Esta es la historia de un viaje largamente esperado por dos grandes amigos unidos por la pasión de viajar y descubrir nuevos lugares, nuevos paisajes, gente nueva, una cultura diferente. Porque no hay en esta vida mejor inversión y nada tan enriquecedor como viajar, para saber valorar lo que tenemos en nuestra tierra y al mismo tiempo lo mucho que aún podemos mejorar. De esta tierra destacaría: la honradez y la honestidad de sus gentes, la explotación de los recursos y su desarrollo industrial sin dañar el medio ambiente, su pasión por del deporte, la fuerza y perseverancia de sus gentes, el respeto a las costumbres mas tradicionales y la valentía de innovar sin miedo y sobre todo, la solidaridad entre ellos y el orgullo a la hora de defender su tierra a capa y espada. Si bien, no estamos de acuerdo para nada en plantearlo como la reivindicación de la nación independiente (que jamás ha sido).
La reciente paternidad por partida doble del “Serpa Carmona” en los últimos tiempos y sus múltiples compromisos profesionales hacían presagiar que aún se alargaría mas en el tiempo nuestro plan. Sin embargo, en un alarde de "querer es poder" y de que cuando verdaderamente se tiene interés por algo, eres capaz de mover Roma con Santiago, aún con una gran mudanza y reformas en ciernes, allá se

Día 1, martes 18 de septiembre de 2007
Del desayuno en calle Génova al Templo de San Ignacio de Loyola y La Antigua en el Valle del Urola, Guipúzcoa, en la Euskadi profunda.
La mañana comenzaba con una reunión que tenía Carmona con unos clientes en el centro de Madrid y casualmente antes de la misma terminamos desayunando junto a la sede de calle Genova, donde nos encontramos con Acebes hablando por el móvil. Una vez finalizada la reunión vuelta al hotel para recoger el coche. Corbata y chaqueta fuera, y rumbo a Euskadi por la N-1. Escuchando "Madrid en la Onda" pasamos junto a las faraónicas torres construidas en la antigua ciudad deportiva del Madrid. Y a buen ritmo fuimos pasando mojones kilométricos por el sinuoso trazado de la cada vez mas obsoleta N-1, maravillándonos

El caso es que poco después del almuerzo ya estábamos en Álava-Araba, circunvalando su capital: Vitoria-Gasteiz, primero por el oeste y después por el norte, hasta tomar el desvío que va de Beasaín a Zumárraga, de golpe pasamos de la autovía a una comarcal por la que entramos de lleno en un paisaje de montañas: repletas de bosques, pasando junto a los embalses de Arriarango e Ibadeier, perfectamente integrados en el paisaje de tal manera que casi

Una vez admirada su espectacular fachada y habiéndonos recreado en tan magnifica obra arquitectónica con un precioso conjunto escultórico de estatuas y relieves, entramos en la “Casa Museo de San Ignacio” que fue determinante como referencia para la ubicación del templo, hasta tal punto que se visita como un anexo del mismo aunque con entrada independiente, 2 € por persona, que merecen la pena pagar para visitar esta peculiar vivienda a modo de torre cuadrangular propia de los señores feudales de la época y es que no hay que olvidar que San Ignacio pertenecía a una de las familias mas acaudaladas de la zona. Lejos de resultar una visita aburrida como hemos
San Ignacio de Loyola (1491-1556)

"Por sus frutos los conoceréis", dijo el Señor. Ignacio dejó, entre otras, dos grandes realidades: la Compañía de Jesús y el librito de los Ejercicios Espirituales.
Su vida transcurre en una encrucijada de la historia, el paso de la edad Media a la Moderna. Hechos tan significativos como la conquista de Granada, el descubrimiento de América, el reinado e imperio de Carlos V, la escisión luterana, el Concilio de Trento ... generan un nuevo concepto de humanidad y de universalidad.Los nuevos tiempos plantean la cuestión sobre el sentido de la vida, e Ignacio va a aportar honestamente su descubrimiento: Dios se comunica con la persona que le busca, y le muestra el camino por el que mejor le puede servir. A partir de esta convicción, dedicó su vida a buscar y cumplir el amable querer de Dios. No sólo esto: iniciará a otros en esta búsqueda.
Juventud, formación y aventura
Fue el menor de trece hermanos de una familia vasca acomodada e influyente. Los Loyola son patronos de la parroquia de Azpeitia (Guipúzcoa). Su madre muere al poco tiempo. Su padre lo confía, desde los siete años,
A los 26 años, lucha al lado de su señor enfrentado al Cardenal Cisneros, regente de Carlos I, para conservar el señorío de unas villas castellanas y rescatarlas del dominio de Germana de Fois, a quien el propio Carlos I las había donado injustamente. La derrota y muerte de Velázquez de Cuéllar le deja sin sueldo ni beneficio.
Al servicio del Duque de Nájera, Virrey de Navarra, y en la brava defensa de Pamplona contra los franceses, cae gravemente herido en las piernas por una bala de cañón (1521). Paradójicamente, va
Pero en el tiempo que nos ocupa, se describe a sí mismo como muy laxo en la moral, en cosa de juegos y de mujeres, aunque ferviente en la fe. Era vanidoso, desgarrado y soñador. Tenía que despertar.
Para ampliar esta bibiografía podéis entrar en: http://www.terra.es/personal/angerod/ignacio.htm
Posteriormente la visita al interior del templo,
Antes de abandonar la localidad de Loyola hicimos un breve itinerario por otros templos cercanos así como por algunos colegios mayores.
De allí partimos sin mas demora hacia Zumarraga para visitar el templo de “la Antigua”, pasando por Azkoitia donde ya nos encontramos con las primeras pancartas colgando de los balcones con el lema: “Euskal Preso Eta Iheslariak, Etxera !!” (unas pidiendo la libertad para los presos de ETA y otras mas moderadas pidiendo su traslado a carceles del Pais Vasco). Por otra parte cabe destacar el predominio del paisaje montañoso, totalmente poblado de frondosos bosques de pinos, robles, hayas, castaños y otras especies que transmitían la sensación de ir por un manto verde, ya que a pesar de la abundancia de polígonos industriales en determinados lugares de los distintos valles que fuimos atravesando a lo largo de aquella semana, la gran mayoría de las fábricas se encuentran
perfectamente integradas en el paisaje y algunas de ella incluso están pintadas de verde y a penas se ven abominables chimeneas vomitando humo, algo digno de estudio para poner en práctica en el resto de comunidades autónomas.
Una vez en Zumárraga llegamos a “La Antigua” sin problemas, pero ya eran cerca de las ocho y con las últimas luces del día nos encontramos las puertas cerradas de lo que se considera la joya del románico en Guipuzkoa, aunque de austeras paredes y fachada y casi con un aspecto humilde y muy sobrio, dimos un paseo pudiendo disfrutar del encanto de su ubicación y de los preciosos paisajes que la rodean.
Era ya denoche cerrada cuando volvíamos a circunvalar Vitoria-Gasteiz para llegar hasta el Hotel “Altube” que se encuentra en la primera salida de la A-68 que nos lleva a Bilbao, inmediatamente después de pagar el primer peaje. Allí pasamos la noche muy cerquita de nuestro objetivo para el día siguiente: la subida al Gorbeaia.
Día 2, miércoles 19 de septiembre de 2007
Parkea Natura Gorbeia, ascensión al techo compartido de Álava y Bizkaia
A medio camino entre Vitoria-Gasteiz y Bilbao-Bilbo se encuentra este peculiar parque natural, cuya cumbre mas alta, el Gorbeia (1.482 m.), que no sólo le da nombre al parque, sino que además es el techo compartido entre las provincias de Áraba y Bizkaia, perteneciendo la vertiente sur ó soleada a la primera y la norte o umbría a la segunda.
Ese día desayunamos en Murgia (vertiente alavesa), desde donde se llega inmediatamente a Sarria y desde allí, siguiendo una carreterilla bastante llanita entre casas de piedra y fincas valladas, en cuestión de diez minutos llegamos a la amplia explanada con un amplio parking que nos sorprendió por el número de coches que allí se encontraban siendo día laborable, existiendo un área recreativa y la recientemente estrenada casa del parque con su oficina de información y centro de visitantes, donde nos dieron cumplida información no sólo del parque, sino de la ruta que queríamos hacer para ascender al Gorbeia por el río Bayas.

