Localidad
de referencia (inicio de ruta): Pedanía
de La Alcaicería (Alhama de Granada)
Localidad
de referencia (final de ruta): Canillas
de Aceituno
¡Ojo!, esta travesía se llevó a cabo gracias a la contratación del servicio de minibús que nos llevó desde Málaga hasta la explanada previa al cortijo del Robledal Alto (pues la pista está en muy buen estado, a fecha 24 Noviembre 2018)
Lugar
recomendado para pernoctar (situado en la carretera entre Alhama de
Granada y Ventas de Zafarraya), desde donde parte el carril que nos lleva hasta
el Cortijo del Robledal Alto (inicio de ruta)
FICHA DE
RUTA:
Recorrido: Travesía
Longitud
aprox: 18
kms
Desnivel
aprox subida: 980 mts
Desnivel
aprox bajada: 1420 mts
Dificultad : Alta (mas por el desnivel
y el machaque de bajada continua, que el de subida, con un perfil más cómodo y
escalonado)
Hora prevista de finalización: 17.30
Hora prevista de finalización: 17.30
Tipo de suelo: sendero con rocas
compactas, algo de piedra suelta y terrizo en la ascensión, lapiaz en la zona
de cumbre (meseta somital) y sendero con mucha piedra suelta, que se hace
interminable desde La Proa del Barco hasta La Fuente de la Rábita.
Puesta de sol y ciclo lunar para el Sáb. 24 Nov. 2018: El sol se pone a las 18.02 pm en Canillas de Aceituno y habrá Luna
Llena (iluminación 97%)
Mapas y Bibliografía: IGN
La ascensión a la Maroma, antiguamente conocida como
"La Tejeda" es todo un clásico no sólo para los amantes de la montaña
en Málaga y Granada, sino de toda Andalucía.
La ascensión desde El Robledal (cara norte), se realiza a
través del sendero local: "SL A-124", desde el punto botánico y
paisajístico está considerada de las más bonitas y cómodas por ser la que
cuenta con un perfil más escalonado y tener menos desnivel.
Si tenemos la suerte de contar con cielos despejados
podremos disfrutar de unas panorámicas espectaculares a lo largo de todo el
recorrido, que pueden abarcar desde Sierra Nevada al nordeste hasta las cumbres
de Rif de Marruecos al Suroeste, amén de varios embalses y pueblecitos, tanto a
lo largo de la costa como hacia el interior. A unos 80 m al sur de su
gigantesco v.g. se encuentra la boca de la sima, cuya entrada utilizaban como
nevero, de donde sacaban la nieve con una "maroma", de ahí el actual
nombre de esta montaña, que todos los abuelos de la zona, siempre conocieron
como "La Tejeda".
El descenso hasta Canillas de Aceituno por el sendero de
"la Casa de la Nieve" SL.A-142 (que toma su nombre de una pequeña
casa de piedra, actualmente en ruinas cerca de la cumbre, donde se conservaba
la nieve), nos ofrece una panorámica grandiosa tanto del paisaje litoral, como
de "Los Chimeneones" y si vamos bien de tiempo haremos una parada en
la "Cueva de la Rábita", lugar de culto para los amantes de los
fenómenos paranormales.
El nombre del "sendero de la Casa de la Nieve" está tomado de un camino tradicional recorrido por los neveros, aquellos hombres intrépidos que se ocupaban de conservar la nieve hasta el límite del tiempo y hacerla llegar a lugares en el límite de las distancias.
El nombre del "sendero de la Casa de la Nieve" está tomado de un camino tradicional recorrido por los neveros, aquellos hombres intrépidos que se ocupaban de conservar la nieve hasta el límite del tiempo y hacerla llegar a lugares en el límite de las distancias.
