lunes, junio 11, 2018

Travesía De Benarrabá puente de la carretera A-377 Manilva-Gaucín

Entorno: Curso Medio-Bajo del Río Genal
Pueblos de referencia: Benarrabá-Gaucín

Lugares recomendados para desayunar:
Bar La Cruz (Gaucín) o Cafe-Pub Guayacan (a la entrada de Benarrabá)
Cómo llegar al Puente de la carretera Manilva-Gaucín (lugar para dejar algún coche de enlace antes de iniciar los coches o dejar allí todos los coches y que una minibús nos traslñade hasta Benarrabá, antes de empezar la ruta):
Si venimos desde la Costa, por la autopista AP-7 (N-340), a la altura de Manilva, tomaremos el desvío que hay junto a una gasolinera (donde se puede desayunar), desde donde comienza la carretera A-377, que conduce directamente hasta Gaucín, primero dejaremos el desvío de casares a la derecha y a partir de ahí la carretera empieza a descender hacia el fondo del valle del Genal, teniendo a nuestra derecha los impresionante tajos de Sierra Crestellina, justo después de cruzar el puente, hay un carrilito a la derecha, que desciende al río, donde podemos dejar nuestros vehículos (y las mudas en el maletero para cambiarnos al final del recorrido).
Si venimos desde Ronda, tomaremos, la carretera A-369, Ronda-Algeciras que también nos lleva directamente a Gaucín distante, unos 40 minutos desde Ronda (dirección Algeciras). Y al llegar a gaucín, tomamos dirección Casares,Manilva, desde casares la carretera desciende y tras unos 8 km de interminable zigzags en descenso, llegamos al río, donde debemos aparcar nuestros vehículos y montarnos en el autocar que nos llevará hasta el inicio de ruta.
Distancia aprox. 2,8 km seco + 13,2 km anfibio (Total 16 km)
Punto de partida: 10.00 am entrada de Benarrabá
Tramo seco (2,8 km): Benarrabá - Puete-dique, Prado de la Escribana
Tramo anfibio (13,2 km): Puete-dique, Prado de la Escribana - Puente de la carretera Gaucín-Casares (hora estimada de llegada 19.00 pm)
Tiempo aprox. Aunque 13 km puede resultar una distancia corta, teniendo en cuenta que más de 8 km son por la orilla (mínimo 7-8 horas).
Nivel dificultad técnico: Bajo
Nivel dificultad físico: Medio 
Términos transitados: El río Genal, como le ocurre a otros muchos ríos ha servido históricamente para delimitar los términos municipales a ambos lados de su valle, por lo que la ruta discurre a caballo entre: Benarrabá-Genalguacil al principio y por Gaucín-Casares en su tramo final.
Tipo de recorrido: lineal
Mapa: Gaucín 1.064-IV
Track de referencia:  https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-benarraba-al-prado-de-la-escribana-y-puente-gaucin-manilva-25630886
Fecha de realización: Sábado 9 de Junio, aunque en teoría este día era "40 de Mayo". Aunque las temperaturas a penas pasaron de 20ºC, en lo que fue la primavera mas fresca y lluviosa en muchos años. A pesar de que aquel día, en la mayor parte de España eraun día de muchas lluvias. Tuvimos la suerte de tener una jornada que fue evolucionando de cielos cubiertos, con cielos despejados e intervalos nubosos a partir del mediodía. Si bien, no fue el día ideal para una ruta anfibia y quienes llevaron neopreno corto triunfaron.
9 Participantes: Alicia en el país de las Maravillas, Fran de la Jungla, Nono "El Soltero de Oro", Jorge "Aterriza omo puedas", Elena "La chica que hablaba con los árboles", Dan "Silver Surfer", M.Serrato "Juanito Oyarzabal", Eduardo "El Último Samurai" y un humilde servidor: Juan Ignacio Amador"
Tipo río (caudal, aguas, lecho y márgenes):
 CAUDAL: Como la mayoría de los ríos de la cuenca Mediterránea suele tener un caudal estacional, abundante en invierno y discreto en verano. No obstante, gracias al alto índice de pluviosidad de la Serranía y los abundantes manantiales de su cuenca alta, suele tener un caudal relativamente aceptable todo el verano incluso en años de pocas lluvias.