Se trata de un itinerario de montaña muchísimo mas fácil de lo que pensábamos en un principio, partiendo del centro de visitantes (a unos 750 m. sobre el nivel del mar). Se comienza a caminar en paralelo al río Baias que nos irá acompañando en la primera parte del recorrido, practicamente llana, por una pista muy bien asentada pasando poco después junto a unas pozas excelentes, que deberían ser la referencia principal para aquellos que vayan con intención de bañarse puesto que mas adelante no se encuentran ningunas mejores, al menos no se ven en aquelos puntos del camino por los que pasa la ruta.
El día era esplendido y caminábamos a buen ritmo
bajo un intenso cielo azul a veces llaneando y otras subiendo suaves pendientes. Y así fuimos cruzando los distintos puentes que nos encontramos en esta primera parte del recorrido junto al río y que son conocidos por este orden como: Blanco, Migas, Aldarro y Arkarai, hasta aquí, menos de una hora caminando entre robledales, hayedos, pinos y lo que nos parecieron enormes ejemplares de cipreses. Pasando también junto a tres grandes pilas de troncos preparados para su transporte en distintos puntos del camino. El ruidoso paso de un enorme camión remolcador en pleno parque natural fué la única nota chocante de la visita al parque, haciéndonos una idea de la importancia de la explotación maderera de la zona. Tanto a la ida como a la vuelta nos encontramos con muchas
personas cogiendo setas, cesta en mano, como si se tratara de una competición y es que como nos dirían al día siguiente en Oñati: “Coger setas es uno de los deportes nacionales en Euskadi”, de ahí que nos encontrásemos tantos coches cuando llegamos al parking.
Hasta que llegamos al lugar conocido como Arlobi, donde las aguas de los arroyo “Larreakorta” que llega por el este, se unen con las del arroyo Padrobaso que viene por el norte, para formar el río Baias cuyo teórico nacimiento tenemos ante nosotros, pudiendo contemplar una casita que se encuentra al otro lado del río. Conviene estar atento porque nos encontramos ante un cruce de caminos que aunque está señalizado puede prestarse a confusión, ya que hace referencia a hitos intermedios del itinerario y no a nuestro destino final. Para salir de dudas le intentamos preguntar a un curioso
personaje que bajaba corriendo a estilo cavernicola por la pista donde horas mas tarde haríamos el descenso, pero no nos hizo ni puto caso. Aun así con el mapa del parque desplegado comprobamos que llegados a este punto donde ya acaba el tramo llano, tenemos tres opciones:
a) Continuar por el camino que sigue paralelo al río “Padrabaso”, para mas tarde subir al Burbona (935 m.) que tenemos a nuestra izquierda, es decir al oeste y una vez arriba, regresar por el cordal dirección sur hasta el collaco de Lekandai, desde donde se baja sin dificultad al centro de visitantes donde iniciamos la ruta, también conocido como “La central” por la antigua central electrica que se encontraba en sus proximidades.
b) A la derecha, direción este parte una pista forestal, que lleva sin perdida hasta la cumbre del Gorbeia. (Ésta fue la opción que escogimos para bajar).