Hasta no hace demasiado tiempo, disfrutar de nieve o hielo en verano era un
lujo casi imposible en la mayor parte de la geografía andaluza. Pero había
quienes podían pagar por ello, y también toda una ingeniosa y compleja
logística capaz de ofrecerlo. Así, en las alturas de las sierras nevadas se
construían pozos o se aprovechaban simas para acumular la nieve, en los que se
apelmazaba y se protegía con ramas y tierra. Cuando el deshielo ya había
borrado el color blanco de las cumbres, la nieve aún se mantenía en los pozos,
y así, en pleno verano, podía extraerse y transportarse a lomo de mula hasta
allí donde se demandase y se pudiera llegar en una carrera contra el tiempo y
todo tipo de dificultades, ya que no puede imaginarse otra mercancía más
perecedera y menos accesible. Para evitar los efectos destructores del calor,
los neveros, quienes se dedicaban a este oficio, se veían obligados a viajar de
noche.
De la industria de la nieve hay referencias ya en tiempo de los árabes, pero sobre todo floreció durante el siglo XVII. En el Catastro de Ensenada correspondiente a Canillas de Aceituno se indica que en sierra Tejeda hay 5 ventisqueros de nieve propios del convento de religiosos mínimos de San Francisco. En 1837, Boissier vuelve a dar testimonio de la continuidad de la actividad.
De la industria de la nieve hay referencias ya en tiempo de los árabes, pero sobre todo floreció durante el siglo XVII. En el Catastro de Ensenada correspondiente a Canillas de Aceituno se indica que en sierra Tejeda hay 5 ventisqueros de nieve propios del convento de religiosos mínimos de San Francisco. En 1837, Boissier vuelve a dar testimonio de la continuidad de la actividad.
Material recomendado:
Botas de trekking y ropa acorde a la
Temperatura prevista en zona de cumbre para ese día:
Si hay riesgo de lluvia, nieve o ha llovido en
los días previos, siempre es recomendable llevar muda de ropa y calzado cómodo
para cambiarte una vez finalice la ruta. Una vez comience la temporada de
Otoño/Invierno y sobre todo en rutas de montaña no pueden faltar en tu mochila:
un impermeable fino, unos guantes, braga y gorro de lana, que ocupan muy poco
espacio y te podrán sacar de muchos apuros, sobre todo en los fríos inicios de
ruta y en las zonas de cumbre..
Núnca te quedes corto a la hora de calcular el
agua (mínimo 2,5 litros para rutas de 1.000 m de desnivel), evita alimentos con
mucha sal, las piezas de fruta como plátanos, naranjas o manzanas (entre otros)
son muy recomendables.
No olvides cargar tus baterías de móvil/cámara
el día anterior y poner el móvil en modo avión si realizamos la ruta por zona
de montaña, para no agotar baterías sin necesidad, un pequeño cargador portátil
siempre es muy util, sobre todo si usas mucho el móvil para GPS, fotos, videos,
etc...
Y sobre todo no olvides traer tu mejor sonrisa
y un frontal para verla si cae la noche y despídete siempre cargado de energía
positiva para el resto de la semana.
Participantes: Jorge "El Titán del Guadalevín",
Ángel González "Gladiador de Itálica", Alejandro "El
Gentelman" Julio "El Abejorro", José Luis Ortega Lozano
Pepi Rebollo
"La Leona de la Maroma", Alejandro "El Correcaminos
silvestre",
Pepe
Valenzuela "Mister Chip", Sancho Adam "Master Chef", Manolo
Álvarez "El Reportero del Machu Pichu", Ana Montesinos
"Campanillas", Paqui "La Pacificadora", Fali "El
Retorno de Elvis", J.M. Vázquez "The Explorer", Joaquín Núñez
Sánchez (C.D. The Cojos Team"), Carmen Beltrán "La Bandolera del
Burgo, Juan Antonio Villalba "El Corsario de Sierra Tejeda y
Almijara", Blancanieves, Sherpa Carmona, Maria Jesús Benítez "La
Venus del Genal", Chele Bobillo "La Reina de los Mares del Sur",
Mª Jesús Rider "La Duquesa", Romualdo Estévez "El Trovador de la
Senda" y un servidor: Juan Ignacio Amador, que firma y suscribe esta
crónica.
Fecha de realización.
