viernes, noviembre 23, 2018

Parauja-Igualeja-Pujerra-Júzcar


Travesía del Valle del Genal 2018, Parauta-Igualeja-Pujerra-Júzcar
6ª Ruta Homenaje a Valentín García Vioque "El Rey de la Montaña"
Por tratarse de una ruta lineal y siendo un grupo de tan sólo diez personas, decidimos quedar a las 8.30 am, en el punto previsto de final de ruta, concretamente en la zona ancha del arcén de la carretera cercana al Hotel "El Bandolero" de Júzcar, donde dejamos dos vehículos, para irnos juntos en la furgoneta de "El Vigilante de la Playa" hasta la entrada de Parauta, desde donde iniciamos esta preciosa ruta sobre las 9.10 am
LOCALIDAD DE REFERENCIA: Parauta (inicio) y Júzcar (Final), Igualeja y Pujerra serán los puntos intermedios por este orden.
ENTORNO: Havaral, Alto Valle del Genal, Serranía de Ronda.
TRAZADO: Lineal.
DISTANCIA: 19 km
DESNIVEL ASCENDIDO ACUMULADO: 970 m
DESNIVEL DESCENDIDO ACUMULADO: 810 m
DIFICULTAD: Alta, por el desnivel a salvar y la distancia a recorrer. (Unos 1.100 m acumulados de ascensión y unos 900 de descenso).
DURACIÓN aprox: 8 – 9 horas, según paradas
ALTURA MÁXIMA: 1034 msnm
ALTURA MÍNIMA: 500 msnm
TIPO DE CAMINOS: el 60% es por pista y el 40% por senderos. El Valle del Genal es de terreno irregular en el que tendremos continuas subidas y bajadas con breves tramos llanos y siendo un 80 % del recorrido por un bosque de castaños. El punto de dificultad del recorrido es vadear el río Genal ya en el último tramo del recorrido, entre Pujerra y Júzcar hay que cruzar el río por unas rocas sin mucha dificultad.
BIBLIOGRAFÍA: Valle del Genal, guía del Excursionista (Edit. La Serranía, Autor: Mi gran amigo y Maestro Rafa Flores "El Mago Gandalf de la Serranía")
FECHA Y METEOROLOGÍA: Sábado 17 de Noviembre de 2018. Las previsiones meteorológicas horarias oscilaban entre 0.3 y 0.7mm que afortunadamente se vieron reducidas a un par de lloviznas suaves de poco más de cinco minutos en el tramo de Parauta a Igualeja y otras dos en la subida del Puente de Río Seco hacia el Puerto del Monte.
Bibliografía: La Biblia del Valle del Genal, o lo que es lo mismo "Valle del Genal, guía del excursionista".
10 Participantes: Muchos fueron los llamados pero pocos los que acudieron, en parte por convalecencias, en parte por Viajes, en parte por mudanzas, y en parte por la "cagalera colectiva" que suele tener lugar cuando hay un mínimo riesgo de lluvia, a pesar de comprarnos botas goretex y prendas de montaña especial para lluvia, viento, frío...¡pero coño, caen tres gotas y el "acojonamiento masivo"!, provoca una interminable ristra de excusas para no venir, el caso es que los que no fallaron en esta jornada ABSOLUTAMENTE MÁGICA fueron: Nuestros anfitriones Carmen "La Bandolera del Burgo", Jorge "Aterriza como puedas" (guía de lujo y mejor persona); desde Sevilla vino Ángel "El Gladiador de Itálica", escoltado por José (grupo de senderismo de Guillena); y desde distintos puntos de la Costa vinieron: Mercedes González "La senderista micológica", Antonio Pascual "El Último Patriota", los míticos senderistas de Leyenda: Antonio Francisco gallego "La Locomotora de Alhaurín", José Antonio Luque "El Vigilante de la Playa", el omnipresente espíritu de Valentín García Vioque "El Rey de la Montaña" y quien tuvo la suerte de compartir mas de cien rutas con Valentín entre 2008 y 2012: Juan Ignacio Amador "El Comandante".
Pinceladas de Parauta:
Como de costumbre dejamos el vehículo estacionado en el margen derecho de la carretera, a escasos 30 m antes de llegar al cementerio, donde nos encontramos una piedra tallada con la siguiente inscripción: "A los parauteños fusilados en la Guerra Civil, gente noble que creía en la paz y en la libertad". A escasos metros nos encontramos con un cartel de bienvenida a Parauta, información comarcal, un cartel de "contramano, tuneado en forma de corazón" con la inscripción "No a la violencia machista" (por desgracia tan presente en estos tiempos) y unos metros más abajo, en una pequeña explanada, también ideal para aparcar un rudimentario mapa de la Serranía, donde vienen todos los PR del Valle del Genal, del Guadiaro, Llanos de Líbar y sendero de Ronda a Arriate. Unos metros más adelante, merece la pena descender por las escaleras que quedan a la derecha de la carretera, pasando junto a otro panel informativo, en esta ocasión dedicado al "Castaño", una alberca que queda a la derecha y así llegamos a una preciosa Fuente Alquería, que no veríamos en caso de seguir bajando todo el tiempo por la carretera, que retomamos, pocos metros después para entrar en Parauta por la calle Calvario.