c) Al poco de empezar por la mencionada pista, nos desviamos a la izquierda atravesando el puente de Arkarai, que cruza las aguas del arroyo “Larreakorta” pasando junto a una mini presa a modo de escalón hormigonado, antes de unirse al “Padrobaso” para formar el río Baias, en el lugar conocido como “Arlobi” que acabamos de dejar atrás. (Ésta fue la opción que escogimos para subir).
Una vez que cruzamos el arroyo Larreakorta (opción “C”) empezamos ganar altura rápidamente
subiendo por el cordal oeste de un cerrito redondeado, que tenía un mar de helechos por su cara norte y un tupido bosquete de hayas y robles por la vertiente sur, a nuestra derecha, una vez que llegamos arriba nos encontramos con los carteles que nos señalaban “El Caserío de Albizkorta” (a 800 m. de distancia unos 15 minutos) y la “cumbre del Gorbeia” (1.482 m.), a 3,7 km. con una estimación de hora y media. Desde este punto, ya adivinábamos en lontananza hacia el nordeste, un gran cerro tan redondeado y dócil que apenas se adivinaba una mínima parte de la gran cruz de hierro, de 18 m. de altura que corona su cumbre.
En este punto de señalización la senda vuelve a convertirse en pista forestal y en menos de 15
minutos llegamos al “Caserío de Albizkorta” que queda a la derecha del camino, situado en un pradito llano, poco después volviendo a ganar altura suavemente por la redondeada loma, dejamos a la derecha la “Cabaña de Gorostiano” última edificación que nos encontramos antes de llegar a la cumbre, cuya cumbre todavía no vemos por lo redondeado de la loma, lo que si vamos viendo es un gran número de escarabajos que intentamos esquivar para no aplastarlos. A nuestra espalda va quedando el Valle del río Baias por donde habíamos llegado y gran parte de nuestro camino de subida con bastantes zonas boscosas a nuestro alrededor, excepto por el tramo de loma por la que vamos subiendo y que a buen seguro fue pasto de los incendios, habiéndose formado una gran
pradera, donde predomina el brezo pone la nota de color con sus variantes de violetas y morados.
Tal y como vamos subiendo, siempre en línea recta, podemos contemplar a nuestra izquierda (norte), ya en suelo vizcaíno, las cumbres calizas del Ipergorta y Lekanda, que contrastan enormemente con el perfil del Gorbeia, cuya forma redondeada se debe a los sustratos silicios que predominan en la vertiente alavesa, mientras que la vizcaina es mas caliza y por lo tanto de paredes mucho mas agrestes y verticales. Antes de darnos cuenta ya estamos caminando entra ovejas, vacas y caballos en la redondeada pradera coronada por la mítica cruz de hierro de 18 m. de altura, situada a pocos metros del punto geodésico que no debe
faltar en ninguna cumbre, así como una figurita de hierro de la “Virgen ¿de las Nieves?”, una mesa circular de hormigón, con un magnífica rosa de los vientos de cerámica sobre su superficie indicándonos todos y cada uno de los hitos que se pueden contempar desde la cumbre 360º a la redonda y una preciosa casita metálica, apoyada sobre un pequeño poste, hecha por una ekastola. Lo cual nos confirma no sólo hasta que punto es una de las cumbres mas visitadas de Euskadi, sino hasta que punto predomina la ética y el civismo de sus habitantes, frente a la barbarie de la minoría que todos conocemos. Estoy seguro de que si alguna vez se colocaran estos hitos en cualquiera de nuestras cumbres emblemáticas (aquí en Andalucía), durarían menos que un caramelo en la
puerta de un colegio. Otro detalle a tener en cuenta a lo largo del recorrido fue la ausencia casi total de restos de basura, envases, etc…
Aprovechando la suave brisa que corría sobre la cumbre bajo aquel cielo azul radiante y las maravillosas vistas que teníamos 360º alrededor. Almorzamos sentados en el punto geodésico una vez finalizada la pertinente sesión de fotos.
Hay cumbres que por su afilado perfil sólo le permiten al senderista un único camino tanto en la subida como en a bajada, pero en las cumbres redondeadas siempre existen
varias alternativas. Si bien habíamos ascendido por la cara suroeste, teníamos previsto realizar el descenso por un camino que comienza unos 300 mas allá de la pradera que circunda toda la cumbre en dirección surdeste, es decir en dirección al “Pantano de Urrunagako”, sin embargo, como la idea era aprovechar el tiempo al máximo mientras quedaran horas de luz, decidimos atajar rectos dirección sur para enlazar con el camino ya mucho mas avanzado a la altura de una curva que este describía en la distancia. El terreno era dócil y descendimos sin dificultad, pero antes de darnos cuenta, comenzamos a sumergirnos en un mar de helechos de una altura cada vez mas considerable. Pero con la tranquilidad de saber que íbamos en la dirección correcta y manteniendo el contacto visual con el camino de ida, fuimos avanzando paralelo al mismo a unos 500 m. de distancia, entre la maraña de helechos y otros arbustos esperando el salto, o la carrera espontánea de algún conejo ó jabalí o incluso el vuelo de una perdiz
asustada. Pero sin sobresaltos, llegamos a un tupido bosque de hayas bajo el que caminábamos de maravilla, ya que esta peculiar especie de árbol no deja crecer absolutamente nada a sus pies y sus altas ramas nos permiten caminar sin dificultad en un ambiente fresco y sombrío que se agradece bastante en una larga caminata y así fuimos descendiendo, siempre en dirección sur, suroeste hasta que volvimos a salir a otro mar de helechos, pero esta vez con el camino, a "unos dos estadios" (como diría Don Valerio M. Manfredi). Sin embargo, mientras mas nos íbamos acercando mayor resistencia ofrecían las ramas y los fuertes troncos de los matorrales, llegó un momento que ya íbamos caminando sobre las ramas sin poner los pies en tierra firme, en plena lucha con la maraña de matorral, nos vimos sorprendidos por un ciervo macho de impresionante cornamenta que con con gran elegancia y a
saltos perfectamente sincronizados, se abrió paso de forma majestuosa hasta perderse por otro cercano bosque de hayas, mientras nos llegaban los ecos cada vez mas cercanos de otras berreas. Hasta que por fin llegamos a la pista que deberíamos haber cogido desde el inicio, situado a unos 400 m. al sureste de la cumbre del Gorbeia.
Una vez que llegamos a la pista, todo fue coser y cantar con un suave descenso entre magníficos bosques de hayas y robles, vadeando un arroyo tribuario del “Larreakorta” y este mismo arroyo algo mas adelante, disfrutando de espectaculares zonas de umbría formadas por auténticos túneles de vegetación cuya oscuridad contrastaba enormemente con las zonas bañadas por el sol en los claros del bosque. Poco después de pasar junto
a unas vacas llegamos al lugar de Arlobi, por esta pista que ya bautizamos como “La Senda del Troglodita”, desde donde ya sólo nos quedaba desandar el mismo tramo llano que habíamos realizado por la mañana hasta el centro de visitantes, también conocido como “La Central”.
Y de allí nos fuimos a Oñati “La Toledo de Euskadi” ,en pleno corazón de Guipúzcoa ( a la derecha imagen de la antigua sede de su Universidad). Se trata de una localidad con mucho encanto donde pasamos la noche, situada a escasos kilómetros del espectacular “Santuario de Arantzazu” patrona de Guipúzcoa y pórtico occidental del Parque Natural de Aizkorri, donde se encuentra el techo de Euskadi, nuestro objetivo para el día siguiente.
Día 3, jueves 20 de septiembre de 2007
Ascensión al Aizkorri (1.528 m.) y al Aitxurri (1.551 m.), techo de Guipúzcoa y Euskadi desde el Santuario de Arantzazu (Natura Parkea Aizkorri).
Una vez en Zumárraga llegamos a “La Antigua” sin problemas, pero ya eran cerca de las ocho y con las últimas luces del día nos encontramos las puertas cerradas de lo que se considera la joya del románico en Guipuzkoa, aunque de austeras paredes y fachada y casi con un aspecto humilde y muy sobrio, dimos un paseo pudiendo disfrutar del encanto de su ubicación y de los preciosos paisajes que la rodean.
Era ya denoche cerrada cuando volvíamos a circunvalar Vitoria-Gasteiz para llegar hasta el Hotel “Altube” que se encuentra en la primera salida de la A-68 que nos lleva a Bilbao, inmediatamente después de pagar el primer peaje. Allí pasamos la noche muy cerquita de nuestro objetivo para el día siguiente: la subida al Gorbeaia.