Sábado 24 de Noviembre de 2018, a pesar de que todos los
días de esa semana fueron de lluvia hasta el viernes, el sábado nos amaneció
despejado con nubes de evolución hacia el mediodía. Tuvimos la gran suerte de
encontrarnos con unos cielos casi totalmente despejados en la cumbre, donde
tampoco llegaron a cumplirse las predicciones de 0ºC al mediodía, de hecho
estuvimos disfrutando media hora en la cumbre con una temperatura mas cercana a
los 10ºC y sin apenas viento. Fué un día ideal para esta travesía. Al día
siguiente domingo, los cielos volvieron a amanecer cubierto y lloviendo, como
en los días anteriores..
Sendero Local SL A-124: Ascensión a La Maroma desde el cortijo del
Robledal
Longitud: 7,4 km
Desnivel aprox. 950 m
Trayecto: lineal, con la posibilidad de
añadirle dos tramos circulares en el descenso, la variante de la fuente de la Tacita de Plata y la de los
Charcones. O incluso de hacerla totalmente circular subiendo por Los
Barrancones, el barranco del Selladero las lomas del cerro Selladero y el
Donabuelo.
Dificultad por la dureza del
recorrido: Alta/Muy
alta (dependiendo si está nevada y según el estado de dureza de la nieve los
crampones son imprescindibles, si no queremos vernos expuestos al riesgo de
resbalar por tramos de sendero con mucho vuelo).
Dificultad por orientación: Media, aunque si es la primera vez es
recomendable llevarse un mapa de la zona, sobre todo si se opta por hacer la
variante de la Tacita
de Plata. ¡Ojo!, en caso de encontrarnos con un día muy nuboso la dificultad
para orientarse en la cumbre pasa a ser muy alta así como las posibilidades de
perderse, por lo que a poco tengamos constancia de tiempo inestable es mejor
renunciar a subir a la maroma y cualquier otra ruta alternativa donde no existan
estos riesgos, ya que en la Maroma el tiempo suele cambiar a gran velocidad y puede
convertirse en un triángulo de las Bermudas meteorológico. Empezando la
caminata con el cielo completamente despejado y al llegar a la cumbre vernos atrapados
en un mar de nubes espesas.
Partimos desde las inmediaciones de las ruinas del Cortijo del Robledal (1.100 msnm), hasta donde pudo llegar sin ninguna dificultad la minibús que nos trajo desde Málaga y
progresamos por el carril que en dirección S-O, va desde el Cortijo del Robledal
hasta las fuentes del mismo nombre, caminando entre altísimos ejemplares de pinos, muchos de los cuales nos encontramos en pleno proceso de extracción de la resina, tampoco faltaban numerosas seta de distintos tipos en los márgenes del camino.
Unos 500 m después la pista se bifurca,
tomando nosotros el ramal de la izquierda. El de la derecha se dirige hacia Los
Barrancones y sería nuestra opción si fuésemos a realizar la versión circular
por el barranco y las lomas del Selladero. Este comienzo de ruta es ideal para
ir calentando poco a poco, pues de momento el perfil es muy tendido y la
frondosidad de los bosques de la zona, le aporta gran belleza al paisaje. Llama la atención el hecho de que la pista presente pequeños bancales de arena fina, como si la hubieran traido de la playa. Poco
después de que nuestro ramal de pista se cruce con los restos de un cortafuegos, la pista
pasa a convertirse definitivamente en sendero.
Superado el
primer collado, cerca del cual hicimos la parada del improvisado desayuno, comenzamos a ganar vistas sobre el Barranco de los Prestillejos y un llamativo espolón de la cara norte de la Maroma, denominado Peña o
Tajo del Sol, que a partir de aquí se convierte en el principal referente
visual hasta el Salto del Caballo.
Tras el collado 2, la zona boscosa
que nos ha acompañado desde el inicio de ruta desaparece y nos adentramos en un
terreno de matorral bajo, repleto de lascas donde el sendero se confunde entre
tanta piedra, mientras que vayamos ascendiendo, vamos bien, pues la senda
aparece y desaparece, pasando junto a alguna baliza aquí y allá y flechas
pintadas sobre la roca, que ya hemos ido viendo cambiar de color en los últimos
15 años. En poco mas de 400 m
nos vamos a encontrar con dos plazoletas rodeadas por un precioso bosque de
pinos, que nos da una pequeña tregua, para volver a reanudar la ascensión hacia
el denominado Collado de Rojas (1.580
msnm), al que llegamos despue´s de dejar a trás un zigzagueante tramo de ascensión en que el sendero de mimetiza sobre las abundantes lajas, donde los hitos serán de gran ayuda para reorientarnos, hasta que venimos a salir a un precioso claro del bosque.
