Hora y punto de encuentro: 8.30 para desayunar en la venta EL
NAVASILLO o LA LAJA o a las 9.00 ya desayunados.
Cómo llegar al punto
de encuentro: Debemos tomar como referencia la temida carretera de Ronda a
San Pedro de Alcántara (N-332) a la altura del km 11, (Telf: 952.11.47.27), muy
cerca del inicio de la pista de acceso al Parque Natural Sierra de Las Nieves
Acceso con el coche hasta Quejigales: La distancia
desde el acceso al parque por la carretera de San Pedro-Ronda, hasta nuestro
inicio de ruta, situado en el área recreativa de Quejigales, es de unos 12 km
de carril que en la actualidad está en buen estado. Como en casi todo carril,
nos encontramos varias bifurcaciones la que nos lleva hasta Quejigales es muy
evidente, dejando a nuestra izquierda la zona de camping de Conejeras, un par
de kilómetros mas allá el desvío hacia la Fuenfría a la derecha, manteniéndonos
siempre en el principal. Al llegar a la altura del alojamiento rural de la Nava
de San Luis, la pista gira a la izquierda, iniciando una sucesión de
prolongados zig-zags para ganar altura, que nos llevan a un último cruce,
quedando a la derecha el que nos indica hacia Tolox y Pinsapo de La Escalereta,
pero nosotros seguimos por el principal hasta que llegamos al antiguo cortijo
de Quejigales, que posteriormente fue acondicionado como Refugio Felix
Rodríguez de la Fuente y en posteriores ocasiones ha sido adaptado y modificado
como zona de área recreativa e inicio y final de numerosas rutas por esta zona
del parque.
Distancia aprox.13 km
Desnivel acumulado subida aprox. 600 m
Punto de partida: Cortijo de Quejigales (1.261 msnm)
Punto mas elevado: Peñón Enamorados (1.780 msnm)
Tiempo aprox. 6-7 horas
Nivel dificultad: Medio-Alto.
El nivel de dificultad es tal vez el dato mas relativo de
cada ficha de ruta, para un corredor de ultra trail esta ruta es un paseíto y
para una persona no acostumbrada una ruta durísima.
Tipo suelo: 85% Sendero terrizo y pedregoso. 9 %
pista forestal desde Quejigales hasta la Cañada de En medio y 6% campo través
desde la Pista de Pilones, ladera abajo hasta Quejigales.
Tipo de recorrido: circular con tramo final lineal
entre Quejigales y cueva Bermeja, como añadido extra a la ruta.
Fecha de realización y meteorología:
lunes (de puente) 7 de diciembre 2015, cielos cubiertos la mayor parte del día, con algunos claros a lo largo de la jornada, temperatura muy agradable, sin a penas viento.
Mapa y Bibliografía: Parque natural Sierra de Las Nieves (Editorial La Serranía) del Gran Maestro Rafa Flores "El mago Gandalf de la Serranía, la biblia de este auténtico santuario natural, que además es RESERVA DE LA BIOSFERA.
La ruta aquí descrita, coincide con los itinerarios Nº3 y Nº4 que propone esta guía.
Mapa y Bibliografía: Parque natural Sierra de Las Nieves (Editorial La Serranía) del Gran Maestro Rafa Flores "El mago Gandalf de la Serranía, la biblia de este auténtico santuario natural, que además es RESERVA DE LA BIOSFERA.
La ruta aquí descrita, coincide con los itinerarios Nº3 y Nº4 que propone esta guía.
Material recomendado: botas de trekking, baston/es y comida y agua
suficiente.
Alicientes
principales: Tanto el tránsito por la cañada del tajo del Canalizo, su fuente y la subida junto al mismo tajo,
discurren por uno de los senderos menos transitados del parque, como también lo
es el sendero que une las tres cañadas y la espectacular falla de Cueva
Bermeja.
Participantes: HERMINIA "La
Centella de Ocebreiro” que fue nuestra anfitriona de lujo y gran amiga de sus
amigos. FRAN "Batman Forever": En
un estado de forma colosal. MACARENA
"La Ninfa de la Laguna de Capacete": por la misma senda de su Fran.
ILSE "La Gacela de la Selva Negra":
Regresando con paso firme por los caminos de la vida. ANTONIO FRANCISCO "La Locomotora de Alhaurin":
Como los buenos vinos, con los años mejorando en todo. CARLOS "El Psicoanalista": uno de los mejores
psicólogos expertos en regresión de toda España. M.CARMEN "La coleccionista de techos
Continentales": no tenia pensado venir y se alegro mucho de participar.