Parkea Natura Gorbeia, ascensión al techo compartido de Álava y Bizkaia
A medio camino entre Vitoria-Gasteiz y Bilbao-Bilbo se encuentra este peculiar parque natural, cuya cumbre mas alta, el Gorbeia (1.482 m.), que no sólo le da nombre al parque, sino que además es el techo compartido entre las provincias de Áraba y Bizkaia, perteneciendo la vertiente sur ó soleada a la primera y la norte o umbría a la segunda.
Ese día desayunamos en Murgia (vertiente alavesa), desde donde se llega inmediatamente a Sarria y desde allí, siguiendo una carreterilla bastante llanita entre casas de piedra y fincas valladas, en cuestión de diez minutos llegamos a la amplia explanada con un amplio parking que nos sorprendió por el número de coches que allí se encontraban siendo día laborable, existiendo un área recreativa y la recientemente estrenada casa del parque con su oficina de información y centro de visitantes, donde nos dieron cumplida información no sólo del parque, sino de la ruta que queríamos hacer para ascender al Gorbeia por el río Bayas.
Se trata de un itinerario de montaña muchísimo mas fácil de lo que pensábamos en un principio, partiendo del centro de visitantes (a unos 750 m. sobre el nivel del mar). Se comienza a caminar en paralelo al río Baias que nos irá acompañando en la primera parte del recorrido, practicamente llana, por una pista muy bien asentada pasando poco después junto a unas pozas excelentes, que deberían ser la referencia principal para aquellos que vayan con intención de bañarse puesto que mas adelante no se encuentran ningunas mejores, al menos no se ven en aquelos puntos del camino por los que pasa la ruta.
El día era esplendido y caminábamos a buen ritmo

Hasta que llegamos al lugar conocido como Arlobi, donde las aguas de los arroyo “Larreakorta” que llega por el este, se unen con las del arroyo Padrobaso que viene por el norte, para formar el río Baias cuyo teórico nacimiento tenemos ante nosotros, pudiendo contemplar una casita que se encuentra al otro lado del río. Conviene estar atento porque nos encontramos ante un cruce de caminos que aunque está señalizado puede prestarse a confusión, ya que hace referencia a hitos intermedios del itinerario y no a nuestro destino final. Para salir de dudas le intentamos preguntar a un curioso

a) Continuar por el camino que sigue paralelo al río “Padrabaso”, para mas tarde subir al Burbona (935 m.) que tenemos a nuestra izquierda, es decir al oeste y una vez arriba, regresar por el cordal dirección sur hasta el collaco de Lekandai, desde donde se baja sin dificultad al centro de visitantes donde iniciamos la ruta, también conocido como “La central” por la antigua central electrica que se encontraba en sus proximidades.
b) A la derecha, direción este parte una pista forestal, que lleva sin perdida hasta la cumbre del Gorbeia. (Ésta fue la opción que escogimos para bajar).
c) Al poco de empezar por la mencionada pista, nos desviamos a la izquierda atravesando el puente de Arkarai, que cruza las aguas del arroyo “Larreakorta” pasando junto a una mini presa a modo de escalón hormigonado, antes de unirse al “Padrobaso” para formar el río Baias, en el lugar conocido como “Arlobi” que acabamos de dejar atrás. (Ésta fue la opción que escogimos para subir).
Una vez que cruzamos el arroyo Larreakorta (opción “C”) empezamos ganar altura rápidamente
En este punto de señalización la senda vuelve a convertirse en pista forestal y en menos de 15
Tal y como vamos subiendo, siempre en línea recta, podemos contemplar a nuestra izquierda (norte), ya en suelo vizcaíno, las cumbres calizas del Ipergorta y Lekanda, que contrastan enormemente con el perfil del Gorbeia, cuya forma redondeada se debe a los sustratos silicios que predominan en la vertiente alavesa, mientras que la vizcaina es mas caliza y por lo tanto de paredes mucho mas agrestes y verticales. Antes de darnos cuenta ya estamos caminando entra ovejas, vacas y caballos en la redondeada pradera coronada por la mítica cruz de hierro de 18 m. de altura, situada a pocos metros del punto geodésico que no debe
Aprovechando la suave brisa que corría sobre la cumbre bajo aquel cielo azul radiante y las maravillosas vistas que teníamos 360º alrededor. Almorzamos sentados en el punto geodésico una vez finalizada la pertinente sesión de fotos.
Hay cumbres que por su afilado perfil sólo le permiten al senderista un único camino tanto en la subida como en a bajada, pero en las cumbres redondeadas siempre existen

Una vez que llegamos a la pista, todo fue coser y cantar con un suave descenso entre magníficos bosques de hayas y robles, vadeando un arroyo tribuario del “Larreakorta” y este mismo arroyo algo mas adelante, disfrutando de espectaculares zonas de umbría formadas por auténticos túneles de vegetación cuya oscuridad contrastaba enormemente con las zonas bañadas por el sol en los claros del bosque. Poco después de pasar junto

Y de allí nos fuimos a Oñati “La Toledo de Euskadi” ,en pleno corazón de Guipúzcoa ( a la derecha imagen de la antigua sede de su Universidad). Se trata de una localidad con mucho encanto donde pasamos la noche, situada a escasos kilómetros del espectacular “Santuario de Arantzazu” patrona de Guipúzcoa y pórtico occidental del Parque Natural de Aizkorri, donde se encuentra el techo de Euskadi, nuestro objetivo para el día siguiente.
Día 3, jueves 20 de septiembre de 2007
Ascensión al Aizkorri (1.528 m.) y al Aitxurri (1.551 m.), techo de Guipúzcoa y Euskadi desde el Santuario de Arantzazu (Natura Parkea Aizkorri).
El Santuario de Aránzazu se encuentra dentro del término municipal de Oñati en Guipuzkoa, donde

El nombre del santuario, del lugar y de la Virgen hace referencia a la leyenda de su aparición. En sí, la palabra arántzazu viene a significar ‘lugar de espinos’. De hecho, las tres torres que componen el conjunto, la del campanario, mas alta, alejada unos metros y las otras dos que enmarcan la fachada, están realizadas con bloques de piedra caliza tallados en punta de dimane en clara alusión al espino en el que, según cuenta la historia, apareció la imagen de la Virgen.
Una vez visitada el santuario, junto con la inevitable tienda de souvenir y la oficina de información nos ponemos en marcha por una pista asfaltada que parte del lateral del templo y se dirige toma la dirección este, hacia el sol del amanecer, disfrutando de la espectacular vista de una vista