Este es el único lugar, junto con la gran meseta somital de la
cumbre, que se presta un poco a confusión en todo el recorrido si hay nieve o
mucha niebla ya que en este tramo hay varios senderos secundarios que
descienden hacia la fuente del Tejo Abuelo. Pero para evitar cualquier duda,
siempre tomaremos el sendero principal que será el que continúa subiendo en
zig-zag ó en todo caso manteniéndose a la misma altura en cortos tramos de
tregua, pero en ningún momento bajando y así es como, poco después de pasar
junto a dos preciosos ejemplares de Tejo, uno a la izquierda y otro a la derecha del sendero (cuya abundancia antaño, le dió nombre a
esta Sierra y a la cumbre), iniciamos un tramo de ascensión en zig-zag, con algo de vuelo hacia la cabecera del Barranco de Prestillejos y la cada vez mas cercana Peña del Sol (2.000 msnm) a nuestra derecha, hasta que llegamos al denominado Salto del Caballo (1.840
msnm), coincidiendo con el final del precioso
tramo de zig-zags que nos sitúa en la parte alta de tajo, que hemos ido llevando a nuestra izquierda, y que ya nos deja a tiro de piedra una zona de transición hacia el Tajo Volaero, conocida como Las Loberas (1.880 m), que da paso a una pequeña planicie donde nos encontramos con una zona acotada con las vallas parcialmente vencidas, para supestamente proteger una repoblación de pinar y tejos. Pocos minutos después dando ya vistas a la vertiente litoral, un grupo de cabras montesas y en especial un macho montés, nos regaló una de las imágenes mas bellas del día.
tramo de zig-zags que nos sitúa en la parte alta de tajo, que hemos ido llevando a nuestra izquierda, y que ya nos deja a tiro de piedra una zona de transición hacia el Tajo Volaero, conocida como Las Loberas (1.880 m), que da paso a una pequeña planicie donde nos encontramos con una zona acotada con las vallas parcialmente vencidas, para supestamente proteger una repoblación de pinar y tejos. Pocos minutos después dando ya vistas a la vertiente litoral, un grupo de cabras montesas y en especial un macho montés, nos regaló una de las imágenes mas bellas del día.
A partir de
Las Lobera, unos 400 m mas allá pasamos por encima del impresionante Tajo
Volaero (1.913 m), donde existe el paso inverosímil por el que en un par de
ocasiones hemos descendido hasta Sedella por el Fuerte y su posterior
cortafuegos.
A pesar de que desde el Tajo Volaero al vértice geodésico de la Maroma (2.065 m), apenas hay 150 m de desnivel, progresivo y relativamente continuo, a lo largo de poco más de un kilómetro, que conviene tomárselo con calma, sin obsesionarnos por llegar lo antes posible, sobre todo cuando sopla el viento fuerte por esta zona, si algún compañero va justo de fuerzas por este tramo se le puede hacer muy duro. En este último tramo de asceisón las vistas a nuestra espalda concretamente hacia Sierra Nevada y la mas cercana Sierra Almijara son realmente extraordinarias.
A pesar de que desde el Tajo Volaero al vértice geodésico de la Maroma (2.065 m), apenas hay 150 m de desnivel, progresivo y relativamente continuo, a lo largo de poco más de un kilómetro, que conviene tomárselo con calma, sin obsesionarnos por llegar lo antes posible, sobre todo cuando sopla el viento fuerte por esta zona, si algún compañero va justo de fuerzas por este tramo se le puede hacer muy duro. En este último tramo de asceisón las vistas a nuestra espalda concretamente hacia Sierra Nevada y la mas cercana Sierra Almijara son realmente extraordinarias.
Poco antes de divisar
el gigantesco v.g. de La Maroma (2.068 m), pasamos por una loma que se encuentra ligeramente mas alta que el lugar donde se encuentra el vértice geodésico propiamente dicho, en cuyo entorno nos llamará la atención la abundancia de refugios de vivac (para el viento) y alguna que otra placa de hielo, como las que se encontraron nuestras compañeras: Blancanieves (a la derecha) y "La Reina de los Mares del Sur" (a la izquierda).
