Fuente de los 16 Caños, barrio Alto de Güejar Sierra
(1.080 msnm)-Alto del Toril (1578 msnm) - Alto del Calar (1852 msnm) - Alto de
Miguelejos (2017 msnm) - Alto de Miguelejos II (2040 msnm)- Fuente de los 16
Caños, barrio Alto de Güejar Sierra (1.080 msnm)
Entorno: Sierra Nevada (sector Noroccidental)
Pueblo de
Referencia: Güejar Sierra
Una vez en la circunvalación de Granada hay que buscar
siempre en dirección a Sierra Nevada (A-395).
En el túnel donde ya se separan las direcciones hacia
La Alhambra (izquierda) y a Sierra Nevada (de frente), os quedáis en el margen
derecho, siguiendo siempre la carretera principal que continúa después del
túnel, dirección Sierra Nevada, se trata de la A-395 a Sierra Nevada/Pinos Genil.
A unos 3,5 km. mas allá del túnel, encontraréis una
salida a varias poblaciones, entre ellas
Gejar Sierra, cruzaremos por encima del
rio y desembocamos en la A-4026 ,
tomando a la derecha dirección Guejar Sierra.¨
Después de unos 6,5 pasamos por Pinos Genil, donde
vive nuestra amiga Yoli, y nos encontramos con un desvío a la izquierda que nos
mete en la tortuosa carretera GR-3200 ya en dirección a Guejar Sierra, una vez
aquí ya es imposible perderse.
Unos 5 km mas allá del cruce, empezamos a llevar a
nuestra derecha la compañía del embalse de canales, que en su orilla sur nos
sorprende con unos pináculos de arenisca que nos recuerdan a la película
“AVATAR”, 10 km mas allá de Pinos Genil, ya casi en la entrada de Guejar Sierra
vemos a nuestra izquierda, la entrada de una pista asfaltada con numerosas indicaciones,
entre ellas la de la Fuente de los 16 caños.
Tomado ese último desvío desvió, a nuestra izquierda,
ya solo tenemos que seguir recto hasta encontrar una plaza donde tomaremos la
calle, otra vez a nuestra izquierda, y unos 250 m. mas allá llegamos a la Fuente de los 16 caños (inicio y final de
ruta).
Desnivel
aprox.: 1.200 msnm
Punto de
partida: Fuente de los 16 caños, (1.160 msnm)
Punto mas
elevado: Alto de Miguelejos (2.017 msnm)
Tiempo aprox. 8-9 horas
Nivel
dificultad: Alto por el desnivel acumulado, si bien
no tiene ningún paso técnico, si bien la ascensión al Alto de Miguelejos, una
vez que cruzamos el arroyo Tintin se hace especialmente dura por su fuerte
pendiente, añadiéndose a la dificultad el terreno embarrado si ha llovido
recientemente o se está derritiendo la nieve como fue nuestro caso.
Tipo suelo: sendero terrizo, con abundancia de tramos empedrados y pòsibles
tramos nevados de escaso grosor.
Tipo de
recorrido: doble circular con forma de “8” en el sentido de las agujas del
reloj.
Mapa: Parque natural/nacional Sierra Nevada.
Crónica y reportaje: Juan Ignacio Amador con la colaboración del Doctor Leal y Antonio Francisco Gallego "La Locomotora de Alhaurín".
Bibliografía: Cuadernos de Sulayr
http://mundomilitaria.es
Crónica y reportaje: Juan Ignacio Amador con la colaboración del Doctor Leal y Antonio Francisco Gallego "La Locomotora de Alhaurín".
Bibliografía: Cuadernos de Sulayr
http://mundomilitaria.es
Fecha de
realización: sábado 21 de diciembre de 2013,
tuvimos la gran suerte de disfrutar de una esplendida mañana de sol y tarde con
nubes y claros, pero sin a penas viento, que unido al hecho de que había nevado
en las zonas de cumbre las 48 horas antes nos permitió disfrutar de la mejor
versión posible para realizar esta ruta.
Desde Córdoba: El incombustible Rafael “El Califa” o “El Llanero Solitario”,
entrañable ilicitano, afincado en Cabra, montañero de tronío experimentado en
mil batallas y gran conocedor de las sierras andaluzas.