A partir de la verja vamos ganando altura suavemente por una cómoda pista que se abre paso bajo
El collado está situado en un prado y en él comienza el suave descenso hacia la denominada “Campa de Urbía” a la que llegamos por un curioso caminito flanqueado por dos hileras de árboles como si se tratara de la entrada a una antigua mansión romana o a la calle de un cementerio. Mientras vamos caminando entre la fila de árboles podemos contemplar el contraste entre la verde hierba de la campa y las afiladas piedras calizas de las montañas que flanquean este espectacular valle conocido como la “Campa de Urbía” que teniendo en cuenta su altitud por encima de los mil cien metros, bien podría haberse formado a partir de los restos de un antiguo glaciar. Al poco de llegar a la campa el camino pasa junto a una pequeña ermita y un centenar de metros mas allá llegamos a un refugio
Tras la cerveza y los pinchos, salimos como nuevos del refugio y nos dirigimos al comienzo del camino que en dirección nordeste se abre paso por la preciosa pradera de la “Campa de Urbía” donde

Caminando entre las casitas encontramos encontramos fácilmente el comienzo de la subida hacia el Aizkorri,

Entre tanta roca caliza y pequeños praditos dispersos, la senda sigue subiendo en cerrados zig zags pasando junto a un gran árbol solitario cuya especie no recuerdo y que queda justo a la

Siempre subiendo entre calizas pero no mucho después del árbol solitario vamos a llegar a una curiosa veleta que tiene a un cazador apuntando con una escopeta en la cola y a un perro en lo que sería la flecha que indica la dirección del viento. Desde aquí podemos ver a escasa distancia ya de la parte final de la crestería un sobrio punto geodésico que marca una de las cumbres de la afilada crestería que estamos apunto de coronar, pero la senda la deja a un lado y continua avanzando en dirección este pasando por un pequeño prado hundido donde estaba pastando otro grupo de ovejas y desde donde ya podemos contemplar el punto geodésico que corona la cercana cumbre del
Mientras almorzábamos en la cumbre un viejete a modo de “versión masculina de Doña Rojelia” protagonizó la anécdota del día, subiendo a toda prisa, acompañado de tres perros pastores y con un cerradísimo acento vasco, nos preguntó si habíamos visto alguna fuente por allí, a lo que todos le respondimos entre el asombro y la carcajada reprimida que no, a lo que contestó: “Me cago en la ostia Patxi he subido aquí para nada” y comenzó a bajar tan rápido como había subido, mientras unos reíamos y otros alucinaban.
Las vistas desde allí arriba son sencillamente impresionantes: hacia el norte, al borde de la espeluznante pared vertical, teníamos a nuestros pies, Zegama y Oñati al noroeste pudiendo contemplar el cantábrico por encima de las
LLegando en poco mas de una hora al Santuario de Arantzazu para poner fin a esta ruta que a pesar de ser lineal es verdaderamente preciosa y espectacular. Sin duda alguna altamente recomendable para todos los amantes de la montaña, ya que aunque no se suba a la crestería, la visita a la Campa de Urbía bien merece el paseo, no ya sólo por la belleza del paisaje, sino por el gustazo de disfrutar de los pinchos o los platos calientes de la Herriko Taberna, y de su cerveza o su vino fresquito que te dejan como nuevo tras el primer tramo de subida. Por otra parte hay que tener en cuenta las posibilidades que nos ofrece la campa para enlazar con otras rutas PR. Y GR. que pasan por allí como la que nos lleva hasta la curiosa ermita de San Adrián ubicada en una cueva natural al otro extremo de la campa.
Curiosamente es tradición local subir el 31 de diciembre al Aitzgorri y el 1 de enero al Udalaitz.
Aquel día terminamos la jornada paseando por San Sebastián-Donostia, guiados por las manos expertas de Itziar y Ana que llevándonos desde la glamourosa alfombra roja del Teatro y el Hotel Maria Cristina, hasta el Pabellón donde se estaba celebrando el 55 Festival de cine de San Sebastian, el Kursaal, y de ahí para saciar nuestra curiosidad a la calle donde se encuentran las “Herriko Tabernas”, que se podrían describir como bares absolutamente pro-etarras, decorados con cuadros, banderas y pancartas reivindicativas de independencia y amnistía para los presos, así como venta de banderas, pancartas y camisetas para la
Visita a la Señorial San Sebastián-Donosti
Como todavía no habíamos desayunado cuando llegamos cuando llegamos a la Playa de La Concha, nos fuimos directos al caso viejo, es decir, dirección al ayuntamiento que se encuentra en el extremo oriental de la playa, al pie del monte Urgull. Pasando a continuación por el boulevar, que prácticamente es la antesala del casco viejo, situado en una especie de península donde se encuentran sus calles atestadas de bares con los famosos pinchos. Una vez que cargamos las pilas,
comenzamos el recorrido monumental por este orden:
Como todavía no habíamos desayunado cuando llegamos cuando llegamos a la Playa de La Concha, nos fuimos directos al caso viejo, es decir, dirección al ayuntamiento que se encuentra en el extremo oriental de la playa, al pie del monte Urgull. Pasando a continuación por el boulevar, que prácticamente es la antesala del casco viejo, situado en una especie de península donde se encuentran sus calles atestadas de bares con los famosos pinchos. Una vez que cargamos las pilas,
1º) Plaza de la Constitución, se trata de la típica plaza porticada a imagen y semejanza de otras plazas mayores de España, aunque en este caso de pequeñas dimensiones. Si observamos el edificio de su cara oeste, no es de extrañar que durante muchos años fuera el ayuntamiento de San Sebastián. En este espacio cuadrangular considerado epicentro de la ciudad tienen lugar importantes celebraciones cada año: desde la Tamborrada en enero o los Carnavales de febrero, como las manifestaciones política y antiguamente incluso las corridas de toros. 

