena y el Refugio de Peña Partida. Tal y como hicieron varios de nuestros compañeros se puede ampliar coronando cuatro tresmiles cercanos como son el Picón del Jérez, Juntillas, Cervatillos y Puntal de Los Cuartos, pero esto requiere de un esfuerzo extra que requiere de un ritmo mas alto de marcha, un acumulado de mas de 1.250 m y una sucesión de toboganes entre los cuatro tresmiles, que no sólo requiere de un muy buen estado de forma, sino de que no te afecte ese día la altitud. Tema muy a tener en cuenta para quienes vivimos todo el año al nivel del mar o en zonas bajas y de repente nos vamos a hacer tresmiles a Sierra Nevada como si tal cosa, sin ni siquiera una sola noche de aclimatación.
Fecha de realización: sábado 8 de junio de 2013, Ligera brisa del suroeste que arrastró un banco de nubes formado sobre el valle del Vadillo por la mañana, pero que poco después empezaría a despejarse, quedando solo algunos girones de nubes que coqueteaban con las cumbres de los tresmiles, mientras parte del grupo cresteaba por ellas. El estado de la nieve era el típico a finales de primavera, un tanto papocha, pero muy fácil para caminar sobre ella sin necesidad de crampones, incluso en la zona de cumbres, aunque nunca está de mas llevar, porque mas vale pasearlos que no echarlos después en falta en una zona comprometida.
Alrededor de 35 participantes: Con una gran concentración de Senderistas
de Leyenda, viniendo desde Huelva Teresa "Senderista Destacada 2013". Desde Cádiz
vinieron: el Premio Nobel de Senderismo: Manuel Limón y su mujer: Ana. Desde
Sevilla: “El Profesor de Idiomas” Don Juan José, el mítico Antonio Giráldez “El Utrerano”
y El Indomable Jaime que había hecho noche en el Refugio de Peña Partida. Desde
Ronda: Pedro Aguayo “El Vietnamita del Genal” con su genial frase de "Siempre quedará otra oportunidad para regresar y hacer SENDERISMO OLÍMPICO". Desde Puente GEnil (CÓRDOBA): Héctor “El Caimán
de Puente Genil” y Mª Luisa “El Duendecillo de Sierra Horconera”. Desde la
cercana Pinos-Puente: Yoli “Como Corre”, aunque esta vez corrió menos porque venía con el muslo izquierdo infiltrado tras reciente caida en carrera con patines, portandose como la campeona que es. Y desde distintos puntos de la Costa
del Sol: Fabiola Muñoz “Tom Rider”, Javier Reyes “El Hombre que repitió Los
Lavaderos dos veces en una semana”, cuya clausula de recisión vamos a pagar para que fiche por Pasos Largos, Juan Antonio Villalba “El Corsario de
Sierra Almijara” insaciable, siempre con ganas de mas, tras los pasos de Valentín, Vicky “La Botánica” disfrutando a tope de Los lavaderos (no fué la única), Juan Antonio Mena “El Elfo de la
Malagueta”, el Padre Carras, Patri “La Chica que miraba las estrellas”, Migue
“El Hombre que sabía demasiado”, "El Padre Carras", éstos cuatro últimos siempre presentes en las grandes escapadas. Pepe Guerrero “El Maestro Geobotánico”, El
Doctor Leal, Eduardo “El Profeta del tajo Gómer”, Romualdo “El Trovador de la
Senda” siempre genmial con sus poesías y sabias reflexiones, Maria Jesús “Glamour en las alturas” que progresa adecuadamente, “El Comandante” en labores de guía y unos doce compañeros
del Grupo Senderista Santopítar de Málaga, entre los que se encontraban: José
Román Mostazo, Paco Ruiz, Fernando Maestre Caro, que completaron y disfrutaron el recorrido a tope tal y como estaba previsto.
Mapa: Guía Alpina
de Sierra Nevada.
Fotografías: Don Manuel Limón, Javier Reyes Ruzafa, Miguel Ángel Buitrago y Juan Ignacio Amador. Crónica Juan Ignacio Amador.
A tener en cuenta:
1º) A la hora de planificar esta ruta en lo primero que tenemos que pensar es
en conseguirnos un vehículo adecuado para mas de 10 km de carril con algunos
tramos en muy mal estado, que directamente debemos descartar si se encuentra
muy nevado o ha llovido bastante en los días previos.