Especial mención merecen los últimos fichajes de Pasos
Largos (También costasoleños): Marlene “La Perla de Venezuela”, Emilia “la
cabra de Alozaina” que ganó el disputadísimo concurso al sombrero de invierno
mas original, Miguel, Fidel, Andrés Alonso y su mujer Maria del Mar, todos
ellos mostraron muy buenas maneras y gran adaptación al ambiente del “Pelotón
Chiflado”, así como los aspirantes a socios: Antonio (colega de Fidel), Manuel
Esteban, su esposa (alemana), Isabel y una amiga, cuyo nombre no me permite
recordar la mal trecha memoria de este servidor: Juan Ignacio Amador.
Unas pinceladas de Güéjar Sierra:
Si por algo se distingue
el municipio Güéjar Sierra, es por la cantidad de fuentes que posee y por la
calidad de sus aguas, siendo muy popular la de los 16 caños, situada en el
barrio Alto, que es nuestro inicio y final de ruta. Aunque solemos encontrarnos
una por cada esquina, en cada callejuela.
De origen musulmán, la “Qaryat
Walyar” (lugar escarpado), era un núcleo de población dividido en tres barrios,
que aún hoy siguen siendo su señal de identidad. En aquellos tiempos, sus
pobladores se dedicaban a la cría de gusanos de seda y posterior manufactura de
la misma. Existieron, dada su situación estratégica, varias fortificaciones en
el lugar de las que apenas quedan restos.
Nada queda de la torre
atalaya situada en la Trinchera, ni del Castillo del Peñón y solamente
algunos muros de mampostería y restos de muro de tapial del Fuerte o
Alcazaba de Güéjar, situado en la cumbre del cerro existente al oeste de la
población, cerca del barrio Alto y el cementerio de la localidad. Sí se
conservan, en cambio, restos de la fortaleza musulmana del siglo XV, en el Cerro
del Castillejo, frente a la actual población, en la margen izquierda del Genil.
De planta triangular, ocupa una superficie considerable y dispuso de varios
recintos de los que se pueden apreciar restos de torres, habitaciones y
lienzos de murallas, aunque en mal estado de conservación, a pesar de ser uno
de los más interesantes de la provincia.
La iglesia parroquial de
la Virgen del Rosario y San Roque se construyó en 1625, sobre la
primera, levantada en 1530, y quemada por los moriscos antes de ser derrotados.
De estilo renacentista, es la mayor de todas las de esta zona.
Pero si algo hay que
destacar dentro de Güéjar Sierra, aparte de su patrimonio natural, es su
arquitectura popular derivada de su pasado musulmán. Calles estrechas y
quebradas, encaladas, con balcones y paredes repletas de macetas, sumamente
limpias y que se mantienen en ese estado gracias al esfuerzo y cuidado de los
vecinos y a que el ayuntamiento colabora no cobrándoles el agua que utilizan
para esos fines; y a cada paso una fuente. Calle del Moral, de San Vicente, San
Roque, Santísima Trinidad, San Juan, Colmenillas, Horno, Castillo, Rosario y muchas
más son un conjunto de calles alrededor de la Plaza Mayor que merecen un paseo.
No hace falta plano;
aunque pasemos dos veces por el mismo sitio, nos impresionará lo mismo. Lo
esencial es ver, disfrutar, admirar, hablar con su hospitalaria gente.
Por el
camino del tranvíaPara realizar esta ruta alternativa debemos bajar por el Barrio del Peñón hasta el Genil para desembocar junto a la estación de Maitena desde donde seguiremos el antiguo camino del tranvía, asfaltado y acondicionado últimamente, aunque igual de estrecho, que es por donde suelen aceder los coches hasta el tradicional inicio en la Vegueta del Caracol, tradicional inicio de la Vereda de la Estrella. Si continuamos hasta el final pasaremos por el Charcón y su apeadero, punto de confluencia del Arroyo San Juan en el Genil en el río Genil.