2º) Iglesia de San Vicente, la mas antigua de la ciudad, construida en estilo gótico del s. XV, que en su día fue fortaleza defensiva. Si bien la fachada puede parecer algo sobria, su interior es muy interesante con grandes columnas, bóvedas nervadas, un elaborado retablo en el altar mayor y un cristo yacente que bien merece la pena visitar.
3º) Basílica de Santa María donde se encuentra la Virgen del Coro, patrona de Donosti, se trata de un hermoso templo barroco del siglo XVIII, construido sobre unas ruinas románicas. Tanto su fachada como su interior nos causaron una gran impresión en lo referente a la piedra labrada y a su decoración eminentemente barroca. Si bien la imaginería queda en un segundo plano a favor de las pinturas.
4º) Fachada del Palacio de San Telmo que nos encontramos cerrado
3º) Basílica de Santa María donde se encuentra la Virgen del Coro, patrona de Donosti, se trata de un hermoso templo barroco del siglo XVIII, construido sobre unas ruinas románicas. Tanto su fachada como su interior nos causaron una gran impresión en lo referente a la piedra labrada y a su decoración eminentemente barroca. Si bien la imaginería queda en un segundo plano a favor de las pinturas.
4º) Fachada del Palacio de San Telmo que nos encontramos cerrado

5º) La dócil Subida al Monte Urgull es muy suave y asequible, conforme vamos ganando altura con el puerto viejo a nuestros pies y la playa de la Concha al fondo, las vistas son cada vez mas bonitas dirección sur. Y hacia el oeste, la inconfundible silueta del Monte Igeldo con la isla de Santa Clara de por medio rodeadas por el intenso color azul de las aguas del Cantábrico, mientras nos recreábamos con las vistas desde los distintos balcones donde todavía se encuentran numerosas baterías de cañones que en numerosas ocasiones fueron imprescindibles para la defensa de la
ciudad, la última para intentar expulsar a los franceses tras la invasión napoleónica que tanto daño hizo a la ciudad, como pudimos comprobar minutos mas tarde en una interesante exposición sobre la historia de Guipúzcoa y San Sebastián-Donosti que se encuentra en el interior del Castillo de La Mota, sobre el que se encuentra ubicado el Sagrado Corazón que se puede contemplar desde numerosísimos puntos de la ciudad.

6º) Tras el almuerzo volvimos a recrearnos en las fachadas del Teatro y el hotel Mª Cristina por donde habíamos paseado la noche y donde una nube de periodistas esperaba con gran interés la salida de uno de los actores invitados al festival. De allí fuimos a ver la “Catedral del Buen Pastor”, un bonito templo en estilo neogótico que data de 1897, cuya única torre en forma de gran aguja, podemos observar desde gran distancia, especialmente a lo largo de la avenida que comunica al templo con el ayuntamiento. Desgraciadamente al igual que el Palacio de San Telmo por la mañana, nos la encontramos cerrada, razón de mas para recrearnos sin prisas en todos los detalles de su fachada y naves laterales.

Al pasar fresnte al Ayuntamiento, vimos una



º) Empezaba ya a caer la terde, cuando regresábamos a “La Concha” para continuar nuestro paseo por la orilla, mientras unos negros nubarrones se acercaban por poniente. Desde allí llamamos a nuestros amigos Payán y Victor para darle el pésame por la muerte de su tía y suegra respectivamente, después de que mi hermano Alberto nos confirmara la noticia.
9º) Una oportuna llamada de Itziar fue crucial para que nos recogiera con el coche y nos llevara a la cumbre del Monte Igeldo con su pequeño parque de atracciones de los setenta, su hotel, su torre, su faro y las espectaculares vistas del atardecer sobre la ciudad con la iluminación artística de las playas de la Concha y Ondarreta a nuestros pies, una auténtica imagen de postal digna de portada de “Nacional Geographic”,
“GEO” ó “Viajar” entre otras.
10º) Ya casi de noche bajamos al Real Club de Tenis de Ondarreta donde dejamos el coche para llegar caminando al Peine del Viento, (Eduardo Chillida), una de esas obras que llaman “arte moderno”, aunque en este caso: yo, que soy un pobre analfabeto, sólo veo un alicate retorcido porque yo el peine no lo veo por ninguna parte, lo que si se siente es el fuerte viento que azonta un Cantábrico cuyas olas rompen allí, como en ningún otro lugar del litoral donostierra. De hecho, cada vez que hay temporal en el Cantábrico una de las atracciones mas curiosas de la ciudad es acercarse allí para ver como llegan a romper olas de mas de 8 m. de altura. Todo un espectáculo.
10º) Finalizando la jornada con una espectacular
Cena cerca de Orio, a cuya localidad pertenece el
equipo de “Traineras” que figura como líder destacado de la Liga Cantábrica en la presente temporada.

10º) Ya casi de noche bajamos al Real Club de Tenis de Ondarreta donde dejamos el coche para llegar caminando al Peine del Viento, (Eduardo Chillida), una de esas obras que llaman “arte moderno”, aunque en este caso: yo, que soy un pobre analfabeto, sólo veo un alicate retorcido porque yo el peine no lo veo por ninguna parte, lo que si se siente es el fuerte viento que azonta un Cantábrico cuyas olas rompen allí, como en ningún otro lugar del litoral donostierra. De hecho, cada vez que hay temporal en el Cantábrico una de las atracciones mas curiosas de la ciudad es acercarse allí para ver como llegan a romper olas de mas de 8 m. de altura. Todo un espectáculo.
10º) Finalizando la jornada con una espectacular