Los pueblecitos del Valle del Genal se caracterizan por sus casitas encaladas y  calles estrechas, pero de todos Parauta, es el que aglutina un mayor número de calles estrechas por superficie, desde la misma entrada del pueblo, donde no podría entrar ni una minibús, ¡claro que lo bonito de estos pueblos es recorrerlos a pie!. El caserío de Parauta se recuesta en una ladera inclinada y presenta una estructura netamente morisca; todas su calles, sin excepción, son absolutamente irregulares. Se divide en lo que podría llamarse dos barrios, muy conectados entre sí por la zona en que se encuentra la Plaza de la Constitución. En el barrio que mira más al norte se encuentra la iglesia de la Purísima Concepción, una de las más antiguas del Valle del Genal.
Parauta tiene la peculiaridad de ser uno de los únicos cuatro pueblos que existen en toda España con el certificado AENOR, que le otorga la denominación de “pueblo ecológico” al estar toda su producción enfocada a los cultivos ecológicos y los pequeños rebaños de cabras y ovejas que aún podemos encontrarnos por sus alrededores pastando a la antigua usanza nos hace remontarnos a tiempos pretéritos, por desgracia cada día menos frecuentes. Es una lástima que estos pueblecitos no reciban más subvenciones para frenar la marcha de la gente joven y el envejecimiento de una población cada día más mermada en la mayoría de los casos.
Su término municipal es tan amplio como diverso abarcando gran parte de la zona occidental del parque natural sierra de las Nieves con sus montes calizos y sus bosques de pinsapos, como el de la ladera norte del Alcojona, parajes paradisíacos como el “Cambullón de Vélez” y numerosos tramos de bosques de castaño, encinas y alcornoques del alto Genal, tal y como podremos comprobar en la primera parte de nuestro itinerario. 
Tramo 1, De Parauta (710 m)  a Igualeja (706 m) por el PR. A226
Distancia: 4,5 km
Desnivel: 250 m (de ascenso) y 180 m (de descenso)
Punto más bajo: Arroyo de los Granaos (550 m)
Punto más alto: Loma de Igualeja (840 m)
Dificultad (por tramo): Media
Track de referencia (incluye la opción circular de Igualeja a Parauta:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/circular-igualeja-parauta-ruta-de-la-castana-valle-del-genal-igualeja-parauta-malaga-29-10-2017-20633450
Se trata de un corto recorrido, de poco mas de 4 km por el antiguo camino que unía ambos pueblos, que en Parauta se conoce como "Camino de Igualeja" y en Igualeja se conoce con el curioso nombre de "Camino de la Tetona"; Al poco de hacer nuestra entrada en Parauta por la calle Calvario, tomaremos la tercera calle a la izquierda, que en apenas un minuto nos sitúa en la parte alta del pueblo, pudiendo observar un pinsapo que preside el centro de esta localidad.
La pista al comienzo asfaltada, está flanqueada por fincas de castaños y olivos; el primer hito emblemático de este itinerario, nos lo encontramos a la salida de Parauta, concretamente a la derecha del camino, se trata de la mítica "Encina del Vallecillo", una encina considerada árbol singular, ya que, además de sus 26 metros de altura, su tronco tiene un diámetro de 1,30 metros y una circunferencia de alrededor de 5 metros, lo que da muestra de las dimensiones de este árbol. Mención especial requiere su increíble edad, ya que se estima que esta encina puede superar los 400 años, aunque a simple vista no lo parezca.
La mayor parte de este precioso camino discurre entre fincas de castañosa veces flanqueado de zumaque cuyo tono rojizo se suma al espectáculo de la primavera de cobre, que se han visto obligadas a proteger de vallas metálicas, para impedir la recolección de castañas y setas en estas fincas privadas, por parte de muchos senderistas, que no se conforman con dos o tres, sino que a veces parece que vienen a recolectar todo lo que pillen.Antes de finalizar el primer kilómetro de recorrido, a la derecha del sendero nos sorprenderá un castaño, parcialmente hueco, asemejando una especie de hornacina que invita a hacer una simpática fotografía si alguien se mete dentro del tronco.