LENA "Ice WOMAN": belleza y paciencia sin
límites. RAFA CASTILLO "Sheldon
Cooper" la sesión de ducha con sus garrafas al final de la ruta en
Quejigales con la música de "9 Semanas y Media", ¡ANTOLOGICA!.
JUANI "El Comandante": aprendiz de todo y
Maestro de nada.
Nuestros amigos peludos: Kessy,
Chuckie y perrito volador e incansable de Fran y Maca)
Breve descripción del
recorrido:
Mientras Rafa Castle terminaba su particular liturgia del
inicio de ruta, terminando de preparar sus numerosos complementos senderistas
(tres cámaras incluidas), un inoportuno retortijón, le obligó a recurrir a su
sofisticado W.C. portátil (¡menos mal que aún estábamos junto a los coches). De
manera que lo dejamos en la intimidad requerida para tales menesteres, mientras
echábamos a andar con paso tranquilo por el carril
del Sabinal, dejando a nuestra derecha el cartelón que anuncia la clásica
ascensión Quejigales-Torrecilla, desde donde parte la senda que se dirige hacia
la Cañada
del Cuerno. Un poco mas adelante llegamos a una bifurcación: el de la
izquierda se encamina hacia el carril del Sabinal (hacia Sierra Hidalga), que
tomamos en su día para ir hasta el Peñón de Ronda, pero nosotros continuamos
por el ramal de la derecha, que mantiene casi todo su trazado en dirección E,
N-E, observando ya al fondo la presencia del tajo del Canalizo que será nuestra
referencia principal en este primer tramo de la ruta.
El primer hito de la ruta es la placa que vemos colocada en
una piedra a la derecha de la pista terriza, dedicada “Frasquito Molina” (legendario
guarda del parque que conoció, amó y cuidó de cada uno de los rincones del
parque como muy pocas personas hasta la fecha) y a la que se puede acceder a
ella remontando un pequeño talud, unos metros mas allá de la piedra merece la
pena acercarse a los restos del antiguo refugio de este guarda y recrearse con
el paisaje a nuestro alrededor, donde además de los pinsapos que ya comienzan a
hacer acto de aparición al sur (ladera arriba). Tenemos una amplia panorámica
sobre la vertiente sur de la deforestada Sierra Hidalga, que en su día también
estuvo cubierta de pinsapos. Aquel día Fidel, Javi y Antonio cano esstabaan realizando una ruta precisamente por allí.
Retomado el camino dirección E,N-E, todavía por la pista
terriza, en época de lluvias se suele formar una bonita laguna a la derecha de
la pista, donde también observamos con impotencia, como la erosión provocada
por las aguas torrenciales, se está llevando gran parte del suelo sobre el que
se encuentran algunos pinsapos con la mitad de sus raíces ya en el aire, a
pesar de la colocación de pequeños diques en numerosas zonas del parque para
evitar dicho fenómeno.
El final de la pista coincide con la parte baja de La Cañada
de Enmedio, a partir de aquí, siempre manteniendo dirección E,N-E con el
bosque de pinsapos de la Cañada de En medio y los cortados de “La Calerilla” a nuestra
derecha, la caída hacia la zona del cortijo de la Majada Vieja con el telón de
fondo de Sierra Blanquilla a nuestra izquierda, avanzamos por un angosto pero
bien marcado sendero, que atraviesa una zona que se suele embarrar bastante en
época de lluvias, (aunque afortunadamente no fue nuestro caso). Cada vez nos
vamos encontrando con mas pinsapos, a poco
que estemos atentos veremos a nuestra izquierda, una sucesión de bancales
donde la tierra adquiere un tono rojizo, es el lugar conocido por los rondeños
como Los Coloraillos, un privilegiado
mirador natural que bien merece una pausa para recrearnos con las vistas que
desde allí se contemplan de N-O a ESTE y de izquierda a derecha en días claros
podemos contemplar: la crestería de la Sierra del Pinar en la lejanía, y mas
cercanas: Sierra Hidalga, Los Merinos, Sierra Blanquilla y como cumbres
destacadas dentro del parque: Peñón de Ronda, mas a su derecha y mas cercano a
nosotros el tajo del Canalizo y por último a la derecha del todo la muela del
peñón Enamorados.