AGUAS y LECHO: Sus aguas tienden a ser claras, pero su lecho arenoso unido al abundante humus del fondo (debido a la abundante vegetación y sus bosques de galerías) hace que rápidamente se enturbie, tan pronto como haya dos o tres personas que vayan caminando por delante de nosotros. Lo cual no es problema en los tramos arenosos, pero sí en aquellos donde podemos toparnos con una roca alta o algún tronco o rama sumergida. para ello resulta de mucha utilidad caminar con un bastón o incluso dos para mayor estabilidad en los tramos resbaladizos o escalonados.
MÁRGENES: A pesar de la abundante vegetación en las orillas del Genal, llegando a formar preciosos bosques de galería, que en muchas ocasiones nos hacen sentir que vamos caminando por un túnel de vegetación. Muchos tramos del Genal, como el que nos ocupa en este caso, suele tener senderos (homologados o no) que discurren paralelos al mismo, permitiéndonos avanzar por fuera del río en muchas ocasiones, si lo deseamos.
VÍAS DE ESCAPE: A lo largo del recorrido existen zonas de huertas y algunos caminos vecinales que a veces discurren paralelos al río y otras veces pueden llegar a la carretera que une Gaucín con Benarrabá, pero el desnivel a superar podría ser mas agotador que completar la ruta tal cual está planteada.
Material IMPRESCINDIBLE: BOTE ESTANCO (como los del DECATHLON, por ejemplo), que nos servirá para cualquier tipo de rutas acuáticas o anfibias.  Además de hacernos de flotador en los tramos profundos, nos sirve para llevar a buen recaudo nuestra cámara, móvil, comida, llaves del coche, etc…). Aunque también nos puede servir un bote de colacao o similar que también se puede comprar en “los chinos”. Un par de bastones resultarán de gran utilidad hasta para el senderista mas habilidoso que casi siempre prescinda de ellos en rutas de montaña, aquí le vendrán muy bien, y aquel que no los lleve, no tardará en improvisar un par de bastones a base de cañas, varas secas de adelfas o alisos que siempre podemos encontrar en muchos tramos del recorrido.
¿Es IMPRESCINDIBLE el NEOPRENO?: En esta época del año, no es imprescindible. Aunque puede ser recomendable  un neopreno, al menos cortito, tipo surfero, pues después de varias horas caminando por el agua. A veces atravesando pozas de cierta profundidad que nos obligan a nadar
Se recomienda: Cámara acuática o pequeña compacta con cajita o funda protectora; gorra, protector solar, dos bastones, botas de trekking con suelas resistentes que tengan buen agarre. Las de primer o segundo precio del DECATHLON suelen ser las mejores, incluso para hacer barranquismo. Con zapatillas normales de deporte no vamos tan protegidos para posibles golpes, arañazos o esguinces.
A tener en cuenta:
1º) ACCIDENTES/INCIDENTES MAS FRECUENTES EN ESTE TIPO DE RUTAS ACUÁTICAS/ANFIBIAS:
A NIVEL FÍSICO: esguinces, rozaduras, golpes, contracturas (normalmente por caídas, resbalones o dejarnos deslizar por pequeños rápidos traicioneros).
A NIVEL TÉCNICO: cámaras rotas, cámaras o móviles (no acuáticos) que terminan yendo al agua. Botes o bolsas estancas que dejamos mal cerrados después de una parada para comer algo y en la siguiente poza de profundidad se nos mete el agua dentro, mojando todo lo que llevamos (y amargándonos el día). Calzados inapropiados que convierten la progresión por el río en un calvario o se nos rompen a mitad de recorrido, etc...