Aunque existen
iniciativas anteriores, ninguna tendría éxito hasta que, en 1920, empiezan las
obras del tranvía de la Sierra promovidas por una sociedad anónima que tiene
como principal protagonista y accionista al Duque de San Pedro de Galatino. En
el informe inicial, que tiene como objetivo interesar a los posibles
accionistas, se describe el trazado del mismo: hasta Pinos Genil
aprovecha el trazado de la carretera de la Sierra, no en vano los dos proyectos
van íntimamente unidos; desde Pinos se dirige, Genil arriba, buscando la unión
de éste con el Maitena, continuando hasta el Charcón. En total, algo más de 20
kilómetros.
La vía elegida es de 60
centímetros de ancho y permite vagones de carga de cinco toneladas y de
pasajeros con capacidad de 22 a 24 personas. Al principio se piensa en tracción
por vapor o Diesel, por su menor costo, aunque finalmente se realiza su
transformación en eléctrico. Estima el Duque que la funcionalidad del tranvía
se basa en el tráfico de productos de consumo de los pueblos de Cenes, Dúdar,
Quéntar, Pinos Genil y Güéjar Sierra; el movimiento de viajeros de dichos
pueblos; la afluencia de turistas y extranjeros; además del transporte de
materiales desde las minas de la zona.
Constituida la sociedad
y obtenidas las autorizaciones correspondientes, comienzan las obras -con el
total apoyo de Vicente Rodríguez Díaz, alcalde de Güéjar Sierra- en los
primeros meses del año 1921, bajo la dirección de los ingenieros Enrique Gómez
López y José Morell. A finales de 1921 se ha construido el puente sobre el
Genil y se trabaja de Pinos Genil hacia arriba, así como en la perforación de
túneles.
A pesar de múltiples
dificultades legales, en Febrero de 1925 se firma la Real Orden que autoriza el
funcionamiento del tranvía hasta el puente del Blanquillo, uno de los primeros
de hormigón de España, y ello supone que, en la mañana del día 21 de Febrero de
este año se inaugure oficialmente el primer tramo del tranvía, desde Granada
hasta Canales. Con total detalle relata este día el Defensor de Granada en
amplio artículo de fecha 22 de Febrero de 1925: elogios al Duque; inauguración
y bendición de los coches; lista, por cierto extensísima, de los asistentes, en
los que no faltan las correspondientes autoridades; información sobre el
trazado, material y detalles del tranvía; una descripción del viaje, reseñando
los lugares más espectaculares; y, por fin, referencia al “lunch” que se sirve
en la Cueva del Diablo, pasado Pinos Genil, y en el que se pronuncian
los discursos de rigor.
Con la llegada de la
República, y sin explicación aparente, se produce una situación de
conflictividad laboral que va a desembocar en que, en Junio de 1931, la
compañía despida a todos los trabajadores y cese en la actividad. El 13 de
Julio el tranvía deja de funcionar y el 30 del mismo mes el estado se incauta
provisionalmente del mismo. A pesar de recursos y gestiones, el día 9 de Junio
de 1934 el tranvía pasa a depender definitivamente del Comité de Explotación de
Ferrocarriles del Estado.
Sigue funcionando
durante la Guerra Civil y, a raíz de la necesidad de tareas de reconstrucción y
repoblación forestal, unido a intereses mineros y deportivos, se plantea
ampliar la línea hasta el Barranco de San Juan, pasando por el Charcón y
de ahí a las minas de la Estrella.
El proyecto de ampliación hasta San
Juan, de tres kilómetros y medio, con dos estaciones, una en el Charcón y otra
al final, se concluye en 1942 -tal y como relata el diario Ideal, el 4 de Septiembre
de 1944-, siendo inauguradas en el año 1947. Aunque las perspectivas parecen
halagüeñas, en 1973 se plantea la propuesta de cierre de la línea que, a pesar
de las manifestaciones de pesar y cariño de los granadinos, realiza su último
viaje el día 19 de Enero de 1974.
El proyecto de ampliación hasta San
Juan, de tres kilómetros y medio, con dos estaciones, una en el Charcón y otra
al final, se concluye en 1942 -tal y como relata el diario Ideal, el 4 de Septiembre
de 1944-, siendo inauguradas en el año 1947. Aunque las perspectivas parecen
halagüeñas, en 1973 se plantea la propuesta de cierre de la línea que, a pesar
de las manifestaciones de pesar y cariño de los granadinos, realiza su último
viaje el día 19 de Enero de 1974.