equipo de “Traineras” que figura como líder destacado de la Liga Cantábrica en la presente temporada.
Día 5, sábado 22 de septiembre de 2007 
De San Juan de Gaztelugatxe (Bermeo) a San Sebastián-Donosti, por el litoral.
Llevaba lloviendo toda la mañana, el “txiri-miri” nos obligaba a tener los parabrisas en constante movimiento y cuando íbamos llegando al primer hito de nuestro recorrido, una densa niebla nos obligó a reducir aún mas la velocidad, por la sinuosa carretera que bordea el litoral vasco, comunicando entre sí todas las poblaciones costeras. Sin embargo, como por arte de magia, después de muchos kilómetros viajando entre las nubes, la niebla se disipó lo justo, como para que pudiéramos contemplar por primera vez las aguas del Cantábrico, justo ante el espectacular enclave donde se encuentra San Juan de Gaztelugatxe un imponente islote coronado por una hermita en su cumbre, a modo de península, unida a tierra firme, por un puente construido por las mismas rocas del mar. En uno de sus extremos el oleaje ha horadado una serie de túneles dándole mayor encanto a este genuino puente de rocas marinas. A unos 500 m. al este, nos llama la atención el islote de Aketze que se eleva sobre el mar a poca distancia de la orilla como un viejo monstruo marino sacado de una fábula o una ballena gigante a punto de encallar en la orilla.
Sin duda se trata del paraje natural mas visitado de todo el litoral vasco. Quiso el destino que aquella mañana nos lo encontráramos en su salsa, con un Cantábrico tempestuoso y grandes olas espumosas rompiendo sobre la base de los islotes y acantilados que rodean el lugar,
hacia el interior la acantilada costa estaba cubierta de nubes bajas que aportaban al paisaje un aire de misterio, incrementado por aquel cielo tenebroso, amenazante de tormenta, bajo el que comenzamos a caminar sobre su mágico puente sacudido por la fuerza de la tempestad, cruzando los dedos para que no fuera esta la ocasión en que volviera a romperse como ha ocurrido otras veces. Con la lluvia cayendo sobre nosotros y la fuerte brisa marina, que hacía llegar hasta nosotros, finísimas capas de agua marina procedentes de aquel mar embravecido, empezamos a subir los 237 escalones que nos llevan hasta la ermita de San Juan de Gaztelugatxe por un sinuoso recorrido, perfectamente flanqueado por un pequeño murete a ambos lados que nos protege en todo momento de algún posible golpe de viento.
Éste emblemático islote, junto con al cercano Cabo
Matxixako al este (punta mas septentrional del litoral vasco) era lo primero que divisaba la gente cuando regresaba de la mar, comenzando así a convertirse en un lugar mítico-religioso para el “arrantzale” (pescador). La campana de la ermita avisaba a los marineros cuando había tormenta y su interior -presidido por un Cristo- se fue llenado de exvotos en acción de gracias por haber escapado de algún naufragio. Así, San Juan, se convirtió en lugar de romería y milagros. De las rocas que lo rodean se cuentan mil leyendas y en las cuevas -bajo la ermita- la Inquisición encerraba a las gentes acusadas de brujería.
Aunque desde la zona de aparcamiento parece una dura subida, se hace muy llevadera, ya que sus rampas y escaleras son muy cómodas de transitar y la magia del lugar que nos rodea parece transmitirnos una energía que se sube sin darte cuenta. Al llegar arriba además de la ermita nos
encontramos con un refugio con chimenea. Según se cuenta, es tradición al subir la ermita, tocar la campana tres veces y pedir un deseo, cosa que por cierto no hicimos ninguno.
Como dato anecdótico frente a la entrada de la ermita existe un rudimentario aseo “unisex”, con un agujero en el suelo donde hay que “encestar” lo que se necesite desalojar, cayendo directamente al mar tras vertiginosa caida.
Una vez finalizada la visita iniciamos el retorno a San Sebastián por la sinuosa carretera de la costa pasando por Guernika, Ondárroa, algunos miradores, la famosa playa de Zarauz y una vez en San Sebastia-Donosti, inciamos nuestro paseo de despedida con las últimas luces del día, por el “Boulevar de los sueños rotos” San Sebastián con
las últimas luces del día, visitando algunos bares por la zona histórica de la ciudad y ¡como no! pasando una vez por delante del Kursaal, sede del 55 Festival de Cine de la ciudad, considerado por algunos la basílica de los nuevos usos y costumbres de la ciudad, donde la pleve se agolpaba tras las vallas que protegen el paso por la alfombra roja, a la espera de que, de un momento a otro, hiciera su aparición estelar: Richard Gere. Y con el buen sabor de boca que siempre te deja visitar esta ciudad señorial, poníamos fin a nuestro periplo de visitas a esta tierra que recomendamos visitar a todo el mundo.

De San Juan de Gaztelugatxe (Bermeo) a San Sebastián-Donosti, por el litoral.
Llevaba lloviendo toda la mañana, el “txiri-miri” nos obligaba a tener los parabrisas en constante movimiento y cuando íbamos llegando al primer hito de nuestro recorrido, una densa niebla nos obligó a reducir aún mas la velocidad, por la sinuosa carretera que bordea el litoral vasco, comunicando entre sí todas las poblaciones costeras. Sin embargo, como por arte de magia, después de muchos kilómetros viajando entre las nubes, la niebla se disipó lo justo, como para que pudiéramos contemplar por primera vez las aguas del Cantábrico, justo ante el espectacular enclave donde se encuentra San Juan de Gaztelugatxe un imponente islote coronado por una hermita en su cumbre, a modo de península, unida a tierra firme, por un puente construido por las mismas rocas del mar. En uno de sus extremos el oleaje ha horadado una serie de túneles dándole mayor encanto a este genuino puente de rocas marinas. A unos 500 m. al este, nos llama la atención el islote de Aketze que se eleva sobre el mar a poca distancia de la orilla como un viejo monstruo marino sacado de una fábula o una ballena gigante a punto de encallar en la orilla.
Sin duda se trata del paraje natural mas visitado de todo el litoral vasco. Quiso el destino que aquella mañana nos lo encontráramos en su salsa, con un Cantábrico tempestuoso y grandes olas espumosas rompiendo sobre la base de los islotes y acantilados que rodean el lugar,

Éste emblemático islote, junto con al cercano Cabo

Aunque desde la zona de aparcamiento parece una dura subida, se hace muy llevadera, ya que sus rampas y escaleras son muy cómodas de transitar y la magia del lugar que nos rodea parece transmitirnos una energía que se sube sin darte cuenta. Al llegar arriba además de la ermita nos

Como dato anecdótico frente a la entrada de la ermita existe un rudimentario aseo “unisex”, con un agujero en el suelo donde hay que “encestar” lo que se necesite desalojar, cayendo directamente al mar tras vertiginosa caida.
Una vez finalizada la visita iniciamos el retorno a San Sebastián por la sinuosa carretera de la costa pasando por Guernika, Ondárroa, algunos miradores, la famosa playa de Zarauz y una vez en San Sebastia-Donosti, inciamos nuestro paseo de despedida con las últimas luces del día, por el “Boulevar de los sueños rotos” San Sebastián con

A ritmo de U2, atravesamos España de norte a sur, con una mezcla de satisfacción por lo bien que nos lo habíamos pasado y un pellizco de nostalgia por dejar atrás una tierra apasionante, que todo el mundo debería visitar alguna vez. A eso de las 15,00 pm. ya apretaba el hambre así que decidimos parar en “Casa Pepe”, tras coger la salida de “Venta de Cárdenas” que es la segunda que nos encontramos al entrar en Despeñaperros viniendo desde Ciudad Real, o la penúltima si entramos por Jaén. Peculiar restaurante donde los haya, a modo de “Museo del Franquismo”, con caricaturas de todos los políticos posteriores. Justo la antítesis de
una “Herriko Taberna”, con imágenes de Franco por todas partes y banderas preconstitucionales en el techo, parada ineludible para curiosos como nosotros y ó bien fachas de pura cepa que viajen entre Madrid y Andalucía, con personajes dignos de las viñetas de “Martínez el facha” que podemos ver en la revista “El Jueves”.Y allí estábamos nosotros cámara en mano, por aquello de darle un último toque exótico al viaje, aunque finalmente terminamos almorzando en el siguiente restaurante, por la cantidad de gente que había. Despidiéndonos finalmente, tras fraternal abrazo a la altura de Bailen, donde “Patxi” volvía a convertirse en Carmona camino de Sevilla e “Iñaki” en Juani, una vez recuperado su coche, poniéndose camino de Fuengirola yplaneando mentalmente cómo darle forma a la crónica de esta inolvidable semana, mientras íbamos camino de casa.