3º) Esta ruta no requiere de ningún equipo específico de barranquismo. En los tramos que hay que ir por dentro del agua, el río suele tener poca profundidad o en todo caso por la cintura, pero también tendremos que afrontar algunas pozas de nado obligado con mas de 2 m de profundidad.
4º) Suele ser recomendable llevar pomada para las picaduras de insectos.
5º) No olvides llevar muda de calzado y ropa cómoda para cambiarte al final de la ruta.
Leyendas de Benarrabá:
Cuenta la leyenda que en la tribu de los Banu-Rabbah, había una familia de tintoreros que trabajaban junto al río Genal y que lograban unos colores magníficos. Decían que el patriarca, Abdelselam ben Arrabat, era un gran alquimista y realizaba complicadas y efectivas fórmulas para tratar los tejidos. Se valía de una extensa gama de piedras, tierras y polvos que obtenía de la sierra, de las plantas y de los animales.
Sus investigaciones lo llevaron a descubrir un color al que bautizó como “qarmazí”, hoy carmesí, cuya fórmula permaneció secreta hasta su muerte, siendo entonces revelada por uno de sus hijos. Resultó provenir de una cochinilla llamada “Qarmaz”, de ahí su nombre, con la que obtenía el brillante color. La conseguía de los pinos y las encinas que poblaban la montaña. Se trata de un insecto, cuyo nombre científico es “chermes ilicis”, que vive sobre las coscojas.
Otra de las leyendas de Benarrabá es la existencia de un castillo que se comunicaba con el de Gaucín mediante un paso subterráneo. Dicho castillo dominaba los poblados de Gaucín, Jubrique, Genalguacil y Algatocín por lo que era considerado vigía del valle.
Tramo seco, de Benarrabá al Prado de la Escribana por el Camino del Concoste (inicio del SL-A 175 Sendero Concoste) :
Nos adentramos por las calles de Benarrabá (Km 0), tomando como referencia la calle Algatocín, que comienza justo al lado del Cafe-Pub Guayacan, sin prisas, recreándonos conlas calles recoletas que nos llevan por el Ayuntamiento, la Casa del Cabildo o Casa Morisca (cuyos propietarios viven en manilva), el Ayuntamiento, la iglesia de la Encarnación, el MIrador de la Calle Sol y una antigua casa, de cuyo perímetro sobresale, la bóveda de un horno, justo al lado de donde empieza el Camino del Concosque por donde discurre nuestro camino a seguir: PR.A-240 Benarrabá-Genalguacil.
Antaño conocido como Camino del Concoste – la Portá. Cuentan las lenguas antiguas que fue uno de los mas frecuentados del Valle del Genal por arrieros cargados con sus reatas de carbón, cal, corchas, resina, miel, setas, hierbas medicinales, frutas y verduras, almendras, castañas, aceite, chacinas, pleitas, aguardiente, mosto, etc. para suministrar a los mercados de la cercana costa; y como el regreso no lo hacían en balde, aquí mercadeaban principalmente con sal y pescado. La arriería, sin duda, fue la principal actividad económica para algunos pueblos del Valle, como Igualeja, Parauta, Jubrique, Benalauría y Benarrabá. Gracias a ellos, a los arrieros, conservamos muchas de las veredas que trasiegan por el GR 141 (Gran Recorrido Serranía de Ronda, que además aprovecha en gran medida un gran número de la amplia red de senderos de los valles del Guadiaro y del Genal).

