Pueblo de referencia: Archidona
Punto de encuentro: 10.30 am Vía de servicio y zona de
aparcamiento paralela a la circunvalación sur de Archidona (carretera nacional
Jerez-Cartagena).
Si venimos por la A-92 desde
Campillos, Sevilla o Córdoba, dirección Granada una vez que dejamos atrás el
Indio ó peña de los Enamorados y tomamos la salida del km 163 por el que llegamos
rápidamente a Archidona. Nada mas tomar esa salida hacia Archidona,
circunvalamos Archidona, hacia la derecha por su zona sur, tomando dirección
Granada, de tal manera que el nucleo principal del casco urbano va quedando a
nuestra izquierda, cuando pasemos a la altura del restaurante Doña
Gracia, que quedará a la derecha, aparcaremos en la vía de servicio y zona de
aparcamiento que hay del lado izquierdo de la carretera.
Si venimos desde la costa al llegar al puerto de Las Pedrizas
tomamos dirección Granada y al llegar a la altura de Villanueva del Trabuco,
tomamos dirección Archidona, al entrar en esta localidad llegamos a un cruce en
forma de “T”, giramos a la izquierda para circunvalar Archidona, por la
carretera nacional Jerez-Cartagena, a escasos 300 m a
la derecha de la carretera ya estamos a la altura de lavía de servicio y aparcamiento donde podemos estacionar nuestros vehículos.
Desnivel bajada acumulado aprox. 240 m
Punto de partida: vía de servicio y zona de aparcamiento muy
próxima al restaurante Doña Gracia.
Final de ruta: Cortijo de San Cayetano (pista principal de
Huertas del Río).
Tiempo aprox. unas 6-7 horas
Nivel dificultad: bajo hasta donde finaliza el camino de la
Hoz de Marín. Una vez que finaliza el camino y nos adentramos en el cañón el
nivel de dificultad oscila entre fácil, medio y alto dependiendo de la cantidad
de obstáculos que nos vamos encontrando, debido a la cantidad de derrumbaderos
en ambas paredes del cañón con gran cantidad de caos de rocas y troncos
atravesados que nos cortan el paso de vez en cuando. Asequible para cualquier
persona todo terreno, pero que requiere de mucha paciencia y dosis de buen
humor para llevar a buen término.
Tipo suelo: pista terriza en la primera parte y una vez que
nos adentramos en el río caos de roca y terreno incómodo la mayor parte del
tiempo.
Tipo de recorrido: Traveesía lineal (antes de iniciar la
ruta, requiere dejar al menos un coche en el final previsto).
Mapa: Huertas del río (1.024-III)
y Archidona (1.024-I)
Fecha de realización: sábado 14 de septiembre de 2013,
cielos predominantemente nubosos, con temperatura cercana a los 25ºC al
mediodía.
Participantes: Paco Jaime “El Marqués de Cáceres”, Salvador,
El Doctor Leal, Guillermina, Vicky “La Botánica”, Celia “La Hechicera du Sao
Paulo”, Carlitos “el poeta de las cumbres” (que nos acompañó en el primer tramo
de la ruta), Juan Antonio “El Corsario
de Sierra Almijara”, Javi, Isa “La Chica que nunca estuvo allí”, Adel, Mateo,
Manolo, Isabel, su amiga Pascal, y un servidor: Juan Ignacio Amador.
1º) Hasta hace poco este cañón era poco menos que
impracticable por la abundancia de zarzas en algunos puntos, sin embargos tras
las inundaciones del 29 septiembre 2012 y las lluvias del último invierno, la
mayoría de las zonas que antes eran impenetrables, ahora son transitables, han
quedado muy despejadas respecto a las zarzas, si bien hay zonas con abundantes
derrumbaderos en la base de los tajos, generando un caos de rocas muy incómodo
de transitar en algunos tramos.
2º) La Hoz del Arroyo Marín es un
cañón por donde el río discurre de forma dócil y escalonada de vez en cuando,
pero sin saltos suficientemente altos como para hacer necesario material de
barranquismo, ni siquiera neopreno si hacemos la ruta en verano. Sin embargo,
si bien la mayoría de los tramos son de poca profundidad (tipo río Chíllar),
hay algunos donde el agua puede llegar al pecho o incluso cubrir, siendo
obligatorio nadar, aunque eso ocurre en tan sólo dos o tres ocasiones a lo
largo del recorrido y en tramos muy cortos. Por lo que el uso del bote estanco,
siempre es muy recomendable para este tipo de rutas anfibias, donde por muy
dócil que sea el arroyo, siempre podemos acabar mojando la cámara, la comida,
el móvil, etc. Si no tomamos las debidas precauciones.