Habiéndo quedado pendientes de colocar: muchas fotos y algunas pinceladas mas, que hemos tenido a bien no añadir, para no abusar de la paciencia y el poco tiempo del lector en un mundo saturado de información. Mucha habría que escribir de como se vive el tema ETA en el Pais Vasco y como lo ven los propios vascos: Toda la gente con la que hablamos los veía con bastante desprecio, si bien, muy especialmente en Guipuzkoa y Bizkaia, la mayoría de la población ve con muy buenos ojos la independencia por la vía diplomática. Especialmente la gente joven, ya que las últimas generaciones están creciendo en las Ekastolas donde TODO lo español se mira con asco y desprecio. Se estudia como una lengua extranjera y los libros de Historia hablan de España como un pais invasor que les roba su libertad, para ello el Gobierno Vasco, se encarga de contratar a los profesores mas radicales a favor de la causa abertxale dando clases de historia y de educación para la ciudadanía. En Álava sin embargo, no están tan de acuerdo con esta causa y los tachan con desprecio de "españoles" que es el mayor insulto en Euskadi. Mientras tanto Navarra, allí llamada "Nafarroa" se lava las manos com
o "Pilatos" y la opinión mas extendida es la de aparente indiferencia, es decir: "A mí me da igual lo que hagáis, mientras nos sigáis manteniendo los fueros, las ayudas y los tratos de favor, para seguir manteniendo el nivel de vida mas alto de toda España" y en el "Pais Vasco Frances" lo único que se le pide a Francia es una mayor independencia como "Comunidad Autónoma", si bien ahora con Zarkozi están bastante acojonados. Al contrario que en España con un gobierno que se dedica a preparar la 3ª República y a darle alas a todos los partidos nacionalistas con los que además gobierna en las distintas comunidades autónomas, que pacta y negocia con los terroristas. Mientras se mofa y se descojona de todos los que siempre hemos creido en España como una nación única e indivisible y no en el Reino de Taifas en el que los socialistas están convirtiendo este pais.

Todo muy bonito y muy bien, pero lo que me extraña muchísimo es la escasa atención que habéis dedicado a la GASTRONOMIA. Sólo leves menciones a cerveza, picho y vino, cuando para mi este aspecto es de los más característicos de la región y una de la zonas donde mejor se come de la península. ¿Os habéis hartado de bocatas?
ResponderEliminarHv
Efectivamente. Salvo la suculenta cena del sábado, todo han sido bocatas y pinchos. Por la limitación de tiempo, para ver lo máximo posible en tan cort espacio de tiempo.
ResponderEliminarNo obstante, cierto es que la gastronomía de Euskadi es de las mejores de ESPAÑA. Pero insisto, en nuestra limitación de tiempo, le dimos mas prioridad a comer rápido y patearnos las calles y los montes.
Un saludo
Querido Juani, he leido con detenimiento la extensa crónica de vuestro periplo por las vascongadas, y tengo que deciros que me ha encantado, y lo que más ver la bandera de Pasos Largos junto a la del Comando Preston enarbolada a los cuatro vientos en las más altas cimas de esa comunidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Rafafló
Hola!
ResponderEliminarOs he descubierto por casualidad buscando fotos de Urbía.
soy de Donosti y fuimos a Urbía otra vez hará unos 20 días.
Nos encanta que gente de fuera nos venga a visitar y disfrutar de todo lo bueno que podemos ofreceros.
Me alegro que lo pasárais bien.
Un saludo y no dejéis de asombraros nunca.
Agur.
Sé bienvenido amigo, aunque como habrás visto. La mayoría de las rutas son de Andalucía (donde vivimos), que también podrían servirte de referencia en un futuro viaje al sur. Como verás disfrutamos de todo lo bueno que tiene nuestro pais, aunque los indeseables de siempre y quienes los apoyan encubiertamente se encargue en estar siempre jodiendo la marrana. Aún así España es el pais mas maravilloso del mundo y como se vive aquí...en ninguna parte.
ResponderEliminar¡Agur! ó ¡hasta nuestro próximo encuentro!
Iñaki
fascista de mierda
ResponderEliminarno vale la pena ni oir tus cagarlatanerias
herria ez du barkatuko
Supongo que ha habido alguien que ha alterado los comentarios originales.
ResponderEliminarDeberiais borrarlos.No hacen bien a nadie.
Euskadi es como es, es como a veces la habéis retratado.Espero que los insultos sean de algun hacker, por ej.
Deberíais borrarlos, lo antes posible.
Un saludo.
PD. La proxima vez acercaros a la Rioja Alavesa ( Laguardia por ej)y a Haro.Esa zona con las nuevas bodegas, y los edificios de Ghery, o de Calatrava son dignas de verse
he llegado por casualidad hasta este blog y a ver.....
ResponderEliminarprimero, es Ikastola no Ekastola.
He estudiado en una Ikastola y la verdad es que todo lo que has escrito es completamente mentira,no nos meten todas esas ideas estupidas que dices, (es mas mis padres son extremeños y nunca, nunca han sentido que a sus hijas les esten metiendo esas ideas en la cabeza).
Creo que antes de hablar, deberias de informarte mas y no creerte lo que dicen en la television.
Y lo digo, en alguna ocasion he visto como sacaban libros de texto con los que yo he estudiado en la television diciendo eso del pais invasor, y te aseguro que es completamente mentira.
Y si, he crecido en una Ikastola, yo y la gente que me rodea y no miramos lo Español con asco.
Asi que, te agradeceria que antes de hablar contrastaras informacion.
he llegado por casualidad hasta este blog y a ver.....
ResponderEliminarprimero, es Ikastola no Ekastola.
He estudiado en una Ikastola y la verdad es que todo lo que has escrito es completamente mentira,no nos meten todas esas ideas estupidas que dices, (es mas mis padres son extremeños y nunca, nunca han sentido que a sus hijas les esten metiendo esas ideas en la cabeza).
Creo que antes de hablar, deberias de informarte mas y no creerte lo que dicen en la television.
Y lo digo, en alguna ocasion he visto como sacaban libros de texto con los que yo he estudiado en la television diciendo eso del pais invasor, y te aseguro que es completamente mentira.
Y si, he crecido en una Ikastola, yo y la gente que me rodea y no miramos lo Español con asco.
Asi que, te agradeceria que antes de hablar contrastaras informacion.