Si no hace
mucho viento y las nubes lo permiten, podríamos disfrutar de un almuerzo
montañero con unas vistas de lujo sobre todo del litoral malagueño, presidido
por la Bahía de Málaga, toda la zona del embalse de la Viñuela hacia el arco
Calizo Central, los tajos del río Sabar y por supuesto Canillas de Aceituno,
final de nuestra travesía, semi oculta tras el Peñón Grande (1.118 msnm), junto
con Salares y Sedella a nuestros pies. Un paisaje grandioso con el Medietraneo
frente a nosotros y un inmenso ramillete de sierras a Levante y Poniente, donde
destacaban las nieves del Torrecilla hacia el Oeste, como máxima elevación de
todo el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica y las sierras de Gador, La Contraviesa y Sierra
Nevada al Este, más allá de la vecina Sierra Almijara al Este, donde siempre
resultan fácil de reconocer cumbres tan emblemáticas como El Lucero (1.774
msnm) con su imponente punta de flecha, el desafiante cerro Cisne (1.481 msnm)
el imponente Almendrón (1.507 msnm), el Cielo que con sus 1.500 msnm ostenta el
record de ser la montaña más alta cercana al Mar a lo largo de todo el
Mediterráneo o el Navachica, que paradójicamente, siendo la que tiene la cumbre
mas redondeada es la máxima elevación de Sierra Almijara con sus 1.831 msnm.
A unos 50 m de distancia, al sur del v.g. rodeado de improvisados refugios de piedra (vivacs), nos encontramos con la Sima de La Maroma, que antaño se utilizaba como improvisado nevero, de tan expuesta cavidad, se extraía la nieve con grandes cubos que eran elevados por una "maroma", de ahí el nombre con el que se empezó a conocer esta cumbre, que siempre fue conocida por los abuelos de los pueblos de sus laderas como "La Tejeda", nombre con el que en la actualidad se conoce a la Sierra, sin embargo el nombre popular actual con el que se conoce a esta cumbres es "La Maroma", siendo su toponimia correcta "La Tejeda".
A unos 50 m de distancia, al sur del v.g. rodeado de improvisados refugios de piedra (vivacs), nos encontramos con la Sima de La Maroma, que antaño se utilizaba como improvisado nevero, de tan expuesta cavidad, se extraía la nieve con grandes cubos que eran elevados por una "maroma", de ahí el nombre con el que se empezó a conocer esta cumbre, que siempre fue conocida por los abuelos de los pueblos de sus laderas como "La Tejeda", nombre con el que en la actualidad se conoce a la Sierra, sin embargo el nombre popular actual con el que se conoce a esta cumbres es "La Maroma", siendo su toponimia correcta "La Tejeda".
Longitud: 9 km
Desnivel aprox. 1.400 m de bajada continua.
Trayecto: lineal, con la posibilidad de
añadirle dos tramos circulares en el descenso, bien rodeando el Peñón Rande por
su cara Norte y Oeste, a través del sendero que desciende a nuestra derecha,
junto al barranco de Los Tajos Lisos, o bien por el ramal de sendero que nos
encontraremos a la izquierda, unos 500 m antes de llegar a la Fuente y la cueva
de La Rábita.
Dificultad por la dureza del
recorrido: Alta por
lo machacona y a veces interminable que resulta esta ascensión para rodillas
maltrechas.
Dificultad por orientación: Aún sin llevar GPS, salvo en la zona
de cumbre en caso de haber niebla, donde el sendero resulta casi inexistente
debido a la abundancia de lajas, siendo nuestra única referencia la sucesión de
hitos de piedra, tal y como nos vamos acercando a la cabecera de la Cueva de
Don Pedro, ya se va haciendo más evidente y sin pérdida, a partir de la "Proa
del Barco".