El mirador de Los
Coloraillos coincide con la parte donde finaliza el descenso por la Cañada de Las Ánimas, cuya senda queda
oculta entre los enormes pinsapos que nos rodean (dirección SUR), pero nosotros
estaremos atentos para localizar, la senda que continúa en la misma trayectoria
que traíamos, es decir, predominantemente E, N-E. Poco a poco vamos a iniciar
un descenso por un denso pinsapar que bien podría competir en magia y belleza
con el Bosque de Fangorn del Señor de
los Anillos, este descenso nos lleva a una hondonada conocida como Los Hoyos de la Caridad donde también
abundan grandes roquedales, tapizados de musgo que añaden aún mas verdor al
entorno. Un poco mas adelante dejamos
a nuestra derecha una covacha conocida como cueva
del Manijero, de vez en cuando nos encontramos con enormes troncos caídos,
que en su día fueron pinsapos centenarios repletos de fuerza y vigor, los grandes
colosos del bosque, que ahora caídos y en sus esqueletos, nos hacen reflexionar
sobre lo efímero de la vida, por más fuerte y más grande que se sea, ningún ser
humano fue mayor ni más fuerte que ellos. Y es este un buen recordatorio para
aquello del carpe diem y vivir y
disfrutar de cada día como si fuera el último.
Mas allá de Los Hoyos
de la Caridad iniciamos una ascensión relativamente tendida, que discurre
por el margen derecho de la cañada del canalizo que llevamos a nuestra
izquierda, hasta que en un momento dado, la senda cruca dicha cañada,
encontrándonos de repente con la Fuente del Canalizo, que suele tener agua la
mayor parte del año, donde nuestros peludos amigos no dudaron en beber e
incluso Kessie y Chuckie, darse un baño.
Finalizado el refrigerio y kit-kat en la Fuente del Canalizo, retomamos la marcha por el desdibujado sendero que desde allí, que resulta fácil de confundir debido al terreno rocoso por el que continuamos ascendiendo, pero pequeños hitos de piedra nos indican que vamos por el camino correcto y si no los encontrásemos, basta con que alcemos la vista en dirección N-E y dirijamos nuestros pasos hacia el Puerto del Canalizo, de hecho, la ascensión que estamos encarando, discurre por un terreno pedregoso, pero muy dócil, donde prácticamente se puede subir por donde queramos, haciendo bueno el dicho de: “mientras vayamos subiendo, vamos bien”.
Tal y como hicimos en enero de 2008, poco antes de llegar al puerto del canalizo, nos desviamos unos 100 ma nuestra izquierda, para asomarnos al punto mas alto del tajo del Canalizo, disfrutando de las mismas vistas que habíamos contemplado desde Los Coloraillos, que ahora quedaban unos 200 m por debajo nuestro, pero ampliando hacia sierras mas lejanas, como la mayor parte del cordal de la Sierra de Líbar, Simancón y Reloj, sierra del Pinar, Lagarín y Las Grajas, cerro Malaver, Terril, Subbéticas Cordobesas, y la mayor parte del cuadrante N y N-O del P.nat. Sierra de Las Nieves, etc…
Finalizado el refrigerio y kit-kat en la Fuente del Canalizo, retomamos la marcha por el desdibujado sendero que desde allí, que resulta fácil de confundir debido al terreno rocoso por el que continuamos ascendiendo, pero pequeños hitos de piedra nos indican que vamos por el camino correcto y si no los encontrásemos, basta con que alcemos la vista en dirección N-E y dirijamos nuestros pasos hacia el Puerto del Canalizo, de hecho, la ascensión que estamos encarando, discurre por un terreno pedregoso, pero muy dócil, donde prácticamente se puede subir por donde queramos, haciendo bueno el dicho de: “mientras vayamos subiendo, vamos bien”.
