Pueblo de referencia: Alomartes -
Distancia de Málaga = 104 kms.
Punto de encuentro recomendado: en
los aparcamientos del " Mesón Alomartes".
Como llegar a Alomartes : Circulando
por la autovia N-342 - Málaga/Granada,poco después de dejar atrás localidades
como Loja,nos saldremos de la autovia en la salida señalizada K. 206 -
Villanueva de Mesia.Llegaremos a este municipio en 2,5 kms. Lo atravesamos y
cogemos dirección Tocón. Llegamos a Tocón en 5,5 kms para continuar otros 6 kms
hasta Alomartes. Atravesamos el pueblo y casi a su salida hacia Illora, veremos
a nuestra izquierda el "Mesón Parapanda" con muchos espacios para
aparcar. También hay espacio para aparcar en nuestro lado derecho tal como
llegamos. Todas estas carreteras comarcales tienen buen firme en el asfalto.
Nivel de dificultad:
Medio-alto por el desnivel. Por esfuerzo físico similar a la última travesía
valle del Genal: Faraján-Pujerra.
Longitud aproximada del recorrido:
19 kms
Desnivel de ascenso: 900 mts
Desnivel de descenso: 890 mts
Ruta: Circular en enntido inverso a las agujas del reloj.
Tipo de camino: 80 % sendero + 20 %
carril.
Fecha de realización y meteorología:
sábado 30 de noviembre de 2013. Comenzó la mañana despejada con intervalos nubosos
al mediodía, temperatura ideal para la caminata que a penas superó los 10ºC al
mediodía. Horizontes despejados al norte y oeste y algo de calima al sur y
este, pero in impedirnos disfrutar de magníficas vistas hacia Sierra Nevada.
Participantes: Desde
Sevilla vino: Ilde “El Vendaval del Moncayo” y Paco Maravillas. Desde Cabra: Rafael
“El Califa” al que la ruta le pillaba mas cerca. Desde Puente Genil Héctor “El
Caimán”. Desde Granada: Yoli “como corre”, Manolo “Supersónico” y su amada
Princesa de baelo Claudia. Desde Ronda: Don Fernando con su hijo Javi, Rafamar “El
Aristóteles de la Senda”, Herminia “La centella de O Cebreiro”, Nieves Lobato “La
Ninfa de la Torre Caleta”, María Ortiz “Hasta donde el corazón te lleve”;
María
“La Fisioterapeuta”, Paco bastida “El Triatleta”. Desde distintos puntos de la
Costa del Sol: Rosa “El Bicho del Bosque”, Rusik, Ilse “La Gacela de la Selva Negra”,
pepe Guerrero “El Maesto Geobotánico”, Eduardo “El Padre Carras”, Eduardo “El
Último samurái”, Vicky “La Botánica”,
Celia “La Hechicera du Sao Paulo”, Carmen
“Galadriel” en labores de guía de cola, muy solidaria en los tramos mas duros, Manuel
Manzanares “El cartógrafo de su Majestad” que volvió a sorprendernos con otra
ruta tan novedosa, como sorprendente y vistosa, escoltado por los siguientes
discípulos de su escuela senderista: Desde Villanueva del Trabuco, mas
concretamente del grupo "La cabra tira al monte": Francisco y su
mujer Juana, Felipe y su mujer Maria Pasión y tres fichajes mas. Y de otros
clubes: Paco Castillo, Miguel y el joven Fidel, Manuel Esteban, su mujer y un
servidor.
La ruta se desarrolló sin ningún incidente a un ritmo muy cómodo para
todos con las paradas de reagrupamiento reglamentarias, tiempo sobrado para
almorzar, llegada con luz solar de sobra y sin ninguna incidencia destacable
mas allá que una leve herida en el dedo del Vendaval al inicio de ruta, alguna
cuesta que se le atragantó un poco a algunas senderistas en los tramos mas
duros, superadas con paciencia y bajando el ritmo lo suficiente, tal y como
hizo nuestra querida Rosa “El Bicho del Bosque” que acusó su falta de ritmo
tras una larga ausencia en rutas potentes, después de casi un año de parón. En
cualquier caso, enhorabuena a todos porque la ruta tenía 950 m de desnivel y se
realizó a un ritmo muy bueno y todo fue como la seda. ¡Enhorabuena también al “Cartógrafo
de su Majestad” y a su amada “Galadriel”.
Alomartes está
situado a los pies de la sierra de Parapanda, en su vertiente sureste. Pueblo
del poniente granadino, a unos 33 km de Granada aproximadamente, sin ningún
edificio alto que distorsione su minimalista estructura 100% rural de casita de
una o dos plantas como máximo. Se trata del mayor anejo de los cinco que
componen Illora. Los alrededores de Alomartes están plagados de ricos
nacimientos de agua, siendo el manantial de la llamada Fuente de Alomartes el
más destacado de ellos. Es un pueblo de unos 2000 habitantes y está situado a
una altitud de 700 msnm. La comarca en la que se encuentra la Sierra de
Parapanda está ubicada en el sistema subbético, y se extiende por los términos
municipales de Illora y Montefrío
Tal y como nos recuerda el Maestro
Geobotánico, Don José Guerrero: La cordillera Subbética es uno de
los sistemas montañosos que forman los Sistemas Béticos, que se extienden desde
Gibraltar hasta la provincia de Alicante. En su conjunto está formada por una
serie de sierras calizas y dolomíticas de altitudes modestas y separadas unas
de otras por pasillos de origen tectónico y litológico -existencia de
materiales más blandos que son aprovechados por los afluentes del Guadalquivir
para excavar los amplios pasillos-. Algunas de las sierras que la conforman son
(de oeste a este): sierra de Grazalema, sierra Sur de Sevilla, las Subbéticas
Cordobesas, sierra Parapanda, sierra de Loja, sierra Sur de Jaén, sierra
Harana, sierra de Huétor (ésta última en contacto con el Sistema penibético), sierra
Alfaguara, sierra Mágina y sierra de La Sagra. Los materiales que forman el Subbético se depositaron en una zona más interna de la fosa bética, por lo tanto son poco frecuentes las lagunas estratigráficas y los materiales son propios de una zona más profundas - margas, margo-calizas, calizas y de tipo dolomítico-. Estos materiales fueron empujados por el plegamiento alpino, por lo que formaron pliegues y sobre todo como el empuje fue mayor estos fueron desplazados hacia el Norte constituyendo cabalgamiento sobre el resto de los materiales. También debajo de los materiales del Subbético existía una capa de margas yesosas del trias que favorecieron los cabalgamientos. Al igual que en la zona Prebética estos materiales fueron sometidos a la erosión, los materiales más duros formaron sierras más o menos agrestes y los materiales más blandos -margas y margo-calizas- fueron destruidos por la erosión y formaron los corredores. La zona Subbética se ve afectada por los últimos movimientos de finales del plegamiento que formaran los pliegues de fondo de gran radio, además de fallas de y fracturas.
La Sierra Parapanda se
eleva como una gran isla al noroeste de la Vega de Granada, compuesta
principalmente por calizas blancas y dolomías, perteneciente al Dominio Subbético
de las Zonas Externas de la Cordillera Bética, dentro de la comarca del
Poniente granadino.
A pesar de no contar con una altitud considerable (1.604
msnm), en comparación con otras sierras granadinas, es sin lugar a dudas de las
mas populares y emblemáticas de la provincia, siendo uno de los hitos
geográficos mas característicos al noroeste de la Vega de Granada, fácilmente
identificable por las grandes antenas repetidoras de
TV y telefonía, que profanan su cumbre, que se divisan desde la capital, pueblos
de la Vega, Sector occidental de sierra de Huétor, Sierra Nevada o desde la
A-92, poco después de dejar atrás la localidad de Loja si vamos dirección
Granada.
Desde su parte alta nos asomamos a
un océano paisajístico formado por valles, caminos, campos de labor, pueblos,
montañas y otras sierras cercanas y lejanas. Sin olvidarnos de su gran valor
paisajístico, geológico y biológico, dada la diversidad de especies de animales
y plantas a las que da abrigo, raíz y cobijo; muchas de ellas en peligro de
extinción. En sus faldas y laderas nos encontramos con grandes
extensiones de pinar de repoblación que cubren su mayor parte con excepción de
su meseta única extensión amplia prácticamente pelada donde predomina el
lapìaz, pastizal, romero y tomillo.
Descripción de la ruta:
1ª parte: Ascensión a
Sierra Parapanda desde Alomartes por la cueva del Agua (vertiente sureste):
Nuestra ruta comienza en la salida de Alomartes, en la venta
del mismo nombre que nos encontramos a la salida dsel pueblo en dirección
Montefrio por la A-335. Tal y como
estamos situados frente a la entrada de la venta, tomamos a la derecha de la
misma, en dirección N, por un camino que mas bien parece en proyecto de una
calle aún sin asfaltar para una futura urbanización, aunque sin nada construido
en sus márgenes de momento. Al final de esta calle tomamos la primera a la izquierda
que en un ángulo de 70º que nos orienta hacia el NO, pasando entre una hilera
de casas blancas adosadas a nuestra izquierda y unas chalets de lujo a la
derecha, debidamente acotados con sus muritos, jardines, piscinas y
huertecillos en su interior. Ésta calle ya nos orienta frontalmente hacia la
sierra, donde nos sorprenderá su denso pinar donde muy pronto nos adentraremos.
Como última edificación destacable dejaremos a nuestra
derecha un almacén agrícola con la parte superior verde, ignorando un cartel
que nos anuncia área recreativa a 380 m.
Nuestro camino es muy obvio, vamos ascendiendo, de momento suavemente,
por una especie de ancha pista cortafuegos, que se cruza con otra aún mas ancha
por donde discurre un importante cableado de torretas de alta tensión por la
que regresaremos. Pero de momento, nosotros pasamos bajo el cableado y seguimos
recto, por este camino cortafuegos que nos introduce en la sierra de modo muy
directo, hasta que unos 500 m mas allá de su inicio, vemos a unos 50 m a la
izquierda las ruinas del cortijo Parapanda, a la izquierda del cual queda una
alberca.
En este punto abandonamos la comodidad del cortafuego que nos ha
llevado hasta aquí y giramos levemente a nuestra izquierda, para buscar el
inicio de un desdibujado sendero, algo confuso en sus inicios, pero que se va
haciendo cada vez mas evidente conforme vamos ganando altura, la pendiente va
aumentando y algunos pinos caídos nos obligan a sortearlo, pero ir caminando
bajo la sombre del pinar ayuda a mitigar el esfuerzo en la ascensión que
debemos tomarnos con paciencia.
A la altura del cerro de Los Santos, hicimos una parada de
reagrupamiento para asomarnos a un saliente rocoso a nuestra izquierda que a
modo de balcón natural nos ofrecía bonitas vistas de Sierra nevada al ESTE, y
la localidad de Alomartes al SE a nuestros pies haciéndonos una idea de la
altura que ya habíamos ascendido, aunque de momento, la calima en la distancia,
sólo nos permitía disfrutar del espectáculo a medias.
Minutos mas tarde pasábamos junto a unos tajos que quedaban
a nuestra derecha, parcialmente anaranjados por sus típicas betas de tobas
calcáreas, una baliza vertical que nos indicaba: “Cueva del Agua, a 115 m”
invitaba a que la visitáramos, estando situada a mediación de estos tajos,
accediendo a ella por un cómodo sendero.
Retomado el sendero, pero no el que desciende hacia el SUR, sino el que sigue faldeando labase de los tajos dirección OESTE, quedando ahora la parte alta de la
sierra a nuestra derecha, cruzaremos otro cortafuegos;
donde tras breve pausa,
ahora sí, comenzábamos a girar progresivamente a nuestra derecha, dirección N,
encarando el tramo mas duro de ascensión, bajo la sombra de la parte alta del
pinar;
hasta salir a terreno descubierto con el predominio de lapiaz y pastizal
que ya anunciaban la proximidad a la amplia meseta donde poco a poco fuimos
llegando, pasando junto algunos pinos solitarios
y bosquetes de chaparros mezclados
con manchas de pinar, que continúan cubriendo grandes lienzos de la parte alta
de la sierra de modo sorprendente, con preciosas vistas de Sierra Nevada al ESTE.
Sin embargo, esta sierra no deja de sorprendernos, pues
cuando ya nos creemos que estamos arriba, una vez superada la parte alta de la
alomada meseta, nos encontramos al norte, con la presencia de la cumbre
propiamente dicha;
es como si hubieran colocado, una pequeña montaña, sobre la
montaña a la que ya hemos subido, de hecho se la conoce como Pico
del Morrón, pequeño palo psicológico para quien llega justo de fuerzas
a este tramo de la ruta, pero gran deleite y disfrute para los amantes de la
montaña que realizan esta ruta en un buen estado de forma.
En la parte alta de la meseta es fácil perder el sendero con
tanto lapiaz, pero la progresión es dócil y sirva como referencia caminar recto
en dirección N, hacia la parte derecha, de la base de la cumbre que ya tenemos
ante nosotros, hasta reencontrar el sendero que ya se hace evidente, sobre todo
desde el momento, en que caminamos durante un trecho llevando a nuestra
izquierda una especie de foso gigantesco abierto a modo de cantera, donde debemos extremar la precaución si quremos asomarnos al mismo;
de hecho a penas se ven restos de explotación que de
haber existido tuvo que ser hace muchas décadas, pues la propia naturaleza ha
recuperado el aspecto natural del paisaje en su interior, dando el aspecto de
que lo que tenemos es el inicio de una falla ante nosotros.
Al final de este gran foso, el sendero se transforma en
pista forestal dejando a nuestra izquierda un antiguo refugio de pastores, ésta
pista nos acerca de forma directa a la base del pico del Morrón, donde ya
se nos antoja cada vez mas cercano el farallón rocoso sobre el que se elevan
las tremendas antenas que profanan su cumbre, una muela rocosa, (cual peñón
Enamorados (en la sierra de Las Nieves), que en este caso parece estar abrazo
por el bosque de pinos que lo rodea. La pista terriza que nos acerca a su base,
comienza a rodearlo hacia su derecha: dirección NE,
hasta que a nuestra
izquierda sale un sendero, que en dirección O,N,N-O, nos ayuda a ir ganando
altura, pivotando alrededor de la cara sur, suroeste de la parte alta del pico
del Morrón, hasta que finalmente coronamos su cumbre por la vertiente OESTE de
la escalonada muela rocosa, donde la gran mayoría estuvimos el tiempo justo de
decir: “un dos, tres por mí y por todos mis compañeros” pues por desgracia esta
sierra tan bonita, ha sido profanada por las tremendas antenas que le restan
encanto a su cumbre y que además emiten un sonido tenebroso cual bombazo
radioactivo y es que dada su estratégica posición tiene que dar cobertura a
toda la comarca del Poniente Granadino y la Vega de Granada.
Para disfrutar del almuerzo descendimos al llano que se
encuentra al oeste de la muela rocosa del pico del Morrón, disfrutando de las
viandas al cobijo de la cercana presencia de los pinos con el buen rollo
habitual y charlas distendidas.
2ª parte, Descenso
de Sierra Parapanda hasta Alomartes por la vertiente oeste y sur “Majada
Borrego”:
Finalizada la sesión de fotos de grupo de rigor iniciamos el
descenso. Iniciamos el descenso por el cómodo sendero que parte del lado
noroeste del llano que se encuentra al oeste de la cumbre, a escasa distancia
de donde almorzamos, con vistas espectaculares hacia toda la zona del poniente
Granadino que se extendía entre nosotros y las Sierras Subbéticas al oeste.
Siendo
un descenso muy suave en sus primeros compases, caminando bajo grandes pinos con ramas
candelabro y montañas de piñas desparramadas a sus pies.
Llegando en poco mas de
15 minutos al llano de su meseta, pero sin acercarnos mas 300 m al camino por
el que habíamos llegado, que siempre llevaríamos a nuestra izquierda.
Lo mas
fácil en este punto para quien no se oriente bien, es retomar el camino de ida para
regresar sobre nuestros pasos, pero nosotros orientamos nuestros pasos hacia
una oxidada placa de coto de caza, desde la que continuamos por un sendero que
en dirección predominantemente SUR,
en suave pero permanente descenso nos fue
manteniendo por la vertiente oeste de la sierra, con amplias panorámicas al
oeste y suroeste donde a las Subbéticas Cordobesas,
habría que añadir la sierra
de Loja, sierra de Archidona y el tramo del calizo Central que va de sierra
Gorda y Camarolos hasta la sierra de Las Nieves.
Una última visión del pico del Morrón (cumbre de Parapanda)
a nuestra espalda, nos da una idea del tramo que ya llevamos descendido y donde
nos encontrábamos hace un rato.
Poco después a nuestra derecha, nos llama la
atención allí abajo una solida casa de dos plantas con piscina, presidiendo un
campo de cereales, se trata de la casa de Don Pedro.
A la altura de la Majada
del Borrego, estaremos ya en el tramo final del descenso bajo el bosque de
pinos, que desemboca en una especie de pedrera, conocida localmente como
realenga.
A partir de aquí giramos a nuestra izquierda, dirección
ESTE, llevando ahora a nuestra izquierda fincas donde predominan los almendros
y olivos y de mas allá la falda de la sierra de nuevo, propiamente dicha, y el
perímetro exterior del gran pinar que predomina en toda la sierra Parapanda,
desde su base hasta sus cotas mas elevadas.
Los dos últimos kilómetros de ruta son muy
plácidos con Alomartes ante nosotros y por encima Sierra Nevada y la sierra de
Huétor a su izquierda, donde el sol jugueteaba entre las nubes, iluminando
ahora el Trevenque, ahora el Veleta, ahora el Peñón de la Mata y Cogollos Vega.
Para no llegar a Alomartes trazando un recto, entre fincas
de olivares y almendros, al volver a encontrarnos con las grandes torretas del
tendido eléctrico bajo el cual habíamos pasado al inicio de la ruta, ahora
caminaríamos un corto trecho junto a ellas, por el gran cortafuegos,
que
mencionábamos al inicio de la descripción, hasta enlazar con el otro
cortafuegos, por el que habíamos accedido a la base de la sierra y desde aquí
en pocos minutos y mediante un trazado muy cómodo y entretenido, en todo
momento, regresábamos a la venta Alomartes, donde nos tomamos la copa de
despedida, con la unánime opinión de haber compartido un auténtico rutón, muy
completo tanto en lo paisajístico, como en lo deportivo.
Me gusta la foto de Héctor con Sierra Nevada al fondo. Y está de lo más completito el aspecto geomorfológico
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