3º) Si vamos a realizar esta ruta
hay que venir mentalizado para mojarse, traer bañador y calzado de batalla que
se pueda mojar. El agua tiene un desagradable color marrón, pero no se debe a
las aguas fecales de Archidona, con lo que bromeó el Doctor Leal en alguna
ocasión, sino al terreno arcilloso y margosos por el que discurre.
4º) La primera parte del recorrido
que describimos a continuación coincide con el
PR. A-157 Archidona – Hoz de Marín – Huertas del Río, cuyas
señalizaciones: paneles y balizas se encuentran en un lamentable estado de
abandono por parte del Ayuntamiento de Archidona, que lleva ya varios años sin
preocuparse de reponer las balizas a lo largo del recorrido, prácticamente
inexistentes en todo el recorrido, o los desvencijados y desgastados paneles
informativos. Un hecho por desgracia cada vez mas frecuente en la Andalucía de
hoy, donde con la excusa de la crisis. Cada vez se abandona mas el
mantenimiento de caminos, senderos o por no hablar de la Hoz del arroyo Marín, catalogado
en el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Málaga
como Paraje Sobresaliente PS-2 "Hoz de
Marín" y totalmente dejado de la mano de Dios por parte
del Ayuntamiento de Archidona, desde hace ya varios años, tanto del camino que
lo recorre, sus maltrechos puentes y áreas recreativas desaparecidas, como del
arroyo en si mismo, que cada escasos 200 o 300 m se ve interrumpido por
caóticos diques que se formaron tras las inundaciones de septiembre 2012, hace
ya un año y no se ha hecho absolutamente nada. Dejadez y abandono absoluto. Una
pena, una maravilla de paraje natural como éste bajo el Gobierno, de quienes a
tenor de lo visto, sólo se acuerdan del medio Ambiente en las falsas promesas
electorales.
4º) Como en toda ruta donde
comenzamos en un punto y acabamos en otro hay que dejar previamente al menos un
vehículo en el final previsto de ruta. Dejando en el maletero de ese vehículo:
muda de calzado y ropa cómoda para después de la ruta.
La
amenaza de una cantera reabierta en el camino de acceso a la Hoz de Marín:
Los hechos se están produciendo
frente al en el punto kilométrico 1,5, de la carretera A-7202 de Archidona a
Villanueva del Trabuco (Málaga), en las cercanías de la cementera actualmente
en funcionamiento, en el denominado cerro de La Mina, antigua
cantera de piedra ya abandonada desde hace años, y que había vuelto a alcanzar
de nuevo un alto grado de integración en el paisaje.
En este lugar, cubierto inicialmente
de monte y matorral mediterráneo sobre sustrato mineral de yesos, se ha
procedido a la explotación de una cantera para la extracción, mediante
maquinaria pesada, de piedra para la construcción por parte del Ministerio de
Fomento, de la línea del AVE Bobadilla-Granada, destinada supuestamente a la
zona de la Estación de Archidona, extrayéndose según informaciones de los
vecinos, del orden de unos 40 a 50 camiones-cuba diarios.
Las graves actuaciones denunciadas
están consistiendo en el movimiento de tierras, alteración total de la
estructura del suelo, desmonte y eliminación completa de la cubierta vegetal
originaria, alteración de los sistemas y procesos ecológicos, y afección sobre
la fisonomía originaria del entorno, al comerse literalmente el monte, con el
consiguiente impacto paisajístico, lo que constituye todo ello un grave daño ecológico de
carácter irreversible.
El lugar afectado pertenece al
entorno circundante del paraje denominado
Arroyo de la Hoz de Marín, ubicándose a las
puertas, y zona de acceso al público, a este espacio natural de alto valor
ecológico. De hecho, la cubierta vegetal que se ha eliminado en una superficie
considerable, y que se sigue destruyendo actualmente, corresponde al hábitat
de la Directiva 92/43/CEE
denominado: Vegetación gipsícola ibérica (Gypsophiletalia),
correspondiente a monte mediterráneo sobre yesos, hábitat que la Unión Europea
considera insuficientemente
representado en la Red Natura 2000, y que ha motivado
precisamente la solicitud de protección del paraje del Arroyo de la Hoz de
Marín como LIC (Lugar de Interés Comunitario) por parte de las asociaciones
conservacionistas desde el pasado 14 de marzo de 2007.