2º)
Informarse bien del estado de la nieve en la zona llamando al Ayuntamiento de
Güejar Sierra o Camping cortijo Valderas.
3º) Según el tiempo disponible, desde los Lavaderos se puede ascender con relativa facilidad al redondeado Picón de Jeres (3.090 m.) situado al este del Los Lavedros, y desde este al Puntal de Juntillas, Cervatillos y Puntal de Los Cuartos. Fundamental llevar piolet y crampones hasta bien entrada la primavera. En verano no son necesarios, pero siempre conviene ir debidamente equipados con guantes y ropa de abrigo.
3º) Según el tiempo disponible, desde los Lavaderos se puede ascender con relativa facilidad al redondeado Picón de Jeres (3.090 m.) situado al este del Los Lavedros, y desde este al Puntal de Juntillas, Cervatillos y Puntal de Los Cuartos. Fundamental llevar piolet y crampones hasta bien entrada la primavera. En verano no son necesarios, pero siempre conviene ir debidamente equipados con guantes y ropa de abrigo.
4º) Al tiempo que tardemos en realizar la ruta, mas el
trayecto en coche de ida y vuelta desde nuestro punto de origen a Güejar
Sierra, hay que sumar otras dos horas, ya que el tiempo estimado entre Güejar
Sierra y el inicio de ruta es de al menos unos 45 minutos, a no ser que
llevemos un 4x4 o un coche de rallies tipo Padre Carras (conducido por el Padre
Carras).
5º) Esta ruta es todo un clásico de la Sierra Nevada Primaveral para
disfrutar de cerca del espectáculo del deshielo que se suele dar de mediados de mayo hasta principios de verano, si las nevadas han sido lo suficientemente
abundantes ese año, que aglutina cada año a mas senderistas en fines de semana,
por lo que lo suyo, si tenemos posibilidad es venir cualquier día entre semana.
Después de dejar los coches debidamente aparcados, hasta donde nos permitieron
los vehículos que habían llegado antes que nosotros, lo mas cerca posible del
paso de la cadena (2.008 msnm).
Reagrupados
todos en la mencionada cadena, se dada una breve charla sobre el planteamiento de
la ruta. Inmediatamente después, de dejar atrás la mencionada cadena, tomamos el
sendero que parte a la derecha y que poco a poco se va separando de la pista
que va quedando a nuestra izquierda y que pronto perderemos de vista al tiempo
que íbamos ganando altura por la Loma de Maitena, muy tendida, pero sin tregua,
entre sabinas rastreras, piornales y enebrales, muy característicos en Sierra
Nevada, a partir de los 1.900 msnm, que era lo poco que nos permitía ver el
banco de nubes en el que caminábamos inmersos, procedente del valle del río
Vadillo a nuestra derecha.
En
circunstancias normales, desde el inicio de este sendero a nuestra derecha, se
puede contemplar el puente del Burro, desde donde se inicia la mítica cuesta de
Los Presidiarios en la versión circular de La Vereda de La Estrella,
precisamente a la altura del puente del Burro, es donde las aguas del arroyo
Real, se unen a las del río Vadillo, formando el río Genil.
(De izquierda a derecha: Mª Luisa "El Duendecillo de Sierra Horconera", Héctor "El Caimán de Puente Genil" y Yoli "Como corre")
A lo largo del tenue sendero vamos pasando junto a bloques de pizarras micáceas, gneis, y mezclas de ambas con algo de cuarzo en algunas ocasiones. A la altura del cerro Papeles 2.424 msnm, las nubes comenzaron a abrirse intermitentemente, abriéndose alguna ventana a nuestra derecha, que en intervalos de no mas de 20 segundos, nos permitían disfrutar de unas vistas espectaculares sobre los grandes tresmiles de Sierra Nevada, con todo el cordal del Veleta hasta el Mulhacén y Alcazaba a nuestra derecha, con bastantes lenguas de nieve a pesar de encontrarnos en unas fechas tan cercanas al verano. Momento para acercarnos al vértice geodésico del cerro Papeles, que tan solo supone un desvío de apenas 70 m a la izquierda del sendero.