Aunque
parezca mentira, el momento de abandonar la cumbre de La Maroma puede ser uno
de los que mas se preste a confusión, sobre todo en caso de nubosidad, pues se
trata de una gran meseta somital, compuesta por una enorme extensión de lascas,
donde resulta casi imposible que hayan quedado marcados los senderos, a pesar
del elevado número de visitantes, pues allí arriba todo es roca y piedras
sueltas y de hecho, a lo largo de más de 1 km en cualquier dirección que
tomemos, nuestras únicas señalizaciones van a ser los hitos de piedra, y más
nos vale llevar la dirección correcta, pues de lo contrario, al llegar abajo,
el rodeo hasta llegar a nuestros vehículos, puede ser tremendo.
Comenzamos a
descender recréandonos (si las nubes lo permiten) con impresionantes vistas del
litoral, y el teórico sendero traza un amplio zig-zag para suavizar la pendiente.
En pocos minutos la loma de cumbre ya nos impedirá volver a tener contacto
visual con el v.g. al echar la vista atrás. ¡Adiós, Maroma, hasta nuestros
próximo encuentro!.
No tardamos
en alcanzar la cabecera del Barranco de la Cueva de Don Pedro, que durante un
trecho llevaremos a nuestra derecha, manteniendo dirección S-O hasta la Proa del Barco (1.689 msnm), cambiando
de dirección 90º a nuestra derecha, rumbo S-E. A partir del la Proa del Barco,
iniciamos el tramo más tedioso de descenso, por la abundancia de piedra suelta
y lo monótono que resulta el terreno de piornal y maorral bajo que estamos
atravesando, sin embargo, la estampa que nos regalan Los Tajos del del Púlpito es realmente imponente. Pronto comenzaremos a tener vistas sobre las localidades de Cómpeta y Nerja al fondo, al mismo tiempo que nos vamos acercando a la misma altura que el alomado perfil del Peñón Grande, hasta que atravesamos una primera chorrera, que
coincide con la cabecera del Barranco de Las Tejos Lisos, (nombre que en terminología local, hace referencia a la abundancia de grandes superficies de roca caliza totalmente pulida por la eroción del agua y la nieve, intuyéndose la existencia de antiguos glaciares en algunas zonas de la parte superior de la montaña) y más adelante, encaramos otro tramo de zig-zags que nos sitúa en el Collado de la Gitana (1.418 msnm).
coincide con la cabecera del Barranco de Las Tejos Lisos, (nombre que en terminología local, hace referencia a la abundancia de grandes superficies de roca caliza totalmente pulida por la eroción del agua y la nieve, intuyéndose la existencia de antiguos glaciares en algunas zonas de la parte superior de la montaña) y más adelante, encaramos otro tramo de zig-zags que nos sitúa en el Collado de la Gitana (1.418 msnm).
Desde el
collado de la Gitana (que suele considerarse el punto intermedio del sendero
entre Canillas y la Maroma) disfrutamos de una buena panorámica de La Maroma
con los denominados "Chimeneones" y podemos apreciar desnivel que ya
llevamos descendido. Junto al collado hay un pequeño refugio natural. Y a
escasa distancia pasaremos junto a la denominada Fuente Agria. Por este tramo se suaviza la pendiente del sendero y pronto llegamos al collado que da vista al "Barranco de Almanchares". En
todo momento el sendero está muy marcado, y además balizado. Desde este tramo
del sendero disfrutamos de una panorámica privilegiada de la vertiente sur de
"La Maroma o Tejeda".
El siguiente
hito es el Collado Almanchares desde donde podemos recrearnos con la cordal que
desde La Maroma baja por el Fuerte de Sedella y la Loma por donde discurre el
cortafuegos de La Monticana.
La llegada al
bosque de pinos nos avisa de nuestra proximidad a la cueva, fuente de La Rábita (1.059 msnm), si no se ha realizado la ascensión pasando por este paraje, puede prestarse a confusión la continuación del sendero de descenso en sentido Canillas, debiendo pasar junto a una vieja calera, junto a la fuente de la Rábita y después junto a una desvencijada alambrada, unos metros mas allá travesamos lo que en esta zona de la Axarquía se conoce como "Tejas lisas" (tramo muy pulido de roca caliza) y a partir de aquí, sí que el sendero ya no tiene pérdida.