Al poco de iniciar el descenso llegamos a un primer panel correspondiente al SL.A-175 SEndero circular El Concosqte-la Portá, donde se nos muestra un panel descriptivo con el Valle del Infiernillo, que es el nombre que recibe el arroyo que discurre por el fondo del valle que llevamos en todo momento a nuestra izquierda y que cruzaremos, poco antes de llegar al Prado de la Escribana. Por esta pista terriza por la que vamos caminando discurre la mítica Ultratrail Gran Vuelta Valle del Genal (una carrera inhumana de mas de 130 km y mas de 3.000 m de desnivel). Mientras vamos descendiendo por el Camino del Concoste disfrutaremos tanto de la densidad de los bosques de castaños, alcornoques y quejigos, como de la variada y colorida flora en los márgenes del camino, donde en los meses de mayo y junio, destaca la belleza de la dedalera, cual hilera de campanillas color rosa donde nunca falta el vuelo de las mariposas y el canto de una gran variedad de insectívoros como el pinzón, el ruiseñor, elherrerillo, el mirlo, etc... Hacia el este llama la atención la evocadora estampa de Genalguacil aferrada a una ladera expuesta al poniente, en un marco montañoso de gran belleza, y en algunos momentos podremos contemplar incluso la recóndita localidad de Jubrique.
Aunque la primavera de cobre que tiene lugar cada año en los bosques de castaños del Valle del Genal durante el mes de noviembre acapara el mayor número de visitantes anualmente. En cada estación podemos disfrutar de matices cromáticos diferentes entre cornicabras, lentiscos, jaras, espliegos, madroños, retamas, pinos y quejigos, pero son los alcornoques, localmente conocidos como chaparros, con sus retorcidas formas barrocas, la especie predominante en esta comarca, propuesta para ser declarada Parque Natural, junto con Los Reales de Sierra Bermeja. No tardaremos en pasar junto a una antigua alberca, a la derecha del sendero. Ni tampoco será extraño encontrarnos viejos somieres reutilizados como portillas o vallados para delimitar las propiedades. En toda la Serranía de Ronda, pero especialmente en el valle del Genal y otras zonas de la Andalucía profunda, es una práctica generalizada, que data de aquellos tiempos en que en la montaña mediterránea predominaba una economía de subsistencia y el aprovechamiento de cualquier recurso era un cometido vital. A estas experiencias olvidadas ahora las llamamos cultura del reciclado.
A mitad de la bajada nos encontramos con un primer desvío a la izquierda que nos señala, sendero Ornitólogico (4,6 km), no debe preocuparnos la distancia que marca, porque hace referenciaal total, sin embargo, es una opción muy interesante a tener en cuenta para futuras ocasiones, porque se trata de una interesantísima variante, que a penas supone un pequeño incremento de la distancia para conducirnos hasta el Prado de la Escribana en poco mas de un kilómetro, finalizando con un interesantísimo tramo en paralelo al arroyo Infiernillo, que todavía llevaba agua, aquel 9 de Junio. Sin embargo, nosotros, nos mantuvimos en la pista terriza, ciñéndonos al trazado del PR.A-240 Benarrabá-Genalguacil.
Poco después de que la pista terriza por la que vamos, describa una pequeña pendiente ascendente, llegamos a un nuevo cruce de senderos, donde ahora sí, tomaremos el desvío de la izquierda, siendo nuestra referencia a seguir el PR.A-240, a partir de ahora la pendiente se hace mas pronunciada, ya no vamos por una pista, sino por un angosto sendero, en ocasiones a modo de pequeño canal por donde discurren las lluvias torrenciales. De vez en cuando pasamos por pequeños llanos usados en ocasiones como patio de corchas. Casi al final del descenso el sendero describe una curva de herradura a la izquierda, por donde atravesamos el modesto cauce del arroyo del Infiernillo, e inmediatamente después conectamos con el carril del Lavadero, proveniente de Benarrabá a la altura del Puente-vado del prado de la Escribana donde comienza nuestro tramo anfibio-fluvial.
A esta altura del río Genal, frente al Prado de la Escribana, se encuentran las ruinas del molino (harinero y de aceite) de la Cuna, además de vivienda. Debe su curioso calificativo a un artilugio con poleas y cuerdas, usado en periodos de crecidas, que permitía el transporte entre orillas valiéndose de una cuna. El Prado de la Escribana fue durante siglos un  descansadero y lugar tránsito histórico para el traslado y el pastoreo de pequeños y grandes rebaños de ganado por el Valle del Genal. Actualmente en los meses de verano es una popular zona de baños que se complementa coin su cercana área recreativa, dando lugar a una magnífica poza propiciada por el vado-dique donde empieza nuestro tramo anfibio, de gran importancia para la fauna y el ganado de la zona.