A lo largo del tenue sendero vamos pasando junto a bloques de pizarras micáceas, gneis, y mezclas de ambas con algo de cuarzo en algunas ocasiones. A la altura del cerro Papeles 2.424 msnm, las nubes comenzaron a abrirse intermitentemente, abriéndose alguna ventana a nuestra derecha, que en intervalos de no mas de 20 segundos, nos permitían disfrutar de unas vistas espectaculares sobre los grandes tresmiles de Sierra Nevada, con todo el cordal del Veleta hasta el Mulhacén y Alcazaba a nuestra derecha, con bastantes lenguas de nieve a pesar de encontrarnos en unas fechas tan cercanas al verano. Momento para acercarnos al vértice geodésico del cerro Papeles, que tan solo supone un desvío de apenas 70 m a la izquierda del sendero.
(En el vértice geodésico del cerro Papeles: Fabiola "Tom Rider, J.A.Villalba "El Corsario de Sierra Almijara y J.I.Amador "El Comandante)
De no existir dicho vértice, esta modesta cumbre, pasaría desapercibida para cualquier caminante, pues en realidad se trata del punto más alto de la altiplanicie que se forma en la parte mas alta de la Loma de Maitena, donde ahora nos encontramos, con una extensión relativamente amplia a nuestro alrededor, donde todo se encuentra aparentemente a la misma altura. Tras una primera hora sin poder disfrutar de las panorámicas de los tresmiles, no quedó cámara sin disparar, varias sesiones, bien hacia el Mulhacén y Alcazaba, bien en el vértice geodésico de Papeles, pero el grupo iba muy estirado y la sesión de fotos se iba demorando ya cerca de los diez minutos, tras los que hubo que recurrir al silbato, reagruparnos todos y recordar la máxima de que una vez puestos en marcha todos debíamos caminar entre el guía de cabeza y el guía de cola, y que si alguien prefería quedarse atrás que nos lo hiciera saber.
De no existir dicho vértice, esta modesta cumbre, pasaría desapercibida para cualquier caminante, pues en realidad se trata del punto más alto de la altiplanicie que se forma en la parte mas alta de la Loma de Maitena, donde ahora nos encontramos, con una extensión relativamente amplia a nuestro alrededor, donde todo se encuentra aparentemente a la misma altura. Tras una primera hora sin poder disfrutar de las panorámicas de los tresmiles, no quedó cámara sin disparar, varias sesiones, bien hacia el Mulhacén y Alcazaba, bien en el vértice geodésico de Papeles, pero el grupo iba muy estirado y la sesión de fotos se iba demorando ya cerca de los diez minutos, tras los que hubo que recurrir al silbato, reagruparnos todos y recordar la máxima de que una vez puestos en marcha todos debíamos caminar entre el guía de cabeza y el guía de cola, y que si alguien prefería quedarse atrás que nos lo hiciera saber.
Tras
lo cual reanudamos la marcha, siempre en buena armonía, sin prisas, pero sin
pausa, hasta el relativamente cercano, refugio de Peña Partida, final de la
pista forestal que viene desde la cadena y a donde llegamos unos 35 minutos
después de haber dejado atrás el cerro Papeles, en suave descenso con dirección
E-SE, allí nos estaba esperando nuestro fiel amigo Jaime, “El Indomable Jaime”,
mítico senderista de Leyenda de los tiempos de gloria. Llegados al concurrido
refugio, se dieron unos minutitos para una breve pausa de AQUARIUS, platanitos,
barritas energéticas, etc… Y unas últimas fotos del cordal de los tresmiles
principales, que pronto empezarían aa quedar ocultos por la Loma de Los
Cuartos.
Finalizada
la pausa para un kit-kat en el coqueto enclave de Peña Partida, junto a unos
bloques de pizarra, que hacen las veces de balcón natural, reanudamos la marcha
por el sendero que parte desde atrás del refugio, atravesando en suave
ascensión un páramo de piornales, cuya monotonía solo se ve interrumpida aquí y
allá por algunos colmillos rocosos, que por lo general van quedando a la
izquierda del sendero, mientras que a nuestra derecha (SUR), comienza a
elevarse la Loma de Los Cuartos, que es por donde habría que tirar si
quisiéramos hacer los cuatro tresmiles del Puntal de Los Cuartos, Cervatillo,
Juntillas y Picón del Jerez, antes de visitar Los Lavaderos de La Reina, una
opción muy tentadora, pero nada sensata, tratándose de un grupo tan grande como
heterogéneo, por lo que le dimos prioridad al plan A, de dirigirnos hacia Los
Lavaderos de La Reina por el camino mas asequible tal y como estaba previsto en
un principio.