El denominado Peñón Grande (1.118 msnm) que hasta ahora nos ha eclipsado las vistas sobre Canillas de Aceituno, quedará definitivamente a nuestra derecha y pronto a nuestra espalda, de modo que conforme vamos descendiendo comenzamos a ganar vistas sobre el encalado casco urbano de Canillas de Aceituno (646 msnm), por encima del bosque de pinos a través del cual llegaremos al final de nuestro itinerario, después de haber descendido 1.400 m sin tregua, con bonitas vistas del entorno de Canillas hacia el embalse de la Viñuela y en nuestra caso un bonito atardecer otoñal, con la alegría compartida de haber vivido un auténtico rutón y brindando minutos después con unas cervezas a la salud de todos.
Algunas pinceladas sobre Sierra Tejeda (y la mal llamada Maroma):
El denominado Peñón Grande (1.118 msnm) que hasta ahora nos ha eclipsado las vistas sobre Canillas de Aceituno, quedará definitivamente a nuestra derecha y pronto a nuestra espalda, de modo que conforme vamos descendiendo comenzamos a ganar vistas sobre el encalado casco urbano de Canillas de Aceituno (646 msnm), por encima del bosque de pinos a través del cual llegaremos al final de nuestro itinerario, después de haber descendido 1.400 m sin tregua, con bonitas vistas del entorno de Canillas hacia el embalse de la Viñuela y en nuestra caso un bonito atardecer otoñal, con la alegría compartida de haber vivido un auténtico rutón y brindando minutos después con unas cervezas a la salud de todos.
Algunas pinceladas sobre Sierra Tejeda (y la mal llamada Maroma):
La Tejeda es
la más Occidental de las tres sierras que le dan el actual nombre al Parque
natural de las Sierras de Tejeda, Alhama y Almijara. Las rutas más conocidas
son las que parten desde El Robledal al Norte, El Cortijo de la Alcázar al
Noroeste, Canillas al Suroeste y Sedella al Surteste, pero no son las únicas,
además cada una de estas rutas cuentas con al menos una o dos variantes para
convertirlas en ruta parcial o casi totalmente circular.
La Tejeda
(mal llamada "Maroma") es una tremenda mole caliza, de alomada cumbre
que preside el horizonte cuando estamos en la bahía de Málaga y miramos hacia
Levante (hacia el Este), siendo visible desde la mayoría de los puntos costeros
existentes entre el faro de Calaburra (Mijas Costa) y mas allá de Vélez Málaga
Con sus 2.068 metros de altitud
sobre el nivel del mar, La Maroma no sólo presume de ser el techo natural de la
provincia de Málaga, sino posiblemente el dos mil más cercano a la línea de Mar
de todo el Mediterráneo desde Algeciras a Estambul. Esta imponente mole caliza,
que se alza majestuosa presidiendo el Levante malagueño y haciendo de frontera
natural de la Axarquía con la comarca del Poniente Granadino, no se denomina
oficialmente así, sino "La Tejeda".
El error histórico es producto de una confusión: los lugareños llamaban "La Maroma"
a la sima o pozo que se encuentra a unos 50 m de distancia de su vértice geodésico,
de donde los neveros extraían la nieve, usando para ello "maromas" (o
"cuerdas del mar"), procedentes del cercano puerto de Caleta de Vélez.
Cuentan
las lenguas antiguas, que como la mayor parte de los habitantes que repoblaron
la zona de Canillas de Aceituno tras la expulsión de los moriscos procedían
de Córdoba, su pronunciado "seseo" hizo
que donde aseguraban que estaba la cima en realidad se referían a la sima. Este baile de ‘s’ y ‘c’ con las palabras ‘cima’ y ‘sima’ hizo
que la montaña se la conociera con el nombre de las maromas o cuerdas gruesas
que se empleaban para descender al pozo y extraer la preciada nieve, que sirvió
para conservar los alimentos durante siglos, hasta que se inventó la
electricidad y se generalizó el uso de los frigoríficos en la década de 1960.