Es un
angosto valle con forma de herradura, situado al sur del municipio de
Archidona. Está catalogado desde el punto de vista geológico como desfiladero
fluvial que ha ido labrando el río y que discurre, encajonado en terrenos del Triásico formado por arcillas, margas y yesos, con crestones de dolomías que forman los resaltes de las alturas de la hoz, de donde proceden algunos de los bloques que nos encontramos en el fondo del valle, a veces en medio del mismo cauce del arroyo, tras haber rodado toda la ladera abajo.
De fácil
acceso: directamente desde Archidona por el camino que parte junto al
restaurante Doña Gracia, junto a la carretera que circunvala el sur de
la localidad. O bien, a través de un carril que parte
del km 1,5 de la carretera A-7202 de Archidona a Villanueva del Trabuco, zona de canteras, donde el otro día nos encontramos con
una valla cerrada que cortaba el acceso a dicho carril, antaño siempre estaba
abierta, al menos los días entre semana. Una vez que tomamos éste carril, que
discurre paralelo al arroyo nos adentramos en un valle que se va encajonando
cada vez mas hasta que viene a morir a unos 5 km del inicio donde antes existía
un área recreativa de mesas y bancos de madera, que se llevó el río tras las
inundaciones de septiembre 2012. Final de trayecto, que suele ser el punto de
ida y vuelta de un muy agradable recorrido ideal para plantearse como ruta
familiar. El arroyo es afluente del río Guadalhorce al que se une unos 7 km mas
allá concretamente a la altura de Huertas del Río.
Primero
comienza a ser un terreno adehesado, con numerosos cortijos y huertos
actualmente en estado de abandono en su mayoría, hasta pasar a convertirse en
una garganta u hoz. En el bosque de ribera abundan las galerías riparias de
olmos, fresnos, chopos y álamos principalmente, que delatan el curso del arroyo Marín. Junto al camino en cambio
encontramos olivos, encinas y huertas. Mientras que en las laderas y las zonas altas del valle, predomina
un bosque autóctono de pino carrasco (pinus halepensis), que en el caso de este paraje es autóctono, es decir, ha proliferado aquí de forma natural. Si bien, es el árbol mas común en las repoblaciones forestales en los paises mediterráneos, debido a su extraordinaria adaptación a las condiciones climáticas de sequía o abundantes lluvia, así como a suelos pobres bien sean calizos o yesíferos, como es este caso.
En cuanto
a la fauna, destaca la presencia de numerosas aves, como: los arrendajos, el
rabilargo, el águila perdicera, el búho real y el azor. También hay pequeños
mamíferos como la garduña o la jineta. El paraje tiene una extensión de 662,5
hectáreas.
Descripción de la ruta:
Una vez que dejamos un vehículo en el final frente al cortijo
de San Cayetano, en la pista principal de Huertas del Río (final previsto de
ruta), regresamos a la vía de servicio y zona de aparcamiento donde esperaban
ya el resto de compañeros, atravesamos la carretera Jerez-Cartagena, dejando a
la derecha el restaurante Doña Gracia y la nave de construcciones Toledo y nos
adentramos por el camino que coincide con el “PR.A-157 Archidona-Hoz de Marín” y
que nos conduce directamente hacia el bello paraje de la Hoz del Marín, tal y
como indican unos desvencijados carteles a los que le faltan casi la mitad de
las letras.
Al inicio el carril es casi llano en sus primeros 200 m que finalizan en
una bifurcación en forma de “Y”, siendo nuestra opción la mas evidente, que es la
que comienza a descender a la izquierda, dando vistas al valle en el que nos vamos
adentrando poco a poco con vistas a una gran cortijada allí abajo.
A penas a un kilómetro, la pista terriza por la que vamos se
transforma en sendero y muy pronto el rumor del agua, el canto de los pájaros y
la abundante vegetación de ribera, comienzan a convertirse en compañeros de camino de principio a fin.
Llegados al puente por donde atravesamos
el arroyo Marín, para acceder a la pista que discurre en paralelo al mismo, por
su margen izquierdo, la mayor parte del grupo lo cruza,
mientras que un pequeño contingente continuamos por el mismo cauce del arroyo. No tardamos en toparnos con varios diques que se originaron tras la tremenda crecida de septiembre 2012 y que aún no han sido limpiados.
Nos reencontramos con el resto del grupo en un meandro del
río, donde éste dibuja una amplia curva hacia la izquierda, apoyada sobre una pared
de oscuras margas erosionadas por el mismo arroyo, que por unos momentos nos
recuerda a un paisaje volcánico.