Unos
500 m después de dejar atrás el refugio, el sendero se va desviando hacia la
derecha (SURESTE), momento en que debemos abandonarlo, caminando un corto
trecho campo a través entre piornales, hasta asomarnos al borde de una gran
pala de nieve, que en verano debe aparecer como un empinado tobogán a nuestros
pies. Desde la parte alta del terraplén que tenemos ante nosotros, ya podemos
contemplar el entorno de Los Lavaderos de La Reina, cuyas chorreras, aún no
divisamos, porque en gran parte se encuentran ocultas tras el redondeado
cerrillo que tenemos frente a nosotros,
se trata del cerro del Poco Trigo.
Llegados a este punto alguna gente escoge
tirar hacia la izquierda para llegar a Los lavaderos por su parte inferior,
mientras que nosotros, escogimos la opción de subir por la ladera que teníamos
a nuestra derecha hasta pasar por encima de un bloque cúbico de pizarra, que
quedaba a unos 200 m de distancia, momento a partir del cual, iniciamos el
descenso por la pendiente, nunca de frente, sino en perpendicular, llevando la
caída a nuestra izquierda y el monte a la derecha, asegurando el paso en la
huella de los compañeros que iban marcando por delante nuestra.
Una
vez en la parte inferior del terraplén, retomamos dirección predominantemente
ESTE, sin perder altura, manteniéndonos en paralelos al final de las lenguas de
nieve que quedaban a nuestra derecha, mientras que a nuestra izquierda
comenzábamos a llevar mullidos borreguiles, mezclados con algunas zonas de
oscura piedra pizarrosa.
Juan José "El Profesor de Idiomas", J.A. Villalba "El Corsario de Sierra Almijara" y "El Padre Carras" otean el horizonte.
Frente a nosotros ya teníamos las redondeadas lomas del Picón del Jerez y a su derecha el alpino Puntal de Juntillas, entre cuyas cumbres no dejarían de coquetear numerosos girones de nubes en las horas siguientes. A nuestra izquierda, llevábamos el cónico cerro del Poco Trigo (2.668 m), curiosa elevación en forma de queso de tetilla, que aunque resulta ser poco menos que una tachuela a la altura que nos encontramos, es un magnífico referente para orientarnos tal y como nos vamos acercando a Los Lavaderos, que discurren por su vertiente ESTE.
Frente a nosotros ya teníamos las redondeadas lomas del Picón del Jerez y a su derecha el alpino Puntal de Juntillas, entre cuyas cumbres no dejarían de coquetear numerosos girones de nubes en las horas siguientes. A nuestra izquierda, llevábamos el cónico cerro del Poco Trigo (2.668 m), curiosa elevación en forma de queso de tetilla, que aunque resulta ser poco menos que una tachuela a la altura que nos encontramos, es un magnífico referente para orientarnos tal y como nos vamos acercando a Los Lavaderos, que discurren por su vertiente ESTE.
Después
de atravesar una sucesión de pequeños arroyuelos semi ocultos entre túneles de
nieve que van quedando al descubierto de forma intermitente, conforme las
temperaturas pres estivales van aumentando, caminamos por encima de ellos haciendo
las veces de improvisadas bóvedas y puentes sobre los que no conviene confiarse
o vadeamos directamente, raro será no terminar con al menos una bota empapada.
La
formación de pequeñas charcas y laguitos aquí y allá son buen ejemplo de la
abundancia de agua que en este lugar parece brotar de todas partes,
especialmente a finales de primavera.
Y
es que ya nos encontramos en Los idílicos
Lavaderos de La Reina, concretamente a la altura de unas de sus cascadas
superiores, a unos 2.650 msnm, en una especie de pequeño circo que se forma al
norte de los tajos Negros de Cobatillas (3.116 m), el sonido del agua se
convierte en música para el alma y todos los regatos de agua, se convierten en
arroyos, para formar el nacimiento del río Maitena, que tenemos ante nuestros
ojos, y que, traducido del árabe, viene a decir algo así como “el que hace la belleza”. Aunque en su
primer tramo se le conoce como arroyo Cobatillas.