Segundo tramo: Desde el Prado de la Escribana (km 2,8) a la Huerta Gamona (km 10,2):
Una vez que queda atrás el siempre plácido y tranquilo prado de la Escribana, con su parque infantil, sus banquitos o su puente dique, por el que pasa la pista que comunica Genalguacil con Benarrabá y el espectacular paisaje montañoso de Sierra Bermeja al sureste, continuamos río abajo, a nuestra izquierda, todavía en el Prado de la Escribana, entrega sus aguas el río Almachar, principal afluente del Genal, que aunque suele tener un poderoso caudal hasta mediados de primavera, nos lo encontramos con un modesto caudal, a penas superior al del arroyo del Infiernillo. Unos 600 m. mas allá de la confluencia del río Almachar, se nos unirá por el oeste, margen derecho, el arroro de las Veguetas, (km 3,6), que llevaba un modesto caudal, este arroyo albergó en su día varios molinos harineros.
Por esta zona el río se torna monótono con largos tramos rectos entre cañaverales carentes de interés paisajístico en dirección predominantemente sur. Mientras que por el margen derecho senos van a unir los arroyos de las Covatillas y del Moral, que a penas percibiremos entre los cañaverales. Por esta zona lo recomendable es ganar tiempo avanzando mas deprisa por las márgenes paralelos al río, plagados de cantos rodados que ha ido arrastrando hasta allí la fuerza y el volumen de la corriente en época de crecidas, en estas zonas se intercalan los guijarros con zonas arenosas.
Mas adelante, algunos sauces, chopos, alisos y quejigos de buen porte que crecen en la orilla forman pequeños bosque de galerías, que le aportan al paisaje un juego de intermitentes luces y sombras que multiplican las tonalidades verdes que nos envuelven a lo largo del recorrido.
Después de largos tramos rectos (dirección sur), donde vamos dejando en el margen izquierdo del río las zonas de Las Tagarninas y Los Bodegones, el río se topa con unas paredes oscuras de pizarra, describiendo una marcada curva a la derecha, mientras que  por el margen izquierdo se le une el arroyo del Recentón km 6,3, es la zona que en los mapas aparece como "Cuesta de la Pepa". Aprovechando las paredes de pizarra, podemos observar como en algunos tramos del río se ha construido una acequia, sobre un murete reforzado, actualmente en desuso. Por lo general estas acequias suelen estar colmatadas, al estar cubiertas de tierra y hojarasca, después de años y décadas sin usar.
Sustituidas en la actualidad por bombas de agua, que generalmente de forma ilegal y sin ningún tipo de permiso, nos iremos encontrando en algunos puntos, ya que estamos seguros que a estos remotos parajes jamás ha venido una inspección. Otra de las cosas que nos iremos encontrando con mucha frecuencia son las camas de jabalíes, donde a ellos les gusta bañarse en aguas preferentemente estancadas, para rebolcarse en el barro y de ese modo quitarse los parásitos o al menos aliviar sus picores y relajarse.
Un poco mas adelante nos encontrábamos con un vado, que de tomar la subida que vemos a la derecha nos llevaría hasta Benarrabá y de continuar por el ramal del margen izquierdo del río, nos llevaría a la casa de La Alharía y el camino de Los baños del Duque, ya en el t.m. de Genalguacil, pero nosotros continuamos en todo momento río abajo que es nuestro camino y no tardamos en encontrarnos a nuestra derecha un amplio lecho del río, que salvo en época de fuertes lluvias, suele quedar al descubierto, siendo un largo pedregal, que nos permite avanzar más rápido. 