Tal y como hicimos en enero de 2008, poco antes de llegar al puerto del canalizo, nos desviamos unos 100 ma nuestra izquierda, para asomarnos al punto mas alto del tajo del Canalizo, disfrutando de las mismas vistas que habíamos contemplado desde Los Coloraillos, que ahora quedaban unos 200 m por debajo nuestro, pero ampliando hacia sierras mas lejanas, como la mayor parte del cordal de la Sierra de Líbar, Simancón y Reloj, sierra del Pinar, Lagarín y Las Grajas, cerro Malaver, Terril, Subbéticas Cordobesas, y la mayor parte del cuadrante N y N-O del P.nat. Sierra de Las Nieves, etc…
Finalizada la sesión panorámica, regresamos sobre nuestros
pasos sobre el agrietado lapiaz existente en la parte alta del tajo del
Canalizo y en a penas 100 m ya retomamos el sendero que rápidamente nos sitúa
en el puerto del Canalizo, donde nos encontramos con un sendero que continúa de
frente dirección N-E que desciende poco a poco para rodear el cerro Alto de
Yunquera y otro a la derecha, dirección E, que será nuestro sendero a seguir,
en principio por lo alto de una loma, de frente a nosotros, un tanto a la
derecha se antoja cada vez mas cercana la inconfundible silueta del peñón
Enamorados que contemplamos al SUR de nuestra posición y paulatínamente al SUROESTE y
OESTE, tal y como vamos pivotándo y aproximándonos al mismo, mientras vamos ganando altura por el sendero de La Lastra que a lo
largo de unos 300 m discurre por el filo de un empinada barranco que llevamos a
nuestra izquierda con empinadísima caída donde conviene extremar la precaución
en época de nevadas. Pero poco a poco el sendero se iguala con el barranco y
ahora cruzamos a la vertiente contraria, remontando una alomada ladera cubierta
de abundante piornal entre el cual resulta fácil perder el rastro del sendero,
mientras vamos caminando con la silueta de Enamorados,
momentáneamente a nuestra derecha, hasta que llegamos a la loma de Los Ventisqueros, que reconoceremos por los numerosos retoños de encinas, quejigos y pinsapos que no con mucha fortuna intentaron proteger con redecillas de plástico duro, en su mayoría inclinadas por el fuerte viento predominante en esta ladera, donde enlazamos con el sendero que viene de Puerto Saucillo, tomándolo ahora a nuestra derecha, para encarar ya de forma directa el Peñón Enamorados al que
accedemos campo través o bien por un sendero secundario, tal y como llegamos a su base, conviene rodearlo por la izquierda (vertiente sur), que es donde encontraremos su acceso más fácil por un escalonado embudo, donde apenas es necesario el uso de las manos.
En escasos minutos fuimos llegando a la cumbre, a excepción de rafa Castillo, casi siempre bastantes metros por detrás en busca de la foto perfecta.
Ilse en el Puerto del Canalizo con el Peñón Enamorados al fondo. |
momentáneamente a nuestra derecha, hasta que llegamos a la loma de Los Ventisqueros, que reconoceremos por los numerosos retoños de encinas, quejigos y pinsapos que no con mucha fortuna intentaron proteger con redecillas de plástico duro, en su mayoría inclinadas por el fuerte viento predominante en esta ladera, donde enlazamos con el sendero que viene de Puerto Saucillo, tomándolo ahora a nuestra derecha, para encarar ya de forma directa el Peñón Enamorados al que
accedemos campo través o bien por un sendero secundario, tal y como llegamos a su base, conviene rodearlo por la izquierda (vertiente sur), que es donde encontraremos su acceso más fácil por un escalonado embudo, donde apenas es necesario el uso de las manos.
En escasos minutos fuimos llegando a la cumbre, a excepción de rafa Castillo, casi siempre bastantes metros por detrás en busca de la foto perfecta.
Desde la plataforma cimera de esta muela que es el Peñón
Enamorados del parque natural Sierra de las Nieves (no confundir con el Indio
de Antequera), además de las vistas anteriormente mencionadas y otras más
lejanas al norte, se puede apreciar hacia el ESTE y NORDESTE: las sierras de
Alcaparaín, Huma, Subbética Cordobesa, mas a la derecha Cabrilla con Sierra
Nevada al fondo, así como la sucesión de Sierras Litorales desde las sierras
Canucha, Blanca, de Coín y de Mijas hasta mas allá de Sierra Almijara.
Al SUROESTE: la cabecera de la Cañada de Las carnicerías, al SUR se impone la alomada silueta del Torrecilla y su cordal ocultando las vistas hacia el Mediterráneo que se encuentra por detrás, y hacia el OESTE: la cercana presencia del cerro Alto y otros cerros, llanos y laderas de suave perfil, que caracterizan el tramo del concurrido sendero que va desde el Puerto de Pilones hacia la base del Torrecilla.
Al SUROESTE: la cabecera de la Cañada de Las carnicerías, al SUR se impone la alomada silueta del Torrecilla y su cordal ocultando las vistas hacia el Mediterráneo que se encuentra por detrás, y hacia el OESTE: la cercana presencia del cerro Alto y otros cerros, llanos y laderas de suave perfil, que caracterizan el tramo del concurrido sendero que va desde el Puerto de Pilones hacia la base del Torrecilla.