El
origen del nombre se debe a que según cuentan algunos lugareños: la Reina
Fabiola de Bélgica solía visitar este lugar de Sierra Nevada en compañía del Rey
Balduino, y que un día dijo: “Si una reina viniese a lavar aquí, ganaría en
nobleza”, cuesta imaginarse a la Reina Fabiola caminando por estos lares y
mucho mas sugerir lo de “si una Reina viniese a lavar aquí”, pues pocas veces
habrán lavado quienes están acostumbrados a que se lo hagan todo. En cualquier
caso, y aunque así fuera, preferimos que no venga nadie a lavar sea Reina o
mendigo y durante muchos años respetemos la pureza y la frescura de las
cristalinas aguas que por aquí descienden en preciosas cascadas, a través de
túneles de nieves, que forman un auténtico espectáculo.
Cuya
belleza te atrapa y seduce cual canto de sirenas, convirtiéndose en un lugar
que te cuesta abandonar, incluso con la espectacular propuesta de coronar por
este orden: Picón del Jerez, Puntal de Juntillas, Cervatillos y Puntal de Los
Cuartos, una tentadorea variante en la que se aventuraron con audacia y
decisión: Fabiola Muñoz “Tom Rider”, Javier Reyes “El Hombre que repitió Los
Lavaderos dos veces en una semana”, Juan Antonio Villalba “El Corsario de
Sierra Almijara”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, el Padre Carras,
Patri “La Chica que miraba las estrellas” y Migue “El Hombre que sabía
demasiado” siempre presentes en las mas espectaculares escapadas, en la foto de abajo, aparecen junto al montículo de piedra sobre la cumbre del Puntal de Juntillas.
Mientras tanto, el resto del grupo, terminaba tranquilamente de almorzar,
para iniciar el descenso de poco mas de un kilómetro un kilómetro que podría
existir entre los saltos de agua existentes, entre la parte superior de Los
lavaderos y la parte inferior.
Probablemente este kilómetro se encuentre en el
“TOP 10” del kilómetro mas aprovechable fotográficamente hablando de toda
Andalucía, junto con rincones mágicos como Las Angosturas del Guadalmina,
Cerrada de Elías (Río Borosa), los cahorros del Chillar y el Higuerón (antes de ser profanados por los grafiteros) y algunos parajes mas, que por culpa de descerebrados que no respetan el medio ambiente, mejor no mencionar para no dar demasiadas pistas. La no publicación de esta crónica tampoco evitaría la masificación de excursionistas en Los Lavaderos, debido al "efecto DECATHLON de los últimos años, si bien, aprovechamos para comentar que a pesar de los muchos excursionistas que nos encontramos, el paraje nos lo encontramos muy limpios y todos los allí presentes parecíamos ser gente que respeta el Medio Ambiente, lo suficiente, como para dejar estos lugares, no ya tal y como nos lo encontramos, sino, mejor aún, en caso de encantrarnos las típicas, latas, bolsas o botellas, de los impresentables de siempre, que afortundamente no nos encontramos en esta ocasión.
Asistiendo en el caso de Los Lavaderos a
una sucesión de espectaculares cascadas y chorreras que estábamos a punto de
conocer, quienes nunca habíamos estado allí anteriormente, siendo por ello que la
mayoría, finalmente renunciamos a la versión a la variante alpina, para
disfrutar al máximo del espectáculo de Los Lavaderos.
El Doctor Leal, junto a una de las cascadas mas emblemática de Los Lavaderos.
El recorrido en paralelo a las cascadas y los cursos acuáticos, parcialmente cubiertos por túneles de nieve, que nos permitían ir pasando de una orilla a otra, con cuidado de no acercarnos demasiado a sus bocas de entrada o salida, se convierte en una experiencia inolvidable.
El recorrido en paralelo a las cascadas y los cursos acuáticos, parcialmente cubiertos por túneles de nieve, que nos permitían ir pasando de una orilla a otra, con cuidado de no acercarnos demasiado a sus bocas de entrada o salida, se convierte en una experiencia inolvidable.