La pista que pronto se hace terriza, mantiene un suave perfil, casi llano, algo inusual en el Valle del Genal, donde lo que no es subida, es bajada. A la derecha preside el paisaje la Sierra del Oreganal, presidida por la imponente silueta de la Cancha Almola, también nos llamará la atención, la bella estampa de la localidad de Cartajima, a los pies del mágico paraje de Los Riscos. 
Una vez que completamos el primer kilómetro de recorrido, con predominio de castaños centenarios a ambos márgenes del camino, con algún que otro madroño, altos alcornoques ganan en protagonismo, donde el carril vira al Este y comienza a descender, al fondo vemos la carretera de Igualeja y sobre nosotros aparecen las enormes torretas del cable de alta tensión que desde Marruecos atraviesa España y llega a Francia. 
Único punto negativo que se le podría poner a este precioso sendero.
Durante la bajada observaremos tres alcornoques de retorcidas formas, pronto vadeamos el arroyo de los “Granaos” que presentaba un caudal de aguas cantarinas, pero que vadeamos sin dificultad gracias a una improvisada hilera de piedras. 
Este arroyo nace a los pies de la vertiente oeste del cerro de La Tala (en el Parque Natural de la Sierra de las Nieves) y viste sus márgenes de frondosa choperas, también hay un pequeño huerto junto a lo que sería la prolongación de la pista que nos ha traído hasta aquí, y que comienza a subir a la izquierda, salvando más de 150 m de desnivel en poco más de 1 km, hasta enlazar con la carretera de Igualeja, y que nos puede inducir a error, pero nosotros continuamos dirección sur cambiando la pista, por un angosto sendero terrizo tapizado de hojarasca de castaños, que se interna en el bosque de castaños, nos acompaña a la izquierda un vallado, otra subida nos deja junto a un arroyo de escorrentería, seguimos por el sendero que sube hasta que de nuevo la trocha aparece mejor marcada.
Tal y como comenzamos a ganar altura, volvemos a tener como telón de fondo  la localidad de Cartajima a los pies de Los Riscos, mas a la derecha, el Cortijo de Las Aguzaderas, a los pies del cónico cerro del Malahacer, y más a la derecha, ya Norte-Noroeste, la imponente mole caliza de La cancha Almola, el omnipresente centinela del Alto Genal.
Retomamos el sendero entre la fronda de castaños, ahora llaneando. Por la loma se esparcen algunas albercas y casitas donde los serranos guardan los aperos del trabajo; justo por debajo de una nueva escorrentería y cercanos a un pozo, si estamos atentos, veremos una curiosa piedra rectangular de medio metro de altura con una cruz tallada en la superficie, que marca el lugar donde discutieron dos cuñados, matando uno al otro con un hocino; el que quedó con vida murió años después en la cárcel.
Hasta hace pocos años se podía acceder a algunas parcelas colindantes, pero por los motivos explicados anteriormente, hoy en día, casi la totalidad del trayecto, el camino está vallado a ambos lados. Afrontamos una pequeña subida, pasamos junto a un castaño subido en el borde del camino, también podremos admirar otro castaño colosal con forma de cruz latina, y poco después alcanzamos la denominada "Loma de Igualeja", por donde discurre una pista terriza que conecta la carretera de Igualeja a nuestra izquierda con fincas de castaño, que quedarán a nuestra derecha. Nosotros, simplemente atravesamos la mencionada pista terriza, que marca el punto más alto de este primer tramo del recorrido e iniciamos el descenso por un angosto sendero, que debido a las última lluvias presentaba una profunda cárcava en su parte central, se trata de la parte final de la que siempre se conoció en Igualeja, como "Cuesta de La Tetona".
Al fondo del barranco ya aparece Igualeja; el camino pasa a ser un sendero donde en plena eclosión de la Primavera de Cobre, destaca el color rojizo del zumaque, que se une a la fiesta de los colores de cromatismos otoñales, tampoco faltan quejigos que parecen haber brotado a manojos desde las piedras, plantas trepadoras, vincas, etc. La cercanía del pueblo se advierte con la presencia de huertos gallineros, cultivos de vides y acequias que cruzan nuestro camino llevando el líquido elementos por los bancales.