Al final del mismo, regresando a la orilla del río propiamente dicho nos encontramos con el primero de tres puentes colgantes de tablillas, conocido como "Puente de los Llanos (km 7,3). Poco después de pasar bajo este primer puente de tablillas, vemos una gran cortijada a la izquierda, cuyo origen fue el Molino de Los Aljarames y  unos 800 m mas alla del mencionado puentecillo, llegamos a una zona donde el valle se ensancha, que fué el lugar escogido para disfrutar del almuerzo.
Eran ya pasadas las 15.00 pm, bien es cierto que anteriormente habíamos hecho otra parada de aperitivo y que con alguna que otra sesión de baños y fotografías, en este tipo de rutas, el ritmo tiene a ralentizarse y hay momentos en los que da la impresión que uno va a cámara lenta.
Una vez retomada la marcha tras el almuerzo, continuamos río abajo, y unos 100 m mas allá, el valle vuelve a encajoranarse entre bosques de galería y unos paredones de pizarra por el margen derecho, nos encontramos con un segundo puente de tablillas (a penas 1 km, aguas abajo, del primero). Poco después del segundo puente de tablillas, comenzamos a vislumbrar la imponente cumbre cónica del cerro de Las Chapas (948 m), extremo norte de la Sierra Crestellina de Casares, que será nuestro principal referente orográfico al Sur y en los dos últimos kilómetros al Sureste.
Tras el segundo puente de tablillas, el siguiente hito es un azud, a modo de rudimentaria presa, para desviar parte del caudal del río por una especie de rudimentaria acequia con la finalidad de regar grandes extensiones de cultivo, que a partir de aquí comienzan a ser relatrivamente frecuentes. De ahí que nos encontremos con varios azudes (o pequeñas presas de este tipo), hasta el final del recorrido o motores de bombas de agua, que junto con el sonido de alguna lejana motosierra o tractor, serán los únicos sonidos artificailes que escuchemos a lo largo del recorrido (muy de vez en cuando).
 Poco después del mencionado azud, enlazamos con una pista terriza que discurría a la derecha del río, pasando junto a un tractor con maquinaria trituradora de madera, que aunque en en aquel momento estaba parada, tenía pinta de ser el principal artífice de la reciente tala de árboles y triturado de la medara que se encontraba junto a esta pista de tierra, donde se nos unió un pitbul blanco con manchitas marrón claro y pinta de estar abandonado, que ya no se separaría de nosotros hasta que llegamos a los coches.
Poco después la pista terriza discurre paralela al bosque de galería, donde nos encontramos con el último puente de tablillas, donde también se subieron la mayoría de compañeros para hacerse la foto de rigor, mientras que tres de nosotros continuamos río abajo, dividiéndose el grupo en dos durante los siguientes 20 minutos, tres de nosotros íbamos por dentro del río y el resto por la pista terrizaque iba por fuera, reagrupándonos poco después de que el río describiera el meandro o curva mas cerrada del recorrido (Km. 9,5).
Unas veces por dentro del mismo cauce, otras por zonas de aluvión, caminando sobre una larga hilera de guijjaros, llegamos al siguiente azud, donde aprovechando la pequeña cascada (artificial) que se forma estuvimos haciendo algunas fotos de parejas e individuales. Cabe destacar las magníficas pozas que se suelen originar antes de llegar a cada azud, siendo zonas ideales para el baño, donde incluso podemos llegar a nadar.
Un poco mas allá de este último azud, el valle se ensancha y las laderas de las montañas a nuestro alrededor, comienzan a perder altura paulatinamente, en el margen izquirdo del río se encuentra la zona conocida como Huerta Gamona, km. 10,2, la visión del cerro de Las Chapas es cada vez mas frecuente desde muchos tramos del recorrido.