Una vez que descendimos de esta bonita atalaya por el mismo
sitio que habíamos subido, retornamos al sendero a la derecha, es decir,
dirección S-O, en lo que sería la prolongación del sendero que viene de Puerto
Saucillos en dirección a la Meseta de Pilones, a la derecha del sendero
contemplamos la entrada vallada de la Sima Enamorados, el sendero continúa en
suave ascensión, alternando pequeñas plazoletas presididas por esbeltos
quejigos con siluetas fantasmagóricas a lo TIM BURTON, con laderas cubiertas de
grandes lajas entre las que se va abriendo paso, la siempre bien marcada senda,
hasta que enlazamos con el sendero
Quejigales-Torrecilla a diez minutos escasos de la base de Enamorados, tomando
ahora este sendero a la derecha, en dirección OESTE, llegando en apenas tres
minutos al pozo de Nieve de Tolox, donde aparecían de vez en cuando pequeños
grupos de excursionistas a leer el panel informativo, mientras comíamos junto
al perímetro del nevero, también vallado, desde el año pasado.
Finalizado el almuerzo, atravesamos la pequeña explana donde
se encuentra el nevero de Tolox, en dirección contraria a la que habíamos
entrado, accediendo al sendero que se dirige a la cercana cabecera de Las
Ánimas por cuya cabecera ya íbamos descendiendo, mientras nos encontrábamos
algunas parejas de excursionistas.
Todavía en zona de tapizada por piornal con algunos pinsapos dispersos, poco antes de adentrarnos en la espesura del pinsapar, tomamos a la derecha, ya a partir de aquí, dirección predominantemente OESTE, un ramal secundario, que por terreno parcialmente tapizado de piornal, con pequeños rodales de pinsapos por aquí y por allá va discurriendo en suave descenso y faldeando la ladera, llegando en escasos minutos a la cabecera de la Cañada de Enmedio, a la izquierda vemos la casa de la antena de Pilones y a la derecha va quedando la zona más cerrada de bosque, mientras nuestro sendero discurre entre pequeños bosquetes de pinsapos y grandes roquedos, que se elevan aquí y allá sobre la ladera donde predominan las lascas y grandes roquedos.
Conforme vamos avanzando por este sendero muy poco conocido, que es uno de los favoritos de mi admirado amigo y Gran Maestro Rafa Márquez “El Aristóteles de la Senda”, los pinsapos van aumentando de tamaño, destacando especialmente un pinsapo candelabro al otro lado de la valla metálica que llevamos a la derecha, desde la que ya vemos a tiro de piedra algunos tramos del sendero por donde discurre la Cañada del Cuerno, a la que llegamos en poco mas de cinco minutos, tomándola ahora en sentido descendente, para abandonarla poco después por el ramal secundario que sale a la izquierda, de nuevo dirección OESTE, que resulta ser la denominada senda de los 1.500, por discurrir la mayor parte de su trazado sobre esta altitud, no estando exenta de un perfil de pequeñas subidas y bajadas, hasta venir a salir a una pronunciada curca del carril que comunica Quejigales con el Puerto de Pilones.
Todavía en zona de tapizada por piornal con algunos pinsapos dispersos, poco antes de adentrarnos en la espesura del pinsapar, tomamos a la derecha, ya a partir de aquí, dirección predominantemente OESTE, un ramal secundario, que por terreno parcialmente tapizado de piornal, con pequeños rodales de pinsapos por aquí y por allá va discurriendo en suave descenso y faldeando la ladera, llegando en escasos minutos a la cabecera de la Cañada de Enmedio, a la izquierda vemos la casa de la antena de Pilones y a la derecha va quedando la zona más cerrada de bosque, mientras nuestro sendero discurre entre pequeños bosquetes de pinsapos y grandes roquedos, que se elevan aquí y allá sobre la ladera donde predominan las lascas y grandes roquedos.
Conforme vamos avanzando por este sendero muy poco conocido, que es uno de los favoritos de mi admirado amigo y Gran Maestro Rafa Márquez “El Aristóteles de la Senda”, los pinsapos van aumentando de tamaño, destacando especialmente un pinsapo candelabro al otro lado de la valla metálica que llevamos a la derecha, desde la que ya vemos a tiro de piedra algunos tramos del sendero por donde discurre la Cañada del Cuerno, a la que llegamos en poco mas de cinco minutos, tomándola ahora en sentido descendente, para abandonarla poco después por el ramal secundario que sale a la izquierda, de nuevo dirección OESTE, que resulta ser la denominada senda de los 1.500, por discurrir la mayor parte de su trazado sobre esta altitud, no estando exenta de un perfil de pequeñas subidas y bajadas, hasta venir a salir a una pronunciada curca del carril que comunica Quejigales con el Puerto de Pilones.