Entramos en Igualeja por su Barrio Alto, de profundo trazado morisco; por la calle de “La Tetona”, pasando junto a dos fuentes de bella factura escalonada.

Unas Pinceladas de Igualeja:

Tal y como nos recordaba nuestro guía Jorge Castrillo Orellana "El Titán del Guadalevín": en Igualeja nacieron bandoleros como: El Zamarra, El Zamarrilla y Flores Arrocha. Su enclave más conocido es El Nacimiento, donde en teoría nace el Genal, uno de los parajes más emblemáticos y misteriosos de toda la comarca. Las sombras de los chopos y de las rocas, la fresca brisa que corre siempre por la cañada, el recelo y la incógnita que produce la boca de una cueva, se suman a la conciencia de que el agua que por ella sale es la madre de todo nuestro valle. En la antigüedad se divinizaba a los ríos y algo de esto puede haber aquí. No hay pareja de novios en Igualeja que no haga fotos de su boda junto a la cueva del Nacimiento ¡Cuántas no habría colgadas en paredes de Alemania, Suiza, Francia, y en todos los rincones de España, donde quiera que viva una familia de Igualeja!.
La Serranía de Ronda no se puede entender sin el río Genal. Aunque algunos consideran el paraje del "Nacimiento", como teórico nacimiento del río Genal, en realidad es el nacimiento del arroyo Hiladero, que a su vez es un afluente del río Seco; De hecho podríamos considerar al río Seco como el auténtico río Genal, si tenemos en cuenta que el nacimiento de un río se suele situar en el arroyo tributario más alejado a su desembocadura. De hecho, el denominado Río Seco, se forma en el tramo de la carretera de San Pedro-Ronda, entre el Puerto del Madroño y el cerro Cascajares, concretamente de la unión del arroyo del Muerto y el arroyo del Horcajo, ambos descienden en paralelo desde Sierra Palmitera, uniéndose a la altura de la Casa de Francisco Gil, que es donde se encontraría el auténtico Nacimiento del Genal, en cualquier caso dentro del t. m. de Igualeja. Aunque otros sitúan el Nacimiento del Genal a partir de la unión del arroyo de Los Granaos que es el arroyo que salvamos en el sendero que une las localidades de Igualeja con Parauta y el arroyo Algorma, que es el que se forma de la unión del Bolones que viene de La Cancha Almola y el Almargen que baja desde la localidad de Parauta. Pues bien el vado donde se unen el Algorma y el de Los Granaos, punto más bajo del sendero que une Parauta con Cartajima es donde algunos sitúan el Nacimiento del Genal.
Mas del 67% del t.m. de Igualeja es forestal. El resto es terreno de rocas y pedregral, tan solo un 10% de su t.m. está cultivado, siendo en su mayoría parcelas ce castaños y en menor cantidad dedicado a los olivos, almendros, cítricos y otros frutales, hortalizas y tubérculos.
Igualeja adquiere aires de capitalidad de la subcomarca del Alto Valle del Genal al ser, de todos los pueblos que la integran, la de mayor población. Su proximidad a la Costa hace que muchos de sus habitantes se desplacen a la misma para trabajar. Pero esto no suple su enorme profundidad rural. Paseando por el casco urbano veremos que las calles son estrechas, pavimentadas con cemento y piedra vista, algunas son de fuertes pendientes y bellos rincones que muestran la pasión de los lugareños por mantener bien cuidado su pueblo. El ambiente que se respira, como en casi toda la zona, es el forestal, con el castaño como protagonista principal. Destaca la iglesia de Santa Rosa de Lima, con el Alminar (figura paralepípeda rectangular con cuatro arcos de medio punto en el cuerpo de campanas) o con la ermita del Divino Pastor, del Siglo XVIII. Todos estos edificios se proyectan a través de una plaza cuadrada, con fuente, que divide a la localidad en dos barrios, Barrio del Albaicín que ocupa el margen izquierdo del río, donde se encuentra la IGlesia y el núcleo principal del pueblo y el Barrio Alto, margen derecho del pueblo, donde se encuentra la popular calle de La Tetona, por la que salimos o entramos en Igualeja, si venimos desde Parauta. Las casas,de una y dos plantas, tienen paredes encaladas, balcones y rejas de hierro, y están cubierta por teja árabe.
 