Don Manuel Limón, siempre atento a todas y cada una de las maravillas del entorno.
Una auténtica delicia para los sentidos, donde el amante de la fotografía encontrará infinidad de rincones dignos de ser fotografiados, los que se van descubriendo ante nosotros y los que casi con pena, vamos dejando atrás.
Una auténtica delicia para los sentidos, donde el amante de la fotografía encontrará infinidad de rincones dignos de ser fotografiados, los que se van descubriendo ante nosotros y los que casi con pena, vamos dejando atrás.
Vicky La Botánica, disfrutando a tope de Los Lavaderos de La Reina.
Algunos saltos de agua superan los 12 m de altura, unos son mas anchos, otros mas estrechos, pero todos ellos compiten en belleza, la música acuática nos acompaña en todo momento y la pureza de la atmósfera en estas latitudes nos hace sentir seres privilegiados.
Algunos saltos de agua superan los 12 m de altura, unos son mas anchos, otros mas estrechos, pero todos ellos compiten en belleza, la música acuática nos acompaña en todo momento y la pureza de la atmósfera en estas latitudes nos hace sentir seres privilegiados.
Vamos descendiendo a través de grandes gradas,
de manera que a veces debemos encarar empinadas pendientes, que en nuestro caso
estaban con nieve blanda, pero donde para evitar males mayores algunos
utilizamos los crampones.
LLegando al último salto, nos
encontramos con uno de los mas altos, a cuyos pies aparece un bucólico
borreguil, atravesado por un pequeño canal por el que se desvía parte del
caudal, que mas adelante forma un pequeño laguito conocido como Charca de Cobatillas,
desde la cual parte la acequia que sirve de referencia para iniciar nuestro
camino de regreso.
Una
vez situados en el pequeño laguito conocido como Charca de Cobatillas, tomamos
como referencia la acequia de Maitena, siendo recomendable llevarla a nuestra
derecha, en caso de mantenernos todo el tiempo caminando junto a la acequia,
llegaríamos a la parte alta del Prado de Los Gabilanes, teniendo la opción de
continuar por la vereda de la acequia con vistas hacia la cabecera de varios
barrancos tributarios del río Maitena a nuestra derecha (NORTE) que descienden
entre las Lomas del Peñón, de La Lastra y de Juan Chico. O bien, remontar ,
ladera arriba hacia nuestra izquierda, dirección SUR, hasta enlazar con la
pista que va de la cadena al Refugio de Peña Partida.
Pero
en nuestro caso, apenas unos 500 m mas
allá de la Charca de Cobatillas, caminando junto a la acequia, abandonamos la
misma, tomando un sendero que sale a nuestra izquierda, remontando una ladera dirección
SO, hasta venir a salir a la pista, unos 200 m al oeste del Refugio de Peña Partida,
que dejaríamos definitivamente atrás.
Mientrás ascendíamos por el sendero que
sube por la mencionada ladera divisamos un grupo de vacas ladera abajo, que junto con cabras y caballos, suelen
pastar tranquilamente en verdes y mullidos borreguiles, acostumbradas a la
presencia de excursionistas.
Cerrando
el tramo circular, minutos después,
sobre nuestros pasos por la Loma de Maitena en dirección al cerro Papeles, cerca
del cual hicimos la última parada de la merienda, volviendo a disfrutar del
espectáculo de los tresmiles con la mágica luz de la tarde, tan solo unos minutos después nuestros intrépidos compañeros
que habían escogido la versión alpina, coronando cuatro tresmiles, se
reagrupaban con nosotros en perfecta sincronización telepática, tal y como ya
pronosticó “El Hombre que sabía demasiado” en plena bajada a tumba abierta por
la Loma de Los Cuartos. Compañeros que completában los últimos metros hasta
nuestra ubicación en “magnífica corrida”, después de haber finalizado nuestra
sesión de Los Lavaderos con una “gran cascada”. Y mientras el Padre Carras (magnífico
sufridor donde los haya), se brindaba a confesar a cualquiera de sus
feligreses, el grupo charlaba en animada tertulia de merienda, con un paisaje
de ensueño, mientras nuestros intrépidos compañeros, narraban su reciente
aventura vivida remontando la interminable loma del Picón del Jerez, desde
donde iniciarían su tramo de crestería pasando por el Puntal de Juntillas,
Cervatillos y Puntal de Los Cuartos en un tiempo record.