Una vez que
nos reunimos ante la Fuente de los 16 Caños, (1160 m) repartimos
las fotocopias de mapas y fichas de ruta, dimos una breve charla introductoria
a la ruta y nos pusimos en marcha, tomando la pista que discurre en paralelo a
la caudalosa acequia de La Solana y que desde allí mismo parte en dirección E,
dejando atrás las últimas casas del barrio alto, encarando una fuerte
pendiente;
que pronto nos haría entrar en calor, desprendiéndonos de la primera
capa de “cebolla” tan pronto como llegamos a la altura de la balsa de La
Solana, un gran depósito de agua que nos encontramos a la izquierda del camino
y que podríamos considerar como primer cruce importante de la ruta, pues de él
parten tres ramales: el de la derecha bordea la parte alta del pueblo,
obteniendo unas panorámicas magníficas del mismo, viniendo a salir al campo de
fútbol, que sería por donde regresaríamos.
El camino
del centro discurre en paralelo al anterior, pasando por encima de la ladera donde
se asienta el campo de fútbol, pero ambos confluyen en el camino-sendero que
llega hasta el collado de la Gitana, que fue por donde regresamos, obviamente
al ser la ruta circular, esta opción también es perfectamente valida para
realizar la ascensión por cualquiera de las dos, pero al tratarse de una
pendiente mas suave y llevadera es preferible dejarla para el descenso.
Y por último el camino de la izquierda, que es el que encara de forma directa la pendiente que tenemos a la izquierda, por donde empezamos a subir, no sin antes quitarnos ya el primer forro polar.
Antes de
darnos cuenta la desdibujada pista se transforma en sendero y pronto comenzamos
a llevamos a nuestra izquierda un farallón rocoso que nos acompañará hasta la
finalización de este
primer tramo de ascensión, que al principio deja a la
derecha un campo de almendro dividido en varios bancales, tras el cual el
sendero se convierte en una larga sucesión de zig-zags;
pasando cerca de las
ruinas del cortijo de Las Lastras, conforme vamos ganando altura, cada vez que
echamos la vista atrás, disfrutamos de amplias vistas sobre la localidad Güejar
Sierra y el embalse de Canales. A mediación de este tramo de ascensión sale un
ramal a nuestra derecha, que es otra opción para ascender, pasando por delante
de una antigua bocamina y ascendiendo poco después hasta el mirador natural de
Las Cruces. Pero nosotros continuamos por el sendero principal.
Y al norte las cumbres nevadas del parque natural de la sierra de Huétor y sierra Harana.
No obstante, en los pueblos donde tuvieron lugar los
mas duros enfrentamientos y fusilamientos fueron: Trevelez, Pitres, Portugos,
en la comarca de Las Alpujarras y dentro de Sierra Nevada, los asaltos mas
duros tuvieron como escenario el Veleta y el Mulhacén, donde los comandos
republicanos, esperaban atrincherados las acometidas del frente nacional.
En esta imagen podemos contemplar un destacamento de
la Guardia de Asalto en 1937 destinado en Sierra Nevada.
Aquí vemos otros modelos de uniformes más oscuros y
prendas civiles, así como más variedad de calzado con el uso de zapatos y
algunas gorras de plato...un cabo primero con correaje Sam Brown y parches de
pecho.
Y por último el arma que defendía estas trincheras: una ametralladora Schwarzlose M1912 comprada en Ausstria por el bando republicano en octubre del 1936 y utilizada por los alemanes al inicio de la II Guerra Mundial.
Y con la vista del curioso rebaño siempre por delante nuestra, fuimos rodeando la vertiente sur del cerro del Tamboril (1.927 msnm), dejando a nuestra izquierda un abrevadero, y mas adelante numerosas bañeras, a modo de improvisado abrevadero, muy representativo por el abundante ganado vacuno, caprino y bovino en esta zona de la sierra.
A partir de aquí el paisaje se tiñó de los tonos dorados del atardecer, mientras en dirección sur, por la parte alta de las laderas que cerraban el horizonte, se veían pulular las primeras luces encendidas de los coches que subían o bajaban por la carretera de Granada a Prado Llano,