Tercer tramo: De la Huerta Gamona (km 10,2)  al puente de la carretera Manilva-Gaucín (km 16):
A partir de aquí ya llevamos mas de 7 km caminando por el cauce del río y tras el disfrute de los primeros kilómetros, por cada nuevo tramo que vayamos caminando por el mismo cauce del río, el cansancio comienzará a notarse en las piernas y mas de una vez tendremos que pararnos para quitarnos algunas piedrecillas de las botas o zapatillas.
A la altura del km 10,8 pasaremos a la altura del viejo Molino del Capitán, en el margen derecho del río, hacia donde también podemos ver una casa. En caso de que alguien vaya mal, debe abandonar el río en este punto porque desde aquí se enlaza con una pista que va mas o menos en paralelo por el margen derecho del río, donde se encuentran las casas mas importantes de esta zona del Valle, pero el camino se separa del río y no vuelve a acercarse a él hasta las cercanías del puente de la carretera Manilva-Gaucín, final del trayecto.
Afortunadamente a partir de aquí el río nos da algunas treguas intermitentes con largos tramos rectos y fondo principalmente arenoso, con pequeñas piedrecillas que nos permiten caminar tan rápido como queramos sin temos a tropezar en piedras de tamaño grande, además destacan algunas zonas de bosque degalería de gran belleza y cada vez que el río se encuentra con algun farallón rocoso de pizarra describe curvas pronunciadas que coincide con alguna poza grande donde aumenta la profundidad del río. 
A la altura del primer tramo largo de bosque de galería en el margen derecho del río iremos dejando (no siempre visibles entre la arboleda) las casas de la Huerta del Hornillo, Casa de la Huerta  y Casa del Molino del Corcho (km 13), imponente caserón, con pinta de casa restaurada para alojamiento rural. Lugar donde volvemos a abandonar el cauce del río por su margen izquierdo para ganar tiempo por una zona llana, dejandoa nuestra izquierda una pequeña casita del Molino Taponero (km 13,4), unos 200 m mas adelante, volvemos a meternos en el cauce del río al final de una larga hilera de cañaverales, que nos recibirá unos metros mas adelante con una zona de rápidos donde tendremos que luchar contra la fuerza de la corriente para no perder el equilibrio.
Después el Genal nos vuelve a regalar otro precioso tramo de bosque de galería, con lecho arenoso y dócil discurrir, donde en algunas zonas llaman la atención las raices de los alisos que han quedado al descubierto. 
Las enrededaeras que envuelven algunos troncos y grandes ramas le dan un aspecto selvático de gran umbría y frondosidad a este entorno.
A la altura del km 14,5, nos encontraremos caminando por en medio del río, flanqueado por un ancho cañaveral, de manera que a nuestra espalda podemos contemplar Los Reales de Sierra Bermeja. Unos 400 m mas allá km 14,9, estaremos a la altura de la lujosa Casa del Cañuelo, con sus palmeras, cipreses y varios tipos de frutales, por encima de la cual destaca la silueta del Hacho de Gaucín, distinguiendo perfectamente sus dos cumbres. Poco antes el río se divide en dos brazos, continuando nosotros por el derecho, que es el mas profundo con diferencia. En este punto es donde la mayoría de la gente suele abandonar definitivamente el cauce del río para tomar el camino que va por la derecha del mismo. Sin embargo algunos decidimos continuar, río abajo, llegando hasta un último azud, bajando por un terraplén y continuando por su mismo cauce, alternandose tramos arenosos y otros con cantos rodados de tamaño mediano de un color con betas negras y anaranjadas que resbalaban bastante, hasta que pasamos por debajo del puente km 16 y final de nuestro recorrido, por donde pasa la carretera A-377 Manilva-Gaucín, a la altura del km 21. 
A escasos metros del mismo, ya estaban aparcados nuestros vehículos, reagrupándonos todos los compañeros, procediendo al cambio de indumentaria de mojado a seco y despidiéndonos muy especialmente de quel pitbul con cara de bueno que por desgracia no nos pudimos llevar ninguno por no disponer del terreno que requiere un animal de este tamaño y la alta responsabilidad que conlleva tener un perro de esta raza.

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