Migue "El Hombre que sabía demasiado" y Patri "La Chica que miraba las Estrellas" en el tramo final del recorrido.
El camino de regreso ya fue sobre nuestros pasos por el sendero que recorre la Loma de Maitena, que a pesar de afrontar ahora en sentido descendente, se antojaba un poco larga.
El camino de regreso ya fue sobre nuestros pasos por el sendero que recorre la Loma de Maitena, que a pesar de afrontar ahora en sentido descendente, se antojaba un poco larga.
Aunque sin dejar de disfrutar de una preciosa panorámica a
nuestra izquierda, SUR, donde un nuevo frente de nubes coqueteaba con las
cumbres de los tresmiles occidentales, y el sol de la tarde se reflejaba sobre la
hilera de coches que marcaban el final del carril, que parecía no llegar nunca
Incluso
en los tramos aparentemente monótonos del recorrido como son esos páramos de
piornales, enebros y sabinas, los
amantes de la botánica, pondrán a prueba el macro de sus cámaras con las
pequeñas florecillas de variados colores que forman la paleta de color de estas
pequeñas y maravillosas criaturas de gran valor ecológico, por su rareza o
endemismo.
Una
vez en los vehículos bajamos en disciplinada caravana, siguiendo el coche de
rallies del Padre Carras, que cedió el volante a uno de sus discípulos como es “El
Hombre que sabía demasiado” (aunque en pericia y velocidad nadie gana al Padre
Carras) y con él al frente de la comitiva nos reagrupábamos en el bar mas
cercano al Hotel Mira Sierra, coincidiendo con los compañeros del grupo
Santopitar, que en nuestra maratoniana sesión de fotos en Los Lavaderos, ya
habían sacado ventaja por delante, finalizando la ruta perfectamente, sin el
menor incidente y con el buen detalle. que les honra, de esperar a que
llegásemos a Güejar Sierra para despedirse de nosotros, agradeciéndonos la
invitación para compartir esta preciosa jornada primaveral que tan buen sabor
de boca nos dejó a todos y que se planteo de tal modo que cada uno la disfrutara
a su gusto y a su ritmo.
Arriba y a la izquierda un par de fotrografías correspondientes aa la versión alpina que llevaron a cabo nuestros intrépidos compañeros:
Fabiola Muñoz “Tom Rider”, Javier Reyes “El Hombre que repitió Los Lavaderos dos veces en una semana”, Juan Antonio Villalba “El Corsario de Sierra Almijara”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, el Padre Carras, Patri “La Chica que miraba las estrellas” y Migue “El Hombre que sabía demasiado, coronando con audacia y decisión:
Picón del Jerez, Puntal de Juntillas, Cervatillos y Puntal de Los Cuartos.
(Fotografías de Javier Reyes Ruzafa).
El siguiente video está dedicado a nuestros compañeros: Juanlukita, Juan Antonio Villalba, Padre Carras, Herminia, Silvia, Ana, Gabriel y algunos compañeros mas que en marzo de 2012, que fueron los primeros compañeros de Pasos Largos en realizar la versión alpina invernal (previamente anunciada, como ruta oficial).
Espectacular reportaje para un lugar impresionante.
ResponderEliminarVaya, impresionante todo el reportaje y la descripción. Yo estoy dispuesto a ficha ya por Pasos Largos porque sois de primera :D
ResponderEliminarPrecioso reportaje mi comandante. Este sábado iremos una comitiva de Ronda que no pudimos acompañaros la semana pasada. Un abrazo
ResponderEliminarUn auténtica maaravilla en constante caambio y movimiento de un día para otro y es por ello que aunque ya hayas ido en anteriores ocasiones, núnva veras dos veces el mismo dibujo de tuneles, puentes, bóvedas y lenguas de nieve, así como el aspecto cambiante de las montañas que lo rodean.
ResponderEliminar¡Que lo disfrutéis mucho!.
Me ha gustado el vídeo. La Charca de Cobatillas de veía muy bien desde arriba
ResponderEliminarMe gustaría saber quién es usted para publicar fotos de privacidad idas de Manuel Delgado
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