Tramo 2, Igualeja (706 m) - Pujerra (780 m)
Distancia: 10 km
Desnivel: 440 m (de ascenso) y 350 m (de descenso)
Punto más bajo: Puente sobre el Río Seco (630 m)
Punto más alto: puerto del Monte (1.095 m), carretera Puerto del Madroño-Cooperativa de castañas de Pujerra.
Dificultad (por tramo): Media
Track de referencia (sin tener en cuenta el tramo de carretera):
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pujerra-igualeja-pujerra-5717062
Bajo la amenaza constante de la lluvia, que amagaba sin mojarnos, dejamos atrás Igualeja, que cruzamos de norte a sur por la Travesía de Pío XII, que coincide con la carretera comarcal MA-527 (ó MA7300), que durante el siguiente kilómetro y medio (casi dos kilómetros), va a ser nuestro camino a seguir con las debidas precauciones, dejando a nuestra izquierda el desvío de la carretera local que sube hasta la cantera de Mármoles Aguilera y poco después conecta con la carretera de San Pedro. 
A nuestra derecha tenemos el fértil valle que forma el arroyo Hiladero, que muy pronto se unirá al río Seco y como telón de fondo siempre los castaños. Este tramo de carretera descendente finaliza en el Puente sobre el río Seco de cantarinas y caudalosas aguas en aquella jornada otoñal y continúa ganando altura suavemente en dirección a Pujerra, después de haber dejado dos ramales de pista a nuestra izquierda, cogeremos el tercero que sale ladera arriba, siendo nuestra referencia unas torretas de cables de alta tensión que son la única nota negativa del espectacular bosque de castaños por el que vamos a ir ganando altura remontando, sobre todo en sus primeros compases, duras rampas de ascensión, que pronto se suavizan gracias a los zig-zags que va dibujando en la ladera, mientras vamos pasando junto a enormes castaños centenarios, algunos de los cuales son auténticos monumentos naturales.
Poco después de dejar a nuestra derecha una pequeña casa blanca de recolección de castaña en el margen derecho del camino, pasaremos junto a las ruinas de la antigua Venta Guaitará, a partir de aquí, sin dejar de ganar altura, la pendiente de va suavizando y los tramos rectos son cada vez mas largos, pronto pasaremos cerca de dos casas de recolección de castañas que mas o menos vienen a encontrarse la una frente a la otra, la de la derecha está encaramada arroba en la ladera y la de la izquierda hacia el fondo de una vaguada. 
El siguiente hito es un cruce de caminos en forma de tridente que suele prestarse a confusión, siendo nuestro ramal el del centro, pues el ramal de la izquierda, que desciende, se dirige hacia el cuatricentenario Castaño Rebeco, un auténtico monumento natural de esta zona (a unos 500 m de distancia y descendiendo mas de 100 m que después toca volver a remontar). Y el ramal de la derecha que asciende por la ladera, acorta innecesariamente nuestro recorrido, viniendo a enlazar con el Camino de Estepona por el que mas tarde vamos a descender hasta Pujerra.
Pero como íbamos diciendo, nosotros, continuamos de frente, a partir de aquí progresamos en suave descenso hasta que unos 600 m mas allá de este último cruce venimos a salir a la carreterilla paisajística que une el Puerto del Madroño (en la carretera de San Pedro), que quedará a nuestra derecha y la cooperativa de Castaña de Pujerra, que será hacia donde tomemos, cambiando en este punto el rumbo S-E que nos ha traído hasta aquí, por rumbo Oeste. Se trata de un tramo muy frecuentado por turistas y senderistas en Noviembre por su fácil acceso por carretera, de hecho no debemos olvidar que aunque estrecha y generalmente solitaria, es una carretera y de vez en cuando deberemos echarnos a un lado para dejar pasar coches que pueden venir en cualquiera de los dos sentidos. Al cambiar de vertiente, en días despejados podemos contemplar el Mediterráneo en la franja litoral que va de San Pedro a Estepona, los castaños pasan a compartir su protagonismo con pinos, encinas y alcornoques.
Unos 300 m mas allá del Puerto de Juan Agustín (1.004 msnm), dejamos a nuestra izquierda dos ramales de pista forestal con un cartel de "Peligro de Incendio", el ramal principal es el que nos serviría para llegar al Nacimiento del río Guadalmansa, uno de los descensos de río mas salvajes de la provincia de Málaga. Pero nosotros nos mantenemos en esta angosta carretera paisajística, e inmediatamente después vemos dos ramales de pista a nuestra derecha, siendo el nuestro, el que mantiene un trazado rectilíneo, dirección OESTE de frente (y no el ramal secundario de la derecha que se dirige en dirección ESte hacia una casita de apero). A partir de aquí, ya hemos enlazado con el Camino de Estepona a Pujerra, localidad hacia la cual comenzamos a descender a partir de este momento sin margen de error. 
Pudiendo optar entre mantenernos en el camino principal, bastante rectilíneo y hasta monótono o bien, continuarlo hasta que unos 400 m después de pasar bajo los cables de alta tensión, tomemos un camino que desciende casi paralelo por la derecha, generalmente colmatado de hojarasca de castaños que con frecuencia nos llegarán por encima de los tobillos. Este precioso camino se va separando paulatinamente de principal para volverse a unir al mismo un kilómetro mas allá, pasando junto a impresionantes castaños tricentenarios, como uno de los que se encuentra por encima del talud que tenemos a la izquierda, donde siempre nos solíamos hacer la foto de grupo y donde se nos apareció el espíritu de Valentín en forma de gato negro.
Eran ya cerca de las 14.30 cuando entrábamos en las empinadas calles de Pujerra, donde improvisamos el almuerzo en la minúscula plaza que precede a una especie de "Callejón Diagón" cuyo nombre no recuerdo en este momento.
Pinceladas de Pujerra:
Tal y como nos enseñaron nuestros profesores de Historia a los que ya tenemos cierta Edad,  lista de los Reyes Godos llegaba hasta 33, siendo los más notables Ataulfo, Teodoredo, Eurico, Leovigildo, Recaredo, Wamba y don Rodrigo, que fue el postrero, en cuyo reinando como saben, se abrieron subrepticiamente las puertas de Hispania a la Media Luna, que ahora vuelven a reconquistarnos con la actual invasión silenciosa permitida y fomentada por la Junta de Andalucía.
¡Pero bueno, no nos desviemos del tema!, el caso es que Historia y leyenda se entrecruzan y de la nomenclatura de los Reyes Godos siempre me atrajo la figura de Wamba, que llegó al trono no porque lo ambicionara, sino porque ya anciano y retirado al sosiego del campo y dedicado al cultivo de sus tierras fue reclamado por la nobleza para ser coronado legítimo rey. Aprendí que Wamba fue considerado uno de los mejores reyes godos, y que gracias a su energía, a su talento militar y a la dura disciplina que implantó en el ejército, pudo evitar la descomposición de la monarquía goda y frustrar el primer intento de invasión árabe en Hispania.
Su advenimiento al trono, cumpliéndose lo acordado en el Concilio VIII de Toledo, se debió al veredicto del Aula Regia que lo reconoció como sucesor del rey, fallecido en el 672. Su coronación, sin embargo, estuvo precedida de toda una odisea. Empezó ésta cuando una doncella de la corte, natural de Buxarra, (hoy conocida como Pujerra, rodeada de monumentales castaños centenarios), quedó encinta por amores ilícitos, viniendo a dar a luz al mismo tiempo que una damisela de la nobleza. Temiendo la pujarreña que le arrebataran su hijo, decidió regresar a su pueblo llevándolo consigo. Cuenta la leyenda que, en la precipitación de la fuga, confundió los hatillos que arropaban a los recién nacidos y huyó no con su vástago sino con el de la noble dama.
Deshecho, tras luengos años, el error por la matrona que asistió a ambas parturientas, una embajada regia se apostó en el pueblo serrano, pero sus escasos y temerosos habitantes rehuyeron las inquisidoras pesquisas de la milicia. Fortuitamente, se vino a dar, en un apartado rincón montuoso con una mujer que vivía con su joven hijo al cual llamó por su nombre, Wamba, ocupado en abrir grandes surcos en tierras de labor merced a unos bueyes a los cuales dirigía con mucha maña. No les cupo duda de que estaban ante el sucesor legítimo de Recesvinto.
A grandes rasgos, la historia coincide con la leyenda en torno a la vida del noble godo, aunque difieren en su edad en el momento de ser requerido para ocupar el trono. Históricamente, fue obligado a enarbolar el cetro, amenazado por el acero de una espada; pero se silencia, no obstante el hecho de que el joven cuando fue reclamado como rey dijo que sólo lo sería si del cayado que sostenía y con el que guiaba la yunta de bueyes, floreciera. El relato tradicional argumenta que la vara de chopo floreció en efecto, así que se vio obligado a cumplir con la demanda.
No retornó jamás Wamba a su predio de Pujerra. Fue destronado tras ocho años de reinado. Dicen que el noble Ervigio, que aspiraba a ocupar su lugar, le dio un narcótico, le cortó el cabello, le vistió de monje y le colocó en un ataúd. Al despertar, se retiró a un monasterio, renunciando a la corona. Una novelesca vida la del rey pujarreño que sigue esperando que alguien le imprima color y forma.
No obstante lo que si salta a la vista es el trazado morisco de su intrincado casco urbano encaramos a la ladera del castañar. 
Cuentan las lenguas antiguas que el nacimiento del pueblo tuvo lugar en el siglo segundo, por las inscripciones que figuran en algunas de las fachadas de sus casas, en las que se ven incrustados unos ladrillos con el monograma Cristo, compuesto por las letras griegas de las iníciales del nombre Yesous Christos, que eran las que marcaban las sepulturas de los cristianos en esa época.
Siglos más tarde, Pujerra también sufrió los acontecimientos provocados por la rebelión de los moriscos a causa del incumplimiento de las promesas que le fueron hechas por sucesivos reyes españoles tras el final de la guerra entre árabes y cristianos.
En el archivo municipal existen documentos de los siglos XVI, XVII y XVIII que aportan datos sobre lo que afectó a la villa la situaciones de conflictos creada entre la población morisca y los cristianos viejos, relacionados con las expulsiones y los nuevos asentamientos.
Urbanísticamente se puede decir que hay dos Pujerras: la vieja, con fuertes pendientes de hasta el 45 por cien; y la nueva, en torno a una carretera que circunvala el pueblo por su parte alta. La primera se conserva tal y como siempre fue. La segunda traslada los modelos arquitectónicos más modernos, aprovechando más el suelo (tres o cuatro plantas) en perjuicio de la estética rural. Es por ello que la primera es la que ofrece más atractivos al visitante, y es la zona a partir de la iglesia del Espíritu Santo, edificio con armadura mudéjar, que abre paso a una de las plazas más coquetas del Havaral o Alto Genal, cerca de esta plaza nos encontramos con una estatua (medio cuerpo) dedicada al Rey Wamba, que hace pocos años, saludaba al visitante con un rollo de pergamino en la mano, hoy desaparecido por "algún descerebrado" que en esta España nuestra son legión. Las calles que descienden al valle son estrechas, quebradizas y están empedradas. Las casas, de mampostería con teja árabe, son de una o dos plantas. En algunas de ellas, como antes decíamos, encontramos, en la fachada, incrustadas las iniciales de Yesous Christos.
La proximidad a la Costa favorece las posibilidades de trabajo pero sin perder el contacto directo con los sentimientos nativos de este pueblo del Genal. De todos modos el sistema de vida es complejo ya que tan sólo el 28% de su territorio es productivo, dedicado al cultivo (apenas 97 hectáreas) y unas 610 hectáreas son de masa forestal. El resto es improductivo. La ganadería tampoco es relevante con apenas unas 300 cabezas de caprino deambulando por Sierra Bermeja.