Y precisamente, desde esta misma curva del carril, donde a
penas andamos unos pasos, nos aventuramos por un sendero de cabras a la derecha
del mismo, que en dirección S-O, desciende ladera abajo hacia Quejigales que ya
vemos perfectamente allí abajo, si bien, lo mas sensato para cualquier
senderista no acostumbrado al campo través es descender por la pista.
Nosotros sin embargo, guiados por la mano experta de Herminia, descendimos por este difuminado sendero de cabras, que mas que verse se intuye y se pierde en algunas ocasiones, entre el abundante matorral de aulagas, compensado por los enormes pinsapos junto a los que vamos caminando, al tiempo que un mar de nubes iba cubriendo la cañada que teníamos a nuestra izquierda.
No obstante, pequeñas veredas de cabras o jabalís, ayudas a retomar nuestra trayectoria siempre descendente y por donde nos parezca mas llevadero, hasta venir a salir a una pequeña cañada, muy próxima ya a la pista principal que desemboca en Quejigales, a la que venimos a salir, después de atravesar dicha cañada, flanqueada por jóvenes majuelos, que son el último escollo antes de pisar tierra firme.
Llegando a Quejigales, sobre las 16.00 pm satisfechos a nivel paisajístico, pero con la sensación de que se nos había quedado un poco corta. A pesar de lo cual a mas de uno le venía a la cabeza la copa de cerveza en la Venta EL NAVASILLO. Pero nuestra anfitriona Herminia, mujer de carácter alegre, emprendedor, aventurera y animadora por Naturaleza nos persuadió para acercarnos a un paraje muy bonito que nos había señalado desde la senda de los 1.500, conocido como Cueva Bermeja y que desde allí arriba se antojaba relativamente lejano.
Nosotros sin embargo, guiados por la mano experta de Herminia, descendimos por este difuminado sendero de cabras, que mas que verse se intuye y se pierde en algunas ocasiones, entre el abundante matorral de aulagas, compensado por los enormes pinsapos junto a los que vamos caminando, al tiempo que un mar de nubes iba cubriendo la cañada que teníamos a nuestra izquierda.
No obstante, pequeñas veredas de cabras o jabalís, ayudas a retomar nuestra trayectoria siempre descendente y por donde nos parezca mas llevadero, hasta venir a salir a una pequeña cañada, muy próxima ya a la pista principal que desemboca en Quejigales, a la que venimos a salir, después de atravesar dicha cañada, flanqueada por jóvenes majuelos, que son el último escollo antes de pisar tierra firme.
Llegando a Quejigales, sobre las 16.00 pm satisfechos a nivel paisajístico, pero con la sensación de que se nos había quedado un poco corta. A pesar de lo cual a mas de uno le venía a la cabeza la copa de cerveza en la Venta EL NAVASILLO. Pero nuestra anfitriona Herminia, mujer de carácter alegre, emprendedor, aventurera y animadora por Naturaleza nos persuadió para acercarnos a un paraje muy bonito que nos había señalado desde la senda de los 1.500, conocido como Cueva Bermeja y que desde allí arriba se antojaba relativamente lejano.
Desde Quejigales, remontamos el cortafuegos, que entre un
pinar, asciende dirección N-O, hasta su parte mas alta, donde abandonamos dicho
cortafuegos, perpendicularmente a la izquierda del mismo, atravesando un pinar
que nos lleva hasta la cabecera de una muy erosionada cañada, tras la cual
pasamos junto a un pilón, desde donde remontamos la ladera de forma
perpendicular al cerro de La Yedra, que vamos a dejar a nuestra derecha,
remontando una ladera que nos deja cerca de un vallado que atravesamos por una
angarilla desde donde sin temor a confusión, nos deja frente a una espectacular
falla en cuya base se encuentra una oquedad conocida como Cueva Bermeja, que
sin lugar a dudas fue la guinda del pastel de una bonita jornada de senderismo,
de muy grato recuerdos para todos los participantes. Regresando a Quejigales
sobre nuestros pasos.
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