La
Consejería de Medio Ambiente elaboro un inventario en 2008 donde se
recogen alusiones históricas, como la de Charles
Edmond Boissier, tras su viaje botánico al sur de España en 1935, en el que se refiere al “alto y singular Tejeda”. Por otra parte Luis del Mármol y Carvajal, en
su libro ‘Historia de
la rebelión y Castigo de los Moriscos del reino de Granada’, se
refiere a las montañas de Bentomiz y de Tejeda,
y en ningún momento habla de un pico llamado Maroma.
Aunque
hay quien piensa que el pico más alto de la provincia es El Torrecilla, ubicado en el parque natural de la
Sierra de las Nieves y que tiene 1.919 msnm, por entender equivocadamente que
la cima de La Tejeda se
encuentra dentro de la provincia de Granada, cuando en realidad pertenece a
Málaga, pues está dentro del parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y
Alhama, un espacio que comparten ambas provincias, a lo largo de más de 42.000
hectáreas. Tal y como ratificó el IGN en la última actualización de 2017, el vértice
geodésico de la Tejeda ("Maroma") se encuentra dentro del T.m. de
Canillas de Aceituno, el Tajo Volaero y Las Llanadas a Sedella, sin embargo,
desde el mismo cordal hacia la vertiente Norte todo pertenece a Alhama de
Granada por ejemplo la Tacita de Plata y todos los hitos de la ruta del
Robledal, hasta mas allá del Salto del Caballo. Su cúspide es una atalaya
dominante hacia el poniente con espectaculares panorámicas sobre las dos
orillas del Mediterráneo, en la que se levanta un monolito de piedra de 4,2
metros de altura y un metro de ancho, que lleva allí instalado desde el 20 de
octubre de 1984.
El
nombre de La Tejeda
se debe a los numerosos tejos que poblaron la sierra en otro
tiempo y de los que hoy sólo queda una pequeña tejeda en algunas zonas, debido
a que fue deforestado casi por completo durante los siglos que se empleó como
combustible de las fábricas de caña de azúcar que funcionaban con carbón
vegetal en la costa. A la cima de La Tejeda también se le conoce como "Mojón de los tres términos",
por coincidir en este punto los municipios de Alhama de Granada, y Canillas de Aceituno y Sedella en la provincia de Málaga.
Su
riqueza natural es incuestionable, tal y como
pudimos comprobar a lo largo de nuestra ascensión y posterior descenso. La fauna es uno de sus principales
atractivos, ya que en los últimos años las poblaciones de cabra montés se han
recuperado de forma extraordinaria y ya son alrededor de 2.000 los ejemplares
que se calcula que habitan sólo la vertiente malagueña. Grandes águilas,
halcones peregrinos, chotacabras, collalbas y azores son sólo algunas de las
aves que se pueden observas en estas sierras. En cuanto a la flora, predominan
los pinares y numerosas especies como el palmito, el cambrón, el bayón, el
cenizo, el piornal de alta montaña, el esparto y el mostajo, además de algunos
bosques de encinas.
La Tejeda (o "Maroma"), constituye una auténtica pantalla
frente a los vientos fríos que podrían entrar al valle de Vélez-Málaga y a otras localidades
próximas como Algarrobo. El techo de la provincia cuenta con una
impresionante cara norte, situada en la provincia de Granada, mucho
menos castigada por la insolación que la vertiente sur, y que alberga una flora
y una fauna espectaculares tal y como se puede comprobar en la ruta que parte
desde el cortijo del Robledal Alto,
además de propiciar cultivos propios de las zonas de umbría, como los de la
fértil vega de Zafarraya.
Aunque
la sequía de estos últimos años ha hecho que la estampa de la cima del techo de
Málaga nevada sea cada vez menos frecuente, a lo largo del año siempre hay
varios días, especialmente en los meses de enero, febrero y marzo, en los que
es posible disfrutar de esta imagen desde el litoral malagueño. En su vertiente
norte, las nieves sí son mucho más abundantes, hasta el punto de que muchos senderistas
que iniciaban su ascensión desde el cortijo del Robledal en alguna jornada
invernal, se han visto obligados a dar media vuelta, debido a la altura que
alcanzaba la nieve (y la falta de equipo). Pues aunque la ascensión a La Maroma
con nieve, siempre tiene mucho atractivo, conviene ir preparados, tanto de
material, como de conocimientos en su utilización, evolución horaria de la
meteorología, etc...
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