Poco después nos encontramos con un cangrejo
de río y algo mas adelante, concretamente a la altura de las ruinas del cortijo
Pilatos, junto una especie de plazoleta, donde antes existía un área recreativa
y el arroyo dibuja otro pequeño meandro, lo atravesamos, algunos para pasar a
su margen izquierdo y visitar un pequeño abrigo del que brota un manantial.
Desde aquí continuamos la mitad del grupo por dentro del
arroyo encontrándonos por primera vez con algunas pozas relativamente amplias y
profundas;
En algunas galerías el agua comienza a cubrir por encima del pecho y
en algunas pozas incluso se puede nadar, pero también comenzamos a pasar junto
algunas zonas de derrumbaderos donde el caos de rocas, comienza a incomodar y
hacer la progresión muy lenta;
Por lo que decidimos abandonar el cauce tan
pronto localizamos la primera vía de escape a nuestra derecha, para unirnos al
resto del grupo que avanzaba por el abandonado camino con trazas de pista
forestal;
Rencontrándonos en las inmediaciones de un maltrecho puente que
atravesamos y desde el que ya caminamos todos juntos hasta el final del mismo,
donde durante muchos años existió una bucólica área recreativa que se llevaron
por delante las inundaciones de 2012, de la que ya sólo queda la barbacoa de piedra y los pilares sobre los que se asentaban los bancos, escogiendo dicho lugar para disfrutar del
almuerzo.
Mientras se finaliza el almuerzo La Hechicera du sao Paulo y
un servidor, hacemos una incursión unos 300 m cañón adentro y de momento, la
fuerza de la mencionada crecida parece haber jugado a nuestro favor,
encontrándonos con un terreno muy despejado en principio, con espacio
suficiente para escoger la progresión: bien por dentro del arroyo, bien por la orilla
mas despejada.
El caos de roca, procedente de los derrumbaderos a ambos lados
del arroyo, confieren un aspecto apocalíptico en algunos tramos, donde las
fuertes lluvias del año pasado, han hecho estragos sobre los materiales blandos
de los yesos y arcillas de las que se componen en gran medida las paredes y
fuertes pendientes entre las que caminamos.
Destacan también algunos bloques de yeso blanco (Ariel), capricosamente pulidos por el agua que resaltan desde lejos, rodeadas por el predominante color marrón del del arroyo.
A veces resulta difícil escoger entre progresar por el
arroyo, caminando sobre un caos de rocas, bajo el agua turbia, sin saber dónde o
cómo apoyar el pié a cada paso, o bien por las orillas con largos tramos
completamente invadidos por un caos de roca, donde todos los compañeros
tuvieron que hacer malabares para progresar;
Destacando la colosal labor del “Corsario
de Sierra Almijara” llevando sobre sus hombros a su hijo Javi, cual corderito al
portal de Belén, Isa con su hijo Adel, sin olvidar la ayuda de otros compañeros
en algunos momentos puntuales que requerían de mayor esfuerzo o dificultad.
Lo que en principio se había anunciado como ruta familiar,
pasaba a transformarse en una gran jinkana, donde la progresión se hacía en
ocasiones muy lenta y en consecuencia, cada kilómetro eterno. Siendo frecuentes
los troncos atravesados, los caóticos bloques de roca a nuestro alrededor,
ramajos de zarzas y otros matorrales de espinos que intentábamos esquivar cual
partida de “Super Mario Bross en nivel 9”.
Hasta que por fin, llegamos al lugar donde el arroyo se convierte
en una especie de canal de cierta profundidad y mas de 10 m de ancho, manteniéndose
así unos 100 m, hasta que llegamos a un rudimentario azud de tierra, que supone
nuestro final de trayecto por el arroyo y desde el que parte una de las acequias
principales de Huertas del Río, no siendo la única pues también existen varias
tomas desde el cercano Guadalhorce, donde desemboca el arroyo Marín, unos 3 km
después a la altura de la ermita de San Isidro.
En nuestro caso, atravesamos el azud, pasando
definitivamente al margen derecho del, a partir de aquí, domesticado arroyo,
atravesando un olivar a través de un desdibujado camino, que tras unos 500 m
nos lleva hasta una alambrada que salvamos sin dificultad, tras la cual
volvemos a retomar el camino que coincide con el último tramo del PR. A-157 Archidona
– Hoz de Marín – Huertas del Río y que tomándolo a la derecha, en dirección
Norte, unos 900 m mas allá nos dejó a la altura del cortijo de San
Cayetano, en la pista principal de Huertas del Río (asfaltada), donde ya
habíamos deejado un vehículo al inicio de la jornada.
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