Tramo 3, Pujerra (780 m)- Júzcar (645 m)
Distancia: 4,5 km
Desnivel: 280 m (de descenso) y 145 m (de ascenso)
Punto más bajo: Puente sobre el río Genal (500 m)
Punto más alto: Pujerra (780 m).
Dificultad (por tramo): Media
Track de referencia:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pujerra-juzcar-16359809
Nuestro amigo Jorge nos tenía preparado un espectacular final de ruta con la versión extendida que va de Pujerra a Júzcar, pasando cerca de la antigua fábrica de Ojalata y vadeando más tarde el río Genal, sin embargo, el primer vado de la jornada, el del Arroyo de Los Granaos, ya iba lo suficientemente crecido para hacernos una idea de cómo bajaría el río Genal, por lo que activamos el Plan B, recurriendo al tradicional sendero PR.A-225.

El PR.A225 Pujerra-Júzcar, a apenas llega a los 5 km, pero antes quisimos adornarnos haciendo una breve incursión por el mágico "Camino de las Viñas" rincón mágico de la localidad de Pujerra, que tiene su punto de partida en las proximidades del cementerio de Pujerra, retornando poco después hasta la misma localidad, cuyas angostas callejuelas recorrimos hasta llegar al Mirador del Castañar, uno de esos lugares privilegiados donde mi amigo del Alma y Gran Maestro Valentín García Vioque "El Rey de la Montaña" nunca se cansaba de elogiar la belleza del paisaje y lo privilegiado que éramos de poderlos disfrutar, que no había mayor terapia para cuerpo, mente y alma que una buena ruta de senderismo:

Van Valentín, amigo grande, insigne,
ya amigo bueno, van para seis años,
los caminos de la vida, de quienes 
tuvimos el privilegio de caminar junto a tí,
se van separando, pero te seguimos recordando.
Van ya seis años y no te olvidamos.
Te queremos amigo. A sangre y fuego
va tu memoria sobre nuestros labios.

El otoño se viste de amarillo,
grises y lluvia por el castañar.
Tú vas unido hermano siempre en vilo,
sobre nuestra conciencia, Eternidad.

Al verte por la ruta de Igualeja,
que a Parauta seguías con pie firme,
me parece mentira tu caida, el suelo 
pedregoso, que en Cazorla vió tu derrumbe. 

¿Dónde fuiste a parar?, ¡explorador,
Rey de las rutas, Séneca del bosque!.
¿A dónde ha ido a parar tu corazón?,
¿Por qué llanuras andas, por qué montes?.

Ya tu duelo ha mermado en mi garganta,
ya te escribo sereno, dulce y firme.
Recuerdo tu voz sabia, tus consejos,
en la brisa tenue por los árboles. 

¿De dónde sacabas tanto arrojo?
Fuerza y coraje, vueltos en ternura?,
ternura de aquel niño que tú eras,
grande y chiquito, vueltos en un todo.

Mi amigo Juani, me pide que te verse,
en unos pocos trazos torpemente,
¿Qué mas decir de tí, joven hermano?,
¿Qué más, Ulises de los prados?. 

Eras el pionero de las cumbres,
eras la luminaria del sendero,
eras el prócer de ríos y arroyelos,
eras niño-grande, de alma errante.

El duelo ya pasó, tú no querías llantos,
tu sueño azul va por los riachuelos,
por los bosques, los montes y los prados.
Arrullando tu silueta en el roquedo,
canta mi verso, como canta el pájaro.

Valentín García Vioque, guía de montaña,
en esta travesía del Genal,
tus amigos van gemelos con tu alma,
tus amigos recordando tus hazañas,
tu coraje, tu estoicismo, tu bondad.

Carlitos Torres Pastor "El Poeta de las cumbres"
Después de hacernos la típica foto de grupo, y recordando a Valentín, en cuyo honor colocamos una placa "ya casi despintada" bajo el tejado de una vieja casa cercana, protegida actualmente por un zarzal, iniciamos el descenso por una empinada rampa que en sus primeros compases está hormigonada con el riego que conllevaba en aquella jornada en la que había llovido bastante durante la noche y que durante el día nos respetó, reduciéndose a pequeños chaparrones intermitentes de escasa duración.
A los castaños que comienzan a desaparecer conforme vamos descendiendo, se le alternan frutales como nísperos, alguna higuera, algunos cítricos y hasta algún olivo y almendro, pero conforme nos vamos alejando de Pujerra, descendiendo hacia el fondo del Valle nos adentramos en el típico bosque mediterráneo de encinas, alcornoques yalgarrobos, algunas bolitas rojas por el camino, delatan la presencia de madroños, el último tramo de descenso, nuestro sendero se cruza en un par de ocasiones con la carretera que  conecta Pujerra con Júzcar, antes de finalizar este pronunciado tramo de descenso el rugido procedente del crecido cauce del Genal, nos confirmaba que habíamos hecho muy bien en evitar el primer plan previsto, que consistía en vadear el Genal, en aquella jornada, literalmente imposible sin que el agua nos hubiera llegado como mínimo hasta los cataplines y mas allá.
Impresionaba ver la cantidad de troncos que había arrastrado la corriente pocas semanas antes, concretamente aquel fatídico fin de semana en el que en la noche del sábado al domingo se produjeron unas lluvias tremendas entre Grazalema, Campillos y Ardales, y que tantos daños causaron, como aún podíamos comprobar en numerosos caminos y senderos que habían quedado dañados o casi cuarteados por enormes cárcavas. En la travesía Otoñal que realizamos en Noviembre 2014, al pasar por aquí, procedentes de Cartajima, nos detuvimos a explorar las ruinas de los cercanos molinos harineros del Molino del Puente, el Molino de Enrique o el Molino de la Maquina, pero las recientes crecidas del Genal hacía imposible el acceso.
Una vez que acabamos de recrearnos con el tremendo caudal que presentaba el Genal aquella jornada, cruzamos el puente que hoy sustituye al antiguo "Vado Capilla" e iniciamos la ascensión por la carretera que en algo mas de 2,5 km ya nos llevaría sin margen de error hasta Júzcar, dejando a nuestra izquierda: el Huerto Capilla, el lugar donde el Arroyo de los Majales que nace cerca de Los Riscos y que pasa muy cerca de Júzcar, entrega sus aguas al Genal, así como bonitas vistas de lejanos caseríos blancos como el de Las Zahurdillas, por encima del Moclón y algunas lomas pertenecientes ya a Sierra Bermeja al sur. Mientras íbamos ganando altura por la carretera, corrimientos de tierra y graba, que la invadían parcialmente, ayudaban a hacernos una idea de las tremendas lluvias que cayeron en la Serranía a finales de Octubre de 2018. Echando la vista atrás destacaba la silueta de Pujerra encaramada a su ladera.
Llegando al pueblo de Júzcar al color amarillo de los castaños y el rojo del zumaque, se unía el azul-celeste de sus casas, como contrapunto al predominante verde oscuro de los bosques de encina y alcornoques de su entorno, llegando así al final de esta travesía otoñal 2018, que con tanto cariño y esmero nos preparó, nuestro ínclito amigo: Jorge Castrillo Orellana "El Titán del Guadalevín", al que siempre le estaremos agradecidos por una jornada tan inolvidable para todos los que tuvimos el privilegio de participar en ella y por haber tenido la valentía de mantenerla, a pesar de las predicciones de lluvia, que afortunadamente, quedaron en mucho menos de los que algunos esperaban.

Pinceladas de Júzcar "la aldea azul":
Parece ser que Júzcar ya estuvo poblado con anterioridad a la época árabe. Tras la conquista cristiana los asentamientos que existían dispersos por la zona se despoblaron totalmente y se reunieron en el lugar actual, en donde se levantó la iglesia parroquial en el año 1505. Como era habitual, en torno a ella, surgió la organización urbana.
Con el paso del tiempo, esta localidad tomó gran importancia en la comarca, a juzgar por los numerosos poblados que caían bajo su jurisdicción, entre los que se hallaban, según Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España (1845 a 1850), Faraján y los anejos de Alcapana, Capanza, Moclón, La Fábrica y Los Molinos.
Sin embargo, al igual que los demás pueblos de la zona, Júzcar se vio muy perjudicada por la expulsión de los moriscos y las consiguientes repoblaciones, en las cuales encontramos las raíces de la población actual.
La accidentada orografía sobre la que se asienta Júzcar aporta como novedad la relativa diseminación urbana que, por lo demás, es caprichosa en su trazado  irregular, típica herencia de la época morisca.
Júzcar presenta una cierta similitud con las vecinas localidades de Faraján y Alpandeire, características no sólo territoriales sino también sociológicas; y es que, los tres viven prácticamente situados a la misma altura del mar (600 msnm). Pero aquí la masa forestal es algo menor al 40% del territorio, aunque los paisajes son casi idénticos a los que encontramos en los otros dos pueblos: castaños, pinos, encinas, quejigos y encinas, con un monte que ofrece la misma caza y un río Genal con idéntica pesca. Al margen del paisaje, los juzcareños viven, básicamente, del olivar y los castaños, aunque también van adquiriendo importancia las leguminosas, los cítricos y los cereales, sin olvidar los esporádicos trabajos forestales.

4 comentarios :

  1. No podíamos faltar a la ruta del Genal, homenaje a Valentín, Rey de la Montaña. Me viene a la memoria Sergio Ramos recordando a Antonio Puerta, o nuestro Iniesta de mi vida a su amigo Dani Jarque. También mi añorado primo Jose Antonio, que también nos dejó el mismo año que Valentín. No queremos darnos cuenta, o no sabemos, pero la vida es algo efímero, como la belleza de esta época en el Genal, paisaje de ensueño que tanto le gustaba a Valentín, y a ti de disfrutar con él. Orgulloso puede estar, donde quiera que esté, de tenerte como amigo, alumno aventajado del maestro Valentín. Muchas personas pasarán por nuestra vida, la real y la de internet... sin embargo, pocas serán las que dejen huella tan profunda como la que dejan los verdaderos amigos o familiares. Disfrutemos de lo efímero, lo mejor que podamos, honrando a los nuestros, presentes y pasados. Tu amigo y escudero, Antonio F. Gallego.

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    1. Querido amigo Antonio: Has conseguido emocionarme. Sabias y sentidas palabras de un gran amigo

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  2. Juan I.
    A la cámara de Google Maps se le escaparían detalles de la ruta que describes a la perfección en todas las dimensiones, pero además, le añades un valor histórico, cultural, paisajistico y emocional, que nos ayuda a comprender un poco más la grandeza de la ruta que nos preparó Jorge y al mismo tiempo permite a cualquier lector disfrutar un poco de semejante experiencia.
    Supiste recoger bien las hierbas que te fue entregando tu MAESTRO y seguro que estará muy orgulloso de ti.

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  3. Muchísimas gracias por tus generosas y elogiosas palabras. Un lujo y un placer siempre compartir rutas tan maravillosas con Mercedes